Eso
es lo que respiro por aquí, libre de toda contaminación, al deambular, cuando
no floto ingrávido, a mi aire en estos matutinos por los que bebo los vientos y
que trato de que se dispersen cual esporas a su albur, y al filo del alba.
Mañanita que se nos ha despertado soleada y algo nubosa, y en la que es posible
algún pequeño chubasco primaveral, que seguro ayudará a germinar con mayor
lozanía la vida que nos rodea bulliciosa. La máxima prevista para hoy será de
17ºC.
Este
fin de semana estuve viendo otro anime, que desde ya os recomiendo que veais,
que me entusiasmó. Se trató de "Nausicaä del Valle del Viento"
("Kaze no Tani no Naushika", 1984), de Hayao Miyazaki, con guion
también suyo basado en su propio manga homónimo. No es propiamente una
producción del Studio Ghibli, que se creó en 1985, pero está considerada como
su película fundacional, pues buena parte del equipo que la realizó pasó a
integrar el del Studio, y sus maneras estilísticas y argumentales dieron pie a
las del resto de su filmografía. En un matutino posterior, cuando termine de
ver las que me quedan del Studio, os relacionaré todas sus películas, ordenadas
según mis particulares preferencias que, ya aviso, no son las de la mayoría.
En
un futuro lejano, mil años después de un cataclismo medioambiental originado
por los hombres con sus guerras, casi la totalidad de la Tierra se encuentra
cubierta de bosques repletos de esporas venenosas y amenazadores insectos
gigantes mutantes, extensión que no cesa de crecer, aunque resisten pequeños
reductos en los que habitan los pocos humanos que quedan, agrupados en pequeños
reinos, y que luchan contra el bosque tóxico y el resto de feudos. En uno de
estos, el pacífico Valle del Viento, vive Nausicaä, su compasiva joven
princesa, a la que le encanta volar en su planeador para explorar el entorno y
que no ve al bosque ni a sus insectos tan amenazantes. Un día son invadidos por
uno de los reinos vecinos con la idea de obligarles a unir sus fuerzas para
arrasar el bosque contaminado.
Sobresaliente
película (nota: 9), maravillosa en todos sus sentidos, que me
gustó más que otras más afamadas y reconocidas del director, y del Studio
Ghibli en general, de desbordante fantasía, fantásticos universos que en
perfecta simbiosis mezclan, por ejemplo, castillos medievales con extravagantes
aeronaves, y que rezuma antibelicismo a ultranza, ecológica conciencia
medioambiental, y reverendísimo respeto por la naturaleza y su infinita
sabiduría. Pero también tiene adheridos dos intrínsecos sellos de Hayao
Miyazaki: su fascinación por volar, y por las resueltas heroínas adolescentes.
Por entretenida, fascinante, y por su profundo conocimiento de las gentes y la
vida en general, y su influencia posterior, no os la deberíais perder. ¡Ah, y
la veo muy apropiada para estos tiempos de coronavirus!
Ahora,
las consabidas citas de sabiduría ajena, que seguro ayudan a oxigenar nuestras
entendederas y evitan que se puedan enturbiar:
- "Quien siembra vientos, recoge
tempestades". (Refrán).
- "La desgracia termina por amainar. Los
vientos no siempre soplan del mismo cuadrante ni con igual fuerza". (Eurípides).
- "La multitud, como el mar, es por sí
misma inmóvil, es tranquila o procelosa, según sean los vientos o las auras que
las conmuevan". (Tito Livio).
- "La libertad es el aire respirable del
alma humana". (Víctor Hugo).
Besos
y abrazos,
Don.
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