martes, 30 de junio de 2015

¿Qué horas son estas para un matutino?

¡Buenos días!

Pues las de siempre, ni antes ni después, pues aunque no hay reglas claras al respecto, los matutinos llegan cuando tienen que llegar, van y vuelven cuando les place. Y punto redondo. Así que sin reprimendas que valgan, estos matutinos siguen su curso, y yo dentro de ellos en estos momentos mañaneros en que mis maternales hadas y ninfas me cuidan con esmero y velan porque todo me vaya bien. Respecto del clima, esto ya está pasando de castaño oscuro, que este verano parece querer agobiarnos y sofocarnos con estos torridísimos días de máximas (oficiales) por encima de los 40ºC, hoy ligeramente por debajo. Confiemos en que su calidez natural vuelva a su ser, sin ponerse tan estricto con nosotros.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Una segunda madre" ("Que horas ela volta?"), de Anna Muylaert, y con Regina Casé, Camila Márdila, Karine Teles, Lourenço Mutarelli y Michel Joelsas. Es el primer largo que veo de esta directora y guionista brasileña.

Una empleada de hogar lleva trabajando como interna durante muchos años para una muy acomodada familia de Sao Paulo, cuidando como una segunda madre al hijo de la pareja, al que quiere como si fuera el suyo propio. Un día, la hija de la criada, a la que tuvo que dejar hace más de diez años al cargo de unos familiares, y a la que no ha visto casi desde entonces, le dice que irá a la ciudad porque tiene que examinarse allí de la selectividad. A regañadientes se aloja por unos días en la casa de los señores junto a su madre. La presencia de la joven hará tambalear el rígido orden familiar (los señores arriba, los criados abajo), vulnerando unas normas que desconoce, y que le parecen caciquiles, al contrario que a su sumisa madre, que no para de reprenderla por ello.

Una muy buena película (nota: 7) este "drama gracioso", en palabras de su propia directora, en el que con sutil ironía se denuncian las diferencias de clase en el Brasil actual. Además de hacer amable crítica social, no sin mordiente y con mucha carga de profundidad, también se reflexiona sobre lo que verdaderamente nos hace padres, dejando caer que todavía quedan ciertas barreras que superar en esta acomodada sociedad nuestra. Al respecto de esto de la paternidad, esta película nos muestra también esa tremenda paradoja de la gente rica, que no tiene tiempo de cuidar a sus hijos, o eso dicen, y contratan niñeras para cuidarlos, quienes en su mayoría (las internas) tampoco tienen tiempo para los suyos, que cuidan familiares con el dinero que ellas envían; y al final batiburrillo de roles y afectos cruzados. Todo esto se muestra tal cual, sin demonizar a unos ni ensalzar a otros, que cada cual hace lo que buenamente puede... o más bien quiere.

Ahora algo de sabiduría ajena, cual sabios consejos maternos, que espero aprendamos con aprovechamiento, para una más feliz vida, si es que se puede:

 - "Jamás me sujeto a las horas: las horas son hechas para los hombres, y no el hombre para las horas".  (François Rabelais).

 - "No es la carne y la sangre, sino el corazón, lo que nos hace padres e hijos".  (Friedrich von Schiller).

 - "La libertad, por lo que respecta a las clases sociales inferiores de cada país, es poco más que la elección entre trabajar o morirse de hambre".  (Samuel Johnson).

 - "La clase de felicidad que necesito es menos hacer lo que quiero que no hacer lo que no quiero".  (Jean Jacques Rousseau).

Besos y abrazos,

Don.
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lunes, 29 de junio de 2015

Matutino fisgón

¡Buenos días!

Eso, que aquí no se curiosea ni cotillea, ni se fisga, más bien se fisgonea, que cuando se tratan de indagar las cosas se hace a lo grande o no se hace. Por lo demás, en este tórrido día de verano de máximas acechando los 40ºC por los madriles, cuando no superándolas, como cada mañana me dejo liberar de lo que sea por mis protectoras hadas y ninfas, que vienen a mi rescate sin la más mínima vacilación, y sin vacilarme.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Espías" ("Spy"), de Paul Feig, y con Melissa McCarthy, Jason Statham, Jude Law, y Rose Byrne. De este director había visto una de sus anteriores películas, "La boda de mi mejor amiga" ("Bridesmaids", 2011).

Cuando su admirado compañero desaparece en acto de servicio, tratando de evitar que una potente bomba nuclear caiga en malas manos, una agente de apoyo en las oficinas de la CIA, con nula experiencia en la peligrosa acción, se ofrecerá voluntaria en una misión encubierta de captación de información in situ para averiguar que le pasó y para ayudar a otro que se encuentra siempre en problemas y al borde mismo del desastre. Acabará infiltrada, sin comerlo ni beberlo, en una peligrosa organización criminal.

Esta comedia con algo de acción, regularcita, parodia de las de espías (nota: 4), no me hizo gracia, salvo hacia el final con algunos pocos gags muy ocurrentes. Quiere romper con los tópicos del género a base de sarcasmo, con tendencia a la procacidad y con pinceladas de incorrección política. Se caricaturiza al espía glamouroso, estilo James Bond, al machote tipo duro que puede con todo, y al seductor (baboso); y a todos ellos con la aparentemente patosa protagonista, que termina por reivindicar a todas esas mujeres que en la sombra apoyan y no son vistas ni consideradas por nadie. Me recordó en algo a otra similar que vi hace casi cuatro meses, "Kingsman: Servicio secreto" ("Kingsman: The secret service", 2014) de Matthew Vaughn, que me gustó muchísimo más.

Ahora algo de sabiduría ajena, no sé si dosificada, cual si fuera confidencial. Más bien no, que podéis indagar por ahí donde hay más, si os place:

 - "La inteligencia militar es una contradicción en sus términos".  (Groucho Marx).

 - "Todos piensan en cambiar el mundo, pero nadie piensa en cambiarse a sí mismo".  (León Tolstoi).

 - "Aprendamos a esperar siempre sin esperanza; es el secreto del heroísmo".  (Maurice Maeterlinck).

 - "No hay secreto mejor guardado que aquel que todos conocen".  (George Bernard Shaw).

Besos y abrazos,

Don.
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viernes, 26 de junio de 2015

Matutino "echao p'alante"

¡Buenos días!

En estos matutinos no hay ultimátum que valga, ni jamás se echan atrás ante nada, siempre mirando de frente, a lo que esté por venir, encarándolo con alegre ilusión, sorteando uno tras otro los eventuales problemas que pudieran presentárseles. Por lo demás, este verano sigue viniéndose arriba, se nos está creciendo cada vez más (la máxima prevista para hoy es de 35ºC), y llegaremos a rozar los 40ºC del domingo en adelante.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Ahora o nunca", de María Ripoll, y con Dani Rovira, María Valverde, Jordi Sánchez, Joaquín Núñez, Clara Lago, Gracia Olayo, Yolanda Ramos, y Melody Ruiz, entre muchos otros más, que es bastante coral. Sexto largo de esta directora, de quien había visto cuatro de sus anteriores, menos el segundo, el de 2001: "Rastros de sándalo" ("Rastres de sàndal", 2014), "Tu vida en 65'" (2006), "Utopía" (2003), "Tortilla soup" (2001), y la mejor de todas para mí, "Lluvia en los zapatos" ("The man with rain in his shoes", 1998).

Una joven pareja está a punto de casarse ese mismo fin de semana en una villa inglesa en la que se conocieron unos pocos años atrás haciendo un curso de verano para perfeccionar su inglés. Ultiman los preparativos del bodorrio, ella y sus mejores amigas y suegra ya allí, y él y la gran mayoría de los invitados en España. Estos se disponen a coger un avión para ir al lugar de la celebración, pero una huelga total de controladores aéreos empieza a ponérselo muy difícil, y cuando creen haber sorteado el inconveniente, toda una avalancha de imprevistos harán casi imposible su reencuentro en la boda.

Esta comedia romántica (nota: 5), toda una gymkhana para sus dos protagonistas, pues todo lo que les podía salir mal les salía (cosas de la ley de Murphy), comenzó bastante bien, aunque sin alharacas, intermitentemente, con algunas escenas sin gracia y otras que me hicieron reír mucho, eso sí, sin transcendencia, de humor de gag blanco, aunque quisiera apuntar a humor gamberrete, pero hacia el último tercio se instaló definitivamente en lo romanticón, tontorrón, ñoño, llegando a ser bastante melosa y subidita de azúcar, lo que mi diabetes cinéfila tolera bastante mal.

Así que como normalmente me sucede en estos casos, me dejé seducir por alguien del film, en este caso por la deliciosa María Valverde, ¡un encanto de mujer!, de quien me enamoré desde que la vi por primera vez en una película, en la de su debut, cuando era una adolescente, la muy excelente "La flaqueza del bolchevique" (2003) de Manuel Martín Cuenca.

Ahora algo de sabiduría ajena, que seguro nos ayuda a tomar acertadas decisiones en su justo momento:

 - "Si llego a mi destino ahora mismo, lo aceptaré con alegría, y si no llego hasta que transcurran diez millones de años, esperaré alegremente también".  (Walt Whitman).

 - "El hombre que pretende ver todo con claridad antes de decidir, nunca decide".  (H. F. Amiel).

 - "Atribuimos a la casualidad nuestras desgracias, jamás nuestra prosperidad".  (Charles Régismanset).

 - "Es necesario esperar, aunque la esperanza tenga que verse siempre frustrada, pues la esperanza misma constituye, por lo general, una dicha, y sus fracasos, por frecuentes que sean, son menos horribles que su extinción".  (Samuel Johnson).

Besos y abrazos,

Don.
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jueves, 25 de junio de 2015

Infantil inocencia en este paraíso matutino

¡Buenos días!

En estos matutinos que bien sabéis son la niña de mis ojos, esos con los que trato de escrutar la verdad de todo lo que acontece en mi derredor, vivo como en el paraíso, por lo que siento sincera lealtad por ellos, mucho más cuando mis hadas y ninfas cuidan de mí, cual si fuera un desvalido infante jugueteando inocentemente con ellas, al dictado de su bondadoso corazón. Por lo que a este verano recién estrenado respecta, no llegaremos a los 44 grados, de momento, pero este fin de semana y principios de la siguiente sí que rondaremos la cuarentena. De momento, para hoy, máxima prevista de 33ºC por los madriles, con sol y calor a raudales, tras el buen chaparrón tormentoso de ayer por la tarde.

Antes de ayer por la tarde estuve en el cine viendo "El niño 44" ("Child 44"), de Daniel Espinosa, basado en la novela homónima de Tom Rob Smith, y con Tom Hardy (tan excelso actor como siempre), Noomi Rapace, Gary Oldman, Joel Kinnaman, Paddy Considine, Jason Clarke, y Vincent Cassel. Es el primer largo que veo de este director sueco de ascendencia chilena, ahora haciendo films hollywoodienses.

Durante los primeros años 50 en la Unión Soviética, un agente secreto de la policía política, antiguo héroe de guerra y ferviente seguidor de la doctrina estalinista que rige en ese momento, es degradado y deportado junto a su mujer a una lejana ciudad por negarse a denunciar a su propia esposa como traidora al régimen y empeñarse en investigar el asesinato del hijo de su mejor amigo y compañero de trabajo, pues en esa época se consideraba el crimen como una lacra capitalista y no se admitía su existencia en el paraíso (el régimen comunista), con lo que todos los más que evidentes asesinatos eran clasificados como desgraciados accidentes. Una vez en el destierro, sucederá allí otra muerte de un niño, e irá descubriendo todo un reguero de pasados crímenes con similares características. Junto a su mujer y el general del remoto puesto policial tratarán bajo cuerda de encontrar al asesino en serie.

Una muy buena película (nota: 7), con muy intensos momentos, que se ve sin desmayo, este thriller de oscuras intrigas y opresivo y sórdido clima, el propio de los totalitarismos que aplastan al individuo, con sus falsas delaciones para tratar de sobrevivir y sofocante vigilancia de todo y todos, sobre un hombre que pierde la fe en lo que creía, tras conseguir resolver sus conflictos morales, causados por las absolutamente arbitrarias circunstancias de todo régimen dictatorial.

Ahora algo de sabiduría ajena que nos haga tomar conciencia de lo que verdaderamente ocurre por ahí, sin tapujos:

 - "Dictadura: Sistema de gobierno en el que lo que no está prohibido es obligatorio".  (Enrique Jardiel Poncela).

 - "Una dictadura es un estado en el que todos temen a uno y uno a todos".  (Alberto Moravia).

 - "La dictadura, devoción fetichista por un hombre, es una cosa efímera, un estado de la sociedad en el que no puede expresarse los propios pensamientos, en el que los hijos denuncian a sus padres a la policía; un estado semejante no puede durar mucho tiempo".  (Winston Churchill).

 - "El estado llama ley a su propia violencia y crimen a la del individuo".  (Max Stirner).

 - "Los estados poderosos sólo pueden sostenerse por el crimen. Los estados pequeños sólo son virtuosos porque son débiles".  (Mijail Bakunin).

 - "Los amos del pueblo serán siempre aquellos que puedan prometerle un paraíso".  (Remy de Gourmont).

 - "Resulta de todo punto monstruosa la forma en que la gente va por ahí hoy en día criticándote a tus espaldas por cosas que son absoluta y completamente ciertas".  (Óscar Wilde).

Besos y abrazos,

Don.
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martes, 23 de junio de 2015

Matutino de canosos canes nada endiosados

¡Buenos días!

En este matutino el único canoso creo, ¡guau!, que soy yo, donde me echo, nada rijosamente, algunas canas al aire junto a mis divinas hadas y ninfas, en el buen sentido, pues con mis matutinos y ellas rompo con mi rutina cotidiana, y a los que también cuido y protejo, dándome a cambio todo su afecto, y viceversa; y mientras estoy por aquí disfruto serenamente, sin engreimiento, tratando de ser sencillamente yo mismo. Por lo demás, ya llevamos dos días de verano de calendario, con máximas algo por encima de los 30ºC, y subiendo hasta casi la cuarentena este próximo fin de semana, y posibles chaparrones tormentosos esta misma tarde, algo de las malas pulgas de esta estación. Capeemos tranquilamente el temporal, que ir contra viento y marea no parece demasiado conveniente.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "White God" ("Fehér isten"), de Kornél Mundruczó, y con Zsófia Psotta y Sándor Zsótér. Es el primer largo que veo de este director húngaro; film que recibió un premio el año pasado en el Festival de Cannes... ¡guau, no podía ser de otro modo!...

Una niña de 13 años vive con su madre, separada de su marido desde hace años. Debido a un largo viaje de trabajo, la madre la deja al cargo del progenitor, un desconocido para la muchacha, junto con el perro mestizo de ésta. Acaba de promulgarse una ley que impone una fuerte tasa a todos los dueños de perros que no sean de pura raza, con lo que el padre, para no pagarla, abandona al animal en la calle, con el consiguiente y monumental enfado de la joven, quien se pone a buscarlo desesperadamente, fugándose continuamente de la casa. Pero acabará por rendirse. Mientras tanto, el can tendrá que sobrevivir y aprender que no todos los humanos son amistosos, uniéndose a una manada de perros callejeros, siendo encerrado en una atestada perrera, y demás crueles vicisitudes. Perdida toda esperanza, los perros se unirán y rebelarán despiadadamente contra los humanos.

Una muy buena película (nota: 7), muy entretenida y que da mucho que pensar, original, bastante insólita en muchos momentos, con mucha tensión y emoción en las persecuciones, con impactantes imágenes de sublevadas jaurías que se han vuelto salvajes. Una peculiar mezcla de muchos estilos cinematográficos, entre ellos: de aventuras perrunas y adolescentes; thriller apocalíptico con toques de terror muy levemente gore, también con suspense al estilo Hitchcock; con claras reminiscencias en su tramo final de "Los pájaros" ("The birds", 1963) de Alfred Hitchcock, de "Espartaco" ("Spartacus", 1960) de Stanley Kubrick, de las dos últimas del planeta simiesco, "El origen del planeta de los simios" ("Rise of the planet of the apes", 2011) de Rupert Wyatt y "El amanecer del planeta de los simios" ("Dawn of the planet of the apes", 2014) de Matt Reeves, y de las novelas de Jack London "La llamada de la selva" ("The call of the wild") y "Colmillo Blanco" ("White Fang").

En esta alegoría socio-política, muy crítica, los perros podrían simbolizar a las minorías oprimidas, los hombres a la casta pudiente (sean naciones o clases sociales), el impuesto sobre los chuchos sin pedigrí a las cuotas de inmigración, europeas o del mundo occidental, donde las democracias de este primer mundo más parecen plutocracias, en las que unos pocos pudientes, con nula solidaridad, rigen draconianamente, cuando no cruelmente, a una mayoría plebeya que los tiene en su mayoría endiosados, hasta que caen del guindo (o del caballo como San Pablo), lo que parece abocarnos a una rebelión social, en este mundo acomodado nuestro o a nivel planetario, esperemos que pacífica, por nuestro bien. Al final, en este fantástico cuento de perro y niña, se acabará por exaltar la redención a través del amor.

Bueno, ahora algo de cínica, o no, y no sólo por lo canina, sabiduría ajena, que no sólo se encuentra en las canas:

 - "Todos los hombres son dioses para su perro. Por eso hay tanta gente que ama a sus perros más que a los hombres".  (Aldous Huxley).

 - "Menea la cola el can, no por ti, sino por el pan".  (Refrán).

 - "Mucho te quiero, perrito; pero pan, poquito".  (Refrán).

 - "Can con rabia, con su dueño traba".  (Refrán).

 - "Los momentos en los que las jaurías se levantan simbolizan el miedo actual de Europa: el alzamiento de las masas. No se equivocan al tener miedo. Busqué imágenes icónicas para mostrarlo, para dejar clara la dirección en la que vamos cuando rehusamos colocarnos en el lugar de otra especie, del adversario, de una minoría. Quería enseñar su punto de vista. El arte nunca debe dejar de ser crítico. Debe alzar un espejo ante la sociedad".  (Kornél Mundruczó).

 - "Si no nos preocupamos, las masas se alzarán algún día".  (Kornél Mundruczó).

 - "Los privilegiados arriesgarán siempre su completa destrucción antes que ceder una mínima parte de sus privilegios".  (Antonio Gala).

Besos y abrazos,

Don.
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jueves, 18 de junio de 2015

Insólitos matutinos

¡Buenos días!

Es curioso, pero de tan cotidianos, a veces los miro y me parecen de lo más raros, me produce cierta extrañeza su peculiar mundo, en el que por otra parte me siento tan bien acogido, y me quedo medio atónito, sin salir de mi asombro, hasta que vuelvo a ellos antes de volver a la realidad. Son momentos puntuales, que también me suceden fuera de la pecera matutina, en el otro mundo real, en el que paso la mayor parte del tiempo. Y es de lo más normal que a tres días del solsticio veraniego haga calor, cada vez más, con máxima prevista para hoy de 28ºC.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Los insólitos peces gato", de Claudia Sainte-Luce, y con Ximena Ayala, Lisa Owen, Sonia Franco, Wendy Guillén, Andrea Baeza, y Alejandro Ramírez Muñoz. Es el debut en el largo de esta directora mexicana.

Una joven solitaria que trabaja en un hipermercado promocionando salchichas sufre un ataque de apendicitis, y en la sala de urgencias conoce a una mujer, que está en la cama de al lado tras uno de los frecuentes ataques agudos de su enfermedad terminal. Esta mujer vive con sus cuatro hijos, tres chicas y un niño, de tres maridos diferentes. Ambas salen a la vez del hospital y la mujer invita a la joven a su casa, que acabará quedándose, totalmente integrada en la peculiar y algo alocada familia, sin embargo muy bien avenida, estableciendo una cómplice amistad con todos, y ejerciendo de madre sustituta con los más pequeños, junto con la hermana mayor, conforme se va agravando la enfermedad de la madre.

Una película con la que no conecté (nota: 4), que me aburrió bastante, salvo escasos y brevísimos instantes. Ritmo pausado y buenas maneras formales, aunque me pareció algo inconexa a veces, dejándome en un estado de extrañeza similar al de la protagonista al conocer a esta atípica familia que le ayudó a salir de su atonía vital. Una historia sobre la soledad y la necesidad de compañía y mutuo consuelo que todos necesitamos en mayor o menor grado. Y también de vivir la vida con alegre entusiasmo a pesar de la muerte.

Ahora algo de extraordinaria sabiduría ajena, que a lo mejor nos entona y alivia de algunas eventuales cuitas:

 - "La soledad es el patrimonio de todas las almas extraordinarias".  (Arthur Schopenhauer).

 - "¡Oh, soledad, alegre compañía de los tristes!".  (Miguel de Cervantes).

 - "Un hombre solo siempre está en mala compañía".  (Paul Valéry).

 - "Triste puedo estar solo; para estar alegre necesito compañía".  (Elbert Hubbard).

 - "¿Por qué, en general, se rehúye la soledad? Porque son muy pocos los que encuentran compañía consigo mismos".  (Carlo Dossi).

 - "Yo necesito compañeros, pero compañeros vivos; no muertos y cadáveres que tenga que llevar a cuestas por donde vaya".  (Friedrich Nietzsche).

Besos y abrazos,

Don.
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miércoles, 17 de junio de 2015

Cerca de mis bucólicos matutinos

¡Buenos días!

Otra mañana más en la que me acerco por aquí, por mis relajantes matutinos, en los que mi alma se serena de mundanales turbulencias, y enloquece de otro modo, dejándome llevar por mis instintos, sin la cortapisa de casi ningún convencionalismo social, pululando libremente al albur de sus (y mis) veleidades. Como las de esta primavera, más cerca de su solsticial despedida, cada vez más ardorosa conforme se acerca al encuentro de su amado verano, cuando vestida de domingo le espere anhelante para fugarse, no con él, sino hasta el año que viene.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Lejos del mundanal ruido" ("Far from the madding crowd"), de Thomas Vinterberg, basado en la novela homónima de Thomas Hardy, y con Carey Mulligan, Matthias Schoenaerts, Michael Sheen, Tom Sturridge, Juno Temple, y Jessica Barden. De este director danés había visto cuatro de sus anteriores films: "La caza" ("Jagten", 2012), "Submarino" (2010), "Querida Wendy" ("Dear Wendy", 2004), y "Celebración" ("Festen", 1998); todas, salvo la de Wendy, que sin ser mala me decepcionó, cuando menos estupendas y muy recomendables.

A finales del s.XIX, en la campiña inglesa, una bella joven de veinte años, huérfana, independiente, temperamental y decidida, hereda inesperadamente de un tío la mayor granja de la comarca. Desde entonces, libre de problemas económicos, su mayor preocupación consistirá en elegir entre los tres pretendientes que le han ido surgiendo, fascinados por su belleza de cuerpo y alma: un sobrio criador de ovejas; un maduro y acaudalado terrateniente, todo un soltero empedernido; y un apuesto e irresponsable militar. De todas formas no parece muy interesada en querer atarse a ningún hombre.

Una muy buena película (nota: 7), de título algo irónico, con muy buenas hechuras y gran belleza plástica, este melodrama romántico de época, con ramalazos de tragedia, de sereno fluir a pesar de turbulentos arrebatos a flor de piel, que rara vez afloran, pero cuando lo hacen es para mal. El destino, favorable a veces, desfavorable las más, junto con las pasiones desatadas, zarandea a los personajes, obnubilando las decisiones de algunos, mientras otros, contra viento y marea, perseveran en su correcto rumbo. Historia de una mujer, y de sus íntimos dilemas, que desafía las convenciones sociales, de incipiente feminismo, y de lo difícil que lo tiene para tomar las decisiones más adecuadas en cada caso, a veces acierta, las más no; cree que controla su vida, pero los vaivenes del destino dictan la suya.

Ahora algo de sabiduría ajena, que tal vez nos acerque a la serenidad de ánimo, sin alejarnos tampoco mucho de cierto punto de necesaria locura:

 - "El ir un poco lejos es tan malo como no ir todo lo necesario".  (Confucio).

 - "Ahora que estás lejos de mí, ¡no sabes cuánto te extraño!".  (Anónimo).

 - "Un hombre de noble corazón irá muy lejos, guiado por la palabra gentil de una mujer".  (Goethe).

 - "Tú verás que los males de los hombres son fruto de su elección; y que la fuente del bien la buscan lejos, cuando la llevan dentro de su corazón".  (Pitágoras de Samos).

 - "La felicidad no depende de lo que uno no tiene, sino del buen uso que hace de lo que tiene".  (Thomas Hardy).

Besos y abrazos,

Don.
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martes, 16 de junio de 2015

Matutino al habla

¡Buenos días!

Y yo les escucho, y viceversa. Conversamos cada mañana de lo que nos place. Y tan a gusto que nos quedamos. Y ya no digo más, que hoy espero ser breve en el parloteo... Bueno, un poquito más, que estos últimos días de primavera de calendario nos dicen que caminan sin detenerse para, sin palabras, pasar el testigo al verano inminente, que desde ayer no van a parar de subir las temperaturas hasta rondar los treinta grados en su encuentro en el domingo solsticial. De momento, la máxima prevista para hoy en los madriles es de 24ºC, ya con sol y sin chaparrones.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Hablar", de Joaquín Oristrell, y con un montón de actores y actrices, que es un film muy coral. De este director, y sobre todo guionista, había visto dos de sus anteriores películas como director: "Va a ser que nadie es perfecto" (2006), y la estupenda y divertidísima "Inconscientes" (2004). Y la mayoría en las que participó como guionista o coguionista.

Cámara en mano, durante 75 minutos sin cortes, de un tirón, siguiendo el trayecto de unos cientos de metros que hay entre la boca de metro de Lavapiés, en Madrid, y una sala de teatro cercana, en una calurosa noche de agosto se van entrecruzando un buen puñado de historias de personajes que por allí van pasando, cada uno sobrellevando sus propias y particulares crisis, sean económicas, existenciales, sentimentales... hablando, discutiendo, gritando, enfadándose, susurrándose... o declamando como actores de la vida.

Una buena película en general (nota: 6), sorprendente, con momentos e historias que me encantaron y otros que no me encajaron y desconcertaron, pero espléndidamente coreografiada, muy virtuosa técnica y artísticamente. Historias más o menos improvisadas sobre un armazón muy bien tramado en esta especie de experimento a pie de calle, tomando el pulso de nuestro tiempo, una especie de callejera obra de teatro interactiva a base de multitud de piezas cortas entrelazadas, con un final metalingüístico, metateatral.

Bueno, dejo ya casi mi verborrea, que hable ahora la sabiduría ajena:

 - "Hablar, poquito; y mear, clarito".  (Refrán).

 - "De las palabras, no el sonido, sino el sentido".  (Refrán).

 - "Las palabras son una medicina para el alma que sufre".  (Esquilo).

 - "De no hablar sino cuando fuere preciso, raramente despegaríamos los labios".  (Epicteto).

 - "Las palabras que no van seguidas de los hechos no valen para nada".  (Demóstenes).

 - "Toda conversación tiene un momento favorable en que poder terminarla; no lo desperdicies. Las últimas palabras son de efectos más duraderos que las primeras, por lo que deben ser particularmente bien ponderadas".  (José Ortega y Gasset).

Besos y abrazos,

Don.
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lunes, 15 de junio de 2015

El nuboso discurrir de los matutinos

¡Buenos días!

Tras un par de días de descanso tormentoso, seguimos de frescor primaveral antes de volver a entrar de lleno en el verano caluroso cuando nos acerquemos al solsticio del próximo domingo 21, y con nuevos chorreones acuosos, acompañados de truenos, rayos y centellas, que las nubes de convección están desparramando sobre nosotros, y con máximas previstas para hoy de en torno a los 20ºC; nubes que luego seguirán fluyendo antes de disiparse cuando el sol vuelva a atizarnos de lo lindo. Y estos matutinos, como yo mismo también, seguimos discurriendo, en todos sus sentidos, y en todos los sentidos.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Viaje a Sils María" ("Clouds of Sils Maria"), de Olivier Assayas, y con Juliette Binoche, Kristen Stewart, y Chloë Grace Moretz. De este director francés había visto dos de sus anteriores films, el anterior, "Después de mayo" ("Après mai", 2014), y "Demonlover" (2002).

Una veterana y prestigiosa actriz viaja a Sils María, un pueblo de los Alpes suizos, acompañada por su asistente personal. Allí vive el autor de la obra teatral con la que se hizo famosa, veinte años atrás, interpretando un personaje de 18 años que seduce y provoca el suicidio del otro personaje femenino, una exitosa mujer madura. Va a recoger un premio en su nombre. En el trayecto recibe la noticia del fallecimiento del autor, y también la oferta de volver a interpretar la misma obra, actualizada, pero ahora encarnando el personaje mayor. Para el papel de la joven habían pensado en una emergente actriz de Hollywood, una "it girl" a la que persigue la polémica allá por donde pisa.

Una película algo impostada que no me dijo gran cosa y me dejó frío (nota: 5), a pesar de sus buenas maneras y algunos momentos sueltos que me hicieron reflexionar y me sacaron de la atonía. Retrato psicológico de la protagonista, que mientras ensaya desnuda sus intimidades, sus ocultos sentimientos, sus miedos, sus celos artísticos, su autoestima tambaleante; en una nebulosa confusión entre vida real y obra teatral. Historia de una mujer que debe amoldarse a la edad que tiene, a aceptar el natural paso del tiempo -el vital, a través de la observación del meteorológico-, aunque añore lo pasado, que ya no volverá.

Ahora algo de sabiduría ajena, un pequeño reguero de citas que espero nos haga, y ayude a, discurrir:

 - "Discurren mucho algunos en lo que nada les importa, y nada en lo que mucho les convendría".  (Baltasar Gracián).

 - "Lo único que realmente nos pertenece es el tiempo: incluso aquel que no tiene otra cosa cuenta con eso".  (Baltasar Gracián).

 - "El tiempo vuela a veces como un pájaro, y a veces se arrastra como un caracol. Pero la mayor felicidad del hombre sobreviene cuando no se advierte si su paso es raudo o moroso".  (Iván Turgueniev).

 - "Los sufrimientos son como nubes pasajeras: que de lejos nos parecen negras y de cerca apenas son grises".  (Jean Paul).

 - "Jamás desesperes, aun estando en las más sombrías aflicciones, pues de las nubes negras cae agua limpia y fecundante".  (Miguel de Unamuno).

Besos y abrazos,

Don.
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miércoles, 10 de junio de 2015

Irreformable conducta matutina

¡Buenos días!

No hay manera, estos matutinos son como son, así que habrá que seguir dejándolos ser a su modo, que no hacen otra cosa sino lo que les corresponde, sin salirse del tiesto, y siendo más buenos que el pan conmigo. Por lo demás, esta revoltosa primavera, a la que no hay quien la cambie ni encauce, que va a su bola, hoy se nos descuelga con bajón térmico, con máxima prevista para hoy de 27ºC, y bajando todavía más en sucesivos días, y muy probables tormentas vespertinas.

Ayer por la tarde ya amagaron, cuando salía del cine de ver la película que ahora paso a glosaros. Se trató de "Conducta", de Ernesto Daranas, y con Armando Valdés Freyre, Alina Rodríguez, Silvia Águila, Yuliet Cruz, Armando Miguel Gómez, y Amaly Junco. Es el primer largo que veo de este director cubano.

Un niño de once años vive en un barrio marginal de La Habana solo junto a su madre alcohólica y drogadicta, permanentemente colgada, y a la que mantiene criando palomas y entrenando perros de pelea, en un ambiente de violencia. En la escuela es un niño conflictivo pero mantiene una muy especial relación con su veterana maestra, a la que respeta y quiere, porque lo trata con firmeza y cariño. Durante un par de meses ella se ausenta por enfermedad, y la nueva y joven profesora sustituta, incapaz de manejar el bravío carácter del chaval, le envía a una escuela de conducta (un reformatorio). Al regresar la experimentada profesora se opondrá ante tal medida del colegio, haciendo que regrese, y a otras que se produjeron en su ausencia, justificadas por anquilosadas normas burocrático-educativas.

Una buena película en general (nota: 6) que a ratos me encantó y otros no tanto, y al final consiguió emocionarme, pero que en bastantes pasajes se me hizo difícil de ver, y más aún de entender sus diálogos, pues la jerga era ininteligible; de hecho, estaba subtitulada en algunos de estos (¡gracias!), que no en todos, lo que creo hubiera sido necesario. Sin embargo, lo que destila sobre el bien enseñar y educar me pareció espléndido. A través de la especial relación y complicidad entre esta profesora íntegra que sabe muy bien lo que es la educación total por encima de cualquier rígida norma y el díscolo niño, se critica sutilmente, sin aspavientos, la situación socio-política cubana, totalmente encorsetada en una rígida burocracia la mar de añeja, destilando que el valor fundamental para cualquier sociedad es una buena y correcta educación infantil que no margine a nadie, tratándoles a todos como personas que son, que si tratas a un niño como un delincuente lo acabará por ser, que si entrenas a un perro para la lucha, morderá. Un film que invita al debate.

Ahora algo de sabiduría ajena que tal vez nos ayude a mejor comportarnos:

 - "Uno recuerda con aprecio a sus maestros brillantes, pero con gratitud a aquellos que tocaron nuestros sentimientos".  (Carl Gustav Jung).

 - "Excelente maestro es aquel que, enseñando poco, hace nacer en el alumno el gran deseo de aprender".  (Arturo Graf).

 - "Educar a un niño no es hacerle aprender algo que no sabía, sino hacer de él alguien que no existía".  (John Ruskin).

 - "La educación consiste en enseñar a los hombres no lo que deben pensar, sino a pensar".  (Calvin Coolidge).

 - "Dos excesos deben evitarse en la educación de la juventud; demasiada severidad, y demasiada dulzura".  (Platón).

 - "En muchos aspectos, la infancia es la época más importante de nuestra vida, cuando se gesta nuestra personalidad y se ponen los cimientos de lo que será nuestra futura conducta social".  (Juan Antonio Vallejo-Nágera).

 - "Siempre habrá esquimales que confeccionen para los habitantes del Congo reglas de comportamiento en las épocas de grandes calores".  (Stanislaw Lec).

Besos y abrazos,

Don.
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martes, 9 de junio de 2015

Requisitos de normalidad matutina

¡Buenos días!

No sé si los habrá, pues estos matutinos cambian cada día, no son iguales a ninguno de los demás, no hacen mucha gala de su diferencia, y están lejos de toda moda, media o mediana, con su típica desviación normal (o anormal, que todo es relativo). He ahí, pues, casi su única regla (sin tampax de por medio): no ajustarse a ellas demasiado, bailar holgadamente en su derredor, sin condicionantes. Y eso es precisamente lo que me gusta de ellos, que son distintos, y muy originales para mí (¡qué voy a decir yo de mis matutinos!). Por lo demás seguimos de normalidad veraniega, con máxima prevista para hoy de 32ºC... ¡alto, quietos paraos!, ¿qué normalidad?, ¡si todavía es primavera!, la alocada y voluble primavera que nos maneja a su antojo, haciendo y siendo lo que ella quiera ser, porque ella es así. Amén. Carpe diem.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Requisitos para ser una persona normal", de Leticia Dolera, y con ella misma como protagonista (también es la guionista), Manuel Burque, Miki Esparbé, Alexandra Jiménez, Silvia Munt y Jordi Llodrà. Es el debut en el largo de esta directora, y asimismo como guionista, de esta también actriz.

Una pizpireta y algo extravagante chica de 30 años, durante una entrevista para conseguir empleo, toma conciencia de que no es una persona normal, se propone cambiar, y se marca como objetivo el serlo a través del cumplimiento de una lista de requisitos esenciales que ella piensa que debería tener la gente normal (tener trabajo, casa, pareja, vida social, aficiones, vida familiar y... ser feliz) y de los que cree que carece por completo. Con la ayuda de un tipo bonachón, otro inadaptado, que conocerá al poco de comenzar sus nuevos propósitos vitales, intentará conseguirlo.

Una buena película (nota: 6) esta comedia romántica, de maneras "indies", la mar de simpática y amable, de humor tierno, casi sin carcajadas por mi parte, inocente en su envoltorio, pero con cierta mordiente ironía y retranca subyacentes. De cuidada fotografía, muchas veces de colorines, como del anuncio aquel de hace varios años, "¿a qué huelen las nubes?" (de Isabel Coixet), se nos muestra a través de esta encantadora pareja protagonista de raritos esa perniciosa esclavitud de lo que se espera de nosotros, de nuestros vanos esfuerzos por encajar donde nuestro ser no lo permite, de liberarnos, aceptarnos, y ser nosotros mismos y encontrar nuestro propio lugar en este mundo.

Ahora algo de sabiduría ajena, condición sine qua non para entender algo de esta vida que nos ha tocado y tratar de encajar algo en ella:

 - "Es la fiebre de la juventud la que mantiene el mundo y la temperatura normal".  (Georges Bernanos).

 - "Así debéis hacer vosotros: manteneos locos, pero comportaos como personas normales. Corred el riesgo de ser diferentes, pero aprended a hacerlo sin llamar la atención".  (Paulo Coelho).

 - "Me divierten las gentes que quieren seguir unas reglas, porque en la vida no hay más que lo excepcional".  (Jules Renard).

 - "Tan perjudicial es desdeñar las reglas como ceñirse a ellas con exceso".  (Juan Luis Vives).

 - "Ahí radica el verdadero poder de los medios masivos: son capaces de redefinir la normalidad".  (Michael Medved).

 - "El cambio es lo único que no cambia en el mundo".  (Helmuth Wilhelm).

 - "La unidad es la variedad, y la variedad en la unidad es la ley suprema del universo".  (Isaac Newton).

 - "Cuando los ojos ven lo que nunca vieron, el corazón siente lo que nunca sintió".  (Baltasar Gracián).

Besos y abrazos,

Don.

lunes, 8 de junio de 2015

Renacimiento matutino

¡Buenos días!

Y vuelve por tercera, por enésima vez, a ser mentira, es un mito, eso de que renacemos de nuestras cenizas cual ave fénix, al menos biológicamente, e incluso anímicamente, únicamente respecto del ánima, que no del ánimo, que éste sí que puede recobrarse una y otra vez siempre que estemos dispuestos a ello. Como estos mismos inmateriales matutinos, que también pueden volver a nacer cada mañana que les place, de maneras más o menos distintas, sobre todo en su contenido, aunque no tanto en sus formas. Otra mañana de muy caluroso sol (máxima prevista de 33ºC para hoy), en este nuevo amanecer, en otra reiterativa reencarnación solar de infinito ciclo.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Phoenix", de Christian Petzold, basado en la novela "Regreso a las cenizas" ("Le retour des cendres") de Hubert Menteilhet, y con Nina Hoss (sobresaliente), Ronald Zehrfeld, y Nina Kunzendorf. Es el séptimo largo de este director alemán, de quien había visto su anterior, "Bárbara" (2012).

Una mujer vuelve a Berlín justo cuando acaba de terminar la II Guerra Mundial. Está gravemente herida, tiene la cara completamente desfigurada por varios disparos. Es una superviviente judía de un campo de concentración nazi. Tras una operación de cirugía plástica en la que le reconstruyen su cara, más o menos parecida a la anterior, con la opinión contraria de su amiga que quiere que ambas vayan a Palestina, donde se está gestando un nuevo estado judío, ella emprende la búsqueda de su amado marido alemán con la idea de reconstruir su vida. Le encuentra, pero él no la reconoce pues la cree muerta. Sin embargo, debido a su parecido le ofrece hacerse pasar por su mujer fallecida para poder cobrar una herencia.

Una sobresaliente película que os recomiendo (nota: 9), con un final de diez, el mejor que he visto en varios años, tan sutilísimo y apabullante como desolador, que creo debería enseñarse en las escuelas de cine como hermosísimo y canónico colofón fílmico. Melodrama y thriller, cine negro también, que nos habla de amor, traición, culpa, perdón, y recuperación de una identidad, tanto en la realidad como en la impostura, tanto en lo personal como en lo colectivo. En algunos de sus pasajes me trajo reminiscencias de una de las obras maestras de Alfred Hitchcock: "De entre los muertos / Vértigo" ("Vertigo", 1958).

Ahora algo de sabiduría ajena, pensamientos de otros que renacen en nuestras mentes al leerlos y asimilarlos:

 - "El pasado es un cubo lleno de cenizas".  (Carl Sandburg).

 - "Quizá mi única noción de patria
sea esta urgencia de decir nosotros
quizá mi única noción de patria
sea este regreso al propio desconcierto".  (Mario Benedetti).

 - "Nadie puede librar a los hombres del dolor, pero le será perdonado a aquel que haga renacer en ellos el valor para soportarlo".  (Selma Lagerlof).

 - "En esta vida hay que morir varias veces para después renacer. Y las crisis, aunque atemorizan, nos sirven para cancelar una época e inaugurar otra".  (Eugenio Trías).

 - "La vida es un constante proceso, una continua transformación en el tiempo, un nacer, morir y renacer".  (Hermann Keyserling).

Besos y abrazos,

Don.
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viernes, 5 de junio de 2015

Seguimiento matutino

¡Buenos días!

Sigo mintiendo si os digo que persigo implacablemente un qué sé yo con estos matutinos, más bien creo que me dejo llevar por su fluir, siempre mirando adelante, dejando atrás cualquier eventual preocupación o temor que pudiera atenazarnos. Por lo demás, en cuanto a lo meteorológico, seguimos perseguidos por el calor veraniego en estos últimos días de la primavera, soplándonos continuamente su cálido hálito en los sudorosos cogotes, como para que nos vayamos acostumbrando a lo que está con creces por venir. La máxima prevista para hoy es de 32ºC muy soleados.

Antes de ayer por la tarde estuve en el cine viendo "It follows", de David Robert Mitchell, y con Maika Monroe y otros cuantos más jóvenes intérpretes. Es el segundo largo de este director y guionista, y primero suyo que veo.

Una joven de 19 años tiene su primer encuentro sexual con su nuevo novio en la parte trasera de un coche. Al poco, él la duerme con cloroformo. Cuando despierta se encuentra atada a una silla en un edificio abandonado, y el joven le explica que ha tenido que traspasarle una presencia sobrenatural que le persigue continuamente y sin descanso con la intención de matarle, y a partir de ahora será ella quien sufra este terrible acoso, le da ciertos consejos y le recomienda que lo traspase a otro con otra relación sexual. Atormentada por visiones y pesadillas, con la permanente sensación de que la observan, deberá huir continuamente, con la ayuda de sus amigos.

No soy amigo de los films de terror, con escasísimas excepciones, habas contadas, pues me parecen una patochada, mucho más las de terror adolescente como ésta, de absurdos e incongruentes temores, aunque cada cual, incluso yo mismo, sea libre de tener los que más les plazca en función de su pasado bagaje vital. Sin embargo, me pareció una buena película (nota: 6), muy estilosa, de estupenda factura, que no abusó del susto fácil ni de efusiones hemoviscerales (tres sustos y nada de sangre ni casquería), pues se centró sobre todo en el terror psicológico, en concreto en el femenino.

Aparte de la intrínseca paranoia de su título, de la trama argumental parece deducirse una sublimación de la transmisión de enfermedades venéreas. Es más, parece una canónica historia de terror adolescente, que todas parecen escarmentar el sexo fácil entre adolescentes (suelen morir horripilantemente los, y sobre todo las casquivanas), como para reprimir sus muy naturales pulsiones, cual si de una infernal amenaza católica se tratase, en lugar de educar adecuadamente. Pero ésta, aunque sin muchas alharacas para mí, tiene algo más que eso, que también me pareció una poética metáfora, sin moralina aunque con algo de moraleja, de las turbaciones y anhelos, dudas y miedos, de cualquier adolescente ante los avatares de la vida, especialmente los sexuales.

Ahora algo de sabiduría ajena, intentemos seguirla y seguro que nos irá algo mejor:

 - "La necesidad de perseguir la verdadera dicha es el fundamento de la libertad".  (John Locke).

 - "Mantén tu rostro hacia la luz del sol y no verás la sombra".  (Helen Keller).

 - "El hombre más lento, que no pierde de vista el fin, va siempre más veloz que el que vaya sin perseguir un punto fijo".  (Gotthold Ephraim Lessing).

Besos y abrazos,

Don.
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miércoles, 3 de junio de 2015

Aleccionamiento matutino

¡Buenos días!

Miento si os digo que, como alguna vez anterior he dicho, no trato de aleccionaros con estos matutinos, lo intento, pero a veces se me escapa, pequeña falta que espero me sepáis disculpar. Desde luego este clima primaveral encubierto de verano, con máximas más o menos estables de treinta y pocos grados centígrados, pero mínimas en continuo ascenso que cada vez hacen más sofocantes y ligeramente insomnes las noches (esta madrugada 19ºC), nos está adoctrinando para lo que nos espera en pocas semanas. Tomemos buena nota para no desfallecer y capear la situación con más o menos dignidad.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "La lección" ("Urok"), de Kristina Grozeva y Petar Valchanov, y con Margita Gosheva. Es el debut en el largo de esta pareja de directores y guionistas búlgaros.

En la escuela de un pequeño pueblo búlgaro, durante la clase de inglés, una alumna dice a su profesora, una buena mujer de sólidas convicciones éticas que trata de inculcar a sus alumnos, que le han robado el dinero, y ésta trata de descubrir qué alumno de su clase ha sido para darle una lección acerca de lo que no está bien hacer. Mientras tanto, también descubrirá que ella misma, y su familia (esposo y niña pequeña), van a ser desahuciados, pues deben mucho dinero de la hipoteca que ella creía pagado (su marido lo gastó en otra cosa). Desesperada por no perder su casa, acabará entrampada con un prestamista.

Una espléndida película (nota: 8) este drama social, también thriller y especie de cuento moral, la mar de realista y actual, que viene a plantearnos lo que puede hacer que una persona decente se convierta en delincuente. Está inspirada en una noticia de prensa que leyeron los directores. Dado cómo me impliqué con las vivencias de la protagonista, sufrí de lo lindo viendo su sorprendente peripecia. Film intenso, de trama poderosa y descarnado naturalismo, que me mantuvo pegado a la butaca todo el tiempo. En muchos momentos me recordó, por el angustioso devenir de la protagonista en unos pocos días, tratando de resolver sus problemas, financieros ahora y laborales entonces (económicos también al fin y al cabo), a otro espléndido film que vi hace pocos meses: "Dos días, una noche" ("Deux jours, une nuit", 2014), de Jean Pierre y Luc Dardenne.

Ahora algo de sabiduría ajena, no sé si aleccionadora, pero de la que espero aprendamos algo:

 - "La necesidad nunca hizo buenos negocios".  (Benjamín Franklin).

 - "La necesidad no conoce leyes".  (San Agustín).

 - "El buen hombre es el maestro del malo, y el mal hombre es la lección del bueno".  (Lao-Tsé).

 - "No es el haber recibido una lección lo que nos salva, sino el haber sabido aprovecharla".  (George Canning).

 - "Personalmente estoy siempre dispuesto a aprender, aunque no siempre me gusta que me den lecciones".  (Sir Winston Churchill).

Besos y abrazos,

Don.
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martes, 2 de junio de 2015

Matutino de existenciales reflexiones al vuelo

¡Buenos días!

Como no soy un ser plumífero, mis cotidianas reflexiones matutinas se me antojan algo torpes, aún embebidas de los morfeicos y legañosos éteres de alguien que todavía no ha acabado de despertarse del todo a tan tempranas e intempestivas horas. Y con este caluroso y radiante sol de estos primaverales días que aletean ya sin pausa hacia el canónico verano (máxima prevista para hoy de 31ºC), quedo deslumbrado por sus reflexivas reverberaciones, así que os aconsejo que os pongáis gafas de sol al salir, y que no os quedéis embobados meditando frente a él, u os cegará.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Una paloma se posó en una rama a reflexionar sobre la existencia" ("En duva satt på en gren och funderade på tillvaron"), de Roy Andersson, y con Holger Andersson y Nils Westblom. Es la tercera parte de la trilogía sobre la existencia, con la que este veterano director sueco ganó el León de Oro del Festival de Venecia, de quien había visto tan sólo su anterior film, y segunda parte de esa trilogía: "La comedia de la vida" ("Du levande", 2007).

Difícil se me antoja contaros cualquier atisbo de sinopsis argumental de este estrambótico film, pero vamos a intentarlo. 39 pequeñas historias, aparentemente inconexas, pero muchas de las cuales sí tienen relación entre ellas (personajes de unas aparecen en otras), que parece protagonizada, pues aparecen en bastantes de ellas, por una peculiar pareja de itinerantes vendedores de artículos de broma con nulo éxito en su desempeño.

Una película (nota: 2) que nada me dijo, que poco o nada me hizo reflexionar, soberanamente aburrida, quizá demasiado críptica para mi embotado intelecto, con sobrecarga de pose manierista, mucha forma y poco fondo, de cuidadísimos encuadres, muy pictóricos, bellas instantáneas, inmóviles al principio, de personajes maquillados cual payasos de melancólica mirada y que repiten cual letanías frases de lo más banal. Parece la mirada de un pájaro disecado (escena primera) que no comprende las trivialidades del ser humano, los contrasentidos de su mísera y enajenada existencia. Una sucesión de fragmentos vitales, apenas interconectados, de planos fijos, sin apenas movimiento, decorados depresivos, reducción al absurdo de nuestra cotidianidad, con un barniz añadido de surrealismo, que estuvo a punto de dormirme y hacerme soñar con más edificantes películas (para mí).

Ahora algo de sabiduría ajena, que a lo mejor nos hace reflexionar, y volar nuestras mentes:

 - "La vida de cada hombre es un camino hacia sí mismo, el ensayo de un camino, el boceto de un sendero".  (Hermann Hesse).

 - "Hay algunos que nacen, otros crecen, otros mueren, y otros que nacen y no mueren, y otros que sin haber nacido, mueren, y otros que no nacen ni mueren (son los más)".  (César Vallejo).

 - "Hoy me gusta la vida mucho menos, pero siempre me gusta vivir: ya lo decía".  (César Vallejo).

 - "No es perfecta la vida que no se ha vivido con sentimiento durante la juventud, con lucha en la madurez y con reflexión en la vejez".  (Wilfrid S. Blunt).

 - "La existencia sería intolerable si no hubiera ensueños".  (Anatole France).

Besos y abrazos,

Don.
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lunes, 1 de junio de 2015

No pienso contar las vacaciones de los matutinos

¡Buenos días!

Sí, como casi todo el mundo ellos también se van de vacaciones cuando les toca, aunque jamás os cuento nada de ellas, que son un secreto que ni yo mismo sé, perdidos en mis más recónditas y paradisiacas sinapsis neuronales, pero imagino que disfrutarán tanto como mis niños que son. Seguimos de calurosa primavera, de esa que quiere irse ya de veraneo, con máximas rondando los 30ºC por los madriles, y que nos invitan a la holganza vacacional. Carpe diem.

Este fin de semana estuve en el cine viendo una divertidísima película que os recomiendo que vayáis a ver. Se trató de "Nuestro último verano en Escocia" ("What we did on our holiday"), de Andy Hamilton y Guy Jenkin, y con Rosamund Pike, David Tennant, Emilia Jones, Bobby Smalldridge, Harriet Turnbull, Billy Connolly, Ben Miller, Amelia Bullmore, y Celia Imrie. Es el debut en el cine de este par de veteranos creadores de programas de televisión.

Un matrimonio con tres niños hace las maletas para viajar desde Londres hasta Escocia para pasar unos días allí y celebrar el 75 cumpleaños del padre de él, enfermo terminal de cáncer. La pareja vive separada y está a punto de divorciarse, así que durante el ajetreado viaje aleccionan a sus excéntricos hijos -la mayor, de diez años, que registra en una libreta todas las mentiras de los adultos; el mediano, obsesionado por el mundo vikingo; y la pequeña, que tiene como mascotas a piedras y esconde todo tipo de llave que ve- para que guarden el secreto de su ruptura al abuelo y al resto de la familia. Allí se producirán todo tipo de malentendidos y situaciones incómodas, gracias a la naturalidad infantil sin tapujos y a la ambigua hipocresía adulta.

Una sobresaliente película (nota: 9) esta tronchante comedia de humor ácido, e incluso negro, y amablemente irreverente, como los niños suelen ser, contada desde la desprejuiciada perspectiva de estos, que no entienden el drama del divorcio de sus padres (aunque lo sufran), ni ven la muerte como tragedia, ni comprenden los mentirosos convencionalismos sociales (hipocresía). Una atónita mirada sobre los absurdos y ridículos comportamientos adultos, rayanos en lo pueril, cuando no totalmente inmersos en ello, pues los críos parecen más sensatos que la gran mayoría de sus mayores.

Ahora algo de sabiduría ajena, mediante la cual otros nos cuentan lo que pasó por sus cabezas, y que seguro nos ayuda a poner en duda más de una tontería que solemos dar por sentada, y a disfrutar más de nuestras vidas, a veces tan absurdas:

 - "Es importante que los estudiantes traigan cierto toque superficial de golfos, cierta desnuda irreverencia a sus estudios; no están aquí para rendir culto al conocimiento sino para ponerlo en tela de juicio".  (Jacob Bronowski).

 - "Hay tres cosas difíciles: guardar un secreto, soportar un agravio y emplear bien el ocio".  (Quilón).

 - "Nadie necesita más unas vacaciones que el que acaba de tenerlas".  (Elbert Hubbard).

 - "El cambio de costumbres es el único medio de que disponemos para mantenernos en vida y rejuvenecernos. Tal es el objetivo del cambio de aires y de lugar del viaje de recreo".  (Thomas Mann).

 - "Apresúrate a vivir bien y piensa que cada día es, por sí solo, una vida".  (Séneca).

Besos y abrazos,

Don.
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