miércoles, 28 de marzo de 2018

Os aviso: no vais a encontrarle tres pies a este matutino

¡Buenos días!

¡Miau!... aunque quizá, si hacéis trampa, y le quitáis un pie a cualquier gato (al que casi mataréis) ya tendréis los tres pies para así encajar a martillazos vuestras cuadriculadas suposiciones con la redonda realidad, la cuadratura del círculo, vamos, cosa bastante habitual en este mundo con demasiada frecuencia. Los meteorólogos con sus modelos matemáticos de predicción, y el calendario con su tozuda y obsesiva realidad de datos objetivos, ya nos lo avisaron, que es primavera, y hoy, sí que sí, como ayer, tenemos un canónico día que pueda llamarse tal, con vivificante sol, algunas nubes despistadas, suave brisa, y máxima prevista para hoy de 21ºC.

Antes de ayer por la tarde estuve en el cine viendo "El aviso", de Daniel Calparsoro, basado en la novela homónima de Paul Pen, y con Raúl Arévalo, Aura Garrido, y Belén Cuesta. Décima película de este director, de quien había visto cuatro de sus anteriores: "Cien años de perdón" (2016), "Invasor" (2012), "Ausentes" (2005), y "Guerreros" (2002).

Un joven matemático con problemas mentales sale del sanatorio tras una temporada allí. Le recoge su mejor amigo y pasan por una gasolinera para comprar algo y cenar juntos con una amiga común que les espera. Se produce allí un tiroteo entre delincuentes y su amigo queda en coma, al borde de la muerte, tras recibir un disparo accidental en la cabeza. Por azar descubre que un hecho similar ocurrió en el mismo sitio y en el mismo día de varios años atrás. Comienza a investigar, obsesionado con encontrar patrones, y los va encontrando, pues averigua que todavía más atrás en el tiempo ocurrieron sucesos similares en los que alguien moría (mismo lugar y fechas pasadas). Sus amigos más allegados, a quienes se lo cuenta, consideran que delira. Termina por determinar que diez años después morirá en el mismo sitio un niño que ahora está a punto de nacer, así que pondrá todo de su parte para tratar de evitar que eso suceda.

Película muy regularcita (nota: 4) este thriller psicológico con algún toque sobrenatural hacia el final, que quiere ser original pero nada me dijo debido a la muy endeble historia de partida, rutinaria, mal tramada además, enredada en buscar tres pies al gato. Tiene algunos aspectos de interés pero ahogados en mi desinterés. Está contada paralelamente en dos períodos: el actual de la trama (2008) con el obsesionado matemático y el futuro diez años después (2018) con el chaval y sus vicisitudes.

Aviso a navegantes. Ha llegado el momento de la sabiduría ajena, hoy con cuatro citas, y no tres, como tiene que ser, ya que no pretendo demostrar lo indemostrable:

 - "El azar no es más que el efecto conocido de una causa aún por conocer".  (Voltaire).

 - "De hombres avisados es hacer de un avío dos mandados".  (Refrán).

 - "La historia es émula del tiempo, depósito de las acciones, testigo de lo pasado, ejemplo y aviso de lo presente, advertencia de lo por venir".  (Miguel de Cervantes).

 - "Más vale un consejo que diez avisos, pero más vale una ayuda que diez consejos".  (Louis Bottach).

Besos y abrazos,

Don.
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martes, 27 de marzo de 2018

Matutino como los chorros del oro

¡Buenos días!

No sé si me quedará tan reluciente como en principio espero, pero casi mejor que no, no vaya a ser que nos deslumbre y no nos permita ver lo que verdaderamente subyace. Hace ya unos días que dejó de chorrear agua desde las nubes, prácticamente evaporadas por el creciente ardor primaveral, dejándonos un sol de relumbrón, bueno, más que eso, bastante más, que aunque calienta más y más, todavía no nos aprieta, en este delicioso día de primavera con suave y tibia brisa, con máxima prevista de 20ºC por los madriles. Y todo de gratis.

Este fin de semana estuve en el teatro viendo la obra "Mammón", escrita y dirigida por Nao Albet y Marcel Borràs, y con ellos mismos, Irene Escolar, Ricardo Gómez y Manel Sans.

Nada más comenzar la función salen dos actores y comunican al público que "Mammón" no va a representarse, no puede ser, y relatan el porqué se ha podido llegar hasta este extremo. Comienzan por explicar la mitología que subyace tras el título (Mammón es una divinidad fenicia, y de otros aledaños pueblos semitas, de la riqueza y la abundancia, aunque para los bíblicos cristianos es el idólatra dios de la avaricia), y con imágenes documentales (falso documental) se muestran las vicisitudes de sus creadores para tratar de sacar adelante su monumental proyecto, de faraónico presupuesto, comenzando por relacionar el mito con la realidad de la actual guerra en Siria, pero derivando después a una visita a casinos de Las Vegas para intentar allí aumentar exponencialmente sus escasos dineros para poder montar la obra, y con el que tratan de poner en relieve las miserias de hasta donde es capaz de llegar la humanidad por poseer dinero y riquezas, y las estupideces que se hacen si es que tal se consigue. Tras el primer tercio de dos actores e imágenes proyectadas, de estas salen y toman cuerpo el resto de sus protagonistas para seguir representando los hechos acaecidos.

Espléndida (nota: 8) obra de teatro esta comedia algo disparatada con excelentísimas actuaciones de todos, especialmente de mi ya actriz fetiche Irene Escolar, sobre míticas profecías autocumplidas, ilusión monetaria y fiebre del oro, de la humana codicia por él y de como nos esclaviza y corrompe. Salvo algunos momentos hacia su mitad en los que me desconcertó algo, sus modos y maneras y su historia me engancharon en el viaje alucinante de sus protagonistas, deslumbrados por el oropel (y eso que venían avisados por el mito fenicio). Entretenidísima, muy divertida y que da que pensar. De hecho casi también podría verse, amén de como descarnada crítica en general a la lascivia humana por el vil metal y sus aledaños, como autocrítica gremial sobre si son realmente necesarias ingentes cantidades de fondos para montar una buena obra de teatro (de cine o de arte en general), o basta con cuatro cositas bien apañaditas, con arte e inteligente ingenio, como en este mismo caso sucede. Os la recomiendo si tuvierais oportunidad de verla.

Ahora unas citas de sabiduría ajena a modo de pulimento que abrillante nuestras entendederas para no dejarnos caer en la tentación y librarnos de la maldición -amén- de dejarnos corromper por el poderoso caballero que es Don Dinero:

 - "As de oros, no le jueguen bobos".  (Refrán).

 - "Nuestra sociedad ha llegado a un momento en que ya no adora al becerro de oro, sino al oro del becerro".  (Antonio Gala).

 - "La libertad suele ir vestida de harapos; pero aun así, es muy bella, más bella que todas las libreas de oro y plata".  (Amado Nervo).

 - "Oro, poder y riquezas
muriendo has de abandonar,
al cielo sólo te llevas
lo que des a los demás".  (Eduardo Marquina).

Besos y abrazos,

Don.
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lunes, 26 de marzo de 2018

Convulsiones matutinas

¡Buenos días!

La primavera nos agita, nos estremece, nos zarandea, pero tras tantos años padeciendo y disfrutando sus borbotones ya no nos pilla por sorpresa y sabemos muy bien a que atenernos, pero los que están en la primavera de su propia vida no tienen tan claro que les sucede con sus efervescencias que parecen ir sin timón. Hoy el día se nos ha levantado, sin embargo, sereno, soleado y fresco de boreal brisa, con 14ºC de máxima prevista, pero que se caldearán en días sucesivos hasta lo que estimamos como más normal en esta estación, sin llegar, ni de lejos, al punto de ebullición veraniega.

Este fin de semana estuve en el cine viendo una película que me fascinó y por tanto os recomiendo. No os la perdáis. Se trató de "Thelma", de Joachim Trier, y con Eili Harboe, Kaya Wilkins, Henrik Rafaelsen, y Ellen Dorrit Petersen. Es el cuarto largo de este director noruego, de quien había visto sus dos más recientes anteriores, "El amor es más fuerte que las bombas" ("Louder than bombs", 2015), y "Oslo, 31 de agosto" ("Oslo, 31 august", 2011). Me falta por ver la de su debut.

Thelma es una joven que vive en un remoto pueblo con sus sobreprotectores padres, de quienes ha recibido una estricta educación religiosa. Se traslada a Oslo para iniciar sus estudios universitarios de biología. Allí, sola, se siente una chica especial, diferente al resto, sin saber el porqué. Estando en la biblioteca sufre una violenta convulsión y, asustada, acude al médico para saber que le ocurre. Le hacen pruebas y al salir se le acerca una compañera estudiante y le dice que era quien estaba a su lado cuando su ataque neurológico. Entablan una amistad que irá yendo a más.

Sobresaliente película (nota: 9), fantástica tanto por la fábula como por excelente, magnética, por su factura técnica de bellísimas hechuras, y muy bien narrada, me enredó en sus sinuosas revueltas. Con el envoltorio de elegantísimo thriller sobrenatural, de gélida serenidad, por debajo subyace, cual impetuoso torrente, la historia de una joven descubriéndose a sí misma, sus turbulentas emociones, su desasosiego existencial, creciendo confusa, conforme va experimentando la vida nueva que se abre ante ella. Por tanto, especie de parábola, no sé si con moraleja o no, sobre el poder de nuestra mente, de nosotros mismos, para guiar cual avezados timoneles nuestro propio destino, ya sin el lastre de amarras parentales, ni de traumas infantiles ni sentimientos de culpa, exacerbados por una religiosidad mal entendida, y aceptándonos tal cual somos, sin reprimirlo en aras de quien sabe qué. Insisto, no dejéis de verla.

Ahora unas citas de sabiduría ajena que espero agiten nuestras mentes para llevarnos a buen puerto, siempre distinto del de partida:

 - "El hombre ha nacido para vivir entre las convulsiones de la inquietud o en el letargo del aburrimiento".  (Voltaire).

 - "Se puede tomar como compañera a la fantasía, pero se debe tener como guía a la razón".  (Samuel Johnson).

 - "No tratéis de guiar al que pretende elegir por sí su propio camino".  (William Shakespeare).

Besos y abrazos,

Don.
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domingo, 25 de marzo de 2018

Mi casa junto a los matutinos

¡Buenos días!

Otra mañanita más que regreso a este mi otro hogar, el de recreo virtual de cuando apenas ha salido el sol por el horizonte, donde vivo buena parte de mis experiencias y sentimientos, haciendo acopio y repaso de los que más me encajan con lo que sucede en el momento de escribirlos. La primavera, ya en su casa tras su paso por el umbral del reciente equinoccio, sigue a lo suyo, revoltosa como siempre, hoy bastante ventosa y fresca y dejando ver el sol cada vez más entre las rendijas crecientes que se van abriendo en nubes y pequeños chubascos. Rayos de esperanza que nos van calentando poco a poco, a fuego lento.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "La casa junto al mar" ("La villa"), de Robert Guédiguian, y con Ariane Ascaride, Jean-Pierre Darroussin, Gérard Meylan, Jacques Boudet, Anaïs Demoustier, y Robinson Stévenin. Es el tercer largo que veo de la larga filmografía de este director, tras las estupendas "Las nieves del Kilimanjaro" ("Les neiges du Kilimandjaro", 2011), y "Marie Jo y sus dos amores" ("Marie-Jo et ses deux amours", 2002).

Es invierno en una pequeña localidad situada en una calita cerca de Marsella. Tres hermanos sexagenarios que hace muchos años que no se ven, una actriz de éxito, un parado "de lujo" enrollado con una chica joven, y el que se quedó al cargo del restaurante familiar junto al padre, se reúnen allí debido al ictus que acaba de sufrir este para arreglar y de paso ajustar cuentas, ventilando nostálgicos recuerdos, pasados malentendidos y rencillas. Todo esto cambiará cuando descubran a unos niños refugiados en un cobertizo debido al naufragio de una patera en una cala cercana.

Una buena película en general (nota: 6), que a ratos me descolocó y en otros me pareció maravillosa, este drama familiar sobre la nostalgia de un tiempo perdido pero también sobre compromiso ideológico a pesar del desencanto y solidaridad social, sobre como el paso del tiempo nos modula por la presión del cambiante entorno. También de inmigración y, de refilón, un sutil alegato contra la especulación inmobiliaria que arrasa entornos podría decirse que utópicamente idílicos. Esta película contiene flashbacks imposibles para la inmensa mayoría de cineastas, debido a que director y actores principales son amigos y han participado casi todos y casi siempre en las obras de aquel desde hace más de treinta años, insertando trozos de anteriores films que encajan como guante de seda en esta historia.

Ahora unas citas de sabiduría ajena, que espero amueblen nuestras entendederas:

 - "Cuando hay un sitio en el corazón, lo hay en la casa".  (Proverbio danés).

 - "Amigo de los amigos,
huésped de predilección,
eres amigo y maestro,
confidente y confesor;
compañero en las vigilias,
en la pereza aguijón;
en la soledad, recreo,
y en los caminos mentor".  (Serafín y Joaquín Álvarez Quintero).

Besos y abrazos,

Don.
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viernes, 23 de marzo de 2018

Matutino cautivo

¡Buenos días!

Otra mañana más en la que me encierro por un rato, a voluntad propia, como quien se enamora, en estos matutinos que siempre me embelesan. Tras unos pocos días de sol y frescor invernal en estos de inicio de la primavera astronómica, el carro de fuego que cadenciosamente surca el celeste firmamento vuelve a sentirse atrapado por redes de nubosidad, cada vez más grises, y que amenazan con que esta tarde se nos precipitarán en acuosas gotas. Las temperaturas, tras haber estado por debajo de los diez grados en pasados días, parecen remontar hasta la normalidad primaveral. Hoy por los madriles 15ºC de máxima prevista, y subiendo en la próxima semana de pasión pascual.

Antes de ayer por la tarde estuve viendo (y escuchando) una ópera en el Teatro Real de Madrid. Se trató de "Aida", de Giuseppe Verdi (música) y Antonio Ghislanzoni (libreto), e interpretada por Anna Pirozzi, Alfred Kim, Ekaterina Semenchuck, George Gagnidze, Soloman Howard, y varios más. Estos son los intérpretes en el día que yo asistí, pues son varios más rotando cada día de función. El mes pasado estuve por primera vez asistiendo en directo a un espectáculo de ópera, "Rigoletto", también de Verdi, en formato de bolsillo, podría decirse; y además, hace algo más de siete años, vi una adaptación cinematográfica de otra, "La bohème", de Puccini.

Aida es una princesa etíope, lo que nadie sabe, que fue capturada y llevada a Egipto como esclava de la hija del faraón. Uno de los generales de su ejército espera ser el elegido para liderar una campaña contra los etíopes, quienes han comenzado a invadir Egipto, honor que al final consigue, y así poder ofrecer esa victoria a su amada Aida, de quien está enamorado... mutuo sentimiento. La hija del faraón, también enamorada del general, esta vez sin correspondencia, se consume de celos pues intuye que su amado está por otra, sin saber que esta es su esclava... hasta que todo el pastel se va descubriendo. El drama está servido.

Sobresaliente representación (nota: 9), espectáculo total, grandioso, monumental, esta adaptación de la que dicen es la ópera por antonomasia. Lo tiene todo, música, canto, desde solista hasta coral, danza, tragedia de clásicas reminiscencias y toque exótico, y una puesta en escena deslumbrante y apabullante, con masas perfectamente coreografiadas e integradas de actores figurantes, cantantes de coro y danzantes, dando respaldo a los solistas principales, y un escenario virtual construido a través de luces y proyecciones pero con sensación (y realidad) de tridimensionalidad espacial y efectos especiales, con la que muchas veces tuve la impresión de cierta irrealidad, de estar en otra dimensión, prácticamente abducido por el esplendor escénico. Los cantantes, coros incluidos, excelentes, como no podía esperarse menos dado el entorno, que me pusieron la carne de gallina en varios momentos.

En definitiva, que tras mi primera incursión de hace un mes en este nuevo mundo para mí de la ópera, especie de escueto y magro aperitivo, en esta segunda tentativa, a lo grande, a lo colosal, me sentí enormemente entusiasmado y os recomiendo que alguna vez vayáis a ver una ópera en un marco como este. A poco que os guste la música y el teatro no os decepcionará. Por cierto, a pesar de mi arrebatada laudatoria si no le he puesto un 10 de nota ha sido, supongo, por lo mismo que me pasa con el cine, pues prefiero mucho más películas más bien intimistas y reflexivas que superproducciones atiborradas de efectos especiales, que lo tienen muy, pero que muy difícil para lleguen a entusiasmarme.

Ahora unas citas de sabiduría ajena que tal vez liberen nuestras mentes de ciertas ataduras:

 - "Al cavilar sobre las limitaciones del espíritu humano siéntese algo así como abatimientos de rey destronado, nostalgias y desfallecimientos de águila alicortada y prisionera".  (Santiago Ramón y Cajal).

 - "No hay un solo rey que no descienda de un esclavo, ni un esclavo que no haya tenido reyes en su familia".  (Platón).

 - "Para acercarse a la libertad, a la felicidad, no basta con variar los sistemas; hay que cambiar los corazones de los gobernantes y de los gobernados, de los poderosos y de los súbditos, de los que mandan y de los que han de obedecer".  (Giovanni Papini).

 - "Los hombres no son prisioneros del destino, sino prisioneros de su propia mente".  (Franklin D. Roosevelt).

Besos y abrazos,

Don.
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martes, 20 de marzo de 2018

Regreso al hogar matutino

¡Buenos días!

Dado que creo que está por doquier, más bien creo que no vuelven al punto de partida, sino que siguen avanzando sin parar, y sin mirar demasiado atrás, no vaya a ser que se me salen sobremanera... lo que quizá no estaría mal, si es que llegarán a ser divertidamente resalados. Pues en este primer día de primavera oficial, de la de calendario, hemos regresado al invierno más canónico, con frío, intenso viento desapacible del norte, rozando la helada mañanera, máxima prevista de 9ºC, e incluso posibilidad de algún tímido chubasco de nieve.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "1945", de Ferenc Török, basado en un relato breve de Gábor T. Szántó, y con un montón de actores desconocidos para mí. Es el primer largo que veo de este director húngaro.

Un caluroso día de agosto de 1945, cuando hace poco que acaba de terminar la II Guerra Mundial en Europa, toda la comunidad de un pequeño pueblo agrícola húngaro está con los preparativos de la boda del hijo del cacique local con una bella campesina, cuya ceremonia será ese mismo día. Un par de misteriosos hombres, judíos ortodoxos, llegan allí transportando varios baúles. Su presencia desata toda suerte de conjeturas en la comunidad y el temor a que vengan a reclamar sus propiedades, expoliadas y expropiadas ilegalmente por sus ex vecinos en el transcurso de la guerra, empezando a rezumar las miserias y mala conciencia de casi todos por lo que allí ocurrió y que creían haber dejado enterrado.

Una buena película (nota: 6), especie de cuento moral con cierto aire de western canónico, drama de preciosa fotografía en blanco y negro, de pocos diálogos y que se desarrolla en unas pocas horas. Mediante los dos taciturnos forasteros que a su silente paso traen consigo los fantasmas del pasado se van removiendo las conciencias, para bien y para mal. Además se reflexiona sobre la culpa de toda una sociedad avergonzada en cuanto se ve cara a cara con sus remordimientos, y que además se amedrenta ante lo extraño, puro miedo al que viene de fuera, que puede devenir y deviene en odio y violencia, tanto hoy como ayer... y parece que siempre.

Pues antes de volver al mundanal ruido, ahí os dejo unas citas de sabiduría ajena, espero que simiente de un mundo mejor:

 - "Una mala conciencia se cura más fácilmente que una mala reputación".  (Friedrich Nietzsche).

 - "La buena conciencia admite testigos; la mala se agita y se conturba aún en la soledad".  (Séneca).

 - "Nada puede hacerme daño excepto yo mismo; el mal que me agobia lo llevo conmigo y jamás sufro realmente sino por mi culpa".  (San Bernardo).

Besos y abrazos,

Don.
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lunes, 19 de marzo de 2018

Matutino de silente voz

¡Buenos días!

Luce el sol esta mañana sin ser enmudecido apenas por alguna nube despistada, pero según los pronósticos volverá a llover hoy, nevar incluso por la sierra, bastante, en pocas horas, aunque no creo que nos ahogue el agua, pues ya por la tarde volverá el sol a salir, antes de esconderse sosegadamente por poniente, a dar bocanadas y a insuflarnos alientos de vida con su cariñosa comprensión.

Este fin de semana estuve en el cine viendo una de animación, un anime, adaptación de un manga de Yoshitoki Oima, "A silent voice" ("Koe no katachi"), de Naoko Yamada. Es el tercer largo de esta directora nipona, y primero suyo que veo.

Una estudiante de primaria que es sorda de nacimiento llega a un nuevo colegio y enseguida empieza a sufrir acoso por parte de sus compañeros, especialmente de uno de ellos, y ella se verá obligada de nuevo a cambiar de escuela. Seis años después, ya en el último curso de instituto, tras haber aprendido el lenguaje de signos, él decide acudir a verla para disculparse por sus malas acciones en el pasado.

Una muy buena película (nota: 7), con sus más y sus menos, con algunos momentos en que me desconcertó ligeramente y otros verdaderamente sublimes. Mezclando dibujo animado clásico y digital, trufada de ensoñaciones, barnizada de silente poesía y melancolía, y siempre con la exquisita sensibilidad nipona que todo lo envuelve, se nos narra esta historia sobre adolescentes y su complejo mundo sentimental, pleno de matices, siempre buscando la aceptación grupal, centrada algo más en las tribulaciones del que acosó, pero sin olvidar a quien fue su víctima en el pasado, todo con una femenina mirada muy empática sobre los egos y sus circunstancias. Además, se va cociendo a fuego lento una delicadísima historia de amor adolescente cuyos tímidos hervores son rotos de cuando en cuando por excesivas culpabilidades, de uno y otro lado. Por esto de los poéticos amoríos primerizos me recordó vagamente a otro film de anime que vi el año pasado, "Your name" ("Kimi no na wa", 2016) de Makoto Shinkai, que me gustó algo más.

Pues antes de enmudecer para daros besos y abrazos, ahí os dejo unas citas de sabiduría ajena, que bien podría haber comenzado con la última del matutino de ayer sobre la empatía:

 - "Fue en aquellos largos y solitarios años donde mi hambre por la libertad de mi propio pueblo se convirtió en hambre por la libertad de todos, blancos y negros. Yo sabía que el opresor tiene que ser liberado de la misma manera que el oprimido. Un hombre que restringe de esa forma la libertad de otro ser humano es un prisionero del odio, el prejuicio y la estrechez mental. Tanto el opresor como el oprimido ven robada su humanidad".  (Nelson Mandela).

 - "Me he arrepentido muchas veces de haber hablado; jamás de haber callado".  (Xenócrates).

 - "Un amigo es una persona con la que se puede pensar en voz alta".  (Ralph W. Emerson).

 - "La respuesta suave calma la ira, así como el aceite calma las olas. Esta respuesta suave, casi en voz baja, lenta y buena es una de las empresas más difíciles de este mundo".  (Noel Clarasó).

Besos y abrazos,

Don.
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domingo, 18 de marzo de 2018

Disculpas matutinas

¡Buenos días!

No hay culpa que valga en este mundo matutino de cordial paz y armonía, así que nada hay que perdonar, aunque si lo hubiera, con que no vuelva a repetirse me bastaría, que un errorcillo lo tiene cualquiera. Pasado mañana entrará la primavera de calendario, y parece que lo hará de tapadillo, pues aunque estos últimos días del invierno están siendo cada vez menos ofensivos, e incluso hoy parece salir el sol por entre la nubosidad, en días pasados nos mojó de lo lindo e incluso refrescó tanto como para nevar, poco, eso sí. En cualquier caso no se lo tendremos en cuenta, que hace lo que tiene que hacer en su momento y así lo aceptamos, tal cual es.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "El insulto" ("L'insulte"), de Ziad Doueiri, y con Adel Karam, Kamel El Basha, Camille Salaneh, Diamand Bou Abboud, y Rita Hayek. Es el cuarto largo de este director libanés y primero suyo que veo.

Un hombre riega las plantas de su terraza y moja accidentalmente a un capataz de construcción que está rehabilitando los edificios de la zona por orden del ayuntamiento. El primero es un cristiano libanés con ideas xenófobas y el segundo un refugiado palestino. Entran en una espiral de progresivas discusiones hasta que uno insulta al otro. Heridos en sus respectivos orgullos, y negándose ambos a disculparse pues se creen con toda la razón, su disputa acabará en los tribunales y, alentada por los medios de comunicación e intereses partidistas, se extenderá al resto de la sociedad nacional, lo que provocará una creciente alteración del orden público por altercados que van a más entre ambas facciones.

Una estupenda película que os recomiendo (nota: 8), no os la perdáis, una de las cinco candidatas a mejor extranjera en los Óscar de este año, pues lo que destila es muy edificante, tratando de buscar la conciliación en un terreno sembrado de minas, donde nadie es ni bueno ni malo, sino ninguna o las dos cosas a la vez. Se nos narra una cascada de hechos a partir de un incidente trivial y cotidiano, exacerbado por la personal mochila de cada cual y la presión del entorno, en un ambiente de heridas mal cicatrizadas.

Es un drama judicial sobre el enfrentamiento de dos antagonistas, cual si de dos duelistas del oeste se tratara, especie de modelo a escala de toda una sociedad que aún no ha digerido las nefastas consecuencias de la guerra civil que sufrió hace más de treinta años. Y esto puede extenderse a nivel universal. Además es toda una crítica a la manipulación de medios de comunicación y de partidismos políticos que tratan de obtener réditos económicos o de otro tipo carroñeando lo que se tercie y con una absoluta ceguera de las nefastas consecuencias de sus perversas acciones.

Ahora me disculpáis, que ya voy terminando y tocan unas citas de sabiduría ajena que espero a nadie ofendan:

 - "El primer humano que insultó a su enemigo en vez de tirarle una piedra fue el fundador de la civilización".  (Sigmund Freud).

 - "Antes de censurar, siempre habría que ver si no se puede disculpar".  (Georg Ch. Lichtenberg).

 - "Meter mucho ruido a propósito de una ofensa recibida no disminuye el dolor, sino que acrecienta la vergüenza".  (Giovanni Boccaccio).

 - "La cosa más difícil es conocernos a nosotros mismos; la más fácil es hablar mal de los demás".  (Tales de Mileto).

 - "La empatía no estriba solo en escuchar, sino en formular las preguntas cuyas respuestas deben ser escuchadas. La empatía requiere indagación e imaginación a partes iguales. La empatía requiere saber que no se sabe nada".  (Leslie Jamison).

Besos y abrazos,

Don.
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miércoles, 14 de marzo de 2018

Matutino puesto en un compromiso

¡Buenos días!

Las grises nubes que nos arropan desde hace ya tantos días lo tienen hoy bien claro, cada vez con menos claros, y se dejan llover, y nos ponen en la tesitura de tener que abrir un paraguas o dejarnos empapar. Que cada cual decida lo que más le plazca y disfrute con ello, que se puede, sea lo que sea lo que se haya elegido. El natural fluir de la vida misma.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Historias de una indecisa" ("L'embarras du choix"), de Eric Lavaine, y con Alexandra Lamy, Jamie Bamber, y Arnaud Ducret. De este director francés había visto dos de sus anteriores largos, los más recientes, "Vuelta a casa de mi madre" ("Retour chez ma mère", 2016), y "Barbacoa de amigos" ("Barbecue", 2014).

Una mujer de 40 años, con una patológica incapacidad de decidir casi nada, que vive y trabaja con su padre en el pequeño restaurante familiar, pierde un novio tras otro por tal motivo. Tras su última ruptura sus amigas la empujan a ligar de nuevo a través de las redes sociales. Padre y amigas deciden por ella. Conoce por error a un encantador hombre, pero poco después también a otro tras una borrachera a causa de una decepción con el anterior, y dado su problema y que le gustan los dos, cada cual por lo suyo, va siguiendo con su relación con cada uno... hasta que ambos la ponen en un verdadero compromiso, pues programan la boda con ella para el mismo día.

Tontorrona comedia de enredos amorosos (nota: 4), con algún leve destello de interés y alguna risa suelta sin alharacas. Simplona y convencional. Solo apta para adeptos sin remilgos a este tipo de cine.

Ahora unas citas de sabiduría ajena que tal vez nos ayuden a decidir... lo que sea:

 - "Nada tan difícil como decidirse".  (Napoleón).

 - "Vivir es constantemente decidir lo que vamos a ser".  (José Ortega y Gasset).

 - "El hombre que pretende ver todo con claridad antes de decidir, nunca decide".  (Henri Frédéric Amiel).

 - "El río Guadalquivir
se quejaba una mañana:
me tengo que decidir
entre Cazorla y Doñana
y no sé cómo elegir".  (Rafael Alberti).

Besos y abrazos,

Don.
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martes, 13 de marzo de 2018

Amante matutino, odioso madrugón

¡Buenos días!

Me gusta ver amanecer, pero todavía más dormir a conciencia y remolonear hasta bien entrado el día, así que eso primero casi que lo hago por obligación laboral, y lo segundo por ocioso recreo de fin de semana, en un cíclico negocio que tengo y en el que trato de llegar a un acuerdo para llevarme bien conmigo mismo. Como el mismo clima hace, en este ya segundo día de tregua lluviosa en el que el sol sigue asomando por entre las nubes que de vez en cuando chispean algo, pero mañana volverá a llover a conciencia, no sé si café en el campo -colombiano, tueste natural y con toda su cafeína, el mejor del mundo-, parafraseando la canción de Juan Luis Guerra, lo que a lo mejor nos espabila lo necesario para mejor llevar nuestras diarias rutinas.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Loving Pablo", de Fernando León de Aranoa, basado en la autobiografía de la periodista colombiana Virginia Vallejo, "Amando a Pablo, odiando a Escobar", y con Javier Bardem y Penélope Cruz. De este director había visto todos sus anteriores largos de ficción: "Un día perfecto" ("A perfect day", 2015), "Amador" (2010), "Princesas" (2005), "Los lunes al sol" (2002), "Barrio" (1998), "Familia" (1996), e incluso el corto con el que debutó, "Sirenas" (1994).

Desde el punto de vista de la periodista televisiva, la más famosa de aquel momento en su país, y poniendo el foco en su relación amorosa con uno de los mayores narcotraficantes de la historia, Pablo Escobar, el hombre más amado y más odiado de Colombia, donde acabó por instaurar todo un régimen de terror. Se nos narra su fulgurante ascenso y caída durante los años 80 y 90 del pasado siglo. Fue quien estructuró el tráfico de drogas a escala mundial como antes no había sucedido, casi monopolizando todo su proceso, controlando desde su producción hasta su consumo en los más recónditos lugares.

Una buena película (nota: 6), con sus más y sus menos, y entre estos, especialmente para mí, la no muy afortunada elección del inglés (la vi en versión original, como siempre que puedo) trufado de spanglish, que no me convenció... me parece que casi seguro hubiera sido mejor en este caso la versión doblada al español con jerga y acento colombianos (vi algún tráiler doblado en esas condiciones). Biopic en el que la narradora manifiesta su amor por el hombre y su odio por el monstruo.

Ahora unas citas de sabiduría ajena que espero nos enamoren y alejen de odios... hoy además la mar de poéticas:

 - "El café, néctar de dioses,
ha de ser, para ser bueno,
ardiente como tus ojos,
negro como tus cabellos,
tan puro como tu alma,
tal dulce como tus besos".  (Francisco Villaespesa).

 - "No somos las mismas personas que el año pasado, tampoco lo son aquellos a los que amamos. Es extraordinario que, cambiando, podamos seguir amando a alguien que también cambió".  (William Somerset Maugham).

 - "Si vivir sólo es soñar
hagamos el bien soñando.
Sueña que vives amando,
que es tu solo fin amar
y sueña que, sin cesar,
vas los bienes derramando".  (Amado Nervo).

Besos y abrazos,

Don.
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lunes, 12 de marzo de 2018

Calientes ronroneos y zarpazos matutinos

¡Buenos días!

El continuo runrún de gris nubosidad sigue, pero hoy el cálido sol parece haberla arañado y algunos de sus rayos asoman entre chaparroncillos y lloviznas que parecen ir a menos, ya nada que ver con los de este pasado fin de semana de aguaceros por los madriles.

Este fin de semana estuve en el teatro viendo "Una gata sobre un tejado de zinc caliente" ("Cat on a hot tin roof", 1955), escrita por Tennessee Williams, versionada y dirigida por Amelia Ochandiano, e interpretada por Begoña Maestre, Andreas Muñoz, Juan Diego, Alicia Sánchez, José Luis Patiño, y Marta Molina. De este autor teatral había visto recientemente otra de sus afamadas obras, "El zoo de cristal" ("The glass menagerie", 1944). Además, hace ya muchos, muchos años vi la famosa versión cinematográfica de los años 50, "La gata sobre el tejado de zinc" ("Cat on a hot tin roof", 1958) de Richard Brooks.

En una tormentosa, tórrida y agobiante tarde de verano se reúne una familia para celebrar tanto la fiesta de cumpleaños del patriarca, un terrateniente algodonero, como el que este no padece una grave enfermedad, lo que en realidad no es cierto, cosa que desconocen el afectado y su abnegada esposa metomentodo. Acuden los dos hijos: el menor, aferrado a su adicción al alcohol, junto a su bella mujer, a la que no hace mucho caso, una sensual gata que lucha a zarpazos por no perder a su marido ni nada que considere como suyo; y el mayor, junto a su embarazada esposa, y a toda su caterva de revoltosa y ruidosa prole, que maquinan como hacerse con la mayor parte de la herencia, si no con toda.

Una muy buena obra (nota: 7), con algunos momentos espléndidos, este tormentoso drama sobre desintegradoras crisis familiares, hijos preferidos o no, mentiras, presuntamente piadosas o no, afrontar o no la verdad, ambición, pasión amorosa y desmoronamiento de la pareja, homosexualidad latente y reprimida.

Ahora unas citas de sabiduría ajena que tal vez nos ayuden a que no nos abrasemos:

 - "La única cosa peor que un mentiroso es un mentiroso hipócrita".  (Tennessee Williams).

 - "Araña, ¿quién te arañó? Otra araña como yo".  (Refrán).

 - "El amor de los gatos, a voces y por los tejados".  (Refrán).

 - "A juicio de los gatos, las personas no somos más que muebles de sangre caliente".  (Jacquelyn Mitchard).

Besos y abrazos,

Don.
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sábado, 10 de marzo de 2018

Me intriga lo que sucede con los matutinos

¡Buenos días!

Sí, porque creo tener claro que sucede dentro de ellos, dentro de mi torturada cabeza, pero no lo que pasa más allá de que se me escapen cada mañana a quien sabe donde. Pero ya se sabe, a rey muerto, rey puesto, que dice el dicho, y ya me encuentro enfrascado con este dándole a la tecla mientras me estrujo la neurona. Desde luego, gracias a las previsiones meteorológicas, nada me intriga de lo que sucederá con el tiempo... pues lloverá, lloverá y lloverá, como de hecho está haciendo ahora, viene ocurriendo desde hace bastantes días, y seguirá en el futuro indeterminado, por culpa del carrusel de borrascas que nos están pasando por encima sin solución de continuidad.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "La muerte de Stalin" ("The death of Stalin"), de Armando Iannucci, basado en el cómic homónimo de Fabien Nury y Thierry Robin, y con Steve Buscemi, Simon Russell Beale, Paddy Considine, Rupert Friend, Olga Kurylenko, Jason Isaacs, Michael Palin, Andrea Riseborough, Jeffrey Tambor, y varios más, que es un film bastante coral. Es el segundo largo de este director tras la estupenda "In the loop" (2009).

En marzo de 1953 murió el dictador Stalin, tras varias décadas de su imperio del terror y sangrantes purgas continuas, y desde ese mismo momento, si no antes, se iniciaron las hostilidades entre sus más cercanos colaboradores y familiares por ver quien sería su sucesor al frente de la URSS. Las alianzas secretas, desconfianzas, manipulaciones, maquinaciones y traiciones estaban servidas para los siguientes días hasta el nombramiento del nuevo legatario.

Una buena película (nota: 6) esta muy corrosiva sátira de humor negrísimo... o rojísimo, como reza su cartel promocional, no solo por el color del régimen político caricaturizado, llevando su horror hasta la farsa esperpéntica, sino también por la sangre, que en general queda muy en segundo plano. Se especula con lo que pudo suceder con la muerte de Stalin y en las intrigas palaciegas y sus intestinas luchas de los días siguientes, con políticos peleando más o menos sibilinamente y matando, más allá incluso de la puñalada trapera, por ver quien se quedaba en la poltrona soviética.

Por muy disparatada, y nunca mejor dicho, absurda y surrealista que pueda parecer, este sucedió realmente (la esencia de lo que se cuenta). Con la habitual inteligencia de su realizador, se despelleja y tritura a la clase política, como suele ser su norma, no solo a la descarnada en este caso concreto, sino en general, y esto vale también para la más rabiosa actualidad, como la de cualquier congreso de partido político en el que se dirima una sucesión. A pesar de estos mimbres, esta no me enganchó tanto como su anterior, con la que además me reí muchísimo más.

Pues antes de que se me muera este matutino, ahí os dejo un par de citas de sabiduría ajena que ya os he dejado caer en otras situaciones similares:

- "La política es una guerra sin efusión de sangre, y la guerra, una política con efusión de sangre". (Mao Tse Tung).

- "La política es casi tan emocionante como la guerra y no menos peligrosa. En la guerra podemos morir una vez; en política, muchas veces". (Sir Winston Churchill).

Besos y abrazos,

Don.
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jueves, 8 de marzo de 2018

Matutino directo al grano y sin anestesia

¡Buenos días!

Aunque todavía de invierno estamos, parecen querer empezar a aflorar algunos granos faciales en mi cutis, pues tanto este como todo el resto de mi ser ya barruntan la primavera bullendo de vitalidad... cosas de las hormonas, y así, sin paños calientes, espero que crezcan mis espinillas sin que nadie las cercene. Bueno, que me enrollo, y me mareo con tanto rodeo, vayamos a la meteorología: ha llovido esta mañana, aunque la gris y espesa nubosidad parece aclarar y tal vez asome algo el sol, infiltrando sus rayos en nuestros ya muy empapados cuerpos, pero los pronósticos apuntan a más lluvia para mañana y sucesivos días.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Sin rodeos", de Santiago Segura, y con Maribel Verdú, y un montón de actores más, incluido el propio director, pues salvo la absoluta protagonista, mi reverenciada Maribel Verdú, el resto del elenco es muy coral. Es el remake de un film chileno titulado "Sin filtro", de Nicolás López. Sexto largo como director de Santiago Segura, también actor, guionista, productor... y más, todo un Juan Palomo, si no fuera porque el auténtico es uno de mis primos. De los cinco anteriores, la pentalogía de Torrente, por así llamarla, he visto todos menos el cuarto, a saber: "Torrente 5: Operación Eurovegas" (2014), "Torrente 4: Lethal Crisis" (2011), "Torrente 3: El protector" (2005), "Torrente 2: Misión en Marbella" (2001), y "Torrente, el brazo tonto de la ley" (1998). Con mucha diferencia, el mejor para mí fue el primero de la saga, y el resto, de mal en peor.

Una mujer en la cuarentena tiene una vida aparentemente perfecta (un buen trabajo, pareja, amigas...) pero se siente angustiada constantemente por no poder cumplir con las expectativas que ella cree que los demás tienen sobre ella, por los que siempre vela, pero se siente ninguneada por su entorno pues no le hacen caso ni la consideran gran cosa, sin dejarla expresar lo que verdaderamente siente. Un día acude a un gurú sanador del alma que le da una pócima que la liberará de sus pesares, pero lo que ocurre es que empieza a decir todo lo que verdaderamente siente, sin el más mínimo filtro, a todo el que se cruza en su camino, poniendo a cada uno en su sitio.

Una buena película (nota: 6), con sus más y sus menos, esta comedia (empoderada y liberadora, como la define su director) con la que reí algunas veces, con la que pasé un rato entretenido, y que desliza algunas pinceladas (o puyitas) críticas a la sociedad en la que vivimos, a través de la peripecia de la protagonista, que se siente maltratada y angustiada por todos los que la rodean en uno u otro sentido, hasta que decide que hasta aquí hemos llegado.

Pues eso, hemos llegado lo más directo posible hasta la sabiduría ajena, con esta cita que he filtrado de entre tantas más que podría haber puesto, según mi particular gusto y parecer, y que espero sea similar al vuestro:

 - "Por las verdades se pierden amigos, y por las no decir se hacen desamigos".  (Refrán).

Besos y abrazos,

Don.
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miércoles, 7 de marzo de 2018

Matutino al danzarín trote

¡Buenos días!

Andando, que el movimiento se demuestra andando, así que no tengo que estar hecho unos zorros y sí para bastantes trotes, por mucho que la legañosa somnolencia mañanera me ponga todas las trabas del mundo, para seguir dejándome llevar por mi propio devenir. Bueno, parece que ya va encarrilado este matutino, al tran-tran, en este soleado y fresco día en medio de tanta agua caída del cielo, la de pasados días, hasta ayer mismo, y la que seguirá precipitándose desde mañana, tanta que casi nos hará cantar bajo la lluvia, y bailar, chapoteando alegremente cual Gene Kelly.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Foxtrot", de Samuel Maoz, y con Lior Ashkenazi, Sarah Adler, y Yonaton Shiray. Segundo largo de este director israelí, y primero suyo que veo.

Un matrimonio recibe la noticia de que su hijo ha fallecido en un remoto control fronterizo prestando el servicio militar. Demoledor impacto emocional en ambos. A las pocas horas, cuando ya preparaban el funeral, les informan de que fue un error, que el fallecido era otro. En el puesto fronterizo vemos la rutina del pelotón de soldados al cargo de su control.

Película que no me dijo gran cosa (nota: 5), especie de parábola antibelicista, con maneras de tragedia griega, sobre Israel y su excesiva militarización que, como pasa con el baile del foxtrot, parece avanzar, pero en cuadriculados círculos, sin salir jamás del mismo atolladero. Estructurada en tres capítulos tiene una mirada marciana, kafkiana por momentos, sobre las situaciones que plantea, bastante insólitas. De buenas maneras formales, tiene algunas escenas de gran belleza y magnetismo visual, pero en su conjunto me pareció algo ensimismada y le sobró artificiosidad.

Pues pasito a pasito hemos llegado a la sabiduría ajena, que tal vez nos ayude a bailar con la más fea cuando toque:

 - "Los hombres se cansan antes de dormir, de amar, de cantar y bailar que de hacer la guerra".  (Homero).

 - "La rueda es el símbolo de la vida. Creemos avanzar cuando nos movemos, y cuando la rueda da la vuelta completa, nos encontramos en el mismo sitio".  (Vicente Blasco Ibáñez).

Besos y abrazos,

Don.
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martes, 6 de marzo de 2018

Matutino flameante

¡Buenos días!

Y ya puestos, y por qué no, flamante, dejándose llevar al dulce vaivén del viento que hoy sopla, ondea nuestras cabelleras, y trae generosas nubes de lluvia que algunas gotas dejarán por estos lares, luciendo esplendoroso, espero. A la par que rememoro lo que fue de los ya pasados serpenteando por entre la voluble memoria.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "La última bandera" ("Last flag flying"), de Richard Linklater, y con Steve Carell, Bryan Cranston, Laurence Fishburne. De este director había visto ocho de sus anteriores films, a saber, "Escuela de rock" ("School of rock", 2003), "A scanner darkly (Una mirada a la oscuridad)" ("A scanner darkly", 2006), "Bernie" (2011), "Todos queremos algo" ("Everybody wants some!!", 2016)... y sobre todas las cosas, su trilogía, esas tres joyitas cinéfilas que no os deberíais perder, que son imprescindibles, especialmente para mí la segunda: "Antes del amanecer" ("Before sunrise", 1995), "Antes del atardecer" ("Before sunset", 2004), y "Antes del anochecer" ("Before midnight", 2013). Además de la sobresaliente, "Boyhood (Momentos de una vida)" ("Boyhood", 2014).

Año 2003. Un hombre taciturno localiza y entabla contacto con dos de sus antiguos compañeros de cuando estuvo alistado durante la guerra de Vietnam, y mejores amigos de entonces, dispersos por diversas localidades del país, y que no se veían desde hace más de treinta años. Lo hace con la idea de que le acompañen al entierro de su hijo de 19 años, que acaba de fallecer en combate en la guerra de Irak. Durante el trayecto desempolvarán recuerdos del pasado que tenían arrinconados en lo más recóndito de su memoria.

Una buena película en general (nota: 6) esta buddy movie, también road movie, intimista, con algunos momentos que no me acabaron de convencer del todo, pues aunque apuntaba a alegato antibelicista cayó rendida ante ciertos amagos de emboscada patriotera, podría decirse, aunque no demasiado sangrantes para mí. De todas formas el buen hacer de director y actores hizo que no llegara a sentirme muy torturado por ello. Además se reflexiona sobre la huella que el paso del tiempo va dejando en nosotros y como nos va transformando, o no.

Ahora unas citas de sabiduría ajena que espero reverberen sinuosas por entre nuestras entendederas:

 - "Patrias de nailon. No me gustan los himnos ni las banderas".  (Mario Benedetti).

 - "Lo maravilloso de la guerra es que cada jefe de asesinos hace bendecir sus banderas e invocar solemnemente a Dios antes de lanzarse a exterminar a su prójimo".  (Voltaire).

 - "Ser capaz de morir por una idea no es grandeza; la grandeza es tener la idea".  (Noel Clarasó).

 - "El tiempo fluye siempre igual que fluye el río: melancólico y equívoco al principio, precipitándose a sí mismo a medida que los acontecimientos van pasando".  (Julio Llamazares).

 - "La experiencia no es lo que nos sucede, sino lo que hacemos con lo que nos sucede".  (Pepe Isbert).

Besos y abrazos,

Don.
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lunes, 5 de marzo de 2018

Matutino halcón con plumas de gorrión

¡Buenos días!

No tengáis cuidado... ¿o sí? Que este matutino tan solo está representando una más de sus funciones, convenientemente emplumado, y tratando que no lo emplumen (ni engañen ni arresten). Y cuidando de que el plumaje no se le agüe e impida volar doquiera ir, en este grisón día de lluvias persistentes, y ya llevamos una semana de acuosas precipitaciones casi sin parar.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Gorrión rojo" ("Red sparrow"), de Francis Lawrence, adaptación de la novela homónima de Jason Matthews, y con Jennifer Lawrence (sin parentesco con el director), Joel Edgerton, Matthias Schoenaerts, Jeremy Irons, y Charlotte Rampling. Séptimo largo de este director, de quien había visto tres de sus anteriores, "Los juegos del hambre: en llamas" ("The hunger games: catching fire", 2013), "Agua para elefantes" ("Water for elephants", 2011), y "Soy leyenda" ("I am legend", 2007).

La joven 'prima ballerina' del teatro Bolshoi sufre un accidente durante la representación de una de sus obras, lesión que la obliga a abandonar su prometedora carrera artística. Necesita dinero para cuidar de su madre enferma, así que acepta la propuesta de su tío, uno de los máximos dirigentes de la agencia de espionaje ruso, para trabajar allí. Tras una primera misión en la que es engañada, se niega a seguir, pero es obligada a ello, so pena de ser ejecutada, no sin antes asistir a un durísimo curso donde es entrenada para manipular sexual y mentalmente a sus víctimas. Se convierte en un gorrión rojo. Es enviada con la misión de seducir a un agente de la CIA y conseguir descubrir el nombre del topo infiltrado dentro del gobierno ruso con el que contacta.

Una buena película en general (nota: 6), entretenida, de buena factura, pero con sus más y sus menos y algún elemento que otro que me chirrió. Film de espías, con seductora mujer de armas tomar, con suspense e intriga y sus vueltas y revueltas, engaños y manipulaciones, toques de violencia extrema bastante gore, y cierta carga erótica. Con su puntito de turbiedad y dobleces, aunque no tanto en lo referente al maniqueísmo, pues los buenos y los malos, con sus más y sus menos, están bastante claros... cerca, aunque lejos de John Le Carré.

Ahora unas citas de sabiduría ajena que ahí os dejo para que picoteéis entre ellas y no os dejéis enredar:

 - "Hay que ser ligero como el ave, y no como la pluma".  (Paul Valéry).

 - "No soy ningún pájaro, ni nadie me ha echado la red. Soy un ser humano con voluntad independiente que ahora ejerzo yéndome de tu lado".  (Charlotte Brontë).

Besos y abrazos,

Don.
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jueves, 1 de marzo de 2018

Matutino desvanecer

¡Buenos días!

La luz solar está demasiado tamizada por las muy tupidas nubes grises que no dejan de escurrir sus humores, tanto que ni sombras apenas deja tras nuestro paso. Sigue lloviendo sin cesar, muy al estilo otoñal, y las temperaturas son muy suaves por los madriles (8ºC de mínima y 14ºC de máxima), aunque tenuemente desapacibles por alguna que otra más fuerte racha de viento, que ni por asomo evapora la apretadísima nubosidad.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "En la sombra" ("Aus dem nichts"), dirigido por Fatih Akin, y con Diane Kruger. De este director alemán de origen turco había visto cuatro de sus anteriores films, "Goodbye Berlín" ("Tschick", 2016), "Soul kitchen" (2009), "Al otro lado" ("Auf der anderen seite", 2007), y "Contra la pared" ("Gegen die wand", 2004).

En un atentado con bomba fallecen el marido y el hijo de seis años de una mujer joven. Toda su vida ha quedado desmoronada. Desolación. Duelo. La policía detiene al poco a dos sospechosos. Se celebra el juicio. Todo un trago para ella, pero su único objetivo es que se haga justicia.

Una muy buena película (nota: 7), con la habitual dura contundencia que suele caracterizar la obra de su director, aunque algo más atemperada esta vez, y con una pátina de fatalismo que va engrosando conforme avanza. Es drama, el de esta mujer destrozada cuya humanidad se va desvaneciendo durante el proceso y va aflorando lo peor de sí misma, también thriller, por la investigación policial y judicial y por su búsqueda personal de quien sabe qué. Está articulada en tres capítulos que podrían llamarse familia, justicia y venganza. Hace reflexionar sobre racismo, terrorismo, espirales de odio (y metáfora de su proyección universal), y sobre la insatisfacción que produce la justicia; también es denuncia sobre el resurgir del nazismo. Por momentos incomoda con sus situaciones, y acaba por desolarnos con su final.

Ahora, antes de que se apague este matutino y todo sea sombra hasta la mañana siguiente, ahí os dejo unas citas de sabiduría ajena que iluminen nuestro devenir:

 - "Con qué facilidad una vida normal puede desequilibrarse, en un segundo, hacia la locura, hacia la muerte".  (Pierre Lemaitre).

 - "No despreciéis a nadie: un átomo hace sombra".  (Pitágoras).

 - "La nada no existe. El cero no existe. Todo es algo. Nada es nada".  (Víctor Hugo).

 - "Donde hay luz también existe la sombra. ¿Dejaré de amar la luz porque produce sombras?".  (Heinrich Lübke).

Besos y abrazos,

Don.
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