martes, 31 de octubre de 2017

Matutino en cuerpo y alma

¡Buenos días!

Otro matutino más al que me entrego con todo mi ser, el anímico desde luego, y casi que el físico. Sin embargo, quien sí que anda totalmente retraído es el otoño tras tantos días de verano venido a más, tan lejos de sí mismo, entregado a una causa perdida, pues antes o después vendrá lo será menester. De momento, hoy, pianito, pianito, sin prisas antes del deleite otoñal por llegar en su máximo apogeo, una pizca más de frescor, con 18ºC de máxima prevista, y sin todavía atisbo de copiosas lluvias por el horizonte.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "En cuerpo y alma" ("Teströl és lélekröl"), de Ildikó Enyedi, y con Géza Morcsányi y Alexandra Borbély. Es el primer largo que veo de esta directora húngara, con el que ganó el Oso de Oro de Berlín.

Llega una nueva inspectora de control de calidad a un matadero de Budapest, una joven tímida, ensimismada, metódica, y nada sociable. Por casualidad descubre que el director financiero, dolido por pasados amores, sueña lo mismo que ella (con una pareja de ciervos en un bosque nevado), coincidencia que lleva repitiéndose varias noches seguidas. Este hecho provocará una gran conexión afectiva entre ambos, unos minusválidos emocionales los dos, por distintos motivos, con lo que sus torpes intentos por acercarse el uno al otro harán muy difícil el encuentro físico más allá de sus sentimientos.

Una buena película (nota: 6) que con el sanguinolento trasfondo del matadero, y alguna otra truculenta escena más, nos cuenta fríamente una cálida historia de amor entre dos aburridos solitarios, de lo más rarito, que ni por lo más remoto soñarían con tener una, incapaces de manejar adecuadamente sus sentimientos, y que comenzando por compartir sueños empezarán a poder abrir mutuamente sus corazones... y luego el resto de su organismo. Una delicada manera de mostrar como surge el amor, primero afectivamente, compartiendo sueños, sean oníricos o de los despiertos, y luego carnalmente... aunque también podría haber sido al revés, tanto monta, monta tanto, que cuerpo y alma son lo mismo.

Ahora un par de citas de sabiduría ajena, para que no solo soñemos sino que lo hagamos con algún pie en la tierra:

 - "Todas las cosas buenas son nuestras; ya el alma no necesita del cuerpo más que lo que el propio cuerpo necesita del alma".  (Robert Browning).

 - "Amar duele. Es como entregarse a ser desollado y saber que en cualquier momento la otra persona podría irse llevándose tu piel".  (Susan Sontag).

Besos y abrazos,

Don.
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lunes, 30 de octubre de 2017

Matutino que se juzga a sí mismo de verdad

¡Buenos días!

Eso parece, pues lo hace tan íntimamente que no me llega, pues no llega a salir de sus labios la más leve confesión, así que no me quedará otra que suponer cual debería ser el veredicto, pero creo que con tan etéreos fundamentos tal presunto juicio se me acaba de volatilizar, lo que agradezco pues más hubiera sido prejuicio. Y se supone que en estos días debería haber más frescor, y nubes, y quizás lluvias, pero el caso es que la realidad es la que es, con independencia de lo que deba ser o queramos que sea, y hoy tenemos sol a secas y 20ºC de máxima prevista por los madriles. A falta de revitalizantes lluvias otoñales esto es lo que hay.

Este fin de semana estuve en el cine viendo una película que os recomiendo encarecidamente, que me encantó. Se trató de "El tercer asesinato" ("Sando-me no satsujin"), de Hirokazu Kore-Eda, y con Masaharu Fukuyama, Koji Yakusho, y Suzu Hirose. De este director japonés, que me entusiasma y maravilla, todo un maestro del cine del que reverencio sus cintas, había visto las ocho más recientes de sus anteriores, todas cuando menos excelentes, a saber: "Después de la tormenta" ("Umi yori mo mada fukaku", 2016), "Nuestra hermana pequeña" ("Umimachi diary", 2015), "De tal padre, tal hijo" ("Soshite chichi ni naru", 2013), "Kiseki (Milagro)" ("Kiseki", 2011), "Air doll" ("Kûki ningyô", 2009), la excelsa y sublime obra maestra que es para mí "Still walking" ("Aruitemo, aruitemo", 2008), "Hana" ("Hana yori mo naho", 2006), y "Nadie sabe" ("Daremo shiranai", 2004).

Un hombre asesina a otro, el dueño de la empresa en que trabajaba, y luego incinera su cadáver. Confiesa su crimen y es detenido y acusado por robo con homicidio. El abogado defensor del caso lo tiene extremadamente difícil, pues el autoinclupado fue además condenado 30 años atrás por un doble asesinato en un juicio cuyo juez era el padre del letrado, así que seguramente será condenado ahora a pena de muerte. Pero a medida que escucha los contradictorios testimonios del procesado, que va cambiando de versión conforme avanza el juicio, y mientras va investigando el caso y escuchando las mentiras y no verdades del resto de implicados, empieza a tener serias dudas sobre la culpabilidad de su cliente.

Sobresaliente película (nota: 9), más que eso, incluso. Profunda e inteligente en grado sumo, plena de la exquisita sutileza propia de este para mí magistral director. Thriller que no lo es pues está volteado, es decir, en lugar de ir aclarándose los misterios hasta llegar a la verdad, se parte de una certeza, aparente, y conforme avanza van aumentando las dudas al respecto, que quedan sin aclarar al final, pues las expectativas de cada personaje, sus prejuicios y juicios morales sobre lo que debió ser, valen más que lo que en realidad fue, que jamás se sabrá, ya que la presunta verdad es poliédrica.

Y muchas más facetas tiene este film, en parte alegato contra la pena de muerte (el estado como asesino legal), que también va de ética profesional y personal, de que en los juzgados parece prevalecer más el arreglar los intereses entre las partes implicadas que el hacer justicia y averiguar la verdad, inaprensible, pues las más de las veces la creencia, auténticos actos de fe, de lo que fue la verdad manda más que lo que en realidad fue. ¿Qué es de verdad la verdad? ¿Somos cual Dios que tiene potestad para juzgar al hombre?... nos pasamos la vida dando por sentado pero sumidos en la más absoluta de las incertidumbres.

Así como en la magistral y muy influyente "Rashomon" (1950) de Akira Kurosawa una serie de testigos dan diferentes versiones sobre un crimen, diferentes verdades, que conjuntadas nos permiten comprender que sucedió, en la hoy glosada son las diferentes versiones del acusado, junto con las mentiras del resto, las que nos sumen en la más dubitativa de las incertidumbres de lo que fue. Por tanto, ¡no os las perdáis!, ninguna de estas dos.

Ahora, en la sección de sabiduría ajena, amén de la que se aprende tras el visionado del film hoy glosado, un par de citas, ambas de su director y guionista:

 - "Es, sobre todo, una cinta de tribunales donde se confrontan términos como ley y justicia y se habla de temas como la pena de muerte. También de esa pulsión que nos lleva a ignorar aquellas verdades que nos resultan incómodas a fin de seguir avanzando como individuos y como sociedad. Aunque sea a costa de mirar para otro lado".  (Hirokazu Kore-Eda).

 - "La realidad es confusa, la verdad nunca es una sola. Entiendo que eso pueda generar frustración. A menudo estamos obsesionados con descubrir la verdad, con llegar al fondo de las cosas, sin asumir que, muchas veces, se trata de algo ilusorio".  (Hirokazu Kore-Eda).

Es más, añadiría yo, nos aseguramos de hacer encajar la verdad con nuestras expectativas y deseos, como hacía también, pero en este caso con la memoria, el protagonista de la también magistral "Memento" (2000) de Christopher Nolan.

Besos y abrazos,

Don.
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jueves, 26 de octubre de 2017

Matutino anfibio

¡Buenos días!

Como cada mañana entro en este ecosistema matutino desde el de la realidad cotidiana, y parece que me desenvuelvo más o menos bien en ambos. Por lo demás, seguimos de "veroño" o de "otorano", esa ambivalente nueva estación que este año parece ocupar el nicho ecológico, estacional quería decir, del otoño de calendario, pues sigue haciendo casi calor de verano, y en vez de sentir el lógico frescor en nuestra piel, esta está más bien sudorosa a poco que te pongas al sol y te muevas un poco. Para hoy hay previstos 25ºC de máxima por los madriles... ¡y 28ºC para mañana!...

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "La piel fría" ("Cold skin"), de Xavier Gens, y con David Oakes, Ray Stevenson, y Aura Garrido. Es el primer largo que veo de este director francés, que está basado en la novela homónima de Albert Sánchez Piñol.

A una desolada isla en medio del inmenso océano llega un oficial atmosférico para encargarse de mediciones meteorológicas, y relevar al anterior, pero no le encuentran, inexplicablemente desaparecido. Deberá permanecer un año hasta el siguiente relevo. Allí solo vive un huraño farero. Enseguida descubrirá los peligros de la misteriosa isla, pues ambos son asediados cada noche por hordas de extrañas criaturas marinas antropomorfas debiendo defender su vida en cada asalto.

No he leído la novela, que tal vez sea mejor, pues este inverosímil film del género fantástico a duras penas algo me dijo (nota: 4), apenas nada. Parecía destilar una metáfora de que el miedo hacia el otro, por desconocimiento, nos lleva a odiarle y a querer erradicarlo. En definitiva, que me dejó tan frío como la piel del título, y tan solo destacaría sus correctas hechuras formales y a una irreconocible monstruita de viscosa y gélida piel, en este film, Aura Garrido, que me encanta desde que la descubrí en la estupenda y recomendable  "Stockholm" (2013) de Rodrigo Sorogoyen, y luego seguí viéndola en la espléndida serie de televisión "El ministerio del tiempo", de la que soy fiel seguidor, sin histerias.

Ahora unas citas de sabiduría ajena, que tal vez nos ayude a mejor aceptar y adaptarnos a los diferentes mundos que nos rodean:

 - "Vale más vivir y morir de una vez, que no languidecer cada día en nuestra habitación bajo el pretexto de preservarnos".  (Robert L. Stevenson).

 - "Entrar en el terreno de los hechos es entrar en el mundo de los límites. Las cosas pueden emanciparse de ciertas leyes accidentales o pegadizas, pero no pueden escapar a las leyes de su naturaleza. Se puede liberar a un tigre de su jaula, pero no de su piel manchada".  (Gilbert K. Chesterton).

 - "Nadie nace odiando a otra persona por el color de su piel, o su origen, o su religión".  (Nelson Mandela).

 - "Nos escondemos en la fría indiferencia al sufrimiento innecesario de otros, incluso cuando lo causamos".  (James Carroll).

Besos y abrazos,

Don.
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miércoles, 25 de octubre de 2017

Matutino que no cesa de crecer

¡Buenos días!

Primeras letras de este matutino que poco a poco irá agrandándose hasta quien sabe donde. Espero que no se me vaya de las manos y sepa parar a tiempo. Como estos días de calor desmedido, no por excesivo, sino por fuera de estación, que poco a poco sigue creciendo hasta que en unos días quiera rozar los treinta. Hoy un gradito más que ayer, 23ºC de máxima prevista por los madriles, y más para próximos días, ya veremos donde para la cosa.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Handia", de Aitor Arregi y Jon Garaño, y con Eneko Sagardoy, Joseba Usabiaga, Iñigo Aranburu, Ramón Agirre, y Aia Kruse. Está inspirada en un personaje real, el gigante de Altzo, de 2'42 metros, el hombre más alto que hubo en Europa en el siglo XIX, toda una leyenda en su época. Del segundo de los directores, codirigiendo con el guionista de esta, había visto otro film, precioso y espléndido que os recomiendo, "Loreak", de Jose Mari Goenaga y Jon Garaño, y uno de cuyos coguionistas era el primer director de la hoy glosada. Vamos, que estos tres se van repartiendo las tareas de dirigir y guionizar en rotatoria comandita.

Año 1836. Un joven es reclutado contra su voluntad por el ejército carlista. Tras el fin de la I Guerra Carlista (1833-1840) regresa con un brazo inútil al caserío familiar en la aldea guipuzcoana de Altzo, pues no consigue trabajo en otro sitio. Allí se encuentra con que su hermano menor ha crecido desmesuradamente, muy por encima de los dos metros, y no para de hacerlo conforme avanza el tiempo. Sueña con viajar a América para hacer fortuna, pero no tiene dinero, ni él ni su padre, así que junto con un promotor de espectáculos se lleva a su hermano para exhibirlo como atracción de feria, primero por las ciudades cercanas, luego por el resto de España, y después por Europa. Va ganando así el dinero que necesita para poder realizar su sueño.

Una buena película (nota: 6), muy bien hecha, de estupenda factura, que sin embargo me dejó frío, no acabé de conectar con ella, le faltó emoción para mí. Drama, con calmados ramalazos alegórico-poéticos, que mezcla realidad, ficción y algo de aventura, y que al final deja caer el gran amor fraternal que ambos protagonistas se profesaban, y el cómo las leyendas, los mitos, los héroes, se agigantan, deformándose, con el boca-oído, sin apenas atisbo de lo que en realidad fue.

Bueno, antes de que este matutino llegue a la desmesura, me voy despidiendo, no sin antes dejarle crecer un poquito más con estas citas de sabiduría ajena, con las que espero os lo paséis en grande:

 - "En chica casa, grande hombre cabe".  (Refrán).

 - "Cada persona forja su propia grandeza. Los enanos permanecerán enanos aunque se suban a los Alpes".  (August von Kotzebue).

 - "La facultad de amar y de admirar es el punto de partida para medir la grandeza de las almas escogidas".  (Thomas Carlyle).

 - "La grandeza y el amor, como los perfumes, los que los llevan apenas los sienten".  (Cristina de Suecia).

Besos y abrazos,

Don.
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martes, 24 de octubre de 2017

¡Luz, matutino, acción!

¡Buenos días!

Estos matutinos que entran en acción al poco de asomar la luz por el horizonte de cada mañana me ilusionan con sus realidades y fantasías y me tienen absorto mientras los proyecto desde la cámara oscura de mis entendederas; como también parece hacer este calorcillo veraniego que vuelve a ir a más, y cuya sombra parece cada vez más alargada. Hoy otra vez sol y 22ºC de máxima, y subiendo para los días siguientes.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo un film documental. Se trató de "¡Lumière! Comienza la aventura" ("Lumière! L'aventure commence"), de Thierry Frémaux, que también es el productor, guionista y locutor (en la versión original francesa). Es el primer largo de este director francés, que también lo es del Festival de Cannes desde hace años.

En 1895 los hermanos Lumière inventaron el cinematógrafo y dirigieron unas cuantas de las primeras películas de la historia del cine, más de mil de unos 50 segundos de duración cada una. En este documental se ofrece una selección de 108 de ellas, rodadas entre 1895 y 1905 y restauradas para la ocasión, un asombroso y asombrado viaje a cuando el cine vio la luz por primera vez y dio sus primeros y titubeantes pasos.

Una buena película (nota: 6), ideal para cinéfilos, recopilación de algo más de cien micropelículas de cine de menos de un minuto, que casi parecían grabaciones hogareñas como las de cualquier familia con cámara, eso sí, con bastante estilo, articuladas y engarzadas por los entusiastas y apasionados comentarios de su director-locutor, que rinden homenaje a los hermanos Lumière no tanto como inventores del aparatejo que permitió el cine sino como los más pioneros directores que experimentaron buena parte de sus posibilidades. Con su didáctico análisis se aprende un montón sobre lo que es el cine, el de entonces, el de hoy día, el de siempre, que no hace sino reutilizar aquellos hallazgos, su abecedario, con los modernos medios actuales.

Ahora unas citas de sabiduría ajena con las que no sé si nos volveremos unos lumbreras:

 - "La luz es para todos los ojos; pero no todos los ojos son para la luz".  (Ernest Von Feuchstersleben).

 - "En las tinieblas la imaginación trabaja más activamente que en plena luz".  (Immanuel Kant).

 - "Con Lumiére no es la historia la que se revela, sino la vida. Y la vida es algo más profundo. Por eso estas películas son tan importantes: abren la puerta a nuestra imaginación, precisamente a lo que hoy nos gusta llamar una obra de arte".  (Jean Renoir).

 - "El secreto de las películas es que son una ilusión".  (George Lucas).

Besos y abrazos,

Don.
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lunes, 23 de octubre de 2017

¿Creéis que este matutino va herrado?

¡Buenos días!

Es que ya no sé si anda coceando a diestro y siniestro cual terca mula que no sabe muy bien lo que hace o es que se ha "hequivocado" en algo. En cualquiera de los casos pido disculpas por él, que tampoco sé si es que se me ha quedado mudo o le sobra una muda en el título, lo que espero sepáis perdonárselo, que si el Papa Juan Pablo II lo hizo con quien quiso asesinarle, pues... Por lo demás el otoño sigue errando otra vez hacia el verano, veranillo más bien, pues según los pronósticos para próximos días, ya casi en noviembre, las máximas pasarán con creces de los veinticinco. De momento, hoy 20ºC de máxima y sol a raudales por los madriles.

Este fin de semana no estuve en el cine, pero sí viendo una película que todavía no se ha estrenado en salas comerciales sino que lo hizo hace once días en una plataforma digital. Se trató de "Fe de etarras", de Borja Cobeaga, y con Javier Cámara, Julián López, Miren Ibarguren y Gorka Otxoa. Cuarto largo como director de este también guionista, tras "Negociador" (2014), "No controles" (2010), y la muy divertida "Pagafantas" (2009). Además es el coguionista del megataquillazo "Ocho apellidos vascos" (2014) y de su secuela "Ocho apellidos catalanes" (2015) de Emilio Martínez Lázaro. Y en ambas facetas, director y guionista, ha participado en míticos programas televisivos de humorísticos sketches, como "Vaya semanita", "Splunge" y demás.

En el verano de 2010 se reúne en un piso franco de una ciudad española un comando de cuatro etarras a la espera de instrucciones para perpetrar un atentado. Entretanto, van celebrándose los partidos del mundial de fútbol que terminaría por ganar la selección española, y además los dirigentes de la banda terrorista están planteándose el dejar de atentar. El pintoresco grupo está dirigido por un veterano que hace años tuvo que huir a Venezuela y que trata de demostrar que no es el cobarde que sus colegas creen.

Película de irónico título, lo mires por donde lo mires, que no me acabó de llegar del todo (nota: 5), aunque tenía algunas escenas espléndidas y brillantísimos diálogos. Risas con poso de amargura y de retranca con algo de mala leche, de esas que te cortan la carcajada. Mirada triste la de esta sátira contra el terrorismo, y contra algunas otras cosas más, hacia sus cuatro desdichados protagonistas, fuera de sitio, y que no saben muy bien lo que deben hacer. En cierto modo me recordó a una hilarante y espléndida película británica, "Four lions" (2010) de Chris Morris, que os recomiendo, y que trata similares cuestiones de modo parecido, a saber, riéndose compasivamente del patetismo de sus descerebrados protagonistas.

Pues ya creo que llegó el momento de la sabiduría ajena, con la que espero minimizar posibles errores futuros:

 - "Entre la fe y la incredulidad, un soplo. Entre la certeza y la duda, un soplo. Alégrate en este soplo presente donde vives, pues la vida misma está en el soplo que pasa".  (Omar Khayyam).

 - "No hay cosa más difícil de soportar que la fe ciega del estúpido".  (Rabindranath Tagore).

 - "Lo peor no es cometer un error, sino tratar de justificarlo".  (Ramón y Cajal).

 - "El futuro no es una página en blanco, es una fe de erratas".  (Mario Benedetti).

Besos y abrazos,

Don.
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viernes, 20 de octubre de 2017

Matutino mal graduado

¡Buenos días!

Pues mis matutinos ven la mar de bien, y muy bien la mar aunque estén tierra adentro haciéndome compañía. Además ya están más que graduados en la escuela de la vida, no en vano acudo a ellos a ver si aprendo algo con el mero (este no de la mar) estar por aquí. Y respecto de los grados de termómetro, estos parecen más o menos ajustados a lo que se espera por estas fechas en los madriles: hoy 20ºC de máxima prevista con pocas nubes, bastante sol y confort ambiental. Así que no sé muy bien el porqué del mal del título... tal vez tenga algo que ver con la película que a continuación glosaré, nada que ver (esta vez la graduación sí que es mala) con la muy espléndida "El graduado" ("The graduate", 1967) de Mike Nichols.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Canción de Nueva York" ("The only living boy in New York"), de Marc Webb, y con Callum Turner, Kate Beckinsale (todo un pibón), Pierce Brosnan, Jeff Bridges, Cynthia Nixon, y Kiersey Clemons. Es el quinto largo de este director, de quien había visto tres de sus cuatro anteriores, comenzando por su espléndido debut con "(500) días juntos" ("(500) days of Summer", 2009), una divertidísima e inteligentísima comedia romántica que os recomiendo encarecidamente que veais, y siguiendo por "The amazing Spider-Man" (2012) y "Un don excepcional" ("Gifted", 2017).

Un joven que acaba de graduarse en la universidad, hijo de un rico editor, recibe el mazazo de que su novia (o eso creía él) va a dejarle. Es consolado por un nuevo vecino, maduro y desencantado de la vida, que le anima a seguir adelante, a pasar página, y también le aconseja que revitalice sus ilusiones por ser escritor. Por casualidad descubre que su padre tiene una amante, mujer de bandera, y empieza a espiarlos buscando la oportunidad de romper esa relación que destrozaría a su madre si la descubriera. En el trance acabará enrollado y perdidamente enamorado de ese bellezón, mayor que él y que mantiene a escondidas el romance con ambos.

Una película, algo relamido melodrama romántico sobre un chaval que aprenderá algo más de la vida y del amor a través de sus frustraciones y con la ayuda de su mentor, que pese algún escaso destello de interés, apenas me dijo algo (nota: 4), y cuya ramploncilla y manida historia sobre dos o tres tríos amorosos entrelazados coqueteó con mi aburrimiento, básicamente porque casi no hay quien se la crea, al menos yo no lo hice, debido a sus impostadas inverosimilitudes.

Ahora en la sección de sabiduría ajena, hoy bien graduada, ajustada en su número, una sola cita, bastante atinada creo:

 - "Nadie está graduado en el arte de la vida mientras no haya sido tentado".  (George Eliot).

Besos y abrazos,

Don.
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jueves, 19 de octubre de 2017

Matutina fortaleza nada frágil

¡Buenos días!

Como cada mañana me atrinchero por un rato dentro de los muros de estos matutinos, que es como hacerlo dentro de mí mismo, y de aquí salgo con las necesarias herramientas para afrontar decidida y tenazmente lo que quiera acontecer. Las temperaturas se mantienen con nosotros en torno a los 15ºC de máxima, pero las grises nubes y lluvias parecen querer abandonarnos, hartas quizá de exprimirse por nosotros, así que dejémoslas volar libremente, que cuando ellas quieran volverán de nuevo pródigamente.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "El castillo de cristal" ("The glass castle"), de Destin Daniel Cretton, basado en el homónimo libro de memorias de la periodista Jeannette Walls, y con Brie Larson, Woody Harrelson, Naomi Watts, Ella Anderson, y Chandler Head. Es el tercer largo de este director, de quien vi su delicioso anterior, "Las vidas de Grace" ("Short term 12", 2013).

Una joven crece, con momentos maravillosos y otros desastrosos, en el seno de una excéntrica familia (matrimonio y cuatro hijos), siempre vagabundeando de un lugar a otro, "okupando" cochambrosas casas abandonadas, sobreviviendo al límite de la pobreza, recibiendo una anárquica educación sin escolarización, con un padre alcohólico e irresponsable y una madre tan centrada en pintar cuadros que no se ocupa tampoco de sus hijos, a quienes no les queda otra que protegerse y cuidarse entre ellos.

Una muy buena película (nota: 7) este melodrama, algo convencional y que por momentos me conmovió. En el fondo, historia de una familia, como cualquier otra (aunque no lo parezca), que nos habla sobre relaciones de amor-odio paterno-filiales (de hijos hacia padres en este caso); y también sobre quienes somos como consecuencia de lo vivido en nuestro entorno familiar, sobre aceptarlo, aunque no fuera lo que hubiésemos deseado, pero es que es lo que hay y no puede cambiarse, así que dejar de lado la amargura y perdonar lo que haya que perdonar y aprovechar lo bueno para seguir adelante con entereza. Por eso de la familia extravagante muy al margen de la sociedad convencional me recordó a una película que vi recientemente: "Captain Fantastic" (2016) de Matt Ross.

Ahora unas citas de sabiduría ajena, que tal vez ayuden a cimentar etéreas y frágiles ilusiones, rematando con una apropiada canción del excelso para mí cantautor Alberto Cortez:

 - "La vida, como una cúpula de cristales multicolores, deforma la blancura esplendorosa de la eternidad".  (Percy B. Shelley).

 - "¡Qué poco cuesta construir castillos en el aire y qué cara es su destrucción!".  (François Mauriac).

 - "Si has construido castillos en el aire, tu trabajo no se pierde; ahora coloca las bases debajo de ellos".  (George Bernard Shaw).

 - "Castillos en el aire".  (Alberto Cortez: letra, música e interpretación).

Besos y abrazos,

Don.
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miércoles, 18 de octubre de 2017

Matutino que nada teme

¡Buenos días!

¡Genial!, la atmósfera sigue revolucionada como debe y sigue lloviendo como tiene que ser en otoño, hoy más incluso que ayer, con máxima prevista para hoy de 15ºC por los madriles, así que nada que temer al estar arropados por la tibieza térmica y la densa y oscura nubosidad que nos muestra su más amable carácter, aunque no lo parezca, es cuestión de mirar de otro modo.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Mal genio" ("La redoutable"), de Michel Hazanavicius, y con Louis Garrel y Stacy Martin (una preciosidad). De este director francés había visto uno de sus anteriores films, la oscarizada "The artist" (2011).

En 1967 Jean-Luc Godard, casi cuarentón y ya por entonces afamado y prestigioso director de cine, rueda su película "La chinoise", donde conoce a la actriz principal, veinte años más joven. Se enamoran, se casan, y al poco, tras la mala acogida por parte de crítica y público de esa película entra en crisis creativa y existencial y se centra en los sucesos que preceden y acaecen en mayo del 68, radicalizándose e implicándose políticamente con obsesivo fervor en las revueltas. Además, su insoportable carácter, pagado de sí mismo, pedante y ególatra, cayendo incluso en los más absolutos ridículos con sus excéntricos desvaríos, que casi todos le perdonan, dificulta sus relaciones sociales, y con su mujer, que empieza a desenamorarse de él.

Antes que nada decir, que del mito del cine Godard tan solo he visto dos de sus films, curiosamente: su primero, una estupenda película para mí, pero sin alharacas, aun reconociendo su gran influjo posterior, "Al final de la escapada" ("À bout de souffle", 1960); y su último, creo, el absolutamente infumable "Adiós al lenguaje" ("Adieu au langage", 2014). Lo que creo ilustra bastante bien, a pesar de que dos no sea un tamaño de muestra muy representativo, la caída en picado de su endiosado arte desde pocos años después de debutar, muy particularmente a partir de los hechos narrados en el film glosado hoy, por mucho que diga la corifea parte de la crítica que, cual papanatas, cacarea virtudes invisibles, cual si fueran las del cervantino retablo de las maravillas, como en tantas otras ocasiones cuando se trata de pretendido y presuntuoso ¿arte? moderno.

Bueno, por lo que respecta a la vista ayer y hoy glosada, una muy buena película (nota: 7), basada en un libro escrito por la actriz con la que se casó en 1967, con algunos momentos muy, pero que muy divertidos, incluso hilarantes, y una mirada irreverente, socarrona y sarcástica a los contradictorios delirios del Dios cinéfilo Godard, arrastrando pie a tierra al mito. Un cómico biopic, original y diferente, casi una caricatura del Godard persona. Además, a través de él, se ponen en solfa las entelequias de unos revolucionarios, ingenuos idealistas, que bien mirados no tenían ni repajolera idea de en el mundo en el que realmente vivían, y hablaban y hablaban por hablar, pajas mentales con las que construían castillos en el aire.

Y al hilo de esto, pasamos a la sección de sabiduría ajena, comenzando por una muy atinada cita del propio Godard, que bien podría haberse aplicado a sí mismo:

 - "No es posible tener imágenes nítidas cuando hay ideas difusas".  (Jean-Luc Godard).

 - "Lo temible del tiempo perdido es que ni siquiera se emplea mal; tontamente nada más".  (Victoriano García Martí).

 - "El temor es un educador de gran sagacidad y el heraldo de todas las revoluciones".  (Ralph W. Emerson).

 - "Cuando el pensamiento calla, las revoluciones hablan".  (Emilio Castelar).

 - "La bondad -no el genio, ni la gloria, ni el amor- es lo que refleja la grandeza del alma humana".  (Henri Lacordaire).

Besos y abrazos,

Don.
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martes, 17 de octubre de 2017

Matutino pueblerino que nos roba

¡Buenos días!

¡Qué suerte!, parece que por fin llega el otoño de verdad, con su frescor y lluvias, y máxima para hoy de 22ºC, y bajando mucho más para próximos días, a quitarnos, con nuestro permiso, los sofocos de tantos y tantos pasados días de calor cerril y asilvestrado, fuera de lugar, "pa'palurdos" o "pa'lerdos", que así nos dejaba, lentos y torpones, tanto física como mentalmente. Así que vuelvo a entrar en esta pequeña aldea matutina a dejarme arrobar por los embelesos de sus hadas y ninfas y salir de aquí más rico de sus mimosos cariños que me regalan generosamente.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "La suerte de los Logan" ("Logan lucky"), de Steven Soderbergh, y con Channing Tatum, Adam Driver, Daniel Craig, Riley Keough, Katie Holmes, Katherine Waterston, y Hilary Swank. De este director he visto la mayoría de su filmografía, desde que debutara espléndidamente con "Sexo, mentiras y cintas de video" ("Sex, lies & videotapes", 1989), a saber: "Efectos secundarios" ("Side effects", 2013), "Magic Mike" (2012), "Indomable" ("Haywire", 2011), "¡El soplón!" ("The informant!", 2009), "The girlfriend experience" (2009), "Che: guerrilla" ("Che: part two", 2008), "Che: el argentino" ("Che: part one", 2008), "El buen alemán" ("The good german", 2006), "Bubble" (2005), "Solaris" (2002), "Ocean's eleven" (2001), "Erin Brockovich" (2000), "Traffic" (2000), y "Un romance muy peligroso" ("Out of sight", 1998).

Un tipo que es despedido de una empresa de construcción por no haber declarado su cojera al ser contratado como obrero, y para tratar de revertir el gafe familiar que parece tienen, pues nada de lo que se proponen llega a buen fin, toma la decisión de planear y acometer, con la ayuda de su hermano manco y de su hermana (todavía libre de la maldición), el atraco a la recaudación de una importante carrera de coches de la NASCAR que se va a celebrar cerca de su pueblo. Para ello embaucan a un reventador de cajas fuertes todavía en la cárcel y a sus dos hermanos, todo un par de patanes. Esta banda de catetos pueblerinos parece tener planeado el atraco perfecto a priori, aunque siempre estarán al filo del permanente desastre.

Una buena película (nota: 6), con la que pasé un rato la mar de entretenido, con momentos realmente hilarantes. Comedia o thriller de atracos perfectos, con toques de melodrama familiar, con una mirada bastante singular al asunto, entre lo absurdo y lo patético, y con un barniz de suave caricatura paleta de sofisticados robos de guante blanco por parte de un grupo de perdedores que tratan de dejar de serlo.

Ahora un par de citas de sabiduría ajena, que ya veremos si ayudan a no dejarnos atracar por las memeces pueblerinas o universales que nos rodean e impiden ser como nos plazca, sin borregadas:

 - "No robes: de esta manera no tendrás nunca suerte en los negocios. Haz trampas".  (Ambrose Bierce).

 - "¡Viva Fernando y vamos robando!".  (Refrán).

Besos y abrazos,

Don.
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miércoles, 11 de octubre de 2017

Matutinos por los que me desvivo

¡Buenos días!

Pues sí, al poco de nacer el sol, cada vez que entro por aquí, los cuido y lanzo a vivir su vida allende mío, dure lo que dure, y esperando que sea lo más libre posible de sinsabores. Y ya puedo vivir con tanto calor atípico a estas alturas del otoño, que seguimos con seco sol y máximas queriendo llegar a los 30ºC por los madriles. ¡Necesito algo de lluvia y más frescor, los típicos del momento, para revitalizarme!

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Morir", de Fernando Franco, inspirada en el relato homónimo de Arthur Schnitzler, y con Marian Álvarez (espléndida) y Andrés Gertrúdix (sin desmerecer). Es el segundo largo de este director, de quien había visto su anterior, "La herida" (2013).

Una joven pareja está disfrutando de sus vacaciones y de su amor en una playa del norte cuando él le confiesa a ella que la engañó semanas atrás cuando le dijo que las pruebas médicas que se hizo salieron bien. En realidad padece una grave enfermedad terminal. Con el paso de los días, las semanas y los meses, conforme va degradándose su salud, asimismo se va deteriorando la relación entre ambos, con vaivenes, y poniendo a prueba su amor mutuo.

Una película que no me llegó del todo (nota: 5), que más que hablar seca y fríamente del trance morboso que lleva a la muerte, y centrándose más en el cuidador que en el que es cuidado, en realidad habla del amor, sin bucolismo que valga, del real, del cotidiano, el del duro día a día, llevado a un entorno extremo que nada le favorece, crisis de fe amorosa incluidas, que dejan entrever sus fisuras. Intimista, introspectiva, plena de pequeños gestos y miradas que casi más dicen que las palabras, poco cómoda de ver, a ratos casi que duele, sin paliativo que lo remedie, como sucedía también con la anterior película del director.

Pues antes de despedir definitivamente a este matutino de hoy, casi con lacónica brevedad, una sola cita de sabiduría ajena:

 - "La muerte sólo tiene importancia en la medida en que nos hace pensar en la vida".  (André Malraux).

Besos y abrazos,

Don.
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martes, 10 de octubre de 2017

La vida de un humilde matutino

¡Buenos días!

Se gestan en las oscuras cavernas de mis entendederas el día anterior a su alumbramiento a la vida virtual entre bits y más bits a causa de los films que suelo ver. Después deambulan con mejor o peor suerte en sus avatares, pero siempre queridos por mí, todos y cada uno de ellos, sin excepción, que son carne de mi carne... quería decir, ideal ideario de mis ideas. Por lo demás, estos días de otoño de calendario siguen desmadrados, fuera de lugar, que más de verano parecen, con ese seco sol a raudales que eleva las máximas hasta casi la treintena, y no se ve en lontananza, según las previsiones, que vaya a cambiar la cosa a semana vista.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "El jardín de Jeannette" ("Une vie"), de Stéphane Brizé, basada en la novela homónima, en francés, de Guy de Maupassant, también titulada "L'humble vérité", y con Judith Chemla, Jean-Pierre Darroussin, Yolande Moreau, Swann Arlaud, y Nina Meurisse. De este director francés había visto tres de sus anteriores películas, "La ley del mercado" ("La loi du marché", 2015), y las deliciosas y recomendabilísimas "No estoy hecho para ser amado" ("Je ne suis pas là pour être aimé", 2005), y "Mademoiselle Chambon" (2009), esta última toda una joyita cinéfila para mí.

A primeros del siglo XIX en Normandía una joven de noble familia, inocente y soñadora, recién acabados sus estudios en un convento, regresa a la casa de sus padres y al poco se casa con otro joven noble de la zona. Enseguida este no tarda en mostrarse como un tipo cicatero e infiel con ella en reiteradas ocasiones, con lo que se va desencantando. Enviuda trágicamente al poco de nacer su bebé y los sinsabores de la vida siguen cebándose con ella, esta vez a causa de los disgustos que le proporciona su amado hijo, a medida que va creciendo, y todo un tarambana al hacerse adulto.

Una película cuya historia no me llegó del todo (nota: 5), a pesar de su diferente y muy estilosa puesta en escena, para lo que suele ser en los films de época, muy canónicos en general, y de estupendas maneras formales, a ratos casi luminosamente poética en contraste con las amarguras vitales que invaden a la protagonista. En bastantes momentos no me sentí cómodo viendo este melodrama con reminiscencias folletinescas, que narra, a base de elipsis temporales que van y vienen, fragmentos de la vida de esta desdichada mujer doliente y madre adicta a su hijo, aunque este nada bueno le reporte. Además, el título en español, que nada esencial dice de lo que va la historia, salvo el nombre de la protagonista y que tiene un huerto en su casona (???), es para pedirle cuentas al lumbreras de su creador, que se complicó la vida innecesariamente, o justo lo contrario, pura desidia. A saber.

Pues para saber algo más, quizá de humildad, nada como un poquito de sabiduría ajena, hoy con dos citas del autor en que se inspira la película hoy glosada:

 - "Nuestro gran tormento en la vida proviene de que estamos solos y todos nuestros actos y esfuerzos tienden a huir de esa soledad".  (Guy de Maupassant).

 - "El amor es siempre amor, venga de donde venga. Un corazón que late con su acercamiento, un ojo que llora cuando se va, son cosas tan raras, tan dulces, tan preciosas que nunca deben ser despreciadas".  (Guy de Maupassant).

Besos y abrazos,

Don.
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lunes, 9 de octubre de 2017

Al filo de atrapar a estos corretones matutinos

¡Buenos días!

Otra mañanita más en la que entro a estos matutinos casi por los pelos, al filo del amanecer, a la caza de la merecida recompensa que me proporcionan en su paradisiaco entorno, por el mero hecho de crearlos, no sé si a mi imagen y semejanza, ni si partiéndome las costillas en el trance, aunque luego ellos, en su libre albedrío, hagan de su capa un sayo. Por lo demás, estos replicantes días de otoño que no quieren serlo, que se resisten a abandonar su espíritu veraniego, a aceptar el inevitable cambio que tendrá que producirse, antes o después, en el seco ambiente que nos rodea, ahí siguen, con temperaturas queriendo alcanzar el cielo de la treintena, aunque eso sí, las mañanas vayan siendo cada vez más frescas.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Blade runner 2049", de Denis Villeneuve, y con Ryan Gosling, Harrison Ford, Robin Wright, Ana de Armas, Sylvia Hoeks, y Jared Leto. De este excelentísimo director canadiense había visto sus cinco últimas, la magistral "La llegada" ("Arrival", 2016), la buenísima "Sicario" (2015), la espléndida "Enemy" (2013), la sobresaliente "Prisioneros" ("Prisoners", 2013), y la también magistral "Incendies" (2010). Secuela que continúa el magistral clásico "Blade runner" (1982) de Ridley Scott, inmortal hito del cine que influyó no solo en el posterior, sino también en buena parte de la cultura actual.

Han pasado 30 años desde lo ocurrido en la anterior película, de hace 35 años. Los Nexus6, rebeldes androides replicantes, porque son réplicas de los humanos y porque les replican, casi han sido retirados (exterminados). Ahora hay una nueva generación de ellos más dóciles y avanzados. Un nuevo blade runner sigue buscando pistas para encontrar los últimos y retirarlos. Durante la misión desentierra un secreto que puede provocar el caos en la cada vez más mortecina sociedad, y que además le lleva a la pista del paradero del anterior blade runner, desaparecido desde entonces.

Recrear, en este caso avanzando reflexivamente hacia adelante, un clásico mítico del cine, tiene muchos, muchísimos riesgos, que es como correr al filo del abismo. Pero este "Blade runner 2049", gracias a su sobresaliente director, lo ha superado con excelente nota, aunque eso sí, sin llegar a los altares de mi cinefilia, donde se encuentra en lo más alto, cual Dios Padre, la de Ridley Scott, al menos de momento; quien sabe si con el poso y el paso de los años venideros, al revisitarla, pueda conseguirlo. Tuvo además algunos flequillos que le hubiera cortado, que me molestaron un poco (poco más que un incómodo cosquilleo en mis entendederas) perturbándome algo la magnífica visión de conjunto, y eso quizá hubiera dejado un metraje no tan largo, lo que hubiera sido de agradecer.

Pues eso, sobresaliente film (nota: 9), tan bello formalmente como su predecesor, pleno de hermosísimas imágenes casi oníricas, y muy buena banda sonora que recuerda a la del anterior, con destilados filosóficos existenciales, como en el otro, insuflando una nueva alma a la recreación, y cuestiones sociales añadidas o reforzadas ahora, muy de actualidad, como por ejemplo eso de una clase social obligada a los trabajos más míseros y penosos que nadie quiere hacer (los androides), pero a la que, aunque necesaria, se contiene con muros, físicos o virtuales.

Montones de elementos del anterior film ribetean este, a veces en el mismo sitio, a veces recolocados en otros, y son una especie de guiños de homenaje cinéfilo al original del que se parte, incrustados cual preciosas gemas en una placa base partiendo de componentes reciclados. Pero es que además se reconocen otros de los icónicos films de ciencia ficción que siguieron las sendas marcadas por este referente cultural de 1982, también engarzados aquí. Por reseñar uno de ellos, pues son muchos, "Her" (2013) de Spike Jonze, genial, puesto que parece ser la inspiración del cautivador y magnético personaje virtual que encarna la actriz Ana de Armas, que rezuma sensualidad por todos sus bits, por toda su alma, y cuerpo, un bomboncito de mujer.

Ahora unas citas de sabiduría ajena, de entre las que he ido capturando por aquí y por allí, con las que espero obtener la recompensa de afilar mi mente, comenzando por una del novelista que escribió la novela en la que se inspira "Blade runner":

 - "La realidad es aquello que, incluso aunque dejes de creer en ello, sigue existiendo y no desaparece".  (Philip K. Dick).

 - "A las veces, do cazar pensamos, cazados quedamos".  (Refrán).

 - "No busques premio, porque tú tienes una gran recompensa en esta tierra: tu alegría espiritual, que sólo el justo puede gozar".  (Fiodor Dostoievski).

 - "No es la recompensa lo que eleva al alma, sino la labor que le ha valido esa recompensa".  (Multatuli).

Besos y abrazos,

Don.
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jueves, 5 de octubre de 2017

Matutinos que no me dan cordel

¡Buenos días!

Que no son cordeleros, vamos, sino justo lo contrario, que me dan siempre lo que espero de ellos, sin regatearme nada, de gratis, pensando en mi bienestar, que para esto están ahí, así que mi paso por aquí es de una gran placidez, sin vueltas y revueltas, sin sube y baja, que es justo lo que espero de este otoño en el que se supone que estamos, que nos sea cambiante y tendente al frescor, pero no, nos agobia con calor veraniego casi aplatanante, con máximas rondando los 30ºC, absolutamente fuera de tono y lugar.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "La cordillera", de Santiago Mitre, y con Ricardo Darín, Dolores Fonzi, Érica Rivas, Gerardo Romano, Paulina García, Alfredo Castro, Daniel Giménez Cacho, Elena Anaya, Leonardo Franco, y Christian Slater. Es el tercer largo de este director argentino, de quien había visto su segundo, "Paulina" ("La patota", 2015).

El hace pocos meses elegido nuevo presidente de Argentina debe acudir a Chile para una importante cumbre iberoamericana sobre cuestiones energéticas, que tendrá lugar en un aislado hotel en medio de la cordillera andina, justo cuando se acaba de desatar un escándalo político de corrupción en el que estuvo implicado años atrás cuando era un anodino cargo político regional, y que afecta también a su hija, y a su ex yerno, que es quien le acusa. Mientras en la reunión va tomando importantes decisiones durante las intrincadas negociaciones políticas internacionales, cuajadas de intrigas y acuerdos bajo cuerda, deberá enfrentarse con su emocionalmente inestable hija, a la que se trae hasta allí para aislarla del torbellino mediático en su país.

Una buena película en general (nota: 6), con algunos muy buenos momentos, y con otros que se me deshilachaban, como en un par de situaciones colaterales. Thriller de intrigas políticas, quizá también psicológico, sobre un político de oscuro y turbio pasado apenas esbozado en los sueños y recuerdos reprimidos o recreados de su hija. Historia sobre como los demonios del pasado afectan, como consecuencia, a los actos de hoy, sean en lo personal o lo profesional, la política en este caso, y como las circunstancias personales de un político pueden afectar y afectan a las decisiones que toma (se supone que en bien de la colectividad... si es que son íntegros).

Ahora unas citas de sabiduría ajena, una pequeña retahíla de ellas:

 - "La política es la historia que se está haciendo, o que se está deshaciendo".  (Henri Bordeaux).

 - "Las convicciones políticas son como la virginidad: una vez perdidas, no vuelven a recobrarse".  (Francesc Pi i Margall).

 - "No hay más alianzas que las que trazan los intereses, ni las habrá jamás".  (Antonio Cánovas del Castillo).

 - "Un buen político es aquel que, tras haber sido comprado, sigue siendo comprable".  (Sir Winston Churchill).

 - "El egoísmo que genera el sistema hace que los gobernantes antepongan su éxito personal a su responsabilidad social".  (Erich Fromm).

Besos y abrazos,

Don.
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miércoles, 4 de octubre de 2017

Matutinas conversaciones que me convierten en...

¡Buenos días!

... en alguien mejor, creo, no sé, sin creer ni saber gran cosa, pero tratando de aceptar con dudas razonables lo que no me encaja, aunque lo discuta. El clima no parece querer entender que estamos de otoño de calendario y que estos secos y soleados calores veraniegos deben convertirse en frescor lluvioso para que lleguemos a creer algo en él... ya veremos cuando se nos aparece como debiera ser, según nuestras expectativas.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo un documental, "Converso", de David Arratibel. Segundo documental y primero que veo de este director.

La familia del director, sus dos hermanas, su madre, y su cuñado, se fueron convirtiendo en años anteriores al catolicismo practicante, las hermanas desde el mismo ateísmo que el director todavía conserva, y madre y cuñado, reconvertidos desde cierto grado de pérdida de fe anterior, ante el estupefacto asombro y disgusto del director, lo que le generó cierta distancia con sus queridos familiares al no aceptar el hecho. Ahora, mediante este documental que retrata íntimas conversaciones con sus familiares, incluido él mismo, trata de entender el proceso que les llevó a ello.

Un documental que no me acabó de convencer del todo (nota: 5), quizá por mi proverbial descreimiento y que no comulgo con temas religiosos, aunque tiene muy buen fondo y maneras, estructurando en varios capítulos las serenas charlas mantenidas con los miembros de su familia, que no entrevistas al uso en los documentales. Aunque se hable de religión, y mucho, y se trate de desentrañar el flash mental que le hace a cierta gente caerse del caballo cual San Pablo, cosa que no consigue, pues de hecho uno de los capítulos se titula "no se puede filmar el Espíritu Santo", va más allá, pues en realidad parece una terapia catártica, sobre todo para el propio director, de reconciliación familiar a base de hablar y hablar de los íntimos conflictos que les separaron antaño para volver a reunirse afectivamente hogaño. Todo con una espontaneidad y sinceridad desarmantes, y mucha autenticidad en sus confesiones a los otros miembros de la familia, sin curas de por medio, aunque les curen los afectos.

Ahora unas citas de sabiduría ajena, probablemente conversaciones consigo mismos que salen fuera de sus autores, y con las que espero nos convirtamos en mejores personas:

 - "El papel más honroso en una conversación corresponde al que da la ocasión a ella, y luego al que la dirige y hace que se pase de un asunto a otro".  (Francis Bacon).

 - "Hay más fe en una honrada duda, creedme, que en la mitad de las creencias".  (Alfred Tennyson).

 - "Un hombre está dispuesto a creer aquello que le gustaría que fuera cierto".  (Francis Bacon).

 - "Para que el que cree no es necesaria ninguna explicación. Para el que no cree toda explicación sobra".  (Franz Werfel).

Besos y abrazos,

Don.
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martes, 3 de octubre de 2017

¡Qué éxtasis!, mis idolatrados matutinos me llaman

¡Buenos días!

"Si tú me dices ven, lo dejo todo...". Pues sí, tal y como reza el excelso bolero de Los Panchos, casi que entro en arrobamiento exquisito cada vez que vengo por aquí, por estos matutinos que me tienen en la gloria. Sin embargo, respecto al clima, aunque el calendario diga lo contrario, no oigo la llamada del otoño, con estos días soleados, calurosos, de sudar la gota gorda a poco que te apresures. Como esto siga así perderé mi fe en los ciclos climáticos y se me olvidará el arrobado amor que siento por el otoño, la más excelsa de las estaciones para mí.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "La llamada", de Javier Calvo y Javier Ambrossi, y con Macarena García (una preciosidad), Anna Castillo (otra preciosidad), Belén Cuesta, Gracia Olayo, y Richard Collins-Moore. Es el debut en la dirección cinematográfica de esta pareja de directores, también en las tablas. Este film es la traslación desde el teatro de la exitosísima obra homónima, que no he visto, tras más de cuatro años de representación continua en una sala madrileña, y en el que las cuatro actrices también estuvieron en la obra teatral en sus dos o tres primeros años de representación, y el actor todavía sigue.

En la serranía segoviana, en un campamento femenino de verano, regentado por monjas, un par de chicas adolescentes, amigas desde siempre, se escapan por la noche para irse a un pueblo cercano para asistir a un concierto de su ídolo musical y conocer a un productor que les avale su carrera en ciernes como dúo artístico de electro-reguetón. A la mañana siguiente son castigadas por la nueva madre superiora, recién llegada para poner orden, a no acudir a la excursión de canoas del fin de semana. Así que quedan solas allí las dos muchachas, la madre superiora y una amable y dubitativa monja. Pero en la primera noche se le aparece Dios a una de las chicas, y lo hace cantándole canciones de Whitney Houston, lo que la deja confundida y desconcertada. Estas visiones místico-musicales, cuyas canciones dicen mucho de lo que son y anhelan las chicas, influirán no solo en la vida de ella, sino también en la de las otras tres.

Una muy buena película (nota: 7), con sus más y sus menos, estos los menos, y con algunos momentos gloriosos, muy divertidos y que me hicieron mucho reír, en buena parte por su desparpajo. Comedia musical de pintorescos personajes y que da muy buen rollo y optimismo, resumido en su lema, el título de la canción compuesta por el dúo de jóvenes protagonistas, "Lo hacemos y ya vemos". Más que hablar de divinas revelaciones, de llamadas místico-religiosas y sus arrobados éxtasis contemplativos, que aparecen cual conejo con su zanahoria de una chistera (o de un armario), va más del despertar de los adolescentes a la vida en general, y a lo amoroso-sexual (o místico) en particular, desnortados siempre, que no saben muy bien lo que les ocurre, confundidos y que deben definirse, decidir que quieren hacer con ellos mismos, con sus vidas, sin injerencias externas. Excelentes actuaciones las de sus cuatro actrices, muy especialmente para mí, la de Anna Castillo, tan auténtica como siempre, una de mis debilidades actorales desde que la vi por primera vez protagonizando la excelente "El olivo" (2016) de Icíar Bollaín, y por la que ganó un Goya a mejor actriz revelación.

Ahora os llamo a que contempléis, no sé si extasiadamente, estas citas de sabiduría ajena que os dejo caer cual maná intelectual:

 - "Amar significa comprometerse sin garantías, entregarse totalmente con la esperanza de producir amor en la persona amada. El amor es un acto de fe, y quien tenga poca fe también tiene poco amor"  (Erich Fromm).

 - "La mejor manera de descubrir si tenemos el amor de Dios es ver si amamos a nuestro prójimo".  (Santa Teresa de Jesús).

 - "De devociones absurdas y santos amargados, líbranos, Señor".  (Santa Teresa de Jesús).

 - "Bienaventurado el que, dejando aparte su gusto e inclinación, mira las cosas en razón y justicia para hacerlas".  (San Juan de la Cruz).

 - "Me parece que el secreto de la vida consiste simplemente en aceptarla tal cual es".  (San Juan de la Cruz).

Besos y abrazos,

Don.
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lunes, 2 de octubre de 2017

¡Madre del amor hermoso, qué desmadre matutino!

¡Buenos días!

El clima está desbarajustado, quien me lo "barajustará", el... bueno, dejo los caóticos trabalenguas para confirmaros que, efectivamente, está fuera de madre, ¡la madre que le parió!, que no es normal que a estas alturas estemos rondando los 30ºC de máxima prevista día tras día, de aquí hasta...

Este fin de semana estuve en el cine viendo "madre!" ("mother!"), de Darren Aronofsky, y con Jennifer Lawrence y Javier Bardem. Es el séptimo largo de este director, de quien había visto sus cuatro anteriores: "Noé" ("Noah", 2014), "Cisne negro" (Black swan", 2010), "El luchador" ("The wrestler", 2008), y "La fuente de la vida" ("The fountain", 2006), de los cuales solo el del cisne merece la pena y es recomendable, si acaso también el del luchador, pero el resto, incluido el que hoy glosaré, son un despropósito. No he visto sus dos primeros.

Una pareja vive en una desvencijada mansión en medio de la nada que ella lleva tiempo tratando de rehabilitar mientras su marido, a quien idolatra, intenta encontrar la inspiración para el libro que quiere escribir. Para sorpresa de ella de repente se presenta en la casa un desconocido al que su marido acoge sin problemas y le invita a quedarse a vivir con ellos. Al poco llega la esposa, luego los dos hijos, y más y más gente que van tomando posesión de la casa, así que ella empieza a estresarse y quiere echar a todo el mundo, pero no lo consigue, mientras el comportamiento de su marido se va volviendo cada vez más extraño.

Película que apenas nada me dijo (nota: 4) a pesar de provocarme muchas reflexiones, aparente paradoja que no lo es, y que en bastantes momentos me mantuvo en cierta incomodidad, puro desconcierto en su agobiante delirio. Oscuro drama pleno de metáforas, la mayoría muy difíciles de aprehender (por mí) y de las que apenas nada pude aprender, también de crípticas cuestiones filosóficas, cuando no místicas. Tiene buenas maneras formales, a veces tan pasadas de rosca como sus delirios pretenciosos, vacuos las más de las veces. Entre muchas otras cosas, parece hablarnos de las insanas obsesiones de cierta maternidad muy posesiva, también del vano ego del artista que se viene arriba. Durante buena parte del metraje, por sus maneras formales me recordó a la más que sobresaliente "Birdman" (2014) de Alejandro González Iñárritu; también, por esa sensación de hogareña claustrofobia, a "El ángel exterminador" (1962) de Luis Buñuel, y a varias otras más.

Ahora un par de citas de sabiduría ajena, no ciento y la madre:

 - "Cuando la cólera sale de madre, no tiene la lengua padre, ayo ni freno que la corrija".  (Miguel de Cervantes).

 - "¿Cuál puede ser una vida que comienza entre los gritos de las madres que la dan y los lloros del hijo que la recibe?".  (Baltasar Gracián).

Besos y abrazos,

Don.
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