lunes, 27 de julio de 2015

Así son mis graciosos matutinos

¡Buenos días!

Vamos al lío. Se levanta el telón de este matutino, que con sus puertas abiertas de par en par nos recibe con sus graciosas hadas y ninfas haciéndonos los honores, segura diversión y cálido refugio de los sofocos térmicos propios de este verano, cada vez más llevaderos, y con máximas previstas rondando, más bien por arriba, los 35ºC por los madriles.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Lío en Broadway" ("She's funny that way"), de Peter Bogdanovich, y con  Owen Wilson, Imogen Poots, Kathryn Hahn, Rhys Ifans, Will Forte, Jennifer Aniston, y Austin Pendleton. De este veteranísimo director había visto algunos pocos de sus anteriores films, de los del siglo pasado.

Un prestigioso director teatral, felizmente casado y con dos niños, contrata los servicios nocturnos de una chica de compañía, por decirlo elegantemente, que quiere ser actriz, pero mientras tanto se busca la vida. Se enamora de ella y decide ayudarla económicamente para que deje su profesión de meretriz y se dedique a buscar trabajo como actriz. Sin embargo, todo se complica cuando poco después ella consigue un papel en la obra que él va a dirigir en Broadway, donde también actúan su mujer y un famoso actor, muy mujeriego, y enamorado de ésta.

Una divertida comedia romántica (nota: 5), de reminiscencias clásicas, alocada, con su toque de elegancia, llena de enredos romántico-sexuales, con un grupo de personajes entrelazados que no cesan de entrecruzarse en situaciones equívocas, y donde por algunos breves momentos también se confunden el teatro y la vida. A ratos me reí, tiene buenas maneras y algunos momentos brillantes, pero no acabó de cuajarme, a pesar de recordarme alguna memorable comedia de este director que vi de adolescente: "¿Qué me pasa, doctor?" ("What`s up, Doc?", 1972). Es una especie de homenaje a, y tiene las maneras de, los films de Howard Hawks, Ernst Lubitsch, e incluso de Woody Allen, quien envejece mejor, infinitamente mejor, cinematográficamente hablando y según mi parecer, que Bogdanovich.

Ahora algo de sabiduría ajena, que así seguro podremos ver el lado divertido de la vida y librarnos de alguno de sus embrollos:

 - "Más de uno se equivocó por miedo a equivocarse".  (Gotthold E. Lessing).

 - "Querer, es tener el valor de exponerse a un inconveniente; exponerse así es tentar al acaso y es jugar".  (Stendhal).

 - "El sexo es lo más divertido que se puede hacer sin reír".  (Woody Allen).

 - "La originalidad consiste en volver al origen; así pues, original es aquello que vuelve a la simplicidad de las primeras soluciones".  (Antonio Gaudí).

Besos y abrazos,

Don.
_____

jueves, 23 de julio de 2015

Los amantes matutinos y su galante gineceo

¡Buenos días!

A través de ellos, y no sólo por ellos, manifiesto mi amor por todo lo que me rodea, más cuanto más femenino es, como a mis bien amadas hadas y ninfas, las niñas de mis ojos, a quienes venero con galantería, y ellas, tan adorables, me lo devuelven con creces con sus mimos y cuidados. Las temperaturas veraniegas, ya como de la familia, vuelven a subir, tras las tormentas de ayer, y lo seguirán haciendo en próximos días hasta volver a coquetear con la cuarentena, pero de momento hoy tendremos de máxima prevista 34ºC, todavía bastante llevaderos.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Mi familia italiana" ("Latin lover"), de Cristina Comencini, y con Virna Lisi, Marisa Paredes, Angela Finocchiaro, Valeria Bruni Tedeschi, Candela Peña, Pihla Viitala, Nadeah Miranda, Francesco Scianna, Neri Marcorè, Jordi Mollà, y Lluís Homar, entre varios otros más, que es un film muy coral, el primero que veo de esta directora y guionista, también novelista, italiana.

En el décimo aniversario de la muerte del gran galán del cine italiano se le va a rendir un gran homenaje, al que acuden las diversas hijas que tuvo con otras tantas mujeres distintas repartidas por el mundo (Italia, Francia, España, Suecia, Estados Unidos, etc.), la mayoría actrices con las que trabajó y a las que sedujo con su arrobador carisma. También están dos de sus ex-amantes, las dos únicas que llegaron a casarse con él, la italiana y la española. Por allí también se pasará el actor especialista que le dobló en sus películas de acción, su gran amigo y la persona que mejor parecía conocerlo. Durante los preparativos, y con cierta tragicómica tensión en las reuniones de la multinacional familia, se irán desvelando secretos y mentiras, y también algunas verdades, a la par que añoran y ensalzan con beneplácito al padre o marido ausente.

Una comedia coral que algo me dijo a ratos sueltos (nota: 5), pero que las más de las veces me dejó ni fu ni fa. Apenas me hizo gracia. Nostálgico homenaje al pasado del cine italiano, a la comedia a la italiana, no en vano la directora es la hija de uno de aquellos míticos directores, Luigi Comencini. Por cierto, fatal título ¿traducido? al español, que casi nada dice de lo que va la película.

Ahora algo de sabiduría ajena que seguro nos ayuda a familiarizarnos con la seductora vida que nos queda por disfrutar:

 - "Nada resulta más atractivo en un hombre que su cortesía, su paciencia y su tolerancia".  (Cicerón).

 - "El único error de Dios fue no haber dotado al hombre de dos vidas: una para ensayar y otra para actuar".  (Vittorio Gassman).

 - "No hay un final. No existe un principio. Solamente existe una infinita pasión por la vida".  (Federico Fellini).

Besos y abrazos,

Don.
_____

miércoles, 22 de julio de 2015

A mí vino la matutinoteca

¡Buenos días!

En esta casa matutina a la que vengo con regularidad se van guardando cuidadosamente todos los que van siendo conforme los escribo... y no canto, porque mi técnica vocal no es muy allá, pero otro gallo cantaría si a mí me saliera un gallo. Bueno, tras este título y comienzo, que casi parecen un lisérgico delirio, aunque su sentido tienen si bien lo buscáis, paso al consabido comentario meteorológico: otro día más de soleado verano, todavía más suave que los anteriores, con máxima prevista para hoy de 33ºC, de esos que no destilan tanto sofocado sudor de nuestro ser.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo un film documental. Se trató de "Amy", de Asif Kapadia. De este director había visto su anterior, también documental, "Senna" (2010).

A través del hilo conductor de las letras de sus canciones, y mediante inéditas imágenes de archivo y entrevistas, se nos narra la tormentosa vida de Amy Winehouse, la famosísima cantante británica de prodigiosa y muy personal voz y estilo, que murió en julio de 2011 a los 27 años.

Un muy buen documental (nota: 7), a pesar de la sobredosis de imágenes caseras grabadas con móvil, temblorosas y de mala calidad, que me marearon bastante mientras trataba de leer los subtítulos. Como novedad estilosa estaría bien, pero mucho más dosificada. Las muy personales canciones de la Winehouse, especie de catártica terapia emocional de su agitada vida, nos la van contando a retales multimedia, vida en la que el desmedido consumo de alcohol y demás drogas, amén de su fragilidad emocional, hicieron profunda mella en su salud, física y mental (era bulímica, además), mucho más desde que la fama la arrolló y abocó a vivir sin intimidad alguna por culpa de la prensa amarilla, provocándole un comportamiento autodestructivo, mientras la mayoría de su entorno la explotaba económicamente sin demasiados miramientos. Pero la gallina de los huevos de oro reventó, empapada en alcohol.

Ahora, a mi vino la sabiduría ajena, no precisamente a través de "in vino veritas", para que os la destile en unas pocas citas:

 - "Beber sudando agua fría, catarro o pulmonía".  (Refrán).

 - "Sólo hay tres voces dignas de romper el silencio: la de la poesía, la de la música, y la del amor".  (Amado Nervo).

 - "Así debéis hacer vosotros: manteneos locos, pero comportaos como personas normales. Corred el riesgo de ser diferentes, pero aprended a hacerlo sin llamar la atención".  (Paulo Coelho).

Besos y abrazos,

Don.
_____

lunes, 20 de julio de 2015

Matutinos tan introvertidos como extravertidos

¡Buenos días!

Sí, así son, según les sople el aire, con sus luces y sombras, pero siempre intentando alegremente seguir adelante y tratando de poner patas arriba los eventuales problemas que pudiesen acaecer. El verano sigue a lo suyo, dando calor, aunque últimamente no tan sofocante como hace días, con máxima prevista para hoy de 35ºC, que no harán bullir en exceso nuestras emociones, vueltas casi del revés tratando de refrescarse.

Este fin de semana estuve en el cine viendo una sublime película que desde ya os recomiendo encarecidamente, muy pero que muy encarecidamente, que vayáis a ver. Se trató de un film de animación digital, de los estudios Pixar: "Del revés (Inside out)" ("Inside out"), de Pete Docter y Ronaldo del Carmen. Es el primer largo para el segundo codirector, mientras que el primero también había codirigido anteriormente "Up" (2009) y "Monstruos S.A." ("Monsters, Inc.", 2001).

Una niña de 11 años debe dejar su vida anterior, en una pequeña y gélida ciudad del medio oeste estadounidense, para trasladarse con sus padres a la gran ciudad de San Francisco. Las emociones que conforman su carácter, hasta entonces dirigidas por Alegría, junto a Tristeza, Ira, Asco y Miedo, intentan reestablecer su equilibrio, vuelto del revés, ante la nueva situación que las descoloca. En el proceso ella se irá haciendo mayor.

Magistral película (nota: 10) en la que se nos narran las experiencias, básicamente emocionales, de una niña que va creciendo mientras se aleja de la niñez, a través de las emociones alojadas en su cerebro. Todo de un modo muy divertido y entretenido, con desbordante imaginación, y sin abandonar la profundidad en lo que se cuenta, mostrándonos inteligentísimamente cómo funciona nuestra mente, la de todos, cómo nuestras emociones se van haciendo más complejas y sutiles conforme vamos madurando, abandonando su intrínseca pureza infantil en aras de las más variadas mixturas, todo ello fundamental para nuestro devenir vital. Un absoluto deleite intelectual, emocional y lúdico. ¡IMPRESCINDIBLE!

Y como prólogo a esta maravilla (siempre que se proyecta un largo de Pixar va precedido de un corto), otra delicia de este estudio de animación digital, un mini-musical que dejó a tono mi paladar emocional. Se trató de "Lava" de James Ford Murphy, una joyita (nota: 10) sobre la vida de un solitario volcán, y sus anhelos, a lo largo de millones de años, y todo condensado en tan sólo 7 minutos.

Bueno, ahora algo de sabiduría ajena, que seguro nos ayuda a recolocar nuestras emociones en su justa medida:

 - "La primera y la más simple emoción que descubrimos en la mente humana es la curiosidad".  (Edmund Burke).

 - "Cuando más desquiciada está la vida de la mente, más abandonada a sí misma queda la máquina de la materia".  (Goethe).

 - "No es impropio el llanto en las grandes almas, antes bien indica el consorcio fecundo de la delicadeza en sentimientos con la energía de carácter".  (Benito Pérez Galdós).

 - "La inteligencia es un barniz que recubre los sentimientos, pero que no los transforma".  (Gustave Le Bon).

 - "No somos responsables de las emociones, pero sí de lo que hacemos con las emociones".  (Jorge Bucay).

 - "Sin lugar a dudas, es importante desarrollar la mente de los hijos. No obstante el regalo más valioso que se les puede dar, es desarrollarles la conciencia".  (John Gay).

 - "El secreto de la felicidad es tener gustos sencillos y una mente compleja, el problema es que a menudo la mente es sencilla y los gustos son complejos".  (Fernando Savater).

Besos y abrazos,

Don.
_____

jueves, 16 de julio de 2015

La mirada de los locuaces matutinos

¡Buenos días!

A pesar de mi sempiterna miopía, con algo de presbicia añadida por la edad, mala vista que espero sea tan sólo física, y no mental, admiro todo lo maravilloso que me rodea, y disfruto con plenitud de ello en la medida de mis posibilidades, muchas veces atónito ante el espectáculo, pero una vez que supero la emocionante conmoción desparramo mi natural verborrea por doquier. El verano, a la chita callando, sigue derritiéndonos con su ardorosa mirada, sin nube alguna por el horizonte que vele su poderío térmico.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "La mirada del silencio" ("The look of silence"), de Joshua Oppenheimer. De este director norteamericano afincado en Dinamarca había visto su anterior film, "The act of killing" (2012), con el que completa el díptico de documentales que ha hecho sobre el genocidio de un millón de indonesios, a mediados de los años 60, tras el acceso al poder del general Suharto mediante un golpe de estado.

Una familia de supervivientes descubre cómo fue ejecutado su hijo y la identidad de los hombres que lo mataron a través del hermano más joven, que nació después del genocidio, un optometrista que va visitando a domicilio a cada uno de los posibles verdugos de su hermano, ya muy ancianos, para graduarles la vista y ponerles gafas, a la par que les va preguntando por el pasado y les hace enfrentarse a él, algo todavía difícil allí, pues muchos de los asesinos siguen todavía detentando altos cargos políticos, aunque aparentemente ya no haya dictadura por allí.

Espléndida película (nota: 8), de esas imprescindibles que hay que ver para mejor conocernos, este sobrecogedor, apabullante y demoledor documental, no especialmente agradable de ver por los hechos que se narran, aunque nada escabroso se muestre, que todo está en la imaginación, aunque entonces fuera muy real. Me gustó mucho más que la anterior.

Verdugos que casi (o sin casi) se vanaglorian de sus atroces crímenes, parece que sin el más leve atisbo de remordimiento, y que tratan de olvidar (ellos) y hacer olvidar (a las familias de las víctimas), especie de alzheimer provocado, callando todos el pasado, relativizándolo, incluso las víctimas, todos con la visión distorsionada por el terror de antaño. Un acertadísimo y aceradísimo retrato de la condición humana, que todos podemos llegar a ser víctimas o verdugos, según nos sople el aire. Os la recomiendo. No os la perdáis.

Ahora algo de sabiduría ajena, que nos haga mirar el mundo de otro modo y a no callar lo que hay que decir:

 - "Hay dos miradas: La mirada del cuerpo puede olvidar a veces, pero la del alma recuerda siempre".  (Alejandro Dumas).

 - "¡Basta de silencios!¡Gritad con cien mil lenguas! porque, por haber callado, ¡el mundo está podrido!".  (Santa Catalina de Siena).

 - "Aquellos que anuncian que luchan en favor de Dios son siempre los hombres menos pacíficos de la Tierra. Como creen percibir mensajes celestiales, tienen sordos los oídos para toda palabra de humanidad".  (Stephan Zweig).

 - "Los oídos no sirven de nada a un cerebro ciego".  (Proverbio árabe).

 - "El hombre que desee estar tranquilo ha de ser sordo, ciego y mudo".  (Proverbio turco).

Besos y abrazos,

Don.
_____

martes, 14 de julio de 2015

Familiares matutinos que trato y vuelvo a tratar

¡Buenos días!

Sí, cada vez que frecuento estos matutinos me tratan la mar de bien, soy como de la familia, y viceversa, y dejo constancia de ello a través de este retrato instantáneo que se distribuye a través de los bits informáticos. Los ardores veraniegos de estos días, que parecen no cesar, siguen tratando de superarse a sí mismos, intentando salir despedidos más allá de la cuarentena, pero de momento, hoy, tendremos ¿tan sólo? 38ºC de máxima. No, si al final va a resultar que voy a acabar familiarizándome con ellos... poco antes de caer derretido.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Retratos de familia" ("Ilo Ilo"), de Anthony Chen, y con Yeo Yann Yann, Chen Tian Wen, Angeli Bayani, y Koh Jia Her. Es el debut en el largo de este director de Singapur.

En el Singapur de 1997 una familia de clase media acomodada (matrimonio e hijo de diez años), deciden contratar una sirvienta filipina, recién llegada buscando una vida mejor, para que cuide de la casa y del niño, pues ellos están muy atareados con sus trabajos. El niño, malcriado, intratable e insoportable a más no poder, no recibe nada bien a la criada, cuya presencia alterará todavía más las difíciles relaciones familiares, especialmente tras terminar formando un especial vínculo con el muchacho, como si fuera una segunda madre, lo que despertará los celos de la madre. Mientras tanto, la profunda crisis financiera asiática de finales de los 90 también acabará por influir en la vida familiar.

Una buena película este drama costumbrista inspirado en la propia infancia del director, que sin embargo no conectó conmigo hasta casi el final (nota: 5). Nos retrata una sociedad clasista, y a una familia, criada incluida, buena gente al fin y al cabo, en la que cada cual tiene sus propios secretos, que ocultan a los otros, que se nos van desvelando con la sutileza característica del cine oriental, y cuyas vidas cambiarán como consecuencia de la profunda crisis que entonces hubo por allí. Por eso de la criada ejerciendo de segunda madre, más auténtica y cercana que la natural, me recordó a un film brasileño que vi hace un par de semanas, "Una segunda madre" ("Que horas ela volta?") de Anna Muylaert.

Ahora algo de sabiduría ajena, que seguro nos retrata, y tal vez nos haga mejores:

 - "Para trato, los peores, los pretendidos señores".  (Refrán).

 - "Un gran hombre demuestra su grandeza por la forma en que trata a los pequeños".  (Thomas Carlyle).

 - "El necio, entre otros males, posee éste: siempre trata de comprar su vida".  (Epicuro).

 - "Afortunadamente, no tenemos por qué parecernos a nuestros retratos".  (Anatole France).

 - "Trata a un hombre tal como es, y seguirá siendo lo que es; trátalo como puede y debe ser, y se convertirá en lo que puede y debe ser".  (Goethe).

Besos y abrazos,

Don.
_____

lunes, 13 de julio de 2015

Tierno amor por mis matutinos

¡Buenos días!

Benditos matutinos, por lo mucho bueno que ellos también hacen por mí, y juntos vamos avanzando al son que marcan las películas que voy viendo. Así que nada nos tenemos que compadecer. Y este verano sigue atizándonos al ritmo inclemente e inmisericorde de sucesivas olas de calor, en la onda de la cuarentena térmica y que habrá que surfear como mejor podamos para poder soportarlo. Desde luego, no yéndome a la playa en verano, que no me gusta demasiado, sino tratando de volar al norte cual ave migratoria, buscando más suaves temperaturas.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Love & mercy", de Bill Pohlad, y con Paul Dano, John Cusack, Elizabeth Banks (guapísima), y Paul Giamatti. De este director es el primer largo que veo.

Retazos biográficos sobre Brian Wilson, el cantante, compositor y co-fundador del famosísimo grupo musical "The beach boys", contado en dos momentos: mediados de los 60, cuando tras los múltiples éxitos del grupo, abandonó su actividad como cantante para centrarse en la composición de temas y en la experimentación con nuevos sonidos, principio de sus abusos con las drogas y de su enfermedad mental; y mediados de los 80, cuando cayó en el olvido, la depresión y era explotado por su médico personal, hasta que su relación con la que terminaría por ser su segunda mujer, le ayudó a salir del pozo.

Una muy buena película (nota: 7) este bastante inusual biopic, retrato íntimo sobre alguien abrumado por el éxito, una mente obsesionada por la perfección musical y evolución de su estilo, lo que le hizo aislarse del mundo y caer en el abismo de la locura, ayudado por las drogas, y sobre su redención personal, tras varios años de sufrimiento, a través del amor, del compasivo amor de su futura segunda mujer. Un viaje alucinatorio a través de la mente entre genial y perturbada de este gran creador musical, pues genio creativo y locura suelen ir bastante unidos, que comienza con una escena de ligoteo de lo más peculiar, un delirante cortejo en un concesionario de automóviles a la que terminaría por ser su segunda esposa; que me recordó al magistral y surrealista arranque, el del contacto fallido, ligoteo frustrado, de la película "La red social" ("The social network", 2007) de David Fincher, también otro biopic (el del creador de Facebook Mark Zuckerberg).

Ahora algo de sabiduría ajena, que tal vez nos ayude a amar lo que nos rodea, y a no compadecernos de nosotros mismos:

 - "Los genios no cometen errores. Sus errores son siempre voluntarios y originan algún descubrimiento".  (James Joyce).

 - "No existe ningún gran genio sin un toque de demencia".  (Séneca).

 - "Lo que el mundo llama genio es el estado de enfermedad mental que nace del predominio indebido de algunas de las facultades. Las obras de tales genios no son sanas en sí mismas, y reflejan siempre la demencia mental general".  (Edgar Allan Poe).

 - "Los genios son los que dicen mucho antes lo que se va a decir mucho después".  (Ramón Gómez de la Serna).

 - "La vida no se deja conmover por la compasión, prosigue su camino a pesar de los gritos de angustia o de odio".  (D. H. Lawrence).

 - "No creo que existan reglas sobre los asuntos del amor y la cantidad de compasión que conllevan".  (Arthur Miller).

Besos y abrazos,

Don.
_____

viernes, 10 de julio de 2015

Matutino de fácil conducción

¡Buenos días!

Éste y todos los demás, que se me comportan perfectamente y avanzan cuando yo avanzo y giran cuando yo giro, cual si fueran parte de mí mismo, y los conduzco por puro instinto sin que nadie me haya adiestrado. El verano parece que hoy se suaviza, aunque poco, con un descenso de dos o tres grados sobre las máximas cuarentonas de pasados días, haciendo que lo llevemos con mayor facilidad, pero no nos confiemos y sigamos conduciéndonos con precaución ante la torridez solar que no cesa.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Aprendiendo a conducir" ("Learning to drive"), de Isabel Coixet, y con Patricia Clarkson y Ben Kingsley. De esta directora he visto todos sus largometrajes salvo el primero, "Demasiado viejo para morir joven" (1989), y su anterior, "Mi otro yo" ("Another me", 2013). A saber:
 - "Cosas que nunca te dije" ("Things I never told you", 1996),
 - "A los que aman" (1998),
 - "Mi vida sin mí" ("My life without me", 2003),
 - "La vida secreta de las palabras" ("The secret life of words", 2005),
 - "Elegy" (2008),
 - "Mapa de los sonidos de Tokio" ("Map of the sounds of Tokio", 2009),
 - y "Ayer no termina nunca" (2013).
A destacar muy especialmente dos exquisiteces que me encandilaron y que os recomiendo encarecidamente: "A los que aman" y "Mi vida sin mí".

En Nueva York, una mujer cincuentona, crítica literaria, a la que acaba de abandonar su marido por otra, decide aprender a conducir para poder moverse con más libertad y visitar a su hija que se fue a trabajar a otro estado. Su profesor es un inmigrante sij, honesto, circunspecto y seguidor de sus tradiciones, que además trabaja como taxista por las noches.

Una buena película (nota: 6) esta comedia romántica, poco convencional en su trama, de poco reír pero divertida, agradable y muy amable; que más bien podría ser una "melodramedia" romántica, por eso de drama leve aunque apenas con miel, sin empalagos; que nos habla de ruptura de promesas, de amor y desamor, de la soledad de los urbanícolas y de cómo romperla, y de aprender a conducirse por la vida, sin miedo y decidida confianza, avanzando adelante. También hace una crítica a la intolerancia cultural.

Ahora algo de sabiduría ajena, perfecto vehículo que nos ayudará a mejor actuar ante la vida y sus vicisitudes:

 - "La vida es un absoluto aprendizaje de renunciamiento progresivo, de continua limitación de nuestras lógicas pretensiones, de nuestras esperanzas, de nuestra fortaleza y, en definitiva, de nuestra libertad".  (H. F. Amiel).

 - "No hay sabiduría sin prudencia; no hay filosofía sin cordura. Existe en el fondo de nuestra alma una luz divina que nos conduce con indudable acierto si no nos obstinamos en apagarla".  (Jaime Balmes).

 - "Entre un hombre y una mujer la amistad es tan sólo una pasarela que conduce al amor".  (Jules Renard).

 - "Aprender es descubrir lo que ya sabes. Actuar es demostrar que lo sabes. Enseñar es recordarles a los demás que saben tanto como tú. Sois todos aprendices, ejecutores, maestros".  (Richard Bach).

Besos y abrazos,

Don.
_____

jueves, 9 de julio de 2015

Lo que hago en los matutinos

¡Buenos días!

No es ningún misterio, que los saco a la luz a través de los bits informáticos, por los que os llegan cada mañana que surgen de la oscura caverna de mis entendederas. Y lo que está haciendo este tórrido verano de justiciero sol con nosotros es licuarnos a base de bien, y después sorbernos cualquier vestigio de humor líquido que pudiéramos contener, hasta dejarnos más secos que a la misma mojama. Urge buscar sombras, lejos del implacable sol, lo más recónditas posible.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo una desternillante película que os recomiendo. Se trató de "Lo que hacemos en las sombras" ("What we do in the shadows"), de Taika Waititi y Jemaine Clement, y con ellos mismos y Jonathan Brugh, Cori González Macuer, y Stu Rutherford. Es el debut en el largo de este par de directores neozelandeses, y también actores y guionistas.

El equipo de filmación de un documental consigue el permiso de un grupo de cuatro amigos treintañeros que comparten piso en Wellington (Nueva Zelanda) para grabar su vida cotidiana durante varios meses. El caso es que son vampiros, cada uno con su carácter y manías, y de procedencia distinta, tanto geográfica como temporalmente, que tratan de convivir entre ellos de la mejor manera posible. Son una panda de frikis que intenta adaptarse a la vida moderna, sin hacerse mucho de notar entre los humanos, sin mucho éxito.

Una tronchante comedia de vampiros (nota: 8), disparatada y gamberra, paródica, con mucho humor negro, y geniales golpes que me hicieron reír a mandíbula batiente muchas veces. Con maneras de falso documental, también podría verse como una buddy movie (peli de amigotes) o de las de desmadre universitario. Es muy original, brillante y genial en muchos momentos, y también irreverente con los tópicos del género vampírico. Nos retrata a una panda de outlyers, que podríamos ser cada uno de nosotros, que también lo somos a nuestra manera, y sus problemas de convivencia, a la par que rezuma el eterno aburrimiento de una vida más allá de la muerte. Los efectos especiales son de un cutrerío desarmante, pero he ahí precisamente su gracia, que cuadran muy bien en la descacharrante caricatura.

Ahora algo de sabiduría ajena, que seguro aporta luz a algunos de los oscuros misterios que pudieran obnubilarnos:

 - "Donde hay luz también existe la sombra. ¿Dejaré de amar la luz porque produce sombras?".  (Heinrich Lübke).

 - "El amor no prospera en corazones que se amedrentan de las sombras".  (William Shakespeare).

 - "Gocemos aprisa; nuestro es únicamente el día presente: luego no será sino ceniza, sombra, una fábula".  (Aulo Persio).

Carpe diem, nihil obstat.

Besos y abrazos,

Don.
_____

miércoles, 8 de julio de 2015

A lomos de los paradisiacos matutinos

¡Buenos días!

Otra mañana más en la que cabalgo hacia ellos, sin desbocarme, para disfrutar tranquilamente de mi momentáneo paraíso mañanero, que se me abre de par en par a mi glorioso paso, y donde mis hadas y ninfas, cual si fueran gentiles huríes, me colman de bienestar. Me siento su elegido. Pero esto no es más que ficción, así que luego toca volver a la cruda realidad, casi infernal, con sofocantes máximas rondando la cuarentena, y ya llevamos así muchos días, ¡y los que nos quedan!; y lo peor, sudorosas noches, en las que el forzado insomnio puede provocar quijotescos delirios de grandeza... puramente lisérgicos, defectuoso producto de nuestro deshidratado cerebro, sorbido por el calor y la falta de sueño (y sueños).

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Los caballos de Dios" ("Les chevaux de Dieu"), de Nabil Ayouch, basada en la novela de Mahi Binedine "Les étoiles de Sidi Mumen", y con Abdelhakim Rachid, Abdelilah Rachid, Hamza Souidek, Ahmed El Idrissi Amrani, y Badr Chakir. Es el primer largo que veo de este director francés de origen marroquí. Esta película, en la que se conjetura como pudo ser la vida de los suicidas de los atentados de Casablanca en 2003, ganó la espiga de oro de la Seminci de Valladolid de... 2012. Con algo de retraso, pues, por decir algo, se ha estrenado por estos lares.

Un chaval de 10 años malvive con su familia en un mísero poblado chabolista de Casablanca junto a su sufrida madre, padre depresivo, y dos de sus tres hermanos: el mayor está en el ejército, el siguiente es autista y el penúltimo, de 13 años, es el jefecillo de la panda del barrio y protector de su hermano menor. Pasa el tiempo con sus amigos, y años después su hermano inmediatamente mayor acaba en la cárcel. Tras dos años sale convertido en fundamentalista islámico, y convence a su hermano pequeño y sus amigos para que se unan a su hermandad, donde el líder espiritual les adoctrina y prepara físicamente. Tiempo después les comunica que han sido elegidos para convertirse en mártires.

Una muy buena película (nota: 7) este duro drama, no exento de cierto aire poético, muy bien narrada, y montada (incluso cabalgada), en la que se muestran claramente las raíces de la expansión del fundamentalismo islámico, conociendo estupendamente, director y guionistas, los sutiles entresijos de este fenómeno que últimamente ha explotado y va a más. Miseria, delincuencia juvenil, falta de expectativas, germen y caldo de cultivo para el odio fundamentalista, donde los jóvenes son manipulados religiosamente y su cerebro lavado con esmero, cual ablución antes de la oración. Chicos de barrio chabolista, maltratados y vapuleados por todos, incluso por ellos mismos, abocados al abismo, sin nada que perder, porque nada tienen, se lanzan ciegamente a él, porque nada más ven o les dejan ver. Trata de similares temas que "Paradise now" (2005) de Hany Abu-Assad.

Ahora algo de sabiduría ajena, paraíso de nuestras entendederas:

 - "Caballo que vuela no quiere espuela".  (Refrán).

 - "Unos nacieron con estrella, y otros estrellados".  (Refrán).

 - "Tienes que desconfiar del caballo por detrás de él; del toro, cuando estés de frente; y de los clérigos, de todos lados".  (Miguel de Cervantes).

 - "El mentir de las estrellas
es muy seguro mentir,
porque ninguno ha de ir
a preguntárselo a ellas".  (Francisco de Quevedo).

 - "Cuanto antes nos percatemos de que nuestro destino está en nosotros mismos, y no en las estrellas, tanto mejor para nosotros".  (Axel Munthe).

 - "Los hombres temen a los mismos dioses que han inventado".  (Lucano).

 - "Aquel a quien aman los dioses muere joven".  (Menandro).

Besos y abrazos,

Don.
_____

jueves, 2 de julio de 2015

No es molestia esta paz matutina

¡Buenos días!

Cada vez que entro en estos matutinos siento su serena tranquilidad, nada me molesta, y vago mentalmente por ahí, quizá vagueando, pero disfrutando activamente de ello. Hoy parece que el verano ha dejado de molestar, las temperaturas son más suaves, con máxima prevista para hoy de 34ºC, pero en un par de días volveremos a las andadas, a coquetear con los incordiantes 40ºC.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "No molestar" ("Une heure de tranquilité"), de Patrice Leconte, y con Christian Clavier, Carole Bouquet, Valérie Bonneton, Rossy de Palma y Stephane De Groodt. De este veterano director francés tan sólo había visto uno de sus anteriores films: la magnífica "El hombre del tren" ("L'homme du train", 2002).

Un sábado por la mañana un maduro hombre acomodado, fanático del jazz, encuentra en un mercadillo el vinilo que siempre ha estado buscando. Loco de contento va rápidamente a su casa con la idea de disfrutarlo tranquilamente en la hora de que dispone hasta que acuda a la cita con su mejor amigo. Pero el mundo no está por la labor, y todo son impedimentos, todos parecen dispuestos a no permitírselo: su madre, su amante, su esposa, su hijo treintañero, la criada, unos obreros, un vecino de lo más pesado, y el resto de vecinos. Tratará de hacer todo lo posible por librarse de ellos y conseguir una hora de tranquilidad, pero...

Una comedia de enredo que comenzó bien, haciéndome reír, pero que se fue desinflando conforme avanzaba (nota: 5). Comercial, agradable y se deja ver. Retrato amable de un egoísta obsesionado con escuchar su anhelado disco, pero no las cuitas de quienes le rodean (familiares, amigos y vecinos), absortos a su vez en sus propias menudencias cotidianas y que tampoco escuchan mucho al otro, que cada uno va a lo suyo. También refleja nuestras frenéticas vidas urbanas, en las que parecemos no tener tiempo para nada, ni siquiera para una tranquila hora, muy necesaria, aislado de todos, sin hacer nada... ¡y saber disfrutarla, que es lo difícil!

Ahora, espero que no os moleste, ahí va un poquito de sabiduría ajena que quizá serene nuestros ánimos:

 - "La sabiduría es una tranquilidad del alma que por nada puede ser turbada y que ningún deseo inflama".  (Nicolás Boileau).

 - "Lo que se hace con precipitación nunca se hace bien; obrad siempre con tranquilidad y calma".  (San Francisco de Sales).

 - "Si no quieres ser desgraciado trata a las catástrofes como a molestias, pero de ninguna manera a las molestias como a catástrofes".  (André Maurois).

 - "El que puede estar sin hacer nada y no se aburre, sino que se gusta en ese estado, es el ser más perfecto".  (P. Louys).

Besos y abrazos,

Don.
_____

miércoles, 1 de julio de 2015

Párvulo matutino

¡Buenos días!

Cual inocente infante, nada real pero muy real, cada vez que me sumerjo en estos matutinos, auténtico recreo para mí, lo hago para aprender lo que sea, y sobre todo para retozar por doquiera que mi mente quiera... y al final, casi sin haberlo deseado me ha salido un pareado, más bien prosaico, que los versos y yo no nos "ajuntamos" gran cosa. Pues no sé si atreverme a salir de estos cándidos matutinos, que la realidad de este verano es mucho más que cálida, es sofocantemente tórrida, de insomnes noches, y con máximas rondando por arriba y por abajo, más bien por arriba, los 40ºC, con un sol que pasada la hora de comer te caldea hasta desfallecer... y otro pareadillo más... ¡A ver si al final voy a acabar de abrocharme la bragueta... por poeta!

Ayer por la tarde, a la hora de la siesta, estuve en el cine viendo "La profesora de parvulario" ("Haganenet"), de Nadav Lapid, y con Sarit Larry y Avi Shnaidman. Es el primer largo que veo de este director israelí.

La profesora de una guardería, poeta amateur que acude regularmente a un seminario sobre creación poética, descubre estupefacta como uno de los niños, de cinco años, que allí acuden, es un prodigioso poeta que elabora hermosas composiciones con cierta regularidad y que más parecen escritas por un adulto con mucha vida a sus espaldas, cual si fuera un pequeño Mozart rapsoda. Huérfano de madre, con un padre más preocupado por sus boyantes negocios que por otra cosa, y una niñera que se aprovecha del chaval copiando sus poemas para lucirse en los castings de actores a los que se presenta, la profesora decide protegerle de su entorno e incentivar su innata creatividad, con la idea de que su brillante y precoz talento no se despilfarre para la posteridad.

Extraña y muy chocante película (nota: 4) que me tuvo perplejamente aburrido, o hastiadamente desconcertado, durante casi todo su excesivamente largo metraje, con pasajes inútiles, de tempo pausado, que me pareció bastante absurda, aunque con buenos aspectos formales, no obstante sus chirriantes ramalazos de artificiosidad, que partiendo de un muy insólito hecho nos retrata la peculiar relación entre esta profesora, poeta frustrada, bastante obsesiva y algo insatisfecha con su vida, y su muy especialito alumno que avisa antes de crear un poema, diciendo 'Tengo un poema', como si dijera tengo pis... o caca, y lo suelta, ¡plof!. La tesis del film, que conseguí entresacar de algunos de mis bostezos y cabezadas, me pareció que era la de que hay que proteger el arte, hay que darle un lugar en este mundanal bullicio que nos invade.

Ahora algo de sabiduría ajena, que nos tenga la mente plena, esbozos de un catón con el que espero aprendamos un montón:

 - "Le dijo julio al parvero: «Ya dormirás en enero»".  (Refrán).

 - "Los poetas son los hombres que han conservado sus ojos de niño".  (Alphonse Daudet).

 - "Sé que la poesía es indispensable, pero no sabría decir para qué".  (Jean Cocteau).

 - "El poeta que estuviera satisfecho del mundo en que vive, no sería poeta".  (Giovanni Papini).

Besos y abrazos,

Don.
_____