viernes, 29 de junio de 2018

Vespertino de arrebolada ternura

¡Buenos días!

Soleado y agradable día de suave verano, con gratificante brisa y máxima de 33ºC por los madriles. Así que sin la agobiante presión canicular de pasados días, puede uno arrobarse en contemplar como el sol va posándose tiernamente sobre el horizonte, sonrosando sus mejillas crepusculares, y las mías propias, arreboladas de placer contemplativo.

Ayer por la tarde estuve en el teatro viendo una obra que desde ya os recomiendo encarecidamente que vayáis a ver si tenéis la oportunidad, pues me encantó, porque es tremendamente divertida, hilarante en muchos momentos, y lo que cuenta tiene su aquel. Se trató de "La ternura", escrita y dirigida por Alfredo Sanzol, e interpretada -estupendamente- por Paco Déniz, Elena González, Natalia Hernández, Javier Lara, Juan Antonio Lumbreras, y Eva Trancón. Es la primera obra que veo de este autor y ya me estoy prometiendo a mí mismo ver otras en cuanto tenga oportunidad.

Una reina con poderes mágicos viaja con sus dos hijas princesas en uno de los barcos de la Armada Invencible pues, obligadas por Felipe II, van a casarse en matrimonio de conveniencia con sendos nobles ingleses opuestos a la reina Isabel en cuanto se lograse con éxito la invasión de Inglaterra. La reina maga odia a los hombres debido a pasadas amargas experiencias con ellos, así que no quiere que sus hijas tengan el mismo destino que ella, por lo que tiene el plan de que cuando pasen por una isla desierta cerca de Inglaterra provocar una gran tempestad que hunda su barco, y de rebote casi todos los demás, para quedarse las tres a vivir allí y establecer una república de mujeres para no volver a ver en su vida a hombre alguno. El problema es que en esa isla viven ya tres leñadores, un padre con sus dos hijos, que veinte años atrás huyeron allí para no volver a ver una mujer en su vida. En cuanto ellas lo descubren, se disfrazan de hombres para protegerse de ellos. Esto es el inicio de un enredo de confundidas emociones que cada vez se liará más y más.

Sobresaliente obra de teatro (nota: 9) con las maneras del teatro clásico del Siglo de Oro español, podría decirse que todo un entremés... de larga sobremesa; y todo un homenaje a las comedias de Shakespeare, pues entre otras cosas, catorce de sus títulos están incrustados de manera muy armoniosa en los diálogos. Un profundo divertimento en todos los sentidos. Sin embargo esta peculiar comedia romántica de enredos, de ingeniosísimos y chispeantes diálogos, habla de temas muy vigentes, tales como la guerra de sexos, de que la arrolladora fuerza del amor no hay barrera ni embrujo que la frene, y de que hombres y mujeres están condenados a entenderse y respetarse. Y además, entre los equívocos de sus situaciones, deja caer la cuestión de la identidad sexual.

Ahora, en la sección de sabiduría ajena, ahí os dejo unas muy tiernas citas de fácil digestión, comenzando por dos del propio autor de la obra hoy glosada, y ensalzada, y acabando con tres de sendos autores clásicos, dos patrios y un foráneo, todas muy en consonancia con lo que se trata en ella:

 - "La ternura es la manera en la que el amor se expresa. Sin ternura el amor no se ve. La ternura son las caricias, la escucha, los pequeños gestos, las sonrisas, los besos, la espera, el respeto, la delicadeza [...] Por eso, si no eres tierno, por mucho que le digas a alguien que le amas te arriesgas a que te diga: ¡Pues no se nota!".  (Alfredo Sanzol).

 - "No nos podemos proteger del daño que produce el amor. Que si queremos amar nos tenemos que arriesgar a sufrir. Y que tampoco los padres pueden proteger a los hijos del sufrimiento de la vida porque eso pone en peligro la vivencia de una vida plena".  (Alfredo Sanzol).

 - "Y nunca a los amantes aconsejes
cuando tienen por gloria sus cuidados;
que es como quien predice a los herejes,
en sus vanos errores obstinados.
Por eso juzgo y discierno
por cosa cierta y notoria,
que tiene el amor su gloria
a las puertas del infierno". (Miguel de Cervantes).

 - "Que amor que pierde al honor
el respeto, es vil deseo,
y siendo apetito feo
no puede llamarse amor".  (Félix Lope de Vega).

 - "Tan imposible es avivar la lumbre con nieve, como apagar el fuego del amor con palabras".  (William Shakespeare).

Besos y abrazos,

Don.
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jueves, 28 de junio de 2018

El matutino compadreo es nuestro

¡Buenos días!

Pues sí, hoy por ti, mañana por mí, estos matutinos y yo no cesamos de ayudarnos entre nosotros, con la mejor de nuestras voluntades y sin tratar de conseguir nada que no nos sea dado de buenas maneras, sin abusar. Por lo demás, el verano también trata de compadrear con nosotros, bajando su intensidad térmica, suavizando el sofoco, gracias a leves brisas que refrescan y a que el termómetro baja algo... 32ºC de máxima prevista para hoy por los madriles.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "El mundo es suyo", de Alfonso Sánchez, y con él mismo y Alberto López. Es el segundo trabajo de este par de cómicos sevillanos, muy populares hace años con sus videos en internet (seguro que la mayoría habréis visto alguno de los que circularon por los correos electrónicos, en fichero o en enlace) con los mismos personajes de esta película, y de la anterior, su debut en el largo con "El mundo es nuestro" (2012).

Uno llega a la lujosa casa de su compadre con la maleta a cuestas porque le ha echado su mujer de la suya, aunque no es la primera vez, y además pide su ayuda pues se ha metido en un lío de los gordos. El compadre quisiera echar una mano a su colega, pero su mujer le apremia para que haga la única tarea que tiene encomendada para que su hijo pueda hacer como debe la primera comunión al día siguiente: llevar a tiempo el preciado traje de comunión a la finca donde se celebrará el evento. Pero los chanchullos en que el primero le mete comprometerán gravemente tan simple cometido, cuando no pondrán en juego sus propias vidas.

Una película con sus más y sus menos (nota: 5) esta comedia con la que no reí ni de lejos como con la anterior (que me encantó), le falto parte de su corrosiva frescura y sano gamberrismo. Sin embargo sí que tuvo algunos momentos excelentes. Nos cuenta las espídicas desventuras sevillanas, durante veinticuatro horas, de este par de señoritos andaluces (pijos redomados con sus zapatos castellanos y todo), unos pícaros carpetovetónicos, la mar de patanes, tanto como el resto de fauna y flora que les rodea, plena de sinvergonzonería, chanchullos, pelotazos, braguetazos... la casposa realidad de la clase alta (con aires berlanguianos) de esta España nuestra, que a la baja ya la despacharon en su anterior film.

Bueno, ahora llega la sabiduría ajena, este momento es suyo, con unas citas que espero nos echen un cable cuando nos veamos apurados:

 - "El padre alcalde, y compadre el escribano".  (Refrán).

 - "En este pícaro mundo, a quien habla claro, todo le sale turbio".  (Refrán).

 - "Si en el mundo no hubiera más tontos que pícaros, los pícaros no tendrían de quién aprovecharse para vivir".  (Samuel Butler).

 - "La imaginación consuela a los hombres de lo que no pueden ser. El humor los consuela de lo que son".  (Winston Churchill).

Besos y abrazos,

Don.
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miércoles, 27 de junio de 2018

Legado matutino

¡Buenos días!

Como representante de estos celestiales matutinos en la Tierra, les dejo en herencia todo mi anímico ser para que lo difundan allende mío... en cualquier caso tratando sin excesivo empeño de hacer prosélito alguno, que tampoco viene al caso. Por lo demás, parece que el verano se va desprendiendo momentáneamente de su más sofocante idiosincrasia, el opresivo calor, y hoy parece darnos algo de tregua, pues la máxima prevista se nos quedará en tan solo 33ºC, como si hubiera despilfarrado parte de las calorías legadas de anteriores jornadas, y no quisiera parecerse a sus ancestrales recientes días.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Hereditary", de Ari Aster, y con Toni Collette, Gabriel Byrne, Alex Wolff, Milly Shapiro, y Ann Dowd. Es el debut en el largo de este director.

Una anciana fallece y deja en herencia a su hija, casada y con dos hijos, un adolescente y una preadolescente, la casa en la que vivía. Se sorprende de sí misma porque no parece afectada emocionalmente por el luctuoso suceso, pero el caso es que ambas no tenían buena relación, y últimamente su madre estaba afectada de demencia. Se instalan en la casa y a partir de entonces empiezan a suceder extraños fenómenos, comenzando porque la hija pequeña ve figuras fantasmales, luego su hermano, y después toda una sucesión de desgracias comienza a cebarse sobre la familia.

Una película formal y técnicamente excelente, con un magistral arranque, pero cuya historia, salvo algunos momentos sueltos, no me dijo gran cosa, me desconcertó en otros, y en conjunto me dejó ni fu ni fa (nota: 5), cosas de que en general las de miedo, y mucho más si va por la vía de lo sobrenatural, si no están sustentadas por una historia de fondo que me atrape y diga algo, más bien mucho, no son lo mío. Así que la recomendaría a los fans del género si no les tira para atrás lo que se sale de lo corriente.

No es terror al uso, es más bien psicológico, sin truculencia alguna, aunque en el último tercio se viene arriba y no deja de encoger al espectador hasta el final. También nos describe un drama familiar, llevado hasta lo sobrenatural, hablándonos de camino de maternidad, herencias familiares (más de neuras mentales que genéticas), dolor por la pérdida de los seres queridos, locura, y latente culpabilidad, no reconocida, por pasados accidentes familiares, entre otras cuestiones.

Como siempre, antes de las despedidas, os dejo al final como legado unas pocas citas de sabiduría ajena, lo que quizá ayude a que seamos menos legos en las cuestiones vitales:

 - "La sangre se hereda, y el vicio se apega".  (Refrán).

 - "Al heredar, con un ojo reír y con otro llorar".  (Refrán).

Besos y abrazos,

Don.
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martes, 26 de junio de 2018

Maternal matutino de ingrávido tul

¡Buenos días!

En estos días de pesado verano que aplatana hasta la saciedad añoro frescas brisas que me hagan volar etéreamente allende plomizos soles y turbias calimas caniculares de máximas térmicas queriendo acariciar la cuarentena que por aquí nos abruman. Así que por un rato me recojo en estos matutinos, que me miman como la mejor madre, esperando que escampe... vana ilusión, que la rutina veraniega no ceja en su empeño de sofocarnos sin descanso, día y noche.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Tully", de Jason Reitman, con guion de Diablo Cody, y con Charlize Theron y Mackenzie Davis. Es el séptimo largo de este director, de quien había visto todos sus anteriores salvo el quinto, todos espléndidos y muy recomendables cuando menos: "Hombres, mujeres y niños" ("Men, women & children", 2014), "Young adult" (2011), "Up in the air" (2009), "Juno" (2007), y "Gracias por fumar" ("Thank you for smoking", 2005); y la que no vi, "Una vida en tres días" ("Labor day", 2013). Además es el tercer largo en que colaboran director y guionista tras "Juno" y "Young adult".

Una mujer casada, recién entrada en la cuarentena, sobrevive a su día a día como trabajadora y sufrida madre de dos niños de ocho y cinco años, y otro, inesperado, que está a punto de nacer, mientras hace malabares para llegar a fin de mes. El marido, con sus continuos viajes laborales tampoco ayuda demasiado. Cuando nace el bebé, su adinerado hermano le ofrece como regalo una niñera nocturna que durante unos meses la alivie de las noches de insomnio por el recién nacido llorón y así mejor poder atender sus rutinas familiares, domésticas y laborales a lo largo del día siguiente. Ella, orgullosa, se niega al principio, pues le parece una pijada, pero no puede con todo y agobiada y abatida por el cansancio a causa de tanta responsabilidad maternal, que la lleva hasta el mismo desquiciamiento, tras unos días decide aceptar el regalo. Se presenta Tully, una entusiasta y maravillosa joven, casi un hada madrina que le facilita todo, que le hace la vida mucho mejor, no solo por la descarga de tareas noctámbulas, sino por la complicidad que mantienen, y con quien entabla una muy especial relación.

Una muy buena película (nota: 7) esta, podría decirse que, melodramedia de humor inteligente, muy apegada a la verdadera realidad de ser padres, sin almíbares de por medio. Por eso de los sinsabores de la maternidad, en cierto modo me recordó a la estupenda "Un feliz acontecimiento" ("Un hereux événement", 2011) de Rémi Bezançon.

A través de la historia de esta muy sufrida madre, en plena crisis existencial por su reciente, tardía e inesperada maternidad, se reflexiona con sutileza y muy poca complacencia sobre eso tan mitificado de ser madre en estos tiempos modernos de madres trabajadoras, aburridas, estresadas y con sentimientos de culpa por no llegar a lo que se espera de ellas, y ellas de sí mismas, así como sobre leves crisis matrimoniales provocadas por la desidia, sobre la depresión posparto y sobre la añoranza de una lozana juventud perdida que ya no volverá jamás. Una sutil mirada, con su toque de humorosa causticidad, sobre lo sacrificado de sacar una familia adelante, neuras y rutinario día a día incluidos.

Ahora en la sección de sabiduría ajena, que esperemos que sea la madre de mejor sobrellevar nuestra cotidiana existencia, no voy a poner cita alguna, tan cansado que estoy por sacar adelante este dificultoso matutino que tanta guerra me dio, así que os remito a las que puse en su día en el matutino de "Un feliz acontecimiento", que podrían valer perfectamente para el de hoy.

Besos y abrazos,

Don.
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lunes, 18 de junio de 2018

Matutino desde el oeste

¡Buenos días!

Otra mañana más en la que me meto en estos matutinos, corriendo hacia poniente para no perderme el levantino amanecer visto con lejana perspectiva, de tal modo que los árboles no me impidan ver el bosque en toda su esplendorosa plenitud. Y hace calor, cada vez más, a tres días de que el verano se enseñoree oficialmente del calendario, y nos marque con su arrogante tiranía lo que a él le plazca, sofocándonos con su agobiante calor. Hoy, de momento, fuera aún de sus dominios, se le soporta todavía con amabilidad: 33ºC de máxima prevista para hoy por los madriles.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Western", de Valeska Grisebach, y con Meinhard Neuman, Reinhardt Wetrek, Syuleyman Alilov Letifov, Veneta Frangova, y Vyara Borisova. Es el tercer largo, y primero que veo, de esta directora alemana.

Una cuadrilla de obreros alemanes se desplaza a un remoto lugar de Bulgaria, casi en la frontera con Grecia, para construir una presa para una pequeña central hidroeléctrica que dé servicio a los pueblos de la zona. De entrada, los arrogantes teutones, llenos de prejuicios, especialmente el prepotente capataz, tratan de imponer sus reales cual si fueran superiores, desconfiando de los aldeanos, quienes también les miran con recelo. Sin embargo, uno de los forasteros, solitario, lacónico y taciturno, baja al pueblo cercano cada vez que tiene descanso y, a pesar de no entender el lenguaje de los lugareños, y viceversa, va entablando una especial y respetuosa relación con los nativos, de igual a igual, integrándose con naturalidad.

Una buena película (nota: 6) este drama de dosificada tensión con las maneras del género cinematográfico al que alude su título y que se desarrolla con buen empaque. Sin embargo, salvo algunos cuantos momentos excelentes, su ritmo pausado y estilo seco y minimalista me lastró algo, especialmente al principio, hasta que entré en ella. Todos sus actores son no profesionales, cual si interpretaran un docudrama, pero buena parte de ellos pasarían por profesionales.

Como todo buen western que se precie, va de machotes, con la testosterona latiendo a flor de piel, sin ir más allá las más de las veces... y tomad nota, está escrito y dirigido por una mujer que ha leído muy bien entre líneas, nos ha calado a los del sexo opuesto. Además es un certero análisis crítico, hecho con sutileza y sin aspavientos, de esta no siempre bien amalgamada Europa nuestra, plena de prejuicios y prepotencias de algunos, cuando no desprecio descarado y xenofobia latente, y que necesita de más respeto, de aceptar al otro como igual, que es lo que es, por mucho que venga de fuera; y es más, nos enriquecerá con sus bagajes, y viceversa. Esto vale para el todo y sus partes, y para otras regiones del mundo.

Bueno, pues cabalgando, cabalgando, hacia cualquier punto cardinal, que da lo mismo, que la Tierra es redonda y no plana, y antes de descabalgarme de este matutino, ahí os dejo unas citas de sabiduría ajena que nos ayuden a dar volumen y perspectiva a nuestras entendederas:

 - "Las fronteras no son el este o el oeste, el norte o el sur, sino allí donde el hombre se enfrenta a un hecho".  (Henry David Thoreau).

 - "Cada aspecto de la cultura occidental necesita un nuevo código ético -una ética racional- como condición previa para el renacimiento".  (Ayn Rand).

 - "¿La civilización occidental? Bueno, sería una excelente idea".  (Mahatma Gandhi).

Besos y abrazos,

Don.
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sábado, 16 de junio de 2018

Matutino en tránsito

¡Buenos días!

A punto de zarpar otro de mis matutinos, de hecho ya lo está haciendo en este mismo momento, corro para no perder el viaje, de lo más placentero, que siempre me lleva a mejores sitios de los que parto, por mucho que vuelva siempre al origen. Por lo demás, a cinco días de atravesar el umbral del solsticio de verano, y cambiar de estación, ya estamos totalmente embarcados en él a efectos prácticos, con sol a raudales, máximas superando sin temor la treintena y mayor sensación de agobio térmico a cada día que pasa, tras tantísimos de clima mucho más fresco del normal. Así que, viento en popa hacia el tórrido estío.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "En tránsito" ("Transit"), de Christian Petzold, basada en la novela homónima de Anna Seghers, y con Franz Rogowski y Paula Beer. Es la octava película de este excelente director alemán, de quien había visto sus dos anteriores, "Phoenix" (2014), y "Bárbara" (2012).

Durante la II Guerra Mundial el ejército nazi entra en París y muchos franceses, judíos y demás exiliados alemanes deben abandonar precipitadamente la ciudad si no quieren escapar a las nefastas consecuencias que les esperan. Uno de estos huye junto a un afamado escritor represaliado y que está gravemente herido. Cuando muere durante el viaje, se queda con su documentación y se hace pasar por él. Llega a Marsella y allí permanece hasta poder conseguir dinero, un visado y embarcar a Sudamérica. Coincide con una mujer que también aguarda a embarcar, no sin su marido, a quien espera y busca por doquier, y que resulta ser el escritor fallecido.

Una estupenda película (nota: 8) que al final terminó por encantarme, muy bien narrada aunque al principio se hacía algo difícil el entrar. Empieza como una de espías para después, poco a poco, ir deviniendo en un melodrama romántico muy particular. Muy original, pues la historia que se narra sucede en la II Guerra Mundial, pero todo está ambientado en un entorno de hoy día, con la idea, supongo, de que nos abstraigamos de cualquier época en relación a lo que nos cuenta, claramente atemporal y recurrentemente eterno, podría decirse, pues nos habla de refugiados y las penurias que pasan, por cuestiones político-económicas: disidentes y opositores al nazismo en la misma Europa que huían de ella, y refugiados de cruentas guerras de regímenes totalitarios allende Europa que vienen a ella. Lo que sucedía antes, sucede ahora... y siempre continuará sucediendo, parece.

Además nos habla de amor, de amores que esperan eternamente, cual míticas Penélope, a su par, que nunca viene, ni vendrá; también de fidelidad amorosa que sacrifica todo por su amor incierto. Por el modo de mirar me recordó de refilón a algunas películas de Aki Kaurismaki, y por la historia de amor romántico y el entorno en que se desarrolla, claramente a "Casablanca" (1942) de Michael Curtiz.

Pues a punto de abandonar por hoy esta estación matutina, antes os dejo como recuerdo unas citas de sabiduría ajena con las que espero se os pase mejor el trance del viaje, ese que todos hacemos por el mero hecho de estar viviendo en este mundo, o en el que sea, comenzando por una cita muy adecuada del propio director del film hoy glosado:

 - "Esas personas están siendo empujadas fuera de nuestras sociedades o puestas en movimiento, pero no saben adónde ir, adonde se supone que todo esto nos lleva. Al final terminan en espacios de transición, zonas de tránsito donde la nada aparece en un lado y en el otro la imposibilidad de regresar a lo que existía en el pasado".  (Christian Petzold).

 - "Al llegar a cada nueva ciudad el viajero encuentra un pasado suyo que ya no sabía que tenía: la extrañeza de lo que no eres o no posees más te espera al paso en los lugares extraños y no poseídos".  (Italo Calvino).

 - "En un mundo de fugitivos el que transita el justo camino, parece huir".  (John Milton).

 - "El paso del tiempo condena al olvido la memoria de un país".  (Arthur Miller).

Besos y abrazos,

Don.
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miércoles, 13 de junio de 2018

Matutino de nudo usufructo

¡Buenos días!

No necesito poseer los matutinos, me basta con el mero disfrute de sus bienes, con aprovechar lo que generosamente me otorgan, de gratis, y así sentirme lo más confortable posible y con su tierno calor ayudarme a casi desnudar mi alma, sin tapujos. Y casi nuda de nubes se nos va quedando la mañana, cada vez más cálida, con máxima prevista para hoy de 26ºC... y seguirá subiendo en próximas jornadas conforme nos acerquemos al ya cercano solsticio veraniego.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Normandía al desnudo" ("Normandie nue"), de Philippe Le Guay, y con François Cluzet, Toby Jones, y François-Xavier Demaison. De este director francés había visto dos de sus anteriores largos, "Molière en bicicleta" ("Alceste à bicyclette", 2013) y "Las chicas de la sexta planta" ("Les femmes du 6ème étage", 2010).

Los ganaderos de un pequeño pueblo de Normandía están soliviantados por la miseria que las grandes superficies pagan por sus productos (leche y carne) que apenas les permiten cubrir costes. Como medida de protesta cortan autopistas al paso de vehículos, sin demasiado éxito, mientras su comprometido alcalde busca nuevas y más originales formas de hacerse oír. Por casualidad, y a la fuerza (por el reivindicativo corte de tráfico), para por su pueblo un prestigioso artista fotográfico estadounidense que se caracteriza por sus fotos con ingentes cantidades de gente desnuda alrededor de insignes monumentos en las grandes ciudades, y ahora ha decidido que su siguiente obra conceptual sea en el entorno rural, buscando localizaciones. El alcalde ve un gran potencial en esto para llamar más la atención de los medios, así que, con su fácil labia de político, se afana en tratar de convencer al artista para que se quede unos días por allí, y a sus muy reticentes y algo mojigatos convecinos para que posen totalmente desnudos para el artista.

Película que se deja ver (nota: 5), aunque algo blandita y por momentos tontorrona, esta amable y agridulce comedia costumbrista con cierto grado de denuncia de la situación de los ganaderos ante la europea crisis agrícola, y que se dispersa en exceso. Recuerda obviamente, por eso de los desnudos reivindicativos, a otras dos comedias británicas de hace años: "Full Monty" ("The Full Monty", 1997) de Peter Cattaneo, y "Las chicas del calendario" ("Calendar girls", 2003) de Nigel Cole.

Ahora unas citas de sabiduría ajena, que tal vez nos ayude a desvelar la verdad de lo que sea, desvistiéndola de cualquier tapujo que la emboce:

 - "Desnudo nací, desnudo me hallo; ni pierdo ni gano".  (Refrán).

 - "Si la mañana no nos desvela para nuevas alegrías y, si por la noche no nos queda ninguna esperanza, ¿es que vales la pena vestirse y desnudarse?".  (Goethe).

Besos y abrazos,

Don.
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martes, 12 de junio de 2018

Matutino que no se deja obnubilar por los diluvios

¡Buenos días!

Cada vez hay menos nubes en el cielo, y la tendencia en sucesivos días es que acaben por evaporarse del todo con las temperaturas casi de verano, en torno a la treintena, que nos caerán inminentemente. De momento, hoy alguna llovizna intermitente, si es que llega a ser, sol que lucha por no nublarse, y máxima prevista para hoy por los madriles de 24ºC. Así que me dejo caer otra mañana más por aquí, por este real reino matutino, en el que me enseñoreo de mis divagaciones y evito que se precipiten más de la cuenta.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Jurassic World: El reino caído" ("Jurassic World: Fallen kingdom"), de J.A. Bayona, y con Chris Pratt y Bryce Dallas Howard. Es la quinta entrega de la saga jurásica, de la que solo había visto la primera, "Parque jurásico" ("Jurassic Park", 1993) de Steven Spielberg. Además es el cuarto largo de J.A. Bayona, tras la excelsa para mí "Un monstruo viene a verme" ("A monster calls", 2016), y las muy buenas "Lo imposible" ("The impossible", 2012), y "El orfanato" (2007).

Han pasado unos años desde el que parque temático Jurassic World se fuese al traste y los humanos huyesen y los dinosaurios quedasen libres subsistiendo por la isla Nublar, que ahora amenaza con desaparecer, junto con todos los saurios antediluvianos que por allí vagan, debido a una masiva erupción volcánica y su diluvio de lava. Así que los dueños envían un equipo arcaico, no por antiguo sino por eso del arca de Noé, para rescatar la mayor cantidad de bichos jurásicos posible. Entre los más concienciados del grupo de rescate, miembros de una asociación dedicada a proteger a los dinosaurios, pronto tomarán conciencia de las verdaderas y malévolas intenciones de los magnates.

Por lo que a mí respecta, una película que se dejó ver, aunque con intermitencias por cortocircuito (nota: 5), para pasar el rato con acción, aventuras y suspense, pero que a mí ni me dijo ni me interesó gran cosa, pues no es del tipo de cine que más me gusta (cuanto mayor presupuesto y taquilla, muchísima menor probabilidad de que me acomode). Plena de montones de déjà vu, tópicos propios del género, de los géneros (terror, apocalíptico, monstruoso, ciencia ficción, etc.)... incluso de autorreferencias a la propia saga y a otros films del director de esta entrega, que de paso deja constancia de su muy buen hacer y maneras con este producto de encorsetado encargo. Como en toda la serie, se destila eso el mal uso de la ciencia, porque ¿habría que prohibir, por ejemplo, los muy útiles cuchillos solo porque algunos descerebrados los empleen para matar al prójimo? Pues no.

Ahora unas citas de sabiduría ajena, que aunque más o menos arcaicas son perfectamente vigentes para aclarar nuestras mentes:

 - "La desesperanza se basa en lo que sabemos, que es nada, y la esperanza, en lo que ignoramos, que es todo".  (Maurice Maeterlinck).

 - "Qué obsesión la de un ser tan efímero como el hombre, mirando siempre hacia el futuro, hacia un porvenir que viene raramente; descuidando y no disfrutando del momento actual, el cual, por lo menos, lo tenemos más seguro".  (Jean-Jacques Rousseau).

 - "Un científico debe tomarse la libertad de plantear cualquier cuestión, de dudar de cualquier afirmación, de corregir errores".  (Robert Oppenheimer).

 - "Por qué esta magnífica tecnología científica, que ahorra trabajo y nos hace la vida mas fácil, nos aporta tan poca felicidad? La repuesta es está, simplemente: porque aún no hemos aprendido a usarla con tino".  (Albert Einstein).

Besos y abrazos,

Don.
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jueves, 7 de junio de 2018

Matutino que nada tiene que envidiar

¡Buenos días!

A gusto me encuentro conmigo mismo las más de las veces, mucho más cada vez que entro por aquí, y tanto lo estoy que no deseo otra cosa que ser yo mismo, fluyendo con lo que me toque en cada momento, sin importarme gran cosa lo demás... Si acaso, regodearme en esta deliciosa primavera, hoy de tregua tormentosa, con sol y nubes y 24ºC de máxima prevista, toda una delicia para los sentidos. Mañana será lo que tenga que ser.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Algo celosa" ("Jalouse"), de David y Stéphane Foenkinos, y con Karin Viard, Dara Tombroff, Anne Dorval, Thibault de Montalembert, Bruno Todeschini, Marie-Julie Baup, y Anaïs Demoustier. Segundo largo de este par de hermanos franceses, tras "La delicadeza" ("La délicatesse", 2011).

Una profesora de un instituto de secundaria parisino, ya en la cincuentena, divorciada y que vive con su hija que acaba de cumplir 18 años y quiere ser bailarina, entra en crisis vital y pasa de ser una amable mujer y madre para convertirse en una persona celosa y envidiosa de todos los que la quieren y rodean. Siente celos de la insultante juventud de su hija, de la joven esposa de su ex, de su mejor amiga que vive un feliz matrimonio, de su nueva compañera de trabajo, de su pretendiente... de todos. Todo le ofende, se vuelve insoportable y los amarga con sus desplantes, desprecios y puyas verbales, cuando no pasa a la acción para putearles... casi que no se aguanta ni a sí misma.

Una estupenda película (nota: 8) que me fue ganando poco a poco con su humor algo sarcástico y corrosivo, y con delicadeza, retratando las emocionales intimidades de esta mujer sin pelos en la lengua, que dice lo que piensa sin filtros, a la que se le antoja que las vidas de los demás son mucho mejores que la suya, y no lo soporta. Y tratando de hacer daño, consciente o inconscientemente, a los demás, se va dañando a sí misma. Pero ya bastante antes de empezar a aceptar lo que es (hacia el final del metraje) se la va cogiendo cariño.

Ahora unas citas de sabiduría ajena, que espero no nos encele y que congenie lo mejor posible con la nuestra propia:

 - "Celos y envidia, quitan al hombre la vida".  (Refrán).

 - "La envidia y los celos no son vicios ni virtudes, sino penas".  (Jeremy Bentham).

 - "Es más difícil no envidiar a un amigo feliz que ser generoso para con un amigo en desgracia".  (Alberto Moravia).

 - "La felicidad es interior, no exterior; por lo tanto, no depende de lo que tenemos, sino de lo que somos".  (Henry van Dyke).

Besos y abrazos,

Don.
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miércoles, 6 de junio de 2018

El cuentista matutino feroz

¡Buenos días!

Puro cuento es lo que tienen estos matutinos, que no asustan ni a los más pipiolos, ni siquiera al más zorro de todos, que debo ser yo, que entro incauto cada mañana a que cuiden de mí. Ni las tormentas que hoy pueden volver, cada vez más tímidas, con menos alharacas, en esta mañana con bastantes nubes que tamizan el sol que asoma a ratos, como miedoso, así que no subirán mucho las temperaturas... 21ºC de máxima prevista hoy por los madriles.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo una de animación, "El malvado zorro feroz" ("Le grand méchant Renard et autres contes..."), de Benjamin Renner y Patrick Imbert, basado en un cómic del primero.

Se deja caer por una granja una avispada cigüeña, perezosa y borrachina, y engaña al cerdo, al pato y al conejo que allí viven para que hagan su trabajo de entregar un bebé humano a sus padres. Por otro lado, por los alrededores, un hambriento zorro que se alimenta de los nabos que por caridad le regala a escondidas el cerdo, y que es incapaz de asustar a nadie ni de cazar nada, siendo continuamente acogotado por las gallinas, es animado por el lobo para que les robe unos huevos, los incube, y espere a que crezcan los pollitos para después ambos darse un festín con ellos. Lo malo es que al romper el cascarón, toman al zorro por su madre y le dan tantos mimos que se encariña con ellos y no puede devorarlos, acabando los polluelos por creerse que son zorros feroces.

Una buena película (nota: 6), divertida, poco convencional, muy original, donde los protagonistas no se comportan como cabría lógicamente esperarse de ellos, ni nadie es lo que parece. Animales tan humanos que podría decirse que en realidad, los tres cuentos teatralizados de que consta esta historia, hablan de nosotros los humanos, en lugar de los animales protagonistas. Animación clásica de trazo simple y fondos como de acuarela para indicarnos, con mucho humor y sin moralizarnos, que cada cual sea como quiera ser sin que le condicione su estirpe, y que nadie debería juzgar ni ser juzgado por las apariencias.

Ahora unas citas de sabiduría ajena para no dejarnos engañar por los zorrunos cuentos que nos quieran contar, comenzando por dos refranes que destilan lo contrario de lo que lo hace la película:

 - "Cuando la zorra predica, no están los pollos seguros".  (Refrán).

 - "Aunque muda el pelo la raposa, su natural no despoja".  (Refrán).

 - "El hombre es el único zorro que instala una trampa, le pone una carnada y luego mete la pata".  (John Steinbeck).

 - "No existe nada bueno ni malo; es el pensamiento humano el que lo hace aparecer todo así".  (William Shakespeare).

Besos y abrazos,

Don.
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lunes, 4 de junio de 2018

Matutino que se contagia de mi seso sorbido

¡Buenos días!

Otro matutino más en el que me refugio en su mundo de fantasías, en el que dejo fluir mi idealismo, para que cuando vuelva a la realidad... ¿y dónde está eso?... sepa mejor desenvolverme en ella. Y todos mis desvaríos quedan aquí plasmados, negro sobre blanco, y ya parecen los suyos propios, siguiendo a su libre albedrío mi alocado legado, por loco y por utópico, fuera de todo sitio. Y así, desubicado, descolocado, me tiene esta primavera, ora con furtivas y arrebatadas tormentas, ora con dulce y soleada placidez al abrigo de algunas nubes cual etéreas borras de lana o algodón. Hoy, con el cielo cada vez más gris, posibilidad de que llueva, y 19ºC de máxima prevista.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "El hombre que mató a Don Quijote" ("The man who killed Don Quixote"), de Terry Gilliam, y con Adam Driver, Jonathan Pryce, Joana Ribeiro (un bomboncito) y un montón más de actores y actrices, muchos de ellos españoles. De este veterano director, guionista, actor, productor, y varias otras cosas más en cine y televisión, miembro de los geniales Monty Python (entre 1969-1983), he visto la mayoría de sus películas. En concreto, como director, había visto "The zero theorem" (2013), "Tideland" (2005), "El secreto de los hermanos Grimm" ("The brothers Grimm", 2005), "Doce monos" ("Twelve monkeys", 1995), "El rey pescador" ("The fisher king", 1991), "Brazil" (1985), "Los héroes del tiempo ("Time bandits", 1981), "La bestia del reino ("Jabberwocky", 1977), y "Los caballeros de la mesa cuadrada y sus locos seguidores" ("Monty Python and the Holy Grail", 1975). No puedo dejar de citar esa obra maestra que es "La vida de Brian" ("Life of Brian", 1979) de Terry Jones, en la que participa como actor y coguionista, amén de creador de las animaciones de los títulos de crédito iniciales y finales.

Un estrafalario director de anuncios publicitarios se encuentra en España rodando uno de temática quijotesca, en un ambiente caótico y donde nada sale como estaba previsto. Están cerca del pueblo donde diez años atrás, cuando era un joven idealista, rodó una película sobre Don Quijote con los lugareños como actores improvisados, titulada "El hombre que mató a Don Quijote". En uno de los parones del rodaje por otro más de los desastres acaecidos, decide volver a visitar el pueblo, y allí se encuentra al zapatero que representó a Don Quijote en su película sumido en la locura y creyendo ser el ingenioso hidalgo. Este, al verle, le toma por Sancho Panza y se lo lleva, a palos, a hacer quijotadas por ahí.

Una película irregular (nota: 4), esta comedia algo zarrapastrosa en algunos momentos, con otros pocos, y sueltos, de gran brillantez, y todo lacado con el delirante y abigarrado barroquismo (a base de retales y desechos destartalados) propio de su director. Proyecto, que como se cuenta en el documental "Lost in La Mancha" (2002) de Keith Fulton y Louis Pepe, al que hay guiños en esta película, le ha llevado a su creador casi treinta años en sacar adelante, con múltiples intentos fallidos de rodarla debido a múltiples catástrofes sucedidas: meteorológicas, sanitarias, económicas, etc.

Aunque no llega a conseguirlo, la mayoría de las veces trata de mostrarnos los momentos esenciales del Quijote, en este caso de seso sorbido a causa de una película, en lugar de por los libros de caballerías, y siempre de una imaginación desbordante, con sus pros y contras, que confunde con la realidad. En definitiva, parece destilarse en este film que la sana locura es contagiosa o hereditaria, o se aprende, y si no es así, debería serlo, pues siempre, y sin excesos, debería haber un Quijote en nuestras vidas, dentro de nosotros o a nuestro lado para azuzarnos, para tratar de mejor entender este absurdo mundo que nos rodea. Y también un Sancho, que intente más o menos infructuosamente de modular nuestros delirios quijotescos.

Amén de toda la que podáis encontrar leyendo el Quijote, ahí os dejo unas citas de sabiduría ajena, que tal vez nos ayuden a hacer locuras con sensatez, o no, o viceversa, comenzando por una del propio director:

 - "Creo que el problema del Quijote es que una vez que te enganchas al personaje, y a lo que representa, te conviertes en Don Quijote. Caminas hacia la locura, decidido a hacer que el mundo sea como te lo imaginas. Pero, claro, no es así".  (Terry Gilliam).

 - "Las únicas personas que me agradan son las que están locas: locas por vivir, locas por hablar, locas por ser salvadas".  (Jack Kerouac).

 - "Hay ocasiones en la vida en las que para salir airosamente hace falta estar un poco loco".  (François de la Rochefoucauld).

Besos y abrazos,

Don.
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viernes, 1 de junio de 2018

Matutino de amoroso crepúsculo

¡Buenos días!

La mañana va a empezar, la luz nos va abrazando poco a poco, invitándonos dulcemente al amor, besándonos por donde nos despereza, lo que tal vez haga que nos arrebatemos a poco que nos entreguemos, y estos días de primavera a fe mía que invitan a ello, a disfrutar hasta su mismísimo último hálito de luz que se elevará en busca de las estrellas, sean de la noche o de la sala oscura. Crepúsculos de amanecer y anochecer que se tocan desde sus extremidades abiertas de par en par, en pos del otro, y vuelta a empezar al próximo día. De momento, hoy seguimos con nubes, sol y 24ºC de térmica placidez primaveral por los madriles en los alrededores del cenit solar.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Las estrellas de cine no mueren en Liverpool" ("Film stars don't die in Liverpool"), de Paul McGuigan, basado en las memorias de Peter Turner, el protagonista masculino de esta película, y con Annette Bening y Jamie Bell. Es el primero de los largos que veo de este director británico.

En septiembre de 1981 Peter Turner, un actor británico de teatro de treinta años que vive en Liverpool, recibe una llamada inesperada en la que le comunican que su ex amante, una veterana actriz de Hollywood en horas bajas que llegó a ganar un Óscar como mejor secundaria en los años 50, y casi treinta años mayor que él, Gloria Grahame, ha sufrido un desvanecimiento cuando iba a representar una obra de teatro en una ciudad cercana. Se niega a ser llevada al hospital y que llamen a su familia en Estados Unidos, así que él le ofrece irse a descansar y recuperarse a la casa en la que vive con sus padres en Liverpool. Allí él rememorará los momentos que pasaron juntos, su amistad y apasionado romance, desde que se conocieron casualmente dos años atrás hasta que rompieron pocos meses antes.

Una buena película (nota: 6), que vi con agrado, este sosegado drama romántico de nostálgica pátina que fluye serenamente, sobre el encuentro de dos almas que conectan al instante, que entablan amistad y luego se enamoran sinceramente en el crepúsculo de sus afectos, el del final de una y casi el del principio del otro. Y que aunque se separen, y rompan, siguen conectados por estrechos lazos de afecto a los que acudir cuando es necesario.

Ahora, antes de apagar la luz de este matutino, unas citas de sabiduría ajena a modo de tenues estrellas que nos iluminen las entendederas sin deslumbrarnos:

 - "La ignorancia es la noche de la mente: pero una noche sin luna y sin estrellas".  (Confucio).

 - "No eres una estrella hasta que no saben escribir tu nombre en Karachi".  (Humphrey Bogart).

 - "Si ves las estrellas brillar, sal, marinero, a la mar".  (Refrán).

 - "Ir sin amor por la vida es como ir sin estrella por el mar [...]".  (Stendhal).

 - "El amor mueve el Sol y las estrellas".  (Dante Alighieri).

Besos y abrazos,

Don.
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