lunes, 29 de diciembre de 2008

Vespertino culinario en tierra austral

¡Buenos días!

Sigo en Terra Australis, con respecto a la ribera del Arlanzón, territorio nada incógnito de reconfortante cocina paterno-maternal; y en este día de sucia y enturbiada nubosidad me parece extraño tener hambre, porque la meteorología no parece muy apetitosa y porque debería de estar ahíto de comilonas navideñas ... ¡y las que aún quedan! ... pero el caso es que me apetece solazarme con la buena mesa, que es, entre otras cosas, a lo que uno se ha aventurado por estas procelosas tierras madrileñas.

En estos días que han pasado, justo una semana, desde el anterior vespertino, también guisado allende el Arlanzón, he visto en el cine dos películas que en seguida os glosaré. La primera, por orden cronológico, fue la del martes de la semana pasada, y se trató de la brasileña "Estómago" ("Estômago"), de Marcos Jorge, y con Joâo Miguel. Una muy buena película, contada a saltos entre dos tiempos distintos (la llegada a la gran ciudad y la posterior estancia en la cárcel de nuestro protagonista), que nos cuenta la peripecia de un inocentón y alelado pueblerino y de cómo gracias a su habilidad innata para los fogones va progresando en la vida y también cuando llega a la cárcel, a la par que se va avispando por el camino.

Una historia que relaciona los instintos básicos de la humanidad, comer y joder (en sus dos sentidos, el sexual y el de la opresión a través de las relaciones de poder, las laborales y en general), con el mismo poder, no mucho menos básico que los anteriores. Una historia que, como la cocina, aúna sabores agridulces y salados, terminando con un amargo, algo truculento, cínico e irónico final, todo aderezado con unas gotas de gratificante sentido del humor.

La segunda la vi el pasado jueves, el día de Navidad, y se trató de la megaproducción australiana "Australia", de Baz Luhrmann, y con Nicole Kidman y Hugh Jackman. Un romance épico, de aires clásicos, que recuerda a "Lo que el viento se llevó", a "Memorias de África", y a "La Reina de África". De este director había visto su anterior y excelentísima película, que os recomiendo, "Moulin Rouge" (ved su matutino más abajo). "Australia" parece dos películas en una (dura casi tres horas), hiladas por la historia de un niño mestizo de blanco y mujer aborigen, acogido por nuestra protagonista, y con la que se denuncia la destructiva política gubernamental de la época (hasta los años 70) de separar de sus madres a los mestizos internándolos en una especie de orfanatos, a modo de cárceles.

En la primera parte nos cuenta la peripecia de una remilgada aristócrata inglesa que viaja poco antes de la II Guerra Mundial a Australia para buscar a su marido y volver juntos, pero se lo encuentra asesinado y decide gestionar el rancho ganadero de su propiedad, contra todo escollo que aparece en su camino, y gracias a la reticente ayuda de un rudo e indómito vaquero. Durante este periplo ambos se irán transformando el uno al otro a la par que van intimando. En una segunda parte se nos narran sus aventuras y desventuras durante el ataque japonés a la ciudad de Darwin. Buena película, en la que lo que más me gustó fue el principio, porque fue bastante cómico y me provocó alguna carcajada el choque cultural de nuestra repipi aristócrata con las ásperas costumbres del interior australiano.

Ahora, un poquito de sabiduría ajena con la que mejor aliñar los sinsabores de la vida:

- "La perfecta hora de comer es, para el rico, cuando tiene ganas; y para el pobre, cuando tiene qué". (Luis Vélez de Guevara).

- "Come poco y cena aún más poco, que la salud de todo el cuerpo se cuece en la oficina del estómago". (Miguel de Cervantes).

- "Controla el petróleo y controlarás las naciones; controla los alimentos y controlarás a los pueblos". (Henry Kissinger).

- "A uno que tenga hambre, dale primero de comer y después háblale de lo que sea; si empiezas por hablarle, sea de lo que sea, fracasarás, no lo dudes". (Jean Anouilh).

- "Mejor es la comida de legumbres donde hay amor, que de ternero cebado donde hay odio". (Salomón).

- "De todas las pasiones, el amor es la que más se irrita y acrece cuando encuentra obstáculos". (Giovanni Boccaccio).

- "El amor no prospera en corazones que se amedrentan de las sombras". (William Shakespeare).

- "Amar y sufrir es a la larga la única forma de vivir con plenitud y dignidad". (Gregorio Marañón).

Besos y abrazos,

Don.

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Canino matutino
(Martes, 23 de octubre de 2001)

¡Buenos días!

Continuamos con un típico día de otoño gris, sin agua, con viento desapacible, pero poco frío, y que según los gurús de la meteorología clareará a medida que avance el día. La ribera del Arlanzón ya empieza a mostrar sin rubor esos preciosos y típicos ocres arborícolas de otoño, una de las más preciosas vistas que puede proporcionarte la naturaleza, de verdad.

¿Y los canes? ... No es que vuelva a glosar la muy excelente película mejicana "Amores perros", de Alejandro González Iñárritu, que os recomiendo otra vez que veais, pues ya lo hice el invierno pasado, sino que lo haré de la que ví ayer, "Moulin Rouge" de Baz Luhrmann, con Nicole Kidman y Ewan McGregor, película australiana que, para despistados, se desarrolla en el París de entre los siglos XIX y XX, cuando el famoso baile "perro-perro" ... digo ... can-can.

Impresionante y magnífica película musical, una borrachera visual, como si hubiese bebido la absenta de los bohemios parisinos de la época (tomé una copa en mi época universitaria, tal vez modernizada en grados de alcohol, y casi me tumba). Y no solo de preciosas, barrocas, y coloristas imágenes vive esta peli, sino que también tiene una banda sonora increible, canciones pop-rock muy famosas de los últimos 30 años versionadas e interpretadas por los propios actores, y mezcladas, como en un pupurrí, en una trama, enlazándose unas con otras. A veces la versión es dificil de pillar; por ejemplo, y éste no fue el caso más difícil, sino uno de los más fáciles, la canción "Roxanne", de Sting, en versión tango.

Además, todo el preciosista aderezo de esta película, lo que más me gustó, está para envolver una mera historia de amor, nada más ... y nada menos. En conclusión que me entusiasmó, por lo novedoso, pues aunque no soy muy amigo de musicales, salvo contadas excepciones, me han encantado las dos últimas que he visto en el cine: ésta y "Bailar en la oscuridad", de Lars von Trier, que ya os glosé, ambas radicalmente distintas en lo visual y en muchas otras cosas. Total, ¡qué vayáis a verla!

Cómo frases ajenas del día os recomendaría que leais las de ayer, también al hilo del simple argumento de la peli, y con la novedad de las de hoy comenzaré con un estribillo de una canción de las que se cantaron en el film, o al menos de lo que recuerdo de él:

- "Qué grande es amar ... y ser correspondido".

- "Los que tienen alguna fortuna creen que lo principal en el mundo es el amor. Los pobres saben que es el dinero". (Gerald Brenan).

- "El camino más corto para llegar a la riqueza es despreciarla". (Séneca).

- "Guárdate del hombre que no habla y del can que no ladra". (refrán).

- "Nos buscamos en la felicidad pero nos encontramos en la desgracia". (Bataille).

- "Las mujeres constituyen un secreto amable; pero no está cerrado, sino velado". (Novalis).

Besos y abrazos,

Don.
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lunes, 22 de diciembre de 2008

¡Vaya, pero qué vespertino más diáfano y azul!

¡Buenos días!

¡Vaya, vaya, vaya!, parece como si no estuviera a la vera de mi bien amada ribera del Arlanzón; y en efecto, así es, que estoy por los alrededores de otra ribera, allende el sur, en los madriles, aunque no veo la asfaltada ribera del Manzanares cuando miro por la ventana. Sin embargo veo un radiante cielo azul, en un día (mañana y tarde) de luz clarísima y diáfana, que no deja poro de mi piel sin acariciar con dulzura. Así pues, no cabe resquicio para oscura tristeza alguna, mucho más cuando ayer por la mañana se nos acabó el melancólico otoño una vez pasamos por el punto solsticial de invierno.

Este fin de semana estuve en el cine viendo una película de uno de mis directores fetiche, Wong Kar Wai. Se trató de "My blueberry nights", de Wong Kar Wai, y con Norah Jones, Jude Law, David Strathairn, Rachel Weisz, y Natalie Portman. De este director, de quien no me gustan la mayoría de sus antiguas películas, sin embargo idolatro las siguientes: "Deseando amar (In the mood for love)", mi preferida y entre las tres mejores que he visto en mi vida; "2046"; y "Chunking express". Estas tres, cuyos matutinos podéis leer más abajo, junto con la que a continuación glosaré, os las recomiendo encarecidamente.

"My blueberry nights" nos cuenta el viaje para encontrarse a sí misma, una vez regresada al punto de partida, un bar en el que se recetan tartas como bálsamo de dolores del alma, de una joven que ha sufrido un desengaño amoroso y que conoce al dueño de este bar, especie de balsámico confidente y coleccionista de historias de tristes amores rotos a través de las llaves que los clientes van dejando olvidadas. También algunas tartas son olvidadas, por no elegidas por la clientela, como la de arándanos del título, a la que se aficiona nuestra protagonista. De repente ella inicia un periplo durante el que va dando consejos sobre amor a otros melancólicos y solitarios seres de corazón hecho trizas, pues se va empleando como camarera por las ciudades por las que va viajando. Utiliza lo recibido del barman de las tartas de arándanos a la par que conforme va aconsejando va curándose ella misma.

Por eso de las confidencias en la barra de un bar, y también por algo de su estilo, me recordó mucho a una película del año 1984 que me entusiasmó en mi juventud, "Elígeme (Choose me)", de Alan Rudolph. Maravillosa película de sensuales sensaciones y pequeños detalles, de sofisticada estética, muy colorista, al estilo Wong Kar Wai, y de cautivadora banda sonora, como siempre con este director, encabezada por la propia Norah Jones, guapísima y de magnética voz.

Por cierto, hablando de músicas estupendas, ayer domingo estuve en un concierto del virtuoso violinista libanés, de origen armenio y residente en los madriles, Ara Malikian. Hace realmente divertido esto de escuchar música clásica, por su gestualidad y por los dicharacheros prólogos que hace antes de interpretar cada pieza.

Ahora, para tratar de dar luz a esas sombrías penas que pudieran invadirnos, nada como un poquito de sabiduría ajena:

- "A amor mal correspondido, ausencia y olvido". (refrán).

- "Lo pasado ha huido, lo que esperas está ausente, pero el presente es tuyo". (Proverbio árabe).

- "No llores porque las cosas han terminado, sonríe porque han existido". (L. E. Boudakian).

- "La mejor manera de alegrarse es intentar alegrar a los demás". (Mark Twain).

- "Tenemos solamente la felicidad que hemos procurado". (Anónimo).

- "Cuando la felicidad nos sale al paso, no lleva nunca el ropaje con el cual creíamos encontrarla". (Anómimo).

Besos y abrazos,

Don.

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Deseando a los matutinos
(Viernes, 28 de enero de 2005)

¡Buenos días!

Desde luego, a pesar de las previsiones de los meteorólogos, esta mañanita a la vera del Arlanzón deseaba encarecidamente que el invierno crudo no terminara, y nos hemos levantado con otra gran nevada (tras el soleadísimo y gelidísimo día de ayer), aunque esta vez sin el insidioso ventarrón del norte y con 0ºC, ya sabéis, ni frío ni calor. Extrema confortabilidad térmica, tras las extremas inclemencias de pasados días. Nada que ver con los -6ºC, y horrorosamente frías rachas de viento, casi huracanadas, que había ayer noche cuando salía del cine, y que cuando llegaba a casa me provocaron el susto de percibir que no sentía las orejas. Pero deseé recuperarlas, y casi milagrosamente volvieron a aparecer en su sitio tras un breve rato.

En el cine estuve viendo la última película del ciclo dedicado a Wong Kar Wai, que organiza el Aula de Cine de la Universidad de Burgos. Se trató de "Deseando amar (In the mood for love)", de Wong Kar Wai, y con Maggie Cheung y Tony Leung. Como ya sabéis, ya la había visto, ... y me volvió a parecer ¡sublime, exquisita ...! ... y no sigo elogiándola más que si no va a dejar de tener sentido el elogio ... ¡una obra maestra! ... vale, paro ya ... Viendola he vuelto a comprender esa facilidad femenina para los orgasmos múltiples, los erótico-sexuales en vuestro caso, chicas, que en el mío, un ser de género masculino, solo han sido cinéfilos. Me explico más: varias veces durante el film me recorrió por entre la zona de la nuca y la corteza cerebral una serie de cosquilleos eléctricos sumamente gratificantes, situación que me ocurre con contadas películas.

El film nos habla de amores deseados, de la lucha entre lo que deseamos y lo que nos permitimos hacer a nosotros mismos, que a veces no coinciden, de borrosos recuerdos, de que cuando pasa el momento, recuperar el pasado es imposible, de como surge el amor ... de tantas otras cosas (la historia es poliédrica). Pero aún siendo una historia maravillosa, creo que no es lo más importante de la película, pues las hermosísimas imágenes, la hipnótica y cautivadora música, que es un personaje más de la historia, el modo en que está contada, ... todo, todo, todo, ... hace que sea poesía en imágenes y para el oído. En esta segunda ocasión, en que la vi en versión original china con subtítulos en español, me pareció ver otra película diferente, solo un poco, pues detalles que en el primer visionado se me escaparon, ahora cobraron realce. A modo de comparación, os envío también el matutino que escribí cuando la vi hace 4 años, cuando la estrenaron en Burgos (ver más abajo). Es curioso, recuerdo que también me entusiasmó entonces, pero debía de estar algo alicaído, pues mis elogios matutinos no fueron tan encendidos como ahora.

Bueno, pues os transmito ahora un poco de mi deseo de sabiduría ajena, que espero que también se os contagie:

- "La sensibilidad musical es innata, porque cuando el acorde que resuelve una sinfonía nos produce un delicioso escalofrío, se activan en el cerebro los mismos centros de placer que operan al comer chocolate, realizar el acto sexual, o tomar cocaína". (Norman Weinberger).

Pues esos mismos centros de placer (multiorgásmicos) se me activaron varias veces durante la proyección, fuera por la cautivadora música o por cualesquiera otros deliciosos elementos del film.

- "La música es la prolongación natural de los sonidos animales relacionados con el apareamiento". (Charles Darwin).

- "Al engendrarse un pensamiento sublime, se produce una sacudida nerviosa que se refleja en el cerebro". (Baudelaire).

- "El amor es la poesía de los sentidos. No hay nada más sublime. Cuando es amor verdadero, dura para siempre y crece día a día". (Honoré de Balzac).

- "La vida sería una eterna crueldad si no existiese la poesía. Ella nos sirve lo que la naturaleza nos niega; una edad dorada que no se marchita; una primavera que no cesa de florecer; una felicidad sin nubes, y una eterna juventud". (Ludwig Borne).

Besos y abrazos,

Don.

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Matutino "moodoso"
(Lunes, 19 de febrero de 2001)

¡Buenos días!

Parece que el típico invierno burgalés se va asentando poco a poco, haciéndonos sentir un poco de añorada normalidad, sin los altibajos propios de la primavera, sea ésta adelantada o en pleno apogeo. Tenemos un anodino nublado con una temperatura llevadera, entre 0ºC y 3ºC, salvo cuando al doblar cualquier esquina te encuentras con la "confortable brisilla" burgalesa, esa que te traspasa hasta el tuétano, haciendo que te encojas como un ovillo.

Pues ayer iba al cine con la intención de ver "Traffic", pero el multicine estaba a tope y me metí en la única sala con una película libre de aglomeraciones y que no hubiese visto ya. Vi una gran película, "In the mood for love" ("Deseando amar"), film chino candidato al Oscar a la mejor película extranjera. Es una cinta extrañamente poética y estéticamente preciosa, con un tempo lento, que se recreaba en cada escena. Me recordó a una de las mejores que he visto en mi vida, "Barry Lindon", de Stanley Kubrick.

"In the mood for love" es una historia de amor entre dos vecinos que descubren que sus respectivos cónyuges están liados entre sí. Es una historia de amor platónico, en la que me fijé en la siguiente tontería: la protagonista saca en cada escena un vestido diferente (en total, creo que más de 50), pero diferente solo en el estampado, pues el corte es de moda china años 60, preciosos vestidos entallados en la deliciosa figura de la preciosísima actriz china, figura en la que se recrea el director (como se recreaba Zhang Yimou en el angelical rostro de la actriz de "El camino a casa", que ya os glosé). Por otra parte, también es de destacar la banda sonora, que contiene una melodía tipo minimalista, muy bonita y que encaja a la perfección con la película; y que, curiosamente, contiene varios boleros cantados en español por Nat King Cole. En definitiva, muy bonito film, que tardó unos 20 minutos en engancharme, que os recomiendo que veais, a pesar de que no es para el gran público, debido en parte a su preciosista estética, aunque si ha gustado a los de la academia hollywoodiense, es que algo tendrá, ... como así es.

Las frases de hoy:

- "Hay un secreto para vivir con la persona amada: no pretender modificarla". (Chardonne).

- "Generalmente la fortuna vende muy caramente lo que nosotros creemos que nos regala". (Voltaire).

Besos y abrazos,

Don.

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Matutino de amor-ficción
(Martes, 7 de diciembre de 2004)

¡Buenos días!

Ya sabéis que no es ficción que amo a la preciosa y esplendorosa ribera del Arlanzón, aunque en días como hoy se nos presente gris y fría, y habiendo ya perdido sus mejores galas otoñales, esas de cálido otoño, en forma de orgía colorista en las copas de sus árboles, ahora rastrillando con sus afiladas y casi desnudas ramas el sempiterno vientecillo burgalés.

Pues para dar razón al título de este matutino, me pongo, ahora sí, de amor-ficción, a modo de ciencia-ficción, y me pregunto: ¿qué pasaría si la ribera se hiciera carne y pudiésemos amarnos carnalmente? ... ??? ... mejor refugiémonos en los recuerdos de nuestro amor platónico, de los que tanto cuesta salir.

Pues estas mismas disquisiciones, y otras similares, se nos plantean en la maravillosa película que vi ayer tarde en el cine. Se trató de "2046", de Wong Kar Wai, y con Tony Leung, Gong Li, y Zhang Ziyi. Nos cuenta la historia de los diversos amoríos de un periodista de finales de los años 60, también escritor de novelas, que escribe una novela de ciencia-ficción titulada "2046", aunque en realidad es más una novela de "amor-ficción", aunque muy basado en la realidad. Porque como se postulaba en "Melinda y Melinda", la última de Woody Allen, comedia y tragedia, aunque distintas en apariencia, están construidas con los mismos elementos pero ordenados de distinta manera. Pues creo que en "2046" pasa lo mismo con la realidad y la ficción amorosa.

También es una especie de metáfora de la memoria, de como recordamos las cosas, en este caso nuestros amores, y de como, a veces, preferimos quedarnos en los recuerdos pasados en lugar de apreciar lo que nos rodea. En cierto modo, tiene relación con la también genial película que os glosé hace un par de meses "Olvídate de mí (Eternal sunshine of spotless mind)", de Michel Gondry.

La película es de una preciosa belleza, con una estupenda banda sonora e imágenes, que sin embargo tardó en engancharme, como me pasó con su anterior film "In the mood for love (Deseando amar)", que me pareció una de las más deliciosas películas que jamás haya visto. Esta "2046", con el mismo personaje masculino que en la otra, me gustó una pizca menos, y aún así es fabulosa. En "In the mood ..." se nos cuenta una única historia de amor (que reaparece fugazmente en ésta, aunque ya pasados unos años, y como un amor añorado), y en "2046" se nos cuentan varias.

Las citas de sabiduría ajena están hoy copadas totalmente por el director Wong Kar Wai, citas tomadas de una entrevista que le hicieron a cuenta del estreno de "2046", en las que habla de ella. Aunque comienzo con una que oí en la propia película, y que creo recordar que decía:

- "El amor es cuestión de oportunidad. Puedes encontrar al amor de tu vida, pero si llegas demasiado tarde o demasiado pronto, no habrá nada que hacer". (Wong Kar Wai).

- "Para mí 2046 es un estado mental al que acudimos cuando queremos recuperar lo que hemos perdido, cuando tratamos de conservar no solo la persona o el tiempo dejados atrás, sino también el momento y la atmósfera. Sería por tanto una especie de utopía, algo que no existe. Casi un paraíso perdido. 2046 no alude a una fecha o a un lugar del futuro, sino que trata del ahora, de por qué experimentamos más intensamente lo que tuvimos en el pasado que lo que nos rodea en el presente. Por eso creo que deberíamos apreciar más lo que tenemos ahora y después de perderlo". (Wong Kar Wai).

- "En nuestra vida normal estamos atrapados por el tiempo, que gobierna nuestra existencia. La vida real no da posibilidad de rebobinar. No sabes si vas a estar en el momento adecuado con la persona equivocada, o viceversa; y todos sentimos curiosidad por saber que hubiese pasado si en lugar de ir a un sitio hubiéramos ido a otro". (Wong Kar Wai).

Besos y abrazos,

Don.

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Matutino express
(Viernes, 14 de enero de 2005)

¡Buenos días!

No sé si este matutino lo realizaré rápidamente, aunque sí de manera especial, pues, como todas, la mañana de hoy es especial. Agradabilísimas temperaturas (8ºC esta mañana), nubes muy grises y, a ratos, lluvia calabobos, como ayer, pero distinto.

Pues a toda velocidad, como una cafetera express, paso sin más a contaros la fabulosa película que vi ayer tarde. La vi en un ciclo de los que organiza el Aula de Cine de la Universidad de Burgos. Es un ciclo dedicado al director Wong Kar Wai, y se trató de "Chungking Express", film de 1994, y con Tony Leung, Faye Wang, y Brigitte Lin.

Solo había visto las dos últimas películas de este genial director, "2046" (año 2004), y "Deseando amar (In the mood for love)" (año 2000), película esta última que os recomiendo encarecidamente que veais, pues por poco es mejor que las demás, aunque por lo visto por mí, cualquiera es recomendabilísima: son una auténtica delicatessen, de una sugerente belleza e inteligencia. Solo echan tres en el ciclo: "Chungking Express", "Happy together", y "Deseando amar" (que volveré a disfrutar con enorme gozo).

En sus películas habla casi de lo mismo, de amor, desengaño y recuerdos, y en esta "Chungking Express", pues también. Profundas reflexiones sobre el desengaño amoroso, esta vez con toques muy graciosos, al menos para mí. Además, también nos habla de la dificultad para iniciar y mantener cualquier relación sentimental relativamente estable. En ésta y en sus otras películas, no se narra, se sugiere con sutileza extrema, lo que exige al espectador cierto ejercicio, muy grato para mí, para completar la historia.

Siempre me ha pasado con las tres películas suyas que he visto hasta ahora: comienzan interesándome con cierta frialdad, pero a medida que avanzan me van cautivando hasta que llegan a parecerme una auténtica genialidad, conforme voy consiguiendo hilar la incompleta trama.

Como esto ya va dejando de ser un matutino express, debido a mi pasión por estas películas, dejo ya la loa, y paso a la sabiduría ajena, comenzando con una cita del propio Wong Kar Wai, extraída de "Deseando amar":

- "No podemos tocar el pasado, solo podemos recordarlo. Y los recuerdos son borrosos, inaprensibles ... ". (Wong Kar Wai).

- "El amor verdadero está hecho de tristeza y envidia, de admiración y de maniatada ansia de servicio". (Anónimo).

- "Malo es sufrir; pero sufrirlo mal es mayor mal". (refrán).

- "La vida es un tejido de costumbres. Pero no es un error invocar la costumbre como defensa de nuestra conducta, pues casi siempre la costumbre se apoya en alguna buena razón". (Henri Frédéric Amiel).

- "La sensibilidad de un gran poeta se basa en contarnos algo que antes nadie nos había contado, pero que no resulta nuevo para nosotros. Tal es la misteriosa paradoja que prevalece en el fondo de toda emoción literaria". (Ortega y Gasset).

... y cinematográfica, pues esta última cita encaja perfectamente con las películas de Wong Kar Wai.

Besos y abrazos,

Don.
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viernes, 19 de diciembre de 2008

Fulminante crepúsculo matutino

¡Buenos días!

Parece el título una contradicción pero no lo es, que aunque el crepúsculo sería más propio de un vespertino, el caso es que se nos acaba el otoño, paradigma de la decadencia, preludio de la noche invernal. Y será fulminante porque pasado mañana, domingo, será el solsticio de invierno, en el que a las 13:04 horas se producirá el tránsito estacional.

Ayer por la tarde estuve en el cine, pero por dos veces, como en aquellas sesiones dobles de antaño en los cines de barrio. Empecemos por el principio, por orden cronológico. Primero estuve viendo un film de animación por ordenador de la factoría Disney: "Bolt", de Byron Howard y Chris Williams. Nos cuenta la historia de un perro con superpoderes (superladrido, mirada fulminante, etc.), pero que en realidad lo es solo en la ficción de una teleserie ... aunque él no lo sabe, como pasaba en "El show de Truman", de Peter Weir. Se extravía accidentalmente y acaba en Nueva York, donde con la ayuda de una famélica gata callejera abandonada y un gordinflón hamster encerrado en una bola de plástico, fan absoluto de Bolt, trata de volver a Hollywood con su dueña. En el proceso se irá encontrando con palomas de diversos lugares (atención a las neoyorkinas, dobladas por "Les Luthiers") y se irá cayendo del guindo de su confusión entre realidad y ficción, a la vez que va asumiendo que también se puede ser un héroe sin superpoderes, eso sí, a trompicones. Entre otros, contiene alegatos contra el abandono de animales y la explotación de los niños artista. Muy buena, os la recomiendo, a pesar del toque sensiblero Disney, aquí bastante atenuado, lo que es de agradecer.

La segunda fue "Crepúsculo" ("Twilight"), de Catherine Hardwicke, con Kirsten Stewart y Robert Pattinson, y basada en una serie de novelas, best-sellers de adolescentes, de Stephanie Meyer. Nos cuenta una historia de amor adolescente entre una humana y un vampiro, pero de una casta "descafeinada", pues son "vegetarianos", es decir, que en lugar de sangre humana chupan la de animales, aunque tienen que luchar constantemente con la pulsión que les arrastra a los cuellos humanos, y contra los vampiros normales. Además, son unos particulares vampiros que soportan la luz, es más, refulgen con ella, haciéndose más bellos aún si cabe, pero se esconden de ella para aparentar humanidad y no ser descubiertos (les vale un buen nublado para no resplandecer de belleza).

Por tanto, y dado que la autora de los libros es una mormona ultraconservadora, esta historia es toda una apología de la abstinencia sexual entre los adolescentes, pues desde siempre el acto vampírico ha sido un remedo del acto sexual. De hecho, nuestro vampiro no le hinca colmillo y apenas toca a nuestra chica en todo el film (solo una vez para salvarle la vida). Visto perversamente, estos vampiros practicarían el bestialismo, en lugar de tener adecuados comportamientos sexuales (algo así como cuando se censuraron ciertas escenas de "Mogambo" en la epóca franquista, que transformaron un adulterio en un incesto ... je, je, je, ...). Además, tiene alguna que otra cursilada propia de cine adolescente. Aún así, me pareció una buena película, no me desagradó, que de todo tiene que haber en este mundo, incluso me gustó esta historia de amor casto, idílico, platónico, que propugna la erótica de la abstinencia sexual. Por ciertos detalles, me recordó, obviamente, a "Drácula de Bram Stocker", de Francis Ford Coppola, y a "Entrevista con el vampiro", de Neil Jordan.

Ahora, para iluminar nuestras vidas con el fulgor de energizantes rayos y tratar de evitar crepúsculos emocionales, nada como un poquito de sabiduría ajena:

- "Los perros aman a sus amigos y muerden a sus enemigos, casi al contrario de las personas, quienes tienden a mezclar amor y odio". (Sigmund Freud).

- "El hombre a quien el dolor no educó siempre será un niño". (Niccolo Tomasseo).

- "La juventud tiene todas las ambiciones, incluso la del dolor". (Francis de Croisset).

- "En los ojos del joven arde la llama. En los ojos del viejo brilla la luz". (Víctor Hugo).

- "En el corazón de todos los inviernos vive una primavera palpitante; y detrás de cada noche viene una aurora sonriente". (Khalil Gibran).

- "No es digno de saborear la miel quien se aleja de la colmena por miedo a las picaduras de las abejas". (William Shakespeare).

- "Si cerráis la puerta a todos los errores, también la verdad se quedará fuera". (Rabindranath Tagore).

- "El hombre es mortal por sus temores, e inmortal por sus deseos". (Pitágoras).

Besos y abrazos,

Don.
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jueves, 18 de diciembre de 2008

Paternidad matutina

¡Buenos días!

Efectivamente, se da por sentado que yo soy el creador de estos matutinos, lo que es mucho suponer, que vete tú a saber, que lo de la autoría de la maternidad es casi seguro, pero lo de la paternidad ... ??? ... De todas formas, gracias a ellos, cada vez me queda menos para ser un verdadero hombre, según ese dicho (no sé de quien es, ¿alguien lo sabe?) que asegura, más o menos, que un hombre, lo mínimo que debe hacer en esta vida es tener un hijo, plantar un árbol y escribir un libro (¿el orden de los factores alterará el producto?). Aunque en sentido estricto, según la RAE, libro es un "conjunto de hojas de papel manuscritas o impresas que, cosidas o encuadernadas, forman un volumen", consideraremos que, en estos nuevos tiempos de ecología en los que hay que minimizar el uso de papel, estos matutinos son una especie de libro virtual. Con lo que dado que he plantado (literalmente) cientos de árboles en mi vida, con estas mismas manitas que ahora teclean con frenesí, ya solo me queda tener un hijo ... ¡¡¡y quiero tenerlo!!! ... y no sé como hacerlo ... ;-) ... ¿alguna voluntaria que me dé unas clases prácticas a la par que se pone a la tarea conmigo? ... que siento que se me va pasando el arroz ...

Por lo demás, tenemos una mañanita otoñal de padre y muy señor mío, gris y nublada, con alguna llovizna tempranera, algunas hojas arremolinadas por el suelo y temperaturas no demasiado frías (unos 5ºC); aunque sin melancolías, que el esplendor ribereño y mis bien amadas hadas y ninfas me imbuyen de gran alegría e ilusión vitales.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Como los demás" ("Comme les autres"), de Vincent Garenq, y con Lambert Wilson, Pilar López de Ayala, y Pascal Elbé. Esta buena y agradable comedia nos cuenta como uno de los miembros de una pareja de homosexuales toma la decisión de que quiere ser padre, lo que provoca la ruptura, ya que el otro está en contra. Al poco comienza su peripecia para ver como lo consigue. Tras varias vicisitudes encuentra una joven inmigrante sin papeles que acepta ser madre de alquiler a cambio de regularizar su situación ... y nuevas vicisitudes. Una historia que bucea en los recovecos de la paternidad y del amor, pasando por encima de convencionales barreras sociales impuestas por miedosas mentes de estrechas miras, que como decía hace pocos matutinos, ¿qué importa el sexo (el género) si el amor es puro? ... lo que también vale para lo de ser padre o madre.

Ahora, unas citas de sabiduría, de putativa paternidad, que no son mías, sino adoptadas, con las que mejor amueblar nuestras mentes:

- "No es la carne y la sangre, sino el corazón, lo que nos hace padres e hijos". (Friedrich von Schiller).

- "Un buen padre tiene algo de madre". (Anónimo).

- "Antes de casarnos tenía seis teorías sobre el modo de educar a los pequeños. Ahora tengo seis hijos y ninguna teoría". (Lord Rochester).

Yo también, aunque solo la primera parte, que como ya dije aún no tengo hijos. Esto mismo podría aplicarse a todos esos Padres con sotana, que no tienen hijos, y que sermonean sobre que es lo correcto y lo que no en las familias, sobre padres, madres e hijos y su educación. Así que se pongan a la tarea de la paternidad, que no Paternidad, y teoricen empíricamente después, como yo intentaré también si se da la oportunidad.

Besos y abrazos,

Don.
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martes, 16 de diciembre de 2008

Inamovible ultimátum matutino

¡Buenos días!

Aquí lo único que no se mueve, y lo es por momentos, es mi admiración por esta esplendorosa ribera del Arlanzón, hoy bruñida de turbia y gris nubosidad que realza las peladas y cárdenas ramas de la arboleda ya casi invernal. Y es que a ratos, cuando me quedo extasiado, como paralizado, mirándola, me quedo inerme por unos instantes, antes de que mi cerebro me lance un ultimátum de que o me muevo o me apolillo. Por tanto, aparte lo anterior, no hay ultimátum que valga por estos lares, que todo fluye con la turbulenta serenidad con la que bajan las aguas del río, algo subiditas estos días tras las pasadas lluvias y nevadas.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Ultimátum a la Tierra" ("The day the Earth stood still"), de Scott Derrickson, y con Keanu Reeves y Jennifer Connelly (¡exquisítamente hermosa!). Es un remake de una famosa película de Robert Wise del año 1951; época, la de la Guerra Fría, en la que estaban de moda las naif películas de ciencia ficción, sobre invasiones alienígenas, que alegorizaban el pánico a una invasión comunista y a una guerra nuclear contra los soviéticos. La película original recuerdo con agrado haberla visto en mi infancia o adolescencia en la televisión. Para los que desconozcáis de que va, nos cuenta la llegada de unos extraterrestres a la Tierra, en son de paz, lo que no es entendido por la belicosa humanidad, con el fin de advertirles de que cesen en su autodestrucción o serán destruidos por ellos antes de que se carguen el planeta.

En este moderno remake, en lugar de que los alienígenas vienen por la violencia y las guerras, vienen más bien por cuestiones ecológicas, por el destrozo al que está sometiendo la humanidad al planeta, básicamente en el primer mundo. De hecho, se dice el siguiente aforismo en el film: "Si la Tierra muere, la humanidad morirá; pero si la humanidad muere, la Tierra seguirá viviendo". La película, regularcilla, tirando a mala, porque no aporta nada especialmente interesante, redunda en tópicos y carece del encanto naif de la original. Habría que aplicarle el principio de la parsimonia científica, ese que dice, más o menos, que si dos modelos matemáticos explican igualmente la realidad, siempre escogeremos el más simple. Además, el personaje del niño es innecesario e irritante sobremanera, y habría que fulminar todas las escenas en las que aparece para mejorar un poquito este fallido remake.

Ahora, para ayudarnos algo a fluir con naturalidad por la vida y poder sobrellevar algún que otro eventual ultimátum que podamos recibir, nada como un poquito de sabiduría ajena:

- "Es más fácil destruir un átomo que un prejuicio". (Albert Einstein).

- "Es detestable esa avaricia espiritual que tienen los que, sabiendo algo, no procuran la transmisión de esos conocimientos". (Miguel de Unamuno).

- "El auténtico conservacionista es alguien que sabe que el mundo no es una herencia de nuestros padres, sino un préstamo de nuestros hijos". (J. J. Audubon).

- "Solo cuando se haya cortado el último árbol, solo cuando el último río haya desaparecido envenenado, solo cuando se haya capturado el último pez, solo entonces podrás entender que el dinero no sirve para poder comer". (Proverbio hindú).

- "La humanidad no puede liberarse de la violencia más que por medio de la no violencia". (Mahatma Gandhi).

- "Somos lo que hacemos, pero somos, principalmente, lo que hacemos para cambiar lo que somos". (Eduardo Galeano).

Besos y abrazos,

Don.
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viernes, 12 de diciembre de 2008

Cautiverio matutino

¡Buenos días!

Ya sabéis que me siento preso del encanto de esta ribera y de sus circunstancias, hoy tibiamente soleadas y con grises nubes celadoras condicionando nuestras vidas. El caso es que sé que cuando yo quiera me libraré de su sutil y nada férreo dominio, y ella del mío a través de estos matutinos; cosa difícil, sin embargo, que la rutina ribereña tiene una fuerza gravitacional inesperadamente atractiva. Así que, de momento, aquí sigo felizmente enjaulado tras los ventanales, mirando absorto y preguntándome sobre como llegué a esta dulce situación.

Ayer por la tarde estuve viendo otra de las películas que se programan en el Aula de Cine de la Universidad de Burgos, siempre en versión original subtitulada, aunque esta vez sin subtítulos, que era argentina, pero que no le hubieran venido nada mal para algún que otro giro idiomático algo incomprensible por estos lares. Se trató de "Cautiva", de Gastón Birabén, y con Bárbara Lombardo y Susana Campos. Basada en un caso real, ejemplo de muchos otros, nos cuenta la historia de una adolescente de 15 años que de pronto se entera, a través de un juez, de que quien creía que eran sus padres no lo son en realidad (desde el punto de vista genético), pues fue ilegalmente adoptada, cuando era bebé, en la época de dictadura militar de fines de los años 70, tras haber sido "desaparecidos" sus padres durante la represión dictatorial.

De repente se abre un abismo ante nuestra aturdida protagonista, pues es separada de la familia que conocía y entregada a su abuela de sangre, a quien no conoce de nada, pero poco a poco va tomando conciencia de su situación y trata de averiguar su verdadera identidad y recuperar su verdadera memoria histórica. Muy buena película, que nos mantiene casi siempre en un estado de inquietante tensión y desazón, y que nos hace plantearnos muchas cuestiones al respecto, ya sea en un sentido o en otro.

Ahora un poquito de cautivadora sabiduría ajena que tal vez nos saque de alguna que otra encerrona vital, dando alas a nuestro pensamiento:

- "No es la carne y la sangre, sino el corazón, lo que nos hace padres e hijos". (Friedrich von Schiller).

- "Las cadenas de la esclavitud solamente atan las manos: es la mente lo que hace al hombre libre o esclavo". (Franz Grillparzer).

- "Algún día, en cualquier parte, en cualquier lugar, indefectiblemente te encontrarás a ti mismo, y ésa, solo ésa, puede ser la más feliz o la más amarga de tus horas". (Pablo Neruda).

- "Somos lo que hacemos, pero somos, principalmente, lo que hacemos para cambiar lo que somos". (Eduardo Galeano).

- "La vida solo puede comprenderse mirando hacia atrás, pero solo se puede vivir mirando hacia delante". (Sören Kierkegaard).

Besos y abrazos,

Don.
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viernes, 5 de diciembre de 2008

Enjabonando mis enredos matutinos

¡Buenos días!

Como bien sabéis, casi cada mañanita me dedico a darle jabón a esta esplendorosa ribera del Arlanzón y a toda su flora y fauna de hadas y ninfas. Y hoy se hace especialmente fácil gracias al solazo que brilla en las alturas, que le insufla a uno unas enormes dosis de vitalismo, y a las agradabilísimas temperaturas, templadas y suaves, ayudadas por la suave brisa que sopla del cálido sur. A poco que pueda, saldré a retozar en la ribera a ver si consigo enredar alguna que otra hada o ninfa ribereñas, para mutuamente enjabonarnos. Carpe diem.

Ayer por la tarde estuve viendo otro de los films que se programan en el Aula de Cine de la Universidad de Burgos, siempre en versión original subtitulada. Esta vez se trató del film danés "A soap (enjabonado)" ("En soap"), de Pernille Fisher Christensen, y con Trine Dyrholm y David Dencik. Una muy, muy buena película, con toques de humor, y con momentos realmente espléndidos, que me emocionaron casi tanto como a las marujas los culebrones (que sin embargo a mi me irritan). Si podéis pillarla, creo que se estrenó comercialmente el pasado mes de julio, vedla, os la recomiendo.

En esta película vemos como una insatisfecha treintañera acaba de abandonar a su novio, con el que ha estado conviviendo varios años, y se traslada a un nuevo apartamento, donde no para de llevar continuos ligues de una noche. Al poco, conoce a uno de sus nuevos vecinos, un frágil transexual, adicto a los culebrones, hosco, de carácter depresivo, y al que le queda poco para la operación que le convertirá en mujer. Poco a poco, la fascinación de la chica por el transexual va en aumento, con sus vaivenes, y empiezan a cuidarse mutuamente cuando una o el otro se encuentran mal; y el roce, que ya sabemos que hace el cariño, como dice el refrán, les va llevando al amor, un amor confuso, dubitativo, difícil y a tropezones ... en definitiva, una pequeña inmersión en lo complejo del amor, aunque como le oía decir con frecuencia a alguien conocido ... ¿qué importa el sexo (el género) si el amor es puro? ...

Ahora, para ayudarnos ante algún que otro eventual enredo amoroso, nada como un poquito de sabiduría ajena:

- "El alma que hablar puede con los ojos también puede besar con la mirada". (Gustavo Adolfo Bécquer).

- "Sea ésta la regla de nuestra vida: decir lo que sentimos; sentir lo que decimos; en suma, que la palabra vaya de acuerdo con los hechos". (Séneca).

- "El amor no se manifiesta en las ganas de acostarse con alguien, sino en el deseo de dormir junto a alguien". (Milan Kundera).

- "Solamente una vida dedicada a los demás merece ser vivida; es cuando llega la alegría de vivir". (Albert Einstein).

Besos y abrazos,

Don.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Magistral lección matutina

¡Buenos días!

Tras varios días de nevadas y temperaturas rondando el bajo cero, hoy ha subido el termómetro, aunque ha bajado, paradójicamente, la sensación térmica de confort. El caso es que hemos cambiado nieve por lluvia, el sereno y acogedor manto de armiño por la nada confortable, por lo húmedo y ventoso, gris manta de acuosas nubes. Así que, como siempre, la sabia naturaleza nos sigue enseñando que las apariencias engañan que lo que parece mejor confort térmico, por el aumento de las temperaturas, no siempre es así, que hay otros factores que influyen y a los que, a veces, no prestamos demasiada atención, como el grado de humedad, la intensidad del viento, etc., que modulan la simple relación anterior. No nos dejemos engañar, y comprobemos por nosotros mismos que lo que parece no siempre es.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo una película alemana que, desde ya, os recomiendo encarecidamente que vayáis a ver, por la magistral lección que nos imparte, lección que puede que nos suene a sabida, pero que siempre conviene repasar ... por si acaso ... que la memoria es poco fiable, menos cuanto más alejada en el tiempo está de los hechos. Se trató de "La ola" ("Die Welle"), de Dennis Gansel, y con Jürgen Vogel. Está basada en unos hechos reales que ocurrieron en un instituto norteamericano de secundaria en los años 60, pero trasladados a un instituto alemán en la actualidad, en los que un profesor, como actividad escolar y dado el aburrido tema que tratan, la autocracia, decide poner en práctica en su clase los postulados autoritarios de una dictadura para que lo aprendan mejor y para comprobar si es posible que hoy en día se repitan hechos como los de la Alemania nazi. El problema es que el experimento se fue de las manos y tuvo que ser suspendido al quinto día por el fervor con el que se lo tomaron buena parte de los alumnos. Insisto, esto sucedió en la realidad.

La película, espléndida y demoledora, debería de proyectarse en los institutos a modo de lección magistral. Nos habla de la educación de nuestros hijos (por parte de los docentes y de los padres), de totalitarismo, de presión y coacción grupal, de violencia, de sectarismo excluyente ... y de lo cerca que lo tenemos, que cualquiera de nosotros puede ser presa fácil de sus simples y alienantes postulados, que el fascismo está acechando tras cada esquina y a poco que se den las condiciones adecuadas volverá a prender, si no lo hace ya constantemente a pequeña escala. Habrá que estar en continua alerta si no queremos repetir los mismos errores una y otra vez.

Bueno, ahora un poco de sabiduría ajena, a modo de elementos con los que conformar una lección magistral de la vida, y que nos ayude a superar con bien los embates, las oleadas que la vida nos depara:

- "La sociedad paga bien caro el abandono en que deja a sus hijos, como todos los padres que no educan a los suyos". (Concepción Arenal).

- "Al que no aprende con los padres, le enseñará el mundo". (A. da Silva Costa).

- "Nuestra juventud es decadente e indisciplinada. Los hijos no respetan ni escuchan ya los consejos de sus mayores. El fin de los tiempos está cerca". (grabado caldeo en piedra, año 2000 a.C.).

- "Nuestra juventud gusta del lujo y es maleducada, no hace caso a las autoridades y no tiene el menor respeto por los de mayor edad. Nuestros hijos hoy son unos verdaderos tiranos. Ellos no se ponen de pie cuando una persona anciana entra. Responden a sus padres y son simplemente malos". (Sócrates, años 470-399 a.C.).

- "Si tanto me alaban será por alabarse a sí mismos, pues al alabarme dan a entender que me comprenden". (Aristóteles).

- "Primero vinieron a buscar a los comunistas y no dije nada porque yo no era comunista. Enseguida vinieron por los judíos y no dije nada porque yo no era judío. Después vinieron por los sindicalistas y no dije nada porque yo no era sindicalista. Luego vinieron por los católicos, y no dije nada porque yo era protestante. Luego vinieron a por mí, pero ya es tarde, pues no quedaba nadie que dijera nada". (Martin Niemöller).

- "El hombre se precipita en el error con más rapidez que los ríos corren hacia el mar". (Voltaire).

- "El cerebro humano tiene cierta semejanza con una máquina de acuñar moneda: si en vez de oro echas en ella metal impuro o escoria, no tendrás jamás una moneda de ley aunque dicha máquina funcione con perfección". (Santiago Ramón y Cajal).

Besos y abrazos,

Don.
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