jueves, 28 de marzo de 2019

Nada enjaulados gorgoritos matutinos

¡Buenos días!

Otra deliciosa mañanita de primavera, soleada, tibia, sin atisbo de nubes ni apenas viento, de esas que exaltan el ánimo, que nos hacen venirnos arriba, salir afuera a vivir la vida con plenitud, a respirar libertad y, ya puestos, a animarnos a gorjear desaforadamente como si no hubiera un mañana, sin miedo al ridículo.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Bel canto. La última función" ("Bel canto"), de Paul Weitz, y con Julianne Moore, Ken Watanabe, Sebastian Koch, Tenoch Huerta, Ryo Kase, y María Mercedes Coroy. De este director había visto tan sólo dos de sus anteriores films: la sobresaliente "Grandma" (2015) y la muy buena "Algo más que un jefe" ("In good company", 2004). La película está basada en la novela homónima de Ann Patchett, a su vez inspirada en un hecho real que ocurrió en Perú en 1996, cuando Fujimori era presidente, y que acabó en un baño de sangre al asaltar el ejército la embajada japonesa.

Una famosa soprano viaja a un país sudamericano, bajo dictadura militar, para dar un concierto privado de operísticas arias en la embajada de Japón al que, entre muchos otros diplomáticos extranjeros y políticos locales, acude un acaudalado industrial japonés, incondicional admirador de la diva, y al que el gobierno de la nación quiere convencer para que instale una factoría allí. Con la función ya comenzada entra un comando guerrillero con la idea de secuestrar al dictador y pedir a cambio la liberación de sus compañeros encarcelados. Pero este no acudió debido a que le surgió un imprevisto compromiso. Esto complicará la situación de los secuestradores y los secuestrados, y el encierro se alargará por varias semanas, meses incluso, en medio de infructuosas negociaciones, lo que obligará a todos los encerrados a tener que entenderse por encima de lenguas, condiciones sociales y opiniones políticas distintas.

Película bastante flojucha en general (nota: 3), a pesar de algunos breves momentos en que sí me gustó (también su banda sonora), y por lo que a mí respecta, un fiasco tras haber visto la sobresaliente anterior de su director. Le salió un gallo desgañitado. Torpe realización, situaciones argumentales inverosímiles, interpretaciones en su mayoría bastante deficientes, incluidos los pésimos playbacks de la normalmente estupenda actriz que es Julianne Moore. Buenas intenciones en lo que se pretendía contarnos pero su desarrollo argumental fue bastante ramplón y deslavazado. Historia más centrada en el día a día y la forzada convivencia, con rápido contagio del síndrome de Estocolmo, incluidos enamoramientos algo inverosímiles, entre rehenes y captores, y que propugna que pueden encontrarse puntos de entendimiento entre gentes distintas, rompiéndose sus iniciales barreras, más si la música, que amansa hasta las fieras, o el fútbol, que las enerva, andan por ahí.

Ahora unas citas de sabiduría ajena, bien entonadas espero, y que tal vez saquen de nosotros nuestro mejor do de pecho:

 - "La política saca a flote lo peor del ser humano".  (Mario Vargas Llosa).

 - "Comprendemos a otra persona de la misma manera que nos comprendemos, o intentamos comprendernos, a nosotros mismos. Lo que no entendemos en nosotros tampoco lo entendemos en la otra persona".  (Carl Gustav Jung).

 - "Quien canta, su mal espanta".  (Refrán).

 - "El pájaro no canta porque es feliz, sino que es feliz porque canta".  (William James).

Besos y abrazos,

Don.
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miércoles, 27 de marzo de 2019

Nos otros, los otros matutinos

¡Buenos días!

Los matutinos, todos son yo, y yo soy de todos. Así no hay manera de diferenciarnos ni disociarnos, pues somos el universo entero, integrados los unos en los otros, todos en uno, sin reverso posible, y con tantas viceversas multiversales como dimensiones pudiera haber. Pues tras este mareante reflejo, o reflexión, de mis neuronas, la primavera sigue mostrándonos su más amable yo, a base de estos días de sol y suaves temperaturas, con 19ºC de máxima prevista para hoy por cada uno de los madriles que pudiera haber, que están todos compendiados y recogidos en este gran Madrid que nos acoge.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Nosotros" ("Us"), de Jordan Peele, y con Lupita Nyong'o, Winston Duke, Shahadi Wright Joseph, Evan Alex, Elisabeth Moss y Tim Heidecker. Segundo largo de este director tras "Déjame salir" ("Get out", 2017).

Una mujer vuelve a su hogar de cuando era niña, cerca de la playa, junto a su marido y sus dos hijos, a pasar las vacaciones de verano. Allí vivió una traumática experiencia entonces, que al volver tras muchos años recuerda con recurrencia y no le da buena espina su estancia allí. Al caer la noche aparece en la puerta del jardín la silueta de cuatro personas cogidas de la mano, otra familia... que resulta ser una versión maléfica de ellos mismos que viene a ocupar su puesto.

Una muy buena película (nota: 7), que bebe del mito nórdico del doppelgänger, como tantas otras películas y literatura de antaño, donde los actores principales hacen dos papeles, el de su personaje y el de su reverso oscuro. Es también de miedo como la anterior de este director (que me gustó algo más), de tensión sostenida, inquietante casi de continuo, salvo esporádicas pinceladas de humor. Tal y como indica el doble sentido de su título (en inglés original), pues se refiere al pronombre y a las siglas del país del director (United States), hay crítica a toda una sociedad, y por extensión al mundo entero, a su miedo al otro, al foráneo, cuando deberíamos temernos más a nosotros mismos, que antes de mirar afuera para buscar el mal deberíamos antes mirarnos nuestro propio ombligo, al monstruo que todos llevamos dentro y que se manifiesta a poco que se den las condiciones necesarias, una estupenda manera de autoconocimiento que tal vez nos haga mejores.

Llegamos ahora a la sección de la sabiduría ajena, la de los otros, sin el más mínimo miedo al mayor conocimiento, todo lo contrario, comenzando con dos atinadas citas del propio director y rematando con un refrán de lo más irónico, también perfectamente aplicable a lo que destila el film hoy glosado:

 - "Somos nuestro peor enemigo. Eso es algo que todos sabemos intrínsecamente, pero es una verdad que tendemos a enterrar. Culpamos al forastero, culpamos al otro".  (Jordan Peele).

 - "En algún momento me pregunto [...] ¿por qué verse a uno mismo es tan aterrador? Nadie quiere realmente mirar sus faltas, su culpa, sus demonios. Todos queremos buscar en otra parte".  (Jordan Peele).

 - "Nosotros somos los buenos; nosotros, ni más ni menos".  (Refrán).

Besos y abrazos,

Don.
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martes, 26 de marzo de 2019

Analgésico matutino en la gloria

¡Buenos días!

Por mucho que por aquí desparrame mis sentimientos, y precisamente por ello, me encuentro tan bien, que ni siento ni padezco, librándome de todo pesar casi por el mero hecho de aporrear el teclado y contar lo que me place. Y a todo ello ayuda todavía más este canónico día de dulce y serena primavera, por mucho que el viento se nos venga arriba, que el sol, el raso celeste y las tibias temperaturas (21ºC de máxima prevista) reconfortan al más pintado.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Dolor y gloria", de Pedro Almodóvar, y con Antonio Banderas, Asier Etxeandía, Penélope Cruz, Leonardo Sbaraglia, Nora Navas, y Julieta Serrano. Vigésimo primer film de este director, del que he visto casi todos, salvo cuatro de los rodados en los años 80, y por tanto todos de los de este siglo, a saber: "Julieta" (2016), "Los amantes pasajeros" (2013), "La piel que habito" (2011), "Los abrazos rotos" (2009), "Volver" (2006), "La mala educación" (2004), y "Hable con ella" (2002). Precisamente esta última es para mí la mejor de este muy reconocido cineasta del que, salvo unas pocas excepciones más, no me suelen gustar en exceso sus obras (lo hacen en momentos sueltos de cada una de ellas), cuando no me desagradan.

Un glorioso director de cine se encuentra en su ocaso, pues sus múltiples y cada vez mayores dolores, físicos y anímicos, amenazan con impedirle seguir haciendo lo que más le gusta, rodar películas. En estos momentos, su pasado se le manifiesta muy vívidamente, bien sea en forma de recuerdos, bien sea mediante físicos reencuentros con allegados a los que hace mucho que no ve. Todo esto le sacará de su atonía, cuando no depresión, y le impelerá a volver a escribir sobre todo lo que le está sucediendo.

¡Por fin una de Almodóvar que ha vuelto a gustarme mucho (nota: 7), con sus más y sus menos, y han tenido que pasar más de diez años desde "Volver"! Entre medias, en su vuelta a la gloria por lo que a mí respecta, he tenido que sufrir algunos dolores cinéfilos, y eso que siempre ha mantenido su exquisito gusto formal en sus maneras de hacer cine, pero las historias me patinaban. En cualquier caso, le he sido fiel, pues seguí, a pesar de los pesares, viendo sus películas.

Autorretrato pictórico, que no fotográfico e hiperrealista, al estilo Almodóvar, con bastante metacinematografía, especialmente hacia el final, y en concreto en su final, con el que trata de hacer las paces, amén de consigo mismo, con todos los que le han tocado alguna vez en su vida y así tratar de mitigar dolores que le rondan. Por cierto, gloriosa interpretación de Banderas, de bandera me pareció, sin olvidar al resto del elenco.

Ahora unas citas de sabiduría ajena, para mayor gloria de sus autores, y que espero nos atenúen eventuales padecimientos:

 - "El tiempo no duerme los grandes dolores, pero sí los adormece".  (George Sand).

 - "Con las glorias se olvidan las memorias".  (Refrán).

 - "La humildad allana inconvenientes, vence dificultades, y es un medio que siempre a gloriosos propósitos nos conduce: de los enemigos hace amigos, templa la cólera de los airados y menoscaba la arrogancia de los soberbios".  (Miguel de Cervantes).

 - "Escribo solo para matar las tardes, por no ponerme a deshacer las maletas, por no arrastrarme por las estaciones, por no andar como el rey de los cobardes, mustio, con un ramito de violetas, en el sepelio de las decepciones".  (Joaquín Sabina).

Besos y abrazos,

Don.
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jueves, 21 de marzo de 2019

Cómico matutino entre orondo y esbelto

¡Buenos días!

En este primer día de primavera de calendario tanto los matutinos como yo andamos la mar de satisfechos y airosos, tratando de no engreírnos, que caeríamos gordos y nos haríamos un flaco favor, pero sí de reírnos. La simpática mañana se nos ha levantado fresca (3ºC), con sol a raudales, sin atisbo de nubes, viento suave, y con máxima prevista de 16ºC por los madriles.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "El Gordo y el Flaco" ("Stan & Ollie"), de Jon S. Baird, y con Steve Coogan y John C. Reilly. Tercer largo de este director, de quien había visto su anterior, "Filth, el sucio" ("Filth", 2013).

Tras veinte años de éxito creciente, el dúo cómico formado por Stan Laurel y Oliver Hardy, conocidos por estos lares como el Gordo y el Flaco, que se iniciaron en el cine mudo y continuaron sin tacha con el sonoro, llegan a la cúspide de Hollywood en el año 1937, y a partir de ahí se fueron viniendo a menos (peleas entre ellos, continuos divorcios de sus sucesivas mujeres, problemas de salud, con el alcohol y el juego) hasta llegar al año 1953, en que ya sesentones y en horas bajas realizaron una gira por diversos teatros del Reino Unido, pequeños teatruchos en los que no conseguían ni de lejos completar el aforo, y alojándose en humildes pensiones. Sin embargo, poco a poco fueron teniendo más éxito, retomando pasada gloria, tanto que hasta pudieron instalarse en hoteles de lujo y llenar un día tras otro grandes salas de prestigio. Finalizada la tournée se retirarían definitivamente, de los escenarios y del cine.

Una buena película (nota: 6) que vi con agrado, con toques de comedia, lógicamente, que nos relata un breve episodio biográfico de esta famosa pareja de cómicos, durante su última gira profesional, en su ocaso artístico, con un último canto del cisne. Pareja de cómicos, colegas... e incluso amigos, a pesar de sus disensiones. Historia de una amistad de largo recorrido, que resiste al desgaste del tiempo, que el roce hace el cariño, pero también el desencuentro momentáneo. Y de amor y entrega por su profesión, hasta casi morir con las botas puestas.

Ahora unas citas de sabiduría ajena, que tal vez engorden la nuestra enflaqueciendo nuestras pendencias:

 - "Todos estos humores, sectas, juicios, opiniones, leyes y costumbres nos enseñan a juzgar sanamente los nuestros y educan al propio juicio a reconocer su imperfección y flaqueza natural: lo cual no es un aprendizaje despreciable".  (Michel E. de Montaigne).

 - "Estudia y aprende a sufrir con paciencia cualesquiera defectos y flaquezas ajenas, pues tú también tienes muchos que te sufren los otros".  (Tomás de Kempis).

 - "El arte de ser sabio consiste en saber a qué se le puede hacer la vista gorda".  (William James).

 - "Ver cumplido un sueño, sudar la gota gorda realizando un trabajo solitario, tener la oportunidad de crear; esa es la sustancia de la vida. El dinero no es más que un adorno".  (Bette Davis).

Besos y abrazos,

Don.
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miércoles, 20 de marzo de 2019

El futuro de los pasados matutinos

¡Buenos días!

Dicen que la vida es un ciclo de ida y vuelta, que la de alguien del pasado tiende a repetirse en la de alguien del futuro, en esencia, mucho más si es de la misma familia, como estos mismos matutinos, especie de parentela mía, se encargan de demostrarme, con su estructura similar con pequeñas alteraciones, y aliteraciones, que les confieren su carácter peculiar a cada uno sin dejar de ser razonablemente iguales entre sí, pero que mirados con la perspectiva de largo tiempo atrás se ve su evolución y crecimiento, tan diferentes, tan iguales. Y para ilustrarnos esto mismo están también las estaciones meteorológicas, en su perpetuo ciclo. Que además hoy es un día señalado en este campo, pues un par de minutos antes de las once de esta noche pasaremos por el punto equinoccial de primavera, en este último día de invierno de calendario bastante primaveral, revoltoso de viento, seco de nubes, con tranquilo sol y máxima prevista de 15ºC.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo una de animación japonesa. Se trató de "Mirai, mi hermana pequeña" ("Mirai no mirai", 未来のミライ), de Mamoru Hosoda. Es el segundo de los largos que veo de este director, tras su anterior, "El niño y la bestia" ("Bakemono no ko", 2015).

Un niño de cuatro años, hijo único hasta entonces, vive feliz con sus padres, mimado y consentido por ellos. Acaba de nacer su hermana Mirai (que significa Futuro) y tras su inicial alegría por su llegada enseguida surgen los celos, frustraciones, berrinches y pataletas por la total atención de los padres a la recién nacida. Se siente un cero a la izquierda y abandonado por sus progenitores, por lo que empieza a manifestar sentimientos de odio contra la bebé. Pero en estas se le empiezan a aparecer diversos seres: el perro de la familia, humanizado, desde el presente, que le muestra que a él ya le pasó lo mismo (ser príncipe destronado) cuando el niño nació; su hermana Mirai ya adolescente desde el futuro, que le va guiando en su trance; y su madre cuando tenía la misma edad que él y su bisabuelo cuando joven, desde el pasado. Con todos irá aprendiendo algo sobre sus emociones descontroladas, a gestionarlas, y como enfrentarse a los retos de su nueva vida.

Una estupenda película (nota: 8), deliciosa, cuyo título original en japonés podría traducirse como "La Mirai del futuro", que al principio, aunque gustándome mucho, no me enganchó con fuerza, salvo momentos excelentísimos sueltos por el metraje, hasta el final, cuando ya sí que me atrapó del todo, con ese delicado buen hacer que en general tienen los japos. Mezcla la realidad de pequeños sucesos cotidianos, y la imaginación y fantasía infantiles, a través de las cuales el protagonista va aprendiendo de la vida real, liberándose de sus traumas pueriles y conociéndose mejor a sí mismo. También es un detallista retrato de padres superatareados y niños absorbentes, a los que no les queda otra que aprender (a ambos) salvo si quieren pasarlo peor el resto de su vida.

Ahora unas citas de sabiduría ajena, intemporales, perfectamente aplicables en todo momento y situación:

 - "Estudia el pasado si quieres pronosticar el futuro".  (Confucio).

 - "No saber lo que ha ocurrido antes de nosotros es como seguir siendo niños".  (Cicerón).

 - "El niño enlaza el pasado con el futuro".  (Oswald Spengler).

 - "Lo mejor de la vida es el pasado, el presente y el futuro".  (Pier Paolo Pasolini).

Besos y abrazos,

Don.
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lunes, 18 de marzo de 2019

Reparador amor matutino

¡Buenos días!

Otra mañanita más que por aquí me dejo caer para tratar de restañar mis eventuales pesares. Breve romance mañanero que tengo con mis matutinos para partir enseguida a seguir bregando con la vida que nos toca, e incluso a veces acaricia con sensualidad. Y aunque pasado mañana pasamos por el umbral del equinoccio de primavera, en estos últimos días de invierno de calendario este se nos hace el duro (pura fachada) y se resiste a dejarnos, pues con respecto a antes de ayer las máximas bajaron doce grados y según las previsiones hoy se nos quedarán en 14ºC por los madriles, con algunas nubes y desapacible viento del norte.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Maya", de Mia Hansen-Løve, y con Roman Kolinka y Aarshi Banerjee. Es el sexto largo de esta directora, y cuarto suyo que veo tras "El porvenir" ("L'avenir", 2016), "Eden" (2014), y la sobresaliente, deliciosa y recomendabilísima "Un amour de jeunesse (Primer amor)" ("Un amour de jeunesse", 2011).

Dos reporteros de guerra franceses han sido liberados tras meses de cautiverio en Siria por parte de islamistas radicales. Uno de ellos, el más joven, tras el protocolo de chequeos médicos, interrogatorios, entrevistas a los medios, y el reencuentro con familiares y su novia, con la que rompe, incapaz momentáneamente de retomar su vida, decide desconectar y reencontrarse a sí mismo viajando a la India, a Goa, donde nació y pasó su infancia, a la destartalada casa familiar de entonces, visitando a su padrino. Conocerá a Maya, la hija de este.

Muy buena película (nota: 7), con sus más y sus menos, que me fue ganando poco a poco, a fuego lento, como se va cociendo el delicado amor entre la pareja protagonista. Romántica historia que rezuma sensualidad y sutileza, que partiendo de un hombre traumatizado y desorientado por su dura experiencia, nos relata su viaje interior, ayudado por la bella joven, hasta reencontrarse consigo mismo. A la par, ella vivirá su primera experiencia amorosa, especie de amor de verano, como también le sucedía a la protagonista de "Un amour de jeunesse (Primer amor)" ("Un amour de jeunesse", 2011), que aunque fallida, fortalecerá su ánimo, pues no importa tanto el final como las experiencias vividas en el trance, lo que demuestra madurez de ánimo.

Ahora unas citas de sabiduría ajena, que tal vez ayuden a reparar nuestras ocasionales cuitas, amorosas o no:

 - "Si tu casa quieres reparar, en marzo has de empezar".  (Refrán).

 - "El cabalgar, el viajar y el mudar de lugar recrean el ánimo".  (Séneca).

 - "En los trances duros y lo mismo en la bonanza, tente siempre con ánimo sosegado".  (Napoleón).

 - "Las dificultades están hechas para estimular y no para quitar el ánimo. El espíritu humano debe fortificarse en la lucha".  (William E. Channing).

Besos y abrazos,

Don.
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viernes, 15 de marzo de 2019

Matutino libre de heredades

¡Buenos días!

Pues sí, que los matutinos y yo no nos poseemos mutuamente, que los bienes que nos proporcionamos, por supuesto que intangibles, jamás se agotan por mucho que nos los demos. Pues a menos de una semana del equinoccio primaveral (el 20 de marzo) parece que el invierno deja una suave herencia climática, de tiempo tan parecido al primaveral que casi ni notaremos el tránsito de uno a otra. Hoy, con sol, ni una nube, suave brisa y máxima prevista de 23ºC (con mínima de 4ºC esta madrugada).

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Las herederas", de Marcelo Martinessi, y con Ana Brun, Margarita Irún, y Ana Ivanova. Es el debut en el largo de este director paraguayo.

Dos mujeres que rondan la sesentena viven discretamente juntas desde hace muchos años en un barrio muy acomodado de Asunción (Paraguay). Su relación sentimental está instalada en la alicaída rutina, y se encuentran en una difícil situación económica, por lo que se ven obligadas a vender los bienes que cada una heredó en su día para poder ir tirando. Además, una de ellas está a punto de ingresar en la cárcel por unos meses tras haber sido condenada por fraude, debido a sus deudas, por lo que la otra, que dependía emocionalmente de su sobreprotectora compañera, se encuentra sumamente apesadumbrada y desamparada. Ya sola, y por hacerle un favor a una vecina, y tragándose su orgullo de alta burguesa venida a menos, empieza a hacer de taxista de la anciana vecina y sus amigas, que cada vez son más pues se va corriendo la voz, lo que le permite cierta independencia económica pues no la pagan mal. En estas conoce a la hija de una de sus clientas más habituales, más joven que ella, lo que hará removerse por sus adentros sentimientos que creía olvidados, haciendo que vuelva a tener ilusión por la vida.

Película que me aburrió y me costó ver (nota: 4), no me interesaron las tribulaciones de su protagonista, ni me gustó el modo de narrar, insufriblemente parsimonioso para mí al no haber conseguido conectar con la historia. Sin embargo, hacia el final, despertó algo mi interés, gracias a lo cual no le he puesto una nota peor que el suave suspenso que le he dado. Drama de minimalistas formas, muy austero, cuajado de sutilezas, detalles, miradas y silencios que más dicen que las palabras, que nos narra la progresiva exaltación de sentimientos íntimos de la protagonista, desde su más absoluta apatía inicial, y que se remata con sus irrefrenables ansias de libertad, pues a la par que su compañera sale libre del presidio, ella se autolibera de la cárcel emocional y social en la que vivió y decide comenzar de nuevo. Además nos habla de mujeres solas, obligadas -más bien autoobligadas-, por el qué dirán, a convivir con sus molestos maridos o parejas, machistas, y solo mentados, que ni aparecen, por el resto de féminas en las pocas conversaciones del filme.

Hace casi seis años había visto otra película paraguaya, muy buena, divertida, emocionante y muy entretenida, que me sorprendió para bien, "7 cajas" (2012) de Juan Carlos Maneglia y Tana Schembori.

Ahora en la sección de sabiduría ajena, tan solo una exigua cita, inapreciable (en sus dos contrapuestos sentidos) herencia que os dejo ahí, con el fin de que os incite a buscaros la vida vosotros mismos:

 - "Vendo cuerpo sin alma, corazón roto e inteligencia agotada. Os lo dejo barato. Veo que hay mucha oferta en el mercado".  (David Luis Gallego).

Besos y abrazos,

Don.
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jueves, 14 de marzo de 2019

Matutino milimétricamente calculado

¡Buenos días!

Aunque no me estoy mirando el 'peluco' a cada rato para saber que hora es, sí que desde hace alrededor de un año que publico estos matutinos con astronómica precisión (antaño, al albur de mis caprichos), a saber, salen a darse un 'garbeo' por las redes informáticas a la hora y minuto en que el sol asoma por los madriles... y hoy este lo hace con 3ºC, la mínima para hoy, algo menos de viento que ayer, pocas nubes por el cielo, y una máxima prevista de 18ºC.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "70 binladens", de Koldo Serra, y con Emma Suárez, Nathalie Poza, y Hugo Silva. Tercer largo, y primero que veo de los de este director. La película comienza explicando el porqué del título: en argot, un binladen es un billete de 500 euros, pues todo el mundo ha oído hablar de ellos pero nadie los ha visto, así que 70 binladens son 35.000 euros.

Una mujer se encuentra en una apurada situación, desesperada, pues necesita 35.000 euros con urgencia, en 24 horas, para recuperar a su hija. Para ello acude a una oficina bancaria de Bilbao a solicitar un préstamo. Cuando está casi a punto de formalizar los últimos trámites entran en la pequeña sucursal un par de atracadores. El golpe se complica, los delincuentes toman como rehenes a los empleados y clientes que allí se encuentran, y enseguida se encuentran rodeados por la policía. Pero a la mujer, que no tiene otra opción que salir sin demora de allí con el dinero, no le quedará otra que utilizar todo su ingenio para conseguir su propósito.

Una buena película (nota: 6), muy entretenida y que vi sin disgusto. Thriller de atracos pseudoperfectos y sin plan ni pericia en su ejecución, donde el verdadero ingenio está en la rehén protagonista, con enfoque femenino (de testosterona muy atenuada y estrógenos subidos) y toques de humor, con tensión, que se desarrolla en un reducido espacio en su mayor parte, con diversos giros de guion que van desvelando verdades ocultas, y mentiras, el último de los cuales me pareció algo deshilachado. Muy de refilón se deja caer una soterrada crítica social contra la corrupción generalizada y a pequeña escala, como el atraco relatado, semillero de la de a gran escala... o eso me pareció apreciar.

Ahora, no sé si con precisión quirúrgica, unas citas de sabiduría ajena que nos desentrañen los misterios de la vida:

 - "Con el dinero sucede lo mismo que con el papel higiénico; cuando se necesita, se necesita urgentemente".  (Upton Sinclair).

 - "Perder el dinero es a menudo un delito; adquirirlo por malas artes es aún peor, y malgastarlo es lo peor de todo".  (John Ruskin).

 - "Se puede pecar contra la verdad lo mismo por omisiones calculadas como por informaciones inexactas".  (Pablo VI).

 - "Hace el ingenio alguna vez que queden las verdades sin crédito ninguno".  (Miguel de Cervantes).

Besos y abrazos,

Don.
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miércoles, 13 de marzo de 2019

Las matutinas son guerreras

¡Buenos días!

Parafraseando el título de la canción del grupo de rock Coz, "Las chicas son guerreras", este hoy algo feminizado matutino, al menos en el título, no sé si se me volverá travieso y peleón, bueno, casi seguro que sí, que es su natural ser y parecer. El clima por los madriles, sin embargo, sigue la mar de tranquilo, incluso a pesar del viento creciente y el bajón de temperaturas, solo las máximas, que se nos quedarán en los 15ºC previstos para hoy, eso sí, todavía con sol y algunas nubes remolonas, no precisamente perezosas.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "La mujer de la montaña" ("Kona fer í stríð"), de Benedikt Erlingsson, y con Halldóra Geirharðsdóttir. Es el primer largo que veo de este director islandés.

Una profesora de canto, cincuentona, que vive en Reikiavik, se dedica en sus ratos libres a sabotear, una y otra vez, el tendido eléctrico que suministra energía a una factoría de aluminio, propiedad de una multinacional, y que está contaminando el país. La policía anda tras sus pasos pero nunca consigue atraparla ni descubrir quien es en realidad. En estas, recibe una carta que le comunica que su solicitud de adopción, de cuatro años atrás, ha sido concedida, así que debe viajar a Ucrania para recoger a su hija, no sin antes terminar su labor de activista medioambiental con la publicación de un manifiesto reivindicativo.

Una buena película (nota: 6), tragicomedia de mirada pelín traviesa y excéntrica sobre una intrépida mujer con bastantes bemoles, y no solo por su profesión ni por los de la banda y coro musical, a modo de coro de tragedia griega, que interpretaban la peculiar banda sonora inmiscuyéndose en algunas escenas e interactuando muy sutilmente con los actores. A través de la fábula de las extravagantes aventuras de esta heroína de andar por casa, aunque quiere salvar el mundo, sin superpoder alguno salvo si acaso su natural coraje, se hace reivindicación ecologista.

Ahora unas citas de sabiduría ajena, no sé si en totum revolutum, que a lo mejor nos incitan a ser benévolos revoltosos:

 - "A mí me gustaría que la globalización fuera total, es decir, que no solo se globalizase la economía sino también la salud y la educación; que se globalizase la justicia y que se constituyese un Tribunal Penal Internacional. Si la técnica obliga a mundializar los problemas económicos, también obliga a mundializar los recursos, y por tanto se impone un gobierno mundial y no el dominio de todo el planeta por una sola potencia, como hoy sucede".  (José Luis Sampedro).

 - "Cuando crezcas, descubrirás que ya defendiste mentiras, te engañaste a ti mismo o sufriste por tonterías. Si eres un buen guerrero, no te culparás por ello, pero tampoco dejarás que tus errores se repitan".  (Paulo Coelho).

 - "De qué sirve una casa si no se cuenta con un planeta tolerable donde situarla".  (Henry David Thoreau).

 - "Nuestra lealtad es para las especies y el planeta. Nuestra obligación de sobrevivir no es sólo para nosotros mismos sino también para ese cosmos, antiguo y vasto, del cual derivamos".  (Carl Sagan).

Besos y abrazos,

Don.
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martes, 12 de marzo de 2019

Matutino carguero

¡Buenos días!

Otro matutino más que se encarga de transportar el importante alijo de mis desvaríos mañaneros, que espero no os carguen. Como desde luego no lo hace esta nada cargante mañana de primavera en estos finales días de invierno (presunto) de calendario. Suave brisa, sol y algunas nubes y una máxima prevista para hoy por los madriles de 22ºC. Tras tantos días así habrá ya que ir pensando en ese refrán que reza: "Cuando marzo mayea, mayo marcea".

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Mula" ("The mule"), de Clint Eastwood, y con él mismo, y varios otros más. De este casi nonagenario actor, director, guionista, y músico, maestro del cine en definitiva, he visto bastantes de sus películas como actor, y también como director, algunas de las cuales fueron magistrales para mí. En concreto, amén de otras muchas más, en este siglo había visto anteriormente estas suyas como director:

 - "Sully" (2016)
 - "El francotirador" ("American sniper", 2014)
 - "Jersey boys"(2014)
 - "J. Edgar" (2011)
 - "Más allá de la vida" ("Hereafter", 2010)
 - "Invictus" (2009)
 - "Gran Torino" (2008)
 - "El intercambio" ("Changeling", 2008)
 - "Cartas desde Iwo Jima" ("Letters from Iwo Jima", 2006)
 - "Banderas de nuestros padres" ("Flags of our fathers", 2006)
 - "Million Dollar Baby" (2004)
 - "Mystic River" (2003)

Un casi nonagenario que vive solo, divorciado de su mujer desde hace muchos años y cuya hija no quiere saber nada de él, pues siempre eligió su afición por las flores a estar con la familia, está a punto de arruinarse porque le han embargado su negocio de cultivo y venta de flores. Para poder contribuir económicamente a la boda de su nieta, acepta un trabajo como transportista de una misteriosa mercancía, que para su sorpresa le pagan demasiado bien. Como sigue necesitando dinero para tapar ciertos agujeros, sigue ejerciendo como transporte, pero mosqueado por recibir tanto dinero, descubre que está trabajando como mula, transportando droga para un cártel mexicano. Como lo hace tan bien, pues pasa totalmente desapercibido, a cada viaje la carga que transporta es cada vez mayor, tanta que le ponen vigilantes los propios narcos. Por otro lado, la policía anda investigando esos crecientes alijos.

Una buena película (nota: 6), que vi sin desagrado, con las espléndidas maneras del maestro Eastwood, pero que en su conjunto no llegó a cautivarme del todo, solo a ratos, con algunos excelentes momentos plenos de la habitual profundidad de miras de este magno cineasta, cosas de la lúcida sabiduría vital que van ganando los añosos. Esta tragicomedia, basada en una historia real leída en un artículo de una revista de los años 90, con sutiles cargas de crítica social, y autocrítica personal, nos habla de la pesada carga que para cada cual suponen los errores cometidos con los miembros de la familia, cuando se toma conciencia de ellos, y que como dice el refrán ese de "nunca es tarde si la dicha es buena", siempre es buen momento para enmendarlos y aprender de ellos.

Hoy la sección de sabiduría ajena me viene muy refranera, cual Sancho Panza, bien cargada de refranes, cual Rucio:

 - "Camino de Roma, ni mula coja ni bolsa floja".  (Refrán).

 - "Al burro viejo, la mayor carga y el peor aparejo".  (Refrán).

 - "No mata al asno la carga, sino la sobrecarga".  (Refrán).

Besos y abrazos,

Don.
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lunes, 11 de marzo de 2019

Junto a mis matutinos

¡Buenos días!

Otra mañanita más que me acerco por aquí, a uno de mis matutinos, a los que me siento tan ligado por tantas cosas, sin importarme lo más mínimo su peculiar modo de ser, que cada uno tenemos el nuestro, a compartir mis confidencias mañaneras con ellos y con aquellos que por aquí se quieran pasar. Sigue la primavera meteorológica muy apegada al invierno de calendario en estos tibios y soleados días de marzo, con máxima de 18ºC prevista para hoy por los madriles.

Este fin de semana estuve en el teatro viendo "Juntos", escrita por Fabio Marra, dirigida por Juan Carlos Rubio, e interpretada por Kiti Mánver, Melani Olivares, Gorka Otxoa, e Inés Sánchez. Es la primera obra que veo de este joven dramaturgo italiano.

Una madre vive muy humildemente en un pequeño piso junto a su hijo casi cuarentón y discapacitado mental. Reciben la inesperada visita de la hija y hermana pequeña, exitosa profesional a la que no ven, ni nada sabían de ella desde hace muchos años, cuando se fue inesperadamente del hogar familiar. Viene a comunicarles que se va a casar y que invita a la boda a su madre, con quien no se lleva nada bien, pero no a su hermano, pues se avergüenza de él y su futuro marido nada sabe de su existencia. La madre se niega a asistir a la boda si no va con su hijo. Las cuitas pendientes entre los miembros de la familia van saliendo a relucir.

Una buena obra de teatro (nota: 6), con estupendas interpretaciones de los cuatro actores, y que se desarrolló con buena agilidad. Tragicomedia familiar que fue candidata a los premios del teatro francés, los Molière. Entre risas (no de carcajada batiente) y emociones nos habla de donde están los límites, si es que tales existen, de la (presunta) normalidad, o no, que todos y cada uno de nosotros tenemos nuestras discapacidades sea en este o aquel ámbitos; y de las interdependencias familiares.

Ahora ahí os dejo un par de citas de sabiduría ajena, muy juntitas, comenzando por una del propio autor de la obra hoy glosada:

 - "Nuestra sociedad nos empuja a ser los mejores, a pensar primero en nosotros mismos, y después, quizás, solo quizás, en los demás. Pero la vida se construye a través del intercambio con los otros, a través de los momentos que vivimos juntos".  (Fabio Marra).

 - "No sabrás todo lo que valgo hasta que no pueda ser junto a ti todo lo que soy".  (Gregorio Marañón).

Besos y abrazos,

Don.
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martes, 5 de marzo de 2019

Matutino de polos contiguos

¡Buenos días!

En estos multidimensionales matutinos que nada me repelen he aprendido, pues bien me lo han enseñado, que las extremidades se tocan entre ellas, pues lo mismo son, tan solo variaciones en grado de un mismo fenómeno, así que apenas nada las distingue, si acaso algo, lo suficiente para ser ellas mismas. Pues tras este desparrame físico-matemático-filosófico de poco didáctico profesor que os acabo de largar, y que espero no os haya aburrido ni abrumado tanto como para que os ausentéis mentalmente de por aquí, paso a algo más o menos prosaico, el tiempo. Nubes, claros y lloviznas tenemos y tendremos para hoy, según las previsiones, con viento y mucha tibieza térmica, madrugadas nada frías y máxima prevista de 16ºC.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Profesor en Groenlandia" ("Une anée polaire"), de Samuel Collardey, y con unos cuantos actores no profesionales que se representan a sí mismos, pues esta película es una especie de docudrama. Cuarto largo, y primero que veo, de este director francés de documentales ficcionados.

Un joven danés recién licenciado en Magisterio decide dejar su país natal en busca de una aventura laboral en Groenlandia (gran isla polar perteneciente a Dinamarca), dejando atrás la granja familiar, para disgusto de sus padres, pues no le satisface hacerse granjero en octava generación, y solicita voluntariamente una plaza de profesor de primaria en una pequeña y remota aldea de menos de 100 habitantes y clima extremo. Nada más llegar se siente como pez fuera del agua, sin conseguir conectar con los habitantes del lugar, todos esquimales, que le ven como a un tipo raro. Además, los chavales de su escuela le toman por el pito del sereno.

Una buena película (nota: 6), que vi con agrado, cine antropológico en simbiosis con cine de aventuras, que tangencialmente parece beber de las fuentes de aquella maravillosa, genial y mítica serie televisiva de los años 90, "Doctor en Alaska" ("Northern exposure"), pero no, ni de lejos. Retrato amable sobre choques culturales, incomprensión y presunta superioridad occidental, y de lecciones de vida aprendidas con humildad por el protagonista, de la implacable naturaleza, que por aquellos lares lo es más, con la ayuda de los lugareños, que hacen que se rompan sus rígidos esquemas y que consiga salir de la desubicación inicial y adaptarse al nuevo entorno.

Ahora unas citas de sabiduría ajena con las que tal vez aprender a no polarizarnos tanto:

 - "Nada necesita ser reformado tanto como las costumbres ajenas".  (Mark Twain).

 - "Nunca he dejado que mi instrucción escolar se interfiriera con mi educación".  (Mark Twain).

 - "Practicar hace maestro; que no leer en el cuaderno".  (Refrán).

 - "La naturaleza tiene muchas artimañas para convencer al hombre de su finitud -el incesante fluir de las mareas, la furia de la tormenta, la sacudida del terremoto, el largo retumbar de la artillería del cielo-, pero la más tremenda, la más sorprendente de todas es la fase pasiva del silencio blanco. Cesa todo movimiento, el aire se despeja, los cielos se vuelven de latón; el más pequeño susurro parece un sacrilegio, y el hombre se torna tímido, asustado del sonido de su propia voz. Única señal de vida que viaja a través de las espectrales inmensidades de un mundo muerto, tiembla ante su propia audacia, se da cuenta de que su vida no vale más que la de un gusano".  (Jack London).

 - "Un hueso para el perro no es caridad. Caridad es compartir el hueso con el perro, cuando se está tan hambriento como el perro".  (Jack London).

Besos y abrazos,

Don.
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lunes, 4 de marzo de 2019

Matutino pintón

¡Buenos días!

Otro matutino más que va tomando color, e incluso forma, conforme va avanzando, variados colores incluso, espero que allende el arco iris, múltiples facetas que lo proyecten más allá de la bidimensionalidad, e incluso de la triple o más, en el infinito espacio multifacético que nos rodea, y que nos dé otra perspectiva de las cosas, diferente a la usual. El celeste de pasados días cada vez aparece más pintado de nubosa grisura, avance quizá de las esperadas lluvias por venir. De momento el viento ayudará todavía más a ello, y a rebajar algo las inusualmente altas temperaturas de pasados días. Hoy tendremos 17ºC de máxima prevista por los madriles, con tibio ambiente de cualquier modo.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Van Gogh, a las puertas de la eternidad" ("At eternity's gate"), de Julian Schnabel, y con Willem Dafoe. De este director, también pintor, había visto una de sus anteriores películas, la espléndida "La escafandra y la mariposa" ("Le scaphandre et le papillon", 2007).

En 1888 Vincent van Gogh (1853-1890) se refugia de los agobios que padece en París, donde llevaba dos años viviendo, en Arlès, un pueblo al sur, en la Provenza francesa. Allí toma contacto con la naturaleza y la luz del Mediterráneo, siendo tratado amablemente por unos pocos y sin contemplaciones por la mayoría, que lo ven como un tipo raro, con constantes cambios de humor, un loco peligroso (y pelirrojo). Pobre debido a que no vende ni uno solo de sus cuadros, que a casi nadie gustan, recibe el apoyo económico de su hermano pequeño, marchante de arte, y de su amigo Paul Gaugin, que le visita por una breve temporada para darle ánimos.

Una buena película (nota: 6), poco convencional, que me mareó visualmente, y me desagradó, en las partes rodadas con cámara en mano, y que conserva las maneras estilísticas de la película suya que había visto anteriormente. Tuvo pinceladas sueltas que sí que me cautivaron. Historia que se desarrolla durante los dos últimos años de la vida de este artista, que en su vida no vendió apenas una obra y que vivió y murió en la pobreza, y que trata me meternos en su atormentada mente, en su pintoresca mirada al mundo.

Ahora, como citas de sabiduría ajena, os remito a las que puse en un matutino del año pasado a cuenta de otro film que también bosquejaba la vida de van Gogh, "Loving Vincent" (2017) de Dorota Kobiela y Hugh Welchmaan, a las que añado este trío, y que me vienen que ni pintadas:

 - "El que vive sinceramente y encuentra penas verdaderas y desilusiones, que no se deja abatir por ellas, vale más que el que tiene siempre el viento de popa y que sólo conoce una prosperidad relativa".  (Vincent van Gogh).

 - "Cuando siento una necesidad de religión, salgo de noche para pintar las estrellas".  (Vincent van Gogh).

 - "Encuentra bello todo lo que puedas; la mayoría no encuentra nada suficientemente bello".  (Vincent van Gogh).

Besos y abrazos,

Don.
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