jueves, 26 de febrero de 2015

El matutino discurrir que no se estanca

¡Buenos días!

Estos matutinos que no cesan de surgir casi cada mañana y que me hacen, y dan mucho que pensar son parte consustancial de mí mismo en mi cotidiano devenir vital. Como estas nubes mañaneras que hoy no cesan de fluir al albur del leve viento que sopla y que parece llevarnos en volandas, casi sin darnos cuenta, hacia el cada vez más cercano equinoccio, punto final de este invierno cada vez más dulce.

Ayer por la tarde no estuve en el cine, que se me acabó la cartelera por esta semana, así que alimenté mis entendederas cinematográficas con una película enlatada, de infinita fecha de caducidad, una que quería ver hace bastantes años y que todavía no lo había hecho. Se trató de un film del año 1968, "El nadador" ("The swimmer"), de Frank Perry, y con Burt Lancaster, Janet Landgard, y Janice Rule. Bueno, también está dirigida por Sidney Pollack, pues el anterior abandonó antes de acabar por desavenencias con los productores.

Un apuesto hombre maduro que vive en una zona residencial de lujosas mansiones de alto standing e inmensas parcelas, aparece en bañador por la piscina de unos amigos a los que hace bastante tiempo que no ve. Allí se da cuenta de que todo el condado está cuajado de piscinas de amigos y convecinos, unas al lado de otras, y ante la perplejidad de estos decide regresar a su casa, en el otro extremo del valle, junto a su mujer y dos hijas, de piscina en piscina, dándose un chapuzón en todas. Por el camino irá encontrando a toda la fauna de la zona, como por ejemplo, jovencitas que se enamoraron en secreto de él, antiguas amantes despechadas, sensuales esposas de sus amigos, siendo en unas casas bien recibido y en otras no.

Una estupenda película (nota: 8) esta peculiar road movie, más bien "pool movie", que quitando algunas pequeñas estridencias de estilo típicas de los films de los años 60 y 70 que me chirriaron algo, me cautivó totalmente. Se nos narra el particular vía crucis (u odisea) de este nadador, donde en cada estación (o puerto, o piscina) se nos muestra una porción de su vida pasada, a veces lacerado, a veces ayudado por algún buen samaritano, para terminar de componer un desolador panorama, algo desquiciado, una vida insustancial, banal, llena de mentiras (y autoengaños); toda una demoledora crítica a la opulenta sociedad de entonces que vivía sumida (y dormida) en su particular sueño americano, burbuja que, como tantas otras, acabó por desinflarse. Pero esta parábola también tiene otras posibles lecturas, como la del río de la vida (al estilo Jorge Manrique) que es la sucesión de piscinas, y como ésta nos va desgastando y consumiendo.

Ahora algo de sabiduría ajena que nos ayude a pensar mejor y a fluir con naturalidad por la vida:

 - "Nuestras vidas son los ríos
que van a dar en la mar,
que es el morir,
allí van los señoríos
derechos a se acabar
y consumir".  (Jorge Manrique).

 - "Apresúrate a vivir bien y piensa que cada día es, por sí solo, una vida".  (Séneca).

 - "Nada es suficiente para quien lo suficiente es poco".  (Epicuro de Samos).

 - "No podrás nadar hacia nuevos horizontes si no tienes el valor de perder de vista la costa".  (William Faulkner).

 - "El que está en todas partes no está en ninguna. Los que viajan sin cesar tienen muchos huéspedes y ningún amigo".  (Séneca).

Besos y abrazos,

Don.
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martes, 24 de febrero de 2015

Los matutinos son vida

¡Buenos días!

Como la que nos insufla este tibio sol invernal (máxima prevista para hoy de 10ºC) cada vez que aparece desde las catacumbas de la noche, siempre a su hora, ni antes ni después, y que nos regala unas enormes ganas de vivirla, sin ni siquiera esperar a la primavera. Carpe diem, nihil obstat.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo una de animación por ordenador. Se trató de "El libro de la vida" ("The book of life"), de Jorge R. Gutiérrez. Es el primer largo de este director.

Un grupo de revoltosos escolares visitan un museo sobre cultura mexicana, donde una guía les habla sobre "El libro de la vida", en el que se relatan las vidas de todo la gente que existe y existió, como la de dos amigos desde la infancia que se disputan el amor de su amiga. Las deidades de los dos mundos de los muertos, el de los recordados y el de los olvidados, se apuestan el intercambiarse sus reinos en función de quien de los dos chicos conseguirá casarse con la chica. Uno de ellos, que se debate entre seguir la tradición familiar de ser torero o dedicarse a lo que le gusta, la música, se verá obligado a emprender la aventura de recorrer los tres mundos (el de los vivos y los dos de los muertos) para conseguir el amor de su amada.

Una muy buena película (nota: 7), que si bien al principio me costó conectar con ella, al final terminó por encandilarme por esa luminosa exaltación de la vida, de la amistad, del amor... y de la muerte. También nos habla de mantener las tradiciones o de cambiar algunas enmohecidas usanzas. Un film que no se caracteriza por una deslumbrante técnica de animación (cosas del poco presupuesto, imagino), pero cuya historia, algo diferente, plena de acción y emoción y ribeteada por un deslumbrante festival colorista y cuajada de referencias a la cultura popular mexicana, muy especialmente a su alegre y festiva celebración del día de los difuntos, sí que me cautivó. Es como una película de Tim Burton (de las suyas de animación con lúgubre estética gótica) pero muchísimo más luminosa y colorista, recordándome especialmente a "La novia cadáver" ("Tim Burton's corpse bride", 2005), por su historia de amor a través de la muerte; y que también toca de refilón a los shakespearianos "Romeo y Julieta".

Ahora algo de sabiduría ajena, citas de hoy en las que la mayoría son de marcado carácter epicúreo, filosóficamente hablando, que la sensual voluptuosidad ya resucitará en su momento, quizá en el cercano equinoccio por llegar:

 - "La juventud no debe sólo asimilar los frutos de la cultura de sus padres, sino que debe elevar la cultura a nuevas cimas, a las que no llegan las gentes de las anteriores generaciones".  (Konstantin Stanislavski).

 - "El necio, entre otros males, posee éste: siempre trata de comprar su vida".  (Epicuro de Samos).

 - "La muerte sólo tiene importancia en la medida en que nos hace pensar en la vida".  (André Malraux).

 - "La muerte es una quimera: porque mientras yo existo, no existe la muerte; y cuando existe la muerte, ya no existo yo".  (Epicuro de Samos).

 - "Acostúmbrate a pensar que la muerte para nosotros no es nada, porque todo el bien y todo el mal residen en las sensaciones, y precisamente la muerte consiste en estar privado de sensación. Por tanto, la recta convicción de que la muerte no es nada para nosotros nos hace agradable la mortalidad de la vida; no porque le añada un tiempo indefinido, sino porque nos priva de un afán desmesurado de inmortalidad".  (Epicuro de Samos).

 - "¿Dioses? Tal vez los haya. Ni lo afirmo ni lo niego, porque no lo sé ni tengo medios para saberlo. Pero sé, porque esto me lo enseña diariamente la vida, que si existen ni se ocupan ni se preocupan de nosotros".  (Epicuro de Samos).

Besos y abrazos,

Don.
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lunes, 23 de febrero de 2015

Matutino de tiros no muy largos

¡Buenos días!

Sinceramente, no me pongo muy elegante cada vez que entro en estos matutinos, lo hago con la normalidad propia de la cotidianidad. Enfilo camino hacia donde se encuentran y salgo disparado cuando llega la hora de que me reciban, que anhelo la serena cordialidad que me aportan, esperando dar en el blanco con mis ondulantes divagaciones a través de ellos. El invierno parece que también tiene puesto su punto de mira en su objetivo final del solsticio primaveral, ya a menos de un mes de distancia, hacia el que se encamina con decisión sin importarle mucho los vaivenes climáticos que se va encontrando, así que nos regala días más de primavera por venir que de crudo invierno.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "El francotirador" ("American sniper"), de Clint Eastwood, y con Bradley Cooper y Sienna Miller (un bellezón). De este veteranísimo actor, director, guionista, y músico, he visto bastantes de sus films como actor, y también como director, algunos de los cuales fueron magistrales para mí. Su anterior film, que me decepcionó, fue "Jersey boys"(2014).

Se nos narra, basado en las memorias del protagonista real, la vida del soldado de élite que dicen tiene el record de muertes como francotirador en el ejército norteamericano (cualquier día vemos en los JJ.OO. una disciplina deportiva para homenajear al susodicho), y que desarrolló su certera labor durante la guerra de Irak, llegando incluso a ser famoso entre sus enemigos, quienes pusieron precio a su cabeza, y que falleció hace poco más de un año a manos (a tiros) de otro excombatiente pirado cuando trataba de darle apoyo.

Una película que no sabría muy bien como definir, y que aun así la suspendo con suavidad (nota: 4), hecha con la maestría propia de su director, esta vez básicamente en los aspectos técnicos, con unas impecables escenas bélicas, pero que también encierra un melodrama familiar... de los de andar por casa y que no apunta muy lejos, o eso me pareció. Lo peor, con diferencia, es el aspecto ideológico de la cuestión, pues da una paradójica visión de la guerra, con escenas hiperrealistas que no dejan lugar alguno a la mitificación, pero que sin embargo retrata unas acciones militares "perfectas" sin el más leve fallo en sus objetivos por parte de los "buenos", con inocentes, víctimas colaterales, que sólo mueren a manos de unos maniqueos malos "malísimos" -y en ninguna guerra hay nadie ni bueno ni perfecto, que yo sepa-.

Historia de un peón convencido de hacer lo correcto, de cerebro lavado por una sociedad que se debe de hacer pajas de gusto con todo tipo de armamento, gente de gatillo fácil (¡miau!), peleles para mayor gloria (económica) de los que no van al frente, que perpetraron el expolio petrolífero de un país sin armas de destrucción masiva reducido a la ruina, urbanística, económica y socialmente hablando, por ávidos empresarios e inconscientes e incompetentes políticos (cuando no cómplices) incapaces de prever las consecuencias de nada (especie de efecto mariposón) y que ahora tratan de parchear malamente.

También me pareció ver a través de la hagiografía de este presunto héroe, hasta que no se demuestre lo contrario, una metáfora de todo un país con ínfulas protectoras (¿proteger a tiros?), especie de aprendiz de brujo que la caga más veces que acierta. Mitificación casi santificadora que nos relata sus padecimientos, su martirización psicológica, tanto en el frente como en la retaguardia, de los terribles efectos post-traumáticos en todo combatiente, que los ricos también lloramos. Por eso de los perniciosos efectos de la guerra sobre los combatientes me gustaron mucho más otros films sobre el tema, como la danesa "Hermanos" ("Brødre", 2004) de Susanne Bier, o incluso a pesar de algunos pesares, la también norteamericana "En tierra hostil" ("The hurt locker", 2009) de Kathryn Bigelow.

Así que por la cuestión ideológica me inclino más por los que están diciendo que es un panfleto con sobredosis de barras y estrellas. Tal vez si Clint hiciera lo mismo que hizo en su análisis de la II Guerra Mundial con su díptico "Banderas de nuestros padres" ("Flags of our fathers", 2006) y "Cartas desde Iwo Jima" ("Letters from Iwo Jima", 2006), es decir, otro film con el punto de vista del "otro", tal vez me reconciliaría con él con este film, que desde siempre he admirado al maestro cinematográfico que es el señor Eastwood, y eso a pesar de que su ideario político y el mío no son muy similares.

Ahora pongo el ojo a través de la mirilla de la sabiduría ajena para tratar de acertar en las decisiones vitales:

 - "El buen arquero no es juzgado por sus flechas, sino por su puntería".  (Thomas Fuller).

 - "Si para la defensa bastare empuñar el escudo, no debe esgrimirse la espada".  (Francisco de Vitoria).

 - "No se puede ganar una guerra, como tampoco se puede ganar un terremoto".  (Jeannette Rankin).

 - "Uno cree que muere por la patria y muere por los industriales".  (Anatole France).

 - "La guerra es una masacre entre gentes que no se conocen para provecho de gentes que sí se conocen pero que no se masacran".  (Paul Valéry).

 - "Aunque tu enemigo sea el ser más ruin, mezquino y miserable de la tierra, ¿serías tú acaso mejor por eso? Deja a tu enemigo que sea como fuere y procura mejorarte tú, pues no has venido a perfeccionar a tu enemigo, sino a ti mismo"  (Amado Nervo).

Besos y abrazos,

Don.
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viernes, 20 de febrero de 2015

Señalamiento matutino

¡Buenos días!

Más o menos a la misma hora de siempre, os convoco a estos matutinos, lugar de encuentro donde, no os miento, vivo en los límites de la realidad, buscando señales de desconocidas dimensiones, bastante intangibles las más, pero que trato de aprehender, para aprender algo más sobre mí mismo. Veo también indicios en el cielo que indican que quizá esta misma tarde vuelva a llover, bastante evidentes, a saber, nubes cada vez más grises y apretadas conforme avanza la mañana.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "La señal" ("The signal"), de William Eubank, y con Brenton Thwaites, Olivia Cooke (una preciosidad), Beau Knapp, y Laurence Fishburne. Es el segundo largo de este director, y primero suyo que veo.

Tres estudiantes universitarios, dos chicos y una chica, están viajando por el oeste norteamericano para ayudar a la chica en su mudanza. Durante el viaje localizan con sus ordenadores al misterioso hacker que se ha colado en los sistemas informáticos de su universidad, el MIT, y como creen que anda cerca deciden dar un rodeo para encontrarle y saber quién es. Llegan de noche a una cabaña abandonada, aislada en medio de la nada. Algo sucede, y de repente uno de los chicos se despierta malherido en una habitación, medio drogado, y sin saber dónde se encuentra, ni tampoco dónde están sus amigos. Le interroga un misterioso doctor enfundado en un traje espacial que no cesa de hacerle pruebas, y que le tranquiliza diciendo que sus amigos están en el mismo complejo recuperándose de sus heridas tras su encuentro con unos extraterrestres.

Una buena película (nota: 6) este thriller de ciencia ficción, de atmósfera inquietante, y con sus más y sus menos. Me tuvo intrigado casi todo su metraje con los avatares del protagonista, en un continuo desasosiego. Pero el bastante incomprensible final, con varias sorpresas de guión de por medio, y algunas confusas incoherencias de la trama, me la deslucieron un poco. Es todo un popurrí de géneros y referencias, con un comienzo realista de road-movie, que deviene por breve plazo en una de terror adolescente, luego parece un remedo del 2001 de Kubrick, y luego avanza por mundos más extraños todavía, medio oníricos, entre la realidad y la imaginación delirante, como alterada por alucinógenos, con toques del cine de pandemias o de superhéroes (y no sé si me dejo algún otro estilo más en el tintero).

Ahora algo de sabiduría ajena, faro que nos ilumina para mejor poder encontrarnos, con los demás y con nosotros mismos:

 - "Nunca desistas de un sueño. Sólo trata de ver las señales que te lleven a él".  (Paulo Coelho).

 - "Que siempre por señales o razones se suelen descubrir las intenciones".  (Alonso de Ercilla).

 - "Quiero saberlo todo. Y siempre me encuentro como antes, triste como la vida y resignado como la sabiduría".  (Giovanni Papini).

 - "Yo no me encuentro a mí mismo donde me busco, me encuentro por sorpresa cuando menos me lo espero".  (Montaigne).

 - "A veces pienso que la prueba más fehaciente de que existe vida inteligente en el universo es que nadie ha intentado contactar con nosotros".  (Bill Watterson).

Besos y abrazos,

Don.
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jueves, 19 de febrero de 2015

Matutino a la brasa con mucho amor

¡Buenos días!

Al calor de los tizones de mis efervescentes neuronas os he cocinado con mimo y amor, rico, rico, otro matutino más que llevarnos a la boca (incluso podéis besarlo, si queréis, os dejo, que no soy celoso) y que seguro colmará mis sentidas entendederas, como siempre. Y aunque estemos todavía de invierno, parece que calienta cada vez más este sol que hoy nos irradia, que si bien todavía no nos abrasa, nos abraza con su dulce tibieza (máxima prevista para hoy en los madriles: 13ºC).

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Brasserie Romantic" ("Brasserie Romantiek"), de Joël Vanhoebrouck, y con Sara de Roo, Axel Daeseleire, Koen De Bouw, Wouter Hendrickx, Barbara Sarafian, Filip Peeters, Mathijs Scheepers y Tine Embrechts. Es el primer largo de este director belga.

Dos hermanos regentan un pequeño y coqueto restaurante, llamado como el título del film, donde ella atiende la sala y él es el chef. Es la noche de San Valentín y tienen todas las mesas reservadas, donde servirán un romántico menú especial a felices parejas que quieren festejar su relación en ese día. Las parejas van entrando, pero un par de ellas llegan con sólo uno de sus integrantes, uno de los cuales es un antiguo amor de la hermana, a quien abandonó embarazada hace veintipocos años. Conforme avanzan los platos del menú -entrantes, primero, segundo y postre-, las cosas van complicándose entre algunas parejas, y también entre los integrantes del personal de la brasserie.

Una muy buena película (nota: 7) esta comedia romántica que disfruté con agrado, pues ni me empalagó ni empachó, en el que vemos todo un variado menú de parejas en diferentes estados en cuanto a su relación amorosa, unas disfrutando de ello, otras sobrellevando de mejor o peor manera sus pesares amorosos (y de desamor) en el microcosmos de la brasserie, un auténtico ecosistema de amores donde estos nacen, sobreviven o mueren. Algunos momentos fueron realmente divertidos, siempre con un poso de amargura. Una visión prosaica, por contraposición a lo lírico-romántico, y con cierta jocosa sorna, de los diferentes avatares por los que pasan las parejas a lo largo de su vida.

Ahora algo de sabiduría ajena, unas citas listas para llevar y consumir cual tapas, menudos aperitivos, que entonen nuestras entendederas y sentimientos:

 - "Las vidas de los ricos son en el fondo tan aburridas y monótonas, sencillamente porque ellos pueden escoger lo que ha de sucederles. Están aburridos porque son omnipotentes... La cosa que mantiene la vida romántica y llena de ardientes posibilidades es la existencia de esas grandes limitaciones vulgares que nos obligan a todos a enfrentarnos a las cosas que no nos gustan o que no esperamos".  (Gilbert K. Chesterton).

 - "Uno no se enamoró nunca, y ése fue su infierno. Otro, sí, y ésa fue su condena".  (Robert Burton).

 - "Nos equivocamos a menudo en el amor, a menudo herido, a menudo infeliz, pero soy yo quien vivió, y no un ser ficticio, creado por mi orgullo".  (George Sand).

 - "Es raro, muy raro, que nadie caiga en el abismo del desengaño sin haberse acercado voluntariamente a la orilla".  (Concepción Arenal).

Besos y abrazos,

Don.
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martes, 17 de febrero de 2015

Me ejercito con otro de estos comunales matutinos

¡Buenos días!

Pues sí, tras volver a enfrentarme conmigo mismo para tratar de poner orden a mis ideas e ideales, sano debate interior, otra mañana más las pongo en práctica a través de estos matutinos que comparto gratis con todos aquellos de vosotros que queráis disfrutarlos. Alguno me tachará de comunista trasnochado, y tal vez sí acierte, que el marxismo de los hermanos Marx siempre me iluminó en mis trasnochadas de juventud. El invierno parece haberse desfondado tras tanto tiempo machacándonos con su poderío, que cada vez son más suaves los días, como si se estuviera entrenando, nada duramente, para pasarle el testigo con dulzura a la primavera por llegar.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo un documental, "Red Army", de Gabe Polsky. Es el segundo largo de este director, y primero suyo que veo. En él se nos narra la historia del legendario equipo soviético de hockey sobre hielo, apodado como el título del film, quienes entre finales de los 70 y toda la década de los 80 se convirtieron en un equipo imbatible, considerado el mejor de la historia en ese deporte, pues casi nunca perdieron en ese período.

Una muy buena película (nota: 7) este documental, muy entretenido, que no sólo nos habla de esta gesta deportiva, sino también de historia, del enfrentamiento comunismo vs. capitalismo a través del deporte y su propagandístico escaparate (criticándose esto con bastante sorna, incluso soterrada), utilizado por ambos bandos como una metafórica arma de la Guerra Fría, esta vez sobre una pista de hielo. Historia de la ascensión y caída de este invencible equipo, reflejo de los eventos sociopolíticos y económicos del mundo en ese período. Equipo que comenzó utilizando técnicas de ballet y ajedrez para entrenar y encarar tácticamente los encuentros, en los que más que ganar, arrasaban. Utilizaban, para sorpresa de los "toscos" rivales, lo que ha estado también practicando nuestra selección futbolera, el ahora llamado "tiki-taka".

Ahora algo de sabiduría ajena, para ayudarnos a ejercitar nuestras neuronas, sin llegarnos a poner rojos por el esfuerzo mental:

 - "Nuestra envidia dura siempre más que la dicha de aquellos que envidiamos".  (François de la Rochefoucauld).

 - "El deporte es una estilización de la guerra".  (Francisco Umbral).

 - "El fútbol es un milagro que le permitió a Europa odiarse sin destruirse".  (Paul Auster).

 - "Mucha gente piensa que el fútbol es un juego a vida o muerte, pero es mucho más importante que eso".  (William Shankly).

Besos y abrazos,

Don.
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lunes, 16 de febrero de 2015

Asombrado por los radiantes matutinos

¡Buenos días!

Ni asomo de grisura en esta deliciosa mañana de suave invierno, soleada y agradable, con alguna nube no demasiado sucia que nada ensombrece, y que ni de lejos amenaza con lluvia, ni con promesas de lubricidad a raudales. Aun así me asombro de la ebullición hormonal que ya empieza a hacer hervir nuestra sangre, y a hacer brotar algún que otro grano facial, como anticipo de una sensual y libidinosa primavera cada vez más cercana, que ya se barrunta.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Cincuenta sombras de Grey" ("Fifty shades of Grey"), de Sam Taylor-Johnson, basado en el afamadísimo best-seller homónimo de E. L. James, y con Dakota Johnson y Jamie Dornan. Es el segundo largo de esta directora, tras "Nowhere boy" (2009).

Una joven estudiante universitaria de literatura en su último año tiene que entrevistar a un joven multimillonario (el tal Grey) en lugar de su amiga enferma. Durante el encuentro queda embelesada ante su arrobador atractivo. Mutua atracción, así que tras la entrevista él la busca e inician una apasionada relación quedando ella, absolutamente inocente e inexperta en cuestiones sexuales, bastante sorprendida con los particulares deseos eróticos de él, de oscuro y tortuoso pasado, y que le propone una relación no amorosa, sólo sexual, debiendo antes firmar ambos un contrato, ella de sumisión y él de dominancia.

Una película (nota: 4) de la que esperaba que fuera un absoluto truño dadas las pésimas críticas de la novela (primera de la trilogía) en la que está basada, y que no he leído, trilogía que, dado el seguro éxito de público, habrá también en cine. Sin embargo, a pesar de lo planito, blandito y simplón de la historia narrada, con bastantes irritantes momentos que me chirriaron por entre mis entendederas, gracias al buen empaque del continente (fotografía y música), al cuidadoso empaquetado en celofán, como de anuncio navideño de perfumes (lo que no es ni bueno ni malo para mí), y a algunos momentos sueltos durante el metraje (algún diálogo incluido) me fue relativamente agradable de ver, soportable, pues no me sentí un sumiso masoquista ante la nada sádica historia que se nos cuenta.

Aunque tuvo momentos que me parecieron de un machismo insultante (y eso que está la novela escrita y la película dirigida por sendas mujeres), sin embargo me gustó mucho eso que destila del respeto a unas reglas de convivencia, sea sexual o más en general, previamente acordadas y mutuamente aceptadas por las partes contratantes (no sé si de la primera o segunda parte, esas marxistas de los hermanos Marx). Además me pareció un híbrido, no sé si legal o bastardo, entre "Pretty woman" (1990) de Garry Marshall y "Nueve semanas y media" ("Nine 1/2 weeks", 1986) de Adrian Lyne, con alguna cláusula adicional de "Crepúsculo" ("Twilight", 2008) de Catherine Hardwicke. También puede verse como un cuento rosa de hadas con una cenicienta pelín libidinosa y con un príncipe nada azul, más bien grisáceo.

Ahora algo de sabiduría ajena que seguro nos da pautas para mejor poder negociar nuestras reglas de convivencia:

 - "No negociemos con miedo, pero tampoco tengamos miedo a negociar".  (John F. Kennedy).

 - "La educación de la mujer no puede llamarse tal educación, sino doma, pues se propone por fin la obediencia, la pasividad y la sumisión".  (Emilia Pardo Bazán).

 - "La pasión de dominar es la más terrible de todas las enfermedades del espíritu humano".  (Voltaire).

 - "Nunca hay que dejarse dominar, incluso cuando crees que el otro sabe lo que más te conviene".  (Paul Auster).

 - "El que domina a los otros es fuerte; el que se domina a sí mismo es poderoso".  (Lao-Tsé).

Besos y abrazos,

Don.
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miércoles, 11 de febrero de 2015

Matutino de razones contra los sinsentidos

¡Buenos días!

Siento que el invierno se ha suavizado, haciéndose más tolerante con nosotros, como hoy, día gris y de lloviznas. Por tanto, toda una sinrazón el mortificarse por nada, que ya no hay tiriteras, ni hay razones para no disfrutar plenamente de todo lo que nos rodea, maná que la naturaleza nos regala. Así que: carpe diem, nihil obstat.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Timbuktu", de Abderrahmane Sissako, y con Ibrahim Ahmed, Toulou Kiki, Abel Jafri, y un montón de actores más, la gran mayoría no profesionales. Esta película mauritana es una de las cinco candidatas al Óscar a mejor película de habla no inglesa de este año, galardón que se dirimirá en este mismo mes.

Un grupo armado de islamistas radicales ha tomado la ciudad de Tombuctú (en Mali) en 2012, imponiendo a sangre y fuego su fanatismo a una población ya musulmana, gente sencilla que había convivido hasta entonces con mutua tolerancia. Lo prohíben prácticamente todo: oír música, fumar, jugar al fútbol, etc. Las mujeres son foco especial de su acción represiva. Forman improvisados tribunales sumarísimos en los que dictan absurdas sentencias, pasadas de severidad, por irrelevantes pecados. Esto parece quedar lejos, como si no les afectara, para una pareja de tuaregs y su hija, que cuidan de su ganado en las afueras. El resto de compañeros ya han huido y ellos resisten allí tranquilamente, pero en una disputa con un pescador, que mató a su vaca preferida, él lo mata accidentalmente, viéndose obligado a someterse a los dictámenes de uno de estos tribunales.

Una buena película (nota: 6) este drama, de bonita fotografía, que retrata de un modo bastante particular la barbarie yihadista, con algunos simbolismos, pero sobre todo mediante una socarronamente cómica reducción al absurdo (similar a la matemática), plena de hipócritas contradicciones, de su irracional sobredosis represiva, mostrada a través de varios relatos. Todo un alegato por la tolerancia, contra el fundamentalismo, y contra la pena de muerte.

Como ejemplo de estos divertidos absurdos, dado que los invasores no hablan la lengua autóctona, se hacen entender, muy malamente, por sucesivas traducciones, del francés o inglés al árabe, y de éste a la lengua local, y viceversa, con lo que se pierde información en el transcurso del tránsito (toda la que queda "lost in translation"), como en ese juego de sentarse varios en corro y uno susurra una frase larga al oído del de al lado para que no la oiga el resto, y así sucesivamente hasta que vuelve al origen, frase que ya casi nada tiene que ver con la original.

Ahora algo de sabiduría ajena para tratar de darle un cierto sentido a la sinrazón que pudiera atenazarnos, para tratar de encauzarla lo más lejos posible de la crueldad, comenzando por una cita del propio director de este film:

 - "Una religión que no tolera a otra religión no es una verdadera religión, y un creyente que no tolera las creencias de otro creyente, no es un creyente".  (Abderrahmane Sissako).

 - "El fanatismo es a la religión lo que la hipocresía es a la virtud".  (Charles Palissot de Montenoy).

 - "Hay maridos tan injustos que exigen de sus mujeres una fidelidad que ellos mismos violan. Se parecen a los generales que huyen del enemigo, quienes, sin embargo, quieren que sus soldados sostengan el puesto con arrojo".  (Plutarco).

 - "La tolerancia significa enterarse cada cual de que tiene frente a sí a alguien que es un hermano suyo, quien, con el mismo derecho que él, opina lo contrario, concibe de contraria manera la felicidad pública".  (Antonio Maura).

 - "Tratar de mejorarse a sí mismo es una empresa que suele dar mejor resultado que tratar de mejorar a los demás".  (Noel Clarasó).

 - "Aunque tu enemigo sea el ser más ruin, mezquino y miserable de la tierra, ¿serías tú acaso mejor por eso? Deja a tu enemigo que sea como fuere y procura mejorarte tú, pues no has venido a perfeccionar a tu enemigo, sino a ti mismo"  (Amado Nervo).

Besos y abrazos,

Don.
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martes, 10 de febrero de 2015

Matutinos que no dan su brazo a torcer

¡Buenos días!

Otra mañana más en la que me empeño, con insistencia, aunque sin luchar a brazo partido, en atrapar otro de estos ladinos matutinos que a veces quieren escapárseme por entre mis neuronas, pero otras ahí mismo algunos quedan enredados y puedo sacarlos a la luz, no sin cierto esfuerzo. No espero laureles por ello, que la propia satisfacción generada en su creación ya me reconforta por sí sola. El invierno parece dejarse vencer, que hoy ha atemperado algo tras sus durísimos embates de días pasados, plenos de intenso frío y nevadas (éstas allende los madriles), pero no nos descuidemos, que en otro de sus requiebros seguro nos atenaza e inmoviliza con otra de sus gélidas llaves.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Foxcatcher", de Bennett Miller, y con Steve Carell, Channing Tatum, y Mark Ruffalo. De este director había visto sus dos anteriores films: "Moneyball: rompiendo las reglas" ("Moneyball", 2011), y "Truman Capote" ("Capote", 2005).

Queda poco más de un año para los Juegos Olímpicos de Seúl'88, y el campeón olímpico de lucha en 1984 Mark Schultz, que malvive sin apenas recursos, y entrena junto a su hermano mayor, y también campeón olímpico de lucha, recibe la propuesta de un multimillonario con ínfulas de patriótica gloria deportiva para formar con él un equipo de lucha para las próximas olimpiadas. Dado que desea alejarse de la protectora sombra de su hermano, acepta, y se traslada para seguir entrenándose al centro de alto rendimiento que el millonario ha montado en su mansión. Pronto, la oscura y aviesa personalidad del potentado empezará a enturbiar las relaciones de ambos. Todo se complicará unos meses después con la contratación del hermano para entrenar al grupo.

Una buena película (nota: 6) con la que, sin embargo, no llegué a conectar del todo, aunque de la que sí extraje algunas ideas que pillar para mis entendederas. Historia basada en hechos reales, de sombría y perturbadora atmósfera, inquietante, sobre un, podría decirse, triángulo de afectos muy particular, donde el protagonista pasa de la dependencia hacia su hermano paternal a la malsana, casi abducción emocional, hacia el grotesco y excéntrico millonario de tortuosa mente y vidriosa mirada. Todos arrastrando unos traumas de infancia mejor o peor llevados por cada uno, especialmente peor por parte del potentado, un patético ser de reprimidas pulsiones por culpa de una castradora madre, y que quiere demostrar lo que no es con tal de ganarse su afecto y reconocimiento. También, mirando más allá, puede verse como una crítica de los verdaderos fines del mecenazgo o patrocinio capitalista, no tan auténticamente altruista como se vende en muchos casos.

Ahora algo de sabiduría ajena, que seguro nos ayuda a perseverar en nuestra lucha vital:

 - "Necesariamente vence siempre el entusiasta al apático. No es la fuerza del brazo, ni la virtud de las armas, sino la fuerza del alma la que alcanza la victoria".  (Johann G. Fichte).

 - "No hay humillación ni deshonra en el reconocimiento de la superioridad de un adversario".  (Ángel Ganivet).

 - "Cuando la lucha de un hombre comienza dentro de sí, ese hombre vale algo".  (Robert Browning).

 - "La alegría está en la lucha, en el esfuerzo, en el sufrimiento que supone la lucha, y no en la victoria misma".  (Mahatma Gandhi).

Besos y abrazos,

Don.
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jueves, 5 de febrero de 2015

Matutino nada aborregado que para en todas las estaciones

¡Buenos días!

Casi con férrea puntualidad aquí llega otro matutino al que me subo en marcha, sin esperar ni a que pare, no por miedo a perderlo, sino por las inmensas ganas de disfrutar de él ya desde los primeros instantes. Además, tampoco es muy conveniente esperarle quieto en esta estación invernal en la que nos encontramos, con ola de frío polar que nos congelará a poco que nos paremos pensando en las quimbambas. Carpe diem.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Las ovejas no pierden el tren", de Álvaro Fernández Armero, y con Raúl Arévalo, Inma Cuesta, Alberto San Juan, Irene Escolar, Candela Peña, Jorge Bosch, Kiti Mánver, Pilar Castro, Petra Martínez, y Miguel Rellán. De este director de cine había visto algunos de sus anteriores films, entre ellos sus dos anteriores de ficción, "Salir pitando" (2007), y "El juego de la verdad" (2004).

Una pareja, en pequeña crisis latente, se ve forzada a irse a vivir a un pequeño pueblo a 100 km. de Madrid por las dificultades para encontrar empleo él (periodista en paro), quien decide ponerse a escribir una novela, sin éxito, que las musas no le vienen, ni siquiera en el "bucólico" campo. Tienen un niño pequeño y ella, cuyo pequeño negocio también tiene dificultades, está obsesionada con tener otro, sin conseguirlo. El hermano de él, también periodista, está divorciado hace un año y sale con una chica veinte años menor que él. La hermana de ella vive enganchada a las redes sociales y desea vehementemente echarse novio y casarse sin importarle sus frecuentes fiascos anteriores, así que le presentan a un compañero de trabajo de ellos. Todos tendrán que lidiar con sus propios problemas cotidianos, y los de sus peculiares familias.

Una buena película (nota: 6) esta comedia coral, con la que reí menos de lo que esperaba, con sus más y sus menos, con momentos ni fu ni fa, y otros realmente divertidos rayanos casi con lo kafkiano. Es todo un compendio de situaciones, algunas de las cuales todos habremos vivido alguna vez. Historia de cuarentones, años arriba, años abajo, pelín inmaduros casi todos, a los que les falta un hervor, con sentimientos de insatisfacción por la vida que han llevado y los sueños incumplidos, que tienden a aparentar lo que no son y sus verdaderos sentimientos, que no se atreven a ser ellos mismos, y con la sensación de que la vida se les va escapando poco a poco por entre los dedos.

Ahora algo de sabiduría ajena, que seguro nos ayuda a disfrutar más de lo que tenemos a nuestro alrededor, una oportunidad que espero no dejéis pasar:

 - "Ovejas bobas, por do va una, van todas".  (Refrán).

 - "A veces tenemos que perder las cosas para entender la importancia que tienen".  (Susanna Tamaro).

 - "El único modo de estar seguro de coger un tren es perder el anterior".  (Gilbert K. Chesterton).

 - "Alégrate de la vida porque ella te da la oportunidad de amar, de trabajar, de jugar y de mirar a las estrellas".  (Henry van Dyke).

Besos y abrazos,

Don.
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miércoles, 4 de febrero de 2015

Sigo sin perder mis asilvestrados matutinos

¡Buenos días!

Cada mañana me reencuentro con ellos, jamás se me pierden por ahí, ni tampoco mucho los riego, poco más que unas gotas de buen cine, y me crecen espontáneamente cual diente de león, con robusta lozanía no importa que inclemencias haya. Como las de estos días de crudo invierno, con días bastante desapacibles, incluso con nieve, casi nada por los madriles (me imagino que mucha por la ribera del Arlanzón), con unos -2ºC de mínima, y máxima prevista para hoy de unos 5ºC.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Alma salvaje" ("Wild"), de Jean Marc Vallée, y con Reese Witherspoon, y Laura Dern. Está basado en las memorias de Cheryl Strayed, cuya peripecia se relata en el film. De este director canadiense ya había visto sus cuatro anteriores films: "Dallas buyers club" (2013), "Café de Flore" (2011), "La reina Victoria" ("The young Victoria", 2009), y "C.R.A.Z.Y." (2005).

Una joven, tras la muerte de su madre, un proceso autodestructivo con consumo de estupefacientes incluido, y la ruptura de su matrimonio por propia voluntad, decide viajar sola mil millas a pie, sin la más mínima experiencia en tales lides, con la idea de encontrarse a sí misma, por una ruta senderista que recorre de sur a norte los Estados Unidos a lo largo de la cadena montañosa que bordea la costa del Pacífico.

Una buena película (nota: 6) que sin embargo no acabó de conectar del todo conmigo, que bastantes veces me sentí ajeno a las tribulaciones del personaje, a sus escasos encuentros con otros personajes que le salen al paso, aunque es más un introspectivo viaje de autodescubrimiento y autorredención, mientras va rememorando sin orden ni concierto pasajes de su pasado. Sin ser mala, que este director no las hace, me pareció la peor suya. Además, me recordó mucho, pues retrata una peripecia femenina similar, a un film que vi hace pocos meses, que me gustó bastante más, "El viaje de tu vida" ("Tracks", 2013), de John Curran.

Ahora algo de sabiduría ajena para tratar de reencontrarnos a nosotros mismos, comenzando por una de las varias citas literarias que se mentan en el film:

 - "Si tu valor reniega de ti, supera tu valor".  (Emily Dickinson).

 - "Un viaje de mil millas debe comenzar con un solo paso".  (Lao Tzu).

 - "No hay mejor nave que un libro para llevarnos a tierras lejanas".  (Emily Dickinson).

 - "Muy pronto me di cuenta de que un viaje nunca nos lleva lejos a menos que se extienda dentro del mundo que nos rodea, y vaya a la misma distancia dentro de nuestro mundo interior".  (Lillian Smith).

Besos y abrazos,

Don.
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martes, 3 de febrero de 2015

Matutino al acecho

¡Buenos días!

Lo veo de lejos, no precisamente en televisión, oculto tras la oscuridad de la noche, o de una sala de cine, o de la ósea cámara oscura en la que habitan mis neuronas, a este matutino que ha esperado su oportunidad de ver la luz en cuanto esta mañana llegó, para tratar de dar a conocer a quien quiera saber lo que por allí pasó, sin efectismos ni truculencia, por supuesto. Tras unos pocos lluviosos días, el crudo invierno acecha de nuevo, y en breve, por doquier, más cuanto más al norte, nos hará tiritar de noche y de día, con mínimas bajo cero y máximas que poco se elevarán de los 0ºC... y nieve, por supuesto, donde se deje caer.

Ayer por la tarde me dejé caer por el cine, y estuve viendo "Nightcrawler", de Dan Gilroy, y con Jake Gyllenhaal, Rene Russo, y Riz Ahmed. Es el debut como director de cine de este también guionista y productor.

Un joven sin escrúpulos lleva tiempo buscando trabajo sin conseguirlo, y mientras tanto se dedica a robar para sobrevivir (hilo de cobre, tapas de alcantarilla, vallas metálicas, etc.). Tras uno de estos robos, se encuentra con un accidente de tráfico y ve como unos camarógrafos freelance toman imágenes mientras actúan policías, ambulancias y bomberos. Charla con ellos y toma la decisión de que podría ser un lucrativo negocio, así que roba una bici y con el dinero de la venta se compra una cámara de vídeo para introducirse en el mundo de grabar y vender imágenes truculentas a las televisiones sensacionalistas y sus programas basura. Se ha convertido en un nightcrawler (especie de nocturno paparazzo televisivo). Es muy espabilado (demasiado) y aprenderá muy deprisa.

Una estupenda película (nota: 8), de preciosa fotografía (toda nocturna), sobre un despreciable sabandija, un carroñero carente de empatía, nihilista y cínico, un pelota trepa que busca triunfar a toda costa, al precio que sea; y que también pone en solfa a esos amorales medios de comunicación que fuerzan y retuercen las noticias, dándoles el enfoque "adecuado" con el fin de maximizar audiencias a costa de truculencia o de pornografía emocional, que todo vale en aras del share. Además, al final también se ríe descarnadamente (y muy amargamente) de eso tan norteamericano de la glorificación del triunfador empresario hecho a sí mismo, pero que pisotea lo que haya que pisotear sin remordimientos, y que contrata sin contrato por míseros sueldos y sin asegurar a sus empleados... el libre mercado, dicen. Por eso de la telebasura me recordó a "Network" (1976) de Sidney Lumet.

Ahora algo de sabiduría ajena que tal vez nos ayude a mejor ver venir las eventuales acechanzas de sibilinos merodeadores:

 - "En California no tiran la basura: la convierten en programas de televisión".  (Woody Allen).

 - "Las mentes que controlan la televisión son tan pequeñas que cabrían en el ombligo de una mosca, y aún quedaría espacio para el corazón de un director de cadena".  (Fred Allen).

 - "Ver un asesinato por televisión puede ayudarnos a descargar los propios sentimientos de odio. Si no se tienen sentimientos de odio, podrán obtenerse en el intervalo publicitario".  (Alfred Hitchcock).

 - "El problema es que la televisión amalgame y convierta en papilla informe la realidad, la ficción, lo fundamental, lo secundario, el divertimento y la reflexión".  (Jean Renoir).

 - "La civilización democrática se salvara únicamente si hace del lenguaje de la imagen una provocación a la reflexión crítica, y no una invitación a la hipnosis".  (Umberto Eco).

Besos y abrazos,

Don.
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