martes, 31 de marzo de 2015

Matutino para toda la ciudadanía

¡Buenos días!

Queridos hermanos todos, no sé si grandes o pequeños, este matutino va dirigido a todo el mundo, no sólo a mis cuatro hermanos (de sangre), todos más pequeños en edad que yo, y que me leéis con regularidad. Sed conscientes del orwelliano mundo que nos rodea, pero alejad de vosotros la paranoia y actuad con naturalidad e id a lo vuestro, que así saldréis más guapos en la foto, o bien pasad a ser "robinhoodianos" dronistas (en su acepción caló, es decir, salteadores de caminos) refugiados en níveos zulos (a ser posible cibernéticos). Y para que todos los ciudadanos de esta tierra de conejeras, que eso más o menos dicen que significa Hispania o Iberia, disfruten sobremanera de esta esplendorosa primavera, ésta nos está regalando unos calmados, soleadísismos y cálidos días que parece que se prolongarán durante toda esta pasional semana santa, por primera vez en bastantes años de meteorológicas turbulencias pascuales. La máxima prevista para hoy será de 25ºC.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo un film documental, que ganó el Óscar de la categoría hace unas semanas. Se trató de "Citizenfour", de Laura Poitras. Es el tercer documental de esta directora y periodista, y el primero suyo que veo.

En enero de 2013, la directora del film comenzó a recibir unos correos electrónicos cifrados firmados por un tal "Citizenfour", quien aseguraba tener pruebas de ilegales programas de vigilancia masiva realizados en colaboración por diversos servicios de inteligencia de varios países, dirigidas por la estadounidense. Unos meses después, junto con dos periodistas, los cuatro se reunieron en un hotel de Hong Kong para una serie de entrevistas grabadas. El anónimo y cuatrero ciudadano resultó ser Edward Snowden, un joven empleado de diversas agencias de espionaje norteamericanas, experto en sistemas informáticos, y que les desveló estos oscuros secretos en uno de los mayores chivatazos de la historia.

Un muy buen documental (nota: 7), un estupendo thriller, pleno de tensión, desasosegante, no de ficción, sino de real realidad, de esos de denuncia y para tomar conciencia, en el que se sacan a la luz los ya conocidos, por los noticiarios de hace un par de años, clasificados secretos gubernamentales, desvelados por un concienciado trabajador de los servicios de inteligencia y que provocó gran escándalo. Te provoca cierto grado de paranoia, y da mucho que pensar, como en una de John Le Carré, llena de grisuras, y a mí me dio por pensar desde otro ángulo, ¿y si este Snowden no es un agente renegado, ni doble, sino con cierta doblez, y dice lo que dice para dar "miedito", pues en realidad el "gran hermano gringo" no controla tanto como se cacarea, y así los malotes se cortan un pelo hasta que de verdad se pueda controlar tanto como se dice?... no sé si paranoico, pero algo esquizofrénico o psicótico me estaré volviendo, aunque creo que no tanto como los servicios de inteligencia, que cuanto más listos, más locos. En cierto modo, además de con otros, tiene bastante que ver con un sobresaliente film de ficción, "La vida de los otros" ("Das leben der anderen", 2006), de Florian Henckel von Donnersmarck, por eso de que hoy en día los otros somos todos nosotros, todo el mundo, debido a los sofisticados gadgets y a la espeluznante potencia de cálculo informático de hoy en día.

Ahora algo de sabiduría ajena, todo un acto de ciudadanía ante las aberraciones que algunos quieran perpetrar:

 - "La vida privada de un ciudadano debe ser recinto amurallado".  (Maurice de Talleyrand-Périgord).

 - "Quien infringe una ley porque su conciencia la considera injusta y acepta una pena de prisión para que se levante la conciencia social contra esa injusticia hace gala de un gran respeto superior por el derecho".  (Martin Luther King).

 - "La bravura de que muchos hacen alarde es un hábil cálculo sobre el miedo que domina a sus adversarios".  (Honoré de Balzac).

 - "La ciencia todavía no nos ha enseñado si la locura es o no es la sublimación de la inteligencia".  (Edgar Allan Poe).

 - "Ciudadano verdaderamente libre es aquel que no depende del gobierno ni le debe nada".  (Alfred de Vigny).

 - "Al hombre justo y tenaz en sus propósitos ni el furor de ciudadanos poderosos ni el rostro fiero de un tirano amenazador lograrán hacer que altere su firme pensamiento".  (Horacio).

Besos y abrazos,

Don.
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miércoles, 25 de marzo de 2015

Extraño matutino hogareño

¡Buenos días!

No echo de menos estos matutinos que son mi casa cada vez que vengo a ellos, y que tan bien me acogen; ni me parecen raros, obviamente, que tan habitualmente estoy por aquí que ya me consideran su paisano. Por lo demás, el clima de esta recién estrenada primavera trata de remedar algo del desabrido invierno que se fue, pues hace fresquete (máxima prevista para hoy de 11ºC), incrementando la destemplanza el ventarrón que a rachas sopla, y que ni siquiera mitiga el sol que luce entre nubes rotas tras las lluvias de pasados días. Pero según los pronósticos, la deliciosa primavera climática está por venir en un par de días, ya este mismo fin de semana, doblando las temperaturas de hoy, haciéndonos sentir cual si estuviéramos al calor del dulce hogar.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo una de animación por ordenador, basada en el libro "The true meaning of Smekday" de Adam Rex. Se trató de "Home, hogar dulce hogar" ("Home"), de Tim Johnson. El año pasado por estas fechas había visto, como telonero de otro film de animación digital, un avance de "Home", un corto titulado "Destino Home" ("Almost Home"). De este director había visto además dos de sus anteriores largos, también de animación por ordenador: "Vecinos invasores" ("Over the hedge", 2006), y "Hormigaz" ("Antz", 1998), ambas codirigidas con otros, y estupendas.

Un pueblo de alienígenas, que cambian de color en función de su estado de ánimo, y en continuo éxodo de planeta en planeta huyendo de otra raza que quiere exterminarlos, encuentran refugio en la Tierra, para lo que recluyen a toda la humanidad al desierto de Australia (como en una jaula de oro) y así poder ocupar ellos el resto del planeta. El más empalagoso y patoso de sus miembros, que no encaja en su sociedad, en uno más de sus múltiples errores, que podría causar el exterminio de todos los de su especie y la destrucción total de la Tierra, tiene que escapar de los suyos porque quieren cargárselo por esto. En su huida se encuentra con una muy espabilada niña (y su gato), que se libraron por los pelos (del gato) de la abducción, y que busca a su madre. Ambos vivirán increíbles aventuras a lo largo y ancho del mundo, y con su combinado esfuerzo conseguirán encontrar a la madre y salvar al planeta de la aniquilación.

Una película ni fu ni fa (nota: 5), por lo que a mí respecta, una peculiar buddy movie muy colorida y entusiasta, de gracietas tontorronas, de estupenda técnica plástica, pero sólo apta para niños o mentes infantiloides, sensiblera y bastante plana en su trama. Loa de la amistad y la familia de nulo mordiente y con moralina.

Ahora algo de sabiduría ajena, de esa que vive o vivió en otras privilegiadas mentes y que podemos, si queremos, adoptar como nuestra:

 - "Honra igualmente al extranjero que al ciudadano, porque todos somos viajeros esparcidos por la Tierra".  (Focílides).

 - "Mis viajes más bellos, los más dulces, los he hecho al calor del hogar, con los pies en la ceniza caliente y los codos reposando en los brazos desgastados del sillón de mi abuela [...]. ¿Por qué viajar si no se está obligado a ello? [...]. Es que no se trata tanto de viajar como de partir; ¿quién de nosotros no tiene algún dolor que distraer o algún yugo que sacudir?".  (George Sand).

Besos y abrazos,

Don.
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martes, 24 de marzo de 2015

El más tranquilo matutino

¡Buenos días!

No parecen querer relajarse las muy grises lluvias, bastante tranquilas en cualquier caso, que llueve al estilo otoñal, de chispeo continuado, rivalizando con la pujante y revoltosa primavera que trata de brotar por doquier gracias precisamente a estas mismas lluvias incómodas. Calmada paciencia, que en pocos días todo se volverá a serenar gracias al sol que asomará por entre los resquicios nubosos que hoy mismo ya empieza a haber, hasta terminar de evaporarlas.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "El año más violento" ("A most violent year"), de J.C. Chandor, y con Oscar Isaac, Jessica Chastain, David Oyelowo, y Albert Brooks. Es el tercer largo de este director tras "Cuando todo está perdido" ("All is lost", 2013) y "Margin call" (2011).

Nueva York, año 1981, el año más violento en la ciudad según las estadísticas. Abel Morales, un ambicioso emprendedor, inmigrante latino, junto con su esposa, intentan prosperar con su negocio de distribución de gasóleo para calefacción, que heredaron del mafioso padre de ella, tratando de no sobrepasar los límites de la legalidad, pero la violencia y la corrupción imperantes en la ciudad amenazan con tirar abajo su proyecto de expandir a lo grande su pequeña empresa. En contra de la opinión de su mujer, se negará a utilizar la violencia ni a cometer otras irregularidades para tratar de abrirse camino.

Una muy buena película (nota: 7) este amargo thriller, parsimonioso, con maneras de cine de gángsteres sin apenas violencia física, que se ve con tensión y desasosiego constantes, sobre las disquisiciones morales del bienintencionado protagonista (¡atención a su nombre y apellido!, Abel Morales), que trata de alejarse todo lo que puede del cainismo, del juego sucio de sus tramposos competidores, de la tentación de saltarse la ley para seguir adelante en sus anhelos empresariales. Pero el entorno se lo pone extremadamente difícil y las conclusiones inducen a una enorme desolación. Como ya sucedía en su primera película, "Margin call", nos provoca aceradas reflexiones sobre la ética empresarial, sobre la intrínseca perversidad del salvaje capitalismo triunfante, pleno de víctimas colaterales, puro darwinismo, sobre si es posible el hacer negocios y triunfar (a lo grande) sin ser un miserable con los demás, etc.

Ahora algo de sabiduría ajena que seguro nos aporta algo de serenidad para tratar de enfrentarnos calmadamente a los retos que la vida nos depara:

 - "Para conseguir el éxito, mantenga un aspecto bronceado, viva en un edificio elegante aunque sea en el sótano, déjese ver en los restaurantes de moda aunque tan sólo tome una copa y, si pide prestado, pida bastante".  (Aristóteles Onassis).

 - "Los que creen que con el dinero se puede hacer cualquier cosa son los que indudablemente están dispuestos a hacer cualquier cosa por el dinero".  (Voltaire).

 - "Entre el honor y el dinero, lo segundo es lo primero".  (Refrán).

 - "En el origen de todas las fortunas hay cosas que hacen temblar".  (Louis Bourdaloue).

Besos y abrazos,

Don.
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lunes, 23 de marzo de 2015

Enorgullecimiento matutino

¡Buenos días!

Me llena de orgullo y satisfacción, no sé si como rey, reina o reinona de estos matutinos, ¡qué más da!, me llena de orgullo y satisfacción, decía, el volver de nuevo, como casi siempre, a esta tribuna matutina a desparramar más o menos reivindicativamente sobre lo que crea menester. Ya estamos en primavera de calendario, pero el invierno no parece darse por aludido y protesta con sus habituales maneras, algo amaneradamente, eso sí, con frío descafeinado (12ºC de máxima previstos para hoy en los madriles), y muy grises lluvias, que más que entristecernos nos alegran, porque la primavera será más locamente desmelenada de lo que suele.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Pride (Orgullo)" ("Pride"), de Matthew Warchus, y con  Ben Schnetzer, George MacKay, Dominic West, Paddy Considine, Bill Nighy, e Imelda Staunton, entre otros, en este coral reparto. Es el segundo largo de este director y primero suyo que veo.

Verano de 1984, la Thatcher gobierna con mano de hierro e implacables políticas ultraliberales que se ceban con los más débiles. El sindicato minero convoca una durísima huelga que durará varios meses y a la que el gobierno responde con brutal violencia. Durante la manifestación del Orgullo Gay en Londres, un pequeño grupo de lesbianas y gays se dedica a recaudar fondos para ayudar a las familias de los mineros en huelga, pero el sindicato no los acepta por la mala imagen de su procedencia. Inasequibles al desaliento, estos jóvenes deciden ayudar directamente a los mineros. Tras varios intentos fallidos previos, localizan un pequeño pueblo galés que sí acepta el donativo, y se dirigen hacia allá para ayudarles.

Una muy buena película (nota: 7) esta tragicomedia muy agradable de ver, basada en hechos reales de un hecho casi olvidado, desconocido para la mayoría. Cine de buenos sentimientos y con trasfondo social, conmovedor y divertido, que nos cuenta el encuentro de dos colectivos totalmente distintos que acaban por unirse, contra todo pronóstico, en su necesidad de luchar contra su enemigo común (donde la Thatcher es su emblemático símbolo demoniaco), que les oprime. Ambos grupos aprenderán algo del otro, que otros mundos son posibles, cosas de las sinergias, al conseguir liberarse de prejuicios y hacerse amigos.

Ahora algo de sabiduría ajena, que tal vez no ayude a reivindicarnos a nosotros mismos:

 - "Nuestro orgullo es el que nos hace cumplir con nuestro deber".  (Friedrich Nietzsche).

 - "Lo que más irrita a los orgullosos es el orgullo de los demás".  (William Cowper).

 - "Nada es tan bajo y vil como ser altivo con el humilde".  (Séneca).

 - "A veces, ante la mala manera de ser de los otros, uno se siente orgulloso de ser uno mismo y no otro".  (André Maurois).

 - "Solamente si me siento valioso por ser como soy, puedo aceptarme, puedo ser auténtico, puedo ser verdadero".  (Jorge Bucay).

Besos y abrazos,

Don.
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viernes, 20 de marzo de 2015

Coleguitas matutinos, chapados a lo moderno y listos por naturaleza

¡Buenos días!

En este precioso día equinoccial que hoy nos regala la naturaleza, en el que invierno y primavera se darán la mano, y el relevo, a eso de las 23:45 horas, y serán amiguetes por un momento, luce el sol a ratos y hay pronosticadas lluvias para esta tarde y días siguientes, con temperaturas de invierno suave, aunque hoy hay previstos por los madriles unos muy primaverales 19ºC de máxima.

Antes de ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Chappie", de Neill Blomkamp, y con Sharlto Copley, Dev Patel, Hugh Jackman, Sigourney Weaver, Yolandi Visser, Ninja, y José Pablo Cantillo. Es el tercer largo de este director sudafricano, de quien ya había visto sus dos anteriores, "Elysium" (2013) y "Distrito 9" ("District 9", 2009).

En un futuro cercano, para combatir el crimen, cada vez más extendido y salvaje, la policía cuenta con una unidad de policía mecanizada de robots androides que actúan implacablemente. A partir de la chatarra de uno de estos androides, destrozado en una misión, el creador de estos, monta un prototipo al que inserta un programa muy avanzado de inteligencia artificial para que piense y sienta por sí mismo y no actúe como un robot, pero es rechazado por los gerentes de la compañía que los produce. El novedoso robot, Chappie, es secuestrado por unos peculiares delincuentes que planean utilizarlo en sus fechorías, pero es como un inocente niño que necesita aprender y comprender su entorno, aunque lo hace a una velocidad de vértigo.

Una buena película en general (nota: 6) que sin embargo empezó irritándome algo, pareciéndome una memez, pero que poco a poco fue gustándome más, me pareció muy entretenida, con acción, y divertida como para echarme algunas carcajadas. Parece querer contar muchas cosas y por tanto es algo desparramada, con algunos personajes de comportamiento algo infantiloide, como sus malotes padres adoptivos, y no sólo el aprendiz Chappie, pura inocencia, un ser manipulable de mente muy influenciable pero de grandes principios morales que serán zarandeados por la crudeza de la vida. Se nos habla del alma y mecánicas reencarnaciones, del sentido de la vida y de la muerte, de ser Dios creador (todos los humanos lo somos, al menos los que son padres de sus hijos, a los que crean físicamente y moldean anímicamente), de a partir de cuando una inteligencia artificial podría ser considerada humana, etc.

Por todo lo anterior, tiene ramalazos de "Robocop" (1987) de Paul Verhoeven, dicen que también de "Cortocircuito" ("Short circuit", 1986) de John Badham, que no he visto, y tiene toques existenciales de la magistral "Blade Runner" (1982) de Ridley Scott, que por cierto reestrenaron en algunos cines antes de ayer (nuevo montaje del director).

Ahora algo de sabiduría ajena, una buena amiga que nos espabilará ante los avatares de la vida:

 - "La educación consiste en enseñar a los hombres no lo que deben pensar, sino a pensar".  (Calvin Coolidge).

 - "Excelente maestro es aquel que, enseñando poco, hace nacer en el alumno el gran deseo de aprender".  (Arturo Graf).

 - "Aprender es descubrir lo que ya sabes. Actuar es demostrar que lo sabes. Enseñar es recordarles a los demás que saben tanto como tú. Sois todos aprendices, ejecutores, maestros".  (Richard Bach).

 - "Necesitamos la vida entera para aprender a vivir, y también -cosa sorprendente- para aprender a morir".  (Séneca).

 - "Si sientes que todo perdió su sentido, siempre habrá un 'te quiero', siempre habrá un amigo".  (Ralph W. Emerson).

Besos y abrazos,

Don.
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miércoles, 18 de marzo de 2015

Matutinos en danza, mis hijos

¡Buenos días!

Otra mañana en la que echa a andar otro matutino más que lanzo al mundo y que, como todos, cual hijos ya emancipados, no sé muy bien donde acabará, que seguro ni me baila el agua ni al son que le toquen, cosa que yo a lo mejor hago en este día de lluvia, al estilo Gene Kelly en "Cantando bajo la lluvia" ("Singin' in the rain", 1952), chapoteando alegremente en algún charco que otro, despreocupado, paraguas en ristre, a pesar de ser un día todavía más desapacible que ayer (máxima prevista de 11ºC y algo ventoso), que pasado mañana entra la primavera de calendario.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Mis hijos" ("Aravim roqdim" o "Dancing arabs"), de Eran Riklis, basado en la novela homónima de Sayed Kashua (también guionista del film), y con Tawfeek Barhom, Yaël Abecassis (una hermosura de mujer), Michael Moshonov, Ali Suliman, y Danielle Kitzis (otra belleza). De este director israelí había visto dos de sus anteriores films, "El viaje del director de recursos humanos" ("Shlichuto shel hamemune al mashabei enosh", 2010), y "Los limoneros" ("Etz limon", 2008).

Un joven que nació durante los años 70 en una pequeña ciudad palestina de Israel, es un muy brillante estudiante, por lo que es admitido en el más prestigioso internado judío en Jerusalem para estudiar el bachillerato. Es el primer y único árabe que estudia allí por lo que intenta desesperadamente encajar con sus compañeros y su nuevo entorno. Se hará voluntario social y cuidará de otro compañero del instituto con una grave distrofia muscular degenerativa que le tiene impedido en una silla de ruedas, y se enamorará de una compañera de clase, llevando ambos su relación en secreto (cual Montescos y Capuletos). Cuando se descubran sus amores se verá obligado a abandonar el instituto y tomará conciencia de que deberá sacrificar su anterior identidad si quiere integrarse y ser aceptado.

Una muy buena película (nota: 7) que me gustó mucho y de la que disfruté calmadamente, con su fluido discurrir, sin prisas, de lo más sereno, pues trata con dulce sutileza de un espinoso tema, el conflicto palestino-israelí, que queda sin embargo como sordo trasfondo de la peripecia vital del protagonista, que trata de encontrar su lugar en el mundo. Comienza siendo una comedia que conforme avanza se va poniendo más seria y acaba deviniendo en drama, sin aspaviento alguno, nada desgarrador, todo con una mirada relativamente amable sobre el asunto, no exenta de reflexión y crítica sobre ello, sobre ese enquistado enfrentamiento y la dificilísima convivencia entre ambos pueblos, sobre la discriminación de los otros y la solidaridad que se establece entre los marginados, sea por cultura, por minusvalía, por ser empollones, o por lo que sea.

Ahora algo de sabiduría ajena, que seguro pone en danza, remueve algunos de nuestras anquilosadas creencias:

 - "Los hombres se cansan antes de dormir, de amar, de cantar y bailar que de hacer la guerra".  (Homero).

 - "Por dinero baila el perro, y por pan, si se lo dan".  (Refrán).

 - "El papel más honroso en una conversación corresponde al que da la ocasión a ella, y luego al que la dirige y hace que se pase de un asunto a otro, pues así uno dirige la danza".  (Sir Francis Bacon).

 - "No es la carne y la sangre, sino el corazón, lo que nos hace padres e hijos".  (Friedrich von Schiller).

 - "Para una persona no violenta, todo el mundo es su familia".  (Mahatma Gandhi).

 - "Si no podemos poner fin a nuestras diferencias, contribuyamos a que el mundo sea un lugar apto para ellas".  (John F. Kennedy).

Besos y abrazos,

Don.
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martes, 17 de marzo de 2015

Este matutino no es negociable

¡Buenos días!

Porque no son negocio, negación del ocio, sino todo lo contrario, tiempo libre del que disfruto; y sobre todo porque no comercio con su valor, que son para mi uso y disfrute, y el de aquellos que quieran pasarse por aquí a echar un rato; ni tampoco trato de pactar nada a cambio de ellos, se toman o se dejan, como las lentejas. El que desde luego no parece avenirse a lo que se le viene encima, y se enfurruña tontamente en lo que no puede ser, es este invierno mortecino pero rebelde a base de frescor y viento desapacible, y lluvias además a partir de mañana, al que le quedan tres días para su pacto equinoccial con la primavera, quiera o no. Las cosas como son.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Negociador", de Borja Cobeaga, y con Ramón Barea, Josean Bengoetxea, Carlos Areces, Melina Matthews, Jons Pappila, María Cruickshank, Óscar Ladoire, Raúl Arévalo, Secun de la Rosa, Alejandro Tejería, Santi Ugalde, y Gorka Aguinagalde. Tercer largo como director de este también guionista, tras "No controles" (2010), y la muy divertida "Pagafantas" (2009). Además es el coguionista del megataquillazo "Ocho apellidos vascos" (2014) de Emilio Martínez Lázaro. Y en ambas facetas, director y guionista, ha participado en míticos programas televisivos de humorísticos sketches, como "Vaya semanita", "Splunge" y demás.

En 2005 un político vasco va a ejercer de interlocutor del gobierno español en unas negociaciones secretas con ETA. Enseguida se verá que el acto conciliador estará lejos de toda formalidad, y que las casualidades y malentendidos marcarán las conversaciones. Todo será de muy de andar por casa, y las buenas relaciones personales que se van fraguando entre ambos negociadores, sobre todo al calor de unas copas en el bar (in vino veritas), se manifestarán como esenciales para el buen fin del conflicto.

Una buena película (nota: 6) esta tragicomedia de poco reír, y que cuando lo haces te deja a media mueca, con cierto poso de helada amargura. Como reza en sus títulos de crédito finales, es una ficción basada en hechos reales, donde se fabula con qué pudo haber pasado en esas conversaciones (fallidas al final), con toques casi surrealistas, sobre los absurdos infinitos de ese conflicto vasco (por decirlo finamente, cual donostiarra señorita pija, y sin asperezas), con un punto de vista que realza la solemne ridiculez de la mayoría de sus planteamientos, y cierto grado de patetismo de unas disputas por un quítame allá esas pajas, todo con soterrada sorna y mucha retranca.

Ahora algo de sabiduría ajena, que a lo mejor nos ayuda a mejor conciliarnos con nuestro derredor:

 - "El carlismo se cura leyendo y el nacionalismo, viajando".  (Pío Baroja).

 - "No negociemos con miedo, pero tampoco tengamos miedo a negociar".  (John F. Kennedy).

 - "Gobernar es pactar; pactar no es ceder".  (Gustave Le Bon).

 - "Se equivoca profundamente quien crea que establece mejor la más duradera autoridad por la fuerza que por un pacto amistoso".  (Terencio).

Besos y abrazos,

Don.
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lunes, 16 de marzo de 2015

Mis inherentes matutinos sin tacha

¡Buenos días!

Estos matutinos que me son propios, inseparables de mi propia condición, a los que veo perfectos para mi bienestar, son de lo más vicioso de este mundo, en el sentido de su deliciosa abundancia, que no en su más negativo sentido. El invierno se va acabando, remedando la feraz primavera que esta semana llegará por calendario, aunque estos días con mucho más frescor que la semana pasada, con temperaturas caídas casi diez grados (máxima prevista para hoy en los madriles de 15ºC), pero se sigue estando de vicio.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Puro vicio" ("Inherent vice"), de Paul Thomas Anderson, basado en la novela "Vicio propio" ("Inherent vice") de Thomas Pynchon, y con Joaquin Phoenix, Josh Brolin, Katherine Waterston, Owen Wilson, Reese Witherspoon, Benicio del Toro, Martin Short, Joanna Newsom, Jena Malone, Hong Chau, y Maya Rudolph. Es el séptimo largo de este director, de quien ya había visto sus cuatro anteriores: la magistral "Magnolia" (1999), "Embriagado de amor" ("Punch-drunk love", 2002), "Pozos de ambición" ("There will be blood", 2007), y "The master" (2012).

Año 1970, Los Ángeles. Un detective privado de lo más pintoresco, de maneras hippies, zarrapastroso, siempre fumado y de mente obnubilada por la maría, recibe la visita de su ex, una seductora joven con aires de femme fatale, que le pide localizar a su nuevo amante, un magnate inmobiliario desaparecido cuando quería devolver a la sociedad todo lo que había desfalcado con sus corrupciones constructoras, y al que su mujer quería meter en un psiquiátrico para quedarse su inmensa fortuna. En el transcurso de su investigación también irá recibiendo otras visitas de amigos y conocidos que le piden que investigue y les ayude con otros asuntos. Todo, mientras es acosado por un policía de heterodoxos e ilegales métodos, y la cosa se va enrevesando sin saber muy bien que es real o verdadero.

Una buena película (nota: 6) de perpleja mirada, de muy extrañas situaciones, disparatada y rocambolesca, con un personaje principal en permanente estado de confusión tratando de desvelar unos misterios con ramalazos cómicos, absurdos y surreales, rodeado de personajes la mar de estrambóticos, mucho más que él mismo, como si en un psicodélico viaje alucinatorio se hubiese embarcado. Es cine negro del clásico, pero muy retorcido, cual volutas de la hierba de la risa. Difícil de seguir la confusa e incoherente trama (en la mayor parte de los momentos), pero no me importó mucho, que me reí y quedé enganchado a su magnético devenir; lo mismo que me sucedió con "Mulholland Drive" (2001) de David Lynch. Es como estar con el mono tras el feliz cuelgue del sueño americano (californiano) de los años 60, con el desilusionado malestar de los años 70, viendo como se esfuman los hedónicos éteres de la anterior década. Por pequeños detalles me recordó, además de a la anterior y a otras, a estas dos películas: a "Chinatown" (1974) de Roman Polanski, y a "El gran Lebowski" ("The big Lebowski", 1998) de los hermanos Coen; pero nada que ver con casi ninguna.

Ahora algo de sabiduría ajena, inseparable de estos matutinos, y que seguro nos ayuda a pulir algunos de nuestros defectos:

 - "Reprende vicios ajenos quien está lleno de ellos".  (Refrán).

 - "Quien ya no puede ser vicioso, se pregona por virtuoso".  (Refrán).

 - "No digas que el tiempo pasado fue mejor que el presente; las virtudes son las que hacen los buenos tiempos, y los vicios los que los vuelven malos".  (San Agustín).

 - "Todos los vicios, con tal de que estén de moda, pasan por virtudes".  (Molière).

 - "Nuestras virtudes y nuestros defectos son inseparables, como la fuerza y la materia. Cuando se separan, el hombre no existe".  (Nikola Tesla).

Besos y abrazos,

Don.
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jueves, 12 de marzo de 2015

Equidad matutina

¡Buenos días!

A una semana y un día, levísima condena, del equinoccio primaveral, seguimos de exultante entusiasmo propio de la estación por llegar (ese día), con máxima prevista para hoy de 22ºC, sol a raudales y tal suavidad térmica que nos dejará otro día sin igual del que disfrutar serenamente todos por igual, de tan iguales y tan distintos modos como cada cual pueda idear, que el clima nos trata a todos equitativamente.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Selma", de Ava DuVernay, y con David Oyelowo, Tom Wilkinson, Tim Roth, Giovanni Ribisi, Cuba Gooding Jr., Carmen Ejogo, Alessandro Nivola, y Oprah Winfrey. Es el primer largo que veo de esta directora.

Durante 1965, justo después de haber recibido el Premio Nobel de la Paz, Martin Luther King planeará una marcha a favor de los derechos de la gente negra, pues en los estados del sur de los Estados Unidos continuaban siendo víctimas de segregación racial a pesar de leyes federales ya promulgadas. Tendrá que luchar contra la pasividad del presidente norteamericano de entonces, reacio a obligar a aplicar esas leyes en el sur. La marcha (87 km.) partirá de la ciudad de Selma, hasta Montgomery, la capital del ultraracista estado de Alabama, y con ella, y su inmensa repercusión mediática por la brutalidad policial, logró que el presidente impulsara la aplicación de la ley del derecho al voto de los ciudadanos negros en esos "díscolos" estados sureños.

Una muy buena película (nota: 7) que fluye serenamente a través de aquellos tumultuosos y muy trágicos acontecimientos, pues es más de íntimas conversaciones que de reivindicativo sensacionalismo; que no es un biopic, pues sólo retrata un pequeño episodio, ocurrido hace justo 50 años, de la vida de este mito por la lucha de los derechos humanos, hombre de inquebrantables principios y gran fe en sus nobles ideales, dudas incluidas. Un film necesario, de esos para conocer ciertos episodios históricos y para sacudir abotargadas conciencias, que incluso hoy en día siguen sucediendo similares situaciones. Me gustó.

Ahora, al igual que siempre, un poco de sabiduría ajena, un par de citas del personaje homenajeado en el film hoy glosado, un canto a la reivindicativa resistencia pasiva, y pacífica:

 - "La violencia crea más problemas sociales que los que resuelve y, por tanto, no conduce nunca a una paz permanente".  (Martin Luther King).

 - "Quien infringe una ley porque su conciencia la considera injusta y acepta una pena de prisión para que se levante la conciencia social contra esa injusticia hace gala de un gran respeto superior por el derecho".  (Martin Luther King).

Amén, reverendo. Besos y abrazos,

Don.
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miércoles, 11 de marzo de 2015

Estelar mapeado matutino

¡Buenos días!

Fácil lo tengo en un día como hoy, soleado y sin nubes que me emborronen la tarea, que ni la más deslumbrante de las estrellas, el sol, me vela el resto de ellas, tan tímidas que sólo parecen lucir de noche, pero no, iluminan con humildad desde el proscenio toda esta representación matutina, tanto cartográfica como artística, lejos de fuegos fatuos que todo lo obnubilan. Máxima prevista para hoy de 22ºC, dulzura preprimaveral que nos lleva directos y sin brújula al inminente cenit equinoccial en poco más de una semana.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Maps to the stars", de David Cronenberg, y con Julianne Moore, Mia Wasikowska, Robert Pattinson, John Cusack, Olivia Williams, Evan Bird, y Sarah Gadon. De este veterano director canadiense, de mórbidas perspectiva y obsesiones, había visto hasta ahora unos pocos de sus films anteriores, la mayoría de los cuales han sido sus cuatro últimos: "Cosmópolis" (2012), "Un método peligroso" ("A dangerous method", 2011), "Promesas del este" ("Eastern promises", 2007), y "Una historia de violencia" ("A history of violence", 2005).

Una famosa actriz en decadencia, estrella de Hollywood que anhela ser elegida para actuar en el remake de una película de culto que protagonizó su madre, fallecida al poco de nacer ella, es tratada por un psicoterapeuta de famosos, especie de gurú místico que escribe libros de autoayuda y tiene su propio programa de televisión, casado con la representante de su hijo preadolescente, un ídolo de masas gracias a una serie de televisión y varios films blockbuster franquiciados, ahora también en horas bajas tras su paso por una clínica de desintoxicación. Por allí aparece de repente la hermana mayor de éste, recién cumplida su mayoría de edad y que acaba de salir del psiquiátrico, tras siete años, con la idea de tratar de reconciliarse con su familia.

Otra película (nota: 4) más de este director de mirada obsesivamente enfermiza, malsana y perversa sobre las cosas, que nos retrata, más bien disecciona sin remilgos, a unos míseros personajes insanos, autodegradados, obsesionados por el estrellato y la popularidad, llenos de delirios, de ego desmedido, vacuos, superficiales, infelices, débiles, inseguros. En definitiva, descarna el lado oscuro del glamouroso Hollywood, sus más podridas mezquindades. Sin embargo, todas estas disquisiciones sobre miserias morales y emotivas no me dijeron apenas nada, a pesar de su buen empaque. No me gustó.

Ahora algo de sabiduría ajena, una de las mejores herramientas para proyectar conocimiento sobre nuestro mapa vital:

 - "Las ideas son como las estrellas, nunca llegarás a tocarlas con tus manos. Igual que el marino que se adentra en el gran desierto de las aguas oceánicas, las eliges como guía, y si las sigues, conseguirás tu destino anhelado".  (Carl Schurz).

 - "Todos estamos en la cloaca, pero algunos estamos mirando a las estrellas".  (Óscar Wilde).

 - "A la gloria de los más famosos se adscribe siempre algo de la miopía de los admiradores".  (Georg Christoph Lichtenberg).

 - "No estéis pesarosos de que nadie os conozca; trabajad para haceros dignos de ser conocidos".  (Confucio).

Besos y abrazos,

Don.
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martes, 10 de marzo de 2015

No hay calvario matutino

¡Buenos días!

Ni valles de lágrimas, porque a este mundo no hemos venido a penar, sino a disfrutar lo que buenamente se pueda, todo es cuestión de enfoque, e incluso a tratar de hacer a los demás la vida más fácil y llevadera. Además, dado que todavía me queda bastante para cumplir los cien años, conservo aún bastantes pelos de tonto. Y a todo esto ayuda, sin duda, el divino milagro de esta dulce primavera adelantada que me tiene tanto algo mohíno y aplatanado como alegremente exultante, todo junto y a la vez. Paradojas del voluble estado de ánimo primaveral.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Calvary", de John Michael McDonagh, y con Brendan Gleeson, Kelly Reilly, y Chris O'Dowd. Es el segundo largo de este director irlandés, tras su excelente debut con "El irlandés" ("The guard", 2011).

En una pequeña aldea irlandesa, el bonachón y algo socarrón sacerdote del lugar recibe un domingo en confesión a uno de sus parroquianos, quien tras contarle su pasada infancia de abusos sexuales por parte de otro cura, ya fallecido, dice que le matará en siete días, por eso, por ser tan buena gente, dado que así tendrá más repercusión el caso. Sabe quien es, pero no dice nada a nadie, y sigue con su rutina en esos días, atendiendo a todos sus convecinos, y a su hija de frágil emotividad que ha venido a verle por unos días, dando lo mejor de sí mismo, intentando reconfortar a todos, mientras trata de ordenar su vida interior ante la que se le avecina. Por el camino, su particular vía crucis, irá descubriendo cierta animadversión hacia él por parte de casi todos y cada uno de sus feligreses, en uno u otro sentido, de su mezquindad y rencor, y de lo que no había sido muy consciente hasta el momento.

Una extraña película (nota: 5) este curioso thriller de espléndida fotografía y banda sonora, en el que en lugar de averiguar quien ha cometido un crimen se trata de descubrir quien lo hará, quien entre su extraña fauna de parroquianos querrá matar a esta especie de nuevo Jesucristo, a este bondadoso inocente que pagará por los pecados del resto de los de su gremio. Lo hace con el trasfondo de la actual situación de desesperanza social por la crisis económica a causa de corruptos (políticos, banqueros y empresarios) y timos piramidales a escala estatal rayanos en la ilegalidad, cuando no ilegales e inmorales (todos estos sí que también deberían pagar por sus pecados, salvo que alguien los perdone). Toques de humor corrosivo, negro, y peculiar enfoque sobre las cosas, pesimista, como en su anterior film, pero que esta vez no me cautivó del todo.

Ahora algo de sabiduría ajena, que seguro nos hace más fácil nuestro tránsito por esta vida, comenzando por la cita con la que empieza el film hoy glosado:

 - "No desesperéis, uno de los ladrones se salvó. No os vanagloriéis; uno de los ladrones fue condenado".  (San Agustín).

 - "Aprueba a los buenos, tolera a los malos y ámalos a todos".  (San Agustín).

 - "Conócete. Acéptate. Supérate".  (San Agustín).

 - "Si no está en tus manos cambiar una situación que te produce dolor, siempre podrás escoger la actitud con la que afrontes ese sufrimiento".  (Viktor Frankl).

 - "No hay razón para buscar el sufrimiento, pero si éste llega y trata de meterse en tu vida, no temas; míralo a la cara y con la frente bien levantada".  (Friedrich Nietzsche).

 - "Si nada nos salva de la muerte, al menos que el amor nos salve de la vida".  (Pablo Neruda).

Besos y abrazos,

Don.
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lunes, 9 de marzo de 2015

Matutinos desnortados

¡Buenos días!

Más que desorientados es que estos matutinos me emigraron hace más de cuatro años hacia el sur, buscando quien sabe qué, bueno, a mí, quien pocos días antes ya lo había hecho con plena conciencia de los motivos y sabiendo muy bien lo que encontré. El clima de estos últimos días del invierno de calendario parece transitar hacia el sur, que cada vez hace más calorcito (máxima prevista para hoy superando los 20ºC), conforme nos acercamos al equinoccio primaveral.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Perdiendo el norte", de Nacho García Velilla, y con Yon González, Julián López, Blanca Suárez, Miki Esparbé, José Sacristán, Úrsula Corberó, Malena Alterio, Javier Cámara, Carmen Machi, Younes Bachir, y Arturo Valls. Es el tercer largo de este director, tras "Fuera de carta" (2008) y "Que se mueran los feos" (2010).

Dos jóvenes amigos con formación universitaria que han perdido sus espléndidos empleos por culpa de la crisis (por la corrupción y los recortes), hartos de no encontrar ni trabajo ni futuro en España, deciden emigrar a Alemania, a Berlín, ilusionados por los cantos de sirena de un programa de televisión estilo "Españoles por el mundo". Enseguida caerán del guindo y su sueño alemán devendrá en pesadilla.

Una película ni fu ni fa (nota: 4) esta comedia que satiriza la precaria situación de la mayoría de los jóvenes emigrantes españoles (muchos con formación universitaria) españoles que se fueron a buscar trabajo en Alemania. Guión muy flojito y lleno de tópicos, tontorrón en muchos momentos, con algunos otros, pocos, realmente divertidos y que sí hacen buena mofa de estas situaciones sobre los forzados neo-emigrantes españoles del s.XXI por culpa de los corruptos, políticos miopes y demás ralea.

Ahora, a modo de buena brújula, bien ennortada, algo de sabiduría ajena que nos haga encontrarnos mejor:

 - "La vida es una navegación difícil sin una buena brújula".  (José Luis Sampedro).

 - "La vida es demasiado corta como para perder una parte preciosa fingiendo".  (Alfred de Vigny).

 - "Si no existe la organización, las ideas, después del primer momento de impulso, van perdiendo eficacia".  (Ernesto "Che" Guevara).

 - "Las fronteras no están en el este o el oeste, el norte o el sur, sino allí donde el hombre se enfrenta a un hecho".  (Henry David Thoreau).

Besos y abrazos,

Don.
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jueves, 5 de marzo de 2015

Matutino a las mil maravillas

¡Buenos días!

Ya sabéis que en estos matutinos me encuentro perfectamente gracias a su consustancial dulzura para conmigo. Idílico, bucólico entorno en el que me sumerjo casi oníricamente cada mañana antes de volver a despertar para iniciar las rutinas cotidianas. Incluso agradezco este leve bajón térmico (máxima prevista para hoy de 13ºC) pues los suaves calores de pasados días, anticipo de la inminente primavera de calendario, ya empezaban a sobrecargar mis resistencias térmicas, todavía acondicionadas para el invierno.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "El país de las maravillas" ("Le meraviglie"), de Alice Rohrwacher, y con Maria Alexandra Lungu, Sam Louwyck, Alba Rohrwacher, Sabine Timoteo, y Monica Bellucci. Es el segundo largo, y primero suyo que veo, de esta directora germano-italiana.

Se acaba el verano en un remoto pueblo de la Umbría italiana. Una adolescente vive con sus padres, su tía, y sus tres hermanas pequeñas en una destartalada y apartada granja, bastante autosuficiente, cuya principal actividad es la producción de miel. Viven casi aislados de la sociedad, pues su padre, un tipo demasiado estricto y malhumorado, prefiere que estén en contacto directo con la naturaleza. Sin embargo, la unión familiar se tambaleará (o eso cree su padre); tanto por la llegada de un adolescente problemático, más bien autista, al que acogen pues necesitan el dinero que por ello recibirán de los servicios sociales; como por un programa de televisión de lo más kitch, un concurso entre tradicionales familias rurales, que anda reclutando participantes por la comarca, pues nuestra protagonista desea participar a pesar de la tozuda negativa de su padre.

Una película (nota: 4) que, a pesar de algunos momentos puntuales de interés, no me dijo gran cosa buena parte de su metraje. Especie de fábula sobre una vida rural que va desapareciendo, paraíso perdido, en este caso apicultores ecológicos de reminiscencias hippies, sobre el paso de la niñez a la madurez de nuestra adolescente protagonista mientras cuestiona con timidez la autoridad paterna, y sobre el amor familiar de esta extraña familia. También sobre los absurdos contrates entre la sencilla e "idílica" vida en el campo, camello incluido (me refiero al animal de dos jorobas), y la más extraña fauna circense de "marcianos" televisivos.

Ahora algo de sabiduría ajena, que espero os maraville, y endulce tanto la vida como a mí:

 - "Sabio es aquel que constantemente se maravilla de nuevo".  (André Gide).

 - "Como miel fue la venida, amarga después la vida".  (Refrán).

 - "Una gota de miel caza más moscas que un galón de hiel".  (Abraham Lincoln).

 - "Lo maravilloso de la infancia es que cualquier cosa es en ella una maravilla".  (Gilbert K. Chesterton).

Besos y abrazos,

Don.
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miércoles, 4 de marzo de 2015

Matutino ex

¡Buenos días!

No, no es que haya roto mi relación sentimental con éste ni con el resto de mis bien amados matutinos, sino que ellos trascienden los límites de su corporeidad, y de la mía propia, como yo mismo hago con frecuencia, y casi viven su propia vida, algo ajenos a su creador, que debo ser yo, aunque no lo tengo demasiado claro. Por lo que respecta al clima, hoy parecen querer romper su bien avenida relación de estos últimos días la primavera de hecho y el invierno de calendario, queriendo éste resistirse a abandonar su cuerpo, pues la temperatura ha bajado en cuatro grados (máxima prevista para hoy de 15ºC), pero nada, sus más fieras características ya son efectivamente ex.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Ex_machina", de Alex Garland, y con Domhnall Gleeson, Oscar Isaac, Alicia Vikander, y Sonoya Mizuno. Es el debut en la dirección de largos de este también escritor y guionista.

Un brillante y joven programador informático que trabaja en la mayor empresa del gremio que hay en el mundo es seleccionado por el propietario de la compañía, un misterioso y solitario multimillonario, creador cuando era adolescente del más potente buscador de internet, con el que revolucionó el mercado, para un experimento que se desarrollará en una aisladísima finca donde está su laboratorio, prácticamente un búnker. Se trata de que el joven evalúe la última creación de su jefe, una preciosa androide, aplicándole el test de Turing para determinar si posee auténtica inteligencia artificial, quedando fascinado por ella y su empática emotividad.

Una estupenda película (nota: 8) este thriller psicológico de ciencia ficción, de gran y elegante belleza formal (fotografía, música, ambientación,...), que genera cierta inquietud ante su hermosa parsimonia, y que nos habla de nuestros miedos e inseguridades (quien los tenga) ante la tecnología, la informática, la inteligencia artificial en concreto, todavía un futurible, que parece amenazarnos cuando aún ni ha llegado. También de ese mito clásico de la criatura enfrentada a su creador para tratar de reafirmar su propia identidad. Por esto y otras cosas, bebe de las fuentes de la magistral "Blade runner" (1982) de Ridley Scott. Y por lo de caer seducidos por el arrobador encanto de un robot informático, sea una mera voz virtual o algo más corpóreo, a la genial "Her" (2013) de Spike Jonze.

Ahora algo de sabiduría ajena, que seguro nos aporta un extra de ese hálito especial que nos eleva por encima de nuestra maquinaria corporal:

 - "Las máquinas me sorprenden con mucha frecuencia".  (Alan Turing).

 - "Siente, no seas una máquina de pensar".  (Enrique Miret Magdalena).

 - "El auténtico problema no es si las máquinas piensan, sino si lo hacen los hombres".  (Frederic Burrhus Skinner).

 - "Un ordenador es para mí la herramienta más sorprendente que hayamos ideado. Es el equivalente a una bicicleta para nuestras mentes".  (Steve Jobs).

Besos y abrazos,

Don.
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martes, 3 de marzo de 2015

Matutinos a la fuerza, no sé si mayor o menor

¡Buenos días!

No me doy por "alud ido", pero a pesar de que parecen impelerme a hacerlo por obligación, sin embargo lo hago con sumo gusto y placer, sin irracionales impulsos, meditando y reflexionando lo que sea menester, dejándome llevar por sus avalanchas de variadas sensaciones. Y estos días remedo de la primavera en pleno invierno, que hoy de nuevo tendremos una máxima de 19ºC por los madriles, parece que éste no puede resistir el irrefrenable impulso natural de la primavera por llegar, cual tumultuoso torrente que agitará nuestras vidas otro año más, y se deja llevar cual pelele hacia el inevitable solsticio cada vez más cercano.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Fuerza mayor" ("Force majeure"), de Ruben Östlund, y con Johannes Kuhnke y Lisa Loven Kongsli. Es el primer largo que veo de este director sueco.

Una familia sueca de alto standing, prototípica, matrimonio y dos hijos, niño y niña, comienza sus cinco días de vacaciones de invierno en una lujosa estación de esquí en los Alpes franceses. Todo es perfecto, pistas impecables, luce el sol; pero el segundo día, mientras comen en la terraza al aire libre de un restaurante, se produce en la ladera de enfrente una avalancha de nieve. Al principio todos se alegran y sorprenden por el apabullante espectáculo, sacan fotos, pero poco a poco el alud avanza y no parece detenerse. Ante el inminente impacto todo el mundo entra en pánico, la mujer trata de socorrer a sus hijos, reclama la ayuda del marido, pero éste ya ha huido atropelladamente del lugar cogiendo sus guantes y móvil última generación de la mesa. Pero el torrente de nieve se detiene a pocos metros de ahí y sólo deja una nube de níveo polvo. Vuelve a salir el sol. Los clientes que huyeron regresan poco a poco. El marido también, se sienta a la mesa con su familia, que sale de debajo de ella, como si tal cosa, que nada ha pasado. Al regresar al hotel la mujer le pide cuenta de sus actos al marido, quien no reconoce haberlos abandonado a su suerte, no asume los hechos. Ese incidente será el detonante del proceso de desmoronamiento de la familia durante el resto de su estancia allí.

Una estupenda película (nota: 8) este muy reflexivo drama, acerado y con irónicas gotas de humor amargo, que deja sensaciones de agobio e intranquilidad al verlo, una especie de ensayo sobre el miedo y los irracionales e instintivos actos a los que éste nos obliga, y de los que normalmente no somos conscientemente responsables. Análisis sobre ese miedo cerval que a todos nos puede atenazar en ciertas ocasiones, las de extremo peligro (real o imaginado, qué más da)... y quien esté libre de pecado... y obliga a actuar de modo que luego uno puede arrepentirse, cosas de la fuerza mayor. En cierto modo parece cuestionar también los tradicionales roles sexuales en la pareja, con el presunto macho protector y demás.

Me encantó la escena de las confidencias de alcoba de la pareja de amigos a quienes los protagonistas (la esposa) cuenta sin tapujos el incidente origen de su crisis marital durante una cena en su apartamento. Confesión que también hace tambalear, de rebote, sembrando similares dudas en la relación de pareja de los amigos, sin haber vivido la traumática experiencia. Divertidísima escena, pero de mueca amarga, con muchas cargas de profundidad que dan mucho que pensar, como el resto del film, relativamente taciturno, donde los silencios hablan más que las bocas, que normalmente lo hacen a borbotones por culpa del alcohol. Deja un montón de preguntas en el aire, para reflexionar sobre la sutil complejidad de las relaciones humanas y sus miserias. Si no os tira para atrás este tipo de films, os lo recomiendo, que os conoceréis mejor a vosotros mismos.

Ahora, de sumo buen grado, ahí os dejo una racioncita de sabiduría ajena para tratar de mejor conocernos y perder ciertos miedos:

 - "Quien no ha afrontado la adversidad no conoce su propia fuerza".  (Benjamín Johnson).

 - "La fuente de todas las miserias para el hombre no es la muerte, sino el miedo a la muerte".  (Epicteto de Frigia).

 - "El miedo del peligro es diez mil veces más terrorífico que el peligro mismo".  (Daniel Defoe).

 - "Cuanto menor es el miedo, tanto menor es el peligro".  (Tito Livio).

 - "El miedo puede llevar a los hombres a cualquier extremo".  (George Bernard Shaw).

 - "Nunca se teme bastante al confiar en otro".  (Pietro Metastasio).

 - "El miedo es mal maestro para dar lecciones de virtud".  (Plinio el Joven).

 - "Nuestras virtudes y nuestros defectos son inseparables, como la fuerza y la materia. Cuando se separan, el hombre no existe".  (Nikola Tesla).

Besos y abrazos,

Don.
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lunes, 2 de marzo de 2015

No es un secreto que estos matutinos están a nuestro servicio

¡Buenos días!

Sí, y se convierten en lo que ellos quieren ser, lo sean de antemano o no, como este invierno, que en estos días más parece primavera, sin que notemos la diferencia entre ambos, la primavera de hecho (máxima prevista para hoy de 19ºC), y el invierno de derecho, de calendario, hecho y derecho, directo hacia el solsticio.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Kingsman: Servicio secreto" ("Kingsman: The secret service"), de Matthew Vaughn, adaptación del cómic "The secret service" de Mark Millar y Dave Gibbons, y con Colin Firth, Taron Egerton, Samuel L. Jackson, Mark Strong, Michael Caine, Sofia Boutella, y Sophie Cookson. Es el quinto largo de este director británico, de quien había visto su anterior film, "X-men: primera generación" ("X-men: first class", 2011).

Un veterano agente secreto inglés, todo un gentleman, debe entrenar a un joven barriobajero, hijo de un antiguo compañero fallecido cuando le salvó la vida años atrás, pero que promete como efectivo agente secreto, a través de un duro programa de entrenamiento, a la par que trata de luchar contra el megavillano que amenaza con destruir la humanidad.

Una muy buena película (nota: 7), entretenida, con acción, divertida, con su puntito canalla y gamberro, y demás otras incorrecciones políticas, y también algo iconoclasta. Parece un remedo de las de James Bond, pero cambia algunos elementos, dando una vuelta de tuerca más, aportando más causticidad. Pone en cierta solfa el elitista clasismo británico, aportando el efecto Pigmalion, también muy british, como en el film de 1964 "My fair lady" de George Cukor, basado en una pieza teatral de George Bernard Shaw, que el ser caballero no va en los títulos sino en los actos. Me encantó la escena de apocalíptica lucha en una iglesia cristiana ultra, en la que todos parecían unos zombies, antes de, durante, y después de la lucha. Podría haber ido un puntito más allá en su sinvergonzonería y falta de prejuicios con la polémica escena final, la de la princesa escandinava, muy divertida, pues por lógica creo debería haber sido con una princesa británica (tal vez no se atrevió).

Ahora algo de sabiduría ajena que espero siempre esté a nuestro servicio para que nos ayude a desvelar algún secreto para nosotros:

 - "¿Me guardas un secreto, amigo? Mejor me lo guardas si no te lo digo".  (Refrán).

 - "Secreto bien guardado, el que a nadie se ha contado".  (Refrán).

 - "Cómo nos hemos de portar, no depende de nuestra experiencia, sino de lo que esperamos".  (George Bernard Shaw).

 - "La grandeza es sólo una de las sensaciones de la pequeñez".  (George Bernard Shaw).

 - "Lo que al caballero le hace ser caballero es ser medido en el hablar, largo en el dar, sobrio en el comer, honesto en el vivir, tierno en el perdonar y animoso en el pelear".  (Fray Antonio de Guevara).

 - "El andar a caballo a unos hace caballeros, a otros caballerizos".  (Miguel de Cervantes).

 - "Disculpen si les llamo caballeros, pero es que no les conozco muy bien".  (Groucho Marx).

Besos y abrazos,

Don.
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