jueves, 31 de marzo de 2016

Mis matutinos siempre vienen conmigo, todos

¡Buenos días!

Vaya donde vaya nunca les dejaré, ni me dejarán, que juntos siempre lo sobrellevaremos todo mejor, lo bueno y lo malo. Como esta primavera, que hoy se acordó del invierno al que despidió en el equinoccio de hace poco más de una semana, y se lo trae con ella, dulce y suavizado, eso sí, pues viene de su mano. 11ºC de máxima prevista para hoy en los madriles, nueve menos que ayer, con sol, nubes, y alguna eventual llovizna o chaparroncillo.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "O los tres o ninguno" ("Nous trois ou rien"), de Kheiron, y con él mismo (también guionista) y Leila Bekhti. Es el debut en el largo de este comediante francés (monologuista) de origen iraní, que toca todos los palos.

En el Irán de los años 70 un joven estudiante universitario se convierte en activista político contra el régimen dictatorial del sha de Persia, pasando 7 años en la cárcel por ello. De seguido se instaura el todavía más totalitario régimen de los ayatolás, y como sigue en la lucha política, su vida ya corre peligro y debe huir junto a su mujer e hijo recién nacido, a través de Turquía, hasta llegar a Francia, en un periplo que le llevó más de un año. Allí se instalan en un muy conflictivo suburbio periférico de París, donde tanto él como su mujer acabarán de mediadores y animadores socioculturales de esa comunidad multirracial.

Una buena película (nota: 6), con sus más y sus menos, esta amable comedia sobre la tremenda odisea que padecieron los padres del director, guionista e intérprete principal de este film. Tiene muy buenos momentos de ingeniosa comicidad, con los que reí bastante, que liman todo conato de terrible drama. Buenas intenciones sobre la buena convivencia entre distintos, posible siempre que se quiera. Esta historia recuerda, y mucho, a la que seguro están viviendo ahora muchos de los exiliados sirios desparramados por Europa y allende, pero sin risas. Por los hechos que cuenta, me recordó a un excelente film de animación que os recomiendo, también francés, de hace unos años, "Persépolis" (2007) de Marjane Satrapi y Vincent Paronnaud.

Pues ya estamos en la sabiduría ajena, así que aquí arrejunto unas pocas citas, que seguro nos ayudan a mejor convivir entre nosotros:

 - "Junto a lo que un hombre es, nada significa lo que un hombre tiene".  (William L. Grane).

 - "No sabrás todo lo que valgo hasta que no pueda ser junto a ti todo lo que soy".  (Gregorio Marañón).

 - "Estar enamorados de la paz y juntos. Amar cada uno la paz del otro. Dormir en paz, juntos".  (Eugene O'Neill).

 - "Uno a uno, todos somos mortales. Juntos, somos eternos".  (Apuleyo).

Besos y abrazos,

Don.
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miércoles, 30 de marzo de 2016

Amorosos anhelos matutinos

¡Buenos días!

Con todo el cariño del mundo llego cada mañana a mis deseados matutinos, a quienes tanto quiero, donde gracias a sus graciosas hadas y ninfas no me aburro, dándome razones para seguir disfrutando allende ellos, cuando vuelva a mi cotidiana existencia donde, con los pies en el suelo, sigo flotando entre ideales ensoñaciones de lo más variopintas a las primeras de cambio, transitando naturalmente por la difusa línea que separa realidad y ficción, sin perder la noción de ambas... eso espero. La primavera sigue de dulce, con máxima prevista de 20ºC por los madriles, lejos de la helada, justo antes del bajón térmico de unos ocho grados pronosticado para mañana y siguientes días. Carpe diem, sin esperar siquiera a futuras mejorías.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Primavera en Normandía" ("Gemma Bovery"), de Anne Fontaine, y con Fabrice Luchini y Gemma Arterton. Está basada en el cómic homónimo (en versión original) de Posy Simmonds, también coguionista junto a la directora (y otro más), de quien anteriormente había visto dos de sus films, "Dos madres perfectas" ("Adore", 2013), y "Cocó, de la rebeldía a la leyenda de Chanel" ("Coco avant Chanel", 2009).

Un maduro profesor de literatura parisino, hastiado de la ajetreada vida urbanita, lleva varios años regentando la tahona familiar, junto a su mujer, en el pequeño pueblo de Normandía en el que nació. Siente profunda admiración por la obra de Gustave Flaubert, muy especialmente por "Madame Bovary". Su plácida y rutinaria vida pueblerina se ve alterada por la llegada de un matrimonio inglés a la casa de al lado, cuyos nombres y apellidos le recuerdan a los protagonistas de su idolatrada novela. Al instante queda fascinado y atraído por la mujer, de cautivadora belleza y exuberante sensualidad, que a sus obnubilados ojos se comporta tal cual la heroína romántica de Flaubert, por lo que, obsesionado con ella, se afanará en tratar de impedir su trágico destino.

Una película que se deja ver (nota: 5), a ratos interesante, dispersa otros, momentos de aburrimiento incluidos. Muy cómicos, lo mejor del film, el modo de morir la protagonista, y el final del film, que da pie a una nueva ensoñación literaria del panadero. La historia está contada a través de su mirada, cual voyeur, atónito espectador de las aventuras extramaritales de la magnética y hermosa vecina, que rezuma sensualidad por todos sus poros, por la que se vuelve loco desde el principio.

Me recordó, puesto que lógicamente tiene similitudes con ella al estar basada en otro cómic de Posy Simmonds, a otro film, a "Tamara Drewe" (2010) de Stephen Frears, y porque además comparten la misma actriz protagonista; y también a la brillantemente genial "En la casa" ("Dans la maison", 2012) de François Ozon, no sólo porque comparten el actor principal, sino porque también va de literaria y fisgona obsesión de su personaje, confundiendo realidad y ficción, casi hasta la quijotesca sorbida de seso.

Ahora algo de sabiduría ajena, que seguro nos ayuda a manejar cabalmente realidad y ficción, hoy toda con citas de Flaubert:

 - "No lean, como hacen los niños, para divertirse o, como los ambiciosos, para instruirse. No, lean para vivir".  (Gustave Flaubert).

 - "El futuro nos tortura y el pasado nos encadena. He aquí por qué se nos escapa el presente".  (Gustave Flaubert).

 - "Ten cuidado con tus sueños; son las sirenas de las almas. Ellas cantan, nos llaman, las seguimos y jamás retornamos".  (Gustave Flaubert).

 - "El corazón es una tierra que cada pasión conmueve, remueve y trabaja sobre las ruinas de las demás".  (Gustave Flaubert).    

Besos y abrazos,

Don.
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martes, 29 de marzo de 2016

Fraternal matutino la mar de acogedor

¡Buenos días!

Gratísimo recibimiento el que me dispensan mis bien amados matutinos, y sus muy hospitalarias y afectuosas hadas y ninfas, cada vez que me paso por aquí. Me siento reconfortado, y así me es muy fácil expresarme, plasmando con natural fluidez en este mañanero cuaderno de bitácora todo lo que siento o se me pasa por la cabeza. Delicioso día de primavera, soleado, con alguna nube, algo de brisa, y 17ºC de máxima prevista para hoy por los madriles, y subiendo para próximos días, y vuelta a bajar con sus intermitentes chaparrones para más adelante. La voluble primavera en todo su esplendor vital.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo una película que desde ya mismo os recomiendo encarecidamente que vayáis a ver, otra delicia del maestro Kore-Eda. Se trató de "Nuestra hermana pequeña" ("Umimachi diary"), de Hirokazu Kore-Eda, basada en el manga homónimo (en versión original, que significa "Diario de la ciudad costera") de Akimi Yoshida, y con Haruka Ayase, Masami Nagasawa, Kaho, y Suzu Hirose. De este director japonés que me entusiasma había visto los seis más recientes de sus anteriores films, a saber: "De tal padre, tal hijo" ("Soshite chichi ni naru", 2013), "Kiseki (Milagro)" ("Kiseki", 2011), "Air doll" ("Kûki ningyô", 2009), la excelsa y sublime obra maestra que es para mí "Still walking" ("Aruitemo, aruitemo", 2008), "Hana" ("Hana yori mo naho", 2006), y "Nadie sabe" ("Daremo shiranai", 2004).

Tres hermanas veinteañeras viven ellas solas en la casa de su abuela fallecida, quien las crió cuando su padre las abandonó quince años atrás, y su madre también, poco tiempo después. Reciben la noticia del fallecimiento del progenitor y acuden al funeral, donde conocen a su hermanastra recién adolescente. La invitan a vivir con ellas tres, pues si no quedaría al cargo de su madrastra (el padre se casó por tercera vez), quien no parece muy dispuesta a cuidarla, y la acogen e integran naturalmente en su íntima cotidianidad.

Una deliciosa película (nota: 9) que no os deberíais perder, esta historia intimista sobre cuatro hermanas de distinto modo de ser pero perfectamente armonizado, bellísimas por dentro y por fuera, sobre vínculos fraternales y buenos sentimientos, que fluye serenamente y de un modo natural, cuajada de la exquisitez propia de muchos de los buenos filmes nipones, plena de sutileza y sensibilidad, que es todo un canto a vivir la vida, a pesar de las pérdidas (sentimentales o vitales), que debemos aceptar resignadamente, pues no nos queda otra. No os la perdáis. Para degustar con parsimonia, cual delicadísimo pétalo de cerezo en flor.

Por esto y por aquello me recordó a dos anteriores films del propio director: a la desoladora y desgarradora "Nadie sabe", que también trata de cuatro hermanos abandonados por su madre, pues es su reverso luminoso; y a esa excelsa y magistral película que es para mí "Still walking", por las interrelaciones familiares.

Ahora ahí os dejo unas citas de sabiduría ajena que recogí allende e invité a quedarse por aquí:

 - "Lo que hacemos no es nunca comprendido, y siempre es acogido sólo por los elogios o por la crítica".  (Friedrich Nietzsche).

 - "Paciencia, hermanos, y moriremos ancianos".  (Refrán).

 - "Hemos venido a este mundo como hermanos; caminemos, pues, dándonos la mano y uno delante de otro".  (William Shakespeare).

 - "Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces, pero no hemos aprendido el arte de vivir juntos, como hermanos".  (Martin Luther King).

 - "Y no hay deleites humanos
ni más grandes ni más sanos
que estos que son mi ideal:
pan de trigo candeal
comido en paz y entre hermanos".  (José María Gabriel y Galán).

Besos y abrazos,

Don.
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miércoles, 23 de marzo de 2016

Matutino regalado

¡Buenos días!

Como todos. Siempre es un placer estar por aquí, en los matutinos, nada me cuesta, y cuando los termino, gratis los distribuyo a quien quiera aceptarlos. Un fresco, soleado con algunas nubes, y muy agradable día, el que nos vuelve a regalar la primavera, con 15ºC de máxima prevista para hoy en los madriles. Sin duda está ya en plena ebullición y dado lo bien que la conocemos seguro que nos inquietará, alterará y turbará como siempre. Tanto como que antes o después su natural volubilidad volverá a hacerla cambiar con uno de sus esperados giros inesperados, o viceversa.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo una película que os recomiendo. Se trató de "El regalo" ("The gift"), de Joel Edgerton, y con Jason Bateman, Rebecca Hall, y Joel Edgerton... él mismo, que además de director y actor, también es guionista y productor del film. Es su primer largo como director.

Un feliz y exitoso matrimonio se muda por trabajo de casa, y en su nueva ciudad se encuentran casualmente con un antiguo compañero de clase del marido, cuando iban al instituto. Poco después, con una extraña amabilidad, les hace un regalo, y luego otro, y otro más. Ellos no saben muy bien como reaccionar ante tal situación, pero el amigo poco a poco irá inmiscuyéndose en sus vidas, y secretos ocultos desde hace 20 años irán saliendo a la luz.

Una estupenda película (nota: 8) este thriller psicológico de brillante guión, con vueltas y revueltas que te vuelan las certezas cuando apenas las ibas consolidando, y donde lo blanco se vuelve negro y viceversa, y al final todo gris, sin buenos ni malos, ni sus contrarios. Mucha tensión y suspense in crescendo, inquietante en muchos momentos, esta historia sobre las insospechadas consecuencias de nuestros inconscientes actos del pasado y nuestra responsabilidad sobre ellos, que debemos aceptar y asumir, como la de sembrar dudas y mentiras y de como esto al final puede volverse en nuestra contra tiempo después, que "quien siembra vientos recoge tempestades", que dice nuestro refrán. También sobre si realmente conocemos a nuestros más queridos seres, es posible que más desconocidos que el resto de desconocidos. Y de ser buenas o malas personas, a conciencia; de abusones que quieren medrar a toda costa pasando por encima de todos; y de venganza y perdón.

Bueno, llegamos al final, así que ahí os dejo como obsequio, que espero queráis aceptar, unas perlitas de sabiduría ajena:

 - "La duda, esa vaga nubecilla que, a veces, habita los cerebros, también puede entenderse como un regalo. Y no es -lo que queda dicho- una aseveración, ya que, sobre ella, tengo también mis dudas".  (Camilo José Cela).

 - "El que quiera dar algo, que tenga cuidado de que los que acepten sean capaces de comprender cuál es el sentido de sus donaciones".  (Friedrich Nietzsche).

Besos y abrazos,

Don.
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martes, 22 de marzo de 2016

Irreductible reducto matutino

¡Buenos días!

Otra mañanita más en este seguro refugio matutino donde no me someto a más restricción que la de mi libre albedrío, dejando volar mi imaginación al albur de lo que me va acaeciendo, cinematográficamente hablando, espero que sin la cortapisa de preconcebidas creencias, recorriendo inesperados senderos. Parece que ha dejado de llover y que saldrá el sol por entre los claros de las nubes, así que creo que podremos salir de nuestro impermeable búnker lleno de butacas a disfrutar del aire puro tras la tormenta, con máxima prevista para hoy de unos 15ºC.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Calle Cloverfield 10" ("10 Cloverfield Lane"), de Dan Trachtenberg, y con Mary Elizabeth Winstead, John Goodman, y John Gallagher Jr. Es el primer largo de este director.

Una joven sufre un accidente de coche, y cuando recobra el conocimiento ve que está malherida y encerrada en una celda, secuestrada por un hombre extraño que le dice que están en un búnker subterráneo y que la ha salvado de una apocalíptica hecatombe, pues ha habido un ataque químico, no sabe si de una potencia enemiga o de unos extraterrestres, que ha hecho inhabitable el exterior. Ella no sabe que creer, pero se inclina más por pensar que es un excéntrico, un paranoico.

Una muy buena película (nota: 7) con la que pasé un muy buen rato y que me dio que pensar, entre otras cosas, sobre en qué, y quienes, creemos, y en qué y quien no, y porqué en unos sí y en otros no; en definitiva, sobre decidir en qué y a quienes creer. Thriller que te mantiene en constante tensión, en el que los personajes dudan en quien confiar, atenazados cada uno por sus particulares miedos, visto desde el angustioso punto de vista de la protagonista que no sabe si creer los "conspiranoicos" argumentos de su captor o seguir su propia intuición. En cierto modo, me recordó a una película que vi hace pocos años, aunque bastante distinta, la estupenda "Take shelter" (2011) de Jeff Nichols.

Ahora algo de sabiduría ajena que, tal vez, nos ayude a decidir correctamente, o no:

 - "Extremo es creer a todos, y yerro no creer a ninguno".  (Refrán).

 - "Cree lo que tientes y veas, y lo que no, no lo creas".  (Refrán).

 - "Aun lo que por tus ojos veas, no todo lo creas".  (Refrán).

Besos y abrazos,

Don.
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lunes, 21 de marzo de 2016

Principado matutino en la luna

¡Buenos días!

Obnubilado por mi reino matutino y toda su corte y cohorte de hadas y ninfas que me hacen la vida mejor, que me sirven y a las que presto servicio con ceremoniosa dedicación mañanera, vuelvo a él cada vez que se tercia, sin obligaciones impuestas, siguiendo mi natural y algo revoltoso albedrío. Os cuento que hoy está nublado y llueve, ¡qué os voy a contar que no sepáis!, y que seguirá lloviendo, cosas de la traviesa y recién estrenada primavera, que ayer vino al mundo para salvarnos de nuevo, para inducirnos unas contagiosas ganas de disfrutar de esta vida que nos toca, sea lo fugaz que sea.

Este fin de semana estuve en el cine viendo una película que desde ya mismo os recomiendo encarecidamente, muy, pero que muy encarecidamente que vayáis a ver. Prodigiosa, sublime, exquisita, arte en estado puro. Se trató de una de dibujos animados... pero, ¡qué digo!, de cuadros de acuarela y carboncillo animados, "El cuento de la princesa Kaguya" ("Kaguyahime no monogatari"), de Isao Takahata, basada en el cuento popular japonés del s.IX "El cortador de bambú" ("Taketori monogatari"), considerado el origen de la literatura japonesa. De este octogenario director, cofundador junto con el también maestro Hayao Miyazaki del mítico Studio Ghibli, tan sólo había visto una de sus animaciones anteriores, la magistral y también portentosa "La tumba de las luciérnagas" ("Hotaru no haka", 1988), imprescindible, amén de algunos capítulos de las series de "Heidi" y de "Marco" cuando hace casi cuarenta años las pasaron por la televisión.

Un anciano campesino encuentra dentro de un tallo de bambú que acaba de brotar a una niña diminuta, a la que considera un regalo del cielo, así que él y su mujer la adoptan y crían como si fuera su hija. Crece muy deprisa, como el bambú, y en menos de un año ya es toda una adolescente, por lo que sus padres deciden llevarla a la ciudad para educarla como a una princesa. Una vez allí, su arrobadora belleza prendará a todos los que la conocen, cautivando a cinco poderosos nobles que la pretenden.

El rango estándar de notas se me escapa para esta suma obra de arte, está más allá (nota: 10+). Todo un éxtasis contemplativo, casi místico diría, fue lo que sentí mientras veía (y mucho tiempo después) esta excelsa y excelentísima película, por fondo y maneras, que desde ya tengo entre lo más alto de mis altares cinéfilos. Primorosa animación de estética deslumbrante a la par que sencilla, y de una grandísima hondura y sabiduría vitales. Y la tradicional sutileza japonesa que todo lo impregna. Fantástica historia imbuida del panteísmo sintoísta tan del gusto de los cofundadores del "Studio Ghibli", que nos habla de muchas cosas, con delicada profundidad, como de la veneración a la naturaleza, de no dejarse cegar por los vanos oropeles, sean de palabra u obra, en detrimento de lo verdaderamente importante; y sobre todo de vida, de la apasionante aventura de vivir, con sus alegrías y tristezas, que no debería ser coartada por más norma que la del respeto y el amor al prójimo, a pesar de su fugacidad. Por tanto, esta absoluta e intemporal obra maestra es imprescindible. Por cierto, escuchad la preciosa canción, por letra y música, que cierra el film durante los créditos finales, "Inochi no kioku" ("Memories of life"), compuesta e interpretada por Kazumi Nikaido.

Como sabiduría ajena valdría todo lo que destila el propio film, pero ahí va algo más de la proverbial japonesa:

 - "El tiempo que pasa uno riendo es tiempo que pasa con los dioses".  (Proverbio japonés).

 - "Es el deber más ligero que una pluma y más pesado que una montaña".  (Proverbio japonés).

 - "Sólo en la actividad desearás vivir cien años".  (Proverbio japonés).

 - "Es mejor viajar lleno de esperanza que llegar".  (Proverbio japonés).

Besos y abrazos,

Don.
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domingo, 20 de marzo de 2016

Recuerdos matutinos de ensueño

¡Buenos días!

Gratos recuerdos, entre la realidad pasada y la ensoñación, vuelven a mi mente cuando rememoro cualquiera de estos fantásticos matutinos, que tanto bien me hacen, pues me sirven para seguir adelante cualesquiera que sean las cuitas que pudieran afectarme; perfecto apoyo emocional. Días lluviosos, con algunos claros entremedias, estos primeros de la Semana Santa, ya en la real primavera pero con remembranzas de idílico otoño, que ya no volverá a ser (hasta que de nuevo le toque).

Este fin de semana estuve en el cine viendo una exquisita película de animación del "Studio Ghibli", que desde ya mismo os recomiendo muy encarecidamente que vayáis a ver. Se trató de "El recuerdo de Marnie" ("Omoide no Mânî"), de Hiromasa Yonebayashi, que estuvo nominada a los premios Óscar que se celebraron hace unas pocas semanas, y que adapta la novela "When Marnie was there" de Joan G. Robinson. Es el segundo largo de este director japonés, dignísimo sucesor del maestro Hayao Miyazaki, tras su debut con "Arrietty y el mundo de los diminutos" ("Karigurashi no Arietty", 2010), otra exquisitez fílmica que tampoco os deberíais perder.

Una chica preadolescente, solitaria e introvertida, apesadumbrada por su situación, que vive con sus padres adoptivos, es enviada durante un verano junto a unos familiares que viven en el campo, cerca de unas marismas, puesto que padece asma y tal vez el aire puro mejore su enfermedad. Una vez allí queda fascinada por una vieja mansión cercana que tiempo atrás habitó una familia extranjera. Allí conocerá a Marnie, una chica de su edad con quien entablará una íntima amistad.

Una deliciosa película de animación (nota: 9), otra más del estudio Ghibli, una historia entre lo onírico, la fantasía y la realidad, y sus muy difusas fronteras, de recuerdos impregnados de todo lo anterior, de exquisitas belleza y ternura, a la par que de sutileza, llena de misterio y de melancólica poesía. Por cierto, no salgáis de la sala en cuanto empiecen los títulos de crédito del final, que hay más, especialmente una preciosa canción, "Fine on the outside", de Priscilla Ahn, que mucho dice de las íntimas tribulaciones de nuestra protagonista, cuyos difusos recuerdos y ensoñaciones sobre Marnie le dan sobrados motivos para no rendirse a sus pesadumbres. No os la perdáis.

Y ahora, en la sección de sabiduría ajena, os pongo la letra (traducida) de esa canción que suena durante los créditos finales, y que podréis oír si pincháis en el anterior hipervínculo, pues define a la perfección de lo que nos habla en esencia esta historia:

 - "Nunca tuve muchos amigos mientras crecía
Así que aprendí a estar bien sólo conmigo
Sólo yo, sólo yo, sólo yo
Y voy a estar bien en el exterior

Me gusta comer en la escuela sola de todos modos
Así que me voy a quedar aquí
Justo aquí, justo aquí, justo aquí
Y voy a estar bien en el exterior

Así que me siento en mi habitación tras horas en la luna
Y pienso en quien me conoce
¿Llorarías si me muero?
¿Recordarías mi rostro?

Así que salí de casa, hice las maletas y me fui lejos
de mi pasado, un día, y me río
Me río, me río, me río, me suena bien en el exterior

Ja, ja, ja

A veces me siento perdida, a veces estoy confundida
A veces me parece que no estoy bien
Y lloro, y lloro, y lloro

Ja, ja, ja

Así que me siento en mi habitación tras horas en la luna
Y pienso en quien me conoce
¿Llorarías si me muero?
¿Recordarías mi rostro?".  (Priscilla Ahn).

Besos y abrazos,

Don.
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viernes, 18 de marzo de 2016

Matutino realmente leonino

¡Buenos días!

Aquí, el rey de los matutinos debo ser yo, y el que parte y reparte se lleva la mejor parte (probablemente la del león), que dice el dicho, pero no, que mi reparto de matutinos es totalmente gratuito y todos pueden disfrutar de ellos, si les place. Por lo demás, este invierno que pasado mañana nos dice adiós, en el calendario, no ha sido demasiado abusón con nosotros, salvo algunos días sueltos, lo que se lo permitimos para que crea que hace de nosotros peleles con tiritera, aunque más bien los titiriteros somos nosotros, que nos manejamos a la perfección haga el clima que haga. Hoy con 14ºC de máxima prevista y cada vez más nubes conforme avance la mañana, hasta las lluvias que comenzarán esta tarde y seguirán el fin de semana y primeros días de la Semana Santa, según las previsiones.

Antes de ayer por la tarde estuve en el teatro viendo un musical. Se trató de "El rey león" ("The lion king"), dirigido por Julie Taymor, adaptación del conocido film de animación homónimo de la Disney de 1994, dirigido por Rob Minkoff y Roger Allers, que ya vi en su día. La directora de este musical también lo es de cine, de quien había visto sus tres primeros largos (tiene dos más), a saber, "Across the Universe" (2007), "Frida" (2002), y "Titus" (1999).

Nace un cachorrito de león que, cuando crezca, será el nuevo rey de la sabana. De momento, su padre reina con magnanimidad, aunque acechado por las insidias de su hermano que no cesa de poner en problemas al leoncito para que desaparezca. Con la ayuda de unas hienas, consigue asesinar a su hermano y ordena matar al heredero, que huye sin ganas de volver, apesadumbrado porque cree que ha sido el culpable de la muerte de su padre. En su destierro conoce a dos amigos que le enseñan a vivir despreocupadamente. Pero ya mayor volverá para recuperar su trono.

Una obra (nota: 5) que si bien es realmente un espectáculo total, pues es más que teatro, con música, canción, danza, guiñol, sombras chinescas y teatro negro (como el de Praga), salvo momentos no me conmovió. Está más bien enfocado como espectáculo infantil, con argumento bastante trivial y simplón, y son meritorios sus aspectos artísticos y técnicos, pero bastantes diálogos y parlamentos eran confusos y poco vocalizados, fue demasiado ruidosa en general (le sobraba volumen en muchos momentos), como también lo fue el entusiasmado público (aforo a rebosar) que a la primera oportunidad no cesaba de dar palmas, aplaudir, jalear y demás. De los momentos a rescatar destacaría los portentosos ritmos africanos, coros incluidos, que me sonaban a música sudafricana (la del país de Nelson Mandela) y me emocionaron, una de las canciones de convencional musical, algunas marionetas, como las del pájaro protagonista, o la del fascinante guepardo, y las máscaras, especialmente las de los leones padre y tío del leoncito, todos, impresionantes artilugios.

Ahora algo de sabiduría ajena, que seguro nos viene bien para defender nuestros derechos con convicción y que no nos pisen:

 - "Ver que los ardides del zorro triunfan sobre la justicia del león, lleva al creyente a dudar de la justicia".  (Khalil Gibran).

 - "No es tan fiero el león como lo pintan".  (Refrán).

 - "El perrito faldero sospecha que todo el universo conspira para cogerle el sitio".  (Rabindranath Tagore).

 - "El verdadero héroe lo es por error. Sueña con ser un cobarde honesto, como todo el mundo".  (Umberto Eco).

 - "Un ejército de ciervos dirigido por un león es mucho más temible que un ejército de leones mandado por un ciervo".  (Plutarco).

 - "La unión en el rebaño obliga al león a acostarse con hambre".  (Proverbio africano).

Besos y abrazos,

Don.
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miércoles, 16 de marzo de 2016

Matutino juicio puesto en tela de juicio

¡Buenos días!

No son pocas las veces que dudo de mi discernimiento, pero por mi propia bondad suelo absolverme de tales pecados, tal vez por ser juez y parte, tal vez porque no merezca la pena deliberar sobre tales trivialidades, por un quítame allá esas pajas, que mis eventuales pajas mentales tampoco merecen tanta consideración. Tampoco juzgaré hoy a este invierno que casi ha prescrito, pues en este domingo equinoccial lo hará. Hoy, parecido a ayer, con 16ºC de máxima prevista por los madriles y alguna dubitativa nube juzgando si velar el sol o no.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Tribunal" ("Court"), de Chaitanya Tamhane, y con Vivek Gomber, Vira Sathidar, Geetanjali Kulkarni, y Pradeep Joshi. Es el debut en el largo de este director indio.

En Bombay un anciano que se dedica a la docencia, antiguo activista político, y que canta en festivales populares de los barrios canción protesta a base de sones tradicionales, es acusado y detenido porque la letra de uno de sus poemas musicados indujo al suicidio de un trabajador de las alcantarillas de la ciudad tras haber acudido a una de sus representaciones. Entrará en un largo y proceloso proceso judicial, pleno de demoras e irregularidades, casi kafkiano, donde deberá demostrar su inocencia en lugar de probarse su presunta culpabilidad, en un escenario de total incompetencia institucional.

Una película (nota: 5) que a pesar de sus buenas maneras y de la loable denuncia social que conlleva, no consiguió entusiasmarme. A través del pintoresco caso judicial mostrado, que más parece un pretexto para meter en la cárcel a alguien crítico con el sistema, por sus ideales, se hace un retrato de esa muy clasista sociedad en su estado natural, de un modo casi documental, a través de los juicios en ese país, sin nada de pompa ni grandilocuencia, con un sistema judicial inepto e irracional, y un arcaico sistema legal, pleno de incompetencia burocrática e injusticia social; amén de las vidas cotidianas tanto del abogado defensor como las de la fiscal y del juez.

Ahora algo de sabiduría ajena que nos ayude a mejor enjuiciar lo que nos rodea, poniendo en duda lo que sea menester:

 - "Más importa dar a los hombres buenas costumbres que leyes y tribunales".  (Conde de Mirabeau).

 - "Hay que juzgar los sentimientos por los actos, más que por las palabras".  (George Sand).

 - "Es mucho más difícil juzgarse uno mismo que juzgar a los demás. Si logras juzgarte correctamente serás un verdadero sabio".  (Antoine de Saint-Exupéry).

Besos y abrazos,

Don.
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martes, 15 de marzo de 2016

Indómito matutino

¡Buenos días!

Estos matutinos, por su propia naturaleza, galopan a su libre albedrío por los más diversos campos, y es querer ponerle puertas al campo el tratar de tomar sus riendas. Sin embargo, este invierno, que ya inicia su recta final para dar el testigo a la briosa primavera este próximo domingo, parece irse domeñando con días cada vez más rayanos en la anhelante primavera por venir, con máxima prevista para hoy de 15ºC por los madriles, con sol y algunas nubes, ¿descarriadas?, no, buscando apegarse donde más calienta y que les insufle la necesaria energía para seguir su propio camino al albur de los vientos, hoy bastante serenos, tanto que ellas más parecen levitar en su derredor.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Mustang", de Deniz Gamze Ergüven, y con Günes Sensoy, Doga Zeynep Doguslu, Elit Iscan, Tugba Sunguroglu, Ilayda Akdogan, Nihan G. Koldas, y Ayberk Pekcan. Es el debut en el largo de esta directora turca afincada en París.

En una remota localidad turca a orillas del Mar Negro, cinco hermanas la mar de vivarachas, especialmente la más pequeña, entre los 12 y los 16 años, viven al cargo de su abuela y su tío, pues sus padres fallecieron hace años. Una tarde de verano, a la salida del último día de clase de ese curso, juegan despreocupadas con algunos de sus compañeros de clase, todos chicos, bañándose vestidas en el mar. A su regreso a casa, su abuela y su tío las reprenden severamente por tal comportamiento, considerado todo un escándalo en el pueblo, lo que las deja atónitas. A partir de ese momento, serán encerradas en casa, educadas intensivamente para ser una buena esposa y, poco a poco, concertando los matrimonios de cada una.

Una estupenda película (nota: 8) este vitalista melodrama que nos muestra como es la vida de la mujer en la Turquía tradicional a través de estas cinco adolescentes y su brusco paso a la vida adulta, y de como estas tratan, en mayor o menor medida, de rebelarse, melena al viento, ante tal opresión social. Todo narrado desde el inocente punto de vista de la menor, cual si de una especie de fábula se tratara, compendiando en cada hermana cada uno de los posibles destinos que les esperan en ese entorno.

Me recordó a la deliciosa "Las vírgenes suicidas" ("The virgin suicides", 1999) de Sofía Coppola, no en vano la directora turca reconoce la influencia de esta película. Además, ambas también parecen beber de las fuentes de esa magistral obra de teatro que es "La casa de Bernarda Alba", escrita por Federico García Lorca en 1936, que vi en su día en el teatro, y que tiene una adaptación cinematográfica en 1987 dirigida por Mario Camus y que también vi. Sin embargo, lejos sobre todo del terrible drama lorquiano, la película hoy glosada está imbuida de una gran luminosidad y una desbordante alegría de vivir... amor por la vida, sin embargo, que también aparece, latente y soterrado, en la obra de Lorca.

Ahora algo de sabiduría ajena que sujete algo nuestros más arrebatados impulsos sin coartar nuestras deseadas querencias:

 - "Siempre se ha creído que existe algo que se llama destino, pero siempre se ha creído también que hay otra cosa que se llama albedrío. Lo que califica al hombre es el equilibrio de esa contradicción".  (Gilbert K. Chesterton).

 - "Del cielo es la inclinación;
el sí o el no todo es mío;
que el hado en el albedrío
no tiene jurisdicción".  (Juan Ruiz de Alarcón).

Besos y abrazos,

Don.
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viernes, 11 de marzo de 2016

Recreada remembranza matutina

¡Buenos días!

En este patio de recreo matutino en el que casi cada mañana me meto para pasar un buen rato, a veces contemplativamente extasiado, no hago otra cosa que, amén de recrearme, recrear mis vivencias cinéfilas del día anterior, tal vez reales, tal vez mistificadas, siempre en esa borrosa frontera entre lo real, lo imaginado... o lo recordado. En sus días terminales, este invierno sigue recreándose en sí mismo, siendo el que fue en otras épocas, no en esta temporada, que hasta hace un par de semanas no fue ni sombra de sí mismo, situación que ya apenas recordaba. El caso es que en poco más de una semana la primavera de calendario le borrará del mapa y nos olvidaremos de él... hasta el próximo ciclo estacional.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Remember", de Atom Egoyan, y con Christopher Plummer, Martin Landau, Dean Norris, Bruno Ganz, Jürgen Prochnow, y Henry Czerny. De este director canadiense de origen armenio había visto hasta ahora dos de sus anteriores films: "Chloe" (2009), y "Ararat" (2002).

Dos nonagenarios judíos supervivientes del campo de exterminio de Auschwitz, que viven en una lujosa residencia para ancianos en Estados Unidos, acuerdan resolver un asunto pendiente que tienen, antes de que sea demasiado tarde: localizar y vengarse del criminal nazi responsable de aniquilar a sus respectivas familias, que vive con una identidad distinta. Uno está demasiado débil para poder salir de la residencia, así que emplaza al otro, de cada vez más frágil memoria debido al Alzheimer que padece, para que lo haga, dándole precisas instrucciones por escrito para que no olvide nada. Se fuga de la residencia, aunque deberá darse prisa en su viaje de búsqueda, so pena de olvidar los motivos.

Una buena película en general (nota: 6), con sus más y sus menos, pero que no me desagradó, este thriller, también especie de road movie en la que el protagonista realiza un periplo de autoconocimiento a través de los otros con los que va tomando contacto, hasta que en un último destello de memoria, cual canto del cisne, toma conciencia de quien es realmente. Con algún seco ramalazo de violencia, y toques de humor negro, nos hace reflexionar sobre el sinsentido de la venganza, y nos habla de vidas de mentira que nos creamos y nos terminamos por creer, olvidando lo que verdaderamente fue.

Por unas cosas y otras me recordó a una película uruguaya que vi hace poco más de un año, "Kaplan" ("Mr. Kaplan, 2014") de Álvaro Brechner; también a "Un lugar donde quedarse" ("This Must Be the Place", 2011) de Paolo Sorrentino; y también, por eso de la poca fiabilidad de nuestra memoria y como es maquillada, voluntaria e involuntariamente, a la magistral y recomendabilísima "Memento" (2000) de Christopher Nolan.

Y para terminar, como siempre, antes de que se me olvide, algo de sabiduría ajena que, no es preciso recordar, me parece muy necesaria para saber quienes somos verdaderamente y no olvidarnos de ello:

 - "Encuéntrate y sé tú mismo; recuerda que no hay nadie como tú".  (Dale Carnegie).

 - "Sólo se inventa mediante el recuerdo".  (Alphonse Karr).

 - "Todo parece más encantador cuando lo vemos a distancia, y las cosas toman un relieve singular cuando se observan en la cámara oscura del recuerdo".  (Théophile Gautier).

 - "Recuerdo incluso lo que no quiero. Olvidar no puedo lo que quiero".  (Cicerón).

 - "No hay recuerdo que el tiempo no borre ni pena que la muerte no acabe".  (Miguel de Cervantes).

 - "Cuando recordar no pueda,
¿dónde mi recuerdo irá?
Una cosa es el recuerdo
y otra cosa es recordar".  (Antonio Machado).

Besos y abrazos,

Don.
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miércoles, 9 de marzo de 2016

Estrepitoso matutino a prueba de bombas

¡Buenos días!

Nada de ruido, calma, silencio, es lo que reina en estos matutinos mientras se me susurran y los escribo, da igual el estruendoso fragor que pudiera haber allende, que nada parece afectarnos cuando nos ensimismamos en nuestros pensamientos, rumiándolos antes de plasmarlos. Por lo demás, parece que el invierno vuelve a irse suavizando poco a poco antes de que le estalle ante sus narices la primavera, en los alrededores, no sé si antes o después, del equinoccio por venir. 12ºC de máxima previstos para hoy por los madriles.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "El amor es más fuerte que las bombas" ("Louder than bombs"), de Joachim Trier, y con Gabriel Byrne, Jesse Eisenberg, Devin Druid, Isabelle Huppert, Amy Ryan, y David Strathairn. Es el tercer largo de este director noruego, de quien había visto su anterior, "Oslo, 31 de agosto" ("Oslo, 31 august", 2011).

Va a celebrarse una exposición conmemorativa de una afamada reportera gráfica de guerra, fallecida tres años antes en un accidente de tráfico. El hijo mayor, que acaba de ser padre, acude a la casa familiar donde viven su padre y su hermano adolescente menor. Aprovechando la visita, el padre trata de reconectar con su hijo menor, cada vez más distanciado y ausente, mientras ambos hermanos deberán tratar de reconciliarse con los recuerdos, todavía muy presentes, que cada uno tiene de su madre.

Especie de drama psicológico que no me llegó ni dijo gran cosa (nota: 5), a pesar de algún que otro buen momento y de sus muy buenas maneras formales, que podrían haber servido para hacer una gran película según mi parecer. Narrado de manera no cronológica, a retales, con flashbacks de recuerdos, especie de mistificación de lo que verdaderamente fue, o de oníricas ensoñaciones, nos habla de soterrados derrumbes emocionales no superados tras los años, especialmente en el caso de los hijos, como en trance anímico, pues el padre parece estar en trance de rehacer su vida. También de relaciones paterno-filiales y fraternales, de crisis de adolescencia, y de juventud que se abruma ante nuevas responsabilidades, de las dificultades para gestionar adecuadamente las emociones por los continuos recuerdos de quien ya no está, de la diferente manera que cada cual tiene de afrontar tales pérdidas. El título parece hacer referencia al traumático shock, a la explosiva y estruendosa devastación tras la pérdida y las reverberaciones que no cesan tiempo después y es difícil superar.

Ahora algo de sabiduría ajena, que tal vez aporte algo de serenidad para mejor enfrentarnos a los impactos que nos depare nuestro devenir vital:

 - "La vida es un cuento narrado por un idiota, lleno de sonido y furia que nada significa".  (William Shakespeare).

 - "Cuando me preguntaron sobre algún arma capaz de contrarrestar el poder de la bomba atómica yo sugerí la mejor de todas: La paz".  (Albert Einstein).

 - "El verdadero combate empieza cuando uno debe luchar contra una parte de sí mismo. Pero uno sólo se convierte en un hombre cuando supera estos combates".  (André Malraux).

 - "El mundo está lleno de sufrimiento pero también de superación del mismo".  (Helen Keller).

Besos y abrazos,

Don.
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martes, 8 de marzo de 2016

Matutinos que nada roban

¡Buenos días!

Bueno, si acaso a mí, que me roban cada mañana, toda la atención que por ellos pueda prestar, así que no ha lugar a perdón alguno, ni pena, ni penas, que lo hago de mil amores, cual Robin Hood que lo toma de aquí y allá para dárselo a los que más lo necesitan. La ya inminente primavera tampoco le roba el protagonismo a este dulce invierno, que en estos sus últimos días antes de perder todos sus caudales cuando pague el peaje equinoccial, nos regala unos días de destemplanza, aunque hoy muy soleada, con máxima prevista de 9ºC, y subiendo conforme nos acerquemos al equinoccio.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Cien años de perdón", de Daniel Calparsoro, y con Luis Tosar, Rodrigo De la Serna, Patricia Vico, Joaquín Furriel, Luciano Cáceres, Raúl Arévalo, José Coronado, Marian Álvarez, y Luis Callejo. Novena película de este director, de quien había visto tres de sus anteriores: "Invasor" (2012), "Ausentes" (2005), y "Guerreros" (2002).

Llueve torrencialmente. A primera hora de la mañana seis hombres enmascarados y armados asaltan la sede central de un banco en Valencia. El perfectamente pautado plan se va al traste por la imprevista lluvia. Esto empezará a generar desconfianza entre los miembros de la banda y se enfrentarán los dos líderes al descubrir algo inesperado en una de las cajas de seguridad del banco.

Una muy buena película (nota: 7) con la que pasé un rato muy entretenido, este thriller de atracos, con vueltas y revueltas de tuerca, con el trasfondo de esta España nuestra en la que vivimos, llena de corruptelas y grandes corrupciones político-económicas, de ladrones de guante blanco (bancos incluidos) robados por los de la mano armada, con pequeño toque Robin Hood (la ética y el compañerismo del buen ladrón) y pizcas de humor a base de las torpezas de unos y otros, con un gag incluido al estilo Mortadelo y Filemón (el de hacer comer el disco duro borrado por ineptitud). Por eso de ladrones que en su atraco perfecto (o casi) encuentran algo más importante que el dinero que buscaban, lo que también conlleva dinero, me recordó a "Plan oculto" ("Inside man", 2006) de Spike Lee con pequeñas incrustaciones de la estupidez intrínseca de los divertidos villanos de algunas de las películas de los hermanos Coen.

Ahora algo de sabiduría ajena que tomo prestada de aquí y allí para regalárosla en una adecuada y más equitativa redistribución de las riquezas universales, comenzando por el refrán que cede gratuitamente parte de sí al título del film:

 - "Quien roba a un ladrón, tiene cien años de perdón".  (Refrán).

 - "Cuando un ladrón ya no encuentra ocasión de robar, se cree un hombre honrado".  (Talmud).

 - "Lo que al caballero le hace ser caballero es ser medido en el hablar, largo en el dar, sobrio en el comer, honesto en el vivir, tierno en el perdonar y animoso en el pelear".  (Fray Antonio de Guevara).

Besos y abrazos,

Don.
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lunes, 7 de marzo de 2016

Matutino de porcelana

¡Buenos días!

En esta mañana fría y algo desapacible llueve, pero poco, así que poco barro habrá con el que poder hacer algún lozano cacharro de loza, que espero no se rompa cuando menos lo esperemos. La máxima prevista para hoy es de 10ºC, y hace algo de viento, aunque no el suficiente como para zarandearnos cual atontados peleles que no saben donde van, quizá guiados por invisibles hilos de los que no somos muy conscientes.

Este fin de semana estuve en el teatro viendo "Muñeca de porcelana", versión de Bernabé Rico sobre la obra homónima de David Mamet ("China doll", escrita y estrenada en 2015, en Nueva York), dirigida por Juan Carlos Rubio, e interpretada por José Sacristán y Javier Godino. David Mamet, además de dramaturgo, es novelista, ensayista, y guionista y director de cine. Hasta ahora había visto varios de los films escritos por él para otros, todos en las dos últimas décadas del pasado siglo; y también uno de los que dirigió (y escribió): "El último golpe" ("Heist", 2001).

Un multimillonario magnate, decide jubilarse y dedicarse por entero a su joven prometida, a quien le acaba de comprar un lujoso avión como regalo de boda. En su último día en la oficina, justo antes de reunirse con ella, y mientras instruye a su joven ayudante para que se haga cargo de sus negocios, recibe una llamada de última hora que tal vez le obligue a cambiar de planes.

Una buena obra de teatro (nota: 6), con un omnipresente y estupendo Sacristán, este alegato contra los malolientes lodos del poder, políticos y económicos, y sus corruptas interacciones, barros con los que, sin embargo, pueden hacerse bellas porcelanas, si se quiere. Poder que maneja los hilos de nuestra sociedad desde invisibles trastiendas, y en el que a veces unos se devoran a otros, como Saturno a sus hijos. Historia de un tipo que, ya cansado y fielmente enamorado, quiere dejar atrás sus pasadas miserias, pero no le dejan, van a por él, por un "sistema de tejemanejes" del que él mismo fue destacadísimo partícipe. La obra se articula a base de una sucesión de conversaciones telefónicas del protagonista, contrapunteadas con algunas charlas con su ayudante.

Ahora algo de sabiduría ajena que nos haga más resistentes a posibles roturas y nos permita manejarnos a nuestro antojo, sin la guía de los oscuros intereses de otros:

 - "Los hombres, en general, no son sino marionetas maltratadas por un titiritero".  (Giovanni Papini).

 - "Los hombres son como vasijas de barro, que no valen sino por lo que guardan".  (Enrique Larreta).

 - "Pocos sospechan al percibir la primera fisura en una pieza de porcelana que esa delgada línea basta para hacerla estallar".  (Nuria Barrios).

Besos y abrazos,

Don.
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viernes, 4 de marzo de 2016

Invernada matutina

¡Buenos días!

Pues sí, paso ratitos de este invierno, y de cualquiera, y de cualquier otra estación, al abrigo de mis matutinos, descansando y sanando de eventuales daños producidos por las inclemencias exteriores, rehabilitándome para salir fortalecido y poder enfrentarme a lo que esté por venir con mayor entereza. Aunque de poco hay que refugiarse en este tibio invierno, ya casi terminal, que hemos tenido. A modo de ejemplo, hoy, nada invernal, soleado, con alguna nube, y máxima prevista de 15ºC. Así, como ya hacen desde años las cigüeñas de por aquí, no hay ni que migrar de invernada más al sur, que el clima meridional parece venir, cual mahometana montaña, cada vez más al norte.

Antes de ayer por la tarde estuve en el teatro viendo "Invernadero", versión de Eduardo Mendoza sobre la obra homónima de Harold Pinter ("The Hothouse", escrita en 1958 y estrenada en 1980), dirigida por Mario Gas, e interpretada por Gonzalo de Castro, Tristán Ulloa, Jorge Usón (excelente actuación), Isabelle Stoffel, Carlos Martos (también excelente), Javivi Gil Valle, y Ricardo Moya. Harold Pinter, premio Nobel de Literatura en 2005, además de dramaturgo, escritor y poeta, ha sido también director de teatro y cine, actor, y también guionista. De hecho, había visto un film escrito por él y dirigido por Joseph Losey: "El sirviente" ("The servant", 1963).

En una institución de dudosa naturaleza, avalada por un poderoso ministerio, tal vez una residencia para el descanso, tal vez un sanatorio, quizá para dolencias físicas o probablemente para las mentales, durante el día de Navidad, el aparentemente sensato y competente director, que hace y deshace a su antojo, como el resto de empleados, es informado por uno de sus subordinados, muy eficiente a la par que ambicioso, del extraño fallecimiento de uno de los residentes/pacientes y del nacimiento de un bebé de otra de ellas, probablemente a causa de una pasada violación. El director le ordena tajantemente que encuentre a los autores de ambos crímenes (y padre de la criatura), apuntando todos los indicios a que ha podido ser el propio director. Por allí también pululan otros miembros del staff institucional: la taimada y calculadora amante del director, y también liada con el empleado investigador; un servil borrachín; y un servicial y pringado novato que acaba por pagar el pato.

Esta comedia negra, muy negra, casi siniestra, a ratos inquietante, y trufada de teatro del absurdo, no me gustó demasiado (nota: 5), y me pareció algo irregular, con algunos momentos excelentes. Toda una sátira de la burocracia y el autoritarismo, de las podredumbres del poder, del silencio administrativo, del orden establecido, del lavado de cerebro y la pérdida de identidad de los residentes, tan pacientes y mansos que ni salen de sus habitaciones (ni aparecen en la obra, sólo se les menciona con un número), tan borregos como el empleado novato, que de hecho se llama Lamb (cordero) y que paga todos los platos rotos. Por cierto, los nombres de todo el resto de personajes tampoco está puesto porque sí.

Ahora algo de sabiduría ajena, que tal vez nos ayude a rehabilitarnos y reconciliarnos con el mundo, comenzando con tres citas del propio Harold Pinter:

 - "El pasado es lo que recuerdas, lo que imaginas recordar, lo que te convences en recordar, o lo que pretendes recordar".  (Harold Pinter).

 - "Esto nunca ocurrió. Nunca ocurrió nada. No ocurrió ni siquiera mientras estaba ocurriendo".  (Harold Pinter).

 - "No hay distinción firme entre lo real y lo irreal; ni entre lo verdadero y lo falso. Una cosa no es necesariamente o verdadera o falsa, sino que puede ser ambas: verdadera y falsa".  (Harold Pinter).

 - "En el corazón de todos los inviernos vive una primavera palpitante, y detrás de cada noche viene una aurora sonriente".  (Khalil Gibran).

Besos y abrazos,

Don.
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miércoles, 2 de marzo de 2016

Tenemos que matutinear

¡Buenos días!

No me siento obligado a desparramar en estos matutinos que tanto quiero y de los que jamás me separo, que ya lo hago yo de natural, con mi innata verborrea escrita, no tanto hablada (o sí), no dando la menor opción ni de que me lo insinúen. Por lo demás otra dulce mañana de soleado invierno, con máxima prevista de 17ºC, con lo que es perentorio que ya venga la primavera de calendario, a la que por cierto le quedan menos de tres semanas para que entre y le diga cuatro verdades bien dichas a este descafeinado invierno que hemos tenido.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Tenemos que hablar", de David Serrano, y con Michelle Jenner, Hugo Silva, Ernesto Sevilla, Verónica Forqué, Óscar Ladoire, Belén Cuesta, Ilay Kurelovic, y Roberto Álamo. Había visto los dos primeros largos de este director (este es el cuarto), a saber, "Días de fútbol" (2003), y "Días de cine" (2007). También he visto los dos largos que escribió para otro director, Emilio Martínez Lázaro: "El otro lado de la cama" (2002), y "Los 2 lados de la cama" (2005).

Año 2006. Una joven pareja se casa. Él, empleado de banca, recomienda a sus suegros "seguras" inversiones que les harán ricos en poco tiempo (comprar pisos en Seseña, invertir en acciones preferentes, etc.)... pero todo deviene en desastre con la crisis, y sus arruinados suegros se separan, pierde el empleo, y ella le deja, quedando traumatizado por el fiasco producido. A día de hoy, tras dos años de silencio después de su separación, ella le llama y le dice que tienen que hablar. Va a pedirle el divorcio pues su nuevo novio le ha pedido matrimonio, pero como no quiere hundirle más todavía, va a contárselo poco a poco, para lo que va pergeñando toda una sarta de mentiras piadosas en la que implica a sus padres, y que se irán complicando a base de malentendidos.

Una alocada comedia romántica de enredos que, salvo momentos sueltos, no me hizo pizca de gracia (nota: 4), e incluso tuvo alguna ñoñería que otra. Uno de esos momentos jocosos, el mejor con enorme diferencia, fue el sketch final, incrustado a modo de coda mientras los títulos de crédito, que en sus escasos dos minutos me gustó e hizo reír más que toda la hora y media anterior de película. Historia de equívocos con el trasfondo de los estragos de la crisis en nuestra sociedad, ya sabéis, burbuja inmobiliaria, "legales" timos de alto copete, desempleo, etc.

Bueno, pues ahora toca sabiduría ajena que es menester tener presente para mejor valorar nuestra situación:

 - "No siempre están de acuerdo el labio y el corazón".  (Pietro Metastasio).

 - "Deje palabras quien ama,
que sin obras todas vuelan;
porque palabras y plumas
dicen que el viento las lleva".  (Tirso de Molina).

 - "El mejor medio para salir airoso de una conversación difícil es ir a ella sin preparación alguna".  (André Maurois).

 - "Cuando no se piensa lo que se dice es cuando se dice lo que se piensa".  (Jacinto Benavente).

 - "Para dialogar, preguntad primero, después... escuchad".  (Antonio Machado).

Besos y abrazos,

Don.
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