martes, 30 de enero de 2024

Criaturitas matutinas

¡Buenos días!

Otro día más que, como los anteriores, se despierta soleado, tibio, con alguna nube, perfectos engendros a pesar de su dulzura y belleza, dado lo fuera de lugar que están, pues debería estar haciendo frío y nosotros sintiendo destemplanza térmica, que es lo que toca, pero, en fin, a disfrutar sin remilgos de los 15ºC de máxima prevista para hoy por los madriles. Por lo demás, cual Supremo Hacedor me siento respecto de cada uno de mis bien amados matutinos, compuestos y recompuestos a partir de los desordenados elementos que pululan por entre mis enmarañadas circunvoluciones cerebrales, reactivados por la potente energía que les insuflan las películas que suelo ver.

Como otra más que vi este pasado fin de semana en el cine, "Pobres criaturas" ("Poor things", 2023), de Yorgos Lanthimos, basada en la novela homónima (1992) de Alasdair Gray, y con Emma Stone, Mark Ruffalo, Willem Dafoe, Ramy Youssef, Christopher Abbott, y Jerrod Carmichael. Octavo largo de este director y guionista griego, y sexto que veo, tras "La favorita" ("The favourite", 2018), "El sacrificio de un ciervo sagrado" ("The killing of a sacred deer", 2017), "Langosta" ("The lobster", 2015), "Alps" ("Alpeis", 2011) y "Canino" ("Kynodontas", 2009).

Una joven, que ha sido revivida tras su desdichada muerte (y vida) por un muy poco ortodoxo científico, cirujano forense, es ingenua y transgresora, libre de la moralidad y encorsetados prejuicios de su sociedad, que todavía no conoce y a los que contesta sin pelos en la lengua, aprendiendo de todo a gran velocidad. Quiere ir más allá del microcosmos de la mansión en que vive junto a su creador, especie de jaula de oro en que se siente (y está) encerrada por él, quien al final consiente, para que tenga nuevas vivencias que la sigan forjando, en su fuga con un crápula libertino y vividor, para viajar alrededor del mundo y conocer lo más mundano, que pondrá en solfa a la menor oportunidad.

Excelentísima película (nota: 9), brillante, excéntrica, surreal, y muy, muy divertida, y subversiva, la mejor para mí de su director hasta la fecha, aunque escabrosa y descarnada en algunos momentos, no tanto en sus muchas y desprejuiciadas escenas sexuales, de lo más gozosas, tampoco quiero destriparla mucho, claramente deudora de la novela "Frankenstein" ("Frankenstein; or, The Modern Prometheus", 1818) de Mary Shelley, que me animé a leer tras haber visto la película biográfica, "Mary Shelley" (2017) de Haifaa Al Mansour, mito al que da unas cuantas vueltas más y nos lo trae reconvertido a estos tiempos de necesaria y creciente emancipación femenina. Pero mediante su fascinante personaje protagonista va más allá de esto, con rompedora estética y satírica y vitriólica mirada a la sociedad y sus aspectos más o menos grotescos, ensalzando el libre albedrío de cada cual en igualdad con los demás.

Ahora, en la sección de sabiduría ajena, ahí os dejo algo desmembradas estas citas, aunque con cierta sutura más o menos imperceptible, entre ellas y con lo que destila la película hoy glosada, o eso creo:

 - "A decir verdad Dios no parece necesitar razones para hacer lo que hace y para omitir lo que omite, al igual que sus criaturas".  (Samuel Beckett).

 - "Pero a un personaje no se le da vida en vano. Criaturas de mi espíritu, aquellos seis vivían ya una vida que era la suya propia, que había dejado de ser una vida que ya no estaba en mi poder negársela".  (Luigi Pirandello).

 - "Para pequeñas criaturas como nosotros la inmensidad es soportable solo a través del amor".  (Carl Sagan).

 - "Siempre me enfurece lo liberales que son las personas con la violencia y cómo permiten que los menores la experimenten de cualquier manera, y luego somos tan mojigatos con la sexualidad".  (Yorgos Lanthimos).

 - "Los hombres son criaturas muy raras: la mitad censura lo que practica; la otra mitad practica lo que censura; el resto siempre dice y hace lo que debe".  (Benjamín Franklin).

Besos y abrazos,

Don.

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lunes, 29 de enero de 2024

Un mal matutino lo tiene cualquiera

¡Buenos días!

No sé si este se me pondrá malo de manera imprevista, pero seguro que no, pues me he levantado estupendamente, lo que seguro me augura una espléndida mañana, gracias al solecito, algo velado por nubes y neblinas, que ahora asoma. Otra mañana inusualmente primaveral en los días que deberían ser los más crudos del crudo invierno, con una máxima prevista por los madriles de 16ºC. Si volviera el frío, no es que fueran a torcerse los sucesivos días, más bien al contrario, se enderezarían, haciendo el tiempo que debiera hacer, que nada es verdad ni mentira (ni bueno ni malo), todo es según el color del cristal con que se mira, que diría Ramón de Campoamor.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Un mal día lo tiene cualquiera" (2024), de Eva Hache, y con Ana Polvorosa, Goize Blanco, Ariana Martínez, Aníbal Gómez, Bárbara Mestanza, Albert Green, Juriji Der Klee, Agustín Jiménez, Julen Alba, Carolina Rubio, y Marta Guerras. Es el primer largo como directora de esta también cómica, actriz y guionista.

Una mujer, muy responsable y cumplidora a rajatabla de las normas, ordenada y a la que le gusta tener todo bajo control, ha estado varios años casi aislada del mundanal ruido preparando su tesis doctoral, que presentará en su universidad a la mañana siguiente, a primerísima hora. Son las diez de la noche y, tras haber declinado poco antes la invitación de una amiga para salir esa misma noche para relajarse antes del evento, antes de irse a dormir baja a tirar la basura y se encuentra por casualidad con otra amiga a la que hace meses que no ve y que le pide, no sin su resistencia, pues debe descansar bien para estar fresca de cara a la lectura de su tesis, que se vaya con ella a tomar unas cañas a un bar cercano para charlar de sus cosas, pero la velada se alarga, lo que no es sino el comienzo para ella de una vorágine de acontecimientos fatídicos en la que se verá envuelta sin comerlo ni beberlo, y de la que para tratar de salir, no sin grandes penalidades, se verá obligada a hacer cosas que jamás hubiera imaginado.

Buena película (nota: 6), que me gustó, agradó y entretuvo, me pareció divertida y me dio algo en que pensar (al final), esta comedia de situaciones surrealistas, absurdas, que transcurre en una noche, y que bebe claramente de las fuentes de ciertas películas, en boga en los años 80, tales como "Jo, qué noche" ("After hours", 1985) de Martin Scorsese, "Cuando llega la noche" ("Into the night", 1985) de John Landis y "Algo salvaje" ("Something wild", 1986) de Jonathan Demme, en las que un tipo circunspecto y formal se ve arrastrado por un torbellino de circunstancias imprevistas y de lo más kafkianas, que normalmente suceden a lo largo de una noche loca, tras lo cual su vida y modo de verla cambian radicalmente. La hoy glosada, por supuesto, va por los mismos derroteros, esta vez con protagonista femenina, y al final destila que el mejor modo de enfrentarse a nuestras imprevisibles vidas, por mucho control que queramos ejercer sobre ellas, es aprender a surfearlas en pleno caos... y disfrutar del trance por mucho que nos pueda engullir una ola.

Pues según lo previsto, hemos llegado indemnes a la sección de citas de sabiduría ajena, con las que espero, cual efecto mariposa, desatar eventuales tormentas neuronales en nuestras algo encorsetadas entendederas:

 - "Lo imprevisto constituye la trama de los días. El hombre que se levanta con la seguridad de ser un espectador divertido de los sucesos, no dándoles mayor relevancia que la que su actuación merece, nunca sale defraudado".  (Amado Nervo).

 - "De vez en cuando camina hacia atrás por los senderos de los deseos. Monta la vida a pelo y disfruta el viento en la cara de lo imprevisto".  (Juan José Benítez).

 - "¿Qué puede haber de imprevisto para el que nada ha previsto?".  (Paul Valéry).

Besos y abrazos,

Don.

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miércoles, 24 de enero de 2024

Evasor trasiego matutino

¡Buenos días!

La anómala meteorología de estos días, a base de moverse de su lugar habitual, no cesa de evitar al invierno en que deberíamos estar, no vaya a ser que los pille, aunque debería hacerlo, como está ocurriendo con este día que ahora amanece, lejos de la helada, soleado, y con una máxima prevista por los madriles de 17ºC, pura primavera en pleno enero, no sé si todavía con brotes verdes, creo que sí, que las pasadas lluvias junto con el cálido sol ayudan a ello. Ya se nos explotará esta ficticia burbuja de inflacionarias temperaturas cuando sea menester, y el que avisa, cual buen mensajero, no es traidor, aunque quizá tarde algo en cumplirse este agüero que presagio.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "El correo" (2024), de Daniel Calparsoro, y con Arón Piper, Laura Sépul, Nourdin Batan, María Pedraza, Luis Tosar, José Manuel Poga, Luis Zahera, Stefan Weinert, Geert Van Rampelberg, y Alberto Jo Lee. Decimoquinta película de su director, de quien había visto siete de sus anteriores, a saber, "Todos los nombres de Dios" (2023), "Hasta el cielo" (2020), "El aviso" (2018), "Cien años de perdón" (2016), "Invasor" (2012), "Ausentes" (2005), y "Guerreros" (2002).

Un ambicioso joven de barrio periférico, que trabaja como aparcacoches en un club de golf, ve y aprovecha su oportunidad de prosperar rápidamente y se mete en una organización internacional que opera entre España y Bélgica blanqueando dinero negro, trabajando como correo, transportando maletines entre ambos países. Son los primeros años 2000, época de pelotazos urbanísticos y del cambio de la peseta al euro, y de oportunidades, lujosos excesos y desenfreno para los listos y listillos de todo pelaje y condición en este reino de Jauja. Viendo el continuo trasiego de fajos de billetes desde la Costa del Sol por parte de comisionistas, empresarios, políticos, banqueros, famoseo, deportistas de élite, mafias chinas y de otros países, decide apuntar más alto para conseguir una mayor parte del pastel.

Buena película en general (nota: 6), con buen ritmo, entretenida, de muy buena factura y envoltorio, muy resultones, para pasar el rato y poco más, como volver a recordarnos pasadas sinvergonzonerías patrias de altos y bajos vuelos más bien recientes, y algunas todavía calentitas en los tribunales, a la par que deja cierto leve poso de crítica sobre aquellos descarados desfalcos a las arcas públicas. Historia basada en hechos reales en la que cualquier parecido con la realidad es una pura coincidencia... una puta coincidencia, tal y como reza una frase al principio de la cinta.

Ahora, como diligente heraldo de estos matutinos, os anuncio que llegan las citas de sabiduría ajena. No os evadáis de ellas pues quizá podáis lamentarlo, al menos yo seguro que sí:

 - "Farautes y mensajeros no deben ser prisioneros".  (Refrán).

 - "Si no peleas para acabar con la corrupción y la podredumbre, acabarás formando parte de ella".  (Joan Báez).

 - "El destino, el azar, los dioses, no suelen mandar grandes emisarios en caballo blanco, ni en el correo del Zar. El destino, en todas sus versiones, utiliza siempre heraldos humildes".  (Francisco Umbral).

 - "El dinero incita a la discordia, trastorna las ciudades y el mundo entero con las guerras, fomenta los engaños, los delitos y la corrupción entre los hombres que son hermanos y destruye a todos, muy especialmente a los jóvenes".  (Lucio Anneo Séneca).

Besos y abrazos,

Don.

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martes, 23 de enero de 2024

Vamos despacio, matutino

¡Buenos días!

No hay prisa, el crudo invierno parece que se fue y no sabemos cuánto tardará en volver, así que, a disfrutar, cada cual según le parezca, y todos bien avenidos, de estos plácidos días de sol (y algunas nieblas y neblinas mañaneras) y temperaturas agradables, que irán a más en sucesivos días, desde los 14ºC de máxima prevista para hoy por los madriles y con mínimas alejándose cada vez más de la helada (con 3ºC nos hemos despertado hoy al alba). Por lo demás, otro matutino más del que disfrutaré con sosiego, sin arrebatos innecesarios, saboreando poco a poco cada instante, que trataré de que se alargue lo más posible.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Slow" (2023), de Marija Kavtaradze, y con Greta Grineviciute y Kestutis Cicenas. Es el primer largo que veo de esta directora lituana.

Una joven bailarina de danza contemporánea, que además imparte clases de baile, conoce a un joven que trabaja como intérprete de lenguaje de signos y que viene con un grupo de jóvenes sordomudos a los que ella va a dar clase por primera vez. Ambos se gustan de inmediato y empiezan una relación que avanza poco a poco. Cuando en cierto momento ella, muy activa sexualmente, se le insinúa para tener sexo, él la para amablemente y le confiesa que es asexual, es decir, que no siente deseo sexual por persona alguna, aunque eso no le impide estar enamorado de ella (mutuo sentimiento). Esto la deja atónita y hará que su bonita relación amenace con romperse cuando apenas había comenzado, pero se quieren y no pueden estar el uno sin el otro.

Estupenda película (nota: 8), que me encantó, esta deliciosa historia de amor, diferente, como pocas, atípica, peculiar, como cualquier otra, que fluye apaciblemente, como su título indica. Muy perspicaz, atenta y sensible, con sumo tacto, la mirada de su cineasta a las relaciones amorosas (y sexuales), complejas siempre, más allá de esta particular entre dos seres de lo más dispar, de deseos contrapuestos, que se atraen sobremanera y se quieren hondamente y que deben aprender a compaginarlos, altibajos incluidos, si quieren seguir juntos. En su relación basada en la dulzura, la cortesía y la sinceridad del uno con el otro, casi más que las palabras, son los gestos los que importan, corporales los de ella y manuales los de él, cosas de sus respectivas profesiones. De hecho, de entre las más bonitas escenas están las coreografías que aparecen, las de baile de ella y las de él expresando en lenguaje de signos sus respectivos sentimientos en su difícil relación de amor sin sexo, de amor en estado puro (que nada tiene que ver con la castidad, casi que al contrario). Por cierto, el título tiene que ver con la canción homónima de Leonard Cohen.

Bueno, pues pasito a pasito, sin correr, disfrutando placenteramente del trayecto, hemos llegado a las citas de sabiduría ajena:

 - "Como daba besos lentos le duraban más los amores".  (Ramón Gómez de la Serna).

 - "Tómate tiempo en escoger un amigo, pero sé más lento aún en cambiarlo".  (Benjamín Franklin).

 - "Una mujer disfruta con la certeza de acariciar un cuerpo cuyos secretos conoce y cuyas preferencias son sugeridas por el suyo propio".  (Sidonie Gabrielle Colette).

 - "Hay menos maneras de hacer el amor de lo que se dice, pero más de lo que se cree".  (Sidonie Gabrielle Colette).

 - "El tiempo es lento para los que aguardan,
largo para los que están tristes,
breve para los que gozan,
mas para los que aman,
el tiempo no existe".  (Henry van Dyke).

Besos y abrazos,

Don.

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lunes, 22 de enero de 2024

Matutino de interés

¡Buenos días!

Me intereso por si las nubes con las que ahora nos despertamos fueran a soltar algo de agua a lo largo de esta jornada, en la que se esperan 12ºC de máxima por los madriles, pero en cuanto miro las previsiones, que anuncian que de eso nada de nada, vuelvo a abstraerme en esta zona matutina, en la que jugueteo con este que ahora toca, y del que, como de cualquier otro de ellos, saco tanto provecho, especialmente en lo que respecta a mi particular bienestar anímico, con independencia de las inclemencias que por ahí fuera pudieran desatarse, y de las que en este preciso momento nada quiero saber. Si acaso ya veremos más adelante.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "La zona de interés" ("The zone of interest", 2023), de Jonathan Glazer, basada en la novela homónima (2014) de Martin Amis, y con Christian Friedel y Sandra Hüller. Es la cuarta película de este director británico, de quien había visto su anterior más reciente, "Under the skin" (2013).

El comandante que dirige el campo de concentración de Auschwitz y su mujer se esfuerzan por tener una plácida y paradisiaca vida junto a su numerosa prole, plenos de privilegios, a costa de los bienes y servicios que obtienen de los presos, en una bucólica casita de campo adosada al muro del presidio, más allá del cual, en fuera de campo de casi continuo rumor de fondo, sucede el holocausto.

Buena película (nota: 6), que me mantuvo atento a la pantalla, interesado en lo que ocurría ante mis ojos, y en lo que se intuía de entre el runrún sonoro que no cesaba apenas y de los casi inapreciables detalles de la cotidianidad familiar. Sin embargo, a pesar también de su poderío visual, marca de la casa de su cineasta, me dejó algo frío e insensible, no sé si tanto como sus anodinos personajes eran, indiferentes totales al horror intramuros, al inmenso dolor de los otros que allí dentro se vivía. En cierto modo nos muestra la banalidad del mal, en el sentido en que lo definía la creadora de este concepto, la filósofa judía Hannah Arendt:

 - "El mal no es nunca radical, solo es extremo, y carece de toda profundidad y de cualquier dimensión demoníaca. Puede crecer desmesuradamente y reducir todo el mundo a escombros precisamente porque se extiende como un hongo por la superficie. Es un desafío al pensamiento, como dije, porque el pensamiento trata de alcanzar una cierta profundidad, ir a las raíces y, en el momento mismo en que se ocupa del mal, se siente decepcionado porque no encuentra nada. Eso es la banalidad. Sólo el bien tiene profundidad y puede ser radical".

Bueno, pues parece que hemos atravesado sin solución de continuidad la difusa frontera de la zona de la sabiduría ajena, así que no queda otra que seguir con más citas, que espero os interesen tanto como a mí:

 - "En política, querido mío, y vos lo sabéis tan bien como yo, no hay hombres, sino ideas; no sentimientos, sino intereses; en política no se mata a un hombre, sino se allana un obstáculo".  (Alejandro Dumas).

 - "Bajo la tiranía es más fácil actuar que pensar".  (Hannah Arendt).

 - "¿No es vergonzoso que los fanáticos muestren mucho interés y los sensatos ninguno?".  (Voltaire).

 - "El individuo que no se interesa por sus semejantes es el que tiene las mayores dificultades en la vida y causa las mayores heridas a los demás. De esos individuos surgen todos los fracasos humanos".  (Alfred Adler).

Besos y abrazos,

Don.

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jueves, 18 de enero de 2024

Eterno recuerdo matutino

¡Buenos días!

Parece que ya ni me acuerdo de hace cuanto fue el día que hizo frío de verdad en este invierno descafeinado que estamos teniendo últimamente, con incluso mínimas por encima de la decena, otro día más, gris y lluvioso, muy otoñal, en el que se espera una máxima por los madriles de 14ºC, con viento algo fuerte de cuando en cuando. Y sí que tengo perfectamente presente en mi cabeza cuando comencé a escribir estos matutinos, aunque no sepa decir el día concreto, hace poco más de 25 años (bodas de plata hemos cumplido, pues), un par de escuetas líneas vía correo electrónico a un reducido grupo de colegas laborales, con animosa salutación y brevísima reseña meteorológica. Nada de cinefilia por entonces en los matutinos, que poco tiempo después los fue poblando, primero esporádicamente, y enseguida para siempre.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo una película, documental, "La memoria infinita" (2023), de Maite Alberdi. Es el segundo largo que veo de los de esta directora chilena, todos documentales, tras "El agente topo" (2020).

Augusto Góngora, un afamado periodista chileno, y Paulina Urrutia, actriz, y que fue ministra de cultura de su país entre 2006 y 2010, llevan conviviendo y profundamente enamorados desde hace más o menos 25 años. Hace unos años a él le diagnosticaron que padecía Alzheimer, y su memoria se ha ido disipando poco a poco con el transcurrir de los días desde entonces hasta ahora, así que la pareja deberá ir cambiando el modo en que ambos se relacionan, tratando de ralentizar el trance, con el temor latente de que a partir de cierto momento él ya no pueda recordarla.

Muy buen documental (nota: 7) con el que al principio no lograba conectar del todo, tratando de establecer cualquier clase de sinapsis a la que aferrarme para que mi mente no se evadiera de allí sin mi consentimiento, que aunque no me desagradaba me estaba dejando algo ausente de ella. Sin embargo, a partir de su mitad, no sabría decir muy bien el porqué, empezó a gustarme mucho, mucho, a sumergirme en sus momentos de desesperanza y desconcierto cuando la enfermedad del protagonista era más que patente, y a emocionarme sentidamente en otros. Historia de hondo y verdadero amor de pareja, y sobre la pérdida de memoria individual, con el trasfondo de tratar de evitar la desmemoria histórica de parte de un país (los negacionistas del holocausto dictatorial), narrada a base de grabaciones caseras de la pareja, tanto de su vida antes de la enfermedad como la auto documentación del paulatino proceso de deterioro cognitivo de él, así como de breves insertos de emisiones multimedia de él y ella en su pasado.

Ahora, antes de que se me olvide, cosa difícil en cualquier caso, ahí os dejo estas citas de sabiduría ajena, que no son infinitas, sino tan solo tres, más que suficientes para mis propósitos:

 - "Somos nuestra memoria, somos ese quimérico museo de formas inconstantes, ese montón de espejos rotos".  (Jorge Luis Borges).

 - "Memoria selectiva para recordar lo bueno, prudencia lógica para no arruinar el presente, y optimismo desafiante para encarar el futuro".  (Isabel Allende).

 - "El porvenir es mucho más de los corazones que de las mentes. Amar, eso es lo único que puede ocupar y colmar la eternidad. El infinito precisa de lo inagotable".  (Víctor Hugo).

Besos y abrazos,

Don.

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martes, 16 de enero de 2024

Me siento requetebién con los matutinos, perfectos

¡Buenos días!

Perfecto día de otoño en lo más crudo del crudo invierno, gris y brumoso, lluvioso, con viento del suroeste, de dulcísimas temperaturas, de casi nula oscilación térmica, tan solo de un grado, con una máxima prevista por los madriles de 14ºC. En resumen, día anómalo, imperfecto, pues debería estar helando por estas fechas, pero en fin, disfrutemos de lo que nos depare la meteorología, que al menos llueve, y mucha agua necesitamos. Por lo demás, vuelvo a sentirme reconfortado disfrutando de otro de mis matutinos, perfecta rutina para mí para alcanzar algo parecido al nirvana cotidiano.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Perfect days" (2023), de Wim Wenders, y con Koji Yakusho, Tokio Emoto, Arisa Nakano, Aoi Yamada, Yumi Aso, Sayuri Ishikawa, Tomokazu Miura, y Min Tanaka. De su veterano y prestigioso director alemán, sólo había visto tres de sus muchas películas, una de ficción, la excelentísima "París, Texas" (1984), y dos documentales, "Pina" (2011) y "La sal de la tierra" ("The salt of the Earth", 2014).

Un hombre solitario, afable, muy parco en palabras, las justas, trabaja con esmero como limpiador de aseos públicos en Tokio. Su simple y rutinaria vida se ve alegrada por sus sencillas aficiones (fotografiar analógicamente las luces y sombras de las hojas de los árboles, cuidar arbolitos, leer novelas, escuchar en casete música de los años 60 y 70) y por la gente con la que se va encontrando esporádica o cotidianamente, disfrutando con sosegadamente de cada momento, por intrascendente que pueda parecer.

Estupenda película (nota: 8), de esas en las que parece que nada ocurre, de tiempo diríase que suspendido, muy hermosa, de enorme serenidad, toda una alabanza a los pequeños placeres que nos puede deparar la vida a poco que estemos atento a ello (y no embebidos en una pantalla), como hace el personaje principal, con estoica actitud ante sus avatares vitales, perfectamente a gusto con su transcurrir vital. Suenan diversas canciones, que escucha el protagonista, que mucho dicen de su estado de ánimo, y entre ellas, la que parece dar lugar al título de la película, "Perfect day" de Lou Reed, y la que acompaña el apoteósico final, de esos que enaltecen el ánimo a cualquiera y le reconfortan sobremanera, profundamente terapéutica, "Feeling good" de Nina Simone. Muy recomendable película aunque, eso sí, no apta para impacientes, que seguro se perderían además la pildorita final tras los títulos de crédito al salir pitando al poco de comenzar estos.

Bueno, pues no hay perfecto matutino que se precie sin unas citas de sabiduría ajena, que espero nos hagan sentir mejor que bien:

 - "No comprendo cómo se puede pasar delante de un árbol sin sentirse feliz. ¡Cuántas cosas bellas ocurren a cada paso!: mirad al niño, contemplad los ojos que os miran y admiran".  (Fiódor Dostoievski).

 - "Yo podría estar encerrado en una cáscara de nuez y sentirme rey de un espacio infinito".  (William Shakespeare).

 - "¡Qué agradable sorpresa es descubrir que, al fin y al cabo, estar solo no es necesariamente sentirse solo!".  (Ellen Burstyn).

 - "Te colme la felicidad o te abrume el sufrimiento, el corazón necesita un segundo corazón. La alegría compartida es doble alegría, y el dolor repartido es medio dolor".  (Christoph August Tiedge).

Besos y abrazos,

Don.

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jueves, 11 de enero de 2024

Los coloridos matutinos se queman

¡Buenos días!

Difícil, y mucho, que esto suceda en estos días de invierno, fríos aunque sin exagerar, como en esta neblinosa mañana que ahora se despierta al borde de la helada por los madriles, en la que ya casi que asoma el sol, que lucirá esplendoroso en esta colorida jornada en la que están previstos 7ºC de máxima, y en la que no sé si estamos muy cerca de descubrir algo, pero seguro que con ardor nos pondremos a ello, sin dilapidar nuestras energías en el trance.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Los colores del incendio" ("Couleurs de l'incendie", 2022), de Clovis Cornillac, basada en la novela homónima (2018) de Pierre Lemaitre, guionista además de la película, y con Léa Drucker, Benoît Poelvoorde, Alice Isaaz, Clovis Cornillac, Olivier Gourmet, Jérémy Lopez, Alban Lenoir, Johan Heldenbergh, y Fanny Ardant. Es la primera cinta que veo como director de este también actor francés.

Paris, 1927. Tras el fallecimiento de su padre, su hija hereda la mayoría de sus grandes riquezas, la mansión en que vive y el banco del que era propietario. Los más allegados a ella (su tío, el director del banco y algunos otros empleados suyos) conspiran para apoderarse de toda su fortuna, cosa que logran tras engañarla con artimañas, dejándola sin apenas nada. Enfrentada a la adversidad en una Francia codiciosa y corrupta, donde las mujeres no pintan nada, con paciencia e inteligencia aprovechará su oportunidad de vengarse.

Película aceptable (nota: 5) y simpática, muy bien hecha, esta historia de envidias, traiciones y venganza, contada a través de una mujer aparentemente indefensa y empoderada a pesar de las adversidades, con trasfondo de corrupción financiera, política y periodística, que me esbozó algunas sonrisas de cuando en cuando y que, salvo momentos de desinterés en los que coqueteaba con el culebrón y algún desconcierto, me tuvo en general entretenido, aunque se me hizo algo larga, estando además pasadita de metraje, a mi parecer.

Ahora ardo en deseos de dejaros estas citas de sabiduría ajena, espero que de variados colores, para que puedan gustar a la mayoría:

 - "La avaricia es como la llama, cuya violencia aumenta en proporción al incendio que produce".  (Lucio Anneo Séneca).

 - "Más vale apagar una injuria que apagar un incendio".  (Heráclito de Efeso).

 - "Creer que un enemigo débil no puede dañarnos, es creer que una chispa no puede incendiar el bosque".  (Muslih ud din Saadi).

Besos y abrazos,

Don.

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martes, 9 de enero de 2024

Capitaneo matutino sin odiseas

¡Buenos días!

El crudo invierno sigue guiando los avatares meteorológicos de estos días, aunque hoy parece que algo menos crudamente, sin tantas penurias gracias a la gris manta nubosa que nos arropó esta noche y ha impedido que amanezcamos helados como ayer, pues el sol quiere asomar entre la nubosidad con 4ºC y se esperan 8ºC de máxima por los madriles para hoy, aunque parece que no lloverá. Por lo demás, otro matutino más al que comando hacia donde él quiera ir, vengan las peripecias que vengan, en busca de su particular paraíso terrenal por mucho que sea un ente ideal que bulle en mi cabeza donde siempre son bien recibidos.

Este pasado fin de semana estuve en el cine viendo "Yo capitán" ("Io capitano", 2023), de Matteo Garrone, y con Seydou Sarr y Moustapha Fall, entre varios otros más. De los diez anteriores largos de este director italiano había visto sus cinco más recientes: "Pinocho" ("Pinocchio", 2019), "Dogman" (2018), "El cuento de los cuentos" ("Tale of tales" o "Il racconto dei racconti", 2015), "Reality" (2012), y "Gomorra" (2008).

Dos adolescentes senegaleses deciden abandonar su país, sin decirle nada a sus familias, en busca del sueño europeo y un futuro mejor. Durante su periplo al filo de la supervivencia se enfrentarán a los peligros del desierto, de las mafias libias y del mar Mediterráneo para intentar llegar vivos a su destino.

Estupenda película (nota: 8), de esas de necesario visionado, este crudo retrato de los horrores vividos por los migrantes, terribles hechos sobrellevados en parte gracias a la solidaridad entre ellos, y tamizados por hermosas y poderosas imágenes, especialmente las del desierto, siempre tan fotogénico, y dos pinceladas de realismo mágico, onírico más bien. Lo más apasionante de la película, lo que más me gustó, sucede muy al final, durante la travesía en destartalado barco por el Mediterráneo que acaba en exultante final, en el que se intuye, lo sabemos, que la odisea no termina ahí, que no serán recibidos con los brazos abiertos, dejando el poso ese de ¿salir de Málaga para meterse en Malagón?

Tras haber sorteado con bien las eventuales vicisitudes de este matutino, ahí va esta comanda de citas de sabiduría ajena, que espero dirijan buenamente nuestro devenir:

 - "La vida es como un viaje por mar: hay días de calma y días de borrasca. Lo importante es ser un buen capitán de nuestro barco".  (Jacinto Benavente).

 - "Cuando la tripulación y el capitán están cordialmente compenetrados, es preciso un temporal y más que un temporal para lanzar la nave a tierra".  (Rudyard Kipling).

 - "Yo soy el dueño de mi destino; yo soy el capitán de mi alma".  (William E. Henley).

 - "Es más fácil apoderarse del comandante en jefe de un ejército que despojar a un miserable de su libertad".  (Confucio).

Besos y abrazos,

Don.

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jueves, 4 de enero de 2024

Remanentes matutinos

¡Buenos días!

Toda el agua que está cayendo estos días por los madriles, aunque no mucha, es necesaria, perfectamente aprovechable y útil para cualquier menester, y de la que no nos sobra ni una sola gota. Pues eso, mañana casi que cálida y confortable (9ºC al amanecer), gris, muy gris, neblinosa incluso por momentos, como la de ayer, que inicia una jornada en la que seguro volverá a llover algo, de muy tibias temperaturas (máxima prevista de 12ºC) a la espera del bajón térmico de próximos días que nos meterá de lleno en el más pleno de los inviernos. Por lo demás, ni uno solo de estos matutinos me sobra ni es olvidable ni desechable, ni se me queda por el camino, que cada uno tiene su peculiar encanto, a su manera.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Los que se quedan" ("The holdovers", 2023), de Alexander Payne, y con Paul Giamatti, Dominic Sessa, Da'Vine Joy Randolph, y Carrie Preston. Octavo largo de este magistral director, de quien había visto sus cinco más recientes anteriores que, salvo el más reciente de todos, que me pareció bueno a secas, me entusiasmaron el resto: "Una vida a lo grande" ("Downsizing", 2017), "Nebraska" (2013), "Los descendientes" ("The descendants", 2011), "Entre copas" ("Sideways", 2004), y "A propósito de Schmidt" ("About Schmidt", 2002), siempre por ese modo tan suyo de mirar nuestros comportamientos, lo que le rodea, con el que tanto y tan bien sintonizo. Me faltan por ver sus dos primeros largos, "Election" (1999) y "Ruth, una chica sorprendente" ("Citizen Ruth", 1996).

Año 1970. En un elitista internado masculino un profesor de historia, misántropo, cascarrabias, estricto en el cumplimiento de las normas, insoportable y repelente erudito que abrasa a todos con su superior conocimiento, y que no cae bien a sus alumnos, es obligado por el director a quedarse allí durante las vacaciones de navidad al cargo de un pequeño grupo de alumnos cuyos padres, por unos u otros motivos más o menos peregrinos, no pueden pasar con ellos tan señaladas fechas en sus hogares.

Espléndida película (nota: 8) que me encandiló por lo que cuenta y como lo cuenta, agradabilísima de ver, divertida, y mucho, en muchos momentos, con su toque de acidez y amargura, sin apenas dulzura, pero con mucho corazón en su tierna mirada a los personajes, e inteligente y que da que pensar. Crítica no muy severa a ciertos aspectos de la sociedad estadounidense, donde los dos personajes principales van aprendiendo el uno del otro, con independencia de ser profesor o alumno, mientras se van mostrando, enseñando que lo que hay tras la apariencia es otra cosa. En cierto modo me recordó, aparte de a otras, a "El club de los cinco" ("The breakfast club", 1985) de John Hughes. Me encanta el modo de hacer películas, de mirar a su alrededor, de Alexander Payne, con el que conecto mucho, y del que soy devoto admirador de su cine.

Ahora, en la sección de sabiduría ajena, toca quedarse reflexionando con este par de citas, del libro de cabecera del profesor protagonista de esta historia, "Meditaciones" (170-180 d.C.) de Marco Aurelio:

 - "Acomódate a las cosas que la suerte te ha destinado, y ama con verdadero amor a los hombres con quienes debes convivir".  (Marco Aurelio).

 - "Acostúmbrate a prestar atención a lo que dice otra persona y, en la medida de lo posible, procura entrar en su mente. Por lo general, primero hay que aprender muchas cosas antes de poder juzgar la acción de otro con conocimiento".  (Marco Aurelio).

Besos y abrazos,

Don.

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martes, 2 de enero de 2024

Cada maestrillo tiene su matutinillo

¡Buenos días!

Pues hoy a este aprendiz de invierno al que no sé si poner en solfa por su vedetismo, por lo veleidosos que me parecen sus vaivenes de veleta, de lo más normales en cualquier caso, que hasta no hace mucho se nos presentaba seco y soleado y ahora parece que nuboso y lluvioso (ya veremos si hoy llueve), hoy le ha dado por amanecer muy gris y lejos de la helada (4ºC), así que vuelve a tocar... no, en ninguna orquesta, sino a nosotros disfrutar del día que nos espera, con una máxima prevista de unos muy suaves y melodiosos 11ºC por los madriles, que nos invitan a bailar del modo que a cada cual le parezca mejor, y a mí a escribir este matutino, que no sé si me saldrá maestro, pero seguro que algo aprendo.

Este fin de semana no estuve en el cine, aunque sí viendo una película, en Netflix, que en su día (hace unas tres semanas) dejé escapar de su fugaz paso por la cartelera (ahora sé el porqué). Se trató de "Maestro" (2023), de Bradley Coooper, y con él mismo y Carey Mulligan (tan deliciosa como siempre). Es el segundo largo, y primero que veo, como director de su también actor.

Se narra la vida de Leonard Bernstein (1918-1990), famoso compositor y director de orquesta estadounidense, desde que en los años 40, como director suplente de la Filarmónica de Nueva York, tuvo un día que sustituir al director titular (por enfermedad) y, dado que el concierto se retransmitía a todo el país, alcanzó fama inmediata. Compuso música clásica (sinfonías y demás) y popular, como musicales teatrales, los más famosos de los cuales fueron "Un día en Nueva York" ("On the town") y principalmente "West side story", ambos llevados al cine, e incluso una cinematográfica banda sonora, la de "La ley del silencio" ("On the waterfront", 1954) de Elia Kazan.

Película normalita en general (nota: 5), un cinco pelón, un aprobadillo raspado, de excelente factura técnica y visual, aunque con excesivas ínfulas y sin alma, y además muy estereotipada en su historia, biográfica, que se centra principalmente, casi olvidando sus logros artísticos (mentados algunos de refilón), en la historia de amor, honda y compleja, que tuvo con su esposa, constantemente torpedeada por sus pulsiones bisexuales a las que dejaba fluir tanto como a su creatividad artística, tan minada como la propia historia por su bastante errático devenir. Lo mejor de la película para mí, Carey Mulligan, con diferencia.

Ahora, atentos al ritmo que marca la batuta de estas citas de sabiduría ajena, hoy dirigidas por el maestro retratado en la peliculilla hoy glosada, como no podía ser menos:

 - "La música puede dar nombre a lo innombrable y comunicar lo desconocido".  (Leonard Bernstein).

 - "La música, de todas las artes, se encuentra en una región especial, no iluminada por ninguna estrella que no sea la suya, y sin ningún significado excepto el suyo propio".  (Leonard Bernstein).

 - "Esta será nuestra respuesta a la violencia: hacer música con mayor ahínco, más bella, y más devotamente que nunca".  (Leonard Bernstein).

Besos y abrazos,

Don.

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