sábado, 29 de abril de 2017

Leal y desinteresado matutino sin remordimientos

¡Buenos días!

Otra mañana más en la que vuelvo con mis fieles matutinos a darles todo de mí con el mayor de los desintereses, responsabilizándome además de que liberen su saber por donde ellos quieran dispersarse. Como estas gotas de lluvia mañanera, tímidas y recatadas todavía, pero que conforme avance este grisón día se irán viniendo arriba mientras van cayendo hacia abajo con mayor fuerza. La máxima prevista para hoy será de 13ºC por los madriles.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Lady Macbeth", de William Oldroyd, y con Florence Pugh (fascinante), Cosmo Jarvis, Naomi Ackie, Christopher Fairbank, y Paul Hilton. Es el primer largo de este director británico, que está basado en la novela del escritor ruso Nicolai Leskov "Lady Macbeth de Mtsenk" (1865), que a su vez conserva la esencia y algo de la estructura de la tragedia de Shakespeare "Macbeth".

En la Inglaterra victoriana, mediados del s.XIX, una joven se casa por obligación paterna, a cambio de un mísero trozo de tierra, con el hijo de un terrateniente, mucho mayor que ella, que la trata con desprecio y frialdad y le prohíbe salir de la mansión campestre en la que viven. Durante una de las múltiples y largas ausencias de su marido inicia una tórrida relación con un joven, mozo de cuadras empleado de la finca. Con tal de no perder el objeto de su deseo hará decididamente todo lo que sea menester, sin detenerse ante nada ni nadie.

Una muy buena película (nota: 7) que sin embargo no me acabó de conseguir del todo, a pesar de su bella y sobria factura formal y atmósfera de inquietante opresión, primero sufriéndola la prisionera protagonista en silencio, luego insubordinándose contra ella para tratar de hacer de su capa un sayo, e incluso en un azaroso giro del destino, yendo más allá, de modo radical y contundente, y deviniendo en mujer fatal de endurecido e insensible corazón.

Se traslucen los mismos temas que en la tragedia de Shakespeare en la que se inspira, a saber, ambición política y traición, aunque ahora es deseo vehemente y traición, y sentimientos de culpa, no de la protagonista aquí, sino de algunos de los otros implicados. Esto puede verse como metáfora de situaciones de máxima actualidad, y vuelvo otra vez, como antes de ayer, a nuestra España y sus mafiosas corrupciones políticas, pagando el pato chivos expiatorios y no todos los que debieran, con tal de mantener el estatus.

Ahora unas citas de sabiduría ajena que os regalo con la secreta ambición de que nos ayuden a progresar con bien:

 - "La ambición no hermana bien con la bondad, sino con el orgullo, la astucia y la crueldad".  (Tolstoi).

 - "Hay puñales en las sonrisas de los hombres; cuanto más cercanos son, más sangrientos".  (William Shakespeare).

 - "Los temores, las sospechas, la frialdad, la reserva, el odio, la traición, se esconden frecuentemente bajo ese velo uniforme y pérfido de la cortesía".  (Jean Jacques Rousseau).

 - "Para triunfar en la lucha por la vida, el hombre ha de tener o una gran inteligencia o un corazón de piedra".  (Máximo Gorki).

Besos y abrazos,

Don.
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jueves, 27 de abril de 2017

Docente y decente matutino sin favoritismos

¡Buenos días!

A estos matutinos, que tanto me enseñan y de los que tanto aprendo, los quiero a todos por igual sin importarme las pequeñas diferencias que los caracterizan, tratando a todos con equitativa justicia, dando a cada cual lo que se merece, siempre bondades, y sin aprovecharme de ellos. La primavera, con su natural y vehemente volubilidad, nos enseña todas sus caras, sin favorecer a ninguna de ellas en especial, no ya a lo largo de varios días sino tan solo en uno, como este mismo de hoy, con nubes y lloviznas muy tempraneras, que esta tarde devendrán en sol radiante y sin tapujos, eso sí, bastante tibio, que la máxima prevista para hoy será de 15ºC.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "La profesora" ("Učitel'ka"), de Jan Hrebejk, y con Zuzana Mauréry. Es el primer largo que veo de este director checoslovaco (no sé si chec o slovaco).

En 1983, en la Checoslovaquia comunista, llega a un instituto de secundaria en Bratislava una nueva profesora que al pasar lista por primera vez a sus alumnos les pide que digan la profesión de sus padres. Su secreto objetivo es irles pidiendo favores en función de ello, y a cambio ayuda a sus hijos a sacar mejores notas. Cuando algunos padres se niegan, sus respectivos hijos comienzan a suspender y estos además son presionados, vilipendiados y ninguneados por la profesora. Al año siguiente, y tras el intento de suicidio de una de las alumnas acosadas, los padres de toda la clase se reúnen con la directora del centro para pedirle que tome acciones contra la abusadora. Pero hay división de opiniones, mucho más teniendo en cuenta que la profesora es una dirigente local del partido comunista, lo que genera en la mayoría miedo a mayores represalias.

Una muy buena película (nota: 7), basada en hechos reales que vivió el guionista, especie de cuento moral o parábola que parece un divertido chascarrillo anecdótico, pero bajo el que corre un socarrón y mordaz runrún de crítica social, pues puede verse en el microcosmos de la reunión de padres, trasunto del de sus propios hijos, mucha de la mezquindad y clientelismo que pueda haber en cualquier otro lugar y época, como por ejemplo en esta España nuestra de corruptelas y grandes corrupciones socio-políticas ("gúrteles" y similares). Con un humor muy particular, quizá difícil de pillar allende Chequia o Eslovaquia, que va trufando este metafórico drama particular, que mucho dice sin parecer decirlo, se llega hasta un final algo descorazonador y descreído de que muchas cosas vayan a cambiar de verdad.

Ahora unas citas de sabiduría ajena, no sé si entre mis más favoritas, pero con las que seguro aprendemos algo:

 - "Costumbres de mal maestro, sacan hijo siniestro".  (Refrán).

 - "Fuente principalísima de males entre los hombres son los favores excesivos".  (Menandro).

 - "La gratitud de muchos no es más que la secreta esperanza de recibir beneficios nuevos y mayores".  (François de la Rochefoucauld).

Besos y abrazos,

Don.
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miércoles, 26 de abril de 2017

Matutinear

¡Buenos días!

Eso quizá sea recrearse parsimoniosamente en lo que nos rodea, disfrutarlo con deleite, su suave roce, su dulce cariño, cuando no el amor arrebatado y que nos obnubila, mucho más en estos días de primavera, alterada y que nos altera, con sus intrínsecos vaivenes, ayer con chaparroncillos, hoy con menos nubes y más sol y temperaturas a la baja, con 19ºC de máxima prevista.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Amar", de Esteban Crespo, y con María Pedraza (una preciosidad) y Pol Monen. Es el debut en el largo de este director.

Dos jóvenes, ella de 17, él de 18, se aman con tal pasional intensidad como si no fuera a haber un mañana. Pero su idílica relación casi recién iniciada deberá enfrentarse, conforme avancen los días, a los celos y a las inseguridades propias de su adolescente edad.

Una película muy bien hecha, aunque no me dijo gran cosa (nota: 5), este drama romántico sobre el primer amor algo distinto al resto, del que me gustaron mucho sus maneras pero con el que, salvo en sus últimos cinco minutos que sí me engancharon, no empaticé, ni con la historia en general ni con las tribulaciones y vicisitudes de amor y desamor de sus protagonistas, ni las de sus familiares y amistades, tal vez cosas de la edad, la mía, ya bastante lejana de aquellas volubles primaveras. Centrada en la evolución durante un año de su relación a través de unas pocas relaciones sexuales de la pareja, donde la primera y la última fueron tan iguales... y tan distintas. Y con el lejano eco de sus relaciones familiares.

Ahora un par de citas de sabiduría ajena que puede que nos ayude a mejor amar, o tal vez se amen entre ellas:

 - "Lo verdaderamente mágico de nuestro primer amor es la absoluta ignorancia de que alguna vez ha de terminar".  (Benjamín Disraeli).

 - "Al primer amor se le quiere más, a los otros se les quiere mejor".  (Antoine de Saint Exupéry).

Besos y abrazos,

Don.
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martes, 25 de abril de 2017

Despedida antes de la aurora matutina

¡Buenos días!

Recibimos con alegre optimismo esta mañana primaveral que apenas se ha desperezado aún de los rubores del amanecer, cuando siquiera el sol ha empezado a calentar, mucho más con las cada vez más espesas nubes que amenazan chubascos casi para ya mismo. Tendremos 21ºC de máxima prevista para hoy por los madriles. Las despedidas, más bien los hasta luego, los dejaremos para cuando lleguen los besos y abrazos del final.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Stefan Zweig: Adiós a Europa" ("Vor der morgenröte: Stefan Zweig in Amerika" - "Stefan Zweig: Farewell to Europe"), de María Schrader, y con Josef Hader, Aenne Schwarz, y Bárbara Sukowa. Es el primer largo que veo de esta directora, y también guionista y actriz.

Centrado en los últimos años de este escritor e intelectual austriaco, cuando tuvo que exiliarse en 1934 por esto y además por ser judío al poco de llegar Hitler al poder, primero en París y Londres, y después en América, norte y sur, hasta morir por suicidio en Brasil en 1942 ante el temor de que el nazismo se extendiera por todo el mundo.

Interesante película (nota: 5) este peculiar biopic que no me convenció del todo, por su manera de contar las cosas, que me despistó bastante, sobre todo en su primera mitad. Estructurada en varios capítulos y un epílogo, que retratan otros tantos episódicos fragmentos de su exilio americano, entre 1936 y 1942, en el que a pesar de tener la esperanza de ver una Europa unida y en armoniosa paz y sin fronteras en el futuro, vivía con profundo pesimismo, dando por sentado que esto sus ojos jamás lo verían. Está considerado uno de los mentores de lo que hoy es la Unión Europea. Su análisis de la realidad europea no ha perdido un ápice de vigencia.

Antes de que el matutino llegue a su crepúsculo y le digamos hasta la próxima, una sola cita del pensador hoy glosado en el film visto, que resume a la perfección de lo que se nos habla en la película (en rememorada elipsis), y que está en el prefacio de su última obra, autobiográfica y póstuma, "El mundo de ayer. Memorias de un europeo":

 - "Por mi vida han galopado todos los corceles amarillentos del Apocalipsis, la revolución y el hambre, la inflación y el terror, las epidemias y la emigración; he visto nacer y expandirse ante mis propios ojos las grandes ideologías de masas: el fascismo en Italia, el nacionalsocialismo en Alemania, el bolchevismo en Rusia y, sobre todo, la peor de todas las pestes: el nacionalismo, que envenena la flor de nuestra cultura europea".  (Stefan Zweig, 1881-1942).

Besos y abrazos,

Don.
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lunes, 24 de abril de 2017

Emancipación matutina nada tristona

¡Buenos días!

En esta deliciosa mañana primaveral, soleada y con alguna nube, y otra vez con 24ºC de máxima prevista, que no invita a otra cosa sino a la alegría y a dejar volar nuestros sueños para que al tratar de alcanzarlos los consigamos, este matutino también parece querer decidir su propio camino, más allá del que yo me hubiera imaginado para él. Voló de mi ser, con sus alas intactas, y casi seguro que de uno u otro modo regresará a mí cuando le plazca, llamando con sus patitas a mi ventana.

Este fin de semana estuve en el teatro viendo la obra "Tristana", basada en la novela homónima (1892) de Benito Pérez Galdós, adaptada por Eduardo Galán, dirigida por Alberto Castrillo-Ferrer, e interpretada por Olivia Molina, Pere Ponce, María Pujalte, y Alejandro Arestegui. Existe una versión cinematográfica dirigida en 1970 por Luis Buñuel.

Al morir sus padres, la joven Tristana es acogida por un amigo de la familia, un mujeriego alérgico al matrimonio mucho mayor que ella, que pasa a ser su tutor, y que acabará por seducirla haciéndola su amante. Ella, con sueños de ser actriz y sin querer atarse a ningún hombre mediante matrimonio, conocerá a un joven pintor del que se enamorará, quien al poco deberá ausentarse por unos meses de la ciudad, período durante el cual, entre mutuas misivas, él verá enfriado su amor, no así ella, quien además sufrirá la amputación de una pierna debido a una enfermedad.

Una muy buena adaptación teatral (nota: 7) de este clásico de la literatura española, que nos narra un triángulo amoroso centrado en esta mujer adelantada a su tiempo, que no quería ser ni amante ni esposa, y estudiar y aprender una profesión para no depender de ningún hombre. Obviamente va de la lucha por la libertad y emancipación de la mujer en un mundo profundamente patriarcal y que ninguneaba a la mujer, relegándola a ser únicamente madre y esposa y como mero trofeo decorativo carente de opiniones propias.

Ahora algo de sabiduría ajena, que seguro ayuda a liberar nuestras mentes de algún que otro encorsetado pensamiento:

 - "Al tomar mujer un viejo, o tocan a muerto o a cuerno".  (Refrán).

 - "Admiro a los hombres que han pasado de los setenta; siempre ofrecen a las mujeres un amor para toda la vida".  (Óscar Wilde).

 - "En ningún momento he dudado que las mujeres son tontas. Al fin y al cabo el Todopoderoso las creó a imagen y semejanza de los hombres".  (George Eliot).

 - "Mucha gente no puede ni emanciparse, es decir, no puede ni darse cuenta de la esclavitud en la que le mantienen las ideas en medio de las cuales se ha educado".  (Samuel Butler).

Besos y abrazos,

Don.
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domingo, 23 de abril de 2017

Hambre de matutina endogamia

¡Buenos días!

Ya sabéis mi particular lucha con que estos matutinos no se casen con nadie, si acaso con ellos mismos, pero el caso es que devoran con fruición las opiniones que por su lado pasan para tratar de asimilarlas tras una buena digestión. Llevamos ya bastantes días en que la primavera tampoco se casa con sus vecinos, invierno o verano, y sigue a lo suyo, y nosotros a lo nuestro, engullendo con frenesí todos los deleites que nos ofrece, como los de este día de sol y nubes y máxima prevista de 24ºC.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "La alta sociedad" ("Ma Loute"), de Bruno Dumont, y con Fabrice Luchini, Juliette Binoche, Valeria Bruni Tedeschi (un monumento de actriz), Brandon Lavieville, Raph, Didier Després y Cyril Rigaux. Es el primero de los largos que veo de este director francés.

En el verano de 1910, en los alrededores de una pequeña aldea de míseros pescadores y mariscadores de la costa norte de Francia están desapareciendo misteriosamente varios turistas. Un par de pintorescos policías se encarga de la investigación. Una acaudalada familia llega para disfrutar de su veraneo en su extravagante mansión en lo alto de un acantilado.

Una buena película (nota: 6) pero que no me acabó de morder sino a pequeños bocados sueltos. No me desagradó, pero no me convenció. Estupendas actuaciones de todos, a destacar la de Valeria Bruni, que me tiene enamorado. Fotografía bellísima, por paisajes y encuadres con y sin personajes, muy pictórica. Pero la extravagante historia, algo pasada de rosca, de esta negra tragicomedia de humor absurdo, exagerado, surrealista, grotesco, disparatado, pura caricatura cuajada de gags del cine mudo, y chocantes dislexias con doble y triple sentido difíciles de traducir y de pillar.

En esta retorcida y vitriólica metáfora sobre la lucha de clases, mirada aviesa y algo corrosiva a la sociedad y sus castas idioteces, es decir, sus incestos de casta repelente que no mezcla con el resto y que tal vez lleven, como otras veces sucedió antaño, a que los menesterosos se acaben por comer apetitosamente a los opulentos, es decir, a los ricos ricos (que diría Arguiñano, o no), si algo no cambia antes. Por esto mismo del canibalismo, social en este caso, y por algunos pequeños detalles formales, me recordó a "Delicatessen" (1991) de Jean Pierre Jeunet y Marc Caro.

Ahora unas citas de sabiduría ajena, sabroso aperitivo de conocimiento de alta alcurnia con el que saciar nuestra hambre de conocimiento:

 - "No hay condición tan baja que no tenga esperanza; ninguna tan alta que no inspire temores".  (Lin Yutang)

 - "Esta vida es una lucha permanente, y la filosofía es el único emplasto que podemos aplicar a las heridas que de todas partes recibimos".  (Voltaire).

 - "Para triunfar en la lucha por la vida, el hombre ha de tener o una gran inteligencia o un corazón de piedra".  (Máximo Gorki).

 - "Los privilegiados arriesgarán siempre su completa destrucción antes que ceder una mínima parte de sus privilegios".  (Antonio Gala).

Besos y abrazos,

Don.
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domingo, 16 de abril de 2017

Extraña y casi ingrávida vida matutina

¡Buenos días!

Otra mañana más que me paso por aquí, levitando ingrávido sobre los eventuales problemas que allí abajo pudiera haber, lo mismo que hacen las nubes que a ratos velan el radiante sol primaveral de hoy, con 25ºC de máxima prevista por los madriles. Cuando os bese y abrace, volveré al peso natural de mi a veces extrañada vida, cual si un alien fuera, observando lo que me rodea.

Antes de ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Life (Vida)" ("Life"), de Daniel Espinosa, y con Jake Gyllenhaal, Rebecca Ferguson, Ryan Reynolds, Hiroyuki Sanada, Olga Dihovichnaya, y Ariyon Bakare. Solo había visto uno de los largos, el más reciente, "El niño 44" ("Child 44", 2015), de este director sueco de ascendencia chilena, ahora haciendo films en Hollywood.

Los seis miembros de la tripulación, astronautas y científicos, de la Estación Espacial Internacional están investigando sobre una forma de vida recientemente descubierta en Marte, pero lo que podría suponer uno de los mayores descubrimientos de la historia deviene en un auténtico peligro, pues comienza a demostrar una inteligencia y hostilidad tal que podría suponer el fin de la humanidad.

Thriller de terror y ciencia ficción que nada me dijo (nota: 3), bien en técnica pero de guión malo, rutinaria historia, burdo y obvio remedo, descarada imitación a partes iguales de dos, de la estupenda y mítica "Alien" (1979) de Ridley Scott, y de la maravillosa "Gravity" (2013) de Alfonso Cuarón. Mucho ruido y pocas nueces, casi ninguna, diría yo.

Para la sección de sabiduría ajena de hoy, tan solo una cita, para hacer referencia a la estruendosa e insignificante historia, nada original y con demasiados déjà vu, que se nos quiere contar:

 - "La vida es un cuento narrado por un idiota, lleno de sonido y furia que nada significa".  (William Shakespeare).

Besos y abrazos,

Don.
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sábado, 15 de abril de 2017

Quiero saber más de estos matutinos que de algo me suenan

¡Buenos días!

Algo enmarañada de nubes se nos presenta la mañana, agradabilísima, con sol sin embargo, y con 26ºC de máxima prevista para hoy por los madriles, así que saldré a averiguar el porqué de tal cosa, que me suena que no es la primera vez que veo. No sé si terminaré por conseguirlo, pero seguro que por el camino disfruto con lo que me vaya encontrando al albur de mis andanzas. Ya os contaré, si acaso.

Antes de ayer por la tarde estuve en el cine viendo una deliciosa película que desde ya os recomiendo que vayáis a ver. Se trató de "Rosalie Blum", de Julien Rappeneau, y con Noémie Lvovsky, Kyan Khojandi, y Alice Isaaz. Es el primer largo de este director francés, basado en un premiado cómic homónimo de Camille Jourdy.

En una pequeña ciudad de provincias, un tímido y anodino peluquero cuya rutinaria vida oscila entre su peluquería, su posesiva y extravagante madre, su primo y único amigo, y su gato, por casualidad entra en una pequeña tienda de ultramarinos, a cuya desconocida propietaria, Rosalie Blum, cree conocer de algo, pero no recuerda de qué ni sabe su nombre. Intrigado, empezará a seguirla de incógnito para tratar de averiguar cosas de su vida, sin ser muy consciente de lo que este fortuito hecho le cambiará su vida.

Una estupenda película (nota: 8) que os recomiendo, esta extraña y distinta melodramedia con pinceladas de intrigante suspense, melancolía y romance, estructurada en tres partes, cada una de las cuales está dedicada a uno de los tres personajes principales (peluquero, Rosalie y la sobrina de esta), pelín excéntricos (y más todavía los secundarios), y que nos muestra, al estilo de la magistral "Rashomon" (1950) de Akira Kurosawa, tres puntos de vista distintos sobre los sucesos narrados. Guión muy inteligente, emotivo, divertido, y con unas cuantas sorpresas, sobre vidas cruzadas de lo más cotidianas y de revelación de íntimos secretos. Muy bien retratadas las sensibilidades de estas tres almas solitarias, con autenticidad.

Ahora algo de sabiduría ajena, con alguna cita que quizá os suene que ya la pusiera con anterioridad, y con la que seguro aprenderemos algo de camino al final de los besos y abrazos:

 - "Los hombres están siempre dispuestos a curiosear y averiguar sobre las vidas ajenas, pero les da pereza conocerse a sí mismos y corregir su propia vida".  (San Agustín).

 - "La dicha de la vida consiste en tener siempre algo que hacer, alguien a quien amar y alguna cosa que esperar".  (Thomas Chalmers).

Besos y abrazos,

Don.
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jueves, 13 de abril de 2017

Los matutinos son ellos mismos

¡Buenos días!

Tan es así que ya dudo si son míos, por mucho que les haga ver la luz cada mañana, así que les dejo ser tal cual son y los acepto sean como sean, dándoles todo lo mío para que sean ellos y vengan a mí a darme todo lo suyo cuando les plazca, que es bastante a menudo, y ya sabéis, de tanto roce nace el cariño que nos profesamos. Vamos, que les dejo volar a su libre albedrío para que se queden conmigo. Como la misma primavera, tan ella misma que casi parece otra, queriendo ser verano, y así se nos manifiesta, con sol desprendido de sí mismo radiándonos todo su confortable calor, y máxima prevista para hoy, también, de 27ºC.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Lo tuyo y tú" ("Dangsinjasingwa dangsinui geot"), de Hong Sang-soo, y con Kim Joo-hyuck y Lee You-young. De este director coreano había visto dos de sus anteriores films: "Ahora sí, antes no" ("Ji-geum-eun-mat-go-geu-ddae-neun-teul-li-da", 2015), y "En otro país" ("Da-reun na-ra-e-suh", 2012).

Una joven pareja discute pues a él le ha contado un amigo que otros amigos la han visto emborracharse cada noche con otros hombres, casi uno distinto cada día. Ella lo niega todo y dice que tal vez sea otra mujer que se le parece, así que dado que no confía en su palabra cree que deberían dejar de verse durante una temporada, abre la puerta y se va. Al día siguiente (y sucesivos), echándola de menos y arrepentido y apesadumbrado, él va en su busca, pero no la encuentra. Mientras tanto, ella, o alguien que se le parece muchísimo, va teniendo citas con distintos hombres que dicen conocerla, diciéndoles que no es quien ellos creen que es.

Una buena película en general (nota: 6), de inteligente guión muy bien estructurado, como siempre en este director, que invita a la reflexión, aunque no me acabó de llegar del todo, tal vez por su enrevesamiento, porque me dejó a veces confuso, como los mismos dos protagonistas (y secundarios) estaban, cada uno con lo suyo. Historia de amores perdidos y recuperados, renacidos tras cada crisis, de olvidar lo anterior y volver a empezar de cero... con la misma o con otra que se le parezca, donde todo parece igual pero es muy distinto. Se pone en cuestión la certeza de las cosas (sean personas o hechos), que en el amor no es tanto el saber como el dejarse llevar... y sobre todo el aceptar al otro tal cual quiera ser, que en caso contrario, ¿para qué estás con él (o ella)?

Ahora, para terminar, como siempre, unas citas de sabiduría ajena, parte de la idiosincrasia matutina, necesarias tal vez para comenzar con buen pie el siguiente matutino:

 - "Si comienza uno con certezas, terminará con dudas; mas si se conforma en comenzar con dudas, llegará a terminar con certezas".  (Francis Bacon).

 - "El amor es como la salsa mayonesa: cuando se corta, hay que tirarlo y empezar otro nuevo".  (Enrique Jardiel Poncela).

 - "Te pintaré en un cantar la rueda de la existencia: pecar, hacer penitencia y luego vuelta a empezar".  (Ramón de Campoamor).

 - "Querido amigo: ¿usted no ve como todo lo que sucede es siempre un comienzo? ¡Y comenzar, en sí, es siempre tan hermoso! Deje que la vida le acontezca. Créame: la vida tiene razón en todos los casos".  (Rainer María Rilke).

Besos y abrazos,

Don.
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miércoles, 12 de abril de 2017

Progenitor matutino

¡Buenos días!

Ese debo de ser yo, que los gesto cada mañana, con gesto adormilado las más de las veces, y así me salen como me salen, aunque intento encauzarlos para que no desparramen en demasía, como me parece que estoy haciendo con este ya desde el mismo principio. Desde luego, jamás me desentiendo de ninguno de los de mi progenie. La primavera sigue casi de verano con los 27ºC de máxima prevista también para hoy, y con sol a raudales que desparrama sus simientes de vitalidad.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "El hijo de Jean" ("Le fils de Jean"), dirigido por Philippe Lioret, basado en la novela de Jean Paul Dubois "Si ce livre pouvait me rapprocher de toi" ("Si este libro pudiese acercarme más a ti"), e interpretado por Pierre Deladonchamps, Gabriel Arcand, Catherine de Léan. De este director francés tan solo había visto uno de sus anteriores films, "Welcome" (2009).

Un treintañero parisino, separado y con un hijo, recibe una llamada telefónica de Canadá en la que un desconocido le comunica que su padre biológico, de quien nada sabía, acaba de fallecer y que le ha dejado un paquete a su nombre. El desconocido, amigo íntimo del fallecido, le pide su dirección para enviárselo. Picándole la curiosidad, decide viajar personalmente para recoger el paquete, acudir al entierro, y conocer a sus hermanastros. Una vez allí, recibido por el amigo del fallecido, este le aconseja que no revele a la familia su condición de hijo del muerto.

Una muy buena película (nota: 7), con la que pasé un muy agradable rato, básicamente por el tono con que trata el tema central de la película: la búsqueda del padre biológico ausente, cosa que no acabo de entender pues yo soy más de andarme por las ramas que de enredarme en buscar raíces, y que cuando se trata en los films estos suelen tirarme para atrás, pero no en este caso, drama familiar muy contenido y sutil, incluso con emotividad, pero en las antípodas de blandorros melodramas de lágrima fácil que son la norma en estos casos. Sin ser una historia de novela negra, como las que escribe el protagonista, hay suspense, un cadáver sin aparecer ahogado en un lago (el padre) y secretos que van aflorando a la superficie poco a poco y sugerentemente, en la que silencios y miradas dicen más que las palabras.

Ahora unas citas de sabiduría ajena, con las que a lo mejor encontramos nuestros orígenes, o quizá no haga falta:

 - "Exigir a los progenitores, para respetarlos, que estén libres de defectos y que sean la perfección de la humanidad es soberbia e injusticia".  (Silvio Pellico).

 - "Las gentes que nunca se preocupan por sus antepasados jamás mirarán hacia la posteridad".  (Edmund Burke).

 - "En cuestión de árboles genealógicos es más seguro andarse por las ramas que atenerse a las raíces".  (Jacinto Benavente).

Besos y abrazos,

Don.
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martes, 11 de abril de 2017

El otro lado de los matutinos, espero

¡Buenos días!

Otra mañana más que vengo esperanzado a que me acojan los matutinos, y lo hacen como siempre, con su infinita bondad, maravillosos los mire por el lado que los mire, antes o después de atravesarlos, cual Alicia a través del espejo. Como también le pasa a estos pletóricos días de primavera que parecen ir más allá, atravesar sus límites en busca de quien sabe qué, hasta casi hasta abrazarse con el todavía lejano verano de calendario, que para hoy tenemos 27ºC de máxima prevista por los madriles.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "El otro lado de la esperanza" ("Toivon tuolla puolen"), de Aki Kaurismäki, y con Sherwan Haji y Sakari Kuosmanen. De este peculiar director finlandés había visto anteriormente los tres más recientes de sus muchos largos: "El Havre" ("Le Havre", 2011), "Luces al atardecer" ("Laitukaupungin valot", 2006) y "Un hombre sin pasado" ("Mies vailla menneisyyttä", 2002).

Un joven inmigrante sirio llega a Helsinki como polizón en un buque de carga. Se presenta a la policía y solicita asilo, que le es denegado, y escapa, viviendo en la calle. Un cincuentón anodino y aburrido con su vida deja a su mujer y su empleo como autónomo comercial que vende camisas tienda a tienda para montar un bar-restaurante. Entre los cubos de basura del local se cruzan los caminos de ambos y tras un encontronazo el segundo le ofrece al primero techo, comida y trabajo.

Una buena película (nota: 6), con todos los elementos propios del muy genuino estilo de este cineasta, planos estáticos, personajes (perdedores) hieráticos y lacónicos, peculiar sentido del humor, con mucha sorna, y mirada marciana sobre los absurdos de la vida. Segunda parte, tras su anterior film, de una trilogía que tiene proyectada sobre refugiados en ciudades portuarias europeas, en la que se pone en solfa el abotargamiento de esta nuestra sociedad occidental, bastante aletargada en general y particularmente insensible con las penalidades de los migrantes forzosos, que hoy son ellos, pero mañana podríamos ser nosotros (ya lo fuimos en el no muy lejano pasado).

Ahora unas citas de sabiduría ajena que, espero, nos ayuden a ver por todos los lados las múltiples facetas de la realidad que nos rodea:

 - "La esperanza hace que agite el náufrago sus brazos en medio de las aguas, aun cuando no vea tierra por ningún lado".  (Ovidio).

 - "La prosperidad no existe sin temores ni disgustos, ni la adversidad sin consuelos y esperanzas".  (Francis Bacon).

 - "Manos que no dais, ¿qué esperáis?".  (Refrán).

 - "La vida tiene un lado sombrío y un lado brillante. De nosotros depende elegir el que más nos plazca".  (Samuel Smiles).

 - "A la gente le da todo igual; mientras no le tiren la basura del otro lado de la tapia, ni le llegue el olor de podredumbre a la terraza, se puede hundir el mundo en mierda".  (Rafael Chirbes).

Besos y abrazos,

Don.
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lunes, 10 de abril de 2017

Llamo aquí y ahora a los matutinos donde y cuando estén

¡Buenos días!

Y sé que acudirán a esta llamada por su nombre, y durante estos breves momentos mañaneros conectaremos nuestros respectivos seres para dar lugar a su materialización virtual en este instante y sitio. Y la ardorosa primavera, que cada vez lo es más a tenor del constante y sostenido incremento térmico de estos recientes días, con 25ºC de máxima prevista para hoy, sigue dándonos chispazos de vitalidad que nos animan a buscar lo mejor de todo lo que nos rodea, e incluso establecer un intemporal y utópico vínculo con lo que nos plazca.

Este fin de semana estuve en el cine viendo una de animación, preciosa película que os recomiendo. Se trató de "Your name" ("Kimi no na wa"), de Makoto Shinkai. Es el primer largo que veo de este director, basado en una novela escrita por él, de la que también deriva un manga, ambos homónimos.

Un cometa que pasa cada más de mil años por la Tierra es avistado desde Japón. Una adolescente que vive con su abuela y hermana pequeña en una aldea rural, que no le gusta su vida campestre y desearía vivir en la gran ciudad de Tokio, empieza a tener extraños sueños en los que se mete en el cuerpo de un adolescente desconocido de allí y vive su vida por un rato, y viceversa. Y esto les sucede a ambos recurrente y aleatoriamente. Cuando se dan cuenta de esto, comienzan a dejarse notas el uno al otro preguntándose quienes son, pero cada vez que vuelven a su ser olvidan los nombres del otro. Poco a poco irán vinculándose anímicamente ambos y empezarán a plantearse el buscarse y encontrarse.

Espléndida película (nota: 8), de excelente calidad de animación, con las maneras de los films del Studio Ghibli, aunque no esté producida por ellos, evocadora y cautivadora historia de realismo fantástico, donde el realismo está en la descripción de la cotidianidad de la vida rural y urbana, y lo fantástico en la conexión de dos almas enamoradas, en una dimensión más allá del espacio y del tiempo, y los chispazos y estelas que dejan a su paso. Todo un halo de sutil romanticismo adolescente maravillosamente enfocado. Por ciertos detalles me recordó a dos films que vi en su día, la reciente "El recuerdo de Marnie" ("Omoide no Mânî", 2014) de Hiromasa Yonebayashi, también de cine animé, este sí del Studio Ghibli, y "Lady Halcón" ("Ladyhawke", 1985) de Richard Donner; y quizá alguna más.

Traigo aquí y ahora unas citas de sabiduría ajena de otro tiempo y lugar:

 - "El nombre propio es el que marca la individualidad; el apellido, las relaciones sociales".  (Ángel Ganivet).

 - "No eres una estrella hasta que no saben escribir tu nombre en Karachi".  (Humphrey Bogart).

 - "La memoria es el diario en el que se consignan las cosas que nunca han ocurrido ni hubieran podido ocurrir".  (Óscar Wilde).

 - "En todas las cosas, pero muchísimo más en el amor, la imaginación traspasa los límites de la realidad".  (Anónimo).

Besos y abrazos,

Don.
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domingo, 9 de abril de 2017

Último matutino en estar por aquí

¡Buenos días!

No, no me refiero a que ya no habrá otro más tras este, sino a que es el más reciente en llegar a nosotros, y al que acogeré como al mejor de mis amigos y siempre tendré presente cuando decida partir o se me vaya sin querer, como ya hice con todos los que le precedieron. Y cuando eso suceda, ya estaré esperando anhelante al siguiente por venir, cuando eso quiera suceder en el porvenir. Durante los últimos días, como en este mismo, estamos teniendo una desatada primavera, sin nubes que ensombrezcan la radiante luz de este sol luminoso, que nos contagia sin filtro alguno de su alegre y esperanzada vitalidad (máxima prevista para hoy de 24ºC).

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Últimos días en La Habana", dirigida por Fernando Pérez, con guión de Abel Rodríguez, e interpretada por Patricio Wood, Jorge Martínez, y Gabriela Ramos. De este director cubano tan solo había visto hasta ahora uno de sus anteriores films, el documental "Suite Habana" (2003).

En el piso de un destartalado edificio en el centro de La Habana viven dos cuarentones, íntimos amigos desde la infancia, uno esperando un visado que nunca llega para poder emigrar a Estados Unidos, mientras friega platos en un restaurante y cuida solícitamente de su amigo, en fase terminal de SIDA y postrado en la cama de su habitación que no espera casi ya sino la muerte. El primero, apesadumbrado, metido para adentro, taciturno, y sin ilusión ni interés alguno por nada, ni sexo, ni hombres ni mujeres, ni por la vida en general, rumiando quien sabe qué dolor del pasado; el segundo, un gay positivo y vital, saboreando con el mayor deleite que puede cada segundo de los pocos que le quedan.

Espléndida película que os recomiendo (nota: 8), tristemente hermosa, de pictórica fotografía, maravillosa, como la foto de su cartel, que si bien al principio no conectaba con ella (en parte por su cerradísimo acento difícil de captar), acabó por abrazarme con fuerza, mucha fuerza, y emotividad. Un trozo de la vida misma este vital drama sobre fiel amistad hasta la misma muerte, con su puntito de alegría y esperanza, sin embargo algo (o bastante) desoladas ambas, vistos a través de tres desheredados personajes, los dos protagonistas y la adolescente sobrina de uno de ellos (fascinante personaje este, la mar de dicharachero), con el trasfondo de una desvencijada ciudad, todo un trasunto de la misma Cuba, y que representan, respectivamente, el pasado (en sus facetas pesimista y optimista) y el futuro esperanzado, pero sin visos claros de que vaya a suceder tal, de todo un país.

Ahora unas citas de sabiduría ajena, las últimas que he encontrado por ahí, y que aquí os dejo antes de partir... hasta el próximo matutino:

 - "La peor moneda con que se puede pagar al amigo son los consejos; la única moneda buena son las ayudas".  (Ferdinando Galiani).

 - "¿Morir yo, querido doctor? ¡Será la última cosa que haga!".  (Lord Palmerston).

 - "Piensa que cada día es el último que luce para ti, y recibirás agradecido la hora que se te da y no esperabas".  (Horacio).

 - "No hay un final. No existe un principio. Tan solo una infinita pasión por la vida".  (Federico Fellini).

Besos y abrazos,

Don.
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jueves, 6 de abril de 2017

Matutino apenas escarpado

¡Buenos días!

Aunque me tienen en un continuo vaivén de emociones de lo más variopintas, casi todo transcurre por aquí con suave tranquilidad, sin casi sobresalto, como en estos días de plácida primavera, soleada, con 21ºC de máxima prevista para hoy, que aunque invitan a dar brincos de alegría vital cual alocada cabritilla, luego te mueven a aplanarte, ya sabéis, cosas de la voluble primavera.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo el film documental "Cantábrico", de Joaquín Gutiérrez Acha. Es el segundo largo para el cine de este documentalista que también los hace para televisión, tras "Guadalquivir" (2013), que ya vi en su día cuando lo estrenaron en cine.

En el norte de España, más o menos paralelos a la línea de costa del Mar Cantábrico se despliegan los más de 400 km. de Cordillera Cantábrica, abrupta zona montañosa reino del oso pardo y otros animales y plantas, grandes, medianos, pequeños y minúsculos, donde estos viven y sobreviven al ritmo de las cuatro estaciones.

Un buen documental de naturaleza (nota: 6), de espectaculares imágenes de hermosa fotografía, especialmente para mí la otoñal, en el que se desarrollan las particulares historias vitales (y mortales) de algunos de los animales más relevantes de ese ecosistema, varios de ellos en peligro de extinción, vertebradas por la del imponente oso pardo. Puesto que esta película fue menos poética y más prosaica (en el buen sentido, en el de prosa), me pareció algo mejor que "Guadalquivir".

Pues ahora toca encaramarse a las más altas cotas de la sabiduría ajena para ayudarnos a echar nuestras mentes a volar y planear:

 - "Envejecer es como escalar una gran montaña; mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre, la vista más amplia y serena".  (Ingmar Bergman).

 - "Reconsideras tu vida conforme la vas viviendo, de la misma forma que si estuvieras escalando una montaña y continuamente vieras los mismos paisajes desde distintos puntos de vista".  (Doris Lessing).

 - "Bienaventurado aquel
que por sendas escondidas
en los campos se entretiene,
y en los montes se retira".  (Guillén de Castro).

Besos y abrazos,

Don.
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martes, 4 de abril de 2017

No hay matutinos desiertos en los que meditar

¡Buenos días!

Ya lo sabéis, pero os comunico que siempre me llenan, y yo a ellos de letras, frases y párrafos enteros que me hacen reflexionar, que no hay día que dejen hueco a la desesperanza, que en todo momento me escuchan y les escucho, y así creo que es más fácil enfrentarnos a los eventuales problemas que pudieran surgir en nuestro terrenal devenir. Por lo demás, en estos días de lozano verdor primaveral el sol luce con tal luminosidad, inundando cualquier vacío resquicio tan plenamente, que no ha lugar a nube alguna quepa y lo vele, ni siquiera tenuemente. Hoy la máxima prevista será de 22ºC.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Últimos días en el desierto" ("Last days in the desert"), de Rodrigo García, y con Ewan McGregor, Ciarán Hinds, Tye Sheridan, Ayelet Zurer y Susan Gray. De este exquisito director, hijo de Gabriel García Márquez, que se prodiga más en series de televisión, y que llena de sensibilidad e inteligencia todas sus películas, he visto cinco de sus seis anteriores, comenzando por su maravilloso debut con "Cosas que diría con sólo mirarla" ("Things you can tell just by looking at her", 2000), siguiendo con "Nueve vidas" ("Nine lives", 2005), "Passengers" (2008), "Madres e hijas" ("Mother and child", 2009) y "Albert Nobbs" (2011). Me falta solo por ver su segunda, "Ten tiny love stories" (2002).

Jesucristo, durante los últimos de los cuarenta días de ayuno e introspección en el interior del desierto, emprende regreso a Jerusalem. Por el camino, debido a las penurias sufridas (hambre y sed, calor y frío extremos) padece delirios, se le aparece el demonio tentándole, poniendo a prueba su fe, además de encontrarse con una familia (padre, hijo y madre enferma) que por allí mora, quedando involucrado en sus problemas, especialmente en el conflicto entre padre e hijo, de similar tenor que sus propias dificultades de comunicación con el Dios Padre, que no parece escuchar sus súplicas.

Una buena película (nota: 6) de maravillosa fotografía y excelentes maneras formales, pero cuyo transcurrir no acabé de alcanzar del todo, salvo en algunos momentos, como en las conversaciones entre Jesús y el diablo (ambos interpretados por Ewan McGregor), lo que más me gustó, en realidad discusiones consigo mismo, con su otro yo, el ángel, caído o no, que todos los hombres llevamos dentro en uno u otro momento, según las circunstancias, a falta de padre que nos escuche y comprenda, delirante locura para algunos u homeopática terapia para otros. Poniendo pie a tierra el mito cristiano, dejándolo en mero hombre con sus dudas, se reflexiona sobre los naturales conflictos entre padres e hijos y sus a veces dramáticos problemas de incomunicación.

Ahora unas citas de sabiduría ajena, que tal vez nos den que pensar y ocupar útilmente nuestra mente:

 - "Sus hijos no son sus hijos, son los hijos y las hijas de los anhelos que la vida tiene de sí misma. Vienen a través de ustedes, mas no de ustedes y aunque vivan con ustedes, no les pertenecen. [...] Pueden darles su amor, mas no sus pensamientos, pues ellos tienen sus propios pensamientos. Pueden esforzarse por ser como ellos, mas no intenten hacerlos como ustedes, porque la vida no marcha hacia atrás ni se detiene en el ayer [...] Ámenlos con libertad, no apaguen el fuego de su hogar, vivan y dejen vivir, así ellos siempre los querrán".  (Khalil Gibran).

 - "En algún lugar del alma se extienden los desiertos de la pérdida, del dolor fermentado; oscuros páramos agazapados tras los parajes de los días".  (Sealtiel Alatriste).

 - "Lo que embellece al desierto es que en alguna parte esconde un pozo de agua".  (Antoine de Saint-Exupéry).

Besos y abrazos,

Don.
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lunes, 3 de abril de 2017

El veloz y fugaz tránsito matutino

¡Buenos días!

Este matutino, hoy de lo más primaveral, que hoy nos llega, pasará por nuestras vidas en apenas un suspiro, como una exhalación, antes de despedirse al final, previa a sus besos y abrazos, con su sabiduría ajena, esperando deje en nosotros algo de huella que nos ayude a continuar con nuestro devenir vital. Seguimos de iniciática primavera de sol a raudales apenas velado por sutiles nubes, con máxima prevista de 18ºC para hoy, así que todavía queda lejos el otoñal final de besucones abrazos.

Este fin de semana estuve en el teatro viendo la obra "La velocidad del otoño" ("The velocity of autumn"), escrita por Eric Coble, dirigida por Magüi Mira, e interpretada por Lola Herrera y Juanjo Artero.

Una anciana artista, rebelde luchadora y ya en la ochentena, está atrincherada en su casa con muchas botellas con líquido inflamable (especie de cócteles Molotov), preparadas para hacerlas explotar defensivamente e inmolarse en el caso de que sus hijos intenten cumplir su amenaza de ingresarla en una residencia para ancianos, a lo que se niega en rotundo. De repente entra por la ventana, después de haber trepado por un árbol cercano, el hijo pequeño, su preferido, y a quien hace muchos años que no ve pues vive en el extranjero. Va como mediador de sus otros hermanos con la idea de convencer a su madre para que deponga su actitud.

Una obra que no me gustó gran cosa (nota: 4), a pesar de su par de buenas interpretaciones. Especie de tragicomedia que me pareció, salvo leves y fugaces excepciones que sí que me parecieron interesantes, bastante tópica y abusona de fingido melodrama. Sus pretendidas gracietas de simplón humor no me arrancaron ni una sonrisa. Ensalza el valor de la vejez, arrinconada como un lastre en muchas ocasiones por la siguiente generación, que por comodidad o interés desoyen los deseos y necesidades de los ancianos sobre el modo en que verdaderamente desean llegar hasta su próximo final.

Bien, pues este breve matutino, fugaz pero intenso como todos los demás, espero, va a llegar a su final, pero antes de ello, cual epitafio, unas citas de sabiduría ajena que legar a sus vitales deudos:

 - "Los relojes de arena no sólo recuerdan la veloz huida del tiempo, sino también el polvo en el que alguna vez nos convertiremos".  (Georg Ch. Lichtenberg).

 - "El otoño es un andante melancólico y gracioso que prepara admirablemente el solemne adagio del invierno".  (George Sand).

 - "Coged las rosas mientras podáis
veloz el tiempo vuela.
La misma flor que hoy admiráis,
mañana estará muerta...".  (Walt Whitman).

Besos y abrazos,

Don.
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