Honorarias damiselas matutinas

¡Buenos días!

Bien lo sabéis ya, mis adoradas hadas y ninfas matutinas tienen el honorífico título de ser mis damas matutinas, que velan porque todo me vaya bonito en estas ceremonias mañaneras. El verano, tras los chaparrones vespertinos de este viernes, rayos y truenos incluidos, ha enfriado algo, serenando su buen maridaje de pasados días con los tórridos sofocos y sudores.

Precisamente esa tarde del viernes estuve en el cine viendo "La boda de mi mejor amiga" ("Bridesmaids"), de Paul Feig, y con Kristen Wiig (también coguionista), Maya Rudolph, Rose Byrne, Melissa McCarthy, Ellie Kemper, Wendy McLendon-Covey, y Chris O'Dowd.

Una treintañera de calamitosa vida sentimental, y profesional, se entera de que su amiga de toda la vida quiere que sea la primera dama de honor de su futura boda con un adinerado ejecutivo. A pesar de no tener pareja y estar arruinada se compromente a ayudarla con la preparación del evento, donde conoce a las otras cuatro damas de honor, a cada cual más rarita. Con una de ellas, la más pija y megaguay, entablará una peculiar rivalidad. Esta experiencia le hará replantearse toda su vida anterior.

Una muy buena comedia, algo gamberra e iconoclasta, con la particularidad de que está protagonizada por mujeres (suele ser al revés). Aunque tiene final algo rosa, como desde su mismo arranque empieza dando caña y hace reir y da que pensar, me gustó, a pesar de algunos flecos, como ciertos momentos escatológicos ... que también me hicieron reir (toda una paradoja), por el entorno en que se desarrollan. Una visión, con cierto enfoque sarcástico, sobre el sinsentido de ciertos rituales de boda.

No podía faltar la sabiduría ajena en este ceremonial matutino, con la que tengo contraída eterno compromiso matutino:

 - "El hombre que dice que no ha nacido feliz podría por lo menos llegar a serlo por la felicidad de sus amigos o de cuantos le rodean. La envidia le impide este último recurso".  (Jean de la Bruyère).

 - "Boda quiere la soltera
por gozar de libertad,
y mayor cautividad
con un marido la espera".  (Manuel Bretón de los Herreros).

 - "Todos deben casarse; no es lícito sustraerse egoístamente a una calamidad general".  (Moisés Saphir).

 - "Si realmente el noviazgo es el período más bello de todos, ¿por qué se casan las personas?".  (Sören A. Kierkegaard).

 - "Aunque nadie ha podido regresar y hacer un nuevo comienzo, cualquiera puede volver a comenzar ahora y hacer un nuevo final".  (Francisco Javier).

Besos y abrazos,

Don.
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¡Alto, matutinos arriba!

¡Buenos días!

Ni caso, seguiré con estos matutinos, con tozuda perseverancia, siempre a mi ritmo y parando cuando nosotros queramos, ellos y yo. Quien se nos ha venido arriba del todo es el verano de estos últimos días, que poco a poco se nos ha ido acercando a los 40ºC de máxima prevista para hoy, sin detenerse a pensar en los sofocos a los que nos tiene sometidos ... ¡poca empatía la suya! ...

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Las manos en el aire" ("Les mains en l'air"), de Romain Goupil, y con Valeria Bruni-Tedeschi, Linda Doudaeva y Jules Ritmanic. Una mujer de 70 años recuerda, desde el futuro, cuando tenía 11 años y como se vivía en la actualidad. De origen checheno, tiene su pandilla de amigos del instituto. Un día, uno de ellos es deportado con toda su familia por ser inmigrantes ilegales. Nuestra protagonista, y sus amigos, piensan que ella puede ser la siguiente deportada. La pandilla se siente amenazada, y sin decir nada a los adultos, deciden pasar a la acción.

Una muy buena película, divertida, un enfoque desde los atónitos ojos infantiles de la política inmigratoria francesa, y por extensión de la occidental. Una alegoría con cierto punto de sátira en la que los niños asumen roles de adulto y en la que los actores parecen estar escogidos intencionadamente. Sobre todo la principal, inmigrante legal y cuñada del actual presidente Sarkozy, el perpretador de la dura e insensible política inmigratoria francesa que se denuncia en el film.

Ahora, sin solución de continuidad, algo de sabiduría ajena que nos ayude a empatizar con el prójimo:

 - "Tal vez el viajar no pueda prevenir la intolerancia, pero al demostrar que toda la gente llora, ríe, se preocupa, y muere, puede que introduzca la idea de que si tratamos de entendernos unos con otros, tal vez podamos hasta ser amigos".  (Maya Ange).

 - "Quien nunca ha salido de su país está lleno de prejuicios".  (Carlo Goldoni).

 - "A mi juicio, el mejor gobierno es el que deja a la gente más tiempo en paz".  (Walt Whitman).

 - "De mis disparates de juventud, lo que me da más pena no es el haberlos cometido, sino el no poder volver a cometerlos".  (Anónimo).

 - "El amor de los niños es universal. Sonríen y hacen amistades en un instante. Respetan las diferencias entre personas. Los niños no guardan el resquemor y la amargura que nos sucede a los adultos".  (Johnny de Carli).

Besos y abrazos,

Don.

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Matutino amonado

¡Buenos días!

Como bien sabéis, embriagado estoy por la belleza que me rodea, y algo atontado, como casi todas las mañanas, y casi dando tumbos, por mis neblinas neuronales generadas en los madrugones, aunque gracias a mis hadas y ninfas, que atizan mi intelecto creativo, puedo escribir estas líneas.

El verano, ahí sigue, adormeciéndome aún más si cabe con sus soporíferos calores, lo que más bien sucede pasado el mediodía. Inteligente reacción ante el calor extremo, el adormecimiento, para mejor desenvolverse luego, con la caída del sol, cuyo imperio se desvanece en las frescas noches.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "El origen del planeta de los simios" ("Rise of the planet of the apes"), de Rupert Wyatt, y con James Franco y Freida Pinto. Es el segundo largo de este director, de quien no vi el primero. En mi infancia y juventud creo que me tragué toda la saga de films del planeta de los simios, allá por los años 60 y 70, de la que solo salvaría la primera, como casi siempre, la dirigida en 1968 por Franklin J. Shaffner y protagonizada por Charlton Heston. De ésta, Tim Burton hizo un remake en 2001, cuyo matutino podéis ver más abajo.

Un científico que trabaja para una multinacional farmacéutica desarrolla un virus benigno que recupera el tejido cerebral dañado. Es su obsesión, pues quiere curar a su padre, aquejado de Alzheimer. Antes de ensayar con humanos, experimenta con simios, comprobando que se curan, a la par que su inteligencia mejora, pero también parecen comportarse más violentamente. La corporación, por esto, cancela su proyecto, pero ...

Una muy buena película, muy entretenida (pasé un estupendo rato viéndola), con mucha acción, y cierto punto de reflexión sobre las consecuencias de nuestros actos y dilemas ético-científicos, dilemas que la naturaleza no se plantea en lo más mínimo en su proceso evolutivo, y nosotros somos naturaleza, aunque algunos no tengan conciencia de ello. Nos ofrece un punto de vista algo distinto (del que se proponía la saga del siglo pasado), más moderno, de como se llegó al planeta de los simios.

Bueno, ahora algo de filosófica sabiduría ajena, que seguro nos saca del atontamiento y quizás nos haga evolucionar a ser mejores seres humanos:

 - "La vida orgánica ha ido evolucionando gradualmente del protozoo al filósofo y esta evolución nos aseguran que representa un tremendo progreso. Desgraciadamente quien lo asegura es el filósofo, no el protozoo".  (Bertrand Russell).

 - "El hombre, un ser un milímetro por encima del mono, cuando no un centímetro por debajo del cerdo".  (Pío Baroja).

 - "Educar la inteligencia es dilatar el horizonte de sus deseos y de sus necesidades".  (James Russell Lowell).

 - "En la naturaleza no hay recompensas o castigos; hay consecuencias".  (Horace A. Vachell).

 - "Me interesa la moral, a condición de que no haya sermones".  (Parménides).

Besos y abrazos,

Don.

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Monísimo matutino

(Jueves, 6 de septiembre de 2001)

¡Buenos días!

Preciosísima y fresquísima mañanita tenemos a la vera del Arlanzón. Con una incordiante brisilla que traspasa el tuétano a los que vamos vestidos de verano, a la par que nos hace saltar lagrimones de los ojos legañosos (10º C esta mañana). Y si soporto tales suplicios es para después no padecer el agobio calórico del mediodía.

Ayer vi en el cine "El planeta de los simios", de Tim Burton, director que me encanta. Es un remake del clásico de los años 60, con el toque Burton, especialmente por lo sombrío, en general, de las imágenes (se desarrolla en su mayoría de noche y en umbrosos bosques), y una divertida breve referencia a una de sus anteriores películas, "Mars attacks". Ambas no son de las que más me han gustado de Tim Burton, de las que destacaría por encima de todas "Eduardo Manostijeras".

Sin embargo, es una buena película, de ciencia ficción, con una pequeña base en el primer planeta simiesco, pero con toques diferenciales y actualizados. Hace una crítica a ciertos aspectos de nuestra sociedad, y tiene algunos buenos momentos de film de acción y aventuras.

Y como consabido toque final, para que este matutino me quede de lo más mono posible, ahí va otra variada racioncilla de frasecitas ajenas:

 - "Que tu alimento sea tu medicina y que toda tu medicina sea tu alimento".  (Hipócrates).

 - "Nunca habréis oído decir un refrán bien verdadero: quien más sirve en este mundo, siempre viene a valer menos".  (refrán).

 - "El hombre justo no es el que no comete ninguna injusticia, sino el que pudiendo ser injusto, no quiere serlo".  (Menandro).

 - "La libertad no precede al deber, sino que es consecuencia de él".  (Immanuel Kant).

 - "Es a menudo más conveniente disimular una injuria que vengarla".  (Séneca).

 - "De diez cabezas, nueve embisten y una piensa. Nunca extrañéis que un bruto se descuerne luchando por una idea".  (Antonio Machado).

 - "Mi patria es el mundo, y mi religión hacer el bien".  (Thomas Paine).

Besos y abrazos,

Don.

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La suerte de los matutinos

¡Buenos días!

Como por casualidad, hace algo más de 12 años, me encontré con estos matutinos por la vera del Arlanzón, y tras coquetear con ellos por allí, aprovechando la oportunidad que me dieron, me los traje "pa' los madriles" hace algo más de un año para seguir asentando nuestra relación. Inmensa suerte la que disfruto, la que disfrutamos, inasequible a los vaivenes del porvenir. El verano, igual, oscilando entre más o menos calor, nunca agobiante, amagos de tormenta, y poco más.

Este fin de semana he estado viendo en el cine "La oportunidad de mi vida" ("La chance de ma vie"), de Nicolas Cuche, y con François Xavier Demaison y Virginie Efira (todo un bomboncito).

Un eficacísimo asesor matrimonial es incapaz de tener una relación amorosa estable, pues es un gafe con las mujeres con las que intenta tener relaciones, siempre efímeras debido a que ellas suelen acabar en el hospital. Ya casi resignado a su suerte, un día se le aparece la mujer de sus sueños y en principio parece que su suerte va a cambiar, pero ...

Una muy buena comedia romántica, no demasiado convencional, con algunos divertidísimos gags, a pesar de otros momentos que me chirriaron, como el del histriónico personaje del jefe de ella (que sobraba), y algunos pequeños excesos de melosidad, razonablemente tolerables pues no afectaron gran cosa a mi diabetes cinéfila, dado que me encontré lo que esperaba, una agradable comedia para pasar un buen rato de risas ... y que da algo que pensar.

Lo que termina por destilar de esta historia es lo mismo que lo que hace el cuento sufí, "El joven y el hombre sabio", que se relata en la película "La guerra de Charlie Wilson", de Mike Nichols, y cuyo matutino podéis ver pinchando aquí. El cuento dice, más o menos:

"Un muchacho recibió como regalo un estupendo corcel, y todos decían en su pueblo que qué buena suerte tenía, pero el hombre sabio respondía que ya se verá. Al poco, montando en el caballo, el joven cayó y se partió una pierna, y todos decían que qué mala suerte, pero el hombre sabio respondía que ya se verá. Después, se declaró una guerra y el joven se libró del alistamiento por estar impedido, y todos decían que qué buena suerte, pero el hombre sabio respondía que ya se verá. Más tarde ...". Y así, con esta alternativa letanía de buena y mala suerte va continuando la historia ...

Ahora, tras la que seguro extraéis de este cuento sufí, algo más de sabiduría ajena, una oportunidad para reencaminar nuestras vidas:

 - "Como ocurre en la película, si miro hacia atrás, me doy cuenta de que algunos momentos que consideré de mala suerte, quizá los peores de mi vida, en realidad fueron la base de otros muy buenos".  (Nicolas Cuche).

 - "La suerte de la fea, la bonita la desea".  (refrán).

 - "Tenemos que aprovechar cuando la suerte está de nuestro lado y hacer todo lo posible por ayudarla, de la misma manera que ella nos está ayudando".  (Paulo Coelho).

 - "Muchos creen que tener talento es una suerte; nadie que la suerte pueda ser cuestión de tener talento".  (Jacinto Benavente).

 - "Para el éxito sobra el talento; para la felicidad, ni basta".  (Cela).

 - "En todo fracaso hay una oportunidad nueva".  (John D. Rockefeller).

 - "Los problemas son oportunidades para demostrar lo que se sabe".  (Duke Ellington).

Besos y abrazos,

Don.

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La felicidad está cerca en estos enormes matutinos

¡Buenos días!

Pues sí, efectivamente, en estos casi infinitos matutinos es bastante probable encontrarse con la felicidad de sopetón, cuando menos te lo esperas, que es casi siempre, pero me alegro de encontrarla como si fuera la primera vez. Como lo hago de encontrarme con mis bien amadas hadas y ninfas cada día. El verano que nos envuelve nos da siempre la sorpresa con su calor, intenso hace pocos días, tierno y suave hoy, mañana el azar dirá, pero siempre estará en nosotros como manejar lo que nos es dado ...

Este pasado fin de semana estuve en el cine viendo una espléndida y hermosísima película búlgara (creo que es la primera en mi vida que veo de esa nacionalidad), que desde ya os recomiendo encarecidamente, muy encarecidamente que vayáis a ver. Se trató de "El mundo es grande y la felicidad está a la vuelta de la esquina" ("Svetat e golyam i spasenie debne otvsyakade" / "The world is big and salvation lurks around the corner"), de Stephan Komandarev, y con Miki Manojlovic, Carlo Ljubek, Hristo Mutafchiev, y Anna Papadopulu.

Un joven treintañero sufre un accidente de coche en Alemania y queda amnésico. Sus padres, emigrantes búlgaros, fallecieron en ese mismo accidente. Su abuelo viaja desde Bulgaria para ver a su nieto. Con la intención de curarle la amnesia le empuja a un viaje en bicicleta tándem por toda Europa de regreso a su ciudad natal, deshaciendo la odisea emigrante que hizo con sus padres cuando niño, quienes tuvieron que exiliarse de la dictadura comunista búlgara en los años 80. El abuelo, experto jugador de backgammon, le va haciendo recuperar la memoria y a través de la filosofía que destila ese juego le da las herramientas para que vuelva a recuperar la ilusión por vivir.

Esta historia, contada en flashbacks, a través de los cuales el joven va recuperando la memoria de su existencia gracias a las maestras enseñanzas de su experto abuelo, en el backgammon y en el arte de saber vivir una buena vida con independencia de lo que esta nos depare, me emocionó intensamente y, vuelvo a repetir, os la recomiendo muy encarecidamente.

Ahora, algo de sabiduría ajena, amén de la que ya rezuma esta deliciosa película, que seguro nos hace encontrar más fácilmente algo de dicha vital:

 - "La vida no consiste en esperar a que pasen las tormentas, sino en

aprender a bailar bajo la lluvia".  (Anónimo).

 - "La vida no debe ser una novela que se nos impone, sino una novela que inventamos".  (Novalis).

 - "Sólo aquellos que nada esperan del azar son dueños del destino".  (Mathew Arnold).

 - "Tenemos que aprovechar cuando la suerte está de nuestro lado y hacer todo lo posible por ayudarla, de la misma manera que ella nos está ayudando".  (Paulo Coelho).

 - "Se tienen que aceptar las cosas como vienen y, dando lo mejor de cada uno, cumplir con valentía las tareas".  (Eleanor Roosvelt).

 - "El destino a veces suele cumplirse en pocos segundos, y aquello que durante años se ha buscado no lo concede un dichoso azar".  (Franz Schubert).

 - "No existe viento favorable para el marinero que no sabe a donde ir".  (Séneca).

 - "La dicha de la vida consiste en tener siempre algo que hacer, alquien a quien amar y alguna cosa que esperar".  (Thomas Chalmers).

Besos y abrazos,

Don.

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