lunes, 25 de mayo de 2020

Matutinas historias

¡Buenos días!

Otra mañana más en la que os cuento mis andanzas matutinas por entre las circunvoluciones de mi sesera, cincelando entre los virtuales circuitos integrados, no sé si los informáticos o los sinápticos de mis entendederas, lo que por aquí va sucediendo. También os digo que, según las previsiones, esta tarde es posible que haya tormentas, cosas de la calorina estival adelantada de este mes de mayo, con 32ºC de máxima prevista por los madriles. De momento, sol esta mañana, con algunas nubes que irán a más.

Antes de ayer por la tarde estuve viendo en Netflix "The Meyerowitz stories" (2017), de Noah Baumbach, y con Adam Sandler, Ben Stiller, Dustin Hoffman, Elizabeth Marvel, Grace Van Patten, y Emma Thompson. Es el penúltimo largo de este director, de quien había visto el último, "Historia de un matrimonio" ("Marriage story", 2019), y tres más de sus anteriores, "Mistress America" (2015), "Mientras seamos jóvenes" ("While we're young", 2014), y "Frances Ha" (2012).

Tres hermanos que hace tiempo no se ven se reúnen para organizar una exposición retrospectiva de la obra escultórica de su padre, un tipo extravagante y egocéntrico, peleado con el mundo. El mayor, que acaba de separarse de su mujer aprovechando que su adorada hija vuela del nido para ir a la universidad, se va a vivir por una temporada con su padre y su tercera esposa; la hermana menor, bastante introvertida, parece vivir aislada del mundo; y el más pequeño, en realidad hermanastro, hijo de la segunda mujer de su padre. Cada uno de los tres mantiene una difícil relación con su progenitor, que no les prestó demasiada atención en su día, y también entre ellos, con sus rencores enquistados.

Una buena película (nota: 6) esta ácida mirada, no exenta de cierta compasión, a los desencuentros de una familia un tanto disfuncional, con sus penas y alegrías, cuyos excéntricos integrantes no cesan de parlotear, casi todo el tiempo a gran velocidad. Estructurada en cuatro capítulos, cada uno dedicado a uno de los tres hermanos, más otro final a la reunión familiar, tiene momentos de guasa entre las cuitas familiares, con algunas divertidas escenas de gag visual. Sin embargo, no conseguí empatizar plenamente con ella, aunque tuvo momentos que me enganchó.

Ya es tiempo, pues, antes de que este matutino entre en los anales, de que os deje unas citas de sabiduría ajena:

 - "Todas las familias felices se parecen unas a otras; pero cada familia infeliz tiene un motivo especial para sentirse desgraciada".  (León Tolstoi).

 - "Me gustan más los ensueños del futuro que las historias del pasado".  (Thomas Jefferson).

 - "Mi madre quería darnos a entender que las tragedias de tu vida un día tienen el potencial de ser historias cómicas en el siguiente".  (Nora Ephron).

Besos y abrazos,

Don.
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jueves, 21 de mayo de 2020

Bienestar matutino

¡Buenos días!

Estos matutinos que me roban el corazón me hacen sentir tan bien que no quiero salir de ellos, pero no queda otra que, tras pasar un agradable rato, salir a enfrentarse, con buenas maneras, al mundanal ruido. Y ya no empiezo a sentirme tan cómodo con el clima primaveral de estos días, tan rayano con el veraniego que de hecho lo es, haciéndome sudar la gota gorda a poco que doy unos pasos. La máxima prevista para hoy será de 31ºC, con sol y alguna nube fuera de sitio, y quizás disgustada por ello.

Antes de ayer por la tarde estuve viendo en Netflix "Ya no me siento a gusto en este mundo" ("I don't feel at home in this world anymore", 2017), de Macon Blair, también guionista y que aparece como actor en una breve escena del principio, y con Melanie Lynskey y Elijah Wood. Es el primer largo de este director, a quien vi como actor en "Green room" (2015) y "Blue ruin" (2013), ambas dirigidas por Jeremy Saulnier.

Una mujer, que trabaja como auxiliar de enfermería en una residencia de ancianos, es una buena persona a la que todos pasan por encima y que se siente deprimida y con un gran vacío existencial, tras habérsele muerto otro paciente. Cuando un día regresa a casa tras el trabajo se encuentra con que la han robado. Se harta, y junto a uno de sus vecinos, un tipo extravagante que decide ayudarla, le da un nuevo sentido a su vida persiguiendo a los ladrones, dado que la policía no parece tener mucho interés en ello, para así recuperar sus pertenencias y afear sus conductas (las de policías y ladrones).

Buena película (nota: 6), y divertida y entretenida, este thriller con toques de comedia negra y soterrada socarronería, plena de situaciones absurdas, que comienza como un juego detectivesco con suspense para ir volviéndose cada vez más violento por la pura torpeza de las buenas intenciones de sus protagonistas, torpeza de la que tampoco escapan el resto. Historia de una venganza de andar por casa, que sale como sale por sus propios desatinos, y que deja cierto poso de crítica social.

Ahora unas citas de sabiduría ajena, que espero hagan sentir lo mejor posible a nuestras entendederas:

 - "En pesares y en gusto, la imaginación pone mucho".  (Refrán).

 - "No puede el hombre sentirse a gusto sin su propia aprobación".  (Mark Twain).

 - "Nada me parece justo en siendo contra mi gusto".  (Pedro Calderón de la Barca).

 - "El que quiere en esta vida todas las cosas a su gusto, tendrá muchos disgustos en su vida".  (Francisco de Quevedo).

 - "Bienaventurado el que, dejando aparte su gusto e inclinación, mira las cosas en razón y justicia para hacerlas".  (San Juan de la Cruz).

Besos y abrazos,

Don.
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miércoles, 20 de mayo de 2020

Matutino manejo

¡Buenos días!

Bien me apaño cada vez que vengo por aquí, donde casi puedo tocar el cielo con las manos, incluso con una sola me bastaría para disfrutar de ellos. Y ya casi ni sería necesario preguntarse dónde está el verano, al que todavía le queda más de un mes para llegar por calendario, para saber que de hecho ya está llegando, que este caluroso día de mayo, con sol a raudales y 30ºC de máxima prevista, se está entregando en cuerpo y alma por conseguirlo. Ya en el próximo solsticio ambos, los veranos meteorológico y astronómico, se reunirán de nuevo para manipular nuestros humores, básicamente los sudorosos, pero no solo estos.

Antes de ayer por la tarde estuve viendo en Netflix una película de animación, "¿Dónde está mi cuerpo?" ("J'ai perdu mon corps", 2019), de Jérémy Clapin, basada en la novela "Happy hand" de Guillaume Laurant. Es el primer largo de este director.

En un hospital de París una mano amputada escapa del frigorífico del laboratorio para volver a juntarse con el cuerpo del que procede, el de un joven algo torpe y caótico que sufrió un accidente laboral. La mano, mientras transcurre su odisea a través de la ciudad, esquivando los peligros con los que se va topando, va recordando pasajes de su vida pasada junto a su cuerpo, desde que era un niño que dudaba entre ser astronauta o pianista, su posterior orfandad por culpa de un accidente de tráfico, y recientemente su trabajo como repartidor de pizza. En uno de sus accidentados repartos conoce (solo su voz a través del telefonillo) a una joven, de la que se enamora, y a la que tratará de encontrar y acercarse en secreto.

Estupenda película que me fascinó (nota: 8), muy original y evocadora, muy lacónica y parca en palabras, aunque haya manos que hablen por sí solas (no de palabra, que sí por expresividad plástica). Historia con dos líneas argumentales que acaban por confluir al final, la de un joven que perdió su mano y la de esta buscando el cuerpo que perdió. Tiene acción, suspense, romance... todo narrado con mucho gusto, con sensibilidad, incluso en algún momento que otro tangencial e infinitesimalmente gore, mezclando fantasía y realidad, pasajes en color y en blanco y negro. La banda sonora, también cautivadora.

Ahora toca ponerse manos a la obra con la sabiduría ajena, con estas citas que nos ayuden a mejor maniobrar con nuestras entendederas:

 - "El que pide la mano de una mujer, lo que realmente desea es el resto del cuerpo".  (Enrique Jardiel Poncela).

 - "Aquel que ha sentido una vez en sus manos temblar la alegría
no podrá morir nunca".  (José Hierro).

 - "¡Qué pequeñas son mis manos en relación con todo lo que la vida ha querido darme!".  (Ramón J. Sénder).

 - "Si no está en tus manos cambiar una situación que te produce dolor, siempre podrás escoger la actitud con la que afrontes ese sufrimiento".  (Viktor Frankl).

Besos y abrazos,

Don.
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martes, 19 de mayo de 2020

Vale, un matutino

¡Buenos días!

Pues eso, así sea, aquí os escribo otro matutino, lugar de gran valía para mí donde voy desgranando mis aventuras y desventuras cinéfilas (o seriéfilas), amén de desparramar un poquito, no eyaculando mi simiente, sino mentalmente, aunque más o menos será lo mismo si es verdad eso que dicen las malas lenguas (que no sé si libarán conejos o nabos) de que los seres masculinos tenemos nuestro cerebro en nuestros genitales. Por lo demás, la desacomplejada primavera está exultante, con sol a raudales y 27ºC de máxima prevista para hoy por los madriles.

Este fin de semana terminé de ver otra serie televisiva, de Netflix, "Valeria" (2020), creada por María López Castaño, basada en la saga de novelas de Elisabet Benavent, dirigida por Inma Torrente y Nely Reguera, y con Diana Gómez, Silma López, Paula Malia, Teresa Riott, Maxi Iglesias, e Ibrahim Al Shami. Acaban de estrenarla, así que tiene una sola temporada (8 episodios de unos 40 minutos cada uno), aunque parece que habrá una segunda... ¡puf! De una de las directoras, Nely Reguera, había visto su hasta ahora único largo, estupendo,  "María (y los demás)" (2016).

Valeria es una joven al borde de la treintena. Está en crisis, pues quiere ser escritora, hasta ahora no le han publicado ninguno de los trabajos presentados, y está ante el síndrome de la página en blanco de cara a la novela que le acaban de encargar en una editorial. Además, su matrimonio de seis años empieza a tambalearse. Se refugia en su grupo de mejores amigas, otras tres que también andan bastante alteradas con sus particulares cuitas laborales y emocionales.

Una serie muy flojita (nota: 3), a ratos de ñoñería subida, aunque tuvo pocos y breves pasajes en los que sí me interesó, además de embelesarme con la belleza de su actriz protagonista. Un cuidado acabado formal a base de colorines desenfadados, muy cuqui, pero una historia sobre las desventuras emocionales de sus protagonistas que no me interesó apenas, cuajada de topicazos lubricados con múltiples escenas de sexo, cual peli erótica. Desprende bastante tufillo a la serie "Sexo en Nueva York" ("Sex and The City", 1998-2004), bastante mejor que esta "Valeria" que, sin embargo, es algo mejor que la infumable secuela cinematográfica "Sexo en Nueva York: La película" ("Sex and The City: The movie", 2008). A tal efecto, os recomendaría una espléndida serie que vi hace dos meses, en Movistar+ y también española, "Vida perfecta" (2019) de Leticia Dolera, sobre tres amigas en crisis existencial, divertida y efervescente, y con mucha, mucha más enjundia.

Pues ya me vale, que creo escribí demasiado sobre algo que no me interesó gran cosa, así que, sin más, más bien con esta introducción, paso a las citas de sabiduría ajena:

 - "Las cosas no valen sino aquello que se las hace valer".  (Molière).

 - "Si la pasión, si la locura no pasaran alguna vez por las almas: ¿Qué valdría la vida?".  (Jacinto Benavente).

Besos y abrazos,

Don.
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lunes, 18 de mayo de 2020

Privacidad matutina que no se reproduce

¡Buenos días!

Asisto cada mañana al acto público, al que solo yo acudo, de lanzar al mundo estos matutinos que voy engendrando, para que cada cual que lo desee, desde la intimidad de su hogar, pueda saber de ellos y, si lo tiene a bien, adoptarlos. El sol y el calorcito primaveral volvieron a nuestras vidas, y no precisamente desde la probeta de un laboratorio, haciendo renacer en nosotros una entusiasta ilusión, de orgullosos padres putativos, de ver crecer todo lo que nos rodea, comenzando por esas flores que todo lo alegran. Para hoy tendremos por los madriles una máxima prevista de 25ºC.

Este puente isidril estuve viendo en Netflix "Vida privada" ("Private life", 2018), de Tamara Jenkins, y con Paul Giamatti, Kathryn Hahn, y Kayli Carter. Tercer largo de esta directora, de quien había visto su estupendo anterior, "La familia Savage" ("The Savages", 2007).

Un matrimonio de cuarentones lleva tiempo intentando ser padres, tanto por fecundación in vitro como mediante adopción, sea a través de los servicios sociales o contactando a través de una plataforma de internet con jóvenes con embarazos no deseados dispuestas a entregar a sus bebés, todo les vale dado lo obsesionados que están con conseguirlo. Pero aunque van fracaso tras fracaso, y su relación se tambalea de cuando en cuando, no desesperan. Tras su última decepción se les abrirá una inesperada posibilidad.

Una buena película (nota: 6) que trata con mucha sensibilidad el complejo mundo de los tratamientos de fertilidad, de reproducción asistida, y de refilón el de la adopción. Sin embargo, quizá porque el tema no me afecta, no me llegó, salvo algunos momentos sueltos de emoción en que sí me atrapó. Desde luego es un retrato auténtico, casi documental en algunos pasajes, de ese largo proceso de años, de sus sinsabores, y de los dilemas personales a los que se enfrentan sus protagonistas, dando mucho que pensar sobre la cuestión. Al parecer, la directora y guionista sabe muy bien de lo que habla.

Ahora, para común conocimiento, os reproduzco más abajo unas cuantas citas de sabiduría ajena:

 - "Los espejos, antes de darnos la imagen que reproducen, deberían reflexionar un poco".  (Jean Cocteau).

 - "Pocas cosas pueden sorprender tanto al hombre de buena fe como el terrible hecho de que los dos instintos que le mantienen sobre la tierra, el de conservación y el de reproducción, sean precisamente la fuente de casi todos los males".  (Gregorio Marañón).

 - "La vida privada de un ciudadano debe ser recinto amurallado".  (Maurice de Talleyrand-Périgord)

 - "Toda felicidad se compone de dos sensaciones tristes: el recuerdo de la privación en el pasado y el temor de perderla en el porvenir".  (Alphonse Karr).

Besos y abrazos,

Don.
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viernes, 15 de mayo de 2020

El apego por mis animalotes matutinos

¡Buenos días!

Tras muchos años junto a ellos apenas me he dado cuenta de cuanto han crecido y del cariño que nos une, tanto que me dan ganas de comérmelos... no sé si a mordiscos (y saboreándolos gustosamente), o a besos, de lo buenos que están (o son). La primera opción es hiperbólica broma, imposible de cumplir, una metáfora similar a lo que suele decirse a los rollizos bebés. Pues las primaverales lluvias, con injertos otoñales, de estos últimos días siguen tan afectuosas que no parecen querer despegarse de nosotros. Seguro que en próximos días el sol se abrirá paso entre ellas hasta nuestros corazones. De momento, hoy tendremos 14ºC de máxima prevista con muchas nubes y chubascos tormentosos repartidos por doquier.

Antes de ayer por la tarde estuve viendo en Netflix "Okja" (2017), de Bong Joon-Ho, y con Ahn Seo-Hyun, Tilda Swinton, Paul Dano, Jake Gyllenhaal, Steven Yeun, Byeon Hie-bong, Lily Collins, Giancarlo Espósito, Shirley Henderson, y varios otros más. Es la penúltima película de este director surcoreano que triunfó el pasado año con su multipremiada "Parásitos" ("Gisaengchung", 2019). De sus siete largos hasta ahora, había visto además otros tres de sus anteriores: "Snowpiercer (Rompenieves)" (2013), "The host" ("Gwoemul", 2006), y "Memories of murder (Crónica de un asesino en serie)" ("Salinui chueok", 2003).

Una multinacional agro-alimentaria estadounidense emprende, para lavar su mala imagen, un campaña de promoción de sus productos a través del acogimiento por parte de granjeros repartidos por el mundo de unos cuantos ejemplares de un nuevo tipo de animal transgénico, especie de gigantesco cerdo, híbrido entre este e hipopótamo, que han creado en sus laboratorios para alimentar al mundo. Uno de estos animales, Okja, está en una aislada granja surcoreana en la cima de una montaña al cargo de una preadolescente huérfana que vive junto a su abuelo. Tras diez años cuidándolo con mimo y esmero la multinacional decide llevárselo a sus instalaciones en Nueva York, engañando a la niña, que hará todo lo posible para recuperarlo.

Muy buena película (nota: 7), muy entretenida, con todas las señas de identidad de su director, mezclando géneros cual agraciado Frankenstein mutante o picadillo de hamburguesa con muchos ingredientes entre el pan, tales como comedia con ramalazos de humor grotesco, drama de maduración personal con ternura y sensibilidad, y más, como soterradas referencias cinéfilas incluidas. También sátira esperpéntica que atiza a diestro y siniestro, a las cicateras corporaciones alimentarias que maltratan a los animales que explotan y al medio ambiente en general, a las organizaciones animalistas con patosas inclinaciones terroristas, como ese FLA (Frente de Liberación Animal) de la película, que tanto me recordó a los similares grupúsculos marginales de la genial y magistral "La vida de Brian" ("Life of Brian", 1979) de Terry Jones, con los míticos Monty Python. Empieza como una película casi que infantil (niña con mascota) para irse ennegreciendo paulatinamente hasta volverse bastante siniestra y amarga hacia el final, rayo esperanzador incluido, a pesar de contener una severa crítica a los malestares de nuestra sociedad del bienestar (presunto muchas veces). Tras los títulos de crédito final, hay un bonus extra.

Ahora unas citas de sabiduría ajena, que ya sabéis de mi querencia por ella, tanta que a algunas las tengo casi como mascotas que siempre me acompañan:

 - "El cariño por los animales está tan estrechamente unido a la bondad del carácter que puede afirmarse con seguridad que todo aquel cruel para los animales no puede ser un hombre bueno".  (Arthur Schopenhauer).

 - "Amistad nunca mudable
por el tiempo o la distancia,
no sujeta a la inconstancia
del capricho o del azar,
sino afecto siempre lleno
de tiernísimo cariño,
tan puro como el de un niño,
tan inmenso como el mar".  (José Zorrilla).

Besos y abrazos,

Don.
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jueves, 14 de mayo de 2020

La balada de los matutinos

¡Buenos días!

¡Beeeee!... bueno, dejo ya de berrear antes de que venga el lobo por sorpresa y siegue mi vida, no con guadaña, cual parca que dejo aparcada para mejor ocasión en lejanos años venideros, y que no sé si me llegará por el oeste. Estos disparates míos, cual baladas desafinadas y mal entonadas, han vuelto a traer, por lo que parece, copiosas lluvias por los madriles, como en pasados días, en un extraño remedo del otoño, pero rebosante de coloridas flores de mayo. La máxima prevista para hoy será de 16ºC. Esperemos que en próximos días vuelvan a dispararse las temperaturas, pero poco.

Antes de ayer por la tarde estuve viendo en Netflix la última película (o miniserie de seis capítulos independientes de unos 22 minutos cada uno, según se mire) de los hermanos Coen "La balada de Buster Scruggs" ("The ballad of Buster Scruggs", 2018), de Joel y Ethan Coen, y con Tim Blake Nelson, James Franco, Liam Neeson, Tom Waits, Zoe Kazan, y Brendan Gleeson. Es el 18º largo de estos excelentísimos directores (y guionistas, productores, montadores, etc., de sus propios films), de quienes he visto todos sus diecisiete anteriores, a saber:

 - "Sangre fácil" ("Blood simple", 1984).
 - "Arizona baby" ("Raising Arizona", 1987).
 - "Muerte entre las flores" ("Miller's crossing", 1990).
 - "Barton Fink" ("Barton Fink", 1991).
 - "El gran salto" ("The Hudsucker proxy", 1994).
 - "Fargo" ("Fargo", 1996).
 - "El gran Lebowski" ("The big Lebowski", 1998).
 - "O brother!" ("O brother, where art thou?", 2000).
 - "El hombre que nunca estuvo allí" ("The man who wasn't there", 2001).
 - "Crueldad intolerable" ("Intolerable cruelty", 2003).
 - "Ladykillers" ("The ladykillers", 2004).
 - "No es país para viejos" ("No country for old men", 2007).
 - "Quemar después de leer" ("Burn after reading", 2008).
 - "Un tipo serio" ("A serious man", 2009).
 - "Valor de ley" ("True grit", 2010).
 - "A propósito de Llewyn Davis" ("Inside Llewyn Davis", 2013).
 - "¡Ave, César!" ("Hail, Caesar!", 2016).

Seis cuentos sobre lo absurdo de la vida y la muerte, cada uno con su título, el primero de los cuales se lo cede a toda película, que en principio iba a ser miniserie, y que se desarrollan en la frontera del salvaje oeste estadounidense. ¿Y qué más da, serie o película?, que hoy día las miniseries se suelen ver cual si fueran películas, de un tirón. Los límites entre cine y televisión (plataformas incluidas), en todos sus ámbitos, cada vez son más borrosos, y junto con las fronteras políticas terminarán por ser, si no lo son ya, una absurda convención que debería desaparecer como el viejo oeste, ley de vida.

Buena película (nota: 6), con las impecables maneras formales y estilísticas de los fraternales cineastas, pero cuyas historias no acabaron de conectar del todo conmigo salvo momentos sueltos, cosas de la irregularidad de los diferentes episodios. Podría verse como seis tiras cómicas de fino humor negro, absurdo e irónico, con retranca, seña de identidad de los Coen, sobre lo impredecible de la vida y la muerte y, por qué no decirlo, sobre su futilidad.

Ahora os tiroteo con estas citas de sabiduría ajena, que espero no esquivéis y pongáis vuestra frente cual diana para que os atraviesen las entendederas:

 - "El hombre no toma conciencia de su ser más que en las situaciones límite".  (Karl Jaspers).

 - "Hay un límite para las lágrimas que podemos derramar ante las tumbas de los muertos".  (José Martí).

 - "¿Fronteras? Nunca he visto una. Pero he oído que existen en las mentes de algunas personas".  (Thor Heyerdahl).

 - "Las fronteras no están en el este o el oeste, el norte o el sur, sino allí donde el hombre se enfrenta a un hecho".  (Henry David Thoreau).

Besos y abrazos,

Don.
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lunes, 11 de mayo de 2020

Buena educación la de estos asexuados matutinos

¡Buenos días!

Por mucho que este idioma nuestro, el español, se empeñe en ponerle sexo a las cosas, mis matutinos, o matutinas, o matutins, como los mismos ángeles, no tienen de eso, sexo, y en caso de tenerlo no podrá inferirse cual es a partir tan solo de su denominación. Por lo demás, me educan muy bien, tanto que aprendo mogollón de cosas, entre ellas a intentar comportarme mejor en todos los aspectos de mi vida. Además, esta revoltosa primavera ha tenido la amable cortesía, sin abusar, de concedernos una jornada relativamente tranquila tras las tormentas de ayer y en espera de las que mañana, y en próximos días, también caerán según lo previsto. Así que, sol y nubes con 21ºC de máxima prevista por los madriles para hoy.

Este fin de semana terminé de ver otra serie televisiva, de Netflix, británica, que desde ya os recomiendo encarecidamente, muy, pero que muy encarecidamente que veáis. Se trató de "Sex education" (2019-2020-¿2021?), creada por Laurie Nunn, y con Asa Butterfield, Gillian Anderson, Ncuti Gatwa, Emma Mackey, Alistair Petrie, Connor Swindells, Kedar Williams-Stirling, Aimee Lou Wood... y muchos otros más, que la serie es muy coral. Consta de dos temporadas, cada una de 8 episodios de unos 50 minutos... Y ya está anunciada la tercera, que espero con anhelantes jadeos de placer.

Un joven de 16 años, muy acomplejado y retraído con los demás, siempre tratando de caer bien, e incapaz de masturbarse, cuya madre es psicoterapeuta sexual, está divorciada y cada vez se enrolla con un hombre distinto pues no quiere volver a comprometerse, va cada día al instituto junto a su mejor amigo, al que conoce desde su primer año de escuela, un chico homosexual desinhibido aunque acosado por muchos de sus compañeros. La chica mala y rebelde del instituto, de la que está enamorado en secreto, al oír por casualidad unos consejos sexuales que él (todavía virgen) da a otro compañero de clase, le propone montar juntos un consultorio sexual clandestino para el alumnado, muy necesitado de ello, aunque muchos ya hayan experimentado con el sexo con frecuencia, y cobrando unos dinerillos por ello. Como no sabe decir que no, y menos a la chica de sus sueños, se ponen a ello, ella gestionando citas y cobrando y él dando consejos.

Una serie genial (nota: 10), brillante, con mucho ritmo, divertidísima, hilarante, y no exenta de inteligencia (de la emocional y en general) y poliédrica hondura en los muy serios temas que aborda, y no solo los sexuales. Y educativa (obviamente). Creo que se debería prescribir en los consultorios médicos, sin receta, para gente de 16 años en adelante, 14 años si me apuráis, que hoy día la chavalería sabe latín sobre estos temas, aunque no siempre aprendido adecuadamente, más bien ladinamente. A través de las aventuras, casi que desventuras, sexuales y emocionales de los adolescentes protagonistas (y también de los inexpertos adultos, por mucha más veteranía que se les presuponga), mostradas sin tapujos, desprejuiciadamente, vamos aprendiendo todos, con el lubricante de la risa, un buen montón de cosas, especialmente sobre nosotros mismos, que si nos conocemos, nos amaremos, y por ende, a los demás... círculo virtuoso que se retroalimenta, y que implica mutua sinceridad y comprensión.

Si la primera temporada es fresca y chispeante, sobre las turbulencias sexuales de los desorientados adolescentes, más o menos primerizos, con sus obsesiones, miedos y dudas, que jamás se pierden por mucho que crezcamos y maduremos, la segunda se vuelve además, y sin perder las señas de la anterior, más madura, ganando en hondura emocional. Cosa rara que una segunda temporada no solo no pierda algo respecto a la primera, una vez perdida la sorpresa inicial, sino que como en las buenas relaciones amorosas, y los buenos vinos, se ganan otros matices; como los que rebosan las peculiares personalidades de todos los personajes, y no solo de los más principales, llenos de complejidad y tremendamente humanos, tanto que se hacen todos entrañables. Además rezuma la imperiosa necesidad de educar desacomplejada y positivamente a los jóvenes en las cuestiones sexuales y aledañas, sin miedo por parte de padres y autoridades educativas. ¡Imprescindible!

Bueno, pues ahí os dejo unas educativas citas de sabiduría ajena, y antes una divertida canción (unos versos de ella), para que se corran de gusto nuestras entendederas:

 - "Yo quiero ser muy promiscuo, cual mis hermanos mayores,
tocar nalgas, tocar pechos, con todas las precauciones.
Yo quiero ser muy promiscuo, como todos mis amigos,
ya que de un tiempo a esta parte, no duermo si no me fustigo.

Ahora que dice la tele que la juventud actual,
está pasando una etapa de desenfreno sexual,
y que ni el SIDA ni el Papa han conseguido evitar
que tiernos mozos y mozas se den al goce de amar.

Y por eso yo te digo que quiero ser muy promiscuo,
y revolverme en el lodo del pecado original,
porque estoy un poco harto del pecadillo de Onán.

[...]".  (Ismael Serrano, canción "Yo quiero ser muy promiscuo", 1997).

 - "La base de la urbanidad, de la buena educación, es moral: no hagas a otro lo que no quieras que te hagan a ti".  (Amando de Miguel).

 - "Educar a un niño no es hacerle aprender algo que no sabía, sino hacer de él alguien que no existía".  (John Ruskin).

 - "Los hijos son educados como si debiesen ser hijos toda la vida, sin que se piense en absoluto que se convertirán en padres".  (August Strindberg).

Besos y abrazos,

Don.
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viernes, 8 de mayo de 2020

Animoso matutino de estudiosos sirocos

¡Buenos días!

Con ánimo vengo, como cada mañana que me dejo caer por estos fabulosos matutinos, a desparramar mis ventoleras más o menos estudiadas, dando vuelo a mi imaginación, allá por donde ella quiera planear. La primavera se nos presenta hoy calurosa por los madriles, con los 28ºC de máxima prevista, con suave brisa y sol cada vez más enmarañado de nubes.

Hoy no vengo a glosar una película, ni nada parecido, sino a relacionaros todas las del "Studio Ghibli", ordenadas según mis particulares preferencias con su respectiva nota calificativa (sobre 10), y en caso de empate en esto dejándome llevar por mi pálpito, tal y como prometí hace unos días que haría al terminar de verlas todas.

Studio Ghibli se fundó en 1985 y sus dos principales integrantes son los insignes maestros Hayao Miyazaki e Isao Takahata, además de directores de la mayoría de las de su catálogo, 22 hasta la fecha, si consideramos su obra fundacional, "Nausicaä del Valle del Viento", que aunque de un año anterior (1984), marcó las señas estilístico-argumentales del resto de su catálogo fílmico, y además la mayoría de sus creadores pasó a formar parte del recién fundado Studio. Aunque los dos fundadores me encandilan con sus obras, y algunos otros más también, mi corazoncito cinéfilo está un poco más con Takahata, pues sus maneras sintonizan mejor con mis gustos.

Así que, ahí están sus 22 anime, todos más o menos recomendables según mi parecer, incluso algunos imprescindibles, aunque otros no me gustaran tanto, y que se encuentran disponibles en Netflix, donde he estado viendo últimamente los que tenía pendientes de ver:

AÑO
PELÍCULA
DIRECTOR
NOTA
2013
Isao Takahata
10
1988
Isao Takahata
10
2010
Hiromasa Yonebayashi
10
2001
Hayao Miyazaki
9
1984
Hayao Miyazaki
9
2014
Hiromasa Yonebayashi
9
2008
Hayao Miyazaki
9
1995
Yoshifumi Kondô
9
1986
Hayao Miyazaki
9
1991
Isao Takahata
8
2004
Hayao Miyazaki
8
2013
Hayao Miyazaki
8
1999
Isao Takahata
7
1992
Hayao Miyazaki
7
1997
Hayao Miyazaki
7
1988
Hayao Miyazaki
7
1989
Hayao Miyazaki
7
1993
Tomomi Mochizuki
6
2011
Goro Miyazaki
6
1994
Isao Takahata
5
2006
Goro Miyazaki
5
2002
Hiroyuki Morita
4

Pinchando sobre el título de cada película podréis leer lo que escribí sobre ella en su momento. Y hoy, antes de terminar, también os animo, no ya a que estudiéis las citas que enseguida os pongo, sino a leerlas y aprender de ellas:

 - "Todo lo que aprendas, procura aprenderlo con la máxima profundidad posible. Los estudios superficiales producen con harta frecuencia hombres mediocres y presuntuosos".  (Silvio Pellico).

 - "Amargas son las raíces del estudio, pero los frutos son dulces".  (Catón).

 - "Siroco, ni mucho ni poco".  (Refrán).

 - "La sapiencia solamente es perjudicial cuando está mezclada con el orgullo. Si está unida a la humildad predispone el ánimo a amar mucho más profundamente al género humano".  (Silvio Pellico).

Besos y abrazos,

Don.
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