jueves, 31 de enero de 2013

Matutino cuarteado

¡Buenos días!

Ni los voy a dividir en cuatro partes para subastar al mejor postor ni se me están agrietando estos matutinos por la edad, ¡que ni tienen catorce y apenas han empezado a pavear! Si acaso, lo único que puede cuartearse es nuestra piel si la exponemos al frío extremo del invierno, pero hoy tampoco es el caso con este soleado y dulce día de invierno en el que se esperan 14ºC de máxima y ni siquiera heló por la madrugada.

Hace unos días estuve en el cine viendo "El cuarteto" ("Quartet"), de Dustin Hoffman, y con Maggie Smith, Billy Connolly, Tom Courtenay, Pauline Collins, y Michael Gambon. Es el debut como director de este veteranísimo, famosísimo y excelentísimo actor, que ha interpretado un buen puñado de sobresalientes films, como su debut en "El graduado" ("The graduate", 1967) de Mike Nichols, "Cowboy de medianoche" ("Midnight cowboy", 1969) de John Schlesinger, "Pequeño gran hombre" ("Little big man", 1970) de Arthur Penn, o "Perros de paja" ("Straw dogs", 1971) de Sam Peckinpah, por citar las cuatro primeras, precisamente las que más me han gustado de él.

En una residencia para músicos y cantantes jubilados se organiza cada año, cuando el cumpleaños de Giuseppe Verdi, una gala en la que los residentes actúan, todos viejas glorias, y algún divo que otro, con el fin de recaudar fondos para mantener la residencia. Cuando una nueva inquilina llegue, una de las más famosas divas de la ópera y fracasado amor de otro de los internos, se resucitarán antiguas rivalidades, unas profesionales, otras sentimentales. A pesar de los pesares, y de los achaques, se tratará de reunir y conciliar un antiguo cuarteto que tuvo gran éxito en el pasado.

Un film fallido, por lo que a mí respecta, que se me resquebrajaba las más de las veces, un divertimento que me supo bastante insípido, desentonado, quizá oxidado, a pesar de algunos escasos y breves momento de afinada comicidad, y en el que se miran de modo complaciente las guerras de egos de esas viejas glorias artísticas, y se tratan algunos de los problemas que aquejan a la ancianidad en nuestra sociedad contemporánea, a saber, soledad, deterioro físico, desvaríos, etc.

Ahora, en esta última parte en que se dividen los matutinos, algo de sabiduría ajena con el fin de que, a modo de crema rejuvenecedora, nos ayude a minimizar los efectos de cuarteo que todo proceso vital conlleva en su avance temporal:

 - "El secreto del éxito es un secreto a voces. Pero son voces que todos pueden oír y pocos quieren escuchar".  (Anónimo).

 - "La humildad nos permite ver las cosas tal como son, sin las deformaciones que ocasiona la lente de la vanidad".  (Álex Rovira).

 - "En la música, todos los sentimientos vuelven a su estado puro y el mundo no es sino música hecha realidad".  (Arthur Schopenhauer).

 - "Muchas veces las palabras que tendríamos que haber dicho no se nos presentan en el espíritu hasta que ya es demasiado tarde".  (André Gide).

 - "La estimación es como una flor; una vez pisoteada o ajada, no vuelve a recobrarse nunca".  (Giacomo Leopardi).

Besos y abrazos,

Don.
_____

miércoles, 30 de enero de 2013

Matutinos con muchas horas de vuelo

¡Buenos días!

Pues si multiplicamos el par de horas de promedio que me lleva el crear cada uno de ellos por los casi, casi, dos mil que llevo escritos hasta ahora, me da tal número de horas de vuelo divagando por este mundo simulado que ellos me crean que tal vez ya puedan considerarse tan veteranos como para que necesiten de una revisión que impida que se accidenten en el momento menos esperado, o tan pipiolos como para que se me estrellen inconscientemente. Por lo demás, ahora planeamos serenamente por unos plácidos, dulces y soleados días de invierno, dejándonos mecer al albur de las tímidas brisas, cual etéreas semillas de diente de león sin el más mínimo anhelo de altos vuelos, tan solo disfrutando a ras de suelo de lo que nos traigan las corrientes corrientes de aire.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "El vuelo" ("Flight"), de Robert Zemeckis, y con Denzel Washington, Don Cheadle, Kelly Reilly, John Goodman, Bruce Greenwood, y Melissa Leo. De este director había visto casi todos sus films rodados el pasado s.XX, pero ... ¡ninguno de los de este siglo! ... hasta ahora.

Un piloto de aviones comerciales, tras un casi inverosímil aterrizaje de emergencia después de también tener problemas con unas turbulencias en el despegue, salva a casi todos los pasajeros y tripulantes, muriendo tan sólo seis. Es aclamado como un héroe, pero cuando se inicia la investigación para determinar las causas del accidente, si fue un fallo mecánico o del piloto, empezarán a asomar sus politoxicomanías, y que estaba borracho y drogado durante ese vuelo (y los anteriores), aunque él niegue (a los demás y a sí mismo) su dependencia del alcohol y demás estupefacientes.

Buena película este thriller sobre el desmoronamiento de un héroe bajo el peso del enfrentamiento consigo mismo, lo que lo convierte también en un drama de redención personal que deja por ahí, como piezas siniestradas, unas cuantas reflexiones morales, ni blancas ni negras, más bien en la zona gris. Tiene unos cuantos momentos realmente espléndidos para mí, a saber, el arranque con el hiperrealista accidente (no recomendable para aerofóbicos), la furtiva conversación del protagonista con otros dos enfermos en las escalinatas del hospital, las cuestiones legales que dirime con su abogado, y las divertidas y sorprendentes dos apariciones del personaje de John Goodman ... ¡la mar de lisérgicas! ... Además, sus más de dos horas de duración apenas si se notan.

Ahora, algo de sabiduría ajena, que espero podáis coger al vuelo:

 - "Sólo el que sabe es libre y más libre el que más sabe. No proclaméis la libertad de volar, sino dad alas".  (Miguel de Unamuno).

 - "Vuela alto vanagloria, y cae al suelo hecha escoria".  (refrán).

 - "A veces cuesta mucho más eliminar un solo defecto que adquirir cien virtudes".  (Jean de la Bruyère).

 - "Si realizas una acción vergonzosa, no esperes poder tenerla escondida. Aún cuando consiguieras esconderla a los demás, tu conciencia lo sabría".  (Sócrates).

 - "Los elementos de la dicha son: una buena conciencia, la honradez en los proyectos y la rectitud en las acciones".  (Séneca).

 - "El que se encadena a una alegría, destruye una vida libre; pero el que besa la alegría en su vuelo, vive el amanecer de la eternidad".  (William Blake).

Besos y abrazos,

Don.
_____

martes, 29 de enero de 2013

Matutino bestial

¡Buenos días!

No creo que sea por lo de salvaje o brutal, sino más bien por lo de extraordinario, no con respecto a otros matutinos, sino porque rompen mis rutinas cotidianas (aunque ellos mismos ya lo sean), y me lo paso muy bien escribiéndolos. Desde luego, estos últimos días de invierno están en las antípodas de la ferocidad climática, pues han sido, y están siendo, muy compasivos con los frioleros.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Bestias del sur salvaje" ("Beasts of the southern wild"), de Benh Zeitlin, basada en la obra de teatro "Juicy and delicious" de Lucy Alibar, y con Quvenzhané Wallis (deliciosa niña) y Dwight Henry. Es el debut en el largo de este director.

Una niña de seis años, Hushpuppy, muy inteligente, observadora, y madura para su edad, que vive con su amado padre en una cochambrosa chabola en la zona pantanosa del delta del río Misisipi, se las arregla como puede en plena naturaleza, pues su madre hace tiempo que se largó, y su desastroso y desastrado, alocado e irascible padre no para mucho por casa. Cuando una inmensa tormenta eleva el nivel de las aguas y su padre enferma, la niña tomará conciencia de que el orden natural de las cosas está a punto de colapsar, por lo que tratará de recomponer las piezas rotas para que todo vuelva a su cauce.

Extraordinario drama de realismo fantástico, sorprendente y distinto de la mayoría de películas que hayáis visto, de extraña y fascinante belleza, de simbólica poesía visual, y emocionante al final, no apto para todos los paladares pues es algo áspero, aunque con granos de dulzura, en un entorno post-apocalíptico por un cataclismo climático. También puede verse como una fábula sobre enfrentarse al dolor de la pérdida y, en general, a los miedos y reveses de la vida. Una mirada asombrada y desconcertada, a través de los ojos de una niña, que nada sabe y todo lo aprende, sobre el mundo que le rodea, explorando. Si no os importa ver cosas diferentes, os la recomiendo.

Ahora algo de sabiduría ajena, con la que humanizarnos algo más si cabe, pero siempre sin perder ese puntito de instinto salvaje que nos ayuda a sobrevivir incluso en selvas de asfalto, tanto si nos arrasa un huracán como si nos asola cualquier cataclismo emocional:

 - "Las tristezas no se hicieron para las bestias sino para los hombres; pero si los hombres las sienten demasiado se vuelven bestias".  (Miguel de Cervantes).

 - "Como llegan lejos los rayos de aquella pequeña bujía, así brilla una buena acción en un mundo salvaje".  (William Shakespeare).

 - "Vivir no es sólo existir, sino existir y crear, saber gozar y sufrir, y no dormir sin soñar".  (Gregorio Marañón).

 - "No perdáis vuestro precioso tiempo ni en llorar el pasado ni tampoco en llorar el porvenir. Vivid vuestras horas, vuestros minutos, porque las alegrías son como las flores que la lluvia marchita y el viento desprende".  (Edmond de Goncourt).

 - "Por mucho que limpien el terreno de la última brizna de hierba, por mucho que se impregne el aire con el humo del carbón y del petróleo, por mucho que corten árboles y desaparezcan todos los animales, siempre habrá primavera".  (León Tolstoi).

Besos y abrazos,

Don.
_____

lunes, 28 de enero de 2013

El lado bueno de los matutinos

¡Buenos días!

Pues no lo veo por ninguna parte, aunque parezca increíble en este mundo de miradas positivas a todo lo que nos rodea, pero es que en realidad es una paradoja, pues los mires por donde los mires, estos matutinos son espléndidos para mí, así que no puedo elegir ninguna de sus facetas como la mejor, que cada una tiene sus peculiares virtudes. Este invierno, sin embargo, sí que tiene un lado bueno, a pesar de alguna tiritera que otra en sus peores días, y es que nos hace crecer hacia adentro, encogidos para protegernos de sus rigores, para que cuando llegue la voluble primavera, poder expandirnos casi hasta el infinito, eso sí, sin sobrepasar los borrosos límites de la bipolaridad enfermiza.

Este fin de semana estuve viendo una espléndida película que os recomiendo que vayáis a ver, pues me encantó. Se trató de "El lado bueno de las cosas" ("Silver linings playbook"), de David O. Russell, basada en la novela homónima de Matthew Quick, y con Bradley Cooper, Jennifer Lawrence, Robert de Niro y Jacki Weaver. De este director había visto antes dos de sus films, "The fighter" (2010) y "Tres reyes" ("Three kings", 1999).

Tras haber pasado ocho meses allí por haber agredido violentamente al amante de su mujer, un joven sale del psiquiátrico, por el empeño de su madre, donde le diagnosticaron un trantorno bipolar, con una orden de alejamiento, sin casa y sin trabajo, yéndose a vivir a la de sus padres, pero con el plan de recuperar a su mujer a toda costa, tratando de demostrarle que se ha curado pues ya solo quiere ver el lado bueno de las cosas. A los pocos días de su salida conocerá a una alocada chica con más o menos similares problemas emocionales, y muy mala reputación, que se ofrece a ayudarle a recuperar a su mujer con la condición de que sea su pareja en un concurso de baile al que siempre quiso ir.

Como ya dije, me encandiló este comedia romántica, con sus puntitos de drama, a pesar de su final feliz, porque me imbuyó de lo que destila su título. Además me enganchó desde el inicio con su excéntrica mirada a las relaciones amorosas de estos chico y chica, problemáticos y que generan problemas a sus alocadas familias, locos, pero no más que la mayoría del resto del mundo, y de como ambos se aportan cualidades para hacerse mejores ambos. Una historia también sobre los difusos límites de la locura, que el padre es al menos tan loco como su hijo, con sus supersticiosas y obsesivas compulsiones, pero no está internado.

Ahora algo de sabiduría ajena que probablemente nos ayude a ver lo positivo de lo que nos rodea:

 - "Los locos abren caminos que más tarde recorren los sabios".  (Carlo Dossi).

 - "Todos los hombres están locos y, pese a sus cuidados, sólo se diferencian en que unos están más locos que otros".  (Nicolás Boileau).

 - "Las únicas personas que me agradan son las que están locas: locas por vivir, locas por hablar, locas por ser salvadas".  (Jack Kerouac).

 - "Toma las cosas por el lado bueno".  (Thomas Jefferson).

 - "La vida tiene un lado sombrío y un lado brillante. De nosotros depende elegir el que más nos plazca".  (Samuel Smiles).

Besos y abrazos,

Don.
_____

jueves, 24 de enero de 2013

Matutino prohibido

¡Buenos días!

Tan sólo, quizás, en el sentido de que cuanto más me los prohíba, virtual y retóricamente hablando, más me apetece volver a ellos, si es que tal cosa fuera posible (lo de superar mis habituales anhelos). Desde luego, lo que jamás me permito es renunciar a ellos y sus circunstancias. Por lo demás, en estos días, el invierno no se niega a manifestarnos ninguna de sus virtudes, expresando toda su intensidad sin cortapisas, especialmente esa desazón térmica que nos hace poner la piel de gallina, no sé si de frío o también de pura emoción por vaya usted a saber qué.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo la película portuguesa "Tabú" ("Tabu"), de Miguel Gomes, y con Teresa Madruga, Laura Soveral, Ana Moreira, Carloto Cotta, y Henrique Espírito Santo, entre otros varios y desconocidos (para mí) actores más.

Una anciana señora que vive en Lisboa, y con ramalazos de demencia senil, es cuidada por una criada originaria de Cabo Verde y una mística vecina preocupada por causas sociales. A la muerte de la anciana, las otras dos descubren con hierática sorpresa su enigmático pasado, cuando de joven era una pudiente hacendada en Mozambique que se casó y quedó embarazada, y justo en ese momento se enamoró perdidamente de un vividor que por allí pasaba (recíproco sentimiento).

Este film de amores pasionales rompiendo tabúes en una especie de tropical paraíso perdido (en su segunda parte), recuerda por su resuelta protagonista y sus amores africanos de juventud a "Memorias de África" ("Out of Africa", 1985) de Sydney Pollack, pero sólo en esto. Está rodado en blanco y negro y es casi mudo, en su segunda parte, salvo por el narrador, y bastante lacónica en su primera parte. El film fue todo un soporífero plomo, un pestiño bastante infumable, salvo algunos brevísimos destellos en su segunda parte, con demasiados coqueteos con la vacua pretenciosidad, los suficientes para pasarse de rosca.

Ahora os permito acceder a este trocito de cielo que es la sabiduría, con unas pocas citas ajenas:

 - "Fruta prohibida, más apetecida".  (refrán).

 - "Nada nos puede impedir sentir esta maravillosa felicidad de ser preferidos a otros".  (André Maurois).

Acabando, por supuesto, con un extracto de la letra (traducida) de esa maravillosa canción de Sade Adu, como todas las suyas, que es "The sweetest taboo", plena de sutil, exquisita y sensual lascivia que lo dice todo:

 - "[...] Tú me das el más dulce de los tabúes
Demasiado bueno para mí
Hay una tranquila tormenta
Que jamás antes sentí así
Y eres tú
[...] Dándome algo que es tabú
[...] Tú me das el más dulce de los tabúes
Es por esto por lo que estoy enamorada de ti
[...] Haría lo que fuera por ti, aguantaría bajo la lluvia
Cualquier cosa que quieras de mí, pero no dejes que se vaya (este tabú)
[...] ¿Seguirás amándome
Y sacando lo mejor de mí?".  (Sade Adu).

Besos y abrazos,

Don.
_____

miércoles, 23 de enero de 2013

Matutino abolicionista

¡Buenos días!

Desde esta tribuna matutina siempre se ha propugnado porque lleguen a la nulidad, al nivel del cero Kelvin si fuese preciso, todo hábito, tanto normalizado como de facto, que atente contra la lógica ética, o viceversa, de lo que sea. Por lo demás, el invierno sigue al pie de la letra, sin enmiendas, sus principios constituyentes, a saber, frío y nevadas, bueno, éstas fueron ayer, que hoy sólo se nos quedó el frío solo, en la frontera de la helada, que la mínima ha sido de 0ºC, lejísimos del cero Kelvin, y se espera una máxima de 6ºC.

Antes de ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Lincoln", de Steven Spielberg, y con Daniel Day Lewis, Sally Field, Tommy Lee Jones, y David Strathairn. De este director he visto la mayoría de sus films, aunque no su anterior, "War horse" (2011), pero sí los dos anteriores a éste, "Las aventuras de Tintín: El secreto del Unicornio" ("The adventures of Tintin: Secret of the Unicorn", 2011), e "Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal" ("Indiana Jones and the kingdom of the crystal skull", 2008).

Se nos narran los cuatro últimos meses de la vida del 16º presidente de los EE.UU. de América, Abraham Lincoln, desde los primeros días de 1865 hasta el 15 de abril, cuando fue asesinado. En este tiempo la Guerra Civil Americana está al borde de su fin, y el presidente está en un dilema moral muy difícil de resolver, y con una gran presión añadida por todas las facciones políticas del momento: bien acelerar la paz a través de conversaciones con los enemigos (lo que provocaría que estos tuvieran tiempo de rechazar su enmienda constitucional para abolir la esclavitud debido a su afán reconciliador de posguerra), o bien aprobar ésta justificando ante los reticentes que si no le apoyan la guerra no acabará, pues una vez aprobada la enmienda estos se rendirán, pero no sin antes seguir acumulando muertos en una guerra moribunda. Jugará a dos barajas y tratará de negociar a todas las bandas.

Este minúsculo fragmento de biopic nos muestra todas las miserias y ambigüedades políticas por las que parece necesario pasar un dirigente para conseguir su loable propósito de abolir una injusticia moral, contra viento y marea. Además, me pareció que la historia que se nos cuenta con su familia es toda una escueta metáfora de los EE.UU. de América, la pasada (la esposa), presente (de 1865) y futura (hijos mayor y menor). Una muy buena película, cuyas dos horas y media de duración no me pesaron, pero que me pareció convencional al principio, luego, a medida que avanzaba, se me olvidó lo anterior gracias a unas cuantas sobresalientes escenas. Donde termina este film, es el comienzo de otro visto hace un año, "La conspiración" ("The conspirator", 2010), de Robert Redford.

Ahora, para tratar de liberar nuestras mentes, aboliendo todo resentimiento de ellas, nada como un poquito de sabiduría ajena, hoy toda del personaje glosado, pero que también podría contener toda la del anterior matutino, el de antes de ayer, pues ambos films tratan el tema de la esclavitud desde perspectivas radicalmente contrapuestas:

 - "Un estado en el que coexisten la libertad y la esclavitud no puede perdurar".  (Abraham Lincoln).

 - "Al no querer ser esclavo, tampoco quiero ser amo".  (Abraham Lincoln).

 - "Todos los hombres nacen iguales, pero es la última vez que lo son".  (Abraham Lincoln).

 - "Casi todos podemos soportar la adversidad, pero si queréis probar el carácter de un hombre, dadle poder".  (Abraham Lincoln).

 - "Tengamos fe en que la razón es poderosa; y con esa fe, avancemos hasta el fin, haciendo la parte que nos toca, persiguiendo siempre la verdad".  (Abraham Lincoln).

 - "¿Acaso no destruimos a nuestros enemigos cuando los hacemos amigos nuestros?"  (Abraham Lincoln).

Besos y abrazos,

Don.
_____

lunes, 21 de enero de 2013

Matutino desencadenado

¡Buenos días!

Una vez vista una película se desencadenan en mi mente multitud de sinápticos chispazos, que libero de ahí a golpe de tecla, quedando anclados, virtualmente, a este blanco folio, que luego disperso a través de los bits informáticos para que fluyan a su libre albedrío, como tiene que ser. Por lo demás, tras un fin de semana de templados termómetros, ventoleras y lluvias, hoy amanecemos de sol radiante y cada vez más frío (máxima prevista para hoy de 7ºC) que, tal y como predicen los meteorólogos, nos traerá nevadas para el martes: el crudo invierno se ha librado por fin de sus ataduras, que le tenían medio domesticado hasta ahora.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Django desencadenado" ("Django unchained"), de Quentin Tarantino, y con Jamie Foxx, Christoph Waltz, Leonardo di Caprio, Samuel L. Jackson, y Kerry Washington. De este director, salvo "Jackie Brown" (1997), he visto todas sus películas, las dirigidas en solitario por él: "Reservoir dogs" (1992), "Pulp fiction" (1994), "Kill Bill (vol. I y II)" (2003-2004), y "Malditos bastardos" ("Inglorious basterds", 2009), con uno de los más magistrales arranques de una película que recuerdo haber visto (su primer capítulo entero), aunque en general no me gustó gran cosa. De las que participaba parcialmente como director, alguna más vi.

Pocos años antes de estallar la Guerra Civil Norteamericana (1861-65), en los estados esclavistas del sur, un esclavo (Django) es comprado por un cazarrecompensas de origen alemán para que le ayude a localizar y capturar, vivos o muertos, a unos fugitivos de la justicia, a quienes conoce. Si lo hace, además de pagarle por el servicio y liberarlo, le ayudará a rescatar a su mujer, ahora en poder de un abominable hacendado, que se divierte viendo luchar a muerte a sus esclavos, en cuya plantación se encuentra ahora.

¡Por fin, una película de Tarantino que me ha entusiasmado!, cosa que no me ocurría desde "Pulp fiction", la primera que vi y hasta ahora la única que me había gustado de este peculiar director de inconfundible sello. Cómo lo fue "Pulp fiction", es violenta, sangrienta, desmesurada, excesiva ... y divertidíiiiisima, cuyas casi tres horas de duración se me pasaron en un suspiro. Tiene aromas de spaghetti-western, por su banda sonora y por sus maneras. Además, deja unas cuantas lecturas subyacentes, profundas y críticas con la sociedad norteamericana, en su controvertido lenguaje políticamente incorrecto, pero es su natural manera de contar las cosas.

Ahora, ahí dejo unas cuantas citas de sabiduría ajena con las que ayudarnos a desencadenar un proceso tal (a modo de efecto mariposa) que lleve a liberar nuestras mentes de nuestra propia opresión, si es que tal cosa deseamos:

 - "Nadie puede ser perfectamente libre hasta que todos lo sean".  (Spencer).

 - "El hombre ha nacido libre pero por todas partes se encuentra rodeado de cadenas".  (Jean Jacques Rousseau).

 - "Las cadenas se rompen con ideas y no a bayonetazos".  (Concepción Arenal).

 - "Temblad ante el esclavo cuando rompe sus cadenas, no tembléis ante el hombre libre".  (Jean Paul Sartre).

 - "¿Quieres dejar de pertenecer al número de los esclavos? Rompe tus cadenas y desecha de ti todo temor y todo despecho".  (Epicteto)

Besos y abrazos,

Don.
_____

miércoles, 16 de enero de 2013

Ser feliz en los matutinos

¡Buenos días!

En ellos me meto cada mañana, sin el más leve deseo de escapar de su mundo, que me aporta dichosa serenidad el divagar por entre sus recovecos, siempre acompañado por mis hadas y ninfas, antes de que se me evaporen con las primeras luces del alba y vuelva a la realidad cotidiana, casi siempre tangible, a veces vacía, hasta que Morfeo me reclame de nuevo al rematar el día y la oscura negritud active la somnolencia en uno de mis ritmos circadianos. Y vuelta a empezar. El invierno, por lo demás, se nos ha vuelto a poner de gris tristón y tal vez llueva, pero estoy contento y feliz, ayudado un poco por la suavidad general de este invierno.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "El muerto y ser feliz" de Javier Rebollo, y con José Sacristán, Roxana Blanco, y Valeria Alonso. Es el tercer largo de este director, y segundo suyo que veo, tras su debut con "Lo que sé de Lola" ("Ce que je sais de Lola", 2006). La otra es "La mujer sin piano" (2009).

Un viejo asesino a sueldo español que ya no puede asesinar y que está siendo consumido por varios tumores malignos en un hospital de Buenos Aires huye de allí ayudado por una enfermera que le suministra un maletín lleno de morfina con el que pueda ir matando sus dolores. Emprende un viaje final a ninguna parte por las regiones del norte de Argentina a bordo de un coche, tan viejo y destartalado como él, y por el camino se encuentra con una chica, que lo acompañará el resto del viaje.

Especie de road movie con toques de absurda comedia negra, que ni puñetera gracia me hizo. Irritante voz en off, redundante y reiterativa, aunque a veces aportara cierta ironía. Fue breve (noventa y pocos minutos de metraje), pero se me hizo muy larga e insufrible, soporífera, básicamente por la gratuita pretenciosidad de este viaje a la vacuidad.

Bueno, pues antes de que se nos muera este matutino, algo de sabiduría ajena que nos ayude a viajar a la felicidad:

 - "Yo no quiero morir, pero después de muerto, ¿qué puede importarme?".  (Epicarmo).

 - "Mejor vida es morir que vivir muerto".  (Francisco de Quevedo).

 - "No está la felicidad en vivir mucho, ni la infelicidad en morir pronto; es feliz aquel que ha vivido lo bastante para merecer morir bien".  (Francis Quarles).

 - "Hay solo una diferencia entre una larga vida y una buena cena: en la cena, el postre llega al final".  (Robert Louis Stevenson).

 - "La felicidad depende, como muestra la naturaleza, menos de las cosas exteriores y más de las interiores".  (William Cowper).

 - "Si quieres ser feliz enteramente, solo jamás lo conseguirás".  (Demóstenes).

Besos y abrazos,

Don.
_____

martes, 15 de enero de 2013

Matutino con "amorira"

¡Buenos días!

Este extraño título con parte entrecomillada ha sido debido, tal vez, a cierta obnubilación mental que cada vez más me atenaza, falta de riego que se dice, que me impidió expresar más claramente lo que quise decir, especie de semántica afasia. No sé si me entendéis lo que quise decir, pero os dejo a vosotros interpretar lo que os parezca, poniendo los espacios entre letras, y quizá alguna tilde, donde mejor creáis para conseguir un significado. Podría éste ser un matutino que irá con amor (eso siempre, eternamente), o que con a finalizará (su título desde luego, que ellos suelen hacerlo en ene y punto). Por lo demás, acabamos de comenzar otro día de invierno, todavía oscuro, y que terminará igual, pero del que disfrutaremos este amoroso sol que trata de mitigarnos las asperezas climáticas propias de esta estación vital ... ya sabéis que los abueletes en los pueblos suelen sentarse a la solana en días como estos.

Este fin de semana estuve en el cine viendo una espléndida película, pero dura, desabrida, y tan incómoda de ver como todas las de su director (no os dejéis engañar por su título, bueno, dejaros parcialmente). Se trató de "Amor" ("Amour"), de Michael Haneke, y con Jean Louis Trintignan, Emmanuelle Riva, e Isabelle Huppert. De este septuagenario director he visto casi todas sus películas, a saber, "El séptimo continente" ("Der siebente kontinent" ,1989), "71 fragmentos de una cronología al azar" ("71 fragmente einer chronologie des zufalls", 1994), "El castillo" ("Das Schloß", 1997), "La pianista" ("La pianiste", 2001), "El tiempo del lobo" ("Le temps du loup", 2002), "Caché (Escondido)" ("Caché", 2004), "Funny games" (2007), y "La cinta blanca" ("Das weiße band", 2009). El matutino de las tres que no tienen hipervínculo, las tres primeras de este siglo, podéis verlos más abajo, los otros pinchando sobre ellas, cosa que os recomiendo para haceros una idea de lo que podéis esperar con "Amor" si vais a verla, además de lo que sigue.

Un matrimonio de octogenarios, profesores de música clásica ya jubilados que viven en París, cuya hija también vive de la música pero lejos de Francia, llevan una plácida y acomodada existencia acudiendo a conciertos, al teatro, leyendo, y se quieren con ternura. Un día, cuando ella sufre un ictus y regresa del hospital con una hemiplejía, la vida de ambos comenzará a cambiar. Su salud se irá deteriorando cada vez más y su amor se verá puesto a prueba de un modo radical por las implacables leyes naturales del deterioro físico y de la muerte.

Otra sobresaliente película de este director, cuyos films no son aptos para cualquier paladar, que siempre nos muestra el lado más oscuro de la sociedad y del alma humanas, sin sensacionalismos, de modo austero, frio y aséptico, como un científico diseccionaría su materia (él es, de hecho, filósofo), dejando los resultados para que los reflexionemos los demás, con desasosiego, sacudiendo nuestras conciencias. Muchas veces he salido con mal cuerpo tras ver sus films, en la mayoría me pasó esto, pero siempre con mis neuronas bullendo efervescentemente. Ambivalentes sensaciones estas, la de mal cuerpo y las buenas vibraciones mentales, pero siempre muy bien conjugadas, a pesar del desagradable enfoque con que nos presenta el mundo.

Bueno, pues antes de rematar este matutino ahí os dejo unas citas de sabiduría ajena, que tal vez nos hagan amar mejor lo que nos rodea:

 - "Uno nunca debe dirigir a las personas hacia la felicidad porque la felicidad es, generalmente, un ídolo producto del mercado. Uno debe dirigir a los seres humanos hacia el afecto y, si es posible, hacia el amor".  (Alexander Solzhenitsyn).

 - "Una buena vida es aquella inspirada por el amor y guiada por la inteligencia".  (Bertrand Russell).

 -"Las personas de 30 años hablan del amor que nace. Yo, en cambio, del amor que se acaba".  (Michael Haneke).

 - "El nacimiento y la muerte no son dos estados distintos, sino dos aspectos del mismo estado".  (Mahatma Gandhi).

 - "Tarde o temprano, cada individuo debe plantearse a cuánta de su dignidad está preparado a renunciar en su lucha contra la muerte, y en qué momento dejará de luchar. Nuestra sociedad funciona de tal manera que si tus facultades físicas o mentales quedan seriamente mermadas y no eres millonario, te ves obligado a abandonar tu hogar y el ambiente al que estás acostumbrado y en el que no te sientes seguro, y es un proceso terrible, una pesadilla".  (Michael Haneke).

 - "El arte de la medicina consiste en entretener al paciente mientras la naturaleza cura la enfermedad".  (Voltaire).

... o no la cura ...

 - "Libérate de la ansiedad, piensa que lo que debe ser será, y sucederá naturalmente".  (Facundo Cabral).

Besos y abrazos,

Don.

----------------------------------

Matutino a escondidas
(Miércoles, 25 de enero de 2006)

¡Buenos días!

Aquí, parapetado tras los ventanales de mi despacho, como un voyeur desenfilado de miradas exteriores, sigo maravillándome de como transcurre la vida, la real y la fantástica, en derredor de la ribera del Arlanzón. Otro día de apacible invierno, desapacible cuando sopla la a ratos pertinaz brisilla norteña, neblinoso de madrugada y finamente nublado al mediodía, con un sol sin fuerzas que no acaba de disolver la nubosidad, con temperaturas ligeramente alejadas, por arriba y por abajo, de los 0ºC, según la hora del día, por ejemplo, -2ºC esta mañana temprano y 1ºC este mediodía, a la horita del café.

Ayer por la noche estuve en el cine viendo "Caché (escondido)", de Michael Haneke y con Daniel Auteil y Juliette Binoche, una muy buena película, triunfadora en los últimos premios de la academia de cine europeo.

Como todas las historias de este Haneke, al menos de las tres, con ésta, que he visto yo (las otras dos fueron "El tiempo del lobo" y "La pianista" ... no confundir con "El pianista" de Roman Polanski), nos muestra el lado oscuro del alma humana, de esos secretos escondidos y casi inconfesables, como esa basura que se esconde adrede bajo la alfombra. Habla también de la mala conciencia y de la culpa que nos corroe, tanto desde el punto de vista personal como social; hurga en las heridas de nuestra sociedad del bienestar. Es una película, como todas las suyas, incómoda de ver para el espectador (aunque ésta sea algo más accesible que otras anteriores).

Además, mientras la ves, casi siempre tienes dudas de la objetividad o la subjetividad de las imágenes que estás viendo. Y para rematar, un final inquietante, con un plano general fijo en el que no dejan de pasar figurantes y en el que si estáis atentos, como en el juego ese de "¿dónde está Wally?", podréis ver algo que quizás aclare el enigma de la película. Lo más probable, dada la ambigüedad, es que cada cual vea una cosa distinta ... ¡la vida misma! ...

Insisto, muy buena película, pero para mí, de las tres suyas que he visto, la que hubiera merecido todos los premios tendría que haber sido su anterior film, el magistral, contundente y portentoso "El tiempo del lobo" (ver glosa pasada más abajo, junto con la de "La pianista").

Bueno, pues para que la vida no se esconda ante nuestros ojos, nada como un poquito de sabiduría ajena:

 - "El odio abiertamente profesado carece de oportunidad para la venganza".  (Séneca).

 - "No hay argucia más adecuada para convencer de ignorancia a un adversario que preguntarle por las cosas más evidentes, porque éste, ingenuamente, se figurará que hay hondas y remotas intenciones tras la evidencia inmediata".  (Hermann Keyserling).

 - "No lo que decimos, sino lo que pensamos, es lo que se trasluce en nuestro semblante".  (Florence Nightingale).

 - "Esforzarse en pensar bien: he aquí el principio de la moral".  (Pascal).

 - "Ridículo es buscar la muerte por disgusto de la vida, cuando la vida que se ha llevado obliga a buscar la muerte".  (Epicuro).

Besos y abrazos,

Don.

----------------------------------

Matutino de lobos
(Martes, 20 de julio de 2004)

¡Buenos días!

Pues no, no hace una mañanita de perros, ni de lobos, pues no aúllo de frío, ya que estamos de verano convencional a la vera del Arlanzón, que tampoco es mucho verano, pues casi parece una ardorosa primavera, aunque de todas formas es una auténtica delicia, pues no hace el frío veraniego de pasados días. En definitiva, ligera ambigüedad climática ... y también en el título, pues las mañanas de lobos no se estilan, más bien las noches de lobos, esas en las que éstos aúllan, no de frío, que estamos en verano, sino por comunicación social.

Ayer tarde estuve viendo en el cine la producción franco-austríaca "El tiempo del lobo", "Le temps du loup", que fue en V.O.S. (versión original subtitulada), de Michael Haneke, y con Isabelle Huppert y Béatrice Dalle. Fabulosa, magistral película que me entusiasmó ... y eso a pesar de que pasé uno de los peores momentos viendo una película desde hace mucho tiempo, pues nos cuenta lo que nos cuenta sin contemplaciones; es durísima, desabrida, áspera, ...

El título viene de que en la mitología germánica el momento anterior al apocalipsis se le conoce como el tiempo del lobo, tiempo en el que se trastocan los valores y caen las más altas torres. Obviamente, el film también está impregnado de la famosísima frase del filósofo Hobbes, "el hombre es un lobo para el hombre".

Nos muestra sin cesar el lado más feo y oscuro del alma y comportamiento humanos, aunque con leves destellos de bondad. Como la vida misma, la nuestra y la de los lobos, que podemos ser generosos y despiadados casi a la vez. El arranque es contundente, y te deja encogida el alma para el resto del film, que no baja el listón. Es una fábula, una parábola sobre el hombre como individuo y el hombre social, la sociedad, en un entorno hostil, de pesadilla (pero tan real a veces, no hay más que ver los telediarios). Se nos muestra la violencia, y las otras facetas humanas, sin consideraciones, sin tomar partido, sin moralizar ... es descarnada como un documental sobre naturaleza animal.

En definitiva, que me encantó a pesar del mal trago, como me encantan los documentales. No así me pasó con la otra película que he visto de este director, "La pianista", que va por la misma línea de mostrarnos el lado más feo del alma humana (ved su matutino más abajo) ... y me han contado que el resto de su filmografía va por los mismos derroteros.

Pues para hacernos un poco menos animales, y un algo más racionales, no nos viene nada mal un poquito de sabiduría ajena:

 - "Si nos hemos provisto contra el frío, el hambre y la sed, el resto es vanidad y exceso".  (Séneca).

 - "Pocas cosas pueden sorprender tanto al hombre de buena fe como el terrible hecho de que los dos instintos que le mantienen sobre la tierra, el de conservación y el de reproducción, sean precisamente la fuente de casi todos los males".  (Gregorio Marañón).

 - "Un lobo, un tigre, una vez hartos, dejan los restos a sus compañeros. Sólo el hombre, después de harto, niega lo que le sobra a su hermano, y le deja morir de hambre a las puertas de su despensa. Esta actitud es privadamente humana".  (Amado Nervo).

 - "Me moriré de viejo y no acabaré de entender al animal que llaman hombre; cada individuo es una variedad dentro de su especie".  (Miguel de Cervantes).

Besos y abrazos,

Don.

----------------------------------

Nocturnino censal
(Martes, 30 de octubre de 2001)

¡Buenos días!

Impresionantes los días que estamos teniendo últimamente, más propios de un paraíso tropical que de la dura meseta castellana. Tan solo nos faltan unas palmeritas, una playita y una guayabita que nos reconforte alma ... y cuerpo. Estamos teniendo temperaturas de en torno a los 27 grados, se puede ir en mangas de camisa y la bonanza climática junto con los serenos paisajes otoñales me están produciendo un delicioso estado de ánimo.

Estado de ánimo que estuvo a punto de quebrar la áspera película que vi el pasado domingo 28, "La pianista", de Michael Haneke. Y no fue descarnada por lo que se veía, sino por lo que rezumaban los personajes. Tal vez era una película demasiado desabrida para días como estos, que invitan al hedonismo. A pesar de que no me gustó demasiado, pude sacar en claro algunas conclusiones filosóficas, tan propias de meditaciones otoñales. Los dos actores principales se llevaron la Palma de Plata en el último festival de Cannes.

Lo de censal ... no sé porqué lo he puesto, tal vez porque ahora saldré a censar algo, lo que me encuentre, una hormiga, una hoja caída en el suelo, ... lo que sea con tal de despejar estas neuronas embotadas por ..... por yo que sé.

Bueno, pues las frases de hoy son:

 - "La ley es como la veleta de un viejo campanario, que varía según sopla el viento".  (León Tolstoi).

 - "Yo no sé si continuará siendo más fácil que entre un camello por el ojo de una aguja que un rico en el reino de los cielos; sin embargo, de lo que no cabe la menor duda es que un camello cargado de dinero entra por cualquier parte".  (Jacinto Benavente).

 - "Más se unen los hombres para compartir un mismo odio que para compartir un mismo amor".  (Jacinto Benavente).

 - "El dinero no puede hacer que seamos felices, pero es lo único que nos compensa de no serlo".  (Jacinto Benavente).

 - "De todas las cualidades del alma, la más eminente es la sabiduría, y la más útil es la prudencia".  (Barthélemy).

 - "La risa es más importante que el aplauso. Aplaudir es casi un deber. Reir es una recompensa".  (Carol Channing).

Pues riamos sin mesura, ... nuestra salud nos lo agradecerá. Besos y abrazos,

Don.
_____