sábado, 30 de abril de 2016

El matutino de mentirijillas que me mató de risa

¡Buenos días!

Anoche iba a entrar en este matutino, y me lo encontré muerto, partido de la risa, diciendo que vaya horas para escribirlo, y yo, tonto de mí, me lo creí y lo dejé reposar, hasta que ya de buena mañana me lo encontré vivito y coleando, algo magullado tras los trompicones que se dio en la oscuridad de mi cráneo. Por lo demás, hoy nos ha salido un precioso y soleadísimo día de primavera, con 16ºC de máxima prevista, con viento refrescante, que invita a pasearlo y disfrutarlo tal cual.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "La noche que mi madre mató a mi padre", de Inés París, y con Belén Rueda, Eduard Fernández, Diego Peretti, María Pujalte, Fele Martínez, y Patricia Montero. De esta directora y guionista había visto su anterior largo, "Miguel y William" (2007), pero no sus dos primeros, estos codirigidos con Daniela Féjerman.

Un matrimonio, ella actriz en horas bajas y él escritor de novelas policiacas y guionista de cine, tras haber enviado a sus hijos de excursión a la montaña, invitan a cenar en su casa a la ex de él, directora de cine, y a un famoso actor argentino (Diego Peretti) al que pretenden convencer para que participe en su próxima película. En plena cena aparecen de improviso por allí el ex de la anfitriona junto con una joven amiguita, alterándoles todo el cotarro. Poco a poco irán todos perdiendo los papeles, si no lo habían hecho ya desde el principio.

Una estupenda película (nota: 8) que os recomiendo, con la que pasé un rato divertidísimo a base de buenas carcajadas. Hacía bastantes meses que no reía tanto con una película. Estupendos los actores, y su vis cómica. Comedia negra de enredo que no desfallece, alocada, como sus personajes, que no son todo lo que aparentan, con sus celos, amorosos y profesionales, y conflictos no resueltos, soterrados tras las buenas maneras, pero que asoman cual zombi en cuanto la cosa se disparata. Con maneras de relato de misterio de Agatha Christie, con varios personajes "encerrados" en una casa, y con un muerto que hay que colocar a alguien... o todo lo contrario, tiene metalenguaje sobre cine dentro del cine, sobre la difusa frontera entre realidad y ficción, y verdades y mentiras de este grupo de faranduleros.

Ahora, ahí os dejo, todavía coleando y sin rigor mortis, unas citas de sabiduría ajena, otra vez totalmente refraneras:

 - "Abril sonriente, de frío mata a la gente".  (Refrán).

 - "No es nada, que matan a mi marido".  (Refrán).

 - "Más mató la cena, que sanó Avicena".  (Refrán).

Besos y abrazos,

Don.
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viernes, 29 de abril de 2016

Chapuzón matutino sin salpicón

¡Buenos días!

No están los días todavía para darse un baño al aire libre, salvo quizá para algún recio nórdico. Tampoco hoy está el sol para deslumbrarnos, oculto tras una gruesa capa de grises nubes. Eso sí, la primavera está exultante, como siempre, provocadora, arrebatadora, bullendo de vida sin contenerse lo más mínimo, invitándonos a que nos sumerjamos en ella, chapoteando previamente o no, a gusto del bañista. Máxima prevista para hoy en los madriles de 17ºC, amagando débiles lloviznas desde la espesa cobertura nubosa.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Cegados por el sol" ("A bigger splash"), de Luca Guadagnino, y con Tilda Swinton, Matthias Schoenaerts, Ralph Fiennes, y Dakota Johnson. De este director italiano, tan sólo había visto uno de sus anteriores films, "Melissa P." (2005).

Una rutilante estrella de rock, debido a una inoportuna afonía, lleva unas semanas retirada del mundo del espectáculo, y recuperándose tranquilamente de la operación de sus cuerdas vocales junto a su más joven novio en una pequeña isla italiana del Mediterráneo. Por allí aparecen, de improviso y para disgusto del novio, su antiguo productor musical, y también exnovio, con su hija veinteañera, que revolucionan la serena quietud del entorno. Las tensiones latentes de la expareja amagan con bullir, así como también la tensión sexual cruzada empieza a hacer borbotones y salpicar por doquier.

No me gustó (nota: 4) este remake de un antiguo film francés que no vi, "La piscina" ("La piscine", 1969) de Jacques Deray. Drama pleno de sensualidad, sexualidad, sexo, ardoroso deseo, quizá amor, donde el inquietante peligro de un pasado amor no olvidado que regresa puede hacer estallar todo a su alrededor, pringándoles como consecuencia. No es el sol el que les ciega, sino sus autodestructivas pasiones por algo que ya no puede ser, al que no pueden acceder.

Ahora algo de sabiduría ajena, que quizá nos abra los ojos, no precisamente cuando nos tiremos a la piscina del amor desbocado, que eso no hay razón que lo evite:

 - "Afición ciega razón".  (Refrán).

 - "El amor y el odio no son ciegos, sino que están cegados por el fuego que llevan dentro".  (Friedrich Nietzsche).

Besos y abrazos,

Don.
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jueves, 28 de abril de 2016

Matutino en el que me meto, me prometo y comprometo

¡Buenos días!

En estos días de dulce primavera, hoy con nubes y probables lluvias y algo de imperial sol naciente por entre los resquicios o grandes claros nubosos, es fácil vivir romances, tanto en estos matutinos como allende, en la realidad. Ya saben lo comprometido que estoy con ellos, que mis promesas no son vanas, o directamente nada prometo, simplemente sigo mi natural curso, dejando que todo suceda tal cual debe ser.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Romance en Tokio" (Tokio fiancée"), de Stefan Liberski, y con Pauline Etienne (una monada) y Taichi Inoue. Es el tercer largo de este director belga, y primero suyo que veo, que está basado en una novela de Amélie Nothomb, "Ni d'Ève ni d'Adam", de tintes autobiográficos.

Amélie es una soñadora y algo ingenua chica de 20 años que acaba de llegar a vivir a Tokio. De padres belgas, nació en Japón y a los cinco años volvió a la tierra natal de sus padres. Siempre quiso ser japonesa, vivir allí y ser escritora, así que ahora trata de cumplir sus sueños e ilusiones. Se anuncia como profesora particular de francés, y al poco un tímido joven japonés se presenta ante ella para que le dé clases. Será su primer y único alumno. Poco a poco irán intimando y se enamorarán, mientras ella va descubriendo, con cierta perplejidad, la peculiar cultura japonesa, muy diferente a los ojos europeos, cuando no chocante. Su integración será dificultosa, pero su arrollador entusiasmo le facilitará la tarea.

Una muy buena película (nota: 7), agradable de ver, bonita, con encanto, esta peculiar comedia romántica, agridulce, naif al principio, con cierta sorna. Se nos muestra la algo extravagante, a nuestra mirada europea, cultura japonesa, en algunas de sus facetas. Cómicos malentendidos puntean la trama, mientras nuestra pizpireta protagonista en su poco convencional inmersión cultural se debate entre algunas dudas existenciales, y tiene delirantes ensoñaciones sobre su situación y expectativas allí. Me pareció ver reminiscencias a medio camino entre dos estupendos films: de "Amelie" ("Le fabuleux destin d'Amélie Poulain", 2001) de Jean Pierre Jeunet, y no sólo por el nombre de la protagonista y su álter ego creador, sino por algo del modo de ser de sus protagonistas; y de "Lost in translation" (2003) de Sofía Coppola, por esa sensación de desorientación (en oriente) vital y cultural de los expatriados, sean voluntarios, como en este caso, o forzosos.

Y para acabar con este matutino por hoy (no romperé con él para siempre, que seguro mañana nos reconciliamos), unas citas de sabiduría ajena, con las que ya sabéis siempre estoy comprometido, hoy otra vez muy refranera:

 - "Novio. No vio, que si viera, no quisiera".  (Refrán).

 - "Ve en lo que te metes, si algo prometes".  (Refrán).

 - "Hasta meter, prometer; y una vez metido, nada de lo prometido".  (Refrán).

Besos y abrazos,

Don.
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miércoles, 27 de abril de 2016

Pueril bestialidad matutina

¡Buenos días!

En estos matutinos no ha lugar para la brutalidad, si acaso para el inocente candor que nos pueda quedar de nuestra infancia, y desde luego para aprender a cada momento, lo que seguro nos ayudará a tomar las mejores decisiones. Por lo demás, la primavera sigue de dulce, madurando poco a poco hasta dar sus más deliciosos frutos, del modo en que sólo ella sabe hacerlo. De nuevo 20ºC de máxima prevista para hoy por los madriles, pero con cada vez más nubes, no sé si nubarrones que dejen algunas lluvias esta misma tarde o mañana. La voluble primavera y sus naturales vaivenes, que ella es así, tan inconstante como un mozalbete.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo una de animación japonesa. Se trató de "El niño y la bestia" ("Bakemono no ko"), de Mamoru Hosoda. Es el primer largo que veo de este director.

Un niño que acaba de perder a su madre porque murió en un accidente, se niega a que lo adopten unos familiares y huye, tratando de encontrar a su padre, que unos pocos años antes se divorció de su madre. Vaga solitario por las calles de la ciudad durante algunos días, hasta que se topa con una criatura sobrenatural, una bestia antropomórfica a la que sigue hasta su mundo paralelo, en el que los humanos no son bien recibidos, y que terminará por ser su maestro y guía espiritual en las artes marciales. Pasará allí varios años, creciendo y madurando, pero un día, ya adolescente, decide regresar al mundo humano.

Una muy buena película en general (nota: 7), con sus más y sus menos, que no consiguió engancharme al principio, pero que poco a poco lo fue consiguiendo. Espléndida animación, sobre todo los fondos de las escenas, primorosos, pues el trazo de los personajes era más convencional y sencillo. Fábula sobre el aprendizaje y la infancia que se va quedando atrás, sobre como van creciendo los infantes, muchas veces influenciados por otros que no son sus padres y que les ayuda a ser mejores; sobre hacerse mayor y aprender a tomar decisiones, de autoconocimiento. También de que a veces el maestro aprende casi más del discípulo que a la inversa, y de esa bestia que todos llevamos dentro, y que hay que aprender a dominar. Bestia que vive en un mundo paralelo pero que a veces aflora en el nuestro.

Ahora algo de sabiduría ajena, que mostrándoosla aprendo tanto como vosotros:

 - "El burro no es tan bestia como piensa el que lo piensa".  (Refrán).

 - "Dos cosas me admiran: la inteligencia de las bestias y la bestialidad de los hombres".  (Flora Tristán / Tristán Bernard).

 - "No hay soledad más triste que la de un hombre sin amigos, sin los cuales el mundo es un desierto: quien sea incapaz de sentir amistad, tiene más de bestia que de hombre".  (Francis Bacon).

 - "El hombre llega novato a cada edad de la vida; cada edad tiene su aprendizaje".  (Chamfort).

 - "Excelente maestro es aquel que, enseñando poco, hace nacer en el alumno el gran deseo de aprender".  (Arturo Graf).

 - "Si quieres aprender, enseña".  (Cicerón).

Besos y abrazos,

Don.
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martes, 26 de abril de 2016

Matutina embestida con mucho trapío

¡Buenos días!

De bruces nos seguimos topando con la airosa primavera, pero no precisamente porque haga un aire desbocado en este soleadísimo día con 20ºC de máxima prevista por los madriles. Así que con generoso desinterés por parte de mis matutinos, me encamino hacia ellos para pasar otro ratito mañanero hasta que suenen los clarines que me indiquen que la realidad ha vuelto.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Toro", de Kike Maíllo, y con Mario Casas, Luis Tosar, y José Sacristán. Es el segundo largo de este director, de quien anteriormente vi su debut con "Eva" (2011).

Tres hermanos se dedican a la delincuencia trabajando para un capo mafioso de la Costa del Sol. El pequeño, Toro, decide abandonar esa vida, y a su paternalista mentor, el capo, a quien le comunica que lo hará tras el golpe de esa noche, en el que fallece el hermano mayor y Toro acaba en la cárcel. Han pasado cinco años y a Toro le quedan dos meses para salir (está en régimen de semilibertad, trabajando fuera de día y teniendo que ir a dormir por las noches a prisión), y su otro hermano, con quien no se hablaba desde entonces, le viene a pedir ayuda, pues está en peligro de muerte, él y su hija, porque ha robado al capo. A regañadientes accede, por su sobrina, y ambos se verán obligados a reconciliarse si quieren salvar el pellejo.

Una película regularcilla en general (nota: 5), cuyas actuaciones y empaque técnico eran muy buenos, pero cuya historia no me gustó, ni tampoco como estaba contada, amén de algunos momentos fuera de tono. Historia de un tipo noble y violento, cual si fuera un toro, violencia que quiere dejar atrás pero el pasado le empuja de nuevo a la arena, en la que todo acaba en sangrienta venganza, bastante convencional, con mucha sensación de déjà vu, sobre todo al principio, luego ya ni me fijé, con aires nada airosos de cine negro y "espagueti-güestern", y bastantes ramalazos de acción, estos muy bien hechos. Salvo la breve introducción de lo ocurrido años atrás, en unos pocos minutos de aquella fatídica noche, todo se desarrolla en 24 horas.

Ahora, algo de sabiduría ajena, que tal vez nos ayude a reflexionar algo antes de acometer nada:

 - "Hay que pensar como hombre de acción y actuar como hombre pensador".  (Henri Bergson).

 - "El hombre valeroso que lucha como un bravo obtiene siempre, aunque sólo sea de tarde en tarde, algún pequeño triunfo, y ya es bastante para alentarle a proseguir".  (Thomas Carlyle).

 - "Tan gloriosa es una bella retirada como una gallarda acometida".  (Baltasar Gracián).

 - "Quien por sí noble se hace, de sí mismo es abuelo y padre".  (Refrán).

 - "Toros y fiestas, malo para las bestias".  (Refrán).

Besos y abrazos,

Don.
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lunes, 25 de abril de 2016

Fogoso matutino hasta en los confines del mundo

¡Buenos días!

Agitados por la ardorosa primavera, estos matutinos se nos van a veces más allá de cualquier frontera imaginada, viviendo su propia vida, alejándose de todo conflicto para, a la vuelta de su ser, más serenos, tratar de congeniar de nuevo con todos, y consigo mismos. La primavera, de dulce, ni helada ni ardiente, en su justa medida, con máxima prevista para hoy por los madriles de unos soleados 18ºC.

Este fin de semana estuve en el teatro viendo una obra que desde ya mismo os recomiendo muy, pero muy encarecidamente que vayáis a ver. Se trató de "Tierra del fuego", escrita por Mario Diament, dirigida por Claudio Tolcachir, e interpretada por Alicia Borrachero, Tristán Ulloa, Abdelatif Hwidar, Juan Calot, Malena Gutiérrez, y Hamid Krim. Del director, argentino, también dramaturgo y actor, había visto anteriormente dos obras suyas, también portentosas: "Todos eran mis hijos" ("All my sons"), escrita por Arthur Miller, y dirigida por él; y "La omisión de la familia Coleman", escrita y dirigida por él. Si no lo era desde que le descubrí tras ver su sobresaliente "omisión", creo que ya soy irremediable fan de este creador argentino.

Una azafata israelí, víctima de un atentado en el que fue herida y en el que murió su mejor amiga, 22 años después de aquello toma la determinación de ir a la cárcel londinense donde se encuentra el hombre que quiso matarla, condenado a cadena perpetua, para hablar con él y tratar de entender las razones que le llevaron a ello.

Excepcional obra (nota: 10), de esas imprescindibles, por lo que cuenta, por cómo lo cuenta, por sus actuaciones, por el montaje, la coreografía de eventos, repartidos en el espacio y el tiempo, y perfectamente engarzados, solapados en un mismo plano, eso sí, poliédrico. De esas que dan mucho que reflexionar sobre nosotros. Intensa y removedora de emociones y conciencias.

Basada en un hecho real, nos habla de profundo dolor, de esperanzas, de querer saber, de tratar de entender y no ocultar la cabeza en un agujero, enfrentándose con coraje a pesar de las dificultades, de hablar para tratar de disminuir en algo las diferencias que nos separan, de traspasar fronteras para borrarlas, de indulgencia pero no de autoindulgencia. Por el final, me recordó en algo a una magistral película, "Incendies" (2010) de Denis Villeneuve, basada en otra obra teatral, y que también tiene mucho que ver con el conflicto palestino-israelí.

Ahora algo de sabiduría ajena, que seguro lleva a traspasar fronteras a nuestras entendederas, haciéndolas capaces de ir más allá de sus confines:

 - "El teatro no puede desaparecer porque es el único arte donde la humanidad se enfrenta a sí misma".  (Arthur Miller).

- "El amor y el odio no son ciegos, sino que están cegados por el fuego que llevan dentro". (Friedrich Nietzsche).

 - "«Puedo perdonar, pero no olvidar», es sólo otra forma de decir «no puedo perdonar»".  (Henry Ward Beecher).

 - "Para qué sirve el arrepentimiento, si eso no borra nada de lo que ha pasado. El arrepentimiento mejor es, sencillamente, cambiar".  (José Saramago).

Besos y abrazos,

Don.
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domingo, 24 de abril de 2016

Espinosa inexistencia matutina

¡Buenos días!

Materialmente hablando, que desde luego estos matutinos son, y viven al menos entre los chispazos, tanto de nuestras físicas neuronas como de los virtualmente informáticos. Y aunque eventualmente puedan pinchar a alguien, no hay más que seguir el consejo de la única cita de sabiduría ajena que hoy hay. Real día de primavera, que nos hace ser y vivir felices y contentos, sin atisbo de dolor, gracias al vivificante sol y diáfana luminosidad que nos alegra el ánimo, haciendo que todo, nuestro presente y recuerdos, los veamos tamizados por un filtro de color de rosa. Máxima prevista para hoy de unos paradisíacos 18ºC.

Este fin de semana estuve en el teatro viendo "Espinete no existe", escrita y dirigida por Eduardo Aldán, y con él mismo, donde casi todo él se lo guisa y él se lo come.

Esta chisposa obra, una "nostalgicomedia", tal y como la define su creador, que ha estado los últimos 10 años en un pequeño teatro de la Gran Vía madrileña, ahora está de tournée por esos mundos provincianos. Nos retrotrae a la infancia de cuarentones, cincuentones (como yo mismo) y sesentones, mirándola no sólo a través del rosado prisma del presunto feliz candor de entonces, cuando niños, sino también con otra perspectiva, reveladora de tragicómicas incongruencias, de entonces y de siempre, sacándole punta, con sacapuntas de uno, dos, o los agujeros que sean, y pinchando con ella sin herir ni zaherir, salvo quizá a algún "muy digno" ofendido... al que le recomendaría, repito, la cita de sabiduría ajena del final de este matutino.

Una buena obra (nota: 6) este monólogo, o casi, que para no gastar tanta saliva aparece en escena de cuando en cuando el presunto regidor para liberarle de tanta verborrea, a medio camino entre la risa y la nostálgica emoción, y con la que reí algunas veces. Collage de varios monólogos del autor, engarzados con mejor o peor fortuna, según los casos (la gran mayoría de las apariciones del regidor me sobraron). Y bueno, ya sabéis, Espinete no existe, son los padres, esos que nos lo dan todo y también, de vez en cuando, los que nos quitan algo, berrinche incluido.

Y bueno, colorín colorado, termino hoy con sólo una cita de sabiduría ajena, que creo que compendia bastante de lo visto ayer por la tarde:

 - "Las verdades, como las rosas, tienen espinas; recíbelas por la parte de la flor y no te pincharás".  (Salvador Jacinto Polo de Medina).

Besos y abrazos,

Don.
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jueves, 21 de abril de 2016

El matutino de la selva

¡Buenos días!

Nada selvático se me antojan estos matutinos, pues ni acechantes peligros ni espesas dificultades hay por aquí, que todo es claro y diáfano. Tampoco impera la ley de la jungla, donde el más grande se come al chico, que se trata de llevarse lo mejor que se puede, que es mucho. De hecho, gracias a mis benefactoras hadas y ninfas, que me acogen sin pedir nada a cambio y casi me amamantan cual si fuera un Rómulo o un Remo, puedo remar armoniosamente por doquier. Bueno, dejo de divagar, que hoy parece que no lloverá tanto como ayer, que tras un jarreo lluvioso que me pilló de sopetón tras el cine, casi llego haciendo surf a mi casa. Eso sí, con tanta lluvia a lo mejor el paisaje se nos vuelve exuberantemente selvático.

Pues eso, que ayer por la tarde estuve en el cine viendo "El libro de la selva" ("The jungle book"), de Jon Favreau, y con Neel Sethi y las voces de un montón de conocidos actores hollywoodienses, que es un film de animación digital con un único actor de carne y hueso: el niño que hace de Mowgli. De este director, también actor y guionista, había visto tres de sus anteriores films como director, "Iron man" (2008), "Iron man 2" (2010), y "#Chef" (2014).

Nueva adaptación, también de la Disney, de los famosos relatos de Rudyard Kipling, recopilación de cuentos y leyendas de animales de la selva india que, a modo de las fábulas de Esopo, Samaniego o Lafontaine, plantean lecciones morales. La historia, imagino que la sabéis, un bebé queda abandonado en la selva cuando sus padres son atacados por un tigre. El muchacho es acogido por una manada de lobos y criado como tal, pero acosado por el tigre que desea comérselo, deja a los lobos y emprende aventuras en solitario con la compañía de una pantera y un oso que le tutelan, cruzándose con otros animales, como elefantes, una boa constrictor o un orangután y su alocada manada de simios.

No me gustó en general esta película (nota: 4), y no sé muy bien el porqué fui a verla, que no suelo ver remakes, pero fui. Apabullante calidad de las imágenes y la técnica de animación por ordenador, rayanas en la misma realidad, que más vivas que virtuales parecen. Los animales, casi reales, salvo porque hablan, los paisajes, espectaculares e hiperreales, tanto como los fantasiosos de "Avatar" (2009) de James Cameron. Pero el cómo estaba contada la historia, me disgustó y decepcionó, a pesar de que contenía en esencia, ya casi sin buen aroma, las líneas fundamentales de los relatos de Kipling. Tiene algún buen momento, pocos, pero el tono general me pareció bastante infumable. A destacar, por lo negativo, dos escenas: la del orangután Rey Louie, todo un remedo del cine catastrofista de monstruos tipo King-Kong; y la final con la lucha a muerte entre Mowgli y el tigre Shere Khan, cual si fuera una de tétricos superhéroes y malos malísimos antagónicos. En definitiva, grandilocuente y excesiva, chirriante para mis entendederas, nada que ver con el ingenuo encanto del clásico Disney de dibujos animados de 1967, cuya maravillosa banda sonora también quedó casi arrasada por la riada de vana espectacularidad y acción ramplona.

Ahora algo de sabiduría ajena, que seguro nos sirve de guía para la exploración de esa intrincada selva que es la vida:

 - "Cuando un hombre mata a un tigre, lo llaman deporte; cuando el tigre mata al hombre, lo llaman ferocidad".  (George Bernard Shaw).

 - "La unión en el rebaño obliga al león a acostarse con hambre".  (Proverbio africano).

 - "Seis honrados servidores
me enseñaron cuanto sé;
sus nombres son cómo, cuándo,
dónde, qué, quién y por qué".  (Rudyard Kipling)

Besos y abrazos,

Don.
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martes, 19 de abril de 2016

Matutino nada pordiosero y algo errático

¡Buenos días!

Estos matutinos, con los que divago cada mañana, que son de todas y ninguna parte, que algo se han movido por el mundo, mucho desde el punto de vista conceptual, sobre todo viendo films, y que nada piden, mucho menos por Dios, se han vuelto a instalar un día más, con toda su impedimenta, por entre mis alocadas entendederas. Hoy sí que está gris, y llueve algo, y lloverá bastante más a lo largo de toda la jornada, y días siguientes, con los normales vaivenes de esta primavera veleidosa, como siempre es.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "The lady in the van", de Nicholas Hytner, y con Maggie Smith y Alex Jennings. Es el primer largo que veo de este director, que está basado en una obra teatral inspirada en el caso real que vivió su autor, Alan Bennett, guionista de la película. La pieza teatral estuvo hace varios años en los escenarios londinenses, dirigida por el propio realizador del film y con la misma actriz principal.

A principios de los 70 un dramaturgo se muda a vivir a un barrio londinense, de moda entre los intelectuales del momento. En su calle, unos números más arriba, hay aparcada una destartalada y cochambrosa furgoneta en la que vive una anciana y extravagante vagabunda. Poco después, tras un incidente, le sugiere, o se lo sugiere ella, no está nada claro, pero qué más da, que la aparque para mayor seguridad dentro de su jardín "temporalmente", por unos meses. Allí estuvo 15 años hasta que murió. Entretanto, mantuvieron una muy peculiar relación.

Una buena película (nota: 6), de mirada excéntrica, como la de sus dos personajes principales, con su particular sorna, muy inglesa, con el punto de vista algo esquizoide y dubitativo del dramaturgo, anfitrión medio obligado de su enajenada okupa, pues su yo real y su yo creador discuten y se critican las decisiones del otro, tanto sobre su propia vida como sobre la anciana, y sobre la creación artística y sus licencias que la elevan algo de la llana realidad en la que se basa. Convivencia con muchos inconvenientes, y difícil de soportar para él, pero que su atónita y remolona fascinación por ella la hacían más llevadera.

Bueno, dejo de divagar, y en mi deambular de pura vagancia sólo pude encontrar una cita de sabiduría ajena, así que ahí os la dejo, no como limosna, sino por pura necesidad, la mía, de saber de todo un poco, aunque sea un poco:

 - "La filosofía del vagabundo se apoya en la no necesidad de nada y el buen talante de aceptarla sin queja alguna".  (Camilo José Cela).

Besos y abrazos,

Don.
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lunes, 18 de abril de 2016

Mis realmente amorosos matutinos

¡Buenos días!

En esta mañana de revuelta primavera, gris, que amaga lluvia, y que según las previsiones es posible que caiga esta tarde, sin tormentas, los arrebatos pasionales propios de la estación no se nos van a empapar por mucha agua que pueda caer, que estos para mí soberanos matutinos, y toda su corte de hadas y ninfas, son lo más de lo más el ratito que paso con ellos cada mañana.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Mi amor" ("Mon roi"), de Maïwenn Le Besco, y con Emmanuelle Bercot y Vincent Cassel. Es el cuarto largo de esta directora francesa, y segundo suyo que veo tras su anterior, "Polisse" (2011).

Una mujer sufre un grave accidente de esquí, y ya en el centro de rehabilitación traumatológica donde pasará varias semanas, desesperada y postrada por sus dolores e inmovilidad, rememora su tumultuosa historia de amor cuando diez años atrás conoció al hombre de su vida. Se plantea el por qué le ama e idolatra, el por qué estuvo tan entregada a una pasión tan destructiva para ella. Mientras se va recuperando físicamente, tal vez lo pueda hacer también anímicamente.

Una película que no me gustó (nota: 3) ni me dijo apenas nada y me chirrió las más de las veces, básicamente por su sobredosis de afectación. Historia de una pasión tortuosa, enfermiza, casi morbosa, de esas del tipo ni contigo ni sin ti, como en el título de esa espléndida canción de U2, "With or without you". Marcados altibajos emocionales los de esta pareja casi disfuncional. Drama romántico excesivo, desquiciado, todo un sinsentido para mí debido al inexplicable y patológico comportamiento de ese seductor y carismático hombre que pocas cosas tiene claras, y de esa mujer enganchada obsesivamente por él, por encima de toda razón (la suya y la de los demás), lo que les lleva a cíclicos conflictos, demasiado frecuentes e intensos como para que su unión perdure.

Ahora algo de sabiduría ajena, por la que ya sabéis bebo los vientos, hoy totalmente refranera, y que tal vez ayude a quitarnos de ciertos pesares anímicos:

 - "Mal vecino es el amor, y do no lo hay es peor".  (Refrán).

 - "Amor loco, yo por vos y vos por otro".  (Refrán).

 - "Amor trompero, cuantas veo, tantas quiero".  (Refrán).

 - "Quien casa por amores, malos días ha y buenas noches".  (Refrán).

 - "Rey es el amor, y el dinero, emperador".  (Refrán).

 - "Ruego de rey, mandato es".  (Refrán).

Besos y abrazos,

Don.
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viernes, 15 de abril de 2016

Matutino nada aborregado

¡Buenos días!

Por supuesto, que siempre me reclaman su original individualidad, que les deje volar a su aire, según su natural sentir, tal y como hacen las aborregadas nubes que, debido al cada vez mayor viento, más se agrupan en el soleado cielo, tanto que terminarán por ensombrecernos y tal vez dejen caer algunas gotas de agua esta tarde, y seguro mañana, cuando bien prietas y cual ovejas negras, nos empapen sin nuestro consentimiento. La máxima prevista para hoy en los madriles será de 18ºC.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Efraín" ("Lamb"), de Yared Zeleke, y con Rediat Amare. Es el debut en el largo de este director de origen etíope.

Efraín es un chaval de 10 años que vive con su padre, un humilde granjero, en una remota aldea montañosa de Etiopía, y cuya madre ha muerto recientemente debido a la hambruna provocada por la larga e inesperada sequía. Habiéndolo perdido casi todo, salvo un cordero, el padre decide ir a la capital para encontrar trabajo, así que deja a su hijo junto a unos parientes en otra aldea. El muchacho se lleva consigo al borrego, al que crió desde que nació y que es su único e inseparable amigo. Tiene grandes dificultades para integrarse allí, mucho más cuando su tío le dice que sacrificarán a su mascota para celebrar la próxima fiesta del lugar, así que lo esconde, dice que se lo robaron, y trata de conseguir dinero a escondidas para volver a su aldea junto a su borrego, cocinando y vendiendo riquísimos alimentos, dado su gran talento culinario.

No me dijo gran cosa (nota: 4) esta historia bastante naif, cual cuento infantil, sobre las curiosas peripecias de este muchachete, que acaba por perder su inocencia (y su cordero) a golpe de realidad. Buen empaque formal y bonita fotografía. También cierto interés etnográfico sobre las tradicionales costumbres de esas sociedades, en contraste con la incipiente modernidad que por allí asoma, lo que hace que alguna juventud se vuelva contestataria sobre algunas rancias costumbres y reivindique otros roles sexuales distintos de los tradicionales.

Ahora, en la sección de sabiduría ajena, tiro del ancestral refranero sobre ovinos para tratar de no aborregarnos:

 - "Tan presto se va el cordero como el carnero".  (Refrán).

 - "Ovejas bobas, por do va una, van todas".  (Refrán).

Besos y abrazos,

Don.
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jueves, 14 de abril de 2016

Creo que estos matutinos me invitan

¡Buenos días!

Pues sí, cada mañana me abren sus puertas de par en par, y con dulce amabilidad me permiten entrar en su mudo, con sus hadas y ninfas haciendo de perfectas anfitrionas. Y yo me dejo regalar, y salgo de aquí, tras los besos y abrazos, la mar de reconfortado. Y la primavera, en este agradabilísimamente soleado día con máxima prevista de 19ºC, nos sigue invitando a disfutar plenamente de la vida, a pesar de sus eventuales pesares, que gracias a ella se sobrellevan con mayor entereza y fuerza de ánimo.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "La invitación" ("The invitation"), de Karyn Kusama, y con Logan Marshall-Green, Tammy Blanchard, Michiel Huisman, y Emayatzy Corinealdi. Es el primer largo que veo de esta directora, con el que ganó el premio de mejor película en el pasado festival de cine fantástico de Sitges.

Una pareja se encamina a la que fue la casa de él, invitado por otra pareja, en la que ella es la ex de él. Además, allí se reúnen con otros amigos más, que lo son desde la universidad, también junto a sus parejas, para celebrar la vuelta de ella, cenando y departiendo amigablemente. La anfitriona desapareció tras una mortal tragedia vivida junto a su anterior marido, y junto a su nuevo esposo se muestra ahora inquietantemente amable y feliz, como si nada. Él, que no ha superado ni olvidado el dolor empieza a tener sospechas de que algo siniestro ocurre tras tanto buen rollo, pero tal vez sean imaginaciones suyas.

Una muy buena película (nota: 7) este thriller psicológico sobre una reunión de amigos que deviene en pesadilla, pero esto muy al final, en el último cuarto de hora, cuando de repente todo explota. Al principio todo fluye con serena naturalidad, pero las inquietudes del protagonista (no sabemos si porque distorsiona la realidad a causa de sus aflicciones o están realmente fundadas) van haciendo que germine en los espectadores la sombra de la duda, que va y viene, que nos lleva y vuelve a traer al principio, en una paulatina escalada de tensión y suspense, con extrañas situaciones que surgen a cuentagotas, con el miedo al ralentí del punto muerto, hasta el estallido final de violencia irracional y su engañosa calma de después, con un final abierto y desolador que genera de nuevo mucha mayor inquietud.

Radiografía de esta nuestra sociedad occidental, tan miedosa a padecer física y emocionalmente, incapaz de asimilar lo que naturalmente tenga que ocurrir, por el transcurso normal del tiempo o por impredecible accidente, la vida es así y nada podemos hacer para evitarlo, y enganchada a mitigar los dolores de cuerpo y alma a base del abuso de drogas (recetadas o ilegales).

Y también nos habla de otras cuestiones, perfectamente resumidas en la primera cita de la sección de sabiduría ajena, de la propia directora del film:

 - "Los seres humanos pueden ser inducidos a realizar cosas inhumanas en nombre de la fe [...] Para mí, el mayor horror de este mundo es que seguimos tomando decisiones sobre el destino de terceras personas en nombre de nuestras creencias".  (Karyn Kusama).

Bueno, ahora os invito a seguir leyendo un par más, con la esperanza de que nos ayuden a sobrellevar lo que esté por venir:

 - "Bienaventurado el que sabe que compartir un dolor es dividirlo y compartir una alegría es multiplicarla".  (Facundo Cabral).

 - "Libérate de la ansiedad, piensa que lo que debe ser será, y sucederá naturalmente".  (Facundo Cabral).

Besos y abrazos,

Don.
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miércoles, 13 de abril de 2016

Matutino recién llegado

¡Buenos días!

Ya está aquí el más reciente de los matutinos, y de inmediato es cariñosamente acogido por el resto, da igual las particulares peculiaridades con que nos venga, que cada cual tiene las suyas, precisamente lo que nos hace únicos y singulares con respecto a los demás. El que sí parece un recién llegado es este solecito, que tímidamente se nos quiere enseñar por entre las cada vez más escasas nubes que todavía amagan con dejarnos caer alguna que otra gotita de agua. Las temperaturas con tendencia a subir, con máxima prevista para hoy en los madriles de 15ºC.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "El novato" ("Le nouveau"), de Rudi Rosenberg, y con un montón de chavales recién adolescentes. Es el debut en el largo de este también guionista y actor francés.

Un chico de 13 años acaba de mudarse con sus padres y tío a París desde una ciudad de provincias. Ya desde su primer día de colegio, debido a su timidez, tiene muchas dificultades para integrarse, a pesar de sus torpes y no demasiado entusiastas esfuerzos por tratar de congeniar con el resto. Se fija en una monísima chica sueca que habla poco francés, también recién llegada y marginada del resto por ello. Simpatizan, pero al poco ella es acogida por la pandilla más popular, con lo que vuelve a quedarse aislado y sólo se le arriman los más inadaptados de clase. Siguiendo los consejos de su inmaduro tío para tratar de conquistar a la chica, organiza una fiesta en su casa... a la que únicamente acuden los tres raritos de clase.

Una película agradable (nota: 5), que se deja ver, pero con la que no empaticé gran cosa, y eso que soy, y fui, de los raritos. Retrato de la cotidianidad de la difícil integración de un recién adolescente en un nuevo colegio y de su tambaleante adaptación hasta encontrar su lugar, plena de torpezas, pero así se aprende de la mejor manera posible, mediante ensayo y error. Situaciones desconcertantes, incómodas, en su intento de pertenecer a algún grupo, que al estar solo se convierte en el foco de la crueldad de los otros. Historia sobre elecciones, sobre ser molón (impostadamente) o uno mismo (naturalmente), de chicos diferentes, como todos, más o menos, y de aceptar las diferencias.

Ahora algo de sabiduría ajena, que seguro nos ayuda a manejarnos en las nuevas situaciones:

 - "El hombre llega novato a cada edad de la vida; cada edad tiene su aprendizaje".  (Chamfort).

 - "No hay placer comparable al de encontrar un viejo amigo excepto el de lograr uno nuevo".  (Rudyard Kipling).

 - "El amor es como la salsa mayonesa: cuando se corta, hay que tirarlo y empezar otro nuevo".  (Enrique Jardiel Poncela).

Besos y abrazos,

Don.
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martes, 12 de abril de 2016

Prístino manto matutino

¡Buenos días!

Es de justicia reconocer que estos originales matutinos, por lo que a mí respecta, espero que también para los demás, me cubren y colman de bondades cada vez que me arropo con ellos, así que los luzco con soberano orgullo cada vez que puedo, y además trato de ser lo más ecuánime posible en los eventuales juicios que vierto por aquí. Por lo demás, la gris cobertura, como de muy sucio algodón, de este muy nuboso y lluvioso día de primavera, como enfurruñado, también nos protege a su manera de otras inclemencias. Máxima prevista para hoy de 13ºC.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo una película que desde ya os recomiendo encarecidamente que vayáis a ver. Se trató de "El juez" ("L'hermine"), de Christian Vincent, y con Fabrice Luchini y Sidse Babett Knudsen. Es el segundo largo que veo de este director francés, tras haber visto su anterior, "La cocinera del Presidente" ("Les saveurs du Palais", 2012). Hace algo más de un año estuve viendo otro film de título homónimo (en español): "El juez" ("The judge", 2014) de David Dobkin, una buena película, pero poco que ver con la hoy glosada.

En una provinciana ciudad al norte de París, un muy estricto juez preside un tribunal de lo penal. De recto proceder, es respetado, y temido en su entorno laboral debido a las severas penas que impone y a lo huraño de su carácter. Ahora le toca decidir en un caso de asesinato de un bebé por parte de su padre. Para su sorpresa, entre los miembros del jurado popular elegidos por azar para este juicio está una mujer de la que ha estado secretamente enamorado desde hace algunos años cuando tras un grave accidente, al despertarse de los anestésicos sopores tras la operación, fue a quien primero vio al abrir los ojos, flechazo instantáneo, una de las médicos que le atendió, con cariñosa amabilidad, y a quien no había vuelto a ver desde entonces, quizá el amor de su vida.

Excelente película (nota: 9) que me cautivó hondamente, no sólo por el corazón, sino también por el intelecto. Empieza centrándose en los pormenores de un juicio, sin abrumar, casi como un documental, pero con cierta mirada socarrona, la realidad misma, cual teatral "dramedia", que es así de cómica a pesar del drama de un juicio por asesinato. Pero luego, pasada la mitad del metraje, entra en contarnos una deliciosa historia de amor, sin abandonar la cuestión procedimental, y destilando de camino profunda sabiduría vital, no sólo judicial, y algunas preguntas sin respuesta. Imprescindible, y no sólo para el gremio de la judicatura y aledaños.

Ahora algo de sabiduría ajena, a la que para darle algo de solemnidad no sé si ponerle la toga, pues va a ser que no, que el hábito no hace al monje:

 - "Tenga el juez una oreja para el demandante, y la otra, para la otra parte".  (Refrán).

 - "El juez debe tener en la mano los libros de la ley y el entendimiento en el corazón".  (Francis Bacon).

 - "Enamorarse es sentirse encantado por algo, y algo sólo puede encantar si es o parece ser perfección".  (José Ortega y Gasset).

 - "Hay quien ha venido al mundo para enamorarse de una sola mujer y, consecuentemente, no es probable que tropiece con ella".  (José Ortega y Gasset).

 - "Enamorarse no es lo difícil, pero sí acertar a expresar ese estado".  (Alfred de Musset).

Besos y abrazos,

Don.
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lunes, 11 de abril de 2016

De pronto, este matutino rompe su silencio...

¡Buenos días!

... y se encamina a su nuevo destino, que es el que siempre había llevado, el del natural devenir de las cosas, y del suyo propio, consecuencia de lo ya hecho. Como ya sabéis, cual veronés Romeo, mis particulares Julietas, mis hadas y ninfas, me tienen sorbido el corazón, las mimo y cuido, como ellas hacen conmigo, jamás dejándome solo, ni yo a ellas. Y en este nuevo día de primavera, volvió a romper a llover, llenando del tintineante sonido de las gotas al caer el ya de por sí bullicioso pulular primaveral, incluso en los más soleados y serenos de sus días, que volverán naturalmente a ser.

Este pasado fin de semana estuve en el cine viendo "Julieta", de Pedro Almodóvar, y con Emma Suárez y Adriana Ugarte (guapísimas y estupendas actrices las dos). Vigésimo film de este director, del que salvo cuatro de los rodados en los años 80, he visto casi todos, en concreto, todos los de este siglo, a saber: "Los amantes pasajeros" (2013), "La piel que habito" (2011), "Los abrazos rotos" (2009), "Volver" (2006), "La mala educación" (2004), y "Hable con ella" (2002). Precisamente esta última es para mí la mejor de este muy reconocido cineasta del que, salvo unas pocas excepciones más, no me suelen gustar en exceso sus obras (lo hacen en momentos sueltos de cada una de ellas), cuando no me desagradan.

Julieta se encuentra por casualidad con una antigua amiga de su hija, quien le comenta que coincidió hace poco con ella en el extranjero. No ve a su hija desde hace 10 años. Esto la empuja a rememorar su vida anterior, desde cuando treinta años atrás conoció al que sería el padre de su hija en un extraño viaje en tren.

Este drama (nota: 5), basado en tres novelas de Alice Munro, sobre una abatida mujer, sola, desolada, carcomida por un sordo dolor de pérdida (del marido por muerte y, fundamentalmente, de la hija por fuga), de su auto-culpabilidad y de la herencia sentimental que deja, me gustó por la muy cuidada composición de sus planos y encuadres, muy estéticos, muy detallistas, cuidando al milímetro poses, combinaciones de colores y objetos, etc., marca de la casa, tanto que muchas veces se olvida de la historia que cuenta y de como la cuenta, cosa que no me gustó, salvo momentos sueltos. Las presuntamente hondas tribulaciones de sus protagonistas no me llegaron y apenas nada me dijeron. Sin embargo, me pareció la mejor película de Almodóvar desde hace diez años.

Bueno, pues antes de despedirme, irme y callar hasta el próximo matutino, pronto espero, ahí os dejo unas citas de sabiduría ajena:

 - "Luchar contra nuestro destino sería un combate como el del manojo de espigas que quisiera resistirse a la hoz".  (Lord Byron).

 - "El silencio es el ruido más fuerte, quizás el más fuerte de los ruidos".  (Miles Davis).

 - "Las buenas noticias siempre llegan tarde; las malas, demasiado pronto".  (Friedrich M. Von Bodenstedt).

 - "El hombre sólo es libre en el momento de su decisión. Tan pronto como la decisión ha sobrevenido, se siente ligado por ella".  (Hermann Keyserling).

 - "Dueños de sus destinos son los hombres. La culpa, querido Bruto, no está en las estrellas, sino en nuestros vicios".  (William Shakespeare).

 - "Nada puede hacerme daño excepto yo mismo; el mal que me agobia lo llevo conmigo y jamás sufro realmente sino por mi culpa".  (San Bernardo).

Besos y abrazos,

Don.
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domingo, 10 de abril de 2016

Mis matutinos

¡Buenos días!

Ya sabéis de la idílica relación con mantengo con mis matutinos y toda su corte y cohorte de hadas y ninfas, a las que me siento tan unido, sin la más leve grieta en nuestra relación, bueno, alguna hay, que la perfección no existe, pero desde luego tratamos de tender, con mayor o menor dificultad, a ella. La primavera de estos días, revoltosa como siempre, hoy nos tiene a intermitentes chaparroncillos, a veces tormentosa o anodinamente gris, a veces luminosamente soleada, como la vida misma, solo o en pareja.

Este fin de semana estuve en el teatro viendo "Nuestras mujeres" ("Nos femmes"), escrita por Éric Assous, dirigida por Gabriel Olivares, e interpretada por Gabino Diego, Antonio Garrido, y Antonio Hortelano. Es la adaptación de un reciente taquillazo francés.

Tres amigos de toda la vida han quedado para jugar su partida de cartas de todos los fines de semana. Sin embargo, esta vez uno de ellos se está retrasando más de la cuenta. En cuanto aparece, todo borracho, les hace una terrible confesión: ha asesinado a su mujer.

Una obra de teatro normalita (nota: 5) esta comedia que en general no me dijo gran cosa pero que en algún momento que otro me interesó y sacó algunas sonrisas, aunque en general estaba bastante cuajada de gracietas tontorronas para tratar de arrancar risas fáciles del público, cosa que nada me gusta. Con los mimbres de partida se podría haber hecho algo mucho mejor. En una primera parte se ponen sobre el tapete las convicciones morales de los protagonistas, sobre si es correcto o no apoyar incondicionalmente a un amigo que ha cometido un crimen, lo que deviene en una agria discusión que amenaza con tumbar su inalterable amistad de tantos años. En una segunda parte cada uno habla de las respectivas relaciones con sus mujeres, que a los ojos de los otros parecen perfectas pero que a los propios parecen plenas de inconvenientes, ya sabéis, lo del famoso aforismo ese que dice que el césped del jardín del vecino siempre parece más verde que el propio.

Ahora algo de sabiduría ajena que seguro nos ayuda a congeniar mejor y ver ponderadamente nuestras circunstancias:

 - "Las mujeres, donde están sobran; y donde no están hacen falta".  (Refrán).

 - "El oro es como las mujeres, que todos dicen mal de ellas y todos las desean".  (Félix Lope de Vega).

 - "Cuando hombres y mujeres se ponen de acuerdo, las conclusiones deben ser las mismas, pero los motivos diferentes".  (George Santayana).

 - "Si te casas lo lamentarás. Si no te casas, también lo lamentarás". (Sören Kierkegaard).

 - "El amor, como la hierba verde, como los árboles y la música de la vida, es sólo para la corteza del mundo; viene y se va, igual que un sueño. Por debajo está el deber, como una capa ruda de piedra, una inmensa carga que nadie puede variar".  (Rabindranath Tagore).

Besos y abrazos,

Don.
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viernes, 8 de abril de 2016

Matutino de endogámica cinefilia

¡Buenos días!

Otro fantástico día de primavera, de cine, que aunque más fresco que ayer (14ºC de máxima prevista), está también radiantemente iluminado por un exultante sol apenas velado por las muy escasas nubes. No sé si lloverá, y os dejaré en el suspense de si lo hará en próximos días... disfrutad del momento, que lo que esté por venir ya vendrá cuando toque, por sorpresa o no... o mirad las previsiones meteorológicas.

Aunque el tema esencial de estos matutinos es el cine, no soy cineasta, que no hago películas, sino cinéfilo, muy aficionado a ir al cine, así que no me miro al ombligo profesional con ellos, pero sí el film que hoy toca glosar, sobre mutuo amor y admiración entre profesionales del cine por sus trabajos, entre dos maestros. Así que ayer por la tarde volví a ir al cine a ver el film documental "Hitchcock/Truffaut", de Kent Jones.

En 1962 François Truffaut convenció a Alfred Hitchcock, a quien admiraba profundamente, para hacerle una entrevista durante una semana sobre su modo de concebir el cine. De este encuentro surgió en 1966 el libro de Truffaut "El cine según Hitchcock", no sólo uno de los más influyentes sobre cine, sino que cambió la percepción del mundo sobre el cine del genial creador, pasando de ser considerado un profesional taquillero y minusvalorado por la crítica a un autor reverenciado por esta e influyente maestro de siguientes generaciones de cineastas.

Una muy buena película (nota: 7), imprescindible para cinéfilos, este documental que a través de extractos de imagen y sonido de la entrevista original, de la que se cumple ahora su 50º aniversario, y con los testimonios de varios directores de cine actuales, se homenajea ese libro, de cabecera para cinéfilos y cineastas, y a su protagonista Hitchcock y su modo de concebir el cine. Hace tres años vi un biopic, sobre un pequeño fragmento de la vida del "mago del suspense", que puede valer como complemento a este documental: "Hitchcock" (2012) de Sacha Gervasi.

Y como no podía ser menos, hoy la sabiduría ajena va de estos dos grandes directores, comenzando por una cita de Truffaut glosando a Hitchcock, y siguiendo por otras del orondo realizador:

 - "En América ustedes le respetan porque filma escenas de amor como si fueran asesinatos; nosotros le respetamos porque filma escenas de asesinato como si fueran escenas de amor".  (François Truffaut).

 - "Hay más emoción, realismo, intriga, violencia e interés en una novela de amor que en la mayoría de las películas de suspense".  (Alfred Hitchcock).

 - "Imagínese a un hombre sentado en el sofá favorito de su casa. Debajo tiene una bomba a punto de estallar. Él lo ignora, pero el público lo sabe. Esto es el suspense".  (Alfred Hitchcock).

 - "Hay algo más importante que la lógica: es la imaginación".  (Alfred Hitchcock).

Besos y abrazos,

Don.
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jueves, 7 de abril de 2016

Los matutinos, ¡oh dios!

¡Buenos días!

No tengo en estos matutinos ni divina disyuntiva ni animadversión alguna, que aquí vengo a serenarme, a flotar sin dejarme caer, no vaya a ser que me estampe. La primavera a lo suyo, hoy con otro soleadísimo día, de máxima prevista de 18ºC, divino, de esos que invitan a encariñarse casi con todo lo que se cruce en nuestro camino.

Ayer por la tarde quería ir al cine, pero no pudo ser, así que lo dejaré para otro momento, con lo que me puse a ver otra película enlatada, una que alguien me recomendó hace ya bastantes meses. Se trató de "El odio" ("La haine", 1995), de Mathieu Kassovitz, y con Vincent Cassel, Hubert Koundé, y Saïd Taghmaoui. Premiada en Cannes, en los premios del cine europeo y en los César franceses de ese año, es el primer largo que veo como director de este también actor y guionista francés.

Tres jóvenes amigos, uno judío, otro negro y el otro magrebí, tras participar la noche anterior en unos violentos disturbios callejeros contra la policía en un marginal suburbio parisino, debido a una paliza que esta propinó a un amigo que acaba muy gravemente herido en el hospital, deambulan durante 24 horas por la ciudad, metiéndose en problemas, con constantes conflictos con la policía y con otras bandas, mientras el primero, henchido de odio, no cesa de repetir que asesinará a un policía si su amigo muere. Ojo por ojo.

Una estupenda película (nota: 8), por forma y fondo, cuyos personajes están en casi permanente estado de crispación, hasta que en el tercio final da un giro y tiende hacia la reflexiva filosofía de la situación que viven estos desheredados de la sociedad, sin expectativas, sin buen futuro a la vista, que van ganando en rencor hacia todo lo que se menea, especialmente el primero, levemente matizado por la sensatez del segundo y el escepticismo del tercero. Magnífico retrato social (económico y político) de la realidad suburbial de los barrios multiculturales, donde campan a sus anchas el paro, la intolerancia, el racismo, y la exclusión social, en esta decadente sociedad del bienestar (del malestar más bien) que acabará por estrellarse si antes no se le pone remedio a tanto desequilibrio.

Ahora unas citas de sabiduría ajena, a las que espero cojáis algo de cariño:

 - "No os entreguéis por demasiado tiempo a la cólera; una cólera prolongada engendra el odio".  (Ovidio).

 - "Cuando odias a una persona, odias algo de ella que forma parte de ti mismo. Lo que no forma parte de nosotros no nos molesta".  (Hermann Hesse).

 - "Es triste condición de la humanidad que más se unen los hombres para compartir los mismos odios que para compartir un mismo amor".  (Jacinto Benavente).

 - "Estamos obligados a luchar enérgicamente contra todos los eventuales gérmenes de odio colectivo".  (Václav Havel).

Besos y abrazos,

Don.
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