jueves, 30 de abril de 2020

Matutino por poco

¡Buenos días!

¡Nada de eso!, que este es un matutino de pleno derecho, con tanto como cualquier otro a ser tal, con la misma naturaleza esencial que los demás, pues todos, cada uno con sus particularidades, merecen estar en este ambiente matutino que entre todos creamos sin darnos cuenta, por nuestra mera existencia y su interrelación con las demás. Y por poco, en este muy primaveral día de sol y nubes, vamos a lograr rebasar hoy los 20ºC de máxima; y por mucho, muchísimo más en próximos días, tanto que parecerá verano, un desnaturalizado verano a primeros de mayo.

Ayer por la tarde estuve viendo otro anime del Studio Ghibli. Esta vez se trató de "Pompoko" ("Heisei tanuki gassen Ponpoko", 1994), de Isao Takahata, y con guion de él mismo. De este director, maestro del cine que me embelesa, había visto tres de sus anteriores films, todos del Studio (me queda uno de estos que os glosaré en breve), a saber, la espléndida "Recuerdos del ayer" ("Omohide poro poro", 1991), y las dos sublimes obras maestras que son para mí "La tumba de las luciérnagas" ("Hotaru no haka", 1988) y "El cuento de la princesa Kaguya" ("Kaguyahime no monogatari", 2013).

Según las leyendas japonesas, los tanuki, especie de mapaches japoneses, tienen el poder de transformarse en lo que quieran, sea en humanos, u otros animales o cosas. Cuando un clan de estos animales, durante los desarrollistas años 60 del pasado siglo (años 30 de la era Pompoko para los mapaches), descubren que su bosque está siendo arrasado para dar más espacio a los nuevos barrios de un Tokio en vertiginosa expansión, ven peligrar su futuro, con cada vez menos espacio y comida, lo que les llevará a la extinción. Así que se unen a otros clanes, con los que estaban enfrentados no hace mucho, y planean juntos poner coto a tales desmanes humanos usando sus poderes mágicos, declarando una muy peculiar guerra contra estos (que no se enteran de nada), a pesar de algunas voces discordantes mapachiles que piden más sensatez.

Película que me descolocó (nota: 5), a pesar de sus evidentes méritos, pero esta vez casi que pudieron más sus contras (para mí). Historia de desbordantes imaginación y creatividad, disparatada, tan abigarrada de particularidades míticas y culturales japonesas que se me escapaban, que no entendía gran cosa. Tiene tres tipos de dibujo animado, uno realista cuando representa a los mapaches tal cual son en la naturaleza (así están cuando los observan los humanos); otro de dibujo animado más clásico cuando se tornan antropomorfos mientras interaccionan entre ellos, lejos de miradas humanas, o se convierten en personas, otros animales o cosas; y otro de dibujo más estilizado y simple, cual esbozadas caricaturas, cuando realizan actividades grotescas o divertidas. Muestra las consecuencias en la naturaleza del despegue económico japonés de los años 60, con lo que destila un evidente mensaje ecologista (además de antibelicista), y es todo un alegato medioambiental contra el desarrollismo descontrolado abogando por formas de crecimiento sostenible.

Ahora unas citas de sabiduría ajena y me digo, pon poco, quiero decir, pocas, que si no nos podemos aturullar por el exceso:

 - "De lo poco, poco, poco; y de lo mucho, nada".  (Refrán).

 - "Lo poco abasta, y lo mucho se gasta".  (Refrán).

Besos y abrazos,

Don.
_____

miércoles, 29 de abril de 2020

Aprendiz de matutino mensajero

¡Buenos días!

Otra mañanita más en la que el embrujo de estos matutinos hace volar mi imaginación más allá de las cuatro paredes de este confinamiento de vírica y coronada ¿realeza o realidad?... permitiendo que desparrame sobre ellos mis desvaríos algo atolondrados con la esperanza de que se repartan por doquier. La primavera sigue aprendiendo sobre si misma, barriendo su melancolía, y nuestro eventual alicaimiento por el encierro, en estos días cada vez menos grises y más soleados, con tendencia para próximas jornadas de mayores calores, según lo previsto, quizá demasiados todavía para estas fechas, pero que espero pasen pronto y no vuelvan hasta el verano. De momento, hoy tendremos 20ºC de máxima por los madriles, con algo de viento, nubes y claros.

Ayer por la tarde estuve viendo otro anime del Studio Ghibli, "Nicky, la aprendiz de bruja" ("Majo no takkyûbin", 1989), de Hayao Miyazaki, con guión de él mismo basado en el libro infantil homónimo de la escritora Eiko Kadono.

Kiki (Nicky en la traducción al español) es una joven bruja que acaba de cumplir 13 años. Como manda la tradición brujeril debe abandonar el hogar paterno durante un año, e irse a otra ciudad, para aprender a valerse por sí misma y a desarrollar sus incipientes poderes mágicos. Así que hace el petate y junto a su gato negro y a bordo de su escoba emprende el viaje con torpe vuelo de pipiolo. Cuando llega a otra ciudad, al borde del mar, que le parece bonita y no tiene otra bruja residente, decide quedarse allí. Con las iniciales dificultades de integración en su nuevo ambiente, consigue empleo en una panadería, y también alojamiento allí en la buhardilla, desde donde monta, con el beneplácito de la dueña, su propio negocio como mensajera a domicilio aprovechando la ventaja de su don para el vuelo.

Una muy buena película (nota: 7) este tierno cuento infantil con adorable protagonista y adorables personajes, sobre incipiente emancipación, juvenil y femenina, sobre las vicisitudes del tránsito a la madurez, de la infancia a la adolescencia, de su protagonista, diferente al resto por sus poderes, pero con los mismos problemas, que con la gente que va conociendo vivirá aventuras de lo más pintorescas, menarquia incluida, aunque mostrada de manera tan metafóricamente sutil, poética y elegante, tan contenida... ¡tan a la japonesa!, que ni te das cuenta de lo que ocurrió ni de cuando pasó... ¿cuándo se sintió alicaída?

Ahora unas citas de sabiduría ajena, que nos permitan seguir aprendiendo:

 - "Errando se aprende a herrar".  (Refrán).

 - "Para aprender, es menester padecer".  (Refrán).

 - "El hombre llega novato a cada edad de la vida; cada edad tiene su aprendizaje".  (Nicolás Chamfort).

 - "El aprendizaje debe ser un proceso de toda la vida, no un proceso que termina cuando uno logra alguna medida de reconocimiento. Cuando uno cree que sabe todo lo que tiene que saber es improbable que pueda mostrar de nuevo creatividad significativa".  (Robert J. Sternberg).

Besos y abrazos,

Don.
_____

martes, 28 de abril de 2020

Matutino en el cielo

¡Buenos días!

Otro divino y celestial matutino que me eleva a sus guarnecidos altares para desde allí, cual anímico maná, dispersarse por mi ser toda su esencia, ejerciendo su poderoso influjo, y por doquiera su libre albedrío les quiera llevar. La mañana, como la de ayer, sigue entre soleada y nubosa, escondiendo a ratos las nubes el poderío solar, evitando que nos fulmine en exceso. La máxima prevista para hoy será de unos muy agradables 18ºC.

Ayer por la tarde estuve viendo otro delicioso anime, que también os recomiendo porque me fascinó tanto como el anterior que vi. Se trató de "El castillo en el cielo" ("Tenkû no shiro Laputa", 1986), de Hayao Miyazaki, con guion también suyo basado en su propio manga homónimo. La primera película propiamente dicha del Studio Ghibli, creado en 1985, pues la anterior, "Nausicaä del Valle del Viento" ("Kaze no Tani no Naushika", 1984), aunque aceptada como tal por ser la fundacional del Studio, no lo es estrictamente por cuestiones de fecha.

Un dirigible vuela plácidamente en la noche por encima del mar de nubes cuando es atacado por unos piratas aéreos. Durante la confusión del abordaje, una chica custodiada por unos agentes secretos gubernamentales, trata de escapar por la ventana de su compartimento, pero se precipita al vacío. Durante la caída libre se desmaya y no se percata de que la piedra preciosa labrada que lleva como colgante, que tiene poderes mágicos, se ilumina y detiene su vertiginoso descenso, la hace flotar, posándose delicadamente en los brazos de un joven minero que estaba viendo la escena. La aloja en su casa, y cuando ella despierta a la mañana siguiente se da cuenta de que tanto los piratas como los agentes secretos la están buscando, aunque lo que en realidad desean es la piedra del colgante, luchando entre ellos por conseguirla mientras la persiguen. Ayudada por el joven minero emprende la huida mientras trata de averiguar el secreto de la gema, que en realidad es la llave para acceder a un recóndito castillo flotante en el cielo, escondido y protegido entre tormentosas nubes, y antiguo reino olvidado de unos poderosos seres que parecen haberse extinguido.

Otra sobresaliente historia del maestro Hayao Miyazaki (nota: 9), plenamente cuajada de las señas de identidad de su imaginario (pasión por la aviación a través de peculiares artefactos voladores, antibelicismo y ecologismo, y gusto por las heroínas adolescentes o preadolescentes), de fabuloso aparato visual y profunda sabiduría vital, que me dejó boquiabierto de nuevo, cual infante sorprendido y atónito ante la fascinante fantasía que se presentaba ante mis ojos. Apasionante peripecia la de la joven pareja protagonista que me tuvo embelesado todo el metraje.

Ahora unas citas de sabiduría ajena, que espero ayuden a que no se enroquen nuestras entendederas mientras se elevan a más altas cotas:

 - "Amigos míos, pedid a Dios la alegría. Sed alegres como los niños, como los pájaros del cielo".  (Fiódor Dostoievski).

 - "Mucho saber del cielo y poco saber del suelo".  (Refrán).

 - "Si la prudencia te acompaña, ningún poder celestial te desamparará".  (Juvenal).

 - "Oro, poder y riquezas
muriendo has de abandonar,
al cielo sólo te llevas
lo que des a los demás".  (Eduardo Marquina).

Besos y abrazos,

Don.
_____

lunes, 27 de abril de 2020

Aire puro matutino

¡Buenos días!

Eso es lo que respiro por aquí, libre de toda contaminación, al deambular, cuando no floto ingrávido, a mi aire en estos matutinos por los que bebo los vientos y que trato de que se dispersen cual esporas a su albur, y al filo del alba. Mañanita que se nos ha despertado soleada y algo nubosa, y en la que es posible algún pequeño chubasco primaveral, que seguro ayudará a germinar con mayor lozanía la vida que nos rodea bulliciosa. La máxima prevista para hoy será de 17ºC.

Este fin de semana estuve viendo otro anime, que desde ya os recomiendo que veais, que me entusiasmó. Se trató de "Nausicaä del Valle del Viento" ("Kaze no Tani no Naushika", 1984), de Hayao Miyazaki, con guion también suyo basado en su propio manga homónimo. No es propiamente una producción del Studio Ghibli, que se creó en 1985, pero está considerada como su película fundacional, pues buena parte del equipo que la realizó pasó a integrar el del Studio, y sus maneras estilísticas y argumentales dieron pie a las del resto de su filmografía. En un matutino posterior, cuando termine de ver las que me quedan del Studio, os relacionaré todas sus películas, ordenadas según mis particulares preferencias que, ya aviso, no son las de la mayoría.

En un futuro lejano, mil años después de un cataclismo medioambiental originado por los hombres con sus guerras, casi la totalidad de la Tierra se encuentra cubierta de bosques repletos de esporas venenosas y amenazadores insectos gigantes mutantes, extensión que no cesa de crecer, aunque resisten pequeños reductos en los que habitan los pocos humanos que quedan, agrupados en pequeños reinos, y que luchan contra el bosque tóxico y el resto de feudos. En uno de estos, el pacífico Valle del Viento, vive Nausicaä, su compasiva joven princesa, a la que le encanta volar en su planeador para explorar el entorno y que no ve al bosque ni a sus insectos tan amenazantes. Un día son invadidos por uno de los reinos vecinos con la idea de obligarles a unir sus fuerzas para arrasar el bosque contaminado.

Sobresaliente película (nota: 9), maravillosa en todos sus sentidos, que me gustó más que otras más afamadas y reconocidas del director, y del Studio Ghibli en general, de desbordante fantasía, fantásticos universos que en perfecta simbiosis mezclan, por ejemplo, castillos medievales con extravagantes aeronaves, y que rezuma antibelicismo a ultranza, ecológica conciencia medioambiental, y reverendísimo respeto por la naturaleza y su infinita sabiduría. Pero también tiene adheridos dos intrínsecos sellos de Hayao Miyazaki: su fascinación por volar, y por las resueltas heroínas adolescentes. Por entretenida, fascinante, y por su profundo conocimiento de las gentes y la vida en general, y su influencia posterior, no os la deberíais perder. ¡Ah, y la veo muy apropiada para estos tiempos de coronavirus!

Ahora, las consabidas citas de sabiduría ajena, que seguro ayudan a oxigenar nuestras entendederas y evitan que se puedan enturbiar:

 - "Quien siembra vientos, recoge tempestades".  (Refrán).

 - "La desgracia termina por amainar. Los vientos no siempre soplan del mismo cuadrante ni con igual fuerza".  (Eurípides).

 - "La multitud, como el mar, es por sí misma inmóvil, es tranquila o procelosa, según sean los vientos o las auras que las conmuevan".  (Tito Livio).

 - "La libertad es el aire respirable del alma humana".  (Víctor Hugo).

Besos y abrazos,

Don.

viernes, 24 de abril de 2020

El natural espíritu custodio matutino

¡Buenos días!

Mis bienhechores matutinos, cual celestes espíritus, cuidan tan bien de mí y con tal naturalidad que casi ni cuenta me doy, y creo que ni ellos de mi paso por su mundo, al que suelo entrar de puntillas sin apenas dejar rastro de mis estancias, dejándolos tal cual me los encontré para que otros que por aquí quieran disfrutar lo puedan hacer tanto como yo. Como asimismo hago en este delicioso día de primavera, soleado con algún sutil velo nuboso y 22ºC de máxima prevista para hoy por los madriles.

Ayer por la tarde estuve viendo otro anime, "La princesa Mononoke" ("Mononoke-hime", 1997), de Hayao Miyazaki, pues al escribir el anterior matutino, el de antes de ayer, en el que glosaba otra suya, "Porco Rosso" ("Kurenai no buta", 1992), me di cuenta de que aunque recordaba haberla visto no escribí en su día el correspondiente matutino, o no lo publiqué por despiste y se perdió, quizá por agobios o empanada mental de entonces; ni tampoco de alrededor de que fecha la vi, aunque sí que me compré su DVD (estimo que hace entre 10 y 15 años) y de seguidas la vi, pero poco más; así que me dispuse a verla otra vez para poder dedicarle un matutino.

En el mitológico Japón ancestral, poblado por humanos, dioses varios y extraordinarias criaturas de la naturaleza, un joven es atacado por un gigantesco jabalí endemoniado, que amenazaba a su clan y al que consigue abatir, pero que antes le deja maldito por una especie de gangrena que comienza en su brazo derecho y poco a poco va extendiéndose por su cuerpo y alma, intentando envenenarle de odio. Por ello debe partir de su aldea, sin dejar que el rencor invada su corazón, según le recomienda la sabia anciana de su poblado, en busca de sanación al lejano lugar en el que habita un poderoso dios nemoroso. Cuando llega allí se topa con otra aldea de humanos, que esquilman el bosque y están en permanente guerra con las deidades y animales que lo pueblan, y entre los que se encuentra la princesa Mononoke, una humana, hija adoptiva de una diosa loba, que lucha fieramente contra sus propios congéneres para evitar la destrucción de la naturaleza.

Muy buena película (nota: 7), aunque me pasó lo mismo que con "Porco Rosso", que me gustó algo menos de lo que esperaba, quizá por demasiado abigarrada de mitos y leyendas japonesas que no acababa de entender muy bien (falta de conocimiento). Desbordante imaginación, como siempre en Miyazaki, en esta fabulosa fábula que destila mensajes ecologistas (hay que cuidar la naturaleza para que ella nos cuide), antibelicistas (a pesar, o precisamente por ello, de su violencia) y un soterrado y sutil romance adolescente entre sus dos protagonistas, muy mediatizado por sus guerras. Muestra la oscuridad del mundo pero siempre con el brillo de la vida pujando por rebrotar y no perecer, y además sin maniqueísmos, pues nadie es malo, que todos tienen sus motivos para hacer lo que hacen.

Ahora unas citas de sabiduría ajena que, cual benefactores hechizos, espero os encanten:

 - "El hacha del leñador le pidió al árbol el mango, y el árbol se lo dio".  (Rabindranath Tagore).

 - "El justo debe imitar al bosque de sándalo, que perfuma al hacha que lo lastima".  (Proverbio indio).

 - "La vida es sufrimiento y dificultades, el mundo y el hombre están malditos, pero aun así insistimos en vivir".  (Hayao Miyazaki).

Besos y abrazos,

Don.
_____

miércoles, 22 de abril de 2020

¡Porca miseria, no solo los matutinos tienen alas!

¡Buenos días!

¡Maldita sea!, estoy que me va a dar un siroco, ahora resulta que mi desbordante imaginación también puede volar sin necesidad de embarcarme en estos matutinos, aunque no me pondré rojo por este pequeño despiste... pelillos a la mar, que no gordas cerdas, que no flotan bien al viento. Por lo demás, más bien planean las grises nubes que nos siguen sobrevolando debido a la poca brisa que hoy hace en este primaveral día con 19ºC de máxima prevista por los madriles.

Antes de ayer estuve viendo otro anime del Studio Ghibli. Se trató de "Porco Rosso" ("Kurenai no buta", 1992), de Hayao Miyazaki. De este magistral y venerable director japonés había visto anteriormente seis más de sus largos de animación, a saber, "El viento se levanta" ("Kaze tachinu", 2013), "Ponyo en el acantilado" ("Gake no ue no Ponyo", 2008), "El castillo ambulante" ("Hauru no ugoku shiro", 2004), "El viaje de Chihiro" ("Sen to Chihiro no kamikakushi", 2001), "La princesa Mononoke" ("Mononoke-hime", 1997), y "Mi vecino Totoro" ("Tonari no Totoro", 1988); unas joyitas todas, pero me quedo con Chihiro y Ponyo. Ya me van quedando menos para verlos todos.

Porco Rosso, cuyo verdadero nombre es Marco (¿el de los Apeninos?), es el seudónimo de un veterano y mítico aviador (convertido en cerdo antropomórfico por un hechizo), as del aire durante la I Guerra Mundial, que vive en la Italia de 1929, tras el crack financiero mundial y donde el fascismo está en pleno auge. Desencantado del mundo que le toca vivir, y aislado del mundanal ruido en un recóndito islote del mar Adriático, aunque por las noches se deje caer por un bar regentado por una carismática, elegante y atractiva mujer, donde también paran piratas y demás gente de mal vivir; sin embargo, a bordo de su hidroavión rojo, es el azote de los piratas de la zona (también hidroaviadores) a los que impide constantemente que lleven a buen puerto sus fechorías, cobrando suculentas recompensas por ello. Hartos estos de él, contratan a un experimentado piloto norteamericano, un presuntuoso guaperas y ligón empedernido, para librarse de Porco Rosso.

Muy buena película en general (nota: 7), no es para menos tratándose del Studio Ghibli y el maestro Miyazaki, con algunos momentos maravillosos, aunque me gustó algo menos de lo que esperaba. Rara avis del Studio, con trasfondo de realismo histórico y fantasía desbordante, marca de la casa, pero no el que el protagonista sea un maduro varón, rojo y que podría recordar a aquel barón real, en lugar de una decidida jovencita, como suele ser, y que ahora es la jovial escudera del jetudo antihéroe. Destila sutil feminismo, antibelicismo, antitotalitarismo de todo pelaje y condición, a través de los espíritus libres que son sus protagonistas, tanto Porco Rosso como los piratas, los aviadores e ingenieros aeronáuticos en general, con sus códigos de honor. Film que respira aire crepuscular, con soterrada historia de amor incluida, que recuerda a muchas cosas (muchas referencias cinéfilas), pero sobre todo a una de cine negro de Humphrey Bogart cual sapo esperando un hechizante beso.

Ahora unas citas de sabiduría que espero den alas a nuestras entendederas y nos permitan ser mejores porqueros, no por cuidadores de puercos, sino por hacernos preguntas (por qué y demás):

 - "Prefiero ser un Sócrates dubitativo a un cerdo satisfecho".  (Martin Heidegger).

 - "Más vale ser un cerdo que ser un fascista".  (Hayao Miyazaki).

 - "Llovió tan fuerte que todos los cerdos se lavaron y todos los hombres se emporcaron".  (Georg Ch. Lichtenberg).

 - "El hombre, un ser un milímetro por encima del mono, cuando no un centímetro por debajo del cerdo".  (Pío Baroja).

 - "Todo es bello, o tiene su belleza. Hay que hablar de un cerdo como de una flor".  (Jules Renard).

Besos y abrazos,

Don.
_____

martes, 21 de abril de 2020

El matutino de arriba la colina

¡Buenos días!

Desde aquí arriba oteo todo lo que mi vista alcanzar puede, y allende con mi florida mente, y lo plasmo en estas líneas donde dejo constancia de lo que está siendo y fue para que me impulse a lo que será. Y tan arriba estoy que casi veo por encima del hombro a estas muy grises nubes que hoy vuelven a chorrearnos sus humores, siempre buenos y hoy algo frescales, pues la máxima prevista será de 14ºC, breve contratiempo ya que desde mañana volveremos a rondar la veintena de nuevo.

Este fin de semana estuve viendo otra de anime del Studio Ghibli. Esta vez se trató de "La colina de las amapolas" ("Kokuriko-zaka kara", 2011), de Goro Miyazaki. Es el segundo largo y primero que veo de este director, hijo de Hayao Miyakzaki (coguionista con Keiko Niwa), cofundador del estudio junto con Isao Takahata, sublimes maestros ambos, ya veteranos, en esto del cine.

Japón en los meses previos a los Juegos Olímpicos de Tokio de 1964. Una estudiante de instituto, huérfana de padre, cuya madre trabaja en el extranjero, vive con su abuela y hermana pequeña, regentando una pequeña pensión con dos huéspedes en su casa familiar arriba de una colina con vistas al mar, lo que compagina con sus estudios. Conoce a un activo (y atractivo) estudiante de su instituto, que dirige la gacetilla escolar, y que lidera a otros estudiantes que se oponen a la demolición de un viejo caserón dentro de las instalaciones docentes, y donde desarrollan los diversos clubes sus actividades extraescolares, proponiendo su restauración. Entre ambos surgirá primero la amistad, y poco a poco el amor. Pero el casual descubrimiento de un secreto del pasado de ambas familias pondrá trabas a su relación.

Una buena película (nota: 6), con las habituales excelencia en la factura técnica y fotografía de gran belleza, tan propias del estudio, aunque esta vez lejos de la fantasía desbordante que suele haber en sus historias, aunque esta no me llegó a atrapar del todo. Melodrama romántico adolescente donde la usual sutileza y contención japonesa impide que ruede pendiente abajo hacia el folletín de baratillo. Nos habla de aprender a convivir con el pasado si queremos tener un esperanzador futuro.

Pues ya casi al pie de este matutino de altura, no queda más que dejar sembradas unas citas de sabiduría ajena, que espero florezcan en nuestras entendederas:

 - "No hay mañana para la gente que anhela el futuro y olvida el pasado".  (Hayao Miyazaki - Keiko Niwa).

 - "Reconsideras tu vida conforme la vas viviendo, de la misma forma que si estuvieras escalando una montaña y continuamente vieras los mismos paisajes desde distintos puntos de vista".  (Doris Lessing).

 - "El querer lo es todo en la vida. Si queréis ser felices lo seréis. Es la voluntad la que transporta las montañas".  (Alfred de Vigny).

 - "El que ha desplazado la montaña es el que comenzó por quitar las pequeñas piedras".  (Proverbio chino).

Besos y abrazos,

Don.
_____

lunes, 20 de abril de 2020

Remembranza matutina

¡Buenos días!

¡Ya ni me acuerdo de cuando empezaron estos matutinos, ni de cuando comenzaron a cambiar sutilmente hasta llegar a ser lo que hoy son!... Bueno, en realidad sí que me acuerdo, pero me queda más nostálgicamente poético lo primero. No obstante, respecto a estos dias de revoltosa primavera, nada echo de menos, pues disfruto el día a día de lo que nos va ofreciendo según su capricho, como lo que hoy nos regala, sol, nubes, algún probable chubasco aislado, y 18ºC de máxima prevista por los madriles.

Descubrí hace poco que en Netflix está disponible todo el catálogo de películas del Studio Ghibli, mítico estudio de animación japonés del que había visto algunas de sus producciones (la mayoría de Miyazaki y Takahata), parte de las cuales considero magistrales. Así que este fin de semana he empezado a ver las que me quedan, sin prisas de "seriéfilo" ansioso por llegar al final, comenzando por "Recuerdos del ayer" ("Omohide poro poro", 1991), del maestro Isao Takahata, fallecido hace dos años, de quien había visto dos de sus anteriores, dos absolutas obras maestras del cine según mi entender: "El cuento de la princesa Kaguya" ("Kaguyahime no monogatari", 2013) y "La tumba de las luciérnagas" ("Hotaru no haka", 1988).

Una joven de 27 años de Tokio, que no sabe muy bien que hacer con su vida, va sola a pasar sus vacaciones de verano a la granja de la familia de su cuñado, en un pueblo en el que estuvo otra vez de veraneo cuando era una preadolescente y se lo pasó en grande. Durante el trayecto y en la estancia allí, que volverá a disfrutar con deleite, le dará por recordar pasajes de su vida infantil durante el curso escolar previo a aquel delicioso verano.

Estupenda película (nota: 8), otra delicia plena de la delicadeza y sutileza de hondos sentimientos tan propia de su director, que a través de su protagonista, en los dos cruciales momentos de su vida que nos muestra, matizados por dos tipos de dibujo marcadamente diferentes (cual sutiles acuarelas en su infancia, y un algo más abigarrado óleo en su vida adulta), se nos habla, con cierta pátina de melancolía, del paso a la madurez y de la búsqueda del propio ser, a pesar de los reveses, y de cómo las encrucijadas a las que entonces tuvo que enfrentarse quizá le puedan servir para salir de las que ahora se le presentan en su vida adulta. Otra exquisitez de Takahata, por quien siento reverendísima debilidad cinéfila, y del Studio Ghibli en general, lo que me anima a seguir viendo más anime de ellos.

Bueno, pues antes de que se me olvide, ahí os dejo unas citas de sabiduría ajena:

 - "Toda felicidad se compone de dos sensaciones tristes: el recuerdo de la privación en el pasado y el temor de perderla en el porvenir".  (Alphonse Karr).

 - "¿Debe afligirme una hermosa felicidad porque huyó rápidamente? Un breve encuentro y un largo recuerdo hace el alma rica y libre".  (Emanuel Geibel).

 - "Todo recuerdo es melancólico, y toda esperanza, alegre".  (Novalis).

 - "Dices que cada nueva mañana nos trae mil rosas; sí, pero ¿dónde están los pétalos de las rosas del ayer?".  (Omar Khayyam).

 - "Encuéntrate y sé tú mismo; recuerda que no hay nadie como tú".  (Dale Carnegie).

Besos y abrazos,

Don.
_____

jueves, 16 de abril de 2020

Preciosos matutinos que tallo con esmero

¡Buenos días!

Brotan a lo bruto de mis neuronas, bullendo cual incandescente magma, torrentes de ideas que se atropellan por salir de mí a conocer el mundo, pero antes he de intentar tallarlas un poquito, no para tomarles la medida, sino para pulirlas algo y que puedan mostrar mejor el lustre que pudiesen contener, en la forma de estos matutinos con sus múltiples facetas. Llevamos ya varios días seguidos en los que el tupido cielo gris no cesa de producir acuosas gemas que, si el sol consigue asomar un poquito por alguna rendija, seguro forman irisados reflejos que, bien organizados, cual perfecto cristal, crearán el consabido arco. La máxima prevista para hoy será de 19ºC.

Hace unos días estuve viendo otra película, pero no en cine, sino en Netflix, que se estrenó a finales de enero. Se trató de "Diamantes en bruto" ("Uncut gems", 2019), de Ben Safdie y Joshua Safdie, y con Adam Sandler, Julia Fox, Kevin Garnett, Idina Menzel, Lakeith Stanfield, Eric Bogosian, y varios más, que es bastante coral, salvo por el omnipresente protagonista. Es el primer largo que veo de este par de hermanos directores.

El propietario de una joyería de Nueva York, sita en el barrio judío de los diamantes, entre cuyos clientes habituales se encuentran algunos famosos, es un ludópata empedernido que se gasta ingentes cantidades de dinero en apuestas deportivas, principalmente sobre baloncesto, lo que le genera grandes deudas con prestamistas que le cuesta mucho devolver a pesar de su riqueza, y para lo que se ve obligado de continuo a hacer malabarismos financieros. Un día consigue a muy buen precio, ilegalmente, una piedra que contiene varias gemas en bruto (ópalos negros) y que piensa subastar por un pastón para lograr saldar todas sus deudas. Por hacerle un favor a una estrella de la NBA a quien admira, y que queda fascinado por el pedrusco creyendo además que tiene propiedades mágicas, se la presta por unos días, pero no se la devuelve en el plazo prometido, con lo que se rompe la cadena de trapicheos, la mayoría trueques, que tenía montada para saldar su deuda, viéndose obligado a un frenético periplo para intentar enmendar el embrollo en que está metido, sin dejar en ningún momento de seguir apostando por doquier.

Buena película en general (nota: 6), cuya historia no me dijo nada en especial, pues este tipo de películas lo tienen más difícil conmigo para atraparme, aunque sí lo consiguió en parte por sus adrenalínicas maneras, aunque algo estresante me pareció el seguir la arrebatada peripecia del protagonista, ansioso, casi que al borde del perpetuo infarto, con las que la película logró engancharme. Es un vertiginoso thriller, muy intenso, de sincopado ritmo, cámara nerviosa, y diálogos atropellados. Nos habla sobre desmedida ambición, sobre adicción; y quizá destile cierta alegoría sobre el capitalismo feroz que todo lo engulle, casi que a sí mismo también, consumiéndose en su propio averno.

Bueno, ahí os dejo unas citas de sabiduría ajena que, cual piedras de toque, esmerilen nuestras entendederas para que luzcan lo mejor posible:

 - "Recibid mis consejos con mayor gusto que si recibieseis dinero; anteponed la ciencia al oro; puesto que más vale la sabiduría que todas las joyas preciosas, y nada de cuanto pueda apetecerse es comparable con ella".  (Proverbio Bíblico).

 - "Dicha no busques ansiosa;
nadie la dicha nos da:
la dicha es perla preciosa
que en el corazón reposa
del que buscándola va".  (Pedro Antonio de Alarcón).

Besos y abrazos,

Don.
_____

martes, 14 de abril de 2020

Matutinos que nada aniquilan

¡Buenos días!

Pues sí, que más bien lo que hacen es justo lo contrario, construir desde cero lo que les es consustancial e inherente, a partir de los retazos que han ido encontrando por ahí, a imagen y semejanza de sí mismos, o de mí mismo, más o menos, que sea adrede o por puro azar algún gazapillo se cuela de cuando en cuando para perturbar su normal funcionamiento en busca de nuevos caminos, cambiando casi imperceptiblemente en su transcurrir. Y siguen sin querer desaparecer las nubes y los chubascos más o menos intermitentes en estos días de primavera revuelta, que se renueva a sí misa a cada instante, brotando por doquier lo nuevo a partir de los restos de lo antiguo, con máximas muy acordes al tiempo que vivimos, acercándose con cuidado a los 20ºC, sin tocarlos todavía, ni por supuesto rebasarlos, no vaya a ser que salgamos ardiendo de calor antes de tiempo. ¡Bien por ellas!

Este pasado fin de semana estuve viendo una película que en su día se me escapó de Netflix, y ahí todavía sigue desde que la estrenaron en marzo de hace dos años, esperando a que la viese antes de autodestruirse o mutar en vaya usted a saber qué. Se trató de "Aniquilación" ("Annihilation", 2018), de Alex Garland, basado en la novela homónima de Jeff Vandermeer, y con Natalie Portman, Óscar Isaac, Jennifer Jason Leigh, Gina Rodríguez, Tessa Thompson, y Tuva Novotny. Es el segundo largo de este director, de quien había visto su anterior, la estupenda y muy recomendable "Ex_machina" (2015).

Tras haber regresado su marido militar, amnésico y moribundo, de una operación secreta en la que estuvo desaparecido durante un año, su esposa, exmilitar y prestigiosa bióloga, se une voluntariamente a una expedición de otras cuatro científicas que van al mismo sitio en el que estuvo su marido y otras anteriores expediciones militares, de donde nadie, salvo su esposo, había regresado antes. Se trata de la Zona X, un misterioso lugar en continuo crecimiento a partir del punto en el que un meteorito, un par de años atrás, tal vez con simientes de vida alienígena en él, cayó sobre un faro de la costa y en el que no cesan de producirse continuas mutaciones de los seres vivos bajo su influencia, algunos bellos y fascinantes, mientras que otros amenazarán la existencia, tanto la física como la mental, de los que allí se metan.

Muy buena película (nota: 7) este thriller psicológico de ciencia ficción, con algún pequeño ramalazo de terror, de elegante belleza formal, como el anterior largo de su director, con imágenes bellísimas y fascinantes. Quizá demasiado críptica o alegórica para mí, o con cierto desparrame mental, y un final abierto a múltiples interpretaciones, desde luego es inquietante y da que pensar, sobre de dónde venimos y adónde vamos, del sentido de nuestra existencia, de las mutaciones como motor de evolución, y no solo en el aspecto biológico, sino también en los demás, como el amoroso, donde algo tiene que reducirse a la nada, al menos en apariencia, que la energía ni se crea ni se destruye, que solo se transforma, para que surja algo nuevo, quien sabe si a mejor o peor, ya se verá, pues todo cambia, todo fluye y eso no es necesariamente malo. También puede verse desde el punto de vista de la autodestrucción de la humanidad, por su mero devenir.

Hacia el final deja entrever retazos del mito del "doppelgänger", como en "La invasión de los ladrones de cuerpos" ("Invasion of the body snatchers", 1956) de Don Siegel; aunque antes me pareció ver destellos de "Solaris" (2002) de Steven Soderberg (o la homónima original soviética de Andrei Tarkovsky de 1972), donde los protagonistas, que orbitan ese planeta, afectados por su metafísica gravedad, observan atónitos la materialización de sus sueños y pesadillas; pero también de "2001: Una odisea del espacio" ("2001: A space odyssey", 1968) de Stanley Kubrick, y no solo por sus partes de imágenes lisérgicas.

Pues antes de extinguirse este matutino, ahí os deja unas simientes de sabiduría ajena, que espero prendan, y nos haga cambiar a mejor:

 - "Afortunadamente, el hombre solo puede asumir un cierto grado de desgracia; más allá de ese grado, la desgracia le aniquila o le deja indiferente".  (Johann W. Goethe).

 - "La vida orgánica ha ido evolucionando gradualmente del protozoo al filósofo; tal evolución, nos aseguran, representa, sin duda alguna, un progreso. Desgraciadamente, quien lo asegura es el filósofo, no el protozoo".  (Bertrand Russell).

 - "El progreso no consiste en aniquilar hoy el ayer, sino, al revés, en conservar aquella esencia del ayer que tuvo la virtud de crear ese hoy mejor".  (José Ortega y Gasset).

 - "El pasado podría aniquilarse. Siempre las penas o el olvido pueden hacerlo. Pero el porvenir es inevitable".  (Óscar Wilde).

Besos y abrazos,

Don.
_____

lunes, 13 de abril de 2020

Matutino heterodoxo

¡Buenos días!

Como buen matutino es lo que es, es eso mismo, va a su libre albedrío, sin seguir las aparentes reglas que le conforman, que se pueden romper en cualquier momento, como de hecho así ha venido sucediendo desde los matutinos inicios, casi imperceptiblemente, pues no hay más que ver que los del primigenio ayer poco se parecen a los de hoy. Así que es inútil resistirse al cambio, pues ya lo decía Heráclito de Éfeso, que nada es permanente a excepción del cambio. Ortodoxa regla que sigue la voluble primavera, que no sigue ninguna, pura paradoja para darse cuenta de que haga el tiempo que haga en estos días, siempre será primavera, ya nieve, ya nos torremos al sol. Hoy, sin embargo, tocan lluvias intermitentes, con sol y nubes varias, con 19ºC de máxima prevista, y la más pura inconstancia que le caracteriza.

Este fin de semana terminé de ver la única temporada de "Unorthodox" (2020), recién estrenada serie televisiva de Netflix que consta de 4 capítulos de 50 minutos de duración cada uno, y que vi de un tirón en una sola tarde cual si de dos largos de metraje estándar en sesión continua, o uno de gran duración, se tratara. Basada en la autobiografía "Unorthodox: The scandalous rejection of my hasidic roots" de Deborah Feldman, está creada por Alexa Karolinski y Anna Winger, dirigida por Maria Schrader, e interpretada por Shira Haas, Amit Rahav, y Jeff Wilbusch. De la directora había visto uno de sus anteriores largos, "Stefan Zweig: Adiós a Europa" ("Vor der morgenröte: Stefan Zweig in Amerika" - "Stefan Zweig: Farewell to Europe", 2016).

Una joven de 19 años que vive en el seno de una hermética comunidad ultraortodoxa judía de un barrio de Nueva York, tras un año casada (matrimonio concertado por sus respectivas familias), deja repentinamente atrás su vida e, ignorante de casi todo lo mundano, se va a Berlín casi que con lo puesto, donde vive su madre, que la abandonó cuando era un bebé, teniendo que criarla su abuela y su tía. Mientras se busca la vida en la nueva ciudad y va descubriendo un nuevo mundo, irá repasando su reciente vida pasada en momentos de introspección. Su atribulado marido y el díscolo primo de este, por orden del rabino, parten en su busca para obligarla a regresar al redil.

Estupenda serie (nota: 8) sobre una joven que escapa de su opresiva comunidad religiosa para vivir su propia vida, sin que se inmiscuyan los dictados de sus correligionarios. Pudiera parecer una distopía, pero lo que se nos narra es absolutamente real y actual. Además, esta huida de los rigores dogmáticos de su opresiva comunidad (especialmente insoportable para las mujeres) puede leerse metafóricamente para el resto en el sentido de no dejarnos enjaular por ellos, y no me refiero ahora a los religiosos dogmas, sino a las presuntas verdades socio-económicas, o de otro tenor, que nos tratan de vender para nuestro supuesto bienestar. Todos pueden encadenar nuestras mentes con invisibles barrotes sin dejarnos ver otras posibles opciones, otras versiones del mundo que nos rodea. A ratos minucioso retrato de las recalcitrantes y casi surrealistas tradiciones de ese grupo, absolutamente anacrónicas, que muestra sin juzgar, en definitiva aboga por cortar raíces cuando nos oprimen la libertad, esencialmente la mental, y buscar nuevos caminos a nuestro aire, no según las neuras de otros, que de buenas intenciones está empedrado el camino al infierno, según reza el aforismo. Esta serie me recordó, y mucho, a una magistral película, de 10, que vi hace un par de años: "Disobedience" (2017) de Sebastián Lelio, y que también está en el catálogo de Netflix.

Bueno, es norma que al llegar al final os ponga unas citas de sabiduría ajena, y yo no me la salto, pero vosotros haced lo que queráis, según vuestro parecer:

 - "Siempre me ha interesado observar el cuidado que ponen los creyentes en respetar las reglas y prohibiciones, cuando aplican tan poco la esencia y la sabiduría del cristianismo a su vida cotidiana".  (Cristian Mungiu).

 - "Cuando las personas están menos seguras, suelen ser más dogmáticas".  (John Kenneth Galbraith).

 - "Las cadenas que nos oprimen son las que menos pesan".  (Madame de Swetchine).

 - "Las cadenas de la esclavitud solamente atan las manos: es la mente lo que hace al hombre libre o esclavo".  (Franz Grillparzer).

 - "¿Quieres dejar de pertenecer al número de los esclavos? Rompe tus cadenas y desecha de ti todo temor y todo despecho".  (Epicteto).

 - "Vuestro tiempo tiene un límite, así que no lo perdáis viviendo la vida de otra persona. No os dejéis atrapar por dogmas, no viváis con los resultados del pensamiento de otras personas. No permitáis que el ruido de las opiniones ajenas silencie vuestra voz interior. Y más importante todavía, tened el valor de seguir vuestro corazón e intuición, porque de alguna manera ya sabéis lo que realmente queréis llegar a ser. Todo lo demás es secundario".  (Steve Jobs).

Besos y abrazos,

Don.
_____

miércoles, 8 de abril de 2020

Empapelado hogar matutino

¡Buenos días!

Aunque recluido voluntariamente en mi casa por esto del Covid-19 no creo que me hayan empapelado las autoridades, ni creo que las paredes de estos hogareños matutinos lo estén, ni tampoco cubiertas de gotelé. Matutinos que cumplen su buen papel para conmigo, que jamás me permiten perder los papeles, por mojados que los tenga, y por mucho atracón de series que últimamente me esté dando, de momento sin empacho, cosas del doméstico confinamiento viral que nos azota, que nos azuza la mente, más bien, a falta de ejercicio físico suficiente. Llevábamos varios días forrados de grises nubes que, debido a que destilaban agua por doquier, ahora parecen empezar a despegarse del celeste, permitiendo asomar al sol en esta deliciosa mañana de primavera, con 20ºC de máxima prevista para hoy por los madriles.

Acabo de terminar de ver la recién estrenada 4ª parte (final inconcluso que apunta a continuidad futura) de "La casa de papel" (2017 y 2019-2020), serie televisiva española con gran repercusión mundial; de Antena 3 TV (temporada 1, partes 1 y 2, de 9 y 6 capítulos respectivamente) y Netflix (temporada 2, partes 3 y 4, de 8 capítulos cada una). Está creada por Álex Pina, e interpretada por Úrsula Corberó, Álvaro Morte, Pedro Alonso, Alba Flores, Paco Tous, Jaime Lorente, Miguel Herrán, Darko Peric, Itziar Ituño, Esther Acebo, Enrique Arce, Rodrigo de la Serna, Najwa Nimri, Hovik Keuchkerian, Fernando Cayo, José Manuel Poga, Belén Cuesta, y muchos otros más. De su creador había visto su único largo como director, "Kamikaze" (2014).

Un misterioso personaje apodado "El Profesor" ha planeado el atraco a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre en Madrid, pero no para robar su dinero, sino para imprimirlo con las propias máquinas de la fábrica. Para ello recluta ocho personas con diversas habilidades, a los que apoda con diferentes nombres de ciudades del mundo, y los entrena e instruye durante varios meses con los pormenores del golpe, un minucioso y milimetrado plan. Una vez dentro, les quedan varios días allí encerrados con un montón de rehenes que custodiar y rodeados por la policía, que es manipulada por El Profesor desde fuera para dificultar su labor. Esto en la primera temporada, pues en la segunda se trata del atraco al oro custodiado en el Banco de España.

Una muy buena serie en general (nota: 7), que lógicamente ha ido yendo de más a menos con el transcurso de sus cuatro partes, hasta ahora, ¡y lo que te rondaré morena!, cosas del final en suspenso (y con suspense) de su cuarta parte, (notas por partes: 8-8-7-6-X). Thriller de atracos, aunque no es una de mega robos sin más, sino que contiene interesantes introspecciones de sus personajes principales, que además deja caer de refilón, o no tanto, críticas a ciertas injusticias sociales. Frenético ritmo, con mucha acción y humor, negro las más de las veces, tremendamente entretenida y adictiva, aunque en su cuarta parte ya ha empezado a cansarme por ciertos detalles que me chirriaban (con tendencia a ir a más). Cosas de estirar en demasía un exitazo, cual chicle que puede explotar su pompa. Las partes 3 y 4, con más medios de producción, muchísimos más, no han mejorado lo esencial, provocando que algunos de sus elementos primarios ya no den más de sí, e incluso degeneren algo, como mis dos personajes favoritos, Berlín (personaje principal, atracador), una joyita de personaje, y Arturito (secundario, rehén), y algunos otros nuevos tampoco.

Ahora unas pocas citas de sabiduría ajena, para no darnos un atracón, como últimamente hacemos con los maratones de series a los que nos sometemos:

 - "Para ir a un litigio hace falta llevar tres sacos: un saco de papeles, un saco de dinero y un saco de paciencia".  (Pierre Marie Quitard).

 - "Todo lo aguanta el papel; hasta que se limpien con él".  (Refrán).

 - "Con el dinero sucede lo mismo que con el papel higiénico: cuando se necesita, se necesita urgentemente".  (Upton Sinclair).

 - "El oro circula porque tiene valor, pero el papel moneda tiene valor porque circula".  (Karl Marx).

Besos y abrazos,

Don.
_____

lunes, 6 de abril de 2020

Aislado yerro matutino

¡Buenos días!

Sí, y por ello no estoy que trino, más o menos melodiosamente, pues espero no cometer otro más. Quizá por despiste perdió su inicial mudez el férreo metal en consonancia con la griega i que por ahí se coló, o qué se yo, que este ya largo encierro parece estar alterándome la percepción... pero qué más da en este (¡otra vez!) gris y lluvioso día de primavera, podría decirse que de goda panza de burro, tibio y agradable, sin térmicas asperezas de malpaís, que en cualquier caso lijaría con piedra pómez, y con 19ºC de máxima prevista por los madriles.

Acabo de terminar de ver la hasta ahora única temporada (parece que se empezó a rodar la segunda) de "Hierro" (2019), serie televisiva de Movistar+ que consta de 8 episodios de 50 minutos de duración cada uno, creada por Pepe Coira, dirigida por Jorge Coira, y con Candela Peña, Darío Grandinetti, Juan Carlos Vellido, Yaiza Guimaré, Mónica López, Kimberley Tell, Saulo Trujillo, Tania Santana, y Antonia San Juan, entre varios otros más. De su director había visto uno de sus anteriores films, "18 comidas" (2010).

Una jueza acaba de llegar destinada (parece que por traslado forzoso como castigo por su montaraz carácter) al juzgado único de primera instancia e instrucción de la isla de El Hierro, la más pequeña (poco más de 10.000 habitantes) y remota de las siete principales del archipiélago canario. Enseguida debe enfrentarse a su primer caso, pues aparece asesinado un joven el mismo día en que iba a casarse. El principal sospechoso, según todos creen allí, es el padre de la atribulada novia, boyante empresario con turbios negocios bajo cuerda. Pero a falta de pruebas sólidas la jueza lo deja en libertad condicional, ante la indignación popular, mientras prosigue la investigación policial. A ambos, aunque en lados opuestos de la ley, les interesa encontrar cuanto antes al verdadero culpable.

Estupenda serie (nota: 8), de grandísimas calidad y factura visual, con mucho empaque, que no es solo un thriller policiaco, y judicial, de esos que enganchan, sino también, entre otras cosas, una veraz muestra del proceso investigador policial, del día a día de un juzgado, y de la instrucción judicial de un caso (por asesinato en esta ocasión). También, del proceso de introspección emocional de sus dos personajes principales, especialmente en el caso de ella, y sus interrelaciones. Por los maravillosos paisajes herreños, y la idiosincrasia de sus recelosas gentes, que se nos muestran recónditos e indómitos, está imbuida de una muy peculiar atmósfera, y no solo la meteorológica, la mar de sugerente y atractiva, con cierta pátina de misterio, cual rocío causado por la romería del mar de nubes. Destacaría sobremanera los títulos de crédito iniciales, por sus imágenes y composición y por su banda sonora (también en el resto de la serie), porque me embelesaron al inicio de cada capítulo y pusieron con el diapasón a tono para disfrutar cada uno de ellos.

Ahora unas citas de sabiduría ajena que tal vez nos ayuden a forjar nuestras mentes y a reflexionar:

 - "Aprende a vivir aislado y a meditar en soledad; pero si te mezclas con la muchedumbre procura ser, como todos ellos, uno de tantos".  (Cleóbulo).

 - "Fatigas, pero no tantas,
que a fuerza de muchos golpes
hasta el hierro se quebranta".  (Manuel Machado).

 - "El hombre es más duro que el hierro, más fuerte que un toro, y más frágil que una rosa".  (Proverbio turco).

 - "Vivamos. Llena el alma la hermosura más plena.
En países de niebla también nacen flores.
Después de la amargura y tras de la pena
es cuando da la vida sus más bellos colores".  (José Hierro).

Besos y abrazos,

Don.
_____

viernes, 3 de abril de 2020

Explosivas teorías sobre el origen matutino

¡Buenos días!

Pero inauditas, jamás oídas, que en el espacio interestelar y sin atmósfera de estos matutinos el sonido no se propaga, ni las teorías, porque es una certeza, al menos para mí, que empezaron cuando empezaron y donde empezaron (1999 en Burgos), y se fueron expandiendo conforme el tiempo avanzaba, por mera concatenación de los azarosos sucesos a partir de su escamoso aleteo primigenio. Y la primavera, que comenzó de calendario hace poco más de una semana, sigue sin explotar en lo meteorológico, sumidos como estamos en este otoño-invierno efectivo, cuando éste, en sus postreros días, casi remedaba suave verano. La máxima prevista para hoy por los madriles, 16ºC, ya con sol a raudales, apunta a que ya sí, la primavera reventará, en la naturaleza y en nuestros corazones. En el resto de mi cuerpo ya lo comenzó a hacer hace semanas, con juveniles espinillas brotando por todo mi ser, incluso en recónditos e innombrables sitios.

Como ya anticipé el lunes de la semana pasada hoy me toca glosar "Big Bang" ("The Big Bang Theory", 2007-2019), mítica serie televisiva, comedia de situación de acción real, que ya terminó tras 12 temporadas y 279/281 episodios, según los sitios, de unos 22 minutos de duración cada uno, y a la que me incorporé ya muy avanzada, pero pude ir viendo la mayoría de sus anteriores capítulos poco a poco. En sus principales papeles está interpretada por Jim Parsons, Johnny Galecki, Kaley Cuoco, Simon Helberg, Kunal Nayyar, Mayim Bialik, y Melissa Rauch. El creador es Chuck Lorre, de quien hace un par de semanas terminé de ver su más reciente serie, "El método Kominsky" ("The Kominsky method", 2018-2019).

Sheldon y Leonard, amigos que comparten apartamento, son doctores en Física que trabajan en un importante instituto tecnológico, son dos cerebritos bastante frikis con grandes problemas para relacionarse socialmente, muy especialmente con las mujeres (cuando le gustan), conocen una nueva vecina, Penny, despampanante camarera con aspiraciones de actriz, campechana y natural, que es la antítesis de ambos y que se acaba de instalar en el apartamento frente al suyo en el rellano. De inmediato Leonard cae fulminantemente enamorado, alterando la vida obsesivo-compulsiva de Sheldon, cuya pedantería, absoluta falta de empatía, inmadurez emocional y demás (¿síndrome de Asperger?), saca de quicio a su amigo, y a los otros dos de su pandilla, Wolowitz y Raj, tan bichos raros, cada uno a su manera, como los primeros, y también eminentes científicos.

Una estupenda serie en general (nota: 8), con momentos realmente gloriosos, muy, muy divertida, con humor inteligente, que relaciona comportamientos humanos y teorías físicas, científicas en general, y con múltiples referencias a películas, otras series, comics, videojuegos, juegos de rol, etc. El personaje de Sheldon es para mí, y creo que para la mayoría, el absoluto tótem y alma máter de la serie; que ha ido, poco a poco, de más a menos conforme avanzaban las temporadas, cosa lógica cuando la duración en el tiempo se va alargando, que la calidad se resiente de ello, con dos puntos de inflexión, uno leve, cuando empezaron a emparejarse, y otro mayor, cuando empezaron a casarse y tener descendencia. El remate final, algo o bastante decepcionante. Otro punto negativo, en clara recesión últimamente en las series cómicas más modernas, más tendentes a la tragicomedia que a la comedia a secas, es eso de las risas enlatadas para realzar (presuntamente) las gracietas, indicando cuando deberíamos reírnos (???); porque, ¿son realmente necesarias si el chiste es bueno de verdad?

Pues termino este matutino con unas citas de sabiduría ajena, tal vez retazos de teorías, o quizá catalizador de otras por venir:

 - "Siempre que una teoría aparece como la única posible, tomarla a rajatabla es señal de que ni se ha entendido la teoría ni el problema que se pretende resolver".  (Karl Popper).

 - "La ciencia consiste en sustituir el saber que parecía seguro por una teoría, o sea, por algo problemático".  (José Ortega y Gasset).

 - "No hay que acusar a las buenas teorías de las malas prácticas".  (Concepción Arenal).

 - "No dispongo de datos. Es un error capital teorizar antes de tener datos. Sin darse cuenta, uno empieza a deformar los hechos para que se ajusten a las teorías, en lugar de las teorías a los hechos".  (Arthur Conan Doyle).

Besos y abrazos,

Don.
_____

miércoles, 1 de abril de 2020

Matutino desinterés

¡Buenos días!

No me refiero a su falta de ilusión, nada más lejos de la realidad, sino a su generoso desprendimiento, para con todos, pero muy especialmente para conmigo, acompañándome a las duras y a las maduras, jamás abandonándome, y viceversa. Y en estos últimos días de primavera recién estrenada no parece dejarnos ni a sol ni a sombra este tiempo que remeda el otoño-invernal, con muy tupida y gris nubosidad, con lluvia, cuando no con nieve a la trasnochada o a la madrugada, y que no creo yo que cuaje por estos lares madrileños, con máximas levemente superando los 10ºC y mínimas que se quieren acercar a los cero.

Este pasado fin de semana estuve viendo una película que echaron en TVE2, un clásico de nuestro cine, que ganó el premio FIPRESCI del Festival de Cannes de su año, y que no había visto hasta ahora. Se trató de "Muerte de un ciclista" (1955), de Juan Antonio Bardem, y con Lucía Bosé y Alberto Closas. De este prestigiosísimo director de cine tan solo había visto dos más de su filmografía: "Calle Mayor" (1956), una obra maestra para mí, y "El puente" (1977).

Una pareja de amantes, antiguos novios de adolescencia separados por la guerra civil, enchufado profesor de universidad él, ella actualmente casada con un rico hombre de negocios, regresa en coche a Madrid tras una furtiva cita amorosa y atropellan por accidente a un ciclista. Por miedo a que su relación quede al descubierto lo abandonan moribundo sin socorrerlo. Al poco leen en la prensa que falleció. Los remordimientos le invaden a él, cuya conciencia le reconcome, mientras que a ella le atenaza el miedo, se obsesiona con que todos lo sabrán, su marido la despechará y perderá su estatus.

Una estupenda película (nota: 8) que me gustó por lo que narra, por lo que destila, y por su maravillosa fotografía en blanco y negro, de cuidadísimos encuadres, elegantísimos. Sin embargo me descolocó algo su abrupto montaje, con escarpado racor entre las diversas escenas, no sé si por falta de medios, si por descuido formal, o premeditación estilística rompedora. Audaz retrato de la España de entonces a través de la egoísta peripecia de sus protagonistas, con demoledora crítica social más o menos soterrada, y con reflexiones éticas que se dejan caer por aquí y por allá para que las vayamos cazando al vuelo.

Bueno, pues antes de abandonar este matutino a su suerte, ahí os dejo desinteresadamente estas citas de sabiduría ajena, perdón, una cita y una fábula:

 - "Cuando se pierde el amor, cuando la persona que nos amaba cambia de sentimientos, o de intereses, y nos abandona, o muere, entonces nos damos cuenta de la falta del verdadero amor y sufrimos su ausencia como un auténtico desgarro".  (Antonio Gómez Rufo).

 - "Dos viajeros iban juntos por la carretera cuando de repente apareció un oso. Uno de ellos corrió hacia un árbol, trepó a las ramas y se ocultó. El otro no era tan ágil como su compañero y, como no pudo escaparse, se arrojó al suelo y fingió estar muerto. El oso se le acercó y lo olfateó, pero el viajero se quedó muy quieto y contuvo el aliento, pues dicen que un oso no toca un cadáver, y se alejó. Cuando pasó el peligro, el viajero del árbol bajó y preguntó al otro qué le había susurrado el oso cuando le acercó la boca a la oreja. El otro respondió: «Me aconsejó que nunca más viajara con un amigo que te abandona a la primera señal de peligro». El infortunio pone a prueba la sinceridad de la amistad".  (Esopo).

Besos y abrazos,

Don.
_____