jueves, 30 de abril de 2015

Alegres matutinos que me hacen todo más fácil

¡Buenos días!

Otra esplendorosa mañana primaveral, con sol y máxima prevista para hoy de 23ºC, que le alegra a uno todo su ser, y hormonas bulléndome al borde del mismo celo, bajo un cielo casi raso. Así es fácil la vida.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Sexo fácil, películas tristes", de Alejo Flah, y con Ernesto Alterio, Quim Gutiérrez, Marta Etura, Julieta Cardinali, Carlos Areces, Bárbara Santa-Cruz, María Alché, Mónica Antonópulos y Luis Luque. Es el segundo largo de este director y guionista argentino, y primero suyo que veo.

En Madrid, una joven pareja vive su hermosa historia de amor recién iniciada, a pesar de sus desencuentros, pues están hechos el uno para el otro. El problema es que esto es ficción, de la que ya conocemos el final, a grandes rasgos, de canónica comedia romántica que en Buenos Aires está escribiendo, por encargo de un amigo productor de cine argentino y con financiación española, un guionista cuya propia relación amorosa está al mismo borde del desastre y está afectando a la historia que está creando.

Una muy buena película con la que pasé un rato muy agradable (nota: 7), y eso que empezó normalita por lo que a mí respecta, pero poco a poco me encandiló con sus dos historias paralelas en principio, que se van alternando, y llegan a entremezclarse, con algunos personajes de la realidad que entran en la ficción, y con personajes reales muy parecidos a los de ficción, todos secundarios, que los principales van por caminos bastante distintos, que la ficción peliculera es perfecta, o casi, y la realidad puede ser otra, o no. Interrelaciones entre ambos planos, lo que vivimos y lo que imaginamos, como así mismo sucede con las que se producen entre los dos miembros de la pareja, aunque ellos apenas se den cuenta, que como dice el refrán, "dos que duermen en el mismo colchón, se vuelven de la misma opinión".

Título y género semiengañosos; porque el sexo ni aparece, aunque probablemente sea una elipsis de sexo fácil y amores problemáticos, y cuando no, muy difíciles; y porque esta doble comedia romántica no me generó ninguna risa, si acaso esbocé alguna sonrisa, que ambas historias, la ficticia y la real, tienen cierta pátina de triste melancolía, da igual el final distinto de ambas. Si os van las comedias románticas, os la recomiendo, porque va más allá, no demasiado, de las convenciones de este género a base de ingenioso metalenguaje.

Ahora algo de sabiduría ajena, que seguro nos facilita la vida y ayuda a sobrellevar nuestras cuitas:

 - "Un escritor es intrínsecamente incapaz de decir la verdad; por eso llamamos ficción a lo que escribe".  (William Faulkner).

 - "Es extraño, pero es verdad, porque la verdad es siempre extraña, más extraña que una ficción".  (Lord Byron).

 - "El amor tiene fácil la entrada y difícil la salida".  (Lope de Vega).

 - "Todo en amor es triste; mas triste y todo, es lo mejor que existe".  (Ramón de Campoamor).

Besos y abrazos,

Don.
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miércoles, 29 de abril de 2015

A la luz de estos matutinos que tengo en un pedestal

¡Buenos días!

Dejo volar mi mente con la fluidez que me aportan mis admirados matutinos, cada vez que me acerco a ellos, sin que me abrasen con sus grandezas, que son humildes conmigo, para que yo crezca a su vera. Sigue habiendo sol, apenas velado por alguna nube que parece tener ínfulas de querer mojarnos, pero el astro rey no les deja, templando cada vez más el ambiente (máxima prevista para hoy de 21ºC).

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "La sombra del actor" ("The humbling"), de Barry Levinson, basada en la novela homónima de PHilip Roth, y con Al Pacino y Greta Gerwig. De este veterano director de cine había visto algunas de sus muchas películas. De las de este siglo había visto dos de ellas: "Algo pasa en Hollywood" ("What just happened", 2008) y "Bandidos" ("Bandits", 2001).

Un afamado y muy veterano actor teatral, y de cine, de ego subidito, en medio de una función entra en depresión con intento de suicidio al sentir que ha perdido todo su mágico talento para actuar. Tras pasar por el hospital y por una clínica psiquiátrica, al regresar a casa, se ve sumido en una inmensa soledad, sin saber qué hacer, pero al poco pasa por allí una joven, hija de un matrimonio amigo con cuya esposa tuvo una aventura hace años, a la que hace casi veinte años que no ve, y que le declara su amor por él cuando era una preadolescente, y que ahora es lesbiana. Sin embargo, ambos iniciarán una peculiar relación amorosa, que parece irle sacando de su crisis interpretativa y devolviéndole la ilusión por vivir y trabajar.

Una película que no me dijo gran cosa la mayor parte de su metraje (nota: 5), pero que a ratos me enganchó e hizo reír. Buena factura y mirada excéntrica y atónita sobre las grotescas y delirantes situaciones que muestra esta tragicomedia sobre un actor en crisis, en declive, de mente trastornada, de lo que toma conciencia tras su brusco bloqueo interpretativo. Por diversos detalles, no pocos, me recordó a la sobresaliente "Birdman o (la inesperada virtud de la ignorancia)" ("Birdman or (the unexpected virtue of the ignorance)") de Alejandro González Iñárritu, que vi hace pocos meses, y sobre todo porque el arranque del film glosado hoy parece una especie de continuación del final de "Birdman".

Ahora algo de sabiduría ajena que seguro ilumina las eventuales sombras de nuestras mentes y nos permite interactuar con la vida de mejor modo:

 - "El orgullo de los humildes consiste en hablar siempre de sí mismos; el orgullo de los grandes, en no hablar de sí nunca".  (Voltaire).

 - "Uno debe ser tan humilde como el polvo para poder descubrir la verdad".  (Mahatma Gandhi).

 - "El hombre que se levanta es aún más grande que el que no ha caído".  (Concepción Arenal).

 - "¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción.
Y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son".  (Calderón de la Barca).

 - "La esperanza es como el sol, que arroja todas las sombras detrás de nosotros".  (Samuel Smiles).

 - "Si miro hacia atrás me veo viejo, pero si echo la vista hacia adelante me siento muy joven".  (Antonio Banderas).

Besos y abrazos,

Don.
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martes, 28 de abril de 2015

Panda matutina

¡Buenos días!

Otra mañana más que paso con mis coleguitas matutinas, mis hadas y ninfas, que disfrutan de la vida tanto como pueden, y como yo mismo hago en cuanto se presenta la ocasión, bebiéndomela a tragos o a sorbitos, según se tercie. Otro día de fresquita primavera, con máxima prevista para hoy en los madriles de 19ºC, y ya sin atisbos de pasadas lluvias, aunque queden por ahí rondando pequeñas pandillas de nubes, nada pendencieras, pues amagan más que otra cosa.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Girlhood" ("Bande de filles"), de Céline Sciamma, y con Karidja Touré (guapísima), Assa Sylla, Lindsay Karamoh, y Mariétou Touré. Curioso esto de los títulos que a veces ponen por estos lares a las películas foráneas. En este caso, ni mantienen el original francés, ni se descuelgan con una traducción más o menos literal al español, o que nada tenga que ver... ¡lo ponen en inglés, sin mucha relación, y se quedan tan panchos! Es el tercer largo de esta directora francesa, de quien había visto su anterior, "Tomboy" (2011).

Una adolescente de los suburbios de París, hija de inmigrantes subsaharianos, que vive con madre, casi siempre ausente por su mísero trabajo, hermanas y hermano, se siente agobiada y oprimida por su familia, por los chicos del barrio, incluido su agresivo hermano mayor, y por su nada estimulante futuro educativo. Un día conoce a un grupo de chicas rebeldes y algo pendencieras que se interesan por ella y la acogen en su banda, deja los estudios, y cambia de modo de vida en busca de su libertad.

Una buena película (nota: 6), de buena factura, fotografía y banda sonora, con la que sin embargo no llegué, salvo momentos sueltos, a conectar del todo. Con crudo y delicado realismo, se nos presenta este retrato íntimo de una adolescente, de su iniciación y aprendizaje vitales, de maduración, de buscar un lugar en el mundo, de encontrarse a sí misma a través de un grupo de "correligionarias" que viven al margen de las normas sociales, bordeándolas siempre, anhelando una vida mejor, todo desde un punto de vista femenino, pues vemos a chicas adolescentes actuando como chicos, emulando sus comportamientos, fuertes y perdidas a la vez, dando bandazos y tumbos por la vida, que no saben muy bien lo que quieren pero que tienen muy claro lo que no. También nos habla de exclusión social, en sus facetas racial, cultural, económica, o sexual -o de género, que ahora se dice-.

En cierto modo es similar a otra que vi hace unos meses, también francesa, "Foxfire, confesiones de una banda de chicas" ("Foxfire, confessions of a girl gang", 2012) de Laurent Cantet. También dicen que es la versión femenina de "El odio" ("La haine", 1995) de Mathieu Kassovitz, que no he visto pero tengo pendiente de ver.

Bueno, pues antes de volver de parranda con mis hadas y ninfas, ahí os dejo un par de frases de sabiduría ajena, que no sé si harán panda entre ellas:

 - "Ningún grupo puede actuar con eficacia si falta el concierto; ningún grupo puede actuar en concierto si falta la confianza; ningún grupo puede actuar con confianza si no se halla ligado por opiniones comunes, afectos comunes, intereses comunes".  (Edmund Burke).

 - "En la vida no se trata de encontrarse a uno mismo, sino de crearse a uno mismo".  (George Bernard Shaw).

Besos y abrazos,

Don.
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lunes, 27 de abril de 2015

Matutinos a los que todo se lo digo y siempre escucho

¡Buenos días!

Y viceversa, que tenemos una espléndida relación paterno-filial, en la que no queda muy claro que rol tenemos cada cual, y a buenos entendedores pocas palabras bastan, que dice el refrán. Estaría por dejarme ya en este punto con la palabra en la boca, pero mi incontinencia verbal me lo impide, así que os añadiré, y espero que lo escuchéis si no queréis mojaros, que parece que podrían seguir tímidamente las lluvias de este fin de semana, y que la temperatura sigue la mar de agradable para mí (máxima prevista para hoy en los madriles de 18ºC).

Este fin de semana estuve en el cine viendo "La familia Bélier" ("La famille Bélier"), de Eric Lartigau, y con Louane Emera, Karin Viard, François Damiens, y Éric Elmosnino. Es el primer largo que veo de los de este director francés, aunque sí que vi un film, "Los infieles" ("Les infidèles", 2012) de dirección coral, en el que participaba como director en uno de los episodios que lo componían, el titulado "Lolita".

Esta familia de lo más normal (padre, madre y dos hijos adolescentes), granjeros, y tan pintoresca como todas las demás, tiene la particularidad añadida de que todos son sordomudos, salvo la hija mayor, quien suele hacer de intérprete para sus padres cuando estos se relacionan con el mundo exterior. El profesor de música del instituto, hastiado por su destino en el pueblo, descubre en la joven un talento especial para el canto, la entrena y anima a participar en un concurso, él mismo se entusiasma, y ella ve la oportunidad de vivir una nueva e ilusionante vida... pero se le plantea la duda de si sus padres podrán seguir adelante sin su ayuda.

Una muy buena película (nota: 7) esta amable "melodramedia" familiar sin excesos de azúcar, que ha sido todo un taquillazo en Francia. Tierna, emotiva, y muy divertida, incluso a pesar de algunos momentos de humor primario y simplón, pero otros muy ocurrentes, y de cine mudo, y casi nunca mejor dicho, aunque hablen, no por los codos, sino con los codos, y las manos, y... Historia de esta adorable muchacha y sus tribulaciones adolescentes, sobre la emancipación vital de los hijos, la resistencia de sus padres, especialmente de la madre ante el síndrome de nido vacío, que los siguen viendo como niños pequeños por mucho que crezcan. Los momentos más emotivos se concentran en torno a las muy pegadizas canciones de Michel Sardou que cantan los chavales de la clase de música, sobre todo la protagonista, con un clímax final, musical, que me puso los pelos como escarpias y los "congojos" a la altura de las amígdalas (hubo otros momentos anteriores que casi también).

Ahora algo de sabiduría ajena, dichos de otros a los que espero pongáis todas vuestras orejas:

 - "Quien canta, su mal espanta".  (Refrán).

 - "Un pájaro no canta porque tenga una respuesta. Canta porque tiene una canción".  (Proverbio chino)

 - "Si quieres oír cantar a tu alma, haz el silencio a tu alrededor".  (Arturo Graf).

Besos y abrazos,

Don.
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jueves, 23 de abril de 2015

El amoroso tictac matutino

¡Buenos días!

Acompasado por los ritmos matutinos vuelvo puntualmente otra mañana más con ellos, que siempre me reciben con cariño, y los quiero. El vaivén pendular de la primavera, tan oscilante y voluble como siempre, hoy nos trae sol tras los amagos de efímeras y apenas perceptibles lloviznas de ayer y antes de ayer, levemente velado por unas nubes casi de gasa que parecen acariciarlo mimosamente, y se deja querer. La máxima prevista para hoy por los madriles es de 22ºC.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo una de animación, "La mecánica del corazón" ("Jack et la mécanique du coeur", o "Jack and the cuckoo clock heart"), de Stéphane Berla, y Mathias Malzieu, basada en el cuento homónimo de éste último, todo un best-seller. Lo del doble título original es debido a que aunque este film es una producción franco-belga, y su lenguaje original intuyo que es el francés, sin embargo en el cine en el que la vi la pasaron en versión inglesa (con subtítulos en español al menos), no sé muy bien porqué, si por error del cine o porque la distribuidora se equivocó con las copias. Es más, en la ficha de la película que dan en esos cines que sólo emiten films en versión original, los actores dobladores que figuran son franceses, como por ejemplo, el propio director-escritor (también músico), Jean Rochefort, etc.... ???

Edimburgo a finales del s.XIX. En el día más frío que se recuerda desde siempre, a un caserón a las afueras llega una madre sola a punto de dar a luz. Nace un niño con el corazón congelado, y la madre allí lo deja al cargo de la dueña de la casa, que será su madre adoptiva, que fabrica ingeniosos cachivaches, y que decide quitarle el corazón inservible y sustituírselo por un reloj de cuco para que pueda seguir viviendo, para lo cual el muchacho deberá seguir las siguientes reglas: darle cuerda cada día, no tocar las manecillas, controlar sus enfados, y sobre todo, nunca enamorarse, so pena de estropear el reloj y morir enseguida. Cuando cumple diez años, en su primera visita a la ciudad, se enamora de una pequeña cantante ambulante, una andaluza que estará a punto de quebrar su frágil corazón. A pesar de sus esfuerzos, ya no vuelve a verla en varios años. Cuando cumpla catorce, descubrirá que ella está en Granada, y allá se encaminará, cual Quijote en pos de su amada Dulcinea, encontrándose a su paso por París con Georges Méliès, el pionero del cine, con quien viajará hasta Granada y que le ayudará en su sueño de estar con ella, su anhelado amor.

Una muy buena película (nota: 7), que me encantó y os recomiendo, a pesar de algunos pocos momentos desacompasados. Cuento fantástico de atmósfera gótica al estilo Tim Burton y mucho surrealismo. Una historia de amor trágico, de maneras poéticas, bastante metafórica, sobre las rosas y espinas del amor, sobre la belleza y aceptación de lo diferente, punteada de canciones, sensible y de sublime romanticismo. Una historia tanto para niños rayanos en la adolescencia y más allá, como para adultos, que por tanto os recomiendo. Además, por eso de los relojes y Georges Méliès, me recordó tangencialmente a "La invención de Hugo" ("Hugo", 2011), de Martin Scorsese.

Ahora, ya es tiempo de sabiduría ajena, no perdamos un segundo de disfrutar de ella:

 - "A donde el corazón se inclina, el pie camina".  (Refrán).

 - "El amor es una deliciosa flor; pero es preciso tener el valor de ir a cogerla al borde mismo de un horrible precipicio".  (Stendhal).

 - "El amor no prospera en corazones que se amedrentan de las sombras".  (William Shakespeare).

 - "Tenía oído que algunos decían que el amor era todo regocijo, alegría y contento, mas, aquella noche, sentada en la playa, hubiera querido yo tener ante mí a aquellos sabios parlanchines para hacerles sentir con el filo de mi espada el regocijo, la alegría y el contento que ocasionaba el terrible dolor del amor. Era peor que una enfermedad, me decía atormentada, peor que una llaga corrompida. Era como beber ponzoña y tragar agujas. ¡Y todo por aquel rufián maleador cuyos rubios cabellos sólo podían tener competencia con los del sol!".  (Matilde Asensi).

 - "Un leve estremecimiento recorría su cuerpo no bien pensaba en la posibilidad del amor, no bien se imaginaba a sí misma recorriendo de nuevo aquellos edenes cuyos preciosos y perfumados árboles escondían tantas espinas".  (Terenci Moix).

 - "Todo en amor es triste; mas triste y todo, es lo mejor que existe".  (Ramón de Campoamor).

 - "Nunca dejes de sonreír, ni siquiera cuando estás triste, porque nunca sabes quien podrá enamorarse de tu sonrisa".  (Gabriel Gª Márquez).

 - "Uno no se muere de amor. Uno se muere porque un amor, cualquier amor, nos revela nuestra desnudez, nuestra miseria, nuestro desamparo, la nada".  (Cesare Pavese).

 - "Los que padecéis porque amáis, amad más todavía. ¡Morir de amor es vivir!".  (Víctor Hugo).

 - "El reloj no marca nunca las horas para los dichosos".  (Friedrich von Schiller).

 - "El tiempo es lento para los que aguardan,
largo para los que están tristes,
breve para los que gozan,
mas para los que aman,
el tiempo no existe".  ("A los que aman", de Isabel Coixet).

Besos y abrazos,

Don.
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miércoles, 22 de abril de 2015

Matutinos que alegremente se van... para al poco volver

¡Buenos días!

Pues sí, con los afectuosos besos y abrazos del final se despiden hasta la próxima, en uno o pocos días más, en que vuelven a nosotros con el mismo entusiasmo con el que se fueron; y así una y otra vez, durante el casi interminable ciclo de sus vidas. Como estas lloviznas primaverales, que desde ayer por la tarde volvieron a nosotros, para irse hoy antes del mediodía, dejando un reguero de alegre jolgorio a su fugaz paso, tras el cual vuelven a cantar los pajarillos y todo sigue reverdeciendo, incluso dentro de uno mismo, a pesar de la cada vez más desvencijada carcasa. La máxima prevista para hoy es de 20ºC.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "La fiesta de despedida" ("Mita tova"), de Tal Granit y Sharon Maymon, y con Ze'ev Revach, Aliza Rosen, Levana Finkelstein, Ilan Dar, y Raffi Tavor. Es el primer largo de esta pareja de directores israelíes.

Un grupo de amigos que conviven en una residencia de ancianos de Jerusalem, ante la petición de la mujer de otro de ellos, postrado en una cama aquejado de una enfermedad terminal que le provoca grandes dolores, deciden construir, gracias a la maña de uno de ellos fabricando cachivaches, una máquina de eutanasia para ayudarle a morir dignamente. Sin embargo, pronto se extiende el rumor de la existencia de tal máquina por la residencia, y cada vez más ancianos les piden ayuda para resolver lo suyo, creándoles un gran dilema ético y emocional.

Una buena película (nota: 6) esta amable y muy negra comedia, a ratos drama, con momentos muy divertidos, casi surrealistas, sobre cuando más nos conviene decir adiós ante la cercanía de nuestro final, para no sufrir más de lo que es menester, ni hacer sufrir a nuestros deudos. Se quita hierro al asunto tratado, la muerte, a base de comicidad, aunque como casi siempre, de lo que en realidad se habla es de la vida, de la alegría de vivir. En el film no se toma partido en la cuestión, que los protagonistas viven en la perpetua duda de si lo que hacen está bien o está mal. Trata de temas similares, pero de distinto modo, que otra película que vi hace poco, el año pasado, "Miel" ("Miele") de Valeria Golino.

Ahora, antes de decir adiós por hoy, algo de festiva sabiduría ajena:

 - "El júbilo verdadero sólo se adquiere a costa de un dolor vencido".  (Benjamín Jarnés).

 - "Cada cual habla de la fiesta según le va en ella".  (Refrán).

 - "¡Lo terrible no es la llegada de la muerte, sino el adiós a la vida!".  (Maurice Maeterlinck).

 - "Lo mejor es salir de la vida como de una fiesta, ni sediento ni bebido".  (Aristóteles).

Besos y abrazos,

Don.
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martes, 21 de abril de 2015

Regreso matutino

¡Buenos días!

Otro día más, como cada mañana en la que regreso a estos matutinos casi justo en el momento en que ellos egresan para buscar nuevos horizontes, nuevos mundos que explorar, volviendo a mí al final de la jornada totalmente encantados de todo lo vivido. Las nubes grises, aunque todavía no demasiado, han tornado, y sin llegar a tanto, el viento parece que arrecia algo más que ayer, y rola, haciendo que barrunte probables lluvias en lo que queda del día, que es casi todo. La máxima prevista para hoy en los madriles es de unos paradisíacos 22ºC, como de insular invierno tropical, vamos, de primavera peninsular.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Regreso a Ítaca" ("Retour à Ithaque"), de Laurent Cantet, basado en una novela del escritor cubano Leonardo Padura, "La historia de mi vida", y con Néstor Jiménez, Isabel Santos, Jorge Perugorría, Fernando Hechavarría, y Pedro Julio Díaz Ferrán (espléndidas actuaciones las suyas). Es el séptimo largo de este espléndido director francés, de quien había visto sus tres anteriores: "Foxfire, confesiones de una banda de chicas" ("Foxfire, confessions of a girl gang", 2012), "La clase" ("Entre les murs", 2008), y "Hacia el sur" ("Vers le sud", 2005). Además también había visto su participación con el episodio de "La fuente" en el film coral "7 días en La Habana" (2012).

Cuatro cincuentones, amigos de juventud, se reúnen en una terraza, desde la que se divisa buena parte de La Habana, para recibir a otro camarada que regresa tras más de 16 años de exilio en España, toda una odisea personal. Desde el crepúsculo hasta el siguiente amanecer disfrutarán de la velada, con las primeras alegrías por el reencuentro tras tantos años, y los nostálgicos recuerdos de sus viejos tiempos, plenos de anhelos de juventud... la mayoría de los cuales, casi todos, no se cumplieron. Tras las primeras copas de alcohol, in vino veritas, enseguida surgirán los reproches y el resentimiento por cuitas pendientes, acabando todos con la decepcionante sensación de que fracasaron en una vida que parece se les escapó por entre los dedos.

Una buena película (nota: 6) este intenso drama de maneras teatrales, pero a la vez muy naturalista, sobre la catarsis a la que se someten estos cinco amigos, especie de representación de todo el pueblo cubano, de los de allí y los de por ahí, en la que reflexionan sobre sueños de juventud no cumplidos y desilusión vital, tentando de paso las fortalezas de la amistad; también sobre la precariedad y penurias que allá se viven. Y que incita a seguir debatiendo más o menos tranquilamente sobre ello, especialmente a los cubanos, no sólo de Cuba, sino de su diáspora.

Ahora algo de sabiduría ajena, que seguro nos ayuda a sobrellevar con templanza los avatares de nuestras vidas:

 - "Es inútil volver sobre lo que ha sido y ya no es".  (Frédéric Chopin).

 - "El tiempo, barrendero de ilusiones".  (Manuel Gutiérrez Nájera).

 - "El hombre nace sin dientes, sin cabello y sin ilusiones, y muere lo mismo: sin dientes, sin cabello y sin ilusiones".  (Alejandro Dumas).

 - "Espera, que sólo el que espera vive. Pero teme el día en que se te conviertan en recuerdo las esperanzas".  (Miguel de Unamuno).

 - "Los pueblos viven sobre todo de esperanza. Sus revoluciones tienen por objeto sustituir con esperanzas nuevas las antiguas que perdieron su fuerza".  (Gustave Le Bon).

Besos y abrazos,


Don.
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lunes, 20 de abril de 2015

Matutino nada aborregado

¡Buenos días!

Ni el cielo, casi absolutamente raso, sin apenas trazas de desorientadas y algo descarriadas nubes, cual dispersos vellones de lana al albur del viento, que no se enteran de que hoy toca sol a raudales; ni en mi propia persona, ni en la de los matutinos, que creo vamos algo por libre, sin ir sin ton ni son donde va Vicente ni el resto de la gente, caminos ya muy trillados por otros, tratando de buscar el nuestro propio. Día de primavera canónica, si es que tal cosa puede ser, bueno, día de primavera anhelada, con 21ºC esperados de máxima por los madriles.

Este fin de semana estuve en el cine viendo una de animación, no de las que se estilan últimamente, las de ordenador, sino de las que utilizan la ancestral técnica del stop motion con muñecos de plastilina, aunque con algunos añadidos digitales. Se trató de "La oveja Shaun: La película" ("Shaun the sheep: The movie"), de Richard Starzak y Mark Burton, de la que ya existía una serie de televisión sobre ella. Está hecha por el británico estudio de animación Aardman, especializados en esta técnica. Aparte de algunos cortos de Wallace y Groomit, había visto con anterioridad otros tres largos de la factoría Aardman: "¡Piratas!" ("The pirates! Band of misfits", 2012), "Wallace y Gromit: La maldición de las verduras" ("Wallace y Gromit: the curse of were-rabbit", 2005), y "Chicken run: Evasión en la granja" ("Chicken run", 2000).

Shaun es una peculiar oveja que desde que nació vive felizmente en una granja junto a su amigo de la infancia (el perro guardián), su amable granjero, y el resto de ovejas de su rebaño. Aburrida de la rutinaria vida campestre a la que les obliga el granjero, decide tener un día de ocio yéndose a la ciudad, para lo que hacen dormir al granjero fuera de hora, forzándole a contar ovejas, como no, ellas mismas. Pero las cosas empiezan a torcerse y todos acaban en la peligrosa gran ciudad, donde nada es tan divertido como esperaba, y donde vivirán disparatadas aventuras. Así que la lista oveja Shaun se las tendrá que apañar para que todos regresen sanos y salvos a la granja.

Una divertidísima y estupenda película (nota: 8), con acción, emoción, y que da algo que pensar; en la que los animales no hablan como las personas, ni éstas tampoco, por supuesto, y ni falta que hace para que se comuniquen entre ellos. Está cuajada de referencias cinéfilas por doquier, incluidas autorreferencias, como por ejemplo a "Chicken run"; y también está impregnada de la atónita mirada sobre ciertos absurdos de la vida al estilo de los films de Jacques Tati. Apta para niños de cualquier edad y, lo que es mejor, para adultos, de cero a cien, también, para que todos, juntos y revueltos, disfruten con ella. Os la recomiendo.

Ahora algo de sabiduría ajena, que seguro nos ayuda a salir de eventuales adocenamientos en los que podamos incurrir:

 - "La hormiga es sabia, pero no lo suficiente como para tomarse unas vacaciones".  (Clarence Day).

 - "La amistad es animal de compañía, no de rebaño".  (Plutarco).

 - "Ovejas bobas, por do va una, van todas".  (Refrán).

 - "Vuelve la espalda a los que halagan tu vanidad, especulan con tu buena fe y te condenan a ser siempre rebaño, sin decírtelo, para ser ellos pastores".  (Constancio C. Vigil).

Besos y abrazos,

Don.
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jueves, 16 de abril de 2015

A cubierto en los amorosos matutinos

¡Buenos días!

Me siento muy bien resguardado de cualquier inclemencia exterior en estos acogedores matutinos que tienen a bien recibirme la mar de hospitalariamente cada vez que me presento ante ellos. Siento su confort y me dejo llevar por su dulce cariño mientras escribo estas líneas. La máxima prevista para hoy en los madriles es de 18ºC, y sigue lloviendo, a chaparrones sueltos, de los que, si no son muy copiosos, ni intento refugiarme, dejándome empapar levemente, para sentir como se evapora al calor que genera mi cuerpo, señal de que estoy vivo.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "La casa del tejado rojo" ("Chiisai ouchi"), de Yoji Yamada, basado en la novela homónima de la escritora Kyoko Nakajima, y con Haru Kuroki, Takako Matsu, Hidetaka Yoshioka, Satoshi Tsumabuki, Chieko Baisho, y Takataro Kataoka. Es el quinto largo que veo de este octogenario y prolífico director japonés, que lleva dirigidos tantos como años tiene, y de quien había visto anteriormente cuatro de sus más recientes, todos de este siglo: "Una familia deTokio" ("Tokio kazoku", 2013), y los tres de la trilogía de samuráis en horas bajas, "Love and honor" ("Bushi no ichibun", 2006), "The hidden blade" ("Kakushi-Ken: Oni no tsume", 2004), y "El ocaso del samurái" ("Tasogare Seibei", 2002).

Tras el funeral de su tía abuela, su sobrino nieto encuentra las memorias que ésta fue escribiendo ante su insistencia durante los diez años anteriores y que narran su vida desde que salió a mediados de los años 30 del pasado siglo, siendo poco más que adolescente, de su remota aldea al norte de Japón, para irse a trabajar a Tokio como criada de una familia acomodada, que vivía en la coqueta casa del título, hasta poco antes de finalizar la II Guerra Mundial.

Este melodrama amoroso y costumbrista (nota: 5) con ciertas maneras de film clásico de los de "toda la vida", y también de nostálgica telenovela de sobremesa (estilo "Amar en tiempos revueltos") pero con algo de la sutileza característica de buena parte de los films japoneses que he visto, ni me gustó ni me disgustó, la vi con placidez pero sin emocionarme gran cosa, que me pareció bastante convencional, sólo salvada por las delicadas maneras de narrar tan propias de la cinematografía japonesa y que tanto me entusiasman.

Se nos cuenta sin apenas altibajos no sólo la vida de esta mujer, y su relación con la señora de la casa (y el hijo pequeño y el esposo de ésta), a la par que ambas se enamoran secreta y contenidamente de un joven compañero de trabajo del esposo que frecuenta el hogar; sino también el estilo de vida japonés de esos años (1935-45), visto nostálgicamente desde la actualidad, alternando momentos de aquellos años con los de la década 2001-2010 y la relación de la protagonista, ya anciana, con su sobrino nieto.

Ahora algo de sabiduría ajena que nos ayude a recogernos y ponernos a resguardo de eventuales inclemencias vitales:

 - "Engrandecerás a tu pueblo, no elevando los tejados de sus viviendas, sino las almas de sus habitantes".  (Epicteto).

 - "Advierte que es desatino
siendo de vidrio el tejado,
tomar piedras en la mano
para tirar al vecino".  (Miguel de Cervantes).

 - "Narrar lo que sientes te obliga a organizar tu historia, rebaja la intensidad emocional y alarga la vida".  (Luis Rojas Marcos).

 - "Si escribo algo, temo que suceda, si amo demasiado a alguien temo perderlo; sin embargo no puedo dejar de escribir ni de amar".  (Isabel Allende).

Besos y abrazos,

Don.
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miércoles, 15 de abril de 2015

Matutinos capitalizados

¡Buenos días!

Inconmensurables beneficios me aportan estos matutinos, desde luego lo más lejanos que pueda concebirse de lo monetario, y que trato de regalar por doquier, a todo aquel que quiera recibirlos, clausurando cualquier atisbo mercantil que pudiera deslumbrarnos y apartarnos de lo esencial. Y hoy llueve de nuevo, maná que se regala la primavera para producir más de sí misma en los días siguientes, y tenernos a todos contentos con sus dones, que siempre cotizan al alza, a pesar de su volatilidad, en nuestro estado de ánimo. La máxima prevista para hoy en los madriles es de 17ºC, agradabilísimos todavía, a pesar de bajar ocho grados con respecto a ayer.

Y ayer por la tarde estuve en el cine viendo "El capital humano" ("Il capitale umano"), de Paolo Virzì, basado en la novela "Human capital" de Stephen Amidon, y con Valeria Bruni Tedeschi, Fabrizio Bentivoglio, Valeria Golino, Fabrizio Gifuni, Matilde Gioli, Guglielmo Pinelli, y Giovanni Anzaldo. Había visto uno de los anteriores films de este director italiano, "La prima cosa bella" (2010).

Un ciclista es arrollado por un lujoso todoterreno durante la Nochebuena de hace unos pocos años, cuando la actual crisis económica está empezando a manifestarse. Este accidente marcará la vida de dos familias: una de multimillonarios que se dedican a la especulación financiera mediante la gestión de fondos de inversión de alto riesgo y que ofrecen elevadísimas rentabilidades; y otra de clase media con ínfulas de rápida mejora económico-social que posee un pequeño negocio inmobiliario que está al borde de la quiebra; cuyos hijo e hija, respectivamente, están aparentemente ennoviados.

Una estupenda película (nota: 8) que os recomiendo. Un thriller contado en cuatro capítulos, tres de los cuales muestran el mismo hecho, el accidente y los sucesos previos acaecidos desde seis meses atrás y hasta poco tiempo después, según el distinto punto de vista de tres de los implicados, más un capítulo final de recapitulación; al estilo que inició esa obra maestra que es "Rashomon" (1950) de Akira Kurosawa.

Pero no se queda en tratar de averiguar qué pasó con ese accidente, que además se hace un retrato de las diversas clases sociales, las dos anteriores, y también, aunque de manera más tangencial, más marginal, la de los barrios más humildes. En definitiva, de toda nuestra sociedad en su conjunto. Muestra como el dinero trastoca todo lo que toca, como deslumbra a los que más carecen de él, de la catadura moral de la gente, con independencia de su clase social, que se realza para bien y para mal en las situaciones más críticas. Todo con el trasfondo de la crisis actual, de orígenes especulativos, toda vez que la etérea riqueza creada a partir de esto se evaporó al calor de la codicia, y que es aceradamente analizada no sólo a través de los actos económicos de los personajes, sino de su comportamiento personal en otras esferas de sus vidas, también por una concatenación fatal de acontecimientos, especie efecto mariposa, pequeños actos irrelevantes en principio que al final si son importantes para las consecuencias, si se dan condiciones adecuadas, y se dieron. Y sólo pagaron verdaderamente el pato los de siempre, los menos pudientes, con independencia de la responsabilidad de cada cual, de todos.

Ahora algo de sabiduría ajena, que espero rentabilicemos con creces en nuestro provecho:

 - "Generalmente se juzga a los hombres por el crédito que disfrutan o por las riquezas que poseen".  (François de la Rochefoucauld).

 - "Nunca hizo rico al hombre el dinero, porque solamente le sirve para aumentar su codicia".  (Séneca).

 - "Los hombres son pervertidos no tanto por la riqueza como por el afán de riqueza".  (Louis de Bonald).

 - "Ningún hombre honesto se hace rico en un momento".  (Refrán).

Besos y abrazos,

Don.
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martes, 14 de abril de 2015

Tranquilos matutinos no sólo en el fondo

¡Buenos días!

Sino que también por su superficie, que ni se riza ante los más borrascosos avatares vitales que pudieran acaecerme, remanso de paz en el que nado, y buceo, cada vez que toca, sin afectarme gran cosa mis extrínsecos alrededores. Sigue la revoltosa y voluble primavera regalándonos unos bastante serenos días de sol, y nubes, y algunas arrebatadas rachas de viento, que enciende y arrebola nuestra ardorosa pasión por la vida. Máxima prevista para hoy de 25ºC. Y grises lluvias para mañana.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Aguas tranquilas" ("Futatsume no mado"), de Naomi Kawase, y con Nijiro Murakami, y Jun Yoshinaga. De esta directora japonesa ya había visto uno de sus anteriores films, "El bosque del luto" ("Mogari no mori", 2007).

Es agosto, en una pequeña isla subtropical del archipiélago japonés, cuyos habitantes viven en armonía con la naturaleza y sus ciclos, un adolescente descubre una noche, durante las celebraciones de la luna llena de agosto y tras el paso de un tifón, un cadáver flotando en el mar. Su amiga estará a su lado para ayudarle a entender los misterios de la muerte, de la vida, del amor. Él no asume la ausencia de su padre, sus padres están separados. Los de ella están felizmente casados pero su madre se está muriendo.

Una buena película (nota: 6) con la que sin embargo no acabé de conectar del todo, a pesar de sus bellas imágenes y calmadas reflexiones, sutiles y casi poéticas, sobre la muerte y la vida (y sus naturales ciclos), sobre el tránsito intergeneracional, y sobre el amor, a través del que manifiestan sus dos jóvenes protagonistas entre sí; todo con el trasfondo de una naturaleza en todo su apogeo, a ratos serena, a veces muy borrascosa, como la misma superficie del mar que baña la aldea. Mar que, sin embargo, en sus profundidades, es calmado, da igual lo que suceda por arriba. Y con punteados toques de documental sobre los rituales cotidianos de los habitantes de la isla, en especial los de la muerte.

A través de las taciturnas tribulaciones del joven protagonista, turbado, atormentado, desorientado, con las que casi nada empaticé, y las de su amada amiga, ambos de aprendizaje emocional en su paso a la madurez, nos postula lo bueno de serenar nuestras mentes, de aceptar natural y calmadamente lo que tenga que venir, sea lo que sea, un temporal, una ausencia, una muerte, de aprender a aceptar esto para seguir adelante y poder apreciar lo hermoso de este mundo. Que las turbulencias son superficiales, que lo profundo es tranquilo.

Ahora algo de sabiduría ajena que seguro nos ayuda a templar ánimos ante lo que esté por venir:

 - "Del agua mansa nos libre Dios, que de la brava me libro yo".  (Refrán).

 - "Un hombre no trata de verse en el agua que corre, sino en el agua tranquila, porque solamente lo que en sí es tranquilo puede dar tranquilidad a otros".  (Confucio).

 - "Allí donde el agua alcanza su mayor profundidad, se mantiene más en calma".  (William Shakespeare).

 - "Soporta lo que la suerte te depara; el que resiste acaba por ser premiado, porque la suerte sabe premiar con largueza, así como compensar con magnificencia el espíritu tranquilo".  (Johann G. Herder).

 - "El hombre es como la espuma del mar, que flota sobre la superficie del agua y cuando sopla viento se desvanece como si no hubiera existido. Así arrebata la muerte nuestras vidas".  (Khalil Gibran).

 - "La muerte sólo tiene importancia en la medida en que nos hace pensar en la vida".  (André Malraux).

Besos y abrazos,

Don.
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lunes, 13 de abril de 2015

La felicidad de tener y cumplir más de 1400 matutinos

¡Buenos días!

Y más de dos mil que llevo ya, y los festejo cada vez que me sumerjo en ellos, cual si celebrara mi cumpledías, en lugar de mi cumpleaños -que no suelo hacerlo-, festejando cada pequeño detalle que me place de mí y nuestro cotidiano devenir. Y otro día más de pletórica primavera, con sol y alguna nube, de máxima prevista para hoy de 23ºC, tras las lluvias de pasados días, y las que estén por venir, en un par de días, de nuevo, según las previsiones.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Felices 140", de Gracia Querejeta, y con Maribel Verdú, Antonio De La Torre, Eduard Fernández, Marian Álvarez, Nora Navas, Alex O´Dogherty, Ginés García Millán, Paula Cancio, y Marcos Ruiz. Es el séptimo largo de esta directora, de la que me encantan todas las películas suyas que he visto hasta ahora, las cuatro anteriores, a saber: "15 años y un día" (2013), "Siete mesas de billar francés" (2007), "Héctor" (2004), y "Cuando vuelvas a mi lado" (1999).

Una mujer cumple 40 años y, para celebrarlo, reúne en una lujosa casa rural a familiares y amigos íntimos, entre los que está su ex-pareja, con quien espera poder reconciliarse. Además, quiere decirles que acaba de ganar los 140 millones de euros del bote de Euromillones. A partir de ese momento el ambiente empezará a enrarecerse, y las aparentes alegrías iniciales por el reencuentro tras largo tiempo irán tornándose en pequeñas y grandes mezquindades para tratar de cazar un pellizco de tal fortuna.

Otra estupenda película de esta directora (nota: 7) que, a pesar de algunos pequeños flecos deshilachados que me desentonaron levemente, me volvió a cautivar. Una tragicomedia sobre un grupo de amigos cuarentones en crisis (personal y económica) de humor amargo, bastante negro en su tramo final, una acerada reflexión sobre cuan débiles pueden llegar a ser los lazos de amistad cuando el poderoso caballero don dinero anda de por medio, que provoca un cambio de actitud en casi todos, exacerbando los reproches, los celos, la envidia y la codicia latentes, previas a la noticia, pues ya no se soportaban demasiado antes de que las cuestiones monetarias interfiriesen en sus dimes y diretes previos. También va de como las buenas intenciones se estrellan casi siempre contra las muy humanas ruindades y dobleces.

Ahora cumplo con mi habitual sección de sabiduría ajena, a costa de algunas citas que os regalo por si pudieran ayudarnos a ser más felices:

 - "Es detestable esa avaricia espiritual que tienen los que, sabiendo algo, no procuran la transmisión de esos conocimientos".  (Miguel de Unamuno).

 - "A los hombres no les mueve el mérito de la buena acción, si no lleva tras sí el premio".  (Ovidio).

 - "Quienes creen que el dinero lo hace todo terminan haciendo todo por dinero".  (Voltaire).

 - "Para ser dichoso, abre la mano y cierra los ojos".  (Refrán).

Besos y abrazos,

Don.
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viernes, 10 de abril de 2015

Convencido (y convicto) de perpetrar estos matutinos

¡Buenos días!

Estoy seguro de que hago estos matutinos porque quiero, una absoluta bendición con la que gozo sobremanera cada vez que me encadeno voluntariamente a ellos para escribirlos, dejando volar libremente mi imaginación al albur de los films que suelo ver. Desde ayer estamos de lluvias primaverales, y hace fresco, pero no me encierro tras cuatro paredes, y salgo a disfrutar de la voluptuosa explosión primaveral a la primera oportunidad que tengo, y con la máxima serenidad posible, sin alteraciones desmedidas, deleitándome con cada pequeño detalle.

Antes de ayer por la noche estuve en el cine viendo "Convicto" ("Starred up"), de David Mackenzie, y con Jack O'Connell, Ben Mendelsohn, Rupert Friend, y Sam Spruell. Es el primer largo que veo de este director escocés.

Un joven de 19 años, iracundo y pendenciero, huérfano de madre y abandonado por su padre, que ha estado viviendo casi toda su infancia en hogares de acogida, es trasladado dos años antes de lo normal, debido a su comportamiento extremadamente violento, desde el reformatorio en el que se encontraba hasta una cárcel para adultos. Allí deberá luchar para sobrevivir haciendo frente a todos, funcionarios carcelarios y demás presos, incluido su propio padre, condenado allí mismo a cadena perpetua desde hace más de 10 años, quien a su muy particular y violento modo tratará de cuidarle. Por otra parte, y no sin grandes dificultades, un psicoterapeuta tratará de reconducirle para la reinserción.

Una buen film (nota: 6) este drama carcelario, y también drama paterno-filial de edípicas reminiscencias, agobiante, tenso, crudo, sangriento, muy violento, de violencia tanto explícita como latente, hiperrealista y desolador, que parece poner en solfa el sistema penitenciario británico, abocado al absoluto fracaso por su no apuesta por la reinserción, sino sólo por el represivo castigo (ya sabéis, la disciplina inglesa); y también esa educación paterna sólo basada en el ordeno y mando, a gritos y golpes, sin la más leve concesión a lo emocional (más látigo británico)... crasos errores ambos.

Ahora algo de sabiduría ajena, que espero nos convenza libremente y ayude a desatar nuestras mentes:

 - "El cerebro humano es como si fuese una máquina de acuñar moneda; si en vez de oro echas en ella cualquier metal impuro o escoria, no conseguirás jamás una moneda de ley aunque la máquina funcione con perfección".  (Santiago Ramón y Cajal).

 - "Una sociedad que aísla a sus jóvenes, corta sus amarras: está condenada a desangrarse".  (Kofi Annan).

 - "La gente habla de la mayoría de edad. Eso no existe. Cuando uno tiene un hijo, está condenado a ser padre durante toda la vida. Son los hijos los que se apartan de uno. Pero los padres no podemos apartarnos de ellos".  (Graham Greene).

 - "Dos excesos deben evitarse en la educación de la juventud; demasiada severidad, y demasiada dulzura".  (Platón).

 - "Educad a los niños y no será necesario castigar a los hombres".  (Pitágoras de Samos).

Besos y abrazos,

Don.
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martes, 7 de abril de 2015

Matutinos indisolublemente unidos a mí

¡Buenos días!

Aunque son carne de mi carne, más bien, alma de mi alma, o ideas de mi ideario, porque de mí nacen, nada más hacerlo tienen su libre albedrío para divagar por sí solos sin que yo les marque ya su camino, no más allá de la inercia con la que les dejo volar a su aire tras el primer impulso. Y por este mismo motivo siempre vuelven a mí casi cada mañana, cosa que seguro no sucedería si tratara de aprisionarlos. Como así mismo hace esta voluble primavera, que revolotea libremente y tras unos casi veraniegos días de semana santa (máximas superando con holgura los 25ºC), ahora ha vuelto a refrescar, y en un par de días lo hará bastante más, con unos cuantos chaparrones de añadidura. Máxima prevista para hoy en los madriles de 19ºC... y bajando.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Gett: el divorcio de Viviane Amsalem" ("Gett"), -gett significa divorcio en hebreo-, de Ronit Elkabetz y Shlomi Elkabetz, con guión de ellos mismos, y con Ronit Elkabetz (como Viviane Amsalem), Simon Abkarian, Menashe Noy, Sasson Gabay, y Eli Gornstein. Es el primer largo que veo de este par de hermanos israelíes, y que cierra una trilogía.

Viviane Amsalem lleva más de un año separada de su marido, tras treinta años de matrimonio y cuatro hijos, y quiere conseguir el divorcio para no convertirse en una marginada social. En Israel no existe todavía, en el s.XXI, el matrimonio civil, da igual la religión de los contrayentes o si son ateos, y según las atávicas leyes religiosas sólo el marido puede conceder el divorcio a su mujer, ante un tribunal rabínico que dé fe de ello... pero él si podría divorciarse sin consentimiento de su mujer (¡qué viva la equidad!). Pero el marido, hombre terco, intolerante y exacerbadamente religioso, que ni vive ni deja vivir, se niega a aceptarlo. Así que ella deberá pleitear, con la ayuda de su abogado, ante el cerril y machista tribunal religioso, en un absurdo proceso que le llevará más de cinco años, para lograr lo que ella considera un derecho inalienable, aunque la ley religiosa así no lo considere.

Me encantó (y os recomiendo) este intensísimo drama judicial (nota: 8) que pone en tela de juicio, y denuncia sin ambages, la situación de la mujer en Israel, de su práctico encarcelamiento, consecuencia de su esclavitud marital, durante el proceso de divorcio que se alarga por surrealistas disquisiciones religiosas que nadan en el fango producido por mezclar lo terrenal y lo espiritual, lo civil con lo religioso... al César lo que es del César, y a los hombres (y mujeres) lo que les corresponde en justicia.

A través de las sucesivas y casi infinitas vistas del kafkiano proceso se nos van presentando los argumentos de las partes; y sus miradas, gestos, y palabras masculladas, que más dicen que los anteriores; mediante los cuales se va perfilando este terrible drama, aliviado por la retranca y cargas de profundidad de varias escenas cómicas (tan sólo por su mera sinrazón) que resaltan el aberrante absurdo de una sociedad como la israelí, en la que las mujeres pueden ir al ejército, por ejemplo, pero no tienen otros básicos derechos elementales (salvo consentimiento del marido) comunes en cualquier otra democracia occidental del s.XXI, si es que con sus peculiares maneras Israel es una verdadera democracia. El problema está en la obscena infiltración de la religión en la vida social, exactamente igual que sucede con sus "archienemigos" islamitas (no son tan distintos en el fondo, de hecho son casi gemelos, y por eso se odian, al verse reflejados el uno en el otro); lo que también en bastantes países cristianos pasa (o quiere pasar), en mayor o menor grado.

En cierto modo, este film podría ser el reverso oscuro de otro, también israelí, que vi hace unos meses, "Llenar el vacío" ("Lemale et ha'halal", 2012) de Rama Burshtein, en el que se narraban de un modo muy amable las ansias y dilemas de una joven poco más que adolescente por casarse. Y también tiene cierta relación con la magistral película iraní, de diez sobre diez, "Nader y Simin: una separación" ("Jodaeiye Nader az Simin", 2011) de Asghar Farhadi.

Ahora algo de sabiduría ajena, algo consustancial a estos matutinos, y que seguro nos ayuda a marcar distancias con las aberraciones de algunos postulados que mentes cerriles traten de imponernos:

 - "Lo malo del amor es que muchos lo confunden con la gastritis y, cuando se han curado de la indisposición, se encuentran con que se han casado".  (Groucho Marx).

 - "En amor todo ha terminado desde el día en que uno de los dos amantes piensa que sería posible una ruptura".  (Paul Bourget).

 - "En los reinos y en los países bien ordenados habría de ser limitado el tiempo de los matrimonios, y de tres en tres años se habrían de deshacer o confirmarse de nuevo, como los arrendamientos, y no que hayan de durar toda la vida".  (Miguel de Cervantes).

Besos y abrazos,

Don.
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miércoles, 1 de abril de 2015

Animado matutino sin animadversión

¡Buenos días!

Estos amistosos matutinos que suelen salirme del alma, y que me la tocan a veces, me dan alegría de vivir y me animan a seguir adelante, pase lo que pase. Son el alma máter de una parte de mi vida. Seguimos de animosa primavera, hoy algo más fresca que la de pasados días (máxima prevista para hoy en los madriles de 20ºC), pero seguimos de sol radiante que nos colorea el alma, cual si brotaran flores en ella.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Calabria" ("Anime nere"), de Francesco Munzi, basada en la novela homónima de Gioacchino Criaco, y con Marco Leonardi, Peppino Mazzotta, Fabrizio Ferracane, y Giuseppe Fumo. Es el tercer largo de este director italiano, y primero suyo que veo.

En un pequeño pueblo de Calabria, región sureña de Italia, unos hermanos viven del lucrativo negocio del tráfico de drogas. Dos de ellos, porque el mayor no quiere saber nada de eso e intenta mantenerse al margen cuidando del ancestral negocio familiar, la cría de ganado caprino. Pero el conflictivo joven hijo de éste se siente atraído por el carisma de uno de sus tíos y quiere entrar en el negocio delictivo. Su inconsciente impulsividad le meterá en problemas, y toda la familia se verá obligada a reunirse para hacer frente común, defendiendo sus vidas y honor.

Una estupenda película (nota: 8) este drama familiar, especie de parabólica tragedia de reminiscencias clásicas, que empezó dejándome algo frío, a la par que me mantenía inquieto, pero que poco a poco, a base de soterrada y creciente intensidad, me ganó limpiamente el alma. Historia de lacónicas maneras neorrealistas, dura, seca, áspera, sobre lealtades, traiciones y venganzas incubadas en el tiempo, a través de generaciones. Casi un documental etnográfico en lo que se refiere a los rituales de la familiar mafia calabresa, y en general de la sociedad de la región, de negro luto casi permanente. La cruda violencia no se muestra, queda oculta fuera de la vista; y más que de guerras entre clanes nos habla de guerras dentro de la propia familia. Os la recomiendo si no os importa ver miradas diferentes, poco trilladas, sobre el tema.

Ahora algo de sabiduría ajena, que seguro nos ayuda a limpiar de negruras nuestro alma:

 - "En algún lugar del alma se extienden los desiertos de la pérdida, del dolor fermentado; oscuros páramos agazapados tras los parajes de los días".  (Sealtiel Alatriste).

 - "El odio que engendra más odio todavía es la cadena más pesada, a la vez que abyecta, con la que el hombre puede atarse a otro hombre, porque sus eslabones están entrelazados por la cólera, por el temor, y sobre todo por la envidia".  (Ugo Foscolo).

 - "Es evidente que la mayoría de los hombres y de las mujeres aplastarían, arrastrarían y despedazarían, si pudieran, a su rival. Casi todos tenemos un fondo de saña, de egoísmo, de venganza más o menos oculto, más o menos controlado".  (Pío Baroja).

 - "Yo no hablo de venganzas ni perdones, el olvido es la única venganza y el único perdón".  (Jorge Luis Borges).

Amén, Jorge, ora pro nobis. Besos y abrazos,

Don.
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