viernes, 30 de agosto de 2013

No encuentro matutinas razones para enloquecer

¡Buenos días!

En estos matutinos me libero de casi cualquier preocupación que pudiera atenazarme fuera de ellos, y aunque pudiera enloquecerme todo lo que les rodea, serenan mi mente para enfrentarme con sensatez a los problemas que pudiera haber fuera de ellos. Son un excelente bálsamo mental para mí. En lo que respecta a este verano cada vez más fresco (máximas ya por debajo de los 30ºC), parece que ya dejó sus locuras tormentosas de ayer y antes de ayer y vuelve a serenarse.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Perder la razón" ("À perdre la raison"), de Joachim Lafosse, y con Émilie Dequenne, Tahar Rahim, y Niels Arestrup. Es el primer largo que veo de este director.

Una pareja de jóvenes se ama con locura. Deciden casarse. Ella es maestra, y él el hijo adoptivo de origen marroquí de un viejo médico, quien le ha facilitado una vida acomodada desde muy niño. Deciden vivir en la casa del doctor con él, que siente dependencia por su hijo adoptivo (y viceversa). En ese entorno emocional nada saludable para una pareja van desarrollando su vida a medida que van naciendo sus hijos (hasta cuatro), lo que irá minando la salud mental de ella, quien siente invadida su independencia familiar por la excesiva afectuosidad y generosidad de su suegro, siempre presente e inmiscuyéndose (sin que así lo parezca) en los más nimios detalles familiares.

Una muy buena película, inspirada en una noticia real ocurrida en Bélgica hace pocos años, en la que de un modo contenido se nos insinúa muy tangencialmente la terrible tragedia que vemos cernirse muy poco a poco a lo largo del metraje. Una historia sobre el afecto excesivo (e interesado) y sus consecuencias, dado que puede convertirse en chantaje emocional y abuso de poder en la familia, lo que termina por hacer que se hunda hasta los más horribles abismos de la locura nuestra protagonista, incapaz de soportar la muy sutil presión psicológica de su marido, y sobre todo de su suegro, hasta casi sentirse absolutamente anulada.

Ahora algo de sabiduría ajena que nos haga encontrar algo de razón en nuestras vidas:

- "El casado casa quiere".  (refrán).

- "Contra los valores afectivos no valen razones, porque las razones no son nada más que razones, es decir, ni siquiera verdades".  (Miguel de Unamuno).

- "Es difícil decir quién nos hace en la vida más daño, si nuestros enemigos con su peor intención, o nuestros amigos con la mejor".  (George Bulwer-Lytton).

- "Si hacemos el bien por interés, seremos astutos, pero nunca buenos".  (Marco Tulio Cicerón).

- "Loco no es el que ha perdido la razón, sino el que lo ha perdido todo, todo, menos la razón".  (Gilbert K. Chesterton).

Besos y abrazos,

Don.
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jueves, 29 de agosto de 2013

Creencia en este paraíso matutino

¡Buenos días!

Estoy en el absoluto convencimiento de que estos matutinos me reportan tanto bienestar que son una de las mejores curas que me puedo administrar. No sé si al resto de corderos que vienen a pastar por sus prados, ahora agostados por el calor veraniego de agosto, les hará algo de bien, aunque eso supongo. Desde luego no trato de pontificar ni imponer mi ideario, que cada cual es libre de tomar lo que mejor le plazca, a su libre albedrío.

Por lo demás, creo que hoy volverá a haber tormentas, porque lo barrunto y porque así lo creen también los meteorólogos, a quienes creo, según sus modelos matemáticos de predicción, muy fiables por lo que me consta (lo opuesto a la entelequia de la mayoría de creencias), lo que no quita para que de vez en cuando fallen y nos decepcionen, que la perfección está en el paraíso, luego ambos no existen sino en nuestra imaginación, que la imperfecta realidad es otra ... y a la vez la misma, porque la ilusión no es sino otra forma de realidad creada por cada uno de nosotros.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Paraíso: Fe" ("Paradies: Glaube"), de Ulrich Seidl, y con Maria Hofstatter y Nabil Saleh. Es la segunda parte de una trilogía cuyo primer episodio ya os glosé ayer, "Paraíso: Amor" ("Paradies: Liebe"). La tercera, supongo que la semana que viene.

Una enfermera, hermana de la protagonista de la primera entrega de la trilogía (quien buscaba su paraíso en el terrenal amor carnal), busca el suyo propio en el amor místico hacia Jesucristo y María. Es una ultracatólica que se flagela y sufre el cilicio para reprimir y abortar cualquier deseo carnal. En su mes de vacaciones se dedica a recorrer los domicilios vieneses, especialmente de inmigrantes, con una gran imagen de la Virgen María a cuestas, para hacer proselitismo religioso casa por casa. De repente, tras dos años de ausencia, aparece en el hogar su marido musulmán, que está parapléjico, reclamando que le cuide. A partir de ese momento, la vida de nuestra protagonista dará un vuelco y sus constantes plegarias convivirán con el rencor hacia su marido, lo que hace tambalear su fe, excesivamente integrista.

Como en la primera parte, en esta segunda se nos muestran las vanas ilusiones y decepciones amorosas de nuestra fanática beatona de reprimida sexualidad, en este caso por su amor a Jesús. Vive en una perpetua alienación, provocada por una religiosidad desmedida que le hace ver (y sentir) la realidad distorsionada. Como en la anterior, áspera austeridad en el film, con unas gotas de humor y otras notas escabrosas más, y no sólo de descarnada desnudez. Me gustó más la primera parte.

Ahora algo de sabiduría ajena, la creación de otras mentes que creo nos sentará muy bien a nuestro intelecto:

- "Entre la fe y la incredulidad, un soplo. Entre la certeza y la duda, un soplo. Alégrate en este soplo presente donde vives, pues la vida misma está en el soplo que pasa".  (Omar Khayyam).

- "Con cojo, a fe, no me burlaré".  (refrán).

- "El amor y la fe, en las obras se han de ver".  (refrán).

- "Vuelve la espalda a los que halagan tu vanidad, especulan con tu buena fe y te condenan a ser siempre rebaño, sin decírtelo, para ser ellos pastores".  (Constancio C. Vigil).

- "Aunque tu enemigo sea el ser más ruin, mezquino y miserable de la tierra, ¿serías tú acaso mejor por eso? Deja a tu enemigo que sea como fuere y procura mejorarte tú, pues no has venido a perfeccionar a tu enemigo, sino a ti mismo".  (Amado Nervo).

Besos y abrazos,

Don.
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miércoles, 28 de agosto de 2013

Amor en este paraíso matutino

¡Buenos días!

¡Qué os voy a contar que ya no sepáis!, que en este irreal mundo matutino, tan real para mí por otra parte, siento el amor de mis ideales hadas y ninfas, encontrando todo lo que busco por aquí, sin la más mínima decepción. Sé lo que hay y lo que puedo disfrutar. Por lo demás, parece que esta mañana el verano y las tormentas están flirteando, en uno de esos fugaces amores de verano, aunque ambos sepan lo que hay, que cuanto más intenso, menos durará, y no habrá decepciones, que después cada uno a lo suyo.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Paraíso: Amor" ("Paradies: Liebe"), de Ulrich Seidl, y con Margarethe Tiesel y Peter Kuzungu. De este director austriaco había visto su anteior film, "Import/Export" (2007).

En las playas de Kenia llaman "sugar mamas" a las europeas solas que, a cambio de un poco de amor, aseguran la subsistencia a jóvenes africanos. Una austríaca cincuentona, entrada en carnes, cuidadora de discapacitados mentales, y madre soltera de una hija adolescente, a la que deja al cargo de su hermana, decide irse de vacaciones a ese paraíso, donde espera encontrar el amor carnal (más de amor que de carne) del que no disfruta desde hace tiempo. Va pasando de un "beach boy" a otro, de desilusión en desilusión, terminando por rendirse a la evidencia de que allí el amor es un producto comercial que venden jóvenes desesperados por ganarse la vida a costa de las pudientes europeas.

Muy buena película, incómoda de ver bastantes momentos por su impúdico punto de vista sobre esa realidad del turismo sexual (femenino en este caso), aunque tuvo otros de gran belleza plástica (la imagen final y algunas del principio). Está punteada de un humor de esos que se atragantan poco después, con la siguiente escena, de algo sórdida tristeza. Una historia sobre buscar paraísos que no existen, y que por tanto jamás se encuentran, en este caso de un amor que no tiene en su vida cotidiana la protagonista, ya que es el primer film de una trilogía que veré en sucesivas sesiones (quedan los también irónicos paraísos de la fe y la esperanza). Por esto del turismo sexual femenino, poco tratado en el cine, me recordó a otro film francés que vi hace pocos años: "Hacia el sur" ("Vers le sud", 2005), de Laurent Cantet.

Ahora algo de sabiduría ajena que tal vez nos ayude a encontrar el amor en este mundo, a veces paraíso, a veces infierno, a veces limbo:

 - "El arte de ser sabio consiste en saber a qué se le puede hacer la vista gorda".  (William James).

 - "Para ser dichoso, abre la mano y cierra los ojos".  (refrán).

 - "En la amistad y en el amor se es más feliz con la ignorancia que con el saber".  (William Shakespeare).

 - "El verdadero paraíso no está en el cielo, sino sobre la boca de la mujer amada".  (Théophile Gautier).

Besos y abrazos,

Don.
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martes, 27 de agosto de 2013

Elitista paraíso matutino

¡Buenos días!

Tras varios días de descanso vacacional vuelvo a migrar a este elitista paraíso matutino en el que tan bien me encuentro, gracias a mis divinas hadas y ninfas, y donde me curo de todos mis males. Lo supongo elitista pues al menos a mí me gusta estar en él, así como también a los pocos que me han manifestado tal agrado, pero dejará de serlo en el mismo momento en el que quien lo desee quiera acceder a él, donde siempre será bienvenido y acogido. También este verano va tendiendo a temperaturas propias de lo que imaginamos como paraíso, tras muchos días, según me han dicho, de tórrido infierno térmico que acabó hace poquísimos días, parece que casi tan sofocante como donde estuve de vacaciones. De momento, las máximas en torno a los 30ºC ... y bajando de ahí en días sucesivos.

Ayer por la noche estuve en el cine viendo "Elysium", de Neil Blomkamp, y con Matt Damon, Jodie Foster, Sharlto Copley, Alice Braga y Diego Luna. Es el segundo largo de este director sudafricano tras su debut en 2009 con la sorprendente y espléndida "District 9".

A mediados del s.XXII la humanidad se divide en dos grupos sociales muy marcados: la élite de los superricos, quienes viven en una estación espacial en órbita terrestre, Elysium, todo un paraíso, con todo tipo de lujos y avances técnicos, básicamente sanitarios, con lo que son casi inmortales, como los dioses de los Campos Elíseos, gobernando el destino del resto de míseros humanos, quienes viven hacinados en una Tierra superpoblada y altamente contaminada. Con el fin de preservar el idílico edén de Elysium, unas durísimas leyes migratorias impiden acceder a los privilegios de arriba a los casi esclavizados de abajo. Por accidente, nuestro protagonista, un proletario terrícola, se verá obligado a aceptar una misión casi imposible que podría cambiar el destino de todos, toda una revolución social.

Una estupenda película, una de ciencia ficción con muchas referencias cinéfilas anteriores, básicamente de acción y entretenimiento, aunque deja un buen poso reflexivo con su trasfondo, que pone en tela de juicio las actuales políticas occidentales sobre inmigración y acceso a la salud de las clases más desfavorecidas. Me pareció algo mejor su debut en 2009 con "District 9", también de ciencia ficción, donde se hacía metáfora de la inmigración ilegal, como en la glosada hoy, y de la segregación racial, tema que este director conoce bien por nacimiento.

Ahora algo de sabiduría ajena, para que el buen saber deje de ser cosa de élites y nos permita acceder a otros paraísos intelectuales:

 - "Solamente el que sabe es libre y más libre el que más sabe. No proclaméis la libertad de volad, sino dad alas".  (Miguel de Unamuno).

 - "Es detestable esa avaricia espiritual que tienen los que, sabiendo algo, no procuran la transmisión de esos conocimientos".  (Miguel de Unamuno).

 - "La verdadera medida de la riqueza es el no estar demasiado cerca ni demasiado lejos de la pobreza".  (Séneca).

 - "No puede haber una sociedad floreciente y feliz cuando la mayor parte de sus miembros son pobres y desdichados".  (Adam Smith).

 - "El verdadero progreso democrático no consiste en rebajar la élite al nivel de la plebe, sino en elevar la plebe a la élite".  (Gustave Le Bon).

 - "Los amos del pueblo serán siempre aquellos que puedan prometerle un paraíso".  (Remy de Gourmont).

Besos y abrazos,

Don.
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miércoles, 7 de agosto de 2013

Combatiendo el atontamiento matutino

¡Buenos días!

Venga, a moverse, que disfrutamos de unos días de frescor veraniego, pues las máximas han bajado, rondando los 30ºC, librándonos del soporífero aletargamiento veraniego, especialmente en las horas centrales del día, cuando con nuestros bostezos contagiamos a los de nuestro alrededor. Y movamos no sólo nuestros cuerpos, sino también nuestras mentes, que también tienen tendencia al abotargamiento.

Ayer por la noche estuve en el cine viendo "Guerra mundial Z" ("World war Z"), de Marc Forster, con Brad Pitt, y basada en la novela homónima de Max Brooks. De este director había visto cinco de sus anteriores films: "Quantum of solace" (2008), "Cometas en el cielo" ("The kite runner", 2007), "Más extraño que la ficción" ("Stranger than fiction", 2006), "Descubriendo Nunca Jamás" ("Finding Neverland", 2004), y "Monster's ball" (2001).

El mundo entero está sucumbiendo bajo los efectos de una muy virulenta pandemia que convierte a los humanos en muertos vivientes (hiperactivos en este caso). Un experto de la ONU en zonas difíciles se ve obligado por las circunstancias a volver a su antigua tarea con el fin de encontrar el origen y la posible cura del brote epidémico mientras los infectados arrasan sociedades enteras.

Una buena película, entretenidísima, espectacular pero sin excesos, a medio camino entre una de apocalípticas hecatombes planetarias y un mix de las de zombis de todos los tiempos, a pesar de algún pequeño déjà-vu que otro, y que parece reflexionar sobre el hecho de que la inacción nos anquilosa, que hay que moverse, avanzar, evolucionar, so pena de desaparecer. A destacar la única escena divertida del film, hacia el final, la del laboratorio en la que el protagonista busca mientras un zombi castañetea de hambre sin poder acceder al recinto.

Bueno, ahora para no rendirnos al adocenamiento neuronal, nada como un poquito de sabiduría ajena:

 - "Las opiniones no se deben combatir sino por medio del raciocinio. A las ideas no se las fusila".  (Antoine Rivarol).

 - "La vida orgánica ha ido evolucionando gradualmente del protozoo al filósofo y esta evolución nos aseguran que representa un tremendo progreso. Desgraciadamente quien lo asegura es el filósofo, no el protozoo".  (Bertrand Russell).

 - "El fanatismo destruye los sentimientos de la humanidad".  (Edward Gibbon).

 - "La conciencia del peligro es ya la mitad de la seguridad y de la salvación".  (Ramón J. Sender).

 - "Mejor que combatir una desgracia es, a veces, tratar de ser feliz dentro de ella".  (Maurice Maeterlinck).

 - "Cuando se tiene cierta moral de combate, de poder, hace falta muy poco para dejarse llevar, para pasar a la embriaguez, al exceso".  (Marguerite Duras).

Besos y abrazos,

Don.
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lunes, 5 de agosto de 2013

Lo que los matutinos deben a la noche

¡Buenos días!

La mayor parte de su ser, eso le adeudan mis deseados y bien amados matutinos, comenzando por la noche simulada de una sala de cine, en la que refulgen ciertos astros a través de la pantalla, y también debido a que en la noche es cuando bullen antes de revelarse en la siguiente mañana al resto del mundo. Por lo demás, seguimos hirviendo de calor, a fuego más o menos lento, según los días, en este muy soleado verano en el que luna y estrellas casi parecen calentar tanto como el sol buena parte de las veces.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Lo que el día debe a la noche" ("Ce que le jour doit à la nuit"), de Alexandre Arcady, y con Fu'ad Aït Aattou y Nora Arnezeder. Es el primer largo que veo de este director, que está basado en la novela homónima de Yasmina Khadra.

Poco antes del comienzo de la II Guerra Mundial un niño de nueve años que vive con sus padres y hermana en el campo argelino tiene que emigrar a la ciudad ya que su padre se arruina debido a que pierde toda la cosecha. Allí, dado que no puede mantenerlo, su padre lo deja al cargo de su hermano, prospero farmacéutico casado con una francesa. Allí, con el amor de sus tíos, crecerá entre otros jóvenes, hijos de colonos franceses. Ya pasada la adolescencia, aparece por allí una hermosa joven, antigua amiga de la infancia, que se convertirá en objeto de deseo de toda la pandilla, poniendo a prueba la amistad entre todos. Pero una promesa hecha hará que aunque él la ame con pasión (amor correspondido), la rechace una vez tras otra.

Una muy buena película que me gustó, a pesar de su larguísimo metraje y algún desfallecimiento que otro de su trama. Un clásico melodrama romántico sobre el trasfondo de la descolonización de Argelia hasta su independencia de Francia en 1962, a través de los recuerdos del protagonista, en la que los personajes, además de a sí mismos, parecen representar una especie de metáfora de los sucesos históricos acaecidos. Una historia de sueños frustrados, anhelos insatisfechos, y amores imposibles debido a ciertos desencuentros.

Ahora algo de luminosa sabiduría ajena, que bastante le debe a la perpetua noche craneal en la que centellean nuestras neuronas:

 - "El pensamiento no es más que un relámpago entre dos noches, pero este relámpago es todo".  (Henri Poincaré).

 - "Así como de la noche sale el claro día, de la opresión nace la libertad".  (Benito Pérez Galdós).

 - "No escuches a los amigos cuando el amigo interior dice: ¡haz esto!".  (Mahatma Gandhi).

 - "Todos los días Dios nos da un momento en que es posible cambiar todo lo que nos hace infelices. El instante mágico es el momento en que un sí o un no pueden cambiar toda nuestra existencia".  (Paulo Coelho).

Besos y abrazos,

Don.
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