sábado, 29 de marzo de 2014

Matutino duplicado

¡Buenos días!

No sé si habrá algún clon por ahí de mis bien amados matutinos, a quienes considero únicos. Desde luego este matutino no pienso repetirlo por muy bien que me quede, y muy orgulloso me sienta de él, y quiera replicarlo hasta el infinito para que no se acabe jamás, porque es extraordinariamente singular e irrepetible. Por lo demás seguimos de primavera de calendario, con esquizofrénicas tendencias otoño-invernales, por las lluvias, el viento, y las temperaturas máximas por debajo de los 15ºC de estos pasados y próximos días.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Enemy", de Denis Villeneuve, y con Jake Gyllenhaal, Mélanie Laurent, y Sarah Gadon. De este director canadiense había visto hasta ahora sus dos anteriores y muy sobresalientes films, recomendabilísimos, "Prisioneros" ("Prisoners", 2013), e "Incendies" (2010), ésta además imprescindible y portentosa, un puntito por encima de la anterior.

Está inspirada en una novela publicada en 2002, "El hombre duplicado" ("O homem duplicado"), de José Saramago, escritor portugués Premio Nobel de Literatura en 1998. Ya había visto otro film basado en una obra de este escritor, "Ensayo sobre la ceguera" ("Ensayo sobre a cegueira"), de quien nada he leído, deuda pendiente que tengo que subsanar. Se trató de "A ciegas" ("Blindness", 2008), de Fernando Meirelles, que no me gustó especialmente.

Un profesor universitario lleva una vida bastante monótona y está apático, desorientado e insatisfecho consigo mismo. Un colega le recomienda una película, alquila el video, y al verla descubre que uno de los figurantes, actor secundario de películas de serie B, es absolutamente idéntico a él. Se obsesiona con encontrarle, lo que le acarreará consecuencias imprevistas.

Película espléndida, que me encantó, compleja, de muchas lecturas, al menos tan poliédrica como supongo debe ser la novela de la que parte, y que os recomiendo ver a pesar de su desconcertante final, que me dejó atónito, tan alucinado como el propio personaje principal, cosa que no me importó, debido al viaje intelectual que me provocó hacer durante su metraje. Con mucho suspense psicológico y algunos toques oníricos, todo parece extraño y surrealista en la peripecia investigadora del protagonista.

Una historia que reflexiona sobre la identidad, sobre el qué nos hace únicos y distintos de los demás, que podría también hacerlo sobre la clonación o sobre la dualidad (el bueno y el malo que todos llevamos dentro, por ejemplo) o sobre si somos nuestro peor enemigo, quizás también sobre la concatenación (¿por azar?) de causas y efectos, y sobre varios otros temas más, siempre haciendo que nos planteemos preguntas, sin contestación, quizá algo incómodas y desasosegantes, principio básico de la filosofía.

Ahora algo de más filosofía con unas citas de sabiduría ajena, comenzando por una cita de Saramago que se menta en el film:

 - "El caos es un orden por descifrar".  (José Saramago).

 - "El azar no es más que el efecto conocido de una causa aún por conocer".  (Voltaire).

 - "El destino es la suma de todas las decisiones que tomamos en nuestra vida, incluso las que en su momento parecen insignificantes".  (María Dueñas).

 - "Alonso Quijano no estaba loco. Lo que estaba era harto, y por eso eligió otra vida".  (José Saramago).

 - "Pretendemos comprender la vida a través de sus coherencias e identidades, cuando ciertamente éstas se explican por sí solas y no nos aportan nada. Deberíamos buscar la comprensión a partir de sus contradicciones, pues éstas sí nos aportan información de la vida y la realidad".  (José Saramago).

 - "Yo no soy filósofo ni científico. No creo que haya un principio del mal ni del bien. Lo único que sé es que todo está dentro de nuestro cerebro".  (José Saramago).

Besos y abrazos,

Don.
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jueves, 27 de marzo de 2014

Los matutinos que me albergan

¡Buenos días!

En estos inmensos matutinos que cada mañana me acogen y me prestan toda clase de servicios y atenciones me encuentro la mar de a gusto, como así me sucede en estos días de revuelta primavera, bastante fresca y desapacible a poco que uno no se abrigue bien, pero que siempre nos deja en herencia unas monumentales ganas de disfrutar de la vida.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "El Gran Hotel Budapest" ("The Grand Budapest Hotel"), de Wes Anderson, y con Ralph Fiennes, Tony Revolori, y Saoirse Ronan, entre muchísimos otros famosos actores más. Este film, que está inspirado en varias obras de Stefan Zweig, es el octavo largo de este director, de quien había visto tres de sus anteriores, "Moonrise kingdom" (2012), "Viaje a Darjeeling" ("The Darjeeling Limited", 2007), y "Life acuatic" ("The life acuatic with Steve Zissou", 2004), siempre con su muy estrambótica mirada que retrata la realidad como excéntricos universos de cuento.

En un país centroeuropeo imaginario, tirando al oriente, durante los años 30 del pasado siglo, poco antes de la II Guerra Mundial, se encuentra un lujosísimo hotel-balneario de montaña, donde un reputadísimo y servicial conserje, y también amante de las ancianas ricachonas que por allí se alojan con regularidad, acoge como protegido suyo a un botones recién llegado. Una de éstas fallece en extrañas circunstancias y deja en herencia al conserje un valiosísimo cuadro, ante la estupefacción e indignación de la familia, quedando ambos, conserje y botones, enredados en un tremendo lío de cruentas venganzas familiares por hacerse con la inmensa fortuna de la herencia.

Salvo con su anterior film, "Moonrise kingdom", el único suyo de los cuatro que he visto que me encantó en su totalidad, con el hoy glosado me ha pasado lo mismo que con el resto, no me dijo gran cosa, no le vi mucho sentido a esta peculiar comedia. Eso sí tuvo algunos momentos sueltos buenísimos o muy divertidos, y siempre su fascinante y minucioso universo visual y su estilo personal y auténtico, pero que esta vez tampoco consiguieron sacarme de mi desconcierto e indiferencia.

Ahora algo de sabiduría ajena, que espero acomodemos bien en nuestras entendederas:

 - "Por mi vida han galopado todos los corceles amarillentos del Apocalipsis, la revolución y el hambre, la inflación y el terror, las epidemias y la emigración; he visto nacer y expandirse ante mis propios ojos las grandes ideologías de masas: el fascismo en Italia, el nacionalsocialismo en Alemania, el bolchevismo en Rusia y, sobre todo, la peor de todas las pestes: el nacionalismo, que envenena la flor de nuestra cultura europea".  (Stefan Zweig, 1881-1942).

 - "Cuando viajo por Europa paso bastante tiempo en la habitación del hotel, repasando la cultura local a través de los programas de televisión".  (Bárbara Probst Solomon).

 - "El amor y la razón son dos viajeros que nunca moran juntos en el mismo albergue. Cuando el uno llega, el otro parte".  (Walter Scott).

Besos y abrazos,

Don.
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miércoles, 26 de marzo de 2014

Inmortal decadencia matutina

¡Buenos días!

No voy a entrar en bizantinas discusiones sobre si estos matutinos serán o no para siempre jamás de los jamases, pero desde luego su más o menos regular cadencia mañanera dan cierto sentido a mi vida combatiendo mi natural deterioro, que todo devenir vital conlleva. Por lo demás, con clima revuelto, rayano en lo invernal, continuamos de resurgir primaveral, lejos, muy lejos todavía de su declive allá por el apogeo solar del solsticio de dentro de casi tres meses, en un continuo y eterno ciclo estacional de nacimiento y muerte ... la vida misma, en general, a la que hay que amar con pasión, que no la nuestra particular, que también debe ser amada sin medida.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Byzantium", de Neil Jordan, y con  Saoirse Ronan, Gemma Arterton, y Sam Riley. Hasta ahora había visto cuatro de los muchos anteriores films de este veterano director, en concreto, "Desayuno en Plutón" ("Breakfast on Pluto", 2005), "El buen ladrón" ("The good thief", 2002), "Entrevista con el vampiro" ("Interview with the vampire: The vampire chronicles", 1994), y "En compañía de lobos" ("The company of wolves", 1984).

Tras huir precipitadamente del escenario de un violento crimen, un par de jóvenes, una despampanante y seductora, y la otra introvertida, que esconden misteriosos secretos, se instalan en un destartalado hotel, el "Byzantium", de una decadente ciudad costera de vacaciones.

Una muy buena película esta historia de vampiros, que habla de lo que todas las buenas películas de este género, de amor intemporal hasta la muerte (y más allá), en definitiva, de amor y de muerte (del bien morir), y en consecuencia de la vida.

Con una buena banda sonora, y una atmósfera especial que recuerda a la otra película de vampiros de este director, "Entrevista con el vampiro" y con detalles de su también "En compañía de lobos", rompe algunas convenciones del género vampírico, aunque hable de lo esencial (amor y muerte). Por su historia de amor adolescente, también me recordó a esa joyita fílmica que es para mí "Déjame entrar" ("Lat den rätte komma in", 2008), de Tomas Alfredson.

Con algunos pocos momentos realmente sangrientos, es básicamente reflexiva y un drama personal de sus protagonistas, que tratan de pasar más o menos por su vida eterna buscando el amor y sin hacer demasiada sangre ni dejar demasiados cadáveres por el camino (al menos una de ellas). También va del precio que se paga por la inmortalidad.

Ahora algo de inmortal sabiduría ajena, a modo de antioxidante cerebral para evitar su deterioro:

 - "La literatura es una extraña máquina que traga, que absorbe todos los placeres, todos los acontecimientos de la vida. Los escritores son vampiros".  (George Bernard Shaw).

 - "La muerte solamente tiene importancia en la medida en que nos hace reflexionar sobre el valor de la vida".  (André Malraux).

 - "¿Qué es la vida eterna sino aceptar el instante que viene y el instante que se va?".  (Cesare Pavese).

 - "Uno a uno, todos somos mortales. Juntos, somos eternos".  (Apuleyo).

 - "El amor es el gran refugio del hombre contra la soledad, la inmensa soledad que le han impuesto la naturaleza, la especie, las leyes eternas".  (Henri Bataille).

Besos y abrazos,

Don.
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lunes, 24 de marzo de 2014

No hallas matutinos de perros

¡Buenos días!

Mudo me quedo cada vez que me dejo envolver por estos días de primavera, da igual que sean cálidos y soleados o revueltos de lluvias y frescachones, aunque jamás de perros. Hoy nuboso, con lluvias que seguro caerán y temperaturas más propias de suave invierno que de primavera (máxima prevista para hoy de 13ºC).

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Los canallas" ("Les salauds"), de Claire Denis, y con Vincent Lindon, Chiara Mastroianni, Julie Bataille, Michel Subor, Christophe Miossec, Lola Creton, y Alex Descas. Es el segundo largo que veo de esta directora francesa tras "Una mujer en África" ("White material", 2009).

El capitán de un petrolero debe abandonar precipitadamente su barco para volver a París para ayudar a su hermana, que le echa en cara el haberla abandonado y no haberse preocupado de su penosa situación, pues su cuñado y buen amigo acaba de suicidarse, la empresa familiar está en quiebra, y su sobrina se encuentra en un psiquiátrico. Para vengar la afrenta hecha a la familia se muda a un piso vacío en el mismo edificio en el que vive la amante de quien dice su hermana es el responsable de todo. Pero ella no le ha contado toda la verdad.

Una muy turbia historia con aires de thriller de cine negro, poco convencional, contada de un modo muy errático, que no me gustó, pues no me dijo nada (tampoco se habla mucho), aunque de buenas factura técnica y banda sonora, sobre un tipo, especie de justiciero al que le falta información (como al propio espectador), un torpe marinero en tierra que va dando palos de ciego y se encuentra una situación de pesadilla, muy sórdida y empantanada.

Ahora algo de sabiduría ajena, un par de escasas citas, nada ruines, donde podréis encontrar quizá buen remedio contra algunas canalladas de la vida:

 - "Estad siempre dispuestos a hablar con franqueza y evitaréis la compañía de los hombres ruines".  (William Blake).

 - "La vida es un manantial de goces; pero donde la canalla deja envenenadas las fuentes".  (Friedrich Nietzsche).

Besos y abrazos,

Don.
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miércoles, 19 de marzo de 2014

Matutino de rancio abolengo

¡Buenos días!

No me voy a andar por las ramas, ni a enredarme en subterráneas raíces, el fresco linaje de estos matutinos se ventila en un pispás, que no es más que ese descastado ciudadano del mundo que vengo a ser yo mismo, quien los escribe y suscribe desde hace algo más de quince años. A falta de un solo día para el equinoccio, y que nos entre la coquetona primavera con sus requiebros, y nos cautive como sólo ella sabe hacer, se nos ha nublado algo este día y parece amagar algún leve chaparroncillo para por la tarde, refrescando ligeramente (unos dos grados menos que ayer).

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Ocho apellidos vascos", de Emilio Martínez Lázaro, y con Clara Lago, Dani Rovira, Karra Elejalde, y Carmen Machi. De este veterano director he visto casi todos sus largos, en concreto sus cuatro anteriores: "La montaña rusa" (2012), "Las 13 rosas" (2007), "Los dos lados de la cama" (2005), y "El otro lado de la cama" (2002). Uno de los guionistas del film es Borja Cobeaga, director a su vez de dos películas, como su impagable debut con "Pagafantas" (2009), y la regularcilla "No controles" (2010).

Un joven andaluz jamás ha salido de su Sevilla natal para conseguir lo único que le importa en la vida: el fino, la gomina, el Betis y las mujeres. Pero todo cambia el día que conoce a la primera chica que se le resiste, una vasca de pura cepa que pasaba por allí de mala gana. Se ha enamorado, y decidido a conseguirla la sigue hasta su pueblo de las Vascongadas profundas, teniendo que hacerse pasar él por vasco para intentar que le haga caso.

Salvo algunos muy buenos e ingeniosos golpes sueltos de humor, no me hizo especial gracia esta comedia romántica (le falta chispa en general), que se deja ver, y que se ríe de los tópicos de vascos y andaluces y de sus ridículos prejuicios culturales (extensibles a toda España ... y al resto del mundo), y esperpénticos hechos diferenciales. Y sin embargo ha sido la más taquillera de esta semana, con aplastante diferencia, superando superproducciones hollywoodienses.

Ahora, algo de sabiduría ajena, escogida de entre las citas de más alta alcurnia:

 - "El nombre propio es el que marca la individualidad; el apellido, las relaciones sociales".  (Ángel Ganivet).

 - "En cuestión de árboles genealógicos es más seguro andarse por las ramas que atenerse a las raíces".  (Jacinto Benavente).

Besos y abrazos,

Don.
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martes, 18 de marzo de 2014

Matutino nada encrespado

¡Buenos días!

La serena calma que se respira en estos matutinos me eriza el vello de puritita emoción bastantes veces, mientras me enredo en mis propios circunloquios mañaneros antes de glosaros el film, u obra de teatro, que vi la jornada anterior. Ya queda menos para que entremos, por calendario, pasado mañana, en la revoltosa primavera, pero de momento la calma climática, el sol y las agradabilísimas temperaturas (máxima prevista para hoy de 22ºC), apaciguan y alisan hasta al más pintado.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Pelo malo", de Mariana Rondón, y con Samuel Lange y Samantha Castillo. Es el primer largo que veo de esta directora venezolana y que ha ganado diversos premios.

Un niño de nueve años de pelo rizado (cree que tiene pelo malo) quiere alisárselo para la foto del anuario de su escuela, porque así lo llevan los cantantes de moda, lo que le lleva a un enfrentamiento con su joven madre, quien lo educa con dureza y sin apenas afectividad, madre soltera con otro bebé, y que acaba de ser despedida de un trabajo de salario mínimo, viviendo al límite de la miseria. Él quiere ponerse guapo para que su mamá lo quiera, pero ella lo rechaza cada vez con mayor frialdad y aspereza, pues ve que no se comporta como los demás chicos y cree que es homosexual.

No vi con especial agrado la historia de este niño en la que el que éste sea gay o no, que no queda claro en el film (¡qué más da!, pues, ¿cómo puede saberse antes de la adolescencia esto?), o su deseo de alisarse el pelo, es lo de menos, pues lo importante es lo que subyace, es la sutil crítica a una sociedad intolerante y llena de prejuicios morales, que no acepta a los diferentes (por condición sexual, racial, social, política, etc.). Tal vez no empaticé con la frialdad emocional que destilan todos sus personajes en la mayoría de las ocasiones.

Ahora algo de sabiduría ajena, y como en un rapado casi al cero, hoy va con una sola cita, que seguro hace de suavizante capilar ... o cardiaco:

 - "La gente se arregla todos los días el cabello. ¿Por qué no el corazón?".  (Proverbio chino).

Besos y abrazos,

Don.
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lunes, 17 de marzo de 2014

Prescripciones matutinas sin rodeos

¡Buenos días!

Otro matutino más que me autoreceto como cura de casi cualquier mal que pudiera acaecerme, sea físico o mental, sin titubeos, sin intermediarios. Vamos directos al equinoccio primaveral, sin nada ni nadie que pueda impedir el chute de hedonista bienestar que nos dará ... bueno, que ya nos está dando esta primavera desde que decidió venir con nosotros antes de que legalmente se instituya la estación primaveral, que ponerle puertas al campo es tontería, que las manadas de seres que quieren disfrutar son muchas, dando brincos o trompadas, que cada cual decide lo que es bueno para él, y no debe dejar que le impongan lo que para otros es lo bueno.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Dallas buyers club", de Jean Marc Vallée, y con Matthew McConaughey, Jared Leto, Jennifer Garner, y Denis O'Hare. Los dos primeros recibieron este año el Óscar a la mejor actuación masculina (principal y secundario, respectivamente). De este director canadiense ya había visto sus tres anteriores films: "Café de Flore" (2011), "La reina Victoria" ("The young Victoria", 2009), y "C.R.A.Z.Y." (2005). Todos me encantaron.

En el Dallas del año 1985, a un electricista y cowboy de rodeo, un macarra mujeriego, machista y homófobo, le diagnostican que padece SIDA y que le queda un mes de vida. Una vez asumido el shock de padecer una enfermedad mortal y que consideraba propia de homosexuales, rechazado por amigos y compañeros de trabajo, no acepta ese destino y se pone a investigar sobre la enfermedad, desafiando a la comunidad médica de su país al empezar a consumir medicamentos ilegales para combatir su enfermedad, que compra en el extranjero. Sin trabajo y arruinado, ve la oportunidad de venderlas de estraperlo para ganarse la vida, y se aliará con otro enfermo, un transexual con tantas ganas de vivir como él. Para eludir las leyes de tráfico de drogas, en lugar de venderlas a otros enfermos, montan un club de compradores en su ciudad, donde las regalan a cambio de una cuota de socio. No sólo sobrevivió el mes pronosticado (vivió siete años más), sino que prosperó, y de rebote ayudó a otros a no morir tan pronto, con mayor eficacia que la medicina y farmacopea oficiales del momento.

Una muy buena película esta historia real de un cowboy de rodeo que quiso seguir montando la vida a pesar de sus riesgos (caídas y tarascadas varias) y contra viento y marea. Se convirtió en experto en curas alternativas a las propuestas por las multinacionales farmacéuticas, contra las que luchó, porque miran más por el beneficio que por el paciente. También pasó de su intolerante homofobia a ser él el rechazado por "apestado" con SIDA, y en el camino cambió su visión de las cosas, y ayudó casi sin querer a otros, más como poderoso efecto secundario de sus ansias de supervivencia que como generosa decisión de ayudar. Muy de agradecer el enfoque de entusiasta lucha por la vida en lugar de dejarse caer en el melodramón de una vida rota por la enfermedad.

Ahora, directos a los lomos de la sabiduría ajena, alguna de cuyas recetas tal vez nos cure de algo:

 - "Apolo, el dios de la medicina, solía enviar las enfermedades. En el principio, los dos oficios eran uno solo, y sigue siendo así".  (Jonathan Swift).

 - "La mejor medicina es un ánimo gozoso".  (Salomón).

 - "El mejor médico es el que conoce la inutilidad de la mayor parte de las medicinas".  (Benjamín Franklin).

 - "El zapato que va bien a una persona es estrecho para otra: no hay receta de la vida que vaya bien para todos".  (Carl Gustav Jung).

Besos y abrazos,

Don.
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sábado, 15 de marzo de 2014

Trastorno vespertino

¡Buenas tardes!

¡Empezamos bien estos matutinos ... por la tarde, y en un día no laborable! ... espero que no se me trastoquen más que esto y no vuelvan más caóticos, de lo que ya de por sí son, los desvaríos que me fluyen cada mañana (o tarde) y que plasmo, a obsesivos y compulsivos aporreos de teclado, sobre el virtual folio en blanco, más o menos ensuciado con las renegridas letras. Y ya este próximo jueves la primavera de calendario llamará a nuestras vidas, terminando de desbarajustar nuestras emociones tras el equinoccio, como ya empezaron a hacer sus anticipos climáticos de estos días de tibio sol, suaves brisas y hedonismo a raudales en estos terminales días de invierno. De todas formas, como en anteriores ocasiones, no nos enloquecerá mucho más de lo que ya lo estamos el resto del año.

Ayer por la noche estuve en el teatro viendo "TOC TOC", de Laurent Baffie. La versión española de esta obra francesa es de Julián Quintanilla, y está dirigida por Esteve Ferrer, e interpretada por él mismo, Miguel Foronda, África Gonzalbes, Carmen Arévalo, Inge Martín, Pablo Vázquez, y Sara Moros.

Seis personas, cada uno con su propio Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC), acuden a la consulta de un afamado psiquiatra para tratar de solucionar su problema. Una vez allí, les dice su asistente que el doctor no está y tardará en llegar, así que deciden entre ellos, no sin reticencias, hacer una terapia colectiva.

Una buena obra de teatro, muy divertida, en el que se nos muestra un buen repertorio de patológicas rarezas con las que resulta difícil (imposible, diría yo) no identificarse en algún momento. Lo que se destila es que todos somos raros de una u otra forma, y que cuando nos preocupamos por los demás, más que por nosotros mismos, se nos olvidan nuestras propias penas, insanias y extravagancias.

Ahora acudamos a la llamada de la sabiduría ajena, que seguro nos ayuda a curarnos de nuestra confusión mental:

 - "La alegría es el ingrediente principal en el compuesto de la salud".  (Arthur Murphy).

 - "Hemos de saber anticiparnos a encontrar lo cómico que haya en nosotros. Así podremos evitar que los otros se burlen de nuestra escasa perfección".  (Noel Clarasó).

 - "Nada mejor que leer acerca de los problemas de los demás para olvidar los propios".  (Carlos Ruiz Zafón).

 - "La ciencia moderna aún no ha producido un medicamento tranquilizador tan eficaz como lo son unas pocas palabras bondadosas".  (Sigmund Freud).

Besos y abrazos,

Don.
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viernes, 14 de marzo de 2014

Surgimientos matutinos a cientos

¡Buenos días!

Como el sol de cada mañana tras el oscuro horizonte, vuelve a alzarse desde las penumbras de mi coco otro matutino más, de los que llevo ya escritos más de veinte centurias, con la idea de enseñorearse de mis entendederas mientras lucho con ellos por librarme de las pegajosas legañas que quieren conquistarme y nublar mi vista. Mientras tanto seguimos avanzando en ordenada formación, escoltados por dulces y soleados días que hacen florecer a nuestro paso gloriosas flores en algunos árboles del camino, para pasar sin sobresaltos a través del equinoccio primaveral, lo que sucederá en menos de una semana, especie de arco del triunfo bajo el cual se rinde el invierno a los pies de la primavera imperial que dominará a partir de ahora.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "300: El origen de un imperio" ("300: Rise of an empire"), de Noam Murro, y con Sullivan Stapleton, Eva Green (preciosos pechos), Rodrigo Santoro, y Lena Headey. Es el segundo largo de este director y primero suyo que veo, que es una especie de spin-off de un exitosísimo film del año 2007: "300", de Zack Snyder.

Como "300", es también una adaptación de otro cómic de Frank Miller, que se desarrolla en el s.V a.C., durante las Guerras Médicas entre persas y griegos. Así como la primera narraba, mistificadamente mitificada, la batalla de las Termópilas, en la que los espartanos de Leónidas se enfrentaban a los ejércitos de Jerjes, ahora se narran otras batallas en la que los griegos, liderados por el general Temístocles, para evitar ser invadidos por los persas, se enfrentan a sus poderosos ejércitos, liderados por su rey Jerjes y comandados por Artemisia.

Otra sobredosis épica plena de sangre a chorros, efectos especiales, y testosterona, incluso corriendo por las venas de sus dos personajes femeninos principales. Sin embargo, a pesar de ser muy parecida a la primera, de tener una estupenda fotografía y banda sonora, no me apabulló (en el buen sentido) como la poderosísima "300", no sé si porque no es tan redonda, o porque le faltó el efecto sorpresa de la primera, a la que acudí tremendamente escéptico, suponiendo que no me gustaría nada de nada, y de la que salí admirado de su preciosismo visual, su perfección técnica y trepidante acción, a pesar de su épica, exceso de violencia (estilizada, eso sí), todo remojado en litros de testosterona, cosas de las que, a priori, abomino. Este spin-off, además, en muchos momentos, más me pareció un videojuego que una película. En definitiva, secuela innecesaria, dejar la original sin la compañía de la hoy glosada hubiera sido suficiente.

Ahora ascendamos al Olimpo de la sabiduría ajena, de donde os escojo estas citas de entre las centurias, miríadas más bien, de ellas que hay por doquier:

 - "General que en cien batallas vence, nada habrá ganado si la ciento una pierde".  (refrán).

 - "Quien a uno castiga, a ciento hostiga".  (refrán).

 - "De ciento que pueden soportar la adversidad, apenas hay uno que pueda sobrellevar la prosperidad".  (Thomas Carlyle).

 - "Para que dure un imperio, es menester que el magistrado obedezca las leyes, y el pueblo al magistrado".  (Solón).

Besos y abrazos,

Don.
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miércoles, 12 de marzo de 2014

Mi mascota matutina

¡Buenos días!

Un tipo dormilón y mal madrugador como yo parece extraño que se haya convertido en un matutinero de adopción, a la par que especie de mascota de mis matutinos, ¿o era al revés, que ellos eran mi mascota? ... ¡qué más da!, que no tengo muy claro quien domesticó a quien, y lo más probable es que hubiera sido recíproco y simultáneo. Por lo demás, estos días de primavera adelantada, soleada y suave, siguen acompañándonos fielmente hasta el final del invierno, cuando atravesemos el punto solsticial en algo más de una semana.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo una de animación por ordenador, "Las aventuras de Peabody y Sherman" ("Mr. Peabody & Sherman"), de Rob Minkoff. Está basada en una serie de dibujos animados de los años 50 y 60, "Peabody’s improbable history". De este director sólo había visto su anterior film, con actores de carne y hueso, "Atraco por duplicado" ("Flypaper", 2011). Es conocido por haber codirigido "El rey león" ("The lion king", 1994), la famosa película de animación de la Disney, con la que debutó en el largo.

El Sr. Peabody es el ser vivo más inteligente y superdotado del planeta, es un genio en todo lo que aborda. Es científico, inventor, ha ganado el Premio Nobel, experto cocinero, medallista olímpico, consejero del presidente de gobierno y reputado magnate de las finanzas. Y además es un perro. Hace años encontró en un callejón un bebé abandonado, y lo adoptó como mascota, convirtiéndose en su padre adoptivo. Para enseñar a su hijo inventó una máquina del tiempo para viajar con él y mostrarle el mundo en sus cuatro dimensiones, relacionándose con los personajes más insignes de todos los tiempos.

Me llamó la atención la extravagancia del argumento para animarme a ir a verla, pero me decepcionó levemente debido a cierto barniz de moralina paternalista (nada exagerado), que seguro la serie original no tenía (poco probable en sus miniepisodios de unos cinco minutos). Aun así, se deja ver, habiéndome gustado especialmente el arranque (más afín a la serie original). Con alguna gracieta del agrado de los adultos, me imagino que también es un divertido entretenimiento para los peques. Supongo que a sus padres también gustará, que seguro les sirve de catalizadora ayuda para su educación.

Este film fue precedido por un corto de animación por ordenador, "Destino Home" ("Almost Home"), que es el avance de un largo que se titutará "Home: hogar dulce hogar" ("Home"), basado en el libro "The true meaning of Smekday".

Ahora algo de sabiduría ajena, que espero adoptemos para ayudarnos en nuestro descubrimiento y comprensión del mundo:

 - "Los animales son buenos amigos, no hacen preguntas y tampoco critican".  (George Eliot).

 - "Mejor es callar y que sospechen de tu poca sabiduría que hablar y eliminar cualquier duda sobre ello".  (Abraham Lincoln).

 - "Cuando no comprendemos una cosa, es preciso declararla absurda o superior a nuestra inteligencia, y generalmente, se adopta la primera determinación".  (Concepción Arenal).

 - "La vida orgánica ha ido evolucionando gradualmente del protozoo al filósofo y esta evolución nos aseguran que representa un tremendo progreso. Desgraciadamente quien lo asegura es el filósofo, no el protozoo".  (Bertrand Russell).

Besos y abrazos,

Don.
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martes, 11 de marzo de 2014

Oh matutinos

¡Buenos días!

No salgo nunca de mi asombro por las continuas alegrías vitales que me proporcionáis cada vez que comparto con vosotros parte de mi vida, a la que ayudáis a dar total sentido. Como así también hacen los vaivenes estacionales, ahora de arrebatadoramente soleada primavera anticipada, y cálida (18ºC de máxima prevista para hoy), lo que tampoco nos pilla por sorpresa, que ella es así, alegre y juguetona, saliendo siempre de sus márgenes, decidida, tratando de borrar cualquier atisbo de dubitativa tristeza que pudiera encontrarse por ahí.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo una estupenda película. Se trató de "Oh boy", de Jan Ole Gerster, y con Tom Schilling. Es el debut en el largo de ficción de este director alemán.

Un veinteañero despierta una mañana y lo deja con su novia, harta ella de su desgana hacia la relación, o harto y desganado él, ¡qué más da! Comienza su deambular por Berlín, en el que nada le sale como él quiere, todo se le atraviesa, de bar en bar, buscando un sorbo de café que jamás puede conseguir, teniendo encuentros con desconocidos, amigos y parientes, gentes extrañas todas, con su punto de excentricidad. Él también se siente raro, descolocado del mundo, buscando no se sabe qué, pensando que hacer con su vida, sin saber que hacer.

Estupenda película esta tragicomedia, que se desarrolla durante 24 horas, sobre un joven anonadado que trata de encontrar un sentido a su vida ... y de conseguir algo de café que llevarse a la boca y que le ayude a despertar. Todo desde un enfoque algo perplejo ante los sinsentidos de la vida que nos toca, con su punto de socarrona comicidad, especialmente con la peripecia cafetera, que puntea todo el metraje. Me encantaron la asombrada y triste mirada de la cámara, el modo de contar, su tempo, y la banda sonora y la fotografía en blanco y negro.

Ahora algo de sabiduría ajena, que seguro nos ayuda a no permanecer demasiado perplejos:

 - "¡Oh, soledad, alegre compañía de los tristes!".  (Miguel de Cervantes).

 - "¿Por qué buscáis la felicidad, oh, mortales, fuera de vosotros mismos?".  (Boecio).

 - "Dime, oh Dios, si mis ojos, realmente, la fiel verdad de la belleza miran; o si es que la belleza está en mi mente, y mis ojos la ven doquier que giran".  (Miguel Ángel Buonarroti).

Besos y abrazos,

Don.
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lunes, 10 de marzo de 2014

La niña bonita de mis matutinos

¡Buenos días!

Tengo una inmensa suerte de compartir mi vida con estos jóvenes matutinos, que hace poco debieron cumplir los quince, no sé exactamente cuando, y que son más bonitos que un San Luis, y la niña de mis ojos. Ojos con los que me dejo extasiar ante la arrobadora belleza y sensualidad de estos días de primavera anticipada, con sol y fresco calorcito, que no adolece de nada, y que me hacen regresar a mis pasados, muy pasados, días de adolescencia, por las sensaciones que me provoca.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Joven y bonita" ("Jeune & jolie"), de François Ozon, y con Marine Vacth (un bellezón), Géraldine Pailhas, y Frédéric Pierrot. De este director había visto, hasta ahora, sólo cuatro de sus anteriores trece largos, todos excelentes, y magistral el más reciente: "En la casa" ("Dans la maison", 2012), "Potiche, mujeres al poder" ("Potiche", 2010), "Swimming Pool (La piscina)" ("Swimming pool", 2003), "8 mujeres" ("8 femmes", 2001).

Una hermosísima joven cumple 17 años durante las vacaciones de verano que pasa con su familia (padres y hermano pequeño) en una playa del sur. Allí vivirá su primera experiencia sexual con otro joven veraneante. De vuelta, durante ese curso escolar que va a comenzar, compagina su vida familiar y de instituto con citas con hombres de diversa edad en hoteles de lujo donde practica sexo a cambio de dinero. Citas concertadas a través de móvil e internet. Su acomodada familia la quiere, pero no se siente feliz.

Otra estupenda película de este director francés, con su inteligente mirada, algo perversa y maliciosa, pelín retorcida, hacia lo que trata de escrutar, en este caso del retrato de los adolescentes actuales, de su despertar sexual y búsqueda de su lugar en el mundo, bastantes veces en contraposición a lo que sus padres piensan, a través del misterioso personaje principal (tanto como el otro adolescente de su anterior film, "En la casa"), que ni necesita el dinero ni parece disfrutar con el sexo (desconocemos sus motivos), durante un año escolar con sus cuatro estaciones, y todo contrapunteado por cuatro canciones de Françoise Hardy, que hablan de amoríos adolescentes, bien románticos, bien desgraciados o desilusionados ... y por un poema de Arthur Rimbaud.

Ahora, en la sección de sabiduría ajena, ese bonito poema de Rimbaud, cuya versión original podéis leer aquí, que es el leitmotiv del film glosado hoy, y que se recita al poco de comenzar el film (os lo pongo traducido):

"Con diecisiete años, no puedes ser formal.
¡Una tarde, te asqueas de las jarras de limonada,
de los cafés ruidosos de resplandeciente lustre!
Y te vas bajo los tilos verdes de la alameda.

¡Qué bien huelen los tilos en las tardes de junio!
El aire es tan agradable que hay que cerrar los párpados;
Y el viento rumoroso -la ciudad no está lejos-
trae aromas de vides y aromas de cerveza.

De pronto puede verse en el cielo un harapo
de azul mar, que la rama de un arbolito enmarca
y que una estrella hiere, fatal, mientras se funde
con temblores muy dulces, pequeñita y tan blanca...

¡Diecisiete años!, ¡noche de junio! Te emborrachas.
La savia es un champán que sube a tu cabeza...
Divagas; y presientes en los labios un beso
que palpita en la boca, como un animalito.

Loco, robinsonea tu corazón por las novelas,
cuando a la claridad de un pálido farol
pasa una señorita de encantador aspecto,
bajo la sombra de falso cuello horrible de su padre.

Y como cree que eres inmensamente ingenuo,
mientras hace trotar sus pequeños botines,
se vuelve, alerta y, con un gesto expresivo...
Y en tus labios, entonces, muere una cavatina...

Estás enamorado. Alquilado hasta agosto.
Estás enamorado. Se ríe de tus versos
Tus amigos se van, estás insoportable.
¡Y una tarde, tu adorada, se digna en escribirte...!

Y esa tarde... te vuelves al café luminoso,
pides de nuevo jarras llenas de limonada...
Con diecisiete años no puedes ser formal,
cuando los tilos verdes coronan la alameda".  (Arthur Rimbaud).

Besos y abrazos,

Don.
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miércoles, 5 de marzo de 2014

¿Queda algo de los matutinos?

¡Buenos días!

Mucho permanece en mí cada vez que salgo de ellos, reverberando por entre mis neuronas, dándoles algo de luz en la cámara oscura de mis recuerdos, y animándolas a no decaer en su empeño de hacerme seguir adelante. Como así hacen estos terminales días de invierno de calendario, estación a la que ya le queda poco para llegar a su destino, en el cercano equinoccio primaveral; días que más parecen ya de primavera.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "¿Qué nos queda?" ("Was bleibt"), de Hans Christian Schmid, y con Lars Eidinger, Corinna Harfouch, Sebastian Zimmler, Ernst Stötzner, y Picco von Groote. Es el primer largo que veo de este director alemán.

Un treintañero que acaba de publicar su primer libro vive un proceso de separación marital y alejado de sus padres, a quienes visita un par de veces al año para que disfruten de su nieto. Un día la madre convoca a toda la familia a una reunión de fin de semana en su casa, donde comunica a su marido e hijos que ha dejado de tomar desde hace dos meses la medicación para su transtorno mental. Todos quedan estupefactos. Empezarán a surgir las tensiones latentes y los secretos del pasado.

No consiguió engancharme este drama familiar de ritmo frío y pausado, aunque no me desagradó, en el que se ventilan ocultos conflictos familiares durante un fin de semana como consecuencia del shock producido por el anuncio de la matriarca. Todos se verán obligados a tomar decisiones que de antiguo habían tratado de soslayar para evitar herir a la madre.

Pues ya sólo nos queda acudir a la sabiduría ajena:

 - "Cuando más desquiciada está la vida de la mente, más abandonada a sí misma queda la máquina de la materia".  (Goethe).

. - "La vida es lo que queda por vivir, vivir es penetrar en lo que ignoras".  (Francisco Umbral).

 - "Si la mañana no nos desvela para nuevas alegrías y, si por la noche no nos queda ninguna esperanza, ¿es que vale la pena vestirse y desnudarse?".  (Goethe).

Besos y abrazos,

Don.
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lunes, 3 de marzo de 2014

Amo a todos mis hijos matutinos

¡Buenos días!

Pues sí, los quiero, como no podía ser menos, y como siempre están conmigo no necesito buscarlos por ningún sitio, y eso a pesar de que también están simultáneamente con aquellos de vosotros que también los acogéis. Tras unas pocas jornadas de lluvias durante este fin de semana, el clima vuelve a asolearse, las temperaturas siguen manteniéndose suaves y agradables y ya se barrunta la primavera, a la que le quedan algo más de dos semanas para que nos llegue a través del calendario astronómico. Sentida primavera que nos insufla ganas de vivir, de dejar vivir, y de amar todo lo que nos rodea.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Philomena", de Stephen Frears, y con Judi Dench y Steve Coogan (también guionista y productor). De este veterano director inglés he visto casi todos sus films desde el primero suyo que vi, "Las amistades peligrosas" ("Dangerous liaisons", 1988), y ninguno de los anteriores. En concreto, de los de este siglo he visto: "Tamara Drewe" (2010), "La reina" ("The queen", 2006), "Mrs. Henderson presenta" ("Mrs. Henderson presents", 2005), "Liam" (2000), y "Alta fidelidad" ("High fidelity", 2000).

Basada en una historia real, Philomena es una anciana irlandesa, buena, ingenua, y muy humilde, tanto material como espiritualmente hablando, a la que obligaron a dar en adopción, cuando era adolescente, a su hijo, tras ser ingresada en una institución religiosa católica al quedar embarazada. 50 años después intenta buscarlo y no encuentra más que puertas cerradas. Una de sus hijas contacta con un afamado periodista británico en paro, recién despedido como asesor del primer ministro tras un gran escándalo, para que la ayude en la búsqueda.

Una buena película este melodrama con toques cómicos, que no es sólo una suave denuncia de ciertos horrores vividos en las instituciones religiosas irlandesas ("Las hermanasde la Magdalena"), remedo de campos de concentración, y que trata hechos de actualidad también por estos nuestros lares ... el impune robo y venta de bebés por parte de religiosos (creyendo que hacían un bien ... !!! ... ¡y luego se escandalizan del aborto! ... ¡ah, claro, que luego falta materia prima para sus turbios negocios!) ... esto es un añadido propio de la causticidad que le falta a este buen film de cierta denuncia social.

También nos habla de la relación entre estas dos personas tan distintas, de muy distintos niveles culturales, generaciones y clases sociales, ella bondadosa y bastante naif, y él cínico e irónico. Dispar tándem, pero que termina por formar un muy complementario y conjuntado equipo. Además va de esa inteligente actitud vital de no dejarse arrastrar por la amargura ni malograr nuestras vidas por rencor a causa de las maldades padecidas por la intransigencia de otros, perdonando (o no) a los que deberían ir al infierno, que no existe, por suerte para los malvados creyentes, si acaso el de la propia conciencia, cuando tomamos idem de nuestros actos, si es que tal sucede.

Ahora algo de sabiduría ajena, que espero nos insufle bondad vital, especialmente a aquellos que creen tenerla en mayor medida que el resto, se creen éticamente superiores, cuando no es así, nunca:

 - "El dolor de la separación no es nada comparado con la alegría de reunirse de nuevo".  (Charles Dickens).

 - "La religión está en el corazón, no en las rodillas".  (Douglas Williams Jerrold).

 - "Hereje no es el que arde en la hoguera. Hereje es el que la enciende".  (William Shakespeare).

 - "Aunque tu enemigo sea el ser más ruin, mezquino y miserable de la tierra, ¿serías tú acaso mejor por eso? Deja a tu enemigo que sea como fuere y procura mejorarte tú, pues no has venido a perfeccionar a tu enemigo, sino a ti mismo"  (Amado Nervo).

 - "Benevolencia no quiere decir tolerancia de lo ruin, o conformidad con lo inepto, sino voluntad de bien".  (Antonio Machado).

 - "Hasta los buenos sentimientos, si se exaltan en demasía, son capaces de conducirnos a errores deplorables".  (Jaime Balmes).

Besos y abrazos,

Don.
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