¡Buenos
días!
No
sé si es mi intención el mostrar todas las intimidades matutinas cada vez que
saco a la luz cada uno de mis matutinos, pero desde luego lo que trato es de
ser lo más auténtico posible ... y si eso muestra mis intimidades más
recónditas, pues ... pues las mostraré hoy a la luz algo neblinosa de esta
mañana soleada, mucho más tibia de lo que es propio por estas fechas, en la que
se esperan 15ºC de máxima.
Ayer
por la tarde estuve en el cine viendo la última de los hermanos Coen, "A
propósito de Llewyn Davis" ("Inside Llewyn Davis"),
de Joel y Ethan Coen, y con Oscar
Isaac, y un buen puñado de excelentes secundarios, entre los que destacaría a
la muy deliciosa Carey Mulligan.
Es
el 16º largo de estos excelentísimos directores, de quienes he visto todos sus
quince anteriores, a saber:
- "Sangre fácil" ("Blood
simple", 1984)
- "Arizona baby" ("Raising
Arizona", 1987)
- "Muerte entre las flores"
("Miller's crossing", 1990)
- "Barton Fink" ("Barton
Fink", 1991)
- "El gran salto" ("The
Hudsucker proxy", 1994)
- "Fargo" ("Fargo", 1996)
- "El gran Lebowski" ("The big
Lebowski", 1998)
- "O brother!" ("O brother,
where art thou?", 2000)
- "El hombre que nunca estuvo allí"
("The man who wasn't there", 2001)
- "Crueldad intolerable"
("Intolerable cruelty", 2003)
- "Ladykillers" ("The
ladykillers", 2004)
- "No es país para viejos"
("No country for old men", 2007)
- "Quemar después de leer"
("Burn after reading", 2008)
- "Un tipo serio" ("A serious
man", 2009)
- "Valor de ley" ("True
grit", 2010)
Se
nos narra, durante unos pocos días del crudo invierno de 1961 en Nueva York (y
en Chicago), la vida de un joven cantautor de música folk que va recorriendo,
con su guitarra a cuestas, pequeños garitos donde toca y pasa la gorra, junto a
otros aspirantes a la fama musical, malviviendo, sobreviviendo gracias a la
generosidad de amigos y desconocidos, a la espera de que un magnate musical se
anime a apoderarles, a grabarles un disco, y que puedan ganarse la vida con
esto. Toda una odisea que acaba donde empezó, sin conseguir llevarse el gato al
agua.
Una
muy buena película, como no podía esperarse menos de este par de hermanos, con
muchas de sus señas de identidad, que sin embargo no acabó de emocionarme, tal
vez debido al tono de desganada derrota vital que empapa toda la historia
(especie de melancólico y elegiaco panegírico de ésta), derrota tanto en el
sentido de camino truncado como de vencimiento ante las inclemencias, pues la
inmensa mayoría de esta gente jamás llega a cumplir sus deseos, aunque
bastantes sean tan buenos como los que llegan ... cuestión de suerte, quizá. De
hecho, en la escena final, tras su última actuación, ya casi aburrido nuestro
protagonista de ver que no llega a ningún sitio, el que le toma el relevo en el
club es un jovenzuelo recién llegado a la metrópoli que mucho se asemejaba a
Bob Dylan. De todas formas, esta película, por ciertos detalles de su historia,
me recordó mucho a ese portentoso documental, que me fascinó y conmovió:
"Searching for Sugar Man" (2012), de Malik Bendjelloul,
y que os recomiendo muy encarecidamente.
Ahora
me vienen muy a propósito unas citas de sabiduría ajena, que tal vez nos
descubra algo desconocido dentro de nosotros:
- "Un proverbio, venido a propósito, es
siempre muy fácil de entender".
(Plauto).
- "El poeta llena el santuario interior
de nuestro espíritu con pensamientos nuevos, maravillosos y placenteros". (Novalis).
- "Lo que más puedo esperar es cantar lo
que pienso, y quizás evocar algo en los demás. No me insultes diciéndome que
soy una persona con mensaje. Mis canciones no son más que un diálogo conmigo
mismo". (Bob Dylan).
- "El rollo del artista que pasa hambre
es un mito. Lo iniciaron los grandes banqueros y las jóvenes damas prominentes
que compran arte. Ellos simplemente quieren mantener al artista bajo su
dominio. No tienes que morirte de hambre para ser un buen artista. Sólo tienes
que sentir amor y tener un punto de vista claro. Y tienes que combatir la
depravación. El no transigir, eso es lo que forma a un buen artista. No importa
si se tiene dinero o no". (Bob
Dylan).
- "Aunque los hombres se vanaglorian de
sus grandes obras, frecuentemente no son éstas el resultado de un noble
propósito, sino efecto del azar".
(François de la Rochefoucauld).
- "Para llegar a la meta de sus
propósitos, la mayoría de los hombres es más capaz de un esfuerzo
extraordinario que de una larga perseverancia". (Jean de la Bruyère).
- "La vida de cada hombre es un camino
hacia sí mismo, el ensayo de un camino, el boceto de un sendero". (Hermann Hesse).
Besos
y abrazos,
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