jueves, 30 de noviembre de 2017

Firme anclaje matutino

¡Buenos días!

Espero que estos matutinos, a los que me encuentro tan estrechamente unido, naveguen a su albedrío hasta que quieran quedar anclados, sin amarras pero con firmeza, donde mejor les plazca y acomode, recalando donde encuentren el mayor calado posible, de acuerdo a sus propios pareceres y a los de los que los quieran recibir. Y allí estaré también. Como el otoño meteorológico, que parece querer unirse al invierno, con las lluvias tímidas de antes de ayer por los madriles, y el frío rascón de ayer y hoy, que trajo nieves por las alturas en las que hubiera nubes, gracias al viento del norte que se deja sentir. Para hoy, madrugada de helada suave por aquí, y máxima prevista de tan solo 8ºC.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Tierra firme" ("Anchor and hope"), de Carlos Marqués-Marcet, y con Oona Chaplin, Natalia Tena, David Verdaguer, y Geraldine Chaplin. Es el segundo largo de este director, de quien había visto su anterior, "10.000 Km." (2014).

Una pareja de mujeres treintañeras vive su amor en un barco por los canales de Londres. Una de ellas desea tener un hijo, y la otra no, celosa de perder la relación tal cual la tienen. Reciben la visita durante unos días del amigo de toda la vida de la segunda, y en una noche de borrachera deciden que sea el donante de semen para la primera. Aunque tras la resaca la pareja sigue con sus diferencias en cuanto a la maternidad, siguen adelante por el temor de la segunda a que la relación se rompa, pero esto hará, sin embargo, que se vaya minando poco a poco con el transcurrir de los días.

Una película que no consiguió anclarme del todo a ella (nota: 5) pues salvo algunos pocos leves destellos de suficiente calado para mí, casi todos hacia el final, no consiguió engatusarme (y eso que salía un gato, fallecido, eso sí, nada más comenzar, al que se le hace un divertido funeral). Historia de amor, con peculiar triángulo afectivo y seminal incluido, deseos de maternidad, y sus zozobras aparejadas que pueden llevar al hundimiento a cualquier pareja, más allá de la aquí particularmente retratada. Así que, tanto en esta como en su anterior película, se trata de que la pareja no tiene futuro si los proyectos comunes no son verdaderamente compartidos ni si cada uno cede en parte de sus deseos individuales, más o menos egoístas.

Ahora unas citas de sabiduría ajena que espero nos afirmen en tierra para poder después volar más seguros con nuestras ilusiones:

 - "La vida conyugal es una barca que lleva dos personas en medio de un mar tormentoso; si uno de los dos hace algún movimiento brusco, la barca se hundirá".  (León Tolstoi).

 - "No debemos sujetar nuestra nave solo con un ancla ni nuestra vida con una sola esperanza".  (Epicteto).

 - "Porque es tocando fondo, aunque sea en la amargura y la degradación, donde uno llega a saber quién es, y donde entonces empieza a pisar firme".  (José Luis Sampedro).

Besos y abrazos,

Don.
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martes, 28 de noviembre de 2017

Donde realmente están los matutinos

¡Buenos días!

Pues aquí, siempre aquí, ya sabemos dónde encontrarlos, que son ubicuos y no solo es que no se esconden, sino que se muestran a todo aquel que quiera verlos. Y tampoco seguimos sin saber dónde está el otoño, apenas si percibimos leves indicios de él, pues tras días de temperaturas anómalamente altas para la estación ahora estamos casi de invierno, con heladas madrugadas, frío mañanero y casi el resto del día, y sin rastro de lluvias, aunque, eso sí, hoy ya vemos atasco de nubosidad por el cielo, que no sé si dejará algo de húmeda precipitación, ya veremos.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "En realidad, nunca estuviste aquí" ("You were never really here") de Lynne Ramsay, y con Joaquin Phoenix. Es el cuarto largo de esta directora, y segundo suyo que veo tras "Tenemos que hablar de Kevin" ("We need to talk about Kevin", 2011).

Un tipo ensimismado y solitario, brutal y despiadado en su trabajo y algo psicótico, ex veterano de guerra que trabaja como mercenario rescatando mujeres explotadas por los traficantes sexuales. El siguiente encargo que recibe es el de un senador cuya hija adolescente ha sido secuestrada por una de esas bandas de trata de blancas.

Una buena película a secas (nota: 6), cuya historia, de explotación sexual de menores y corrupción y venganzas políticas que se desarrolla en poco más que una noche, no me acabó de llegar, pero que está espléndidamente narrada en taciturnas imágenes de estupenda factura visual. Más que un thriller de rescate es el retrato de una mente torturada que percibe la realidad sin mucha nitidez (casi que la noche le confunde), cortocircuitada a ratos entre la ensoñación y el delirio. Los secos ramalazos de violencia quedan algo desenfocados y fuera de campo las más de las veces y casi que solo vemos sus sangrientas consecuencias.

Pues al final, como siempre, ya estamos en la sección de sabiduría ajena, que espero realmente nos rescate de confusiones:

 - "Muchos sujetos deberían estarlo, además de serlo".  (Refrán).

 - "No es lo mismo estar dormido que estar durmiendo, por la misma razón de que no es lo mismo estar jodido que estar jodiendo".  (Camilo José Cela).

 - "No hay más realidad que la imagen ni más vida que la conciencia".  (Azorín).

 - "La realidad es aquello que, incluso aunque dejes de creer en ello, sigue existiendo y no desaparece".  (Philip K. Dick).

Besos y abrazos,

Don.
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lunes, 27 de noviembre de 2017

Tierra de matutinos

¡Buenos días!

Sí, por estos lares se me dan bien, me crecen y procrean casi divinamente, sin que tenga mucho que laborar por ellos, ni por supuesto orar, pero tengo que esforzarme en teclearlos, sin llegar a partirme el lomo, y dejarme querer para que me vengan y puedan salir al mundo lo mejor posible. Y seguimos de temporada de otoño, o eso se supone, pero no lo parece, que no cae agua del cielo, por mucho que miremos a él buscando alguna nube, que las escasas que vienen lo hacen ya enjugadas, aunque las temperaturas ya se van pareciendo más a lo normal, con madrugadas rayanas en la helada, por los pelos, y máxima prevista para hoy de 12ºC.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Tierra de Dios" ("God's own country"), de Francis Lee, y con Josh O'Connor y Alec Secareanu. Es el primer largo de este director británico.

Un joven solitario y hastiado del duro trabajo que ejecuta de sol a sol en la granja familiar, en la que vive junto con su abuela y padre lisiado tras un derrame cerebral, se emborracha compulsivamente y hasta el desmayo cada fin de semana en el pub del pueblo cercano, a la par que busca relaciones sexuales esporádicas en las que descargar su frustración vital. Dado el impedimento de su padre, contratan a un inmigrante rumano como trabajador eventual para que les asista durante la temporada de partos de sus ovejas. La labor diaria hará que surja entre ellos un fuerte vínculo emocional que irá más allá de las primeras e impulsivas pulsiones sexuales.

Una película que no me llegó del todo (nota: 5), salvo en algunos momentos sueltos hacia el último tercio del metraje, de gran belleza tanto por su fotografía de baldíos terrenos como por lo que tratan. Historia de amor a trompicones, tierna y áspera a la vez, que relata el aprendizaje emocional de uno de los protagonistas a través de sus luchas interiores para tratar de aceptarse a sí mismo. En parte me recordó a "Brokeback mountain" (2005) de Ang Lee, por eso de los amoríos homo entre ovinas manadas, que es como más o menos empiezan ambas, aunque luego desvíen algo sus derroteros.

Pues ya hemos entrado en la propiedad de la sabiduría ajena, en la que os dejo unas cuantas citas, no sé si cual ovejas descarriadas, para que saquéis de ellas el mejor aprovechamiento que podáis:

 - "Eres de la raza del sol: moreno, ardiente y oloroso a resinas silvestres".  (Dulce María Loynaz).

 - "Tal vez estemos en este mundo para buscar el amor, encontrarlo y perderlo, una y otra vez. Con cada amor volvemos a nacer y con cada amor que acaba se nos abre una enorme herida. Yo estoy llena de mis orgullosas cicatrices".  (Isabel Allende).

 - "Sigo pensando que los amores no correspondidos son la droga natural más potente de este mundo. Tanto de los que los sienten como de los que no los corresponden... Todos siempre acaban sufriendo, pero vuelven a caer en sus redes".  (Albert Espinosa).

Besos y abrazos,

Don.
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miércoles, 22 de noviembre de 2017

Matutino refugiado en la luna

¡Buenos días!

Otra mañana más en la que me despisto por aquí, una vez cruzado el Rubicón de ida y vuelta que bordea los umbrales matutinos, siempre bien acogido, divagando lo que mi mente quiera, a la que dejo flotar a su albedrío, y en perfecta armonía con toda su fauna de hadas y ninfas que tanto bien me procuran. Y no sé si será pedir innecesariamente la luna, pero ya que estamos, ¿por qué no llueve aunque sea un poquito?, que seguimos con otro soleadísimo día otoñal, sin atisbo de nubes, y de nuevo, aunque de sobra conocido, con máximas previstas de 18ºC.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Jupiter's moon" ("Jupiter holdja"), de Kornél Mundruczó, y con Merab Ninidze, Zsombor Jéger, György Cserhalmi, y Mónika Balsai. Es el segundo largo que veo de este director húngaro, tras su anterior, "White God" ("Fehér isten", 2014). El título hace referencia a Europa, una de las principales lunas jupiterinas, ¿o a este nuestro continente?

Un grupo de inmigrantes ilegales sirios trata de llegar a la Unión Europea. Acaban de cruzar un río que hace de frontera entre Serbia y Hungría y son recibidos a tiros por la policía fronteriza húngara. Se produce una persecución y un joven cae abatido por varios disparos y muere. Pero enseguida resucita, levita por un rato y vuelve a caer desplomado al suelo. Ya en el hospital del campo de refugiados el médico al cargo queda impresionado de que siga vivo a pesar de los múltiples balazos recibidos, y mucho más cuando descubre que puede flotar a su antojo, así que, necesitado de dinero, le ayuda a escapar y se aprovecha de los superpoderes del inmigrante que vende al mejor postor, mientras son perseguidos por el policía que le tiroteó, que trata de encubrir su fechoría.

Película que me dejó ni fu ni fa (nota: 5), con sus más y sus menos, que me gustó por sus maneras, por sus escenas de acción, persecuciones básicamente, especialmente dos, la de inicio de los inmigrantes huyendo de la policía, y una de coches hacia el final, impresionantes y la última de vértigo, pero no tanto por su fondo, bastante embrollado e incomprensible en sus metáforas, y con un toque místico chirriante para mí. De hecho, en muchos momentos, el inmigrante protagonista parecía todo un Jesucristo que en unas cuantas de las escenas de levitación me recordó a algunos cuadros de Dalí por su ángulo de enfoque. Obviamente, a pesar de sus crípticas alegorías, va de refugiados desesperados, de insolidaridad europea hacia ellos, de corrupción de nuestro sistema occidental, todo bañado de fantasía sobrenatural y metafísica, por momentos delirante. En definitiva, historia que se me fue desinflando conforme avanzaba, hasta casi dejar de levitar grácilmente en mi derredor, desde su muy interesante punto de partida.

Ahora toca refugiarse en la sabiduría ajena, que tal vez nos ayude a dejar de estar en la luna, hoy con tres citas, la última de las cuales es del director del film hoy glosado:

 - "El vínculo más básico que tenemos en común es que todos vivimos en este pequeño planeta. Todos respiramos el mismo aire, todos valoramos el futuro de nuestros hijos y todos somos mortales".  (John F. Kennedy).

 - "Divina calma del mar,
donde la luna dilata
largo reguero de plata
que induce a peregrinar".  (Leopoldo Lugones).

 - "Europa ya no es una tierra de acogida, sino de rechazo. Pero hay otras europas en el universo, otras ideas de Europa que podrían estar a nuestro alcance si tenemos fe".  (Kornél Mundruczó).

Besos y abrazos,

Don.
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martes, 21 de noviembre de 2017

Matutino fototrópico

¡Buenos días!

No, no voy a hacerme una foto en los trópicos, sino que estos matutinos suelen buscar la luz, la que nace sonrosada al albor de cada día, al albur de las condiciones meteorológicas del momento, esquivando las eventuales sombras que necesariamente ha de encontrar por el camino hasta llegar al también arrebolado crepúsculo, esperemos. Luminosísimo día otoñal que seguimos teniendo tras muchos días igual, con el mismo esplendor que los anteriores, radiantemente soleado, anómalamente tibio y seco para las fechas en las que nos encontramos, con 18ºC de máxima prevista y sin atisbo de jugosa nube alguna.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Hacia la luz" ("Hikari"), de Naomi Kawase, y con Masatoshi Nagase y Ayame Misaki (una preciosidad). De esta directora y guionista japonesa ya había visto tres de sus anteriores films: "Una pastelería en Tokio" ("An", 2015), "Aguas tranquilas" ("Futatsume no mado", 2014), y "El bosque del luto" ("Mogari no mori", 2007).

Una sensible joven trabaja como redactora de audiodescripciones de lo que sucede en pantalla para que las personas ciegas puedan "ver" y entender las películas, y sentirlas e imaginarlas más allá de la vista y el oído, textos que son probados ante grupos elegidos de invidentes para que den su opinión sobre lo adecuado o no de esos comentarios de audio para ellos. En uno de estos pases conoce a un fotógrafo profesional, mayor que ella, que está perdiendo su visión aceleradamente a causa de una enfermedad ocular degenerativa, casi ya al borde de la ceguera, profundamente abatido y sin ilusión por vivir, pues no puede ejercer su trabajo. A pesar de sus diferencias de opinión acabarán por conectar emocionalmente.

Una buena película (nota: 6), con algunos pasajes de arrobadora belleza, poética por momentos, y punteada por algunas breves y brillantes elipsis que dicen más que los diálogos que las preceden, y con la exquisita sutileza propia de buena parte del cine japonés. Sin embargo, por algunos otros momentos con los que no conecté, no me acabó de parecer redonda. En este melodrama romántico (al final) con elementos documentales, que es lo que casi parecían las sesiones de evaluación de las audiodescripciones por los ciegos, se destilan delicadamente reflexiones sobre el cine y como influye en nosotros, de su necesario equilibrio entre imagen y palabra, y entre esta y los silencios que nos den pie a evocar e imaginar.

Ahora unas citas de sabiduría ajena, luz para nuestras entendederas, comenzando por dos citas de la directora del film hoy glosado, la primera de ellas declamada unas cuantas veces en la cinta, una de las cuales ilustrada por un encendido crepúsculo:

 - "Nada es más bello que lo que desaparece ante tus ojos".  (Naomi Kawase).

 - "Hay cosas que no entendemos aunque podamos verlas y, por el contrario, hay cosas que entendemos aunque no podamos verlas".  (Naomi Kawase).

 - "La desgracia abre el alma a una luz que la prosperidad no ve".  (Henri Lacordaire).

 - "El amor consuela como el resplandor del sol después de la lluvia".  (William Shakespeare).

 - En el majestuoso conjunto de la creación, nada hay que me conmueva tan hondamente, que acaricie mi espíritu y dé vuelo desusado a mi fantasía como la luz apacible y desmayada de la luna".  (Gustavo Adolfo Bécquer).

Besos y abrazos,

Don.
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lunes, 20 de noviembre de 2017

Matutina autoría

¡Buenos días!

Aunque a veces me ría de mis propias memeces, algunas de las cuales dejo por aquí plasmadas, sin sentirme culpable de perpetrarlas, pues no creo que hagan mucho mal a apenas nadie, en otras supongo me pongo más serio, no sé si excesivamente transcendental, creyéndome actor, cuando no director de lo que relato, autor en definitiva, siempre en el filo entre lo que es real y ficción. El que desde luego está escribiendo un relato nada real de sí mismo en estos días es el otoño, que vive en su nube ilusoria, y nos impide ver nube alguna, de las que solía rodearse en anteriores temporadas. Hoy tendremos unos fantásticos 18ºC de máxima prevista, todo un cuento en esta estación en la que debería estar lloviendo y haciendo más fresco, al menos a estas alturas del año.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "El autor", de Manuel Martín Cuenca, basado en "El móvil", la primera novela de Javier Cercas, y con Javier Gutiérrez, María León, Antonio de la Torre, y Adelfa Calvo. Es el quinto largo de este muy sobresaliente director, de quien he visto sus cuatro anteriores: "Caníbal" (2013), "La mitad de Óscar" (2010), "Malas temporadas" (2005), y "La flaqueza del bolchevique" (2003). Salvo el de 2010, cuya historia no me enganchó aun teniendo los mismos excelsos mimbres que las otros, el resto me parecieron espléndidos, por lo que os los recomiendo muy, pero que muy encarecidamente, incluido el de hoy.

Un tipo anodino y gris que trabaja como chupatintas en una notaría sueña con ser un gran novelista, para lo que lleva más de tres años realizando un taller de escritura en el que recibe constantes reprimendas de su profesor por su falta de talento y de garra al narrar. Está casado con una mujer que acaba de publicar su primera novela, que se vende como rosquillas y por la que no cesa de recibir honores, y al poco la descubre engañándole con otro. Se separan, y siguiendo los consejos de su profesor decide inspirarse en la vida que le rodea. Pero esta es tan aburrida como él mismo, y las páginas que pretende escribir siguen en blanco. Así que toma la decisión de pasar de mirón a manipulador de la gente que le rodea en su nuevo vecindario para que actúen de modo distinto y a partir de ahí crear, o copiar de esa realidad forzada, la ficción que necesita.

Una estupenda película que os recomiendo (nota: 8), muy divertida, de sarcástico humor, autocrítica con las penurias del creador, a veces parásito de la realidad que le rodea, cuando no va más allá y la depreda y engulle. A través del protagonista que maneja con mentiras a sus vecinos para crear su ficción literaria, y viceversa, pues ellos también le utilizan para conseguir lo que desean, se reflexiona de hasta dónde estamos dispuestos a llegar con tal de conseguir lo que anhelamos, y que estamos dispuestos a dejar por el camino. También de cómo vida y literatura se confunden, se funden en una sola cosa, que la realidad va más allá de la ficción creada, para volver a aquella, y viceversa; de las sombras de la realidad proyectadas en la más o menos luminosa caverna de nuestros sueños, ¿o era al revés?...

Ahora unas citas de otros autores, comenzando por una del propio creador del film hoy glosado:

 - "El tema de la falta de talento, del bloqueo creativo y de la lucha titánica para superarlo es algo que siempre me ha fascinado porque creo que, en realidad, nadie tiene talento. El talento no existe. La generación de una obra, como la generación de una vida, es lo que surge de la repetición del fracaso hasta encontrar la excepción".  (Manuel Martín Cuenca).

 - "Que la inspiración llegue, no depende de mí. Lo único que yo puedo hacer es ocuparme de que me encuentre trabajando".  (Pablo Ruiz Picasso).

 - "Escribir un mal libro representa tanto trabajo como escribir uno bueno. Nace, con igual sinceridad, del alma del autor".  (Aldous Huxley).

Besos y abrazos,

Don.
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jueves, 16 de noviembre de 2017

Montaraz rastreo matutino

¡Buenos días!

Otro día más de sol a raudales... lumínicos, que no acuáticos, que ni rastro de nube se ve por doquiera queramos mirar, y con temperaturas subiendo otra vez, no sé si ladera arriba, con 18ºC de máxima prevista y unas nada elevadas mínimas de madrugada rayanas en la helada de nuevo. Y en estas condiciones tengo que seguir la pista de este matutino, para después ojearlo, y luego hojearlo esperando que aunque estemos de otoño no pierda sus páginas por el camino, sin darle caza, sino intentando integrarme armoniosamente en su mundo y disfrutando de lo que quiera ofrecerme generosamente.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Spoor (El rastro)" ("Pokot"), de Agnieszka Holland, basado en una novela de Olga Tokarczuk, además coguionista junto con la directora, y con Agnieszka Mandat-Grabka, Wiktor Zborowski, Patrycja Volny, y Jakub Gierszal. De esta directora polaca tan solo había visto uno de sus anteriores largos, "Copying Beethoven" (2006).

Una jubilada, ex ingeniera, vegetariana, defensora de los animales y apasionada por la astrología, y con visiones sobre la gente con la que establece relación, vive sola con sus dos amados perros en una aislada cabaña en los montes que separan Polonia de Chequia, y en los que los cazadores del pueblo cercano hacen constantes monterías a pesar de su airadísima indignación, que hace saber a todo el mundo, negligentes autoridades incluidas. Un día desaparecen sin dejar rastro sus perros, y pocos días después uno de los cazadores aparece muerto en los bosques. Esto no es más que el inicio de una serie de cadáveres que siguen apareciendo en sucesivos días por los alrededores, todos de cazadores. La policía no tiene ninguna pista, salvo huellas de diferentes tipos de animales rodeando las escenas de los crímenes. Ella dice a la policía que los animales son los culpables, buscando venganza por el sufrimiento padecido. Todos la toman por loca.

Una película diferente que, sin desagradarme, me desconcertó bastante y no acabó de convencerme (nota: 5), aunque con otros momentos muy logrados. Es todo un ecosistema de diversos géneros y sus especies, dudo si equilibrado o no, pues es thriller, historia costumbrista, comedia negra, con elementos oníricos, sobre maltrato animal y de refilón a las mujeres, que por momentos parece un cuento, como el de caperucita roja, pero bastante pervertido (no me seáis mal pensados). He leído que a su aire tiene aires de "Fargo" (1996), el genial film de los hermanos Coen, pero yo también le vi de una también genial serie televisiva, "Doctor en Alaska" ("Northern exposure", 1990-1995), llena de extravagantes personajes y situaciones, como en el anterior film y en el hoy glosado.

Ahora ahí os dejo unas citas de sabiduría ajena, no sé si como rastro que os pueda llevar a otras más allende este matutino, o como migajas de cebo para atraparos en el conocimiento del mundo que nos rodea:

 - "A las veces, do cazar pensamos, cazados quedamos".  (Refrán).

 - "Cuando un hombre mata a un tigre, lo llaman deporte; cuando el tigre mata al hombre, lo llaman ferocidad".  (George Bernard Shaw).

 - "Y para esto, para gozar de este aburrimiento precursor de nuevos y extraños estados de conciencia, no salgan al campo con escopeta y perros, pues es cosa probada que el que necesita de la caza para ir de campo es porque el campo mismo no le gusta, diga él lo que quiera. Él que de veras ama la naturaleza, no ve las perdices en ella".  (Miguel de Unamuno).

 - "El cariño por los animales está tan estrechamente unido a la bondad del carácter que puede afirmarse con seguridad que todo aquel que es cruel con los animales no puede ser un hombre bueno".  (Arthur Schopenhauer).

Besos y abrazos,

Don.
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miércoles, 15 de noviembre de 2017

Matutino al cuadrado

¡Buenos días!

No sé si alguna vez lograré la cuadratura del círculo, o viceversa, pues este no es más que un polígono con muchísimo más que cuatro ángulos, infinitos más bien, así que si me empeño hasta el final de mis días en doblar esquinas... ya veremos hasta donde me aguanta la paciencia y si alguna vez lo conseguiré. Y otro día de otoño más, soleado, de madrugadas rayanas en la helada, y máxima prevista de 16ºC, en el que espero con paciente tolerancia a que vengan las lluvias de rigor, a la par que trato de convivir amablemente con el tiempo que nos toca.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "The square", de Ruben Östlund, y con Claes Bang, Elisabeth Moss, Dominic West, y Terry Notary. Es el quinto largo de este director sueco, y segundo suyo que veo tras la estupenda "Fuerza mayor" ("Force majeure", 2014).

Está a punto de abrirse un nuevo museo de arte contemporáneo y conceptual (sea lo que sea lo que eso quiera decir), y a su director le roban por la calle sin que se dé cuenta su cartera, su móvil y el par de gemelos que llevaba. En una fiesta con compañeros de trabajo toma la decisión de hacer algo al respecto, y lo hace, sin ser muy consciente de las consecuencias, a la par que lidia con sus problemas personales y familiares, y una agencia de publicidad a la que contratan prepara una muy impactante, rayana en los controvertidos límites de lo socialmente tolerable, campaña de promoción en las redes sociales de la primera exposición que tendrá lugar nada más inaugurar, "The square", sobre cuadrados delineados en el suelo, y que junto con su leitmotiv intentará hacer reflexionar a los visitantes sobre la confianza en el otro, el altruismo y las grandes causas humanitarias de este nuestro primer mundo.

Una muy buena película (nota: 7) esta tragicomedia amarga sobre las miserias de la condición humana (o mona, o simiesca), de mirada casi atónita, bastante sarcástica, e incómoda e irreverente en muchos momentos, surreales y absurdos, básicamente por las afiladas críticas y reflexiones que induce, y que casi provocan sonrojo, propio y ajeno. Parecía una sucesión de cuadros más o menos cómicos y sin aparente trabazón, con unos cuantos espléndidos y otros más deslavazados. Por esta falta de fluidez no fue redonda, que si lo hubiera sido casi que llegaría a genial. Esta también parodia del arte moderno presuntamente reflexivo, cuando no tomadura de pelo, da mucho que pensar, sobre varios otros temas, como la difícil cuadratura de los nobles ideales sociales con nuestros individuales actos cotidianos dominados por el rutinario egoísmo, las más de las veces en contradicción, como así le pasa al algo atontado y guaperas protagonista; y hasta donde somos capaces de aguantar y tolerar al otro para no sobrepasar los límites de lo bien visto, de lo políticamente correcto.

Ahora unas pocas citas de sabiduría ajena, cuatro, que estuvieron a punto de quedarse en cuadro, pero no:

 - "Un cuadro de un museo es, posiblemente, el que tiene que escuchar más tonterías en todo el mundo".  (Edmond y Jules de Goncourt)

 - "Es más fácil luchar por unos principios que vivir de acuerdo con ellos".  (Alfred Adler).

 - "Los ideales están en ti; el obstáculo para su cumplimiento también".  (Thomas Carlyle).

 - "Si tuviéramos que tolerar a los demás todo lo que nos permitimos a nosotros mismos, la vida sería intolerable".  (Georges Courteline).

Besos y abrazos,

Don.
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martes, 14 de noviembre de 2017

El matutino dorado

¡Buenos días!

Por mucho que las nieves del tiempo ya platearon mi sien, que decía aquel tango, tanto estos matutinos como yo mismo creo que vivimos tiempos dorados, todo muy en relación con los preciosos metales que no busco, sino que me topo con ellos y de los que trato de disfrutar mientras pueda y por el tiempo que quieran quedarse conmigo. Y el áureo sol, tan brillante como un idem, sigue colonizando este otoño al que le faltan sus buenas lluvias y su barro sobrevenido... que si se dan las necesarias condiciones a través de los eones daría lugar a un buen tesoro, pues del turbio lodo pueden salir turbas, y luego carbones, y si acaso, en el colmo de la rareza, de ahí su preciosidad, su cristalización, el más duro entre los materiales conocidos... quimérica riqueza, cual cuento de la lechera, toda una entelequia en mi fugaz horizonte vital.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Oro", de Agustín Díaz Yanes, basada en un relato inédito de Arturo Pérez Reverte, y con Raúl Arévalo, José Coronado, Óscar Jaenada, Bárbara Lennie, Antonio Dechent, José Manuel Cervino, Juan Diego, Juan José Ballesta, Luis Callejo, Anna Castillo, Andrés Gertrúdix, Diego París, Juan Carlos Aduviri, y... dejo de poner más, que es un film muy coral. Esta es la quinta película de su director y guionista, y quinta que veo, tras "Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto" (1995), "Sin noticias de Dios" (2001), "Alatriste" (2006), y "Solo quiero caminar" (2008).

En el siglo XVI una expedición, una de tantas que no pasaron a la historia, de conquistadores españoles, un aguerrido grupo de donnadies, se adentra en la intrincada selva sudamericana tratando de encontrar una mítica ciudad hecha completamente de oro, y no se sabe si buscando gloria, fortuna, o simplemente riqueza, pero siempre huyendo adelante desde la más absoluta de las miserias, abriéndose paso por el infierno verde a sangre y fuego, contra cualquier amenaza que barrunten, o contra ellos mismos si se tercia cuando se ponen muy flamencos, por muy de otros sitios que sean.

Una buena película (nota: 6), bien hecha y muy bien interpretada, este relato de ambiciones, lealtades y traiciones, violenta crueldad, luchas intestinas, de atmósfera asfixiante, casi nula épica, sobre nuestras miserias, las personales y las sociales, en parte metáfora de esta España nuestra. Desde luego tiene el toque Pérez Reverte y, con otras maneras, retrata similares hechos que otras dos anteriores que recuerde: "Aguirre, la cólera de Dios" ("Aguirre der zorn gottes", 1972) de Werner Herzog, y "El Dorado" (1988) de Carlos Saura.

Ahora unas citas de sabiduría ajena, que espero tengáis como oro en paño y en tanta estima como yo:

 - "El oro es como las mujeres, que todos dicen mal de ellas y todos las desean".  (Félix Lope de Vega).

 - "Por muchas riquezas que el hombre posea y por grandes que sean la salud y las comodidades que disfrute, no se siente satisfecho si no cuenta con la estimación de los demás".  (Blaise Pascal).

Besos y abrazos,

Don.
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lunes, 13 de noviembre de 2017

Matutina librería

¡Buenos días!

Otra mañanita más en la que me libero, y casi que me hago librero (virtual), pues mi imaginación vuela al son del aleteo de sus inexistentes páginas, y aquí edito lo que queda plasmado de ella, para libre disfrute de los que por aquí se dejen caer a leerlo. Por lo demás, otro día más como los anteriores, soleado, sin rastro de lluvia, tan iguales unos a otros como los tomos de una enciclopedia debidamente colocados en los estantes de este otoño de lo más tranquilo. Para hoy tendremos 12ºC de máxima prevista por los madriles.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "La librería" ("The bookshop"), de Isabel Coixet, basada en la novela homónima de Penélope Fitzgerald, y con Emily Mortimer, Patricia Clarkson, Bill Nighy, y Honor Kneafsey. De esta directora he visto casi todos sus largometrajes: "Cosas que nunca te dije" ("Things I never told you", 1996), "A los que aman" (1998), "Mi vida sin mí" ("My life without me", 2003), "La vida secreta de las palabras" ("The secret life of words", 2005), "Elegy" (2008), "Mapa de los sonidos de Tokio" ("Map of the sounds of Tokio", 2009), "Ayer no termina nunca" (2013), "Aprendiendo a conducir" ("Learning to drive", 2014), y "Nadie quiere la noche" ("Nobody wants the night", 2015). A destacar muy especialmente dos delicias que me encandilaron y que os recomiendo encarecidamente: "A los que aman" y "Mi vida sin mí".

A finales de los años 50 una joven viuda abandona Londres para hacer realidad uno de sus mayores sueños: abrir una librería en una pequeña localidad en la costa inglesa. Sin embargo, para su sorpresa, esto no será en general bien recibido por los habitantes, especialmente por la señorona del lugar, cacique en toda regla que hará todo lo que esté en su mano por que no prospere el negocio.

Una buena película en general (nota: 6), bonita, con momentos deliciosos que destilaban interesantes reflexiones y otros, especialmente por sus maneras, quizá excesivamente clásicas para mi gusto, que por momentos casi me parecieron viejunas, que no me acabaron de convencer. La historia narrada es todo un homenaje de amor por los libros, al conocimiento que transmiten y el placer que produce su lectura, y como el compartir gustos similares por ellos puede llevar a sentir intensas conexiones emocionales. También, a través de su dulce protagonista, a la par que resuelta en el cumplimiento de sus sueños, por muchas trabas que se va encontrando, y que al final asume con digna entereza su derrota, se critica la aversión, cuando no mezquindad u odio visceral, por todo aquel que en una comunidad es diferente al resto y así lo manifiesta... tema de lo más actual por estos lares y doquiera allende fronteras.

Y ahora unas citas de sabiduría ajena, bien ordenadas en cuatro guiones, cual anaqueles, con un refrán, compendio de sabiduría popular, dos frases de un autor mentado en el film, y otra de su directora:

 - "Con sus libros, los muertos abren los ojos a los vivos".  (Refrán).

 - "Sin bibliotecas, ¿qué tenemos? Ni pasado ni futuro".  (Ray Bradbury).

 - "No hace falta quemar libros si el mundo empieza a llenarse de gente que no lee, que no aprende, que no sabe...".  (Ray Bradbury).

 - "Creo que sobrellevar un fracaso requiere un aprendizaje muy duro. Aceptar que has fracasado en algo conlleva un punto de coraje y hasta de heroicidad. Para mí, una derrota tiene tanta grandeza como un triunfo".  (Isabel Coixet).

Besos y abrazos,

Don.
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domingo, 12 de noviembre de 2017

Matutino puesto a prueba

¡Buenos días!

Pues sí, en este delicioso domingo de otoño, tibio, soleado, y de confortable placidez, no sé si, salir a disfrutarlo, o salir a disfrutarlo, enorme dilema que me reconcome por dentro y del que si no sé salir acabaré por quedarme apolillado en la gruta de mis propias indecisiones. La máxima prevista para hoy por estos lares será de unos deliciosos 17ºC.

Este fin de semana estuve en el teatro viendo la obra "El test", escrita por Jordi Vallejo, dirigida por Alberto Castrillo-Ferrer, e interpretada por Luis Merlo, Maru Valdivielso, Antonio Molero, e Itziar Atienza.

Dos parejas de amigos festejan la inauguración de la nueva casa de una de ellas, un lujoso ático. Uno de ellos, plantea a la otra pareja, que tiene problemas económicos, la siguiente cuestión hipotética, que forma parte de un test de personalidad que su pareja, afamada y mediática psicóloga, ha elaborado: ¿qué elegirías, cien mil euros ahora o un millón dentro de diez años? Esta simple pregunta, y el hecho posterior de que el ponente la hará posible en la realidad, desencadenará tensiones en ambas parejas, entre y dentro de ellas, sacando a la luz sus más íntimos secretos y miserias.

No me hizo mucho tilín (nota: 5) esta comedia amarga que tampoco me hizo reír gran cosa, aunque tampoco me amargó el rato pues tuvo momentos de mucho ingenio que me indujeron interesantes reflexiones sobre nuestro modo de ser (psicológicas) ante el dinero (económicas), que la psicología influye y mucho en la economía, y viceversa, y de cómo el poderoso caballero, don dinero, es capaz de romper amores y amistades; así como también nos habla de hasta qué punto nuestras más irreductibles convicciones morales son puestas a prueba por el vil metal, entre varias otras más.

¿Y por qué me sucedió esto? Tal vez porque ya he visto unas cuantas obras de teatro y películas con esos mismos esquemas, a saber, reunión de amigos, emparejados o no, en el que se plantea una cuestión más o menos trivial que produce cual efecto mariposa una tormenta perfecta que desemboca en la hecatombe de sus relaciones. Por ejemplo, entre las obras de teatro, "El crédito" de Jordi Galcerán o "Arte" de Yasmina Reza; y entre las películas, "Un dios salvaje" ("Carnage", 2011) de Roman Polanski, basada en la obra homónima de Yasmina Reza, o "El nombre" ("Le prénom", 2012) de Matthieu Delaporte y Alexandre de la Patellière, basada en la obra homónima de ellos mismos.

Bueno, pues ahora, sin ninguna duda, unas citas de sabiduría ajena, que tal vez nos ayuden a despejarlas si es que se nos llegan a presentar:

 - "Nunca está el hombre sometido a una prueba tan grande como el exceso de su buena fortuna".  (Lew Wallace).

 - "Los amigos que tienes y cuya amistad ya has puesto a prueba engánchalos a tu alma con ganchos de acero".  (William Shakespeare).

 - "La duda, esa vaga nubecilla que, a veces, habita los cerebros, también puede entenderse como un regalo. Y no es -lo que queda dicho- una aseveración, ya que, sobre ella, tengo también mis dudas".  (Camilo José Cela).

Besos y abrazos,

Don.
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jueves, 9 de noviembre de 2017

Matutino(s)

¡Buenos días!

A este matutino, tan igual o tan distinto como cualquiera de los otros, podría retratarlo con cuatro trazos más o menos espontáneos o elaborar toda una sesuda tesis al respecto. Pero no haré nada de eso, le dejaré fluir a su albedrío, y que sea el resto de espectadores el que haga la tarea en su mente, que cada cual verá lo que más se ajuste a sus expectativas. Y estos días de otoño poco canónico, frescos y soleados, en estos últimos días también vuelven a parecer copias de sí mismos, con sus leves, muy leves variaciones, eso sí, poco dados a experimentar con nuevos elementos que los renueven. Hoy, en este 9 de noviembre de regalar "un ramito de violetas", como dice la canción de Cecilia, ha bajado algo la temperatura y tendremos por los madriles una máxima de 12ºC.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Saura(s)", de Félix Viscarret, y con Carlos Saura, sus siete hijos, la actual (la cuarta) de sus mujeres, y el propio director. Film documental aunque haya actores que, menos una, la esposa, no son profesionales, representan su papel, hablar de la vida de uno de los más prestigiosos directores de cine de este país y allende sus fronteras. De los varios largos anteriores de este director tan solo había visto uno, el de su debut, un film de ficción que me gustó mucho y os recomiendo, "Bajo las estrellas" (2007). De la larga filmografía de Saura he visto algunas de sus cintas, una cuarta parte de ellas más o menos, estupendas todas, cuando menos, y de las que para mí "La caza" (1966) es la mejor, una obra maestra.

En este documental el director tenía la intención de que los siete hijos conversaran con su padre sobre su vida, la personal, con el trasfondo de unas paredes en las que se proyectasen sin sonido films del aclamado cineasta (Huesca, 1932). Pero dado su particular carácter, su maña tozudez o mañosa testarudez para evitar hablar de lo más íntimo y de revisar su propia obra, casi más parecía que él dirigía los derroteros de este documental sobre él mismo, obligando a salir a escena al supuesto director del proyecto para tratar de reconducirlo, dado lo poco que podía sonsacarle. Así que a estas dificultades del rodaje no les quedó otra que formar parte de lo relatado en el film. Y como siempre en el cine, o en la literatura, con la perpetua duda entre qué parte es realidad y cual ficción, por muy presunto documental que fuera, pues no sé si lo anterior fue espontáneo o una pose de estilo (en el buen sentido) acordada entre ambos directores, los presuntos retratista y retratado.

Buena película (nota: 6). Con una escenografía que recuerda a la de los films musicales de Saura, como "Sevillanas" (1992), "Flamenco" (1995), "Tango" (1998), o "Fados" (2007), pues en su mayoría se desarrolla en un espacio cuadrado acotado entre paneles, es una atípica hagiografía en la que se nos muestra una familia poco convencional, aunque todas lo sean a su manera, donde apenas se habla de su obra, poco más que como referencia de sus cambios vitales y amorosos.

Ahora un par de citas de sabiduría ajena en relación con el cine, y que bien podrían aplicarse al homenajeado en el documental, con sus reticencias a serlo:

 - "El cine es un espejo pintado".  (Ettore Scola).

 - "Si me ofrecieran rodar mi vida en una película, lo rechazaría".  (Kirk Douglas).

Besos y abrazos,

Don.
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miércoles, 8 de noviembre de 2017

Matutino de los sexos

¡Buenos días!

Aunque no sé de cual, si de uno, de los dos, de todos, o de ninguno, que tal vez sean como los ángeles, asexuados. Así que da igual, no nos pelearemos por ello, dejémosles ser como quieran ser, y cada uno a disfrutar con lo que tiene. Como de este fresco día de otoño, de madrugada fría, sin excesos, sol a raudales y máxima prevista para hoy de 15ºC por los madriles, todo muy bien avenido, por mucho que deseemos algo más de revolución otoñal, con las típicas borrascas de la estación, pero esto es lo que hay, y casi seguro que en días venideros será otra cosa.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "La batalla de los sexos" ("Battle of the sexes"), de Jonathan Dayton y Valerie Faris, y con Emma Stone (tan estupenda como siempre) y Steve Carell. Es el tercer largo de esta pareja de directores, de quienes había visto sus dos muy recomendables anteriores, "Ruby Sparks" (2012), y "Pequeña Miss Sunshine" ("Little Miss Sunshine", 2006).

A principios de los años 70 las tenistas se sublevaron contra los estamentos directivos de ese deporte reclamando cobrar los mismos premios que los hombres pues llevaban similar cantidad de público a las canchas. Ante los oídos sordos decidieron asociarse por su cuenta, creando la WTA, y formar su propio circuito de torneos a espaldas de los establecidos. A la cabeza de ellas, la número uno del momento, Billie Jean King. Aprovechando la ocasión, un anterior número uno mundial de ese deporte, Bobby Riggs, todo un machista fanfarrón ya entradito en años (55), decide retar a cualquier mujer que se atreva a enfrentarse a él por un jugoso premio y determinar si las féminas debían ser merecedoras de tal igualdad salarial. Al final terminó por aceptar el reto la número uno (29 años), y enseguida se montó un monumental circo alrededor de ese partido (disputado en 1973), anunciado a bombo y platillo como el título del film, y que llegó a ser uno de los acontecimientos deportivos con mayor audiencia en toda la historia.

Una buena película (nota: 6) que no solo va de cuestiones deportivas, sino también de amor, de reivindicación feminista, de lucha por la igualdad, y por la no discriminación por la orientación sexual que cada cual tenga a bien llevar en su ser, esta más soterrada. Relativamente convencional en sus maneras y de crítica social poco afilada pero eficaz, pues una sutil dejada puede ser tan efectiva o más que un contundente mate, la vi con agrado, con algunos momentos muy logrados, y otros más normalitos. Casi lo mejor, las historias de amor de ambos protagonistas, dando la película mayor relevancia a la de ella, cada uno luchando por lo suyo, debatiéndose consigo mismos, a sus respectivas maneras.

Ahora unas citas de sabiduría ajena, con la que no sé si dirimiremos el sexo de los ángeles, pero da lo mismo:

 - "El deporte es una estilización de la guerra".  (Francisco Umbral).

 - "El amor es el único deporte que no se suspende por falta de luz".  (Noel Clarasó).

 - "No son los dos sexos superiores o inferiores el uno al otro. Son, simplemente, distintos".  (Gregorio Marañón).

 - "Cuando hombres y mujeres se ponen de acuerdo, las conclusiones deben ser las mismas, pero los motivos diferentes".  (George Santayana).

Besos y abrazos,

Don.
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martes, 7 de noviembre de 2017

Matutino fantasmagórico

¡Buenos días!

No, no hace falta que os frotéis los ojos para quitaros de la vista la aparición de hoy, que este matutino no da nada de miedito, ni es gore ni truculento, además de ser de lo más real por muy virtual que sea, dado que los bits que lo conforman no son materiales, por mucha encarnación, más bien plasmación de mi ideario que contengan, que en cierto modo, como el resto de ellos, es ectoplasmático de mi ser, cual fantasma, tan solo fanfarrón algunas escasas veces, más bien cual si fuera mi propio espíritu, que todos ellos son parte de él. Bueno, pues tras este desparrame, no me hubiera venido nada mal un brumoso día de otoño para que la ambientación fuera perfecta, pero ya se sabe, esto es lo que hay, y hoy toca radiante sol evaporizador y que por falta de humedad no se descompone en todo el espectro lumínico de un arco iris, madrugada rayana en la helada, y 16ºC de máxima prevista por los madriles.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "A ghost story", de David Lowery, y con Casey Affleck y Rooney Mara (tan estupenda como siempre). Es el cuarto largo de este director, y segundo suyo que veo tras "En un lugar sin ley" ("Ain't them bodies saints", 2013).

Una joven pareja vive su amor y su vida día a día. Ella quiere cambiar de casa, él no. Uno de esos días él fallece en un accidente de tráfico y ella queda desolada. Sin embargo, su fantasma, enfundado en una sábana blanca con dos agujeros para los ojos, regresa a la casa para estar invisible, intangible, inaudible, imperceptible en suma, al lado de ella durante su duelo. El tiempo pasa, supera su dolor, rehace su vida, y se muda a un nuevo hogar, quedando él solo sin saber que hacer en la casa vacía, llegan nuevos inquilinos, se van, la casa está cada vez más destartalada... el tiempo sigue fluyendo sin remisión y él sigue ahí sin moverse.

Una estupenda película (nota: 8), que os recomiendo si no os echan para atrás los films reflexivos y parsimoniosos, y que a pesar de su título ni es de miedo ni va de fantasmas aterradores. Chocante historia a la que para mi gusto le sobró algo de casi eterno ensimismamiento en algunas escenas de la primera mitad del metraje que me dificultaron el trance de verla, pero a partir de ahí me mereció mucho esa pena, sobre todo cuando llegó la escena final, de hermosa y poética desolación desvanecida del ensabanado encierro.

Historia que juega con el tiempo, lo ralentiza casi hasta la exasperación, lo acelera con sutiles elipsis, y lo echa adelante y atrás, centrada en los taciturnos pesares del fantasma que queda desolado (y con sus propios fantasmas), más que en los vivos, aunque a través de aquel hable sin mediar palabra a estos, a nosotros. Además de aprisionado amor allende la vida, o la muerte, y de cuando habría que cortar amarras emocionales, nos habla de si queda algo de nosotros después de morir, que el implacable tiempo todo lo barre.

Por último, destacaría tres cosas que me gustaron especialmente: la fotografía casi pictórica con muchos cuadros hieráticos o con poco movimiento; el speech que suelta un personaje, todo un desparrame que sin embargo encierra unas cuantas dosis de reflexiones filosóficas desoladoras de lo que queda de nosotros una vez muertos, y que da mucho sentido a lo que pasa después hasta el final; y la ya mentada escena final, hermosísima, que me emocionó de tal modo que hizo que me recorriera un cosquilleo por la nuca.

Ahora, en la sección de sabiduría ajena, un par de citas, una del director y guionista del film, y unos versos de Machado, con mucha relación con lo versado en la película, como casi siempre:

 - "Me aterra pensar en lo rápido que pasan los años. Esta película intenta enfrentarse al paso del tiempo. El tiempo seguirá adelante me guste o no, y llegará un momento en que todo por lo que me esforcé o lo que conseguí en la vida no significará nada. Todos seremos fantasmas al final".  (David Lowery).

 - "Cuando recordar no pueda,
¿dónde mi recuerdo irá?,
una cosa es el recuerdo
y otra cosa es recordar.

Cuando la tierra se trague
lo que se traga la tierra,
habrá mi recuerdo alzado
el ancla de la ribera.

Recuerdos de mis amores,
quizás no debéis temblar:
cuando la tierra me trague
la tierra os libertará".  (Antonio Machado).

Besos y abrazos,

Don.
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lunes, 6 de noviembre de 2017

Matutino -coma- ¿el amor te sube la bilirrubina?

¡Buenos días!

Tras las tímidas lluvias de este fin de semana y la leve bajada de la fiebre, perdón, quería decir de las temperaturas, las ambientales, lo que espero no nos haya hecho incubar ningún resfriadillo, hoy se nos ha levantado un día radiante de otoño, de esos que enamoran, lejos de todo ardor, con algunas nubes, sol parece que teñido de bilirrubina, aunque de lo más sanote, y una máxima prevista para hoy por los madriles de 13ºC.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "La gran enfermedad del amor" ("The big sick"), de Michael Showalter, y con Kumail Nanjiani y Zoe Kazan. Es el primer largo que veo de este director, cuyo guión, autobiográfico, está coescrito (junto con su esposa) por el actor principal.

En Chicago un joven de origen paquistaní que trabaja como conductor para una empresa que funciona a través de una app de móvil, y por las noches en un club de monologuistas, conoce en uno de sus espectáculos a una chica que interrumpe su actuación. Esa noche acaban enrollados con la idea de no seguir, pero se encuentran muy a gusto el uno con el otro así que su relación sigue adelante durante varios meses, mientras los padres de él, muy tradicionales y que desconocen esto, no cesan en su empeño de encontrarle novia paquistaní para que se case en un matrimonio concertado, pero él va desechando una candidata tras otra. Un día ella decide romper al descubrir lo anterior. Al poco cae gravemente enferma, y los médicos deben inducirle un coma para salvarla. Cuando él se entera, acude al hospital y allí conoce a los padres de ella, con los que mantendrá una peculiar relación los días que dura el coma.

Una buena película (nota: 6), con algún desfallecimiento entremedias que me la deslució levemente por algunos momentos, pero con su puntito, sus puntitos, de originalidad, y con la que pasé un rato muy agradable, con algunas risas, y algún momento de emotividad, todo muy comedido. Empieza siendo divertida comedia romántica, luego deriva a tragicomedia parental y familiar, y para rematar, sin que nadie muera, vuelve como empezó, con más comedia romántica, en su desenlace... aunque ellos acabarán enlazados.

Ahora un par de citas de sabiduría ajena, hoy un poema y una canción, con bastante relación con lo que cuenta el film, que no sé si nos lograrán sacar de toda inconsciencia que podamos padecer, sea comatosa o amorosa, lo que viene a ser casi lo mismo:

 - "De querer a no querer
hay un camino muy largo,
que todo el mundo recorre
sin saber cómo ni cuándo.
Me he enamorado de ti,
y es enfermedad tan mala
que ni la muerte la cura,
según dicen los que aman".  (Manuel Machado).

 - "La bilirrubina".  (Juan Luis Guerra: letra, música e interpretación).

Besos y abrazos,

Don.
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jueves, 2 de noviembre de 2017

Rayos, truenos y centellas: el acabose matutino

¡Buenos días!

¡Ya será menos!, me parece que estoy sobreactuando de modo melodramático, que en este divino remanso de paz matutina nada parece derrumbarse, ni siquiera abrirse los cielos cual si se desplomaran sobre nosotros. Y ya que de cielo estamos hablando, tampoco parece que vaya a haber hecatombes en cuanto al clima se refiere, en otro día más de placidez otoñal, nada soleado y con máximas de unos 19ºC por los madriles.

Antes de ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Thor: Ragnarok", de Taika Waititi, y con Chris Hemsworth, Tom Hiddleston, Cate Blanchett, Tessa Thompson, Jeff Goldblum, Mark Ruffalo, Anthony Hopkins, Benedict Cumberbatch, Idris Elba, y Karl Urban. De este director neozelandés, que también es actor y guionista, y de hecho sale como irreconocible secundario en este, había visto hace un par de años uno de sus anteriores films, la descacharrantemente divertida "Lo que hacemos en las sombras" ("What we do in the shadows", 2014), codirigida con Jemaine Clement, y con la que me lo pasé en grande riendo a mandíbula batiente.

Tras su última exitosa misión para salvar su mundo, Thor acaba preso al otro lado del universo sin su poderoso martillo, destruido por una nueva amenaza, su malvada hermana, que quiere dominar todos los mundos. Pero antes de poder regresar a salvar su tierra deberá sobrevivir a una competición de gladiadores donde tendrá que enfrentarse a su compañero de los Vengadores, el increíble Hulk.

Una buena película (nota: 6) con la que me divertí y entretuve, y pasé un buen rato, con humor, aventuras de fantasía, y poca épica (lo que me gusta, y cuanta menos mejor). En parte me sorprendió (para bien) pues, en general, las pelis de superhéroes no me suelen convencer, cuando no me chirrían o disgustan; y en parte no (también para bien), pues la anterior película de su director me pareció muy divertida, por momentos hilarante, y por eso fui a ver esta, y parte de ese sello de autor, de humor disparatado, ha quedado en esta, a pesar de mantener algo los cánones de este género, de los que sin embargo se cachondea sin rubor y en parte los pervierte.

Pues esto se acaba aunque no sea el apocalipsis, con algún chisporroteo que otro, como estas citas de sabiduría ajena:

 - "El genio es un rayo cuyo trueno se prolonga durante siglos".  (Knut Hamsum).

 - "Antes que acabes, no te alabes".  (Refrán).

 - "La última voz audible antes de la explosión del fin del mundo será la de un experto que diga: es técnicamente imposible".  (Peter Ustinov).

Besos y abrazos,

Don.
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