miércoles, 31 de octubre de 2018

Objetivo testimonio matutino

¡Buenos días!

Desde mi subjetividad, que no puedo abarcar todo a falta de un gran angular, pongo el foco, sin tapujos, allá donde mi atenta intuición me indica, tratando de documentar lo que me rodea o bulle por dentro. En estos momentos toca hacerlo con este matutino que me acoge, y en lo que el clima de estos días deja caer... agua, lluvias y chaparrones, con cielo gris, que conforme avance el día irá abriéndose, dejando salir al aprisionado sol a que haga lo que su libre albedrío le indique, y con máxima prevista de 10ºC.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "El fotógrafo de Mauthausen", de Mar Targarona, y con Mario Casas, Richard van Weyden, y Alain Hernández. Es el primer largo que veo de los de esta directora. Recrea el caso real de Francesc Boix, el único español que testificó en los juicios de Núremberg.

Uno de los miles de españoles encerrados casi desde el principio de la II Guerra Mundial en el campo de concentración de Mauthausen, militantes republicanos huidos de España tras finalizar nuestra Guerra Civil, y que lucharon con las tropas francesas contra los nazis, trabaja en el laboratorio fotográfico de uno de los mandos de ese lugar. En cuanto empieza a tomar conciencia de los horrores cometidos allí, esconde negativos de fotos tomadas por él por mandato del oficial, y con la ayuda de otros internos intentará sacar esas fotos al exterior para dejar testimonio gráfico de ello y que pueda servir para incriminar a los responsables cuando todo acabe.

Una buena película en general (nota: 6), porque se deja ver con agrado, a pesar de ser dura por los horrores retratados, aunque sin recrearse en ellos, y básicamente porque aporta luz sobre el caso casi desconocido de estos españoles; aunque es bastante convencional en sus maneras, no aportando nada especialmente nuevo al género del holocausto nazi o al carcelario, parafraseando momentos similares de grandes films anteriores sobre horrores nazis y prisioneros en general.

Ahora unas citas de sabiduría ajena, que espero den fe de lo mucho que todavía nos queda por saber:

 - "Vale más un testigo de vista que diez de oídas".  (Plauto).

 - "Un testigo que vio, vale por dos; y si vio y oyó, por ciento dos".  (Refrán).

 - "La más noble función de un escritor es dar testimonio, como acta notarial y como fiel cronista, del tiempo que le ha tocado vivir".  (Camilo José Cela).

 - "La historia es émula del tiempo, depósito de las acciones, testigo de lo pasado, ejemplo y aviso de lo presente, advertencia de lo por venir".  (Miguel de Cervantes).

 - "Si es un milagro, cualquier testimonio es suficiente, pero si es un hecho, es necesario probarlo".  (Mark Twain).

Besos y abrazos,

Don.
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martes, 30 de octubre de 2018

Matutinos que siguen vivos

¡Buenos días!

Todavía lo siguen haciendo, sorteando las posibilidades que podrían acabar con ellos en cualquier momento, observando lo que les rodea, tomando leve partido por ello o no según el caso. Como el otoño de estos días, que sigue revitalizándose, y revitalizándonos, a base de viento cada vez más fuerte y desapacible, con lluvias para hoy y sucesivos días, y máxima prevista de 9ºC.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Un día más con vida" ("Another day of life"), de Raúl de la Fuente y Damian Nenow. Se trata de una película de animación, con incrustaciones de imagen real, documental, basada en la novela homónima de Ryszard Kapuscinski, prestigioso reportero de guerra polaco, que narra sus andanzas durante los inicios de la guerra de Angola, en 1975, cuando iba a declararse país independiente, conflicto que duró casi 30 años. Del primero de los directores, español (el otro es polaco), había visto anteriormente un corto documental, "Minerita" (2013), que fue premiado con un Goya.

En 1975, poco después del fin de la guerra de Vietnam, y a pocos meses de la independencia de Angola, los portugueses se afanan por abandonar la colonia desde Luanda, su capital, sumida en el más absoluto caos y confusión, ante la inminente guerra civil que llama a sus puertas y enfrenta a dos bandos encontrados, alimentados por los polos opuestos que llevan luchando en su particular Guerra Fría desde hace más de 20 años, la Unión Soviética y los Estados Unidos, sin importarles lo que arrasan a su paso. Un periodista polaco, Ryszard Kapuscinski, es el único extranjero que queda por el lugar, y se empeña en ir al peligrosísimo frente sur, a casi mil kilómetros de la capital, jugándose la vida para entrevistar a un famoso líder guerrillero que ofrece numantina resistencia al acoso de la otra facción, mucho más poderosa. Por el camino se irá encontrando con otros carismáticos personajes.

Una muy buena película (nota: 7), original en su forma, que nos narra en animación una historia con acción y aventuras, y cierto aire entre literario y onírico sobre las crueldades de las guerras, su delirante caos y confusión, complementado con reales imágenes de archivo y entrevistas actuales a los ancianos supervivientes de aquella guerra. Con deje antibelicista, destila cuestiones de ética periodística, de dudas entre implicarse con el bando retratado o ser un mero observador objetivo de lo que sucede, cuestiones por las que todo corresponsal de guerra debe pasar (el protagonista acabó por decidir tomar partido). También, como consecuencia, de la influencia del periodismo sobre los hechos observados y posteriormente narrados, tal y como se destila del principio de incertidumbre, pues por el mero hecho de observar, el observador está modificando de algún modo el comportamiento de lo observado. Y de aceptar lo inevitable con resignado estoicismo mientras se entona el carpe diem a pesar del horror circundante, como el propio título indica.

Ahora unas citas de sabiduría ajena, que espero mantengan con entusiasta vida a nuestras entendederas y sus necesarias reflexiones:

 - "Un pueblo con vida, por diezmado que se encuentre, extrae de la adversidad médula y fuerzas".  (Henrik Ibsen).

 - "Y por un momento he sentido que a lo mejor una idea es más importante que el mero hecho de estar vivo, porque una idea vive mucho tiempo después de que uno haya desaparecido".  (Douglas Coupland).

 - "Debemos vivir y trabajar, en cada momento, como si tuviésemos la eternidad ante nosotros".  (Gabriel Marcel).

Besos y abrazos,

Don.
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lunes, 29 de octubre de 2018

Matutino que cree saber lo que canta

¡Buenos días!

Cantando, cantando, el mal se va espantando, parafraseando el refrán, y a eso están estos matutinos, a cantar al mundo sus intimidades, desnudándose anímicamente en parte, ocultando lo que creen menester, sea a sabiendas, por olvido, o por ignorancia. Y trataré de no cantar en exceso no vaya a ser que vuelva a llover (mañana lo volverá a hacer, seguro), que la madrugada se nos ha levantado fresca y con algunas nubes velando el sol, en este interludio entre dos períodos lluviosos tan típicamente otoñales. La máxima prevista para hoy será de 10ºC, con viento desapacible a ratos. Así que no quedará otra que entonarse, no sé si continuando mis canturreos, o abrigándose algo mejor.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Quién te cantará", de Carlos Vermut, y con Najwa Nimri, Eva Llorach, Carme Elías, y Natalia de Molina. Es el tercer largo de este director y guionista (y también creador de cómics), de quien había visto su segundo, "Magical girl" (2014).

Una exitosísima cantante, Lila, que lleva diez años retirada del mundanal ruido, sin dar conciertos ni sacar un disco, cuando estaba preparando su triunfal regreso a los escenarios sufre un accidente que le provoca amnesia, un par de meses antes de ese momento. Violeta, una mujer dominada por su tiránica hija, que cada noche se evade de su realidad imitando a esa cantante, por quien está absolutamente fascinada, en el karaoke donde trabaja como camarera, recibe la visita de la representante artística de la vocalista proponiéndole algo inusual: que enseñe a la cantante como volver a ser ella misma.

Una espléndida película (nota: 8) que os recomiendo, con todas las señas de identidad de la casa Vermut, a saber, películas excéntricas en fondo y maneras, impecable estilo formal, bellísimo, e historias oscuras, turbias, retorcidas y que generan desasosiego, más o menos según el caso. Si bien en su anterior film la historia narrada no me llegó, no me dijo apenas nada, esta vez sí que sí, incluso habiendo empezado por los mismos derroteros me acabó por tocar el corazón, amén de mi intelecto. ¡Chapó!

Melodrama musical, o al menos con mucha música, estructurado en tres partes, la primera dedicada a la cantante, la segunda a la fan imitadora, y la tercera al encuentro entre ambas y su mutua identificación. Nos habla sobre cuestionarse quien es uno realmente, no reconocerse a uno mismo y hacerlo en el otro, viviendo la propia vida a través de la de otros; sobre lo que mostramos y escondemos a los demás de nosotros mismos; sobre la sutil frontera que separa éxito y fracaso y lo difícil que es llegar a cumplir nuestros sueños; sobre originales y copias, y de como a veces estas son mejores que aquellas; sobre lo que estamos dispuestos a sacrificar por conseguir reconocimiento social y gloria; sobre Saturno devorando a sus hijos... o viceversa, a sus progenitores.

Ahora unas citas de sabiduría ajena, especie de canciones que nos hagan mejor conocernos, y reconocernos, a nosotros mismos:

 - "Si quieres oír cantar a tu alma, haz el silencio a tu alrededor".  (Arturo Graf).

 - "Cuando un poeta canta estamos en sus manos: él es el que sabe despertar en nosotros aquellas fuerzas secretas; sus palabras nos descubren un mundo maravilloso que antes no conocíamos".  (Novalis).

 - "Serás amado el día en que puedas mostrar tu debilidad sin que el otro se sirva de esta para afirmar su fuerza".  (Cesare Pavese).

 - "Un aplauso es el reconocimiento que a todos nos deleita. Aunque, bien mirado, solo se trata de una efímera felicidad encomendada a manos ajenas".  (Gertrudis Gómez de Avellaneda).

Besos y abrazos,

Don.
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domingo, 28 de octubre de 2018

Matutinas confidencias en trasnochadas madrugadas

¡Buenos días!

Otra mañana más en la que os cuento algunas de las confidencias más o menos cinéfilas que pasan por mi cabeza la noche previa a ver la luz en la alborada, a través de las ondas informáticas por las que os hago llegar estos matutinos, y que me sirven de bálsamo anímico las más de las veces. Las nubes que hoy siguen con nosotros parece que ya dejaron de derramar sus lluviosas cuitas, sale el sol, pero no calienta mucho, que la máxima prevista para hoy será de 10ºC, con una madrugada fría de 3ºC. Aun así, nos reconfortaremos escuchando los matutinos gorjeos mientras paseamos al tibio sol para liberarnos de cualquier pesar que pudiera lastrarnos en nuestro cotidiano disfrute.

Este fin de semana estuve en el teatro viendo la obra "Hablar por hablar", escrita al alimón por varios autores, dirigida por Fernando Sánchez Cabezudo, e interpretada por Julio Cortázar, Ángeles Martín, Samuel Viyuela, Carolina Yuste, y Pepa Zaragoza.

Se nos muestran varias historias, de entre las muchas que aparecieron en el homónimo programa radiofónico de las madrugadas, que echó el cierre el mes pasado tras casi 30 años consecutivos en antena. Historias de gente anónima, al otro lado del hilo telefónico, que comparte pequeños o grandes retazos de su vida cotidiana, desde su soledad y tristeza, pero también desde su felicidad o sus delirios.

Una buena obra (nota: 6) que en general vi con agrado, y que consigue atrapar el alma, la serena atmósfera del programa, en el que desvelada gente corriente comparte parte de sus vivencias desde la soledad de la noche profunda, hablando por el mero hecho de hablar ante perfectos e invisibles desconocidos, para desahogarse de sus desesperados pesares, contando cosas que ni a sus más íntimos se atreverían. Al ser una obra hecha a base de retales, unos son mejor que otros, y aunque bien cosida, no lo acabó de estar del todo, o eso me pareció, como si me tirara de la sisa de vez en cuando. Muy buenas interpretaciones del elenco de actores.

Ahora toca dejar que otros hablen a través de sus citas, antes de que les corte al daros unos sentidos besos y abrazos:

 - "Las palabras son una medicina para el alma que sufre".  (Esquilo).

 - "Conozco mil maneras de calmar tu angustia, y no hallo una sola que calme la mía".  (Alejandro Lanús).

 - "Para dialogar, preguntad primero, después... escuchad".  (Antonio Machado).

 - "Sentir con los menos y hablar con los más".  (Baltasar Gracián).

 - "Vela por tus pensamientos cuando estés solo y por tus palabras cuando estés con los demás".  (Epicteto).

 - "Hablar mucho de sí mismo puede ser un medio de ocultarse".  (Friedrich Nietzsche).

Besos y abrazos,

Don.
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jueves, 25 de octubre de 2018

Matutino al cuello

¡Buenos días!

No me siento cogido por el cuello por estos matutinos, que tanto ellos como yo tratamos de ir a nuestro albedrío sin excesivas ataduras, aunque siempre tratando de mantener el afectivo vínculo. Tampoco parecen apretar mucho el gaznate del luminoso sol de hoy las dispersas nubes que empiezan a aparecer por el cielo, con lo que la máxima se irá hasta los 22ºC. Otro gallo cantará el fin de semana, con el desplome térmico hasta ir por debajo de los dos dígitos, y con las lluvias, que a algunos atarán a los hogareños ventanales, a cubierto, mirando afuera a través de los barrotes de acuosos chorretones sobre el cristal. O eso, o a empaparse de otoño con fruición revoloteando por ahí, allende sus límites. Que cada cual elija lo que más le plazca, y asuma sus consecuencias.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Animales sin collar", de Jota Linares, libre adaptación de la obra teatral "Casa de muñecas" de Henrik Ibsen, y con Natalia de Molina (espléndida actriz), Daniel Grao, Ignacio Mateos, Natalia Mateo, y Borja Luna. Es el debut en el largo de este director.

Un político comprometido en la lucha por los más desfavorecidos, que hace bandera de la honestidad, y que ha prometido erradicar los corruptos de las instituciones públicas, acaba de arrasar en las elecciones para presidente de una comunidad autónoma, barriendo con su partido emergente la hegemonía bipartidista dominante hasta entonces. Está felizmente casado con una solícita mujer que se desvive por el bienestar de su esposo, siempre a su sombra. Todo esto puede derrumbarse en un instante, arruinando su felicidad y la carrera política de su marido, si sale a la luz un oscuro y turbio secreto que ella guarda celosamente, de cuando ambos y otros amigos desparramaban cuando más jóvenes en alocados saraos henchidos de alcohol y drogas. Uno de estos, caído en desgracia pues será destituido por el marido en cuanto tome posesión del cargo, y sabedor del secreto junto con ella, le hará chantaje.

Una muy buena película (nota: 7) que me fue enganchando y gustando cada vez más conforme avanzaba, ganando en intensidad, con enigmas desvelados poco a poco, tensa y desasosegante a ratos. A través de la peripecia a contrarreloj (todo sucede en un fin de semana) de esta mujer, sumisa, casi que domesticada, que va tomando conciencia de que no es feliz y opta al final por tomar las riendas de su propio destino, empoderándose, que ahora se dice, nos habla de lo que se cuece entre bambalinas en la política actual, del papel de la mujer en la sociedad, de segundas oportunidades, y de la transcendencia de las decisiones que tomamos en todo momento y que condicionan nuestro futuro, pues tal y como reza el leitmotiv que figura en el cartel de la película, somos presa de nuestro pasado.

Ahora unas citas de sabiduría ajena, que tal vez nos libren de ataduras y demás tejemanejes:

 - "No se graban tanto mil palabras como un solo hecho".  (Henrik Ibsen).

 - "Los hombres, en general, no son sino marionetas maltratadas por un titiritero".  (Giovanni Papini).

 - "Me apoderaré del destino agarrándolo por el cuello. No me dominará".  (Ludwig van Beethoven).

 - "Nadie puede poner una cadena en el tobillo de su prójimo sin tener el otro extremo alrededor de su cuello".  (Frederick Douglass).

Besos y abrazos,

Don.
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miércoles, 24 de octubre de 2018

Pétreos matutinos

¡Buenos días!

Contra viento y marea, en este calmado, cálido y soleado día de otoño (22ºC de máxima prevista), siguen estos matutinos resistiendo los embates del tiempo, tanto el de la cuarta dimensión como el meteorológico, dejando de buen grado desgastarse por ellos, mientras se van convirtiendo en fluidos granos de arena, especie de montañoso fractal, que regatea por los más recónditos recovecos de mi ser, adaptándose a cualquier circunstancia conforme va llegando. Con los fríos y lluvias del próximo fin de semana, el proceso seguro se acelerará.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Petra", de Jaime Rosales, y con Bárbara Lennie, Àlex Brendemühl, Joan Botey, y Marisa Paredes. Es el sexto largo de este director, de quien anteriormente había visto su anterior y su segundo, "Hermosa juventud" (2014) y "La soledad" (2007).

Petra es una pintora que acude como aprendiz durante una temporada al taller de un mundialmente reconocido artista plástico, de muy difícil carácter, donde también entablará contacto con la esposa y el hijo de este. En realidad está allí porque tras haber seguido el rastro de difusas pistas, cree que el escultor podría ser su padre, tras haberse negado su madre a decírselo poco antes de morir. En su afán por descubrir la verdad, desencadenará toda una espiral de maldad (por acción u omisión, según el caso), mentiras y oscuros secretos familiares.

No me acabó de convencer (nota: 5) esta casi que tragedia de reminiscencias griegas contada, muy bien por cierto, casi que a salto de mata, en capítulos desordenados temporalmente. Aun siendo la más accesible de su filmografía, conserva plenamente su poco convencional y estupendo estilo formal, cuajado de fueras de campo, pleno de tensa intriga sin aspaviento alguno. Lo que más y menos me gustó fue prácticamente lo mismo, respectivamente: el sorprendente y atípico personaje del malo, perfectamente perfilado, un miserable cruel y perverso de tranquilas maneras; y el actor que lo encarnaba, un no profesional primerizo y setentón, que me desmereció bastante en relación al resto del elenco, pues le faltó la natural fluidez de estos en su interpretación.

A través del personaje principal, de pétrea fuerza interior, nos habla sobre la búsqueda de la verdad, ya sea en la vida (cosa extremadamente difícil), o en el arte (toda una entelequia para mí), y sobre la misión o utilidad de este en nuestras vidas. Y sobre la mentira, y el perdón (o no). También sobre lo complejo de las relaciones familiares.

Ahora unas citas de sabiduría ajena, necesario saber que espero nos ayude a evitar que seamos (o a quedarnos) de piedra las más de las veces:

 - "El arte necesita o soledad, o miseria, o pasión. Es una flor de roca, que requiere el viento áspero y el terreno duro".  (Alejandro Dumas, hijo).

 - "¿Qué ganarías con injuriar a una piedra que es incapaz de oírte? Pues bien, imita a la piedra y no oigas las injurias que te dirijan tus enemigos".  (Epicteto de Frigia).

Besos y abrazos,

Don.
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martes, 23 de octubre de 2018

Matutino que está que arde

¡Buenos días!

Bueno, tampoco es que estemos de ardoroso verano, por mucho que algunos ilusos se empeñen en visionarlo, pero las temperaturas están siendo la mar de agradables en estos días de otoño luminoso, con sol que no quema, y las copas de los árboles apenas empezando a encenderse de candente otoñada. Máxima prevista para hoy de 20ºC, que cuando se acerque el fin de semana caerán hasta la mitad, casi fundiéndose con las del invierno por venir, cuyos gélidos rigores sin embargo todavía quedan lejos, muy lejos.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Burning" ("Beoning"), de Lee Chang Dong, basado en el relato corto "Quemar graneros" de Haruki Murakami, y con Yoo Ah-in, Steven Yeun, y Jeon Jong-seo. Sexto largo de este director coreano, de quien había visto sus dos más recientes anteriores: "Poesía" ("Shi" 2010) y "Secret sunshine" ("Milyang", 2007).

Un joven repartidor que quiere ser novelista, mientras hace una entrega por las calles de Seúl, se encuentra por casualidad con una bella joven con mucho desparpajo que fue vecina y compañera de clase en su infancia y adolescencia en la aldea en que ambos vivían, y por la que se siente muy atraído. Ella le impele a tener ambos una cita, tras la que le pide que cuide de su gato, mientras hace un viaje por África. A su vuelta él va a recogerla al aeropuerto, pero aparece con un rico guaperas que conoció allí y con el que se ha enrollado, quedando frustrado. En una noche de confidencias entre los tres, el misterioso nuevo novio revela una peculiar afición al joven.

Una muy buena película (nota: 7), de espléndidas maneras formales, a la que le faltó un qué sé yo para tocarme el alma (que el intelecto sí que lo hizo), emocionarme y llegar a la excelencia para mí. De todas formas, en sus dos horas y media de metraje me envolvió y atrapó con la característica parsimonia y sutileza orientales, haciendo que se me pasaran volando. Es muchas cosas, melodrama romántico con triángulo, thriller, existencial; y de ambiguas lecturas, de tono que va oscureciéndose conforme avanza y se retuerce cadenciosamente la trama, a la par que la intriga crece, y el misterio jamás se soluciona.

Extraña historia, que genera cierta inquietud, desconcertante a ratos y que se va enturbiando en su avance, de la que nos faltan elementos que tenemos que conjeturar. Entre muchas otras cosas, va sobre las difusas fronteras entre realidad e imaginación, de imaginar como real lo que no vemos a partir de circunstanciales suposiciones, sobre encontrarle un sentido a nuestras vidas; y también de cierta crítica social: a la precariedad laboral juvenil, a la cada vez mayor distancia entre clases sociales y el clasismo elitista, o del estatus femenino en una sociedad machista.

Ahora unas citas de sabiduría ajena, que espero sean yesca y pedernal para alumbrar nuestras entendederas:

 - "El que pueda decir cómo arde, sufre un fuego muy pequeño".  (Francesco Petrarca).

 - "Llegar, ¡quién piensa! Caminar importa sin que se extinga la divina llama del arte largo en nuestra vida corta".  (Manuel Machado).

Besos y abrazos,

Don.
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jueves, 18 de octubre de 2018

Matutina cabaña ganadera

¡Buenos días!

¡La leche!, a pesar de que se está poniendo muy gris la mañana y seguro las nubes se ordeñarán esta tarde, según las previsiones, cosas del otoño, salgo de nuevo a pasear pastoreando mi rebaño matutino, con los que tanto gano en bienestar, en lugar de refugiarme en cualquier chamizo que encuentre por ahí antes de que se ponga a caer agua, y a disfrutar lo que me toque, que la buena salud está en no encerrarse en uno mismo, cual estabulada vaca al refugio de las necesarias inclemencias.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Un héroe singular" ("Petit paysan"), de Hubert Charuel, y con Swann Arlaud y Sara Giraudeau. Es el debut en el largo de este director.

Un treintañero está al cargo de la pequeña explotación familiar de ganado para leche, sigue viviendo en la granja con sus padres, ya jubilados, y su única obsesión son sus vacas, a las que cuida con sumo esmero, cual sobreprotectora madre. Además, su nidífuga hermana es la veterinaria del lugar. Empiezan a llegar noticias de una epidemia bovina que cada vez se acerca más, hasta que un día una de sus reses cae enferma. No puede permitirse perder todas sus vacas si se descubriera esto y hubiera que sacrificar toda su cabaña por precaución sanitaria. Hará lo que sea por salvar sus animales.

Una buena película (nota: 6) que me gustó, y eso que soy un urbanita con gusto esporádico por la bucólica campiña domesticada, si acaso algo montaraz, sin excesos. Historia poco convencional, nada idílica, sobre la vida campestre de los pequeños propietarios y sus rutinas de sol a sol, casi sin días de descanso ni vacaciones. Rayano en lo documental en bastantes pasajes, es también un thriller con suspense y tensión, un drama rural y familiar, cómico por momentos, y una fábula campesino-burocrática (con ramalazo de crítica kafkiana por reducción al absurdo), cuyo agobiado y aterrado protagonista se aboca al borde de su propia locura, no sé si padeciendo una encefalopatía espongiforme en el ámbito psicológico, lo que le lleva a actuar cual pollo descabezado, o de seso abotagado al menos.

Ahora, en el redil de la sabiduría ajena, ahí os dejo un pequeño rebaño de citas, de entre las que he ido rebañando en mi cotidiano pastoreo de ellas:

 - "La leche, al pie de la vaca".  (Refrán).

 - "Cuando al pastor se le muere la oveja, paga con la pelleja".  (Refrán).

 - "¡Qué felices serían los campesinos si supieran que son felices!".  (Virgilio).

Besos y abrazos,

Don.
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miércoles, 17 de octubre de 2018

Matutinos que no hacen sombra

¡Buenos días!

Ni tienen mala sombra, por tanto, ya que irradian luz por todos sus infinitos lados, intentando no hacer sombra a nadie, que cualquiera tiene derecho a ser iluminado, que no un iluminado. Son de ley, de auténtica ley. Pues en este interludio soleado otoñal que hoy disfrutamos, sin atisbo de sombra nubosa alguna, sigo disfrutando de este otoño, que no actúa en la sombra, y que ya sí, con todas las de la ley, ha entrado en nuestras vidas, con lluvias este pasado fin de semana, y las que seguirán cayendo de nuevo desde mañana otra vez, con cielo muy gris y viento algo desapacible, pero que revitaliza al más pintado.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "La sombra de la ley", de Dani de la Torre, y con Luis Tosar, Michelle Jenner, Vicente Romero, Manolo Solo, Paco Tous, Jaime Lorente, Adriana Torrebejano, y Ernesto Alterio. Es el segundo largo de este director, de quien había visto su anterior, "El desconocido" (2015).

Año 1921. En España se viven momentos muy convulsos y violentos debido a continuas reivindicaciones de justicia social y luchas clasistas, y a enfrentamientos entre anarquistas, matones a sueldo y policías, plenos de ajustes de cuentas y atentados varios. Un policía de Madrid es enviado a Barcelona como apoyo de los policías locales para colaborar en la investigación para detener a los asaltantes de un convoy militar lleno de armas, y evitar que estas lleguen a los bandos enfrentados, para lo que deberá entrar en contacto con sus compañeros corruptos, los bajos fondos gangsteriles, y los grupos anarquistas, cada vez más radicalizados.

Una buena película (nota: 6), muy buena en los aspectos técnicos y de ambientación. Con el trasfondo de nuestra Historia de entonces, pasé un rato entretenido con este thriller policiaco, de maneras clásicas y bastantes referencias cinéfilas al cine negro y demás. Cine de entretenimiento, por tanto, pero con algunos destilados, que no sé si pasarían el control de una ley seca, de crítica de las turbiedades socio-políticas, con sus luchas de poder interclase, alta burguesía sin escrúpulos, turbios poderes fácticos, matones a sueldo, idealismo anarquista y fanatismos varios... y corrupción de todo pelaje y condición. Todo esto pareció ser la perfecta incubación del huevo de la serpiente, azuzado por extremistas de ambos lados, que desembocó en nuestra funesta guerra civil de pocos años después, y en sus subsiguientes consecuencias en décadas posteriores.

Ahora unas citas de sabiduría ajena, especie de reglas que espero aporten algo de mayor luz a nuestras entendederas:

 - "De aquellos polvos vienen estos lodos".  (Refrán).

 - "La ley del embudo: para mí lo ancho, para ti lo agudo".  (Refrán).

 - "Las leyes son semejantes a las telas de araña; detienen a lo débil y ligero y son deshechas por lo fuerte y poderoso".  (Solón de Atenas).

 - "La Ley, en su magnífica ecuanimidad, prohíbe, tanto al rico como al pobre, dormir bajo los puentes, mendigar por las calles y robar pan".  (Anatole France).

 - "El legislador no debe proponerse la felicidad de cierto orden de ciudadanos con exclusión de los demás, sino la felicidad de todos".  (Platón).

 - "Para destruir las malas prácticas, la ley es mucho menos útil que los esfuerzos individuales".  (Ángel Ganivet).

 - "Donde hay luz también existe la sombra. ¿Dejaré de amar la luz porque produce sombras?".  (Heinrich Lübke).

Besos y abrazos,

Don.
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jueves, 11 de octubre de 2018

Alienada simbiosis matutina

¡Buenos días!

Otra mañana más en la que me entremezclo con los matutinos, tan bien integrado con ellos, que ya dudo de quien es quien y quien lleva realmente la voz cantante en esta extraña pareja o ménage à trois que formamos, sin ser uno y trino, que nada afinadamente canto... pero sin llegar a la locura, aunque lo parezca por lo que acabo de escribir, si acaso a la extravagante extrañeza de mí mismo, pero con los pies en la Tierra... y mi volada cabeza orbitando a su alrededor, como las muy grises nubes con las que nos hemos despertado, al son de las revoleras de los chaparrones tormentosos que hoy parecen ir a menos, hasta casi desaparecer esta tarde, según las previsiones, que también pronostican unos tibios 20ºC de máxima para hoy.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Venom", de Ruben Fleischer, y con Tom Hardy (un actorazo como la copa de un pino), Michelle Williams, y Riz Ahmed. Está basado en un tebeo de la Marvel, y es un spin-off de Spiderman, de uno de sus villanos, que en esta no lo parece tanto. De este director había visto sus tres largos anteriores: "Gangster squad (Brigada de élite)" ("Gangster squad", 2013), "30 minutos o menos" ("30 minutes or less", 2011), y su debut con "Bienvenidos a Zombieland" ("Zombieland", 2009).

Una nave espacial de regreso a la Tierra tras una misión de exploración por otros planetas se estrella al aterrizar, escapando uno de los especímenes alienígenas que transportaba. La expedición pertenece a una megacorporación farmacéutica cuyo dueño es un megalómano que quiere conseguir una hibridación entre humanos y extraterrestres, pero los ultrasecretos ensayos científicos no cesan de fallar. Un incisivo periodista de investigación que le atosiga a preguntas sobre las turbiedades de sus experimentos pierde su reputación, su empleo y a su novia por la venganza del magnate. Tras varias vicisitudes, uno de los alienígenas consigue introducirse en el cuerpo del ex reportero, formando ambos un poderosísimo ente simbiótico. Oye voces en su cabeza que le dicen lo que tiene que ir haciendo mientras va tomando conciencia de los nuevos superpoderes que ha adquirido y de que el alienígena quiere tomar el control, a lo que se intenta resistir sin demasiado éxito las más de las veces, acabando por ir aprendiendo el uno del otro.

Una buena película en general (nota: 6), que me sorprendió por su gran dosis de humor con la que me reí mucho, aunque su prólogo de más de media hora hizo que me echara a temblar, pues nada me gustó, me chirriaba por doquier, barruntando una película mala-mala, pero en cuanto la trepidante acción (espléndida persecución de coches) y el humor irónico y socarrón, casi que gamberrete, entraron en escena, pasé un rato muy divertido viéndola.

Podría catalogarse como un híbrido de una de acción, de ciencia ficción, y de alienígenas (que usan a los humanos bien como vehículo de supervivencia, cual ultracuerpos, o bien como comida, según les dé el aire), entre otros varios géneros más, como el de coleguitas, de autocolegas ensimismados, podría decirse, con referencias a montones de otros films anteriores de todos esos géneros.

Sin embargo, aunque es de la Marvel, no me pareció una de superhéroes al uso, los buenos y malos no están tan claros, se mueve en la zona gris... oscura, muy oscura del alma humana, cual Jekyll y Hyde, donde los mejores momentos estaban en las desternillantes conversaciones de loco que el protagonista mantenía consigo mismo, o con el alienado alienígena que llevaba dentro sin querer, según el punto de vista. Por cierto, si fuerais a verla no salgáis de la sala en cuanto comiencen los créditos finales, que hay dos bonus track, uno de los cuales amenaza con una segunda entrega... ¡oh cielos tenebrosos, que bien está lo que bien acaba!, no estiremos el chicle más de la cuenta.

Ahora un par de citas de sabiduría ajena, con las que espero nos fundamos armoniosamente, para no extrañarnos en exceso de lo que nos rodea:

 - "Decir que el hombre es una mezcla de fuerza y de debilidad, de luz y de ceguera, no es hacer su proceso: es definirlo".  (Denis Diderot).

 - "El beso es el contacto de dos epidermis y la fusión de dos fantasías".  (Alfred de Musset).

Fundentes besos y abrazos,

Don.
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miércoles, 10 de octubre de 2018

Matutino volandero

¡Buenos días!

Otro matutino que echa a volar con mi beneplácito, dejando el confortable nido que le procuraba en mis entendederas. Ya volverá cuando quiera, cual hijo pródigo, volviéndome a colmar de bienes y bienestar, y viceversa. Y también parece que ha echado a volar por fin este remolón otoño, dejando atrás el cálido regazo del veranillo tardío, tras los tormentosos chaparrones de ayer, que hoy siguen, con el cielo muy gris de nubes volanderas que van y vienen suspendidas sobre nuestras cabezas algo empapadas.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Viaje al cuarto de una madre", de Celia Rico Clavellino, y con Lola Dueñas y Anna Castillo, dos enormes actrices, y la segunda una por la que siento gran debilidad desde que la descubrí y me fascinó. Es el debut en el largo de esta directora y guionista.

Una mujer viuda hace poco y su hija viven en una humilde casa de un pueblo donde la vida transcurre despacio. Mantienen un muy estrecho vínculo de apego y complicidad al calor de una mesa camilla con brasero, apoyándose la una en la otra para sobrellevar la reciente pérdida. La joven ha empezado a trabajar como planchadora en la fábrica textil donde la madre trabajó toda su vida como costurera. Pero no está conforme con su vida y aunque no se atreve a decirle que quiere irse a trabajar a Londres, acaba por hacerlo. La madre no quiere que se vaya, pero al final acepta, quedando sola con un gran vacío existencial, sin saber muy bien como afrontarlo.

Una espléndida película (nota: 8) que os recomiendo, una pequeña delicia, muy grande en su sencillez, muy honda y sutil, narrada estupendamente a base de silencios y gestos, más que con palabras, que me ganó con el regusto, en el sabrosísimo retrogusto que me dejó pasado un rato tras su visionado, cuando la rumiaba. Historia de una relación materno-filial, desde el punto de vista materno, en el justo momento que la hija quiere liberarse del cordón umbilical (ley de vida), y lo hace, pero conservándolo en la distancia, a su manera, no necesariamente como la madre, las madres, querrían. También historia sobre el solitario vacío emocional en el que las madres quedan cuando los queridos hijos deben volar del nido. Y sobre su infinito amor, ese que desparraman sobre sus retoños, a veces demasiado abrumador, aunque con buenísima intención, por su bien, el de los hijos y el suyo propio.

Ahora en la sección de sabiduría ajena, un par de frases de la directora del film glosado hoy, mujer con la cabeza muy bien amueblada a la luz de lo visto y sentido en la película y en estas mismas frases que van como anillo al dedo:

 - "Querer bien, sin coartar al otro ni renunciar a uno mismo, quizá sea una de las tareas más difíciles en las relaciones paterno-filiales. Esta película pretende capturar esos momentos delicados de la vida donde el amor se revela en el saber alejarse, en el dejar ir".  (Celia Rico Clavellino).

 - "Esta historia surge de una sensación física, como hija que se desprende del nido familiar: el confortable calor con el que las faldas de una mesa-camilla me resguardaban del frío. O me aprisionaban. No era fácil salir de aquel brasero. Podría haberme pasado horas durmiendo la siesta bajo su regazo, cómodamente, mientras la vida transcurría en otra parte, lejos del confort de la casa de mis padres".  (Celia Rico Clavellino).

Besos y abrazos,

Don.
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martes, 9 de octubre de 2018

Ni con los matutinos ni sin ellos

¡Buenos días!

En este íntimo debate, no sé a qué temperatura, si ardoroso o gélido, pero siempre anhelado, ando de cuando en cuando, sea cuando estoy con ellos, sea cuando no me queda otra que alejarme. Así supongo será el amor, al menos el nuestro. El otoño, a pesar de sus vaivenes, sin embargo, sí que parece tenerlo algo más claro, con sol asomando por las cada vez más densas nubes, con tibias temperaturas (20ºC de máxima) y alguna tormenta vespertina prevista para hoy, que dejará precipitar, amén de algunas centellas, unas tímidas gotas de agua, no sé si de melancólica tristeza, uno de esos cánones otoñales que hoy parece no serán por estos lares, que se barruntan de arrebato tormentoso, breve pero intenso.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Cold war" ("Zimna wojna"), de Pawel Pawlikowski, y con Joanna Kulig y Tomasz Kot. De este director polaco afincado en el Reino Unido había visto dos de sus anteriores films, "Ida" (2013) y "Last resort" (2000).

En la Polonia comunista de primeros de los años 50, cuando todavía casi todo eran ruinas tras la guerra, para mayor gloria del partido, se está creando un grupo folclórico. El director musical y una de las cantantes recién contratadas, de caracteres y orígenes sociales diametralmente opuestos, sienten inmediata atracción mutua, se enamoran apasionadamente y viven su amor a escondidas. En una actuación en Berlín oriental, él le propone fugarse ambos a París, quedan por la noche en las cercanías del puesto fronterizo, pero ella no se presenta. Años después, ella le visita cuando viaja con el grupo a actuar en esta ciudad y retoman momentáneamente su relación. Él va siguiéndola por diversas ciudades europeas, viéndose intermitentemente, tratando de mantener su pasión a pesar de las dificultades, las propias de su inestable relación, y las ajenas a ellos, las del opresivo entorno socio-político de aquellos tiempos y lugares. Una historia de amor difícil en tiempos difíciles.

Una muy buena película (nota: 7), este muy melancólico drama romántico de encuentros y desencuentros que transcurre a lo largo de una década, bellísima formalmente, de exquisitas banda sonora (y tema principal) y fotografía en blanco y negro, pero cuya fríamente arrebatada historia de amor, de intensa atracción mutua que les condena a estar juntos, y a separarse, según el caso, no llegó a conquistarme del todo, no me apasionó. Le faltó un qué sé yo para que me llegara a parecer una delicia, para que me diera un revolcón con ella, a pesar de lo maravillosamente narrada que estaba.

Ahora unas citas de sabiduría ajena que no sé si ayudarán a mitigar en algo esa fría tensión, como de acero, que a veces nos atenaza en las complicadas relaciones amorosas, sin atrevernos a dar el paso definitivo, a atravesar el telón decididamente:

 - "Aunque mis ojos ya no puedan ver ese puro destello, aunque ya nada pueda devolver la hora del esplendor en la hierba, de la gloria en las flores, no hay que entristecerse. Porque la belleza siempre permanece en el recuerdo".  (William Wordsworth).

 - "Tenía oído que algunos decían que el amor era todo regocijo, alegría y contento, mas, aquella noche, sentada en la playa, hubiera querido yo tener ante mí a aquellos sabios parlanchines para hacerles sentir con el filo de mi espada el regocijo, la alegría y el contento que ocasionaba el terrible dolor del amor. Era peor que una enfermedad, me decía atormentada, peor que una llaga corrompida. Era como beber ponzoña y tragar agujas. ¡Y todo por aquel rufián maleador cuyos rubios cabellos sólo podían tener competencia con los del sol!".  (Matilde Asensi).

 - "Sigo pensando que los amores no correspondidos son la droga natural más potente de este mundo. Tanto de los que los sienten como de los que no los corresponden... Todos siempre acaban sufriendo, pero vuelven a caer en sus redes".  (Albert Espinosa).

 - "Amar significa correr el riesgo de no ser correspondido. Esperar es correr el riesgo de la decepción. Pero hay que asumir algún riesgo, porque el mayor de la vida estriba en no arriesgar nada".  (Helen Exley).

Besos y abrazos,

Don.
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lunes, 8 de octubre de 2018

Oleada de matutinos

¡Buenos días!

Otro matutino más en la desatada serie que he venido perpetrando en estos últimos diecinueve años, tantos y tan reiterados que casi les pierdo la pista a poco que me descuide. El otoño parece que va llegando, pero no en tropel, que de momento solo han bajado las temperaturas, a la espera de su natural oleada de borrascas que nos empape un poco. 21ºC de máxima prevista para hoy.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Ola de crímenes", de Gracia Querejeta, y con Maribel Verdú, Juana Acosta, Paula Echevarría, Antonio Resines, Raúl Arévalo, Luis Tosar, y Javier Cámara. Es el octavo largo de esta directora, de la que me encantan todas las películas suyas que he visto hasta ahora, las cinco anteriores, a saber: "Felices 140" (2015), "15 años y un día" (2013), "Siete mesas de billar francés" (2007), "Héctor" (2004), y "Cuando vuelvas a mi lado" (1999).

Un ama de casa divorciada vive con su sobreprotegido hijo adolescente con problemas para relacionarse con los demás. Un día que el ex aparece por su casa diciendo que tienen que irse porque va a venderla, el chaval, en un arrebato pasional, mata a su padre. La madre, como consecuencia de hacer todo lo posible por proteger a su querido hijo, casi sin querer, desata una ola de crímenes en su ciudad. Por otra parte, la actual esposa y la abogada del fallecido tratarán de ocultar la trama de corrupción en que estos tres andaban metidos y que podría quedar al descubierto por el asesinato de él, por lo que tratarán de cargarle el muerto a la ex esposa. Todos estos hechos empezarán a ser investigados por una concienzuda pareja de policías.

Una buena película en general (nota: 6), con sus más y sus menos, dispersa, con momentos realmente divertidos y logrados, y otros de desconcierto. Una comedia negra, de intrigantes enredos, alocada, casi que gamberra, y disparatada, no solo por los muchos disparos que hay, por momentos pasada de revoluciones. Amén de otras críticas sociales, parece una sátira de la corrupción nuestra de cada día en la que los imputados, perdón, investigados, no cesan de pasarle el muerto a quien estimen oportuno.

Ahora unas citas de sabiduría ajena que espero desaten maremotos en nuestras entendederas y que nos ayuden a surfearlos:

 - "Quien siembra vientos, recoge tempestades".  (Refrán).

 - "No obres nunca apasionado. ¿Por qué quieres entrar en el mar durante la tempestad?".  (Teógenes).

 - "Una ola nunca viene sola".  (Refrán).

 - "Los vientos y las olas están siempre al lado de los navegantes más expertos".  (Edward Gibbon).

Besos y abrazos,

Don.
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jueves, 4 de octubre de 2018

Favorcito matutino

¡Buenos días!

Otra mañanita más en la que estos matutinos me hacen el favorcete, sin abusar, de permitirme pasar por aquí un rato a que me solace intelectual y emocionalmente. Flaco favor me haría a mí mismo, e incluso a ellos, si no aprovechase toda su gratuita bondad para mejorarme. Por cierto, por favor, hados del clima, ¿tendríais a bien bajar el termostato para que haga el tiempo que debe hacer según los cánones otoñales de octubre? Sería una buena obra en favor de los necesitados de frescor como yo, os lo agradecería infinito, desde mis adentros, sin alharacas ni aspavientos, desde la celestial distancia que nos separa. Es que hoy nos esperan 28ºC de máxima, un impúdico sol desnudo de nubes y ni gota de agua que nos caiga llovida del cielo.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Un pequeño favor" ("A simple favor"), de Paul Feig, basado en la novela homónima de Darcey Bell, y con Anna Kendrick, Blake Lively, y Henry Golding. De este director había visto dos de sus anteriores películas: "Espías" ("Spy", 2015), y "La boda de mi mejor amiga" ("Bridesmaids", 2011).

Una joven mamá soltera (enviudó), una vivaracha maruja provinciana, modosita y casi que mojigata, y siempre dispuesta a ayudar al prójimo, que tiene un videoblog de lo más cuqui sobre recetas de cocina y demás consejos hogareños para amas de casa agobiadas, conoce un día en la guardería a la madre del amiguito de su hijo, una mujer de mundo, cínica, elegante, sofisticada y glamurosa, que trabaja en una empresa de alta costura, y cuyo esposo es un hombre de lo más sexy, atento y cariñoso. Se hacen pronto amigas y confidentes, y al poco la segunda le pide el favorcillo de que recoja a su hijo del cole pues está en una importante reunión de negocios y su marido está de viaje en el extranjero. Pero tras varios días cargando con el hijo ajeno y sin tener noticias de ambos, decide empezar a buscarlos. Solo logra dar con el marido. Llaman a la policía para denunciar la desaparición de la esposa. Se enrollan. Y ella, en paralelo a las pesquisas policiales, trata de encontrar el paradero de su recién amiga, con la ayuda de sus seguidoras del blog, que se va volviendo viral por la narración de sus avances en la investigación.

Una muy buena película (nota: 7), con la que pasé un rato la mar de entretenido y muy divertido, este thriller de intriga, cómico, irónico, travieso y retorcido, y con cierto deje de crítica social, que me trajo reminiscencias de esa obra maestra que es para mí "Perdida" ("Gone girl", 2014) de David Fincher. Secretos que se van desvelando poco a poco, a la vuelta de cada giro de guion, pues las apariencias engañan, y que se van enmarañando más y más, pues casi nada es lo que parece. Cine negro con humor negro, todo tamizado, pero se trasluce más, una sutil mezcla de varios géneros.

Ahora un par de citas de sabiduría ajena, de esas que me hacen el favor de estimular mis entendederas, favor que les devuelvo intentando sacar provecho de ellas:

 - "La amistad es un contrato por el cual nos obligamos a hacer pequeños favores a los demás para que los demás nos los hagan grandes".  (Montesquieu).

 - "Hay almas esclavizadas que agradecen tanto los favores recibidos que se estrangulan con la cuerda de la gratitud".  (Friedrich Nietzsche).

Besos y abrazos,

Don.
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miércoles, 3 de octubre de 2018

Reseco matutino al margen

¡Buenos días!

Por las orillas de los matutinos llego hasta ellos cada mañana, a su apartado mundo, no sé si furtivamente ni con demasiadas alharacas, para intentar serenar el ánimo algo alterado por las turbulentas corrientes que a veces intentan llevarme donde no debiera. Por lo demás, lejos de las húmedas lluvias otoñales, seguimos resecos por culpa de este calor casi veraniego y sol inclemente que nos envuelve, un extraño fuera de lugar, al margen de lo que sugiere el calendario. Hoy 27ºC de máxima prevista.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Oreina (Ciervo)", de Koldo Almandoz, y con Laulad Ahmed Saleh, Patxi Bisquert, y Ramón Agirre. Es el primer largo que veo de este director.

Un joven desarraigado, hijo de inmigrantes saharauis, que vive junto a su madre en la periferia de una ciudad, allí donde confluyen esta, los polígonos industriales y un parque natural, donde se mezclan el agua dulce y el agua salada, se busca la vida como mejor puede, trapicheando mientras estudia formación profesional, y pasando la mayor parte del tiempo junto a un viejo del lugar, un furtivo que pesca ilegalmente angulas en la marisma y caza animales salvajes en el bosque colindante para disecarlos, todos protegidos, por lo que es vigilado por una concienzuda agente forestal, y que vive en una casa al borde de la ría junto a su hermano, emigrante o exiliado que regresó hace unos años, y con el que hace mucho tiempo que no se habla.

Una buena película (nota: 6), de muy buenas maneras formales, en la que me gustó su modo de narrar, bueno, de sugerir más que de narrar, pero cuya historia no me atrapó, salvo momentos sueltos, muy evocadores, sensoriales, parquísimos en palabras. Preciosa fotografía, muy contemplativa. Historia de unos seres variopintos, breves retazos de sus vidas dispersas por las orillas de lo convencional. Muy metafórica, difícil de pillar, pues hay que hilar fino, parece que como segunda lectura está la situación vasca, con gente nueva que llega, gente que huyó en su día y regresa, y un viejo mundo que parece arrumbarse con algunos otros de sus habitantes, que quieren irse de ahí, o se los llevan más o menos momificados.

Ahora un par de citas de sabiduría ajena, no digo más:

 - "¡Basta de silencios! ¡Gritad con cien mil lenguas! Porque, por haber callado, ¡el mundo está podrido!".  (Santa Catalina de Siena).

 - "Las palabras son sólo piedras puestas atravesando la corriente de un río. Si están allí es para que podamos llegar al otro margen, el otro margen es lo que importa".  (José Saramago).

Besos y abrazos,

Don.
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martes, 2 de octubre de 2018

Matutinos que quieren ser matutinos...

¡Buenos días!

... O lo que a ellos les plazca... Pero sean como sean, aquí me tienen a su lado en estas mañanas de confidencias cinéfilas que nos damos de cuando en cuando, todo un alivio emocional, y casi que físico, que nos refuerza de cara a la vuelta a la cruda realidad en cuanto nos separamos para seguir con nuestros respectivos quehaceres cotidianos. Y estos días de otoño siguen en la acera de enfrente, queriendo ser lo que no son, o lo que dice aparentemente el calendario, pues a ese lado se nos presentan de verano convencional, con calor, cada vez menos (25ºC de máxima prevista para hoy) y sol cada vez más luminoso, haciendo lo que a él siempre le ha gustado hacer sin cortapishas... cortapisas quería decir, que se me coló una hache casi muda pero que cambia bastante el sentido de lo que iba a decir.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Girl", de Lukas Dhont, y con Victor Polster y Arieh Worthalter. Es el debut en el largo de este director belga... por cierto, de electoral apellido, por eso del sistema D'Hont, una fórmula para el reparto de votos partidistas en escaños parlamentarios, la usada en España, Bélgica y otros países.

Lara es una quinceañera que vive con su padre y su hermano pequeño y que quiere ser bailarina de ballet clásico, pero ha comenzado tarde a practicar, así que deberá esforzarse más que las demás para llegar a su nivel. Además nació como Víctor, pero para sentirse una mujer plena está en proceso de tratamiento hormonal y a la espera de una operación de cambio de sexo en cuanto cumpla los 18, deseo en el que es apoyada por su padre, médicos y entorno escolar. Pero no está contenta consigo misma, con su cuerpo, como cualquier otra adolescente, aunque lucha con dolorosa tenacidad, y no demasiada paciencia, para lograr sus dos máximos sueños.

Una buena película en general (nota: 6), con sus más y sus menos, delicada e intimista, de excelentes maneras formales, nada amaneradas, con algunas escenas escabrosas (muy especialmente una hacia el final, aunque nada gore) sobre la tortura física y casi que emocional a la que alguien se somete con tal de conseguir alcanzar sus anhelos. Lo que menos me gustó fueron esas escenas escabrosas y la mayoría de las escenas de ensayos de ballet, que nada me aportaron; y lo que más, los momentos de introspección de la protagonista (algunos mientras ensayaba ballet) mientras se debatía contra sí misma, y las conversaciones y confidencias con su atento padre.

Ahora unas citas de sabiduría ajena, que tal vez nos ayuden a conocernos mejor a nosotros mismos, a saber quienes realmente somos y lo que verdaderamente queremos:

 - "La filosofía es un silencioso diálogo del alma consigo misma en torno al ser".  (Platón).

 - "¿Por qué, en general, se rehúye la soledad? Porque son muy pocos los que encuentran compañía consigo mismos".  (Carlo Dossi).

 - "Considero más valiente al que conquista sus deseos que al que conquista a sus enemigos, ya que la victoria más dura es la victoria sobre uno mismo".  (Aristóteles).

Besos y abrazos,

Don.
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lunes, 1 de octubre de 2018

A matutino finiquitado, otro parecido empezado

¡Buenos días!

Acabado el anterior matutino, en este reino mañanero en el que me recreo siempre que puedo, ya estoy pergeñando como sustituirle con el siguiente, y que no se note demasiado su ausencia, para lo cual me cuento mis propias películas tras el visionado de otra en una sala oscura de cine, casi como en el calderoniano sueño de mi propia vida. Lo mismo que sucede con estos días de otoño la mar de veraniego, que van y vienen uno tras otro sin apariencia de cambio, pero el caso es que poco a poco, casi imperceptiblemente y con exasperante lentitud, las temperaturas van deslizándose hacia el más grato frescor, aunque todavía lejos de precipitarse... tanto las temperaturas como las necesarias lluvias. De momento, para hoy por los madriles, tendremos 26ºC de máxima prevista y sol a raudales con apenas algunas nubes ensombreciendo su obsceno poderío lumínico, cual inútiles tapujos.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "El reino", de Rodrigo Sorogoyen, y con Antonio de la Torre, Mónica López, Josep Maria Pou, Nacho Fresneda, Ana Wagener, Bárbara Lennie y Luis Zahera. Cuarto largo de este director, y tercero en solitario, de quien había visto todos sus anteriores, "Que Dios nos perdone" (2016), la espléndida y recomendabilísima "Stockholm" (2013), y "8 citas" (2008), ésta codirigida con Peris Romano.

Un influyente y carismático político regional, el delfín del presidente autonómico de su partido, y con aspiraciones de dar el salto a la política nacional, vive una vida de lujo y fiesta constante... chunda-chunda, ¡qué chungo! Por una filtración sale a la palestra un caso de corrupción en el que se ve implicado su mejor amigo, al que trata de encubrir, pero él también está implicado y acaba no solo salpicado, sino además siendo el principal sospechoso de embolsarse, tanto él como todo su partido, montones de dinero destinado a subvenciones públicas, amén de contratos amañados, etc. La directiva nacional quiere que cargue con todas las culpas, pero él, orgulloso y desafiante, y desoyendo toda clase de consejos de correligionarios, amigos y familiares, se embarca en una frenética lucha, cual pollo descabezado, por conseguir hacer caer todo el entramado, del que tan solo es una pieza más del maquiavélico engranaje. Si cae él, caerán todos... o no.

Estupenda película (nota: 8) que os recomiendo, por la candente actualidad de lo que cuenta, y por estar espléndidamente narrada, con adrenalínico ritmo (y no solo el de su sincopada banda sonora) y tensión, que no decae y que engancha. Apasionante e intrigante thriller sobre la arraigada corrupción de este país y las cloacas de la política y sus puñaladas traperas que, cual armonioso collage, contiene los casos más señalados, pero sin citar ninguno, que en los últimos años no han cesado de gotear en los noticiarios. Sobre mentiras, miserias y ambigüedades morales de algunos, quien sabe si de la mayoría o de todos, tanto en la política como en la vida en general, que se vinieron muy arriba en la era de los pelotazos y que ahora, y quien sabe si siempre, rebotan, rebrotan y requetevotan tras los doloridos moratones.

Pues antes de derrocar a este matutino y encumbrar al siguiente, unas citas de sabiduría ajena, comenzando por el aforismo que aparece en el cartel de la película, que también es su leitmotiv:

 - "Los reyes caen, los reinos continúan".

 - "Cual es el rey, tal es la grey".  (Refrán).

 - " Engañóme porque no me mintió; que si me mintiera, engañarme no pudiera".  (Refrán).

 - "El tirano muere y su reino termina; el mártir muere y su reino comienza".  (Sören A. Kierkegaard).

 - "El poder absoluto fue y será siempre la causa de la decadencia y de las desgracias de los pueblos, que tarde o temprano llegan a padecer los mismos reyes".  (Barón de Holbach).

Besos y abrazos,

Don.
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