miércoles, 25 de septiembre de 2019

Matutino deslumbrante

¡Buenos días!

Por mucha luz que irradien estos matutinos jamás llego a deslumbrarme con ello y puedo seguir mi camino del modo más ecuánime posible, sin ensalzar ni desdeñar en exceso nada, que todo tiene su mérito y merece ser elogiado. Y el sol, en el segundo día completo de otoño de calendario, sigue luciendo, sin cegar ni calentar en exceso, con máxima prevista de 23ºC para hoy, leve receso para volver enseguida, en sucesivos días, al veranillo de San Miguel.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Cegado por la luz" ("Blinded by the light"), de Gurinder Chadha, basada en las memorias del periodista Sarfraz Manzoor y en las letras de las canciones de Bruce Springsteen (el título de la película es el de una de sus canciones), y con Viveik Kalra y varios otros actores y actrices más. De esta directora británica de origen indio había visto dos de sus anteriores largos, "Bodas y prejuicios" ("Bride & prejudice", 2004) y "Quiero ser como Beckham" ("Bend it like Beckham", 2002).

Años 80, durante la época de Thatcher, plena de reconversiones industriales y paro galopante. Un adolescente británico que no encuentra su lugar en el mundo, vive en una ciudad suburbial cerca de Londres con su familia (padre, madre y dos hermanas), emigrantes pakistaníes, y desea ser escritor, escribiendo historias, poemas y canciones para tratar de evadirse de su realidad (difíciles condiciones socio-económicas, opresiva intolerancia xenófoba, e inflexibilidad paterna). Un día un compañero de instituto le da a conocer la música de Bruce Springsteen. Casi de inmediato siente una epifanía, pues las letras de esas canciones le están hablando de su propia vida y sentimientos, y ello le ayuda a superar sus dificultades y seguir adelante su propio camino.

Una muy buena película (nota: 7), con algún pero que otro, entre ellos el ser algo más melosa de lo deseable hacia el final, pero agradable de ver en su conjunto, de esas de buen rollo, con historia edificante, buenas canciones ochenteras, básicamente de "The Boss", y crítica social amable, que nos habla de como la música, y el arte en general, puede influir nuestra vida, especialmente en nuestro adolescente despertar vital adulto, de luchar por nuestros sueños sin olvidar del todo nuestras raíces y gente querida. Tiene unos mimbres muy similares a la de "Quiero ser como Beckham". Una de las reflexiones que destila esta historia, que también son unos versos de una canción de Bruce Springsteen, es eso de que no hay victoria individual si no ganamos todos, más o menos lo mismo que uno de los postulados de la matemática teoría de juegos desarrollada por John Nash, y lo opuesto a las individualistas teorías de Adam Smith, estas muy de la época thatcheriana.

Ahora unas citas de sabiduría ajena, que iluminen nuestras entendederas lo necesario, pero sin cegarlas por no dejar que vean más allá de estos postulados:

 - "Creo que no nos quedamos ciegos, creo que estamos ciegos, ciegos que ven, ciegos que, viendo, no ven".  (José Saramago).

 - "Todo es bello o tiene su belleza. Hay que hablar de un cerdo como de una flor".  (Jules Renard).

 - "La meta principal de la educación es desarrollar hombres que sean capaces de hacer cosas nuevas, no simplemente repetir lo que otras generaciones han hecho; hombres que sean creativos, inventores y descubridores. La segunda meta de la educación es la de formar mentes que sean críticas, que puedan verificar y no aceptar todo lo que se les ofrece".  (Jean Piaget).

 - "La juventud no debe solo asimilar los frutos de la cultura de sus padres, sino que debe elevar la cultura a nuevas cimas, a las que no llegan las gentes de las anteriores generaciones".  (Konstantin Stanislavski).

Besos y abrazos,

Don.
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martes, 24 de septiembre de 2019

Matutino hacia las estrellas...

¡Buenos días!

... Y más allá, hasta quien sabe dónde, buscando un qué sé yo en los confines cósmicos, allende mis maternales matutinos que nunca me dejan solo y allanan cualquier dificultad, o aquende mío, en mi solitaria unidad y por entre la infinita galaxia de mis neuronas y sus sinapsis. Por lo demás, esa humilde estrella amarilla a la que llamamos sol, luce hoy de nuevo tras las lluvias del fin de semana, ya comenzando el veranillo de San Miguel, con sus 26ºC de máxima prevista por los madriles.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Ad astra", dirigida por James Gray, y con Brad Pitt. Es el séptimo largo de este director, de quien había visto sus cuatro anteriores más recientes: "Z. La ciudad perdida" ("The lost city of Z", 2016), "El sueño de Ellis" ("The immigrant", 2013), "Two lovers" (2008), y "La noche es nuestra" ("We own the night", 2007).

En un futuro cercano, a un experimentado y reputado astronauta le encargan la misión de encontrar a su padre perdido (él creía que fallecido) casi 20 años atrás en los confines del sistema solar cuando realizaba una peligrosa misión de exploración que fracasó, y de averiguar la causa de unas potentes emisiones de plasma electromagnético procedentes de esa zona y que amenazan con destruir la vida en la Tierra.

Una estupenda película (nota: 8) que os recomiendo, fascinante y con mucho empaque visual y formal, que nos dice muchas cosas, esta de ciencia ficción espacial sobre viajes físicos y anímicos, extrínsecos e intrínsecos, por los confines del espacio exterior y los del interior de cada cual... sobre buscar nuestro destino, que nos lleva a volver a nuestros orígenes, los que nos engendraron, para soltar amarras con nuestro pasado, dejarlo ir, y volver a empezar (o continuar) con nuestra búsqueda existencial, metafísica, donde casi más importante que el origen o el destino es el trayecto recorrido. También nos habla de reencuentros de padres e hijos, y de soledad, la buscada y la sobrevenida, y que esta, especialmente, nos puede llevar a la locura.

Por esto y por aquello, me recordó a muchas otras grandísimas películas, primero a "Gravity" (2013) de Alfonso Cuarón o "Solaris" (2002) de Steven Soderberg (o la homónima original soviética de Andrei Tarkovsky de 1972), pero también a "2001: Una odisea del espacio" ("2001: A space odyssey", 1968) de Stanley Kubrick, a "Interstellar" (2014) de Christopher Nolan, y a algunas otras más, incluso sin ser de ciencia ficción espacial, con o sin trasfondo metafísico.

Pues llegados a este punto, paramos motores y recargamos nuestro intelecto con estas citas de sabiduría ajena, que seguro nos facilitan el camino que decidamos seguir en este mundo:

 - "El cosmos es mucho más grande que yo y no puedo comprenderlo, así que confío en mi mismo para intentarlo, y me olvido de lo primero".  (Edwin Hubble).

 - "No sabemos el porqué venimos a este mundo, pero podemos intentar descubrir qué clase de mundo es, al menos en sus aspectos físicos".  (Edwin Hubble).

 - "No dejaremos de explorar y el fin de nuestra exploración será encontrar el punto de partida y conocer el lugar por primera vez".  (T. S. Eliot).

 - "Naces solo y mueres solo, y en el paréntesis la soledad es tan grande que necesitas compartir la vida para olvidarlo".  (Eric Fromm).

Besos y abrazos,

Don.
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lunes, 23 de septiembre de 2019

Matutino en el centro, ni arriba ni abajo

¡Buenos días!

Hoy mismo, en unas pocas horas, a las 9:50, pasaremos por el equinoccio otoñal, con el día dividido en dos partes perfectamente iguales, con 12 horas de sol y 12 de noche, dando comienzo, por calendario, el otoño, y tras las otoñales lluvias de este fin de semana, con algún chaparrón veraniego de por medio, hoy tendremos nubes con algo de sol, probabilidad de alguna precipitación a primeras horas, y sol vespertino, con 21ºC de máxima prevista.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Downton Abbey" de Michael Engler, y con Michelle Dockery, Maggie Smith, y un montón más de actores y actrices, que es una película bastante coral. Es el segundo largo, y primero que veo, de este director británico, especializado en series de televisión, entre ellas parte de la homónima de esta película, que continúa donde se quedó la serie (que no he visto), tras seis temporadas, la última hace cuatro años, una especie de capítulo alargado.

Es 1927, y la aristocrática familia británica residente en la mansión de Downton Abbey, y su servidumbre, continúan con sus historias, ahora con el telón de fondo de la visita de los reyes a su señorial residencia, donde comerán y dormirán, de camino a un acto social en una localidad cercana.

Película que no me dijo gran cosa (nota: 5), aunque se deja ver, que con muy buena ambientación, actuaciones y demás, desarrolló una historia bastante planita en general, y algo pasada de melosidad, con tendencia a rematar con finales felices tramas inacabadas de la serie, salvo algunos pocos momentos en los que me pareció brillante. Como dije, la serie no la vi, pero la película me hizo recordar otra mítica serie televisiva británica, de mis adolescentes años 70, "Arriba y abajo" ("Upstairs, downstairs"). Probablemente, salvo para fans adictos a la serie, la película sobra, como supongo será para muchos que como yo no estamos iniciados en ese microcosmos social.

Ahora unas citas de sabiduría ajena que nos ayuden a centrarnos, bien estemos arriba o abajo:

 - "Ya no se dice que son «los de abajo» sino «los de fuera»".  (Ernesto Sábato).

 - "En un mundo superior puede ser de otra manera, pero aquí abajo, vivir es cambiar y ser perfecto es haber cambiado muchas veces".  (John H. Newman).

Besos y abrazos,

Don.
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jueves, 19 de septiembre de 2019

Amistosos litigios matutinos

¡Buenos días!

De piedra me quedaría si pleiteara con mis matutinos sobre cualquier cosa. Y como eso lo considero imposible en este balsámico entorno, pues me dedico a seguir creciendo gracias a ellos... y espero que viceversa. Parece que hoy será el último día de amigable verano, hasta el siguiente que toque, pues a partir de mañana volverán las lluvias y tormentas con bajada de temperaturas, madurándose el clima de cara al inminente otoño. De momento, para hoy, sol con algunas nubes y 26ºC de máxima prevista por los madriles.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Litus", de Dani de la Orden, basada en la obra teatral homónima de Marta Buchaca, coguionista junto al director, y con Belén Cuesta, Quim Gutiérrez, Adrián Lastra, Álex García, Miquel Fernández, y Marta Nieto. Es la primera película que veo de las de este director.

Un grupo de treintañeros, amigos desde la infancia, se reúnen de nuevo, tras tiempo sin verse desde que otro de la panda, Litus, se suicidó pocos meses atrás. Uno de ellos, hermano de Litus, les convocó para rendirle homenaje y darles unas cartas de despedida dirigidas a cada uno y escritas por Litus poco antes de morir. En la reunión saldrán a relucir secretos ocultos y emociones escondidas desde tiempo atrás.

Una muy buena película (nota: 7), en la que al principio no me interesaron gran cosa las tribulaciones de sus inmaduros personajes, algo anodinas, pero que poco a poco me fue enganchando conforme evolucionaban. Tragicomedia, ni muy trágica ni muy cómica, que nos habla de duelos tardíos, de saber despedirse y afrontar y asimilar una pérdida, por muerte o desamor, cada uno a su manera, del miedo a afrontar responsabilidades de adulto de una generación ya bastante adulta, solo por edad, que no por comportamiento, según se muestra. Especie de terapia catártica de sus descolocados personajes, abocados por las circunstancias a someterse a ella aunque quieran escurrir el bulto, mientras desde su egoísmo emocional e inmadurez (básicamente de los personajes masculinos) no cesan de reprocharse mutuamente sus relativas frustraciones vitales.

Ahora unas citas de sabiduría ajena que nos ayuden a construir, piedra a piedra, nuestro propio devenir vital:

 - "Crecerá el membrillo, y mudará el pelillo".  (Refrán).

 - "Nada sienta mejor al cuerpo que el crecimiento del espíritu".  (Proverbio chino).

 - "La verdadera amistad es planta de lento crecimiento que debe sufrir y vencer los embates del infortunio antes de que sus frutos lleguen a madurar completamente".  (George Washington).

Besos y abrazos,

Don.
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miércoles, 18 de septiembre de 2019

Merecimientos matutinos

¡Buenos días!

No sé si lo tengo merecido, pero el caso es que estos matutinos me dan todo lo que me pueden dar, sin pedirme nada a cambio, y además en un entorno de complacencia mutua y total. Y merece la pena disfrutar de los últimos días de verano de calendario, y hoy lo hacemos con un suave día de sol y tibias temperaturas, con 26ºC de máxima prevista, a la espera de otro fin de semana pasado por agua, que más que merecerlo lo necesitamos.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "¿Qué hemos hecho para merecer esto?" ("Vomit haben wir das verdient?"), de Eva Spreitzhofer, y con Caroline Peters, Chantal Zitzenbacher, y Simon Schwarz. Es la primera película de esta directora y guionista austriaca.

Una mujer que ronda la cincuentena, librepensadora, feminista y atea, está divorciada pero con una nueva relación amorosa, y tiene dos hijas, la mayor adoptada y la otra en plena adolescencia. Un día, esta se presenta vistiendo velo y túnica y diciendo que se ha convertido al islam visitando páginas de internet, como medida de protesta contra la islamofobia creciente en su país. Sus vidas darán un vuelco y entrarán en una vorágine de contradicciones.

Película llevadera (nota: 5) esta comedia que apenas me hizo reír, cosas de que no debo estar en la onda del humorismo germánico, aunque sin embargo sí que tuvo momentos sueltos de afilada comicidad para reflexionar un poquito, hablándonos de conflictos generacionales, rebeldía adolescente, contrastes y sinsentidos culturales y religiosos, tolerancia, xenofobia (cosas quizá del miedo ignorante), amagos de regresión de los derechos femeninos, etc. Critica los retrógrados radicalismos religiosos, casi que reduciéndolos al absurdo, pero sin dejar de lado el azotar también las contradicciones de la bien pensante sociedad europea laica.

Bueno, creo que llegó la hora de la sabiduría ajena, que creo necesitamos para evitar merecernos lo que se nos venga encima por desconocimiento:

 - "El remordimiento de la conciencia es el temor que produce en nosotros la idea de que nuestras acciones han podido merecernos el odio o el resentimiento de los otros".  (Barón de Holbach).

 - "Lo imprevisto constituye la trama de los días. El hombre que se levanta con la seguridad de ser un espectador divertido de los sucesos, no dándoles mayor relevancia que la que su actuación merece, nunca sale defraudado".  (Amado Nervo).

 - "Te dices a ti mismo: ¡mira, aquí está el mundo que aparenta ser tan peligroso! Pero no es nada más que un juego de niños. Merece la pena hacer chistes sobre esta amenaza".  (Sigmund Freud).

Besos y abrazos,

Don.
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martes, 17 de septiembre de 2019

Informales aventurillas matutinas

¡Buenos días!

Lo prometo, hace tiempo que no tengo desliz alguno con los vespertinos, que aquello fue agua pasada y espero no vaya a mayores, cual efecto mariposa, y origine un maremoto de imprevisibles consecuencias. En cualquier caso no importa tanto, que matutinos y vespertinos no son otra cosa que las dos caras de la misma moneda. Pues bueno, tras unos días de este mortecino verano en los que quiso coquetear con el otoño, al menos por estos lares, que por el levante se encabritó con una gota fría casi sin precedentes, parece que vuelve por sus fueros, aunque algo más modosito, tras el correctivo de las torrenciales lluvias pasadas. Así que hoy conviviremos con sus 26ºC de máxima prevista y bastante sol, más llevadero que antaño.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Los informes sobre Sarah y Saleem" ("Al-taqareer hawl Sarah wa Saleem"), de Muayad Alayan, y con Sivane Kretchner, Adeeb Safadi, Ishai Golan, y Maisa Abd Elhadi. Es el segundo largo, y primero que veo, de este director palestino.

Sarah, una mujer israelí casada con un militar de alto rango, con una niña, y dueña de una cafetería, y Saleem, un hombre palestino casado, a punto de ser padre y repartidor de bollería, mantienen una apasionada aventura extramarital. Pertenecen a mundos totalmente separados en lo socio-económico (en todas sus facetas), y no solo por muros físicos. Durante una de sus secretas citas nocturnas ocurre un incidente en el bar el que se encuentran, lo que desata una cadena de inesperados acontecimientos que amenaza con arruinar no solo sus propias vidas, sino también las de sus respectivas familias.

Una muy buena película (nota: 7) que vi con mucho interés y me atrapó en su trama, sobre como un mero adulterio, que casi en cualquier otro país no tendría más que consecuencias personales para los implicados, deviene por azar en asunto de kafkiana seguridad nacional en el casi que paranoico y esquizofrénico estado israelí, sumido en una opresiva atmósfera de segregación y presiones tribales. Plena de dilemas morales que viven sus cuatro protagonistas, esta historia de pasiones amorosas, contada con gran naturalidad, es un vehículo para hablar del enquistado conflicto palestino-israelí. Por algunos detalles me recordó a esa portentosa obra maestra, de diez, que es "Nader y Simin: una separación" ("Jodaeiye Nader az Simin", 2011) de Asghar Farhadi.

Ahora toca aventurarse en la sabiduría ajena, así que ahí os dejo estas citas con las que espero estemos mejor informados y sepamos más:

 - "Saber mucho no es lo mismo que ser inteligente. La inteligencia no es sólo información, sino también juicio, la manera en que se recoge y maneja la información".  (Carl Sagan).

 - "Se puede pecar contra la verdad lo mismo por omisiones calculadas como por informaciones inexactas".  (Pablo VI).

 - "La aventura podrá ser loca, pero el aventurero ha de ser cuerdo".  (Gilbert K. Chesterton).

Besos y abrazos,

Don.
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viernes, 13 de septiembre de 2019

Matutinos en la memoria

¡Buenos días!

Tanto tiempo de vida en común llevamos que creo que jamás olvidaré estos matutinos, pues más que en el cerebro los debo tener incrustados en el mismo tuétano, así que en el caso de que se me agujereen las neuronas tengo un reservorio a buen recaudo en el interior de la osamenta. Por tanto, en el eventual caso de perderlos, siempre podré revivirlos. Pero de momento, con la mente despejada, nos ha amanecido un día ídem, y con 25ºC de máxima prevista, salvo alguna nube desorientada, que irán a más, nublándose totalmente enseguida y empezando a dejar caer lluvia, tanto hoy como el resto del fin de semana, que será totalmente pasado por agua, especialmente el sábado, con fuertes tormentas.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Vivir dos veces", de María Ripoll, y con Óscar Martínez, Inma Cuesta, Mafalda Carbonell, y Nacho López. Octavo largo de esta directora, de quien había visto cinco de sus siete anteriores, menos los de 2001 y 2016: "No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas" (2016), "Ahora o nunca" (2015), "Rastros de sándalo" ("Rastres de sàndal", 2014), "Tu vida en 65'" (2006), "Utopía" (2003), "Tortilla soup" (2001), y su debut, la mejor de todas para mí con diferencia, "Lluvia en los zapatos" ("The man with rain in his shoes", 1998).

Un catedrático universitario de matemáticas, viudo y ya jubilado, huraño y bastante cascarrabias, está empezando a manifestar los primeros síntomas de Alzheimer, unas leves pérdidas de memoria y desorientaciones. De repente le viene al recuerdo su primer amor en la preadolescencia, chica a la que desde entonces jamás volvió a ver, así que ahora decide buscarla, sin saber de su paradero, para volver a verla antes de que su memoria se apague definitivamente. En esta peripecia se embarcará junto a su hija, con la que no tiene buena relación y no ve con buenos ojos esa aventura, su deslenguada nieta, que le ayudará en la tarea buscando en las redes sociales, y su yerno.

Película bastante regularcilla (nota: 4), con sus más y sus menos, momentos que me gustaron y otros que me parecieron tontorrones y algo pasados de miel. Una melodramedia, también road movie parcialmente, en la que los personajes reconsideran sus vidas anteriores durante el trayecto, planteándose que podrían vivir de otra manera. Amén del alzheimer y su evolución nos habla de gente mayor y sus cuitas, que van regresando a la infancia conforme cumplen años, y también de memoria y olvido, de recordar antes de olvidar, y de que no es posible regresar al pasado... salvo con nuestras mentes, por deterioradas que estén. De refilón, también de nuevas tecnologías, que nos pueden anular socialmente o ayudarnos, depende, y aunque lo parezca no son omnipotentes, aunque sí bastante omnipresentes hoy día.

Pues antes de que se me olvide, ahí os dejo unas citas de sabiduría ajena:

 - "La ventaja de tener mala memoria consiste en que se goza muchas veces con las mismas cosas".  (Friedrich Nietzsche).

 - "Cuando recordar no pueda,
¿dónde mi recuerdo irá?
Una cosa es el recuerdo
y otra cosa es recordar".  (Antonio Machado).

Besos y abrazos,

Don.
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martes, 10 de septiembre de 2019

Apática desidia matutina


¡Buenos días!

Si una doble negación es una afirmación, según la lógica matemática, entonces es que con esmero y cuidado me tratan los matutinos, como una buena madre, y viceversa, como de otro modo no podía ser. Y más o menos lo mismo le pasa al clima de hoy, pues hiperactivo se nos ha vuelto, ya que por los madriles se nos ha desmelenado el viento, con máxima prevista de tan solo 21ºC; y allende se nos ha revuelto con lluvias torrenciales debidas a la gota fría (o D.A.N.A., que dicen los meteorólogos), que como un rayo está pasando hoy por encima de la Península Ibérica.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Ray & Liz", escrito y dirigido por Richard Billingham, e interpretado por Justin Salinger, Ella Smith, y Joshua Millard Lloyd. Es el primer largo de este director y también guionista, que antes fue fotógrafo, basado en sus experiencias vitales infantiles, aunque se centra más bien en las peripecias de su hermano pequeño.

Años 70-80 en Birmingham. En un barrio del extrarradio vive una familia obrera, matrimonio y dos hijos, de padre alcohólico (Ray) y madre obesa y fumadora compulsiva (Liz), que malviven de subsidios sociales y apenas prestan atención a sus hijos, en un entorno malsano y opresivo de violencia doméstica y negligencia parental.

Buena película (nota: 6), de excelentes maneras formales, por su modo de narrar y fotografía, pero que sin embargo no acabó de llegarme del todo, tal vez porque no es especialmente agradable de ver. Crudo y despiadado drama familiar y social, bastante demoledor, no exento de algún atisbo de ternura en la mirada a su propia familia, todo un dechado de incapacidades y ruindades y muy desestructurada. La historia está constituida por tres capítulos, casi que tres mini historias independientes, la primera sobre su padre (Ray) en la actualidad, arrumbado en un cuarto y tan solo alimentado de cerveza, que se va entremezclando con las dos siguientes, la segunda cuando era niño sobre su tío cuidando a su hermano bebé, y la tercera cuando adolescente sobre las traumáticas desventuras de su hermano pequeño. En definitiva, que me pareció una especie de autoexorcismo, un puñetazo (o varios) a las pasadas miserias personales y, por extensión, sociales.

Y ahora, con sumo interés, entramos en la sección de sabiduría ajena, donde os dejo unas citas que cual rayo iluminen nuestras entendederas:

 - "La sociedad paga bien caro el abandono en que deja a sus hijos, como todos los padres que no educan a los suyos".  (Concepción Arenal).

 - "Ésta es nuestra obligación hacia el niño: darle un rayo de luz, y seguir nuestro camino".  (María Montessori).

Besos y abrazos,

Don.
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jueves, 5 de septiembre de 2019

Instantánea matutina

¡Buenos días!

En este mismo momento me retrato ante este matutino y le declaro apasionadamente mi amor, y así queda impreso... como impresionado estoy de este día que hoy amanece, bastante más fresco que los precedentes, con 27ºC de máxima prevista por los madriles y un impresionante solazo que al instante nos eleva el ánimo.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Tu fotografía" ("Photograph"), escrito y dirigido por Ritesh Batra, e interpretado por Nawazuddin Siddiqui y Sanya Malhotra. Es el cuarto largo de este director indio, de quien había visto sus dos primeros, "El sentido de un final" ("The sense of an ending", 2017) y "The lunchbox" (2013), pero no su tercero.

En Bombay, un humilde fotógrafo callejero que se gana la vida, no sin dificultad, retratando turistas con el trasfondo de los monumentos, le hace una instantánea a una tímida, meditabunda y melancólica joven que por allí pasaba, estudiante de contabilidad, de familia acomodada que quiere que se case a no mucho tardar, quien sin darse cuenta se va sin pagarle el trabajo. Él también es presionado por su abuela para casarse lo antes posible, aunque se muestra reacio, así que le envía la foto de la desconocida diciendo que ha encontrado novia, con la esperanza de que le deje en paz, a lo que replica que irá enseguida a la gran ciudad para conocerla, por lo que dispone de unos pocos días para encontrarla antes de que llegue su abuela. Por azar lo consigue, le plantea que se haga pasar por su prometida durante unos días, y para su sorpresa ella acepta. Pero el roce va haciendo el cariño...

Estupenda película (nota: 8) esta deliciosa historia de amor que vi con sumo agrado, con trasfondo social de matrimonios concertados por tradición, presión familiar, clases altas y bajas (castas) que no se mezclan. Me enamoró por su parsimoniosa sutileza y delicadeza, tanta que casi parecía más una japonesa que una india. Además no es ni muy romántica ni muy melodramática ni muy cómica, en sus respectivos momentos, todo muy contenido. Hacia el final tuvo un toque de realismo mágico, y sobre todo, un elegantísimo final con su requiebro argumental metacinematográfico que se desmarca de lo tópico por muy tópico que sea. En definitiva, que no importa tanto lo que se cuenta, sino cómo se cuenta; espléndidamente en este caso y por lo que a mí respecta.

Ahora toca retratarse ante la sabiduría ajena, así que ahí os dejo este par de citas, fugaces instantáneas del pensamiento de otros:

 - "Un solo instante de amor abre el edén cerrado".  (Víctor Hugo).

 - "Todos los días Dios nos da un momento en que es posible cambiar todo lo que nos hace infelices. El instante mágico en el que un sí o un no pueden cambiar toda nuestra existencia".  (Paulo Coelho).

Besos y abrazos,

Don.
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miércoles, 4 de septiembre de 2019

Matutino alojado en la orilla

¡Buenos días!

Siempre al borde de fluir en cualquier dirección, y no necesariamente a la mar, que es el morir, parafraseando al poeta Jorge Manrique, me encauzo hacia los matutinos otra mañanita más dibujando meandros, y no porque esté borracho, sino para rebuscar bien entre sus recodos todo lo bueno que hay en ellos. ¿Y el verano?, pues aquí sigue aposentado, parece que sin querer llegar a su ya cercana desembocadura equinoccial, con otro caluroso día de 33ºC de máxima prevista por los madriles.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "El hotel a orillas del río" ("Gangbyeon Hotel"), de Hong Sang-soo, y con Gi Ju-bong, Kim Min-hee, Kwon Hae-hyo, Song Seon-mi, y Yu Jun-sang. De este muy prolífico director y guionista coreano había visto cinco de sus anteriores films: "La cámara de Claire" ("Keul-le-eo-ui Ka-me-la", 2017), "En la playa sola de noche" ("Bamui haebyunaeseo honja", 2017), "Lo tuyo y tú" ("Dangsinjasingwa dangsinui geot", 2016), "Ahora sí, antes no" ("Ji-geum-eun-mat-go-geu-ddae-neun-teul-li-da", 2015), y "En otro país" ("Da-reun na-ra-e-suh", 2012).

En el hotel del título se aloja un veterano y afamado escritor, un poeta, que convoca a sus dos hijos, a los que no ve desde hace años, y les comunica que tiene la impresión de que va a morir en cualquier momento. En otra habitación del hotel se encuentra una joven que acaba de sufrir una dolorosa ruptura sentimental, engañada por su pareja, y que recibe la visita de su mejor amiga, que viene a consolarla.

Bastante plomazo y soporífera me pareció esta película (nota: 2), en la línea de sus dos últimas (las tres primeras suyas vistas por mí sí que me gustaron). Otra historia ombliguil, casi que paja mental, no sé si a causa del delirium tremens provocado por tanto beber soju (tradicional destilado alcohólico típico de Corea). Ni me gustaron las formas, ni el fondo, que nada me dijo, de estas dos historias paralelas (y para lelos de presunta reflexividad) que se rozan tangencialmente, rodadas en blanco y negro y de manera muy contemplativa y parsimoniosa, y a ratos casi que toscamente.

Ahora, en los límites de la sabiduría ajena, ahí os dejo unas citas que he pescado por entre sus aguas:

 - "Quien a la orilla del río mora, unas veces canta y otras llora".  (Refrán).

 - "Es raro, muy raro, que nadie caiga en el abismo del desengaño sin haberse acercado voluntariamente a la orilla".  (Concepción Arenal).

Besos y abrazos,

Don.
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martes, 3 de septiembre de 2019

Matutino de toma y daca

¡Buenos días!

Donde las dan, las toman, que dice el refrán, así que por cada bondad que los matutinos me procuran y que tanto bienestar me produce, trato yo de devolvérselos en la misma proporción, ojo por ojo, en el buen sentido, es decir, echándoles un ojo, cuidándoles, y viceversa, dejándome cuidar por ellos. Por lo demás, el verano a lo suyo, dándonos calor a base de bien, tanto que ya no sabemos cuándo cesará en su sofocante empeño, así que no queda otra que tomárselo con cierta resignación y esperar que amaine. La máxima prevista para hoy por los madriles será de 32ºC, más llevaderos que los más altos de días anteriores.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Quien a hierro mata", de Paco Plaza, y con Luis Tosar, Xan Cejudo, Enric Auquer, Ismael Martínez, y María Vázquez. Es el primer largo que veo de los de este director, especializado hasta ahora en cine de terror.

En un pueblo de la costa gallega vive un buen hombre, que va a ser padre en breve, y que trabaja como enfermero jefe en una residencia geriátrica, muy apreciado por sus compañeros y pacientes, en la que acaba de ingresar el mayor capo del narcotráfico local, recién salido de la cárcel por su salud, pues padece una enfermedad degenerativa terminal. El enfermero lo cuida con profesional esmero pero en realidad tiene otros planes para él pues le culpa del fallecimiento por sobredosis de su hermano hace más de veinte años, rencor reavivado por el casual encuentro.

Muy buena película (nota: 7), seca y dura, que me mantuvo enganchado durante todo su metraje, este sosegado thriller con ramalazos espídicos, y tragedia helena de retorcidas venganzas cruzadas y a destiempo, que genera cierto desasosiego y se desarrolla en una residencia de ancianos. Nos muestra el lado oscuro del ser humano, cuando se deja intoxicar por el odio y el rencor, recayendo en él, sin saber, ni poder (ni querer) salir de ahí.

Ahora, en la sección de sabiduría ajena, os lanzo estas citas, comenzando con la máxima de San Mateo que da pie al título de la película, y rematando con una de su director, esperando me las devolváis (retóricamente hablando) con vuestras intrínsecas reflexiones:

 - "Quien a hierro mata, a hierro muere".  (Proverbio bíblico).

 - "En ocasiones, cuando más ajeno estás a todo, cuando menos esperas que ocurra algo que altere tu vida, el destino decide jugarte una mala pasada y te golpea en la cara con guante de hierro".  (Matilde Asensi).

 - "En el interior de cada persona hay luz y hay oscuridad. Alimentar a una de ellas en detrimento de la otra es una decisión que nos corresponde a cada uno".  (Paco Plaza).

Besos y abrazos,

Don.
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