jueves, 18 de abril de 2024

Matutino que cambia en la siguiente vuelta

¡Buenos días!

Otra mañana más en la que el imperturbable sol vuelve a lucir sin tapujos en una jornada en la que lo que sí cambia con respecto a pasados días, salvo ayer, es la temperatura, bastante más fresca, 20ºC de máxima prevista por los madriles, ya más cercana a lo normal por estas fechas, que los anteriores calores pasados de vueltas parece que de momento pasaron. Así que, menos agobiado, vuelvo por enésima vez a mi mundo matutino en el que todo y nada cambia para seguir fluyendo armónicamente junto a él.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "La segunda vuelta" ("Second tour", 2023), dirigida por Albert Dupontel, e interpretada por Cécile de France, Nicolas Marié, y el propio director. Es el octavo largo, y cuarto que veo, tras "Adiós, idiotas" ("Adieu les cons", 2020), "Nos vemos allá arriba" ("Au revoir là-haut", 2017) y "9 meses... de condena" ("9 mois ferme", 2013), como director de este también guionista y actor francés, de quien además he visto algunas películas suyas en las que actuaba para otros directores.

A una periodista política defenestrada por haber iniciado hace años una investigación que comprometía a importantes accionistas de la cadena de televisión para la que trabaja y que por ello fue enviada a cubrir partidos de fútbol desde entonces, debido a un accidente en el que resultaron malheridos los compañeros que cubrían la segunda vuelta de la campaña electoral francesa para elegir al nuevo presidente, y dado que otros compañeros que podrían hacerlos sustituido están de baja o con otros similares inconvenientes, le encomiendan esa tarea, pero con estrictas directrices de las que no debe salirse. Tiene que seguir la campaña del candidato favorito en las encuestas, novato en la política, con grandes capacidades intelectuales y rico heredero de una poderosa familia de magnates. No le gusta nada el ideario del político, que casualmente fue compañero suyo de clase en el colegio cuando eran adolescentes, y además su perspicaz instinto periodístico le dice que oculta algo a todo el mundo. Así que, contraviniendo las instrucciones recibidas de sus jefes, se pone a investigar por su cuenta.

Buena película (nota: 6), con sus más y sus menos, esta satírica comedia, un tanto delirante y excéntrica, que me hizo sonreír más que reír con situaciones rocambolescas, alocadas, extravagantes, podría decirse que sobre farsantes políticos, y también periodísticos o empresariales, conchabados entre sí para que las cosas salgan a su acomodo, y de gente inconformista que lucha contra esto desde dentro. Historia cuyo leitmotiv que la vertebra parece ser una frase que aparece al inicio de la película, que dice más o menos que la única manera de cambiar el sistema es ser parte de él.

Bueno, pues tras doblar el último recodo de este matutino, llegamos a la sabiduría ajena, con estas citas que espero ayuden a nuestras entendederas a seguir el ritmo del perpetuo cambio, más o menos imperceptible, salvo que queramos perder el tren de la vida:

 - "Los políticos son como los cines de barrio, primero te hacen entrar y después te cambian el programa".  (Enrique Jardiel Poncela).

 - "Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie".  (Giuseppe Tomasi di Lampedusa).

 - "Nunca creí que pudiéramos transformar el mundo, pero creo que todos los días se pueden transformar las cosas".  (Françoise Giroud).

 - "Quería cambiar el mundo. Pero he descubierto que lo único que uno puede estar seguro de cambiar es a uno mismo".  (Aldous Huxley).

 - "Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos".  (Eduardo Galeano).

Besos y abrazos,

Don.

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miércoles, 17 de abril de 2024

¡Coño, un matutino!

¡Buenos días!

Parece que hoy la meteorología ha consentido en volver algo más fresca a esta primavera tras unos días de calorcito que coqueteaba con el verano, pero sin ir a mayores, que todavía no está por la labor y el verano se acoquinó por sí mismo en espera de mejor ocasión, si tal vuelve a darse, pues en esta soleada jornada están previstos por los madriles 22ºC de máxima, lejos de nuevo de casi la treintena de pasados días. Por lo demás, ya no sé ni por qué me sorprendo al volver a contactar con otro de mis bien amados matutinos, pero así es nuestra relación, siempre como nueva a la vuelta de cada esquina, y con mutua compresión y respeto, donde no se tolera ni de coña el forzar las situaciones.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "HLM Pussy" (2023), de Nora el Hourch, y con Leah Aubert, Médina Diarra, Salma Takaline (un bellezón), Oscar Al Hafiane, Bérénice Bejo, Mounir Margoum, y Amelia Lacquemant. Es el primer largo de su directora, francesa de origen marroquí.

Tres adolescentes, íntimas e inseparables amigas desde que tienen uso de razón, son de diferentes estratos sociales (una de ellas vive en un cercano barrio más acomodado junto a su madre abogada y padre cirujano) y van al mismo instituto de su suburbio. Un día, una de ellas es acosada sexualmente por el mejor amigo de su hermano, y las tres deciden, aunque con la reticencia de la afectada, volver a citar al maltratador y grabar un video comprometedor de su detestable comportamiento. Pero ante la reiteración en el acoso, otra de ellas, la de familia más rica y muy concienciada en lo concerniente a la justicia social, por su cuenta y riesgo, con la oposición de las otras dos, publica en redes el video bajo el seudónimo de "HLM Pussy", para ayudar a su amiga poniendo en evidencia al agresor. Esto las pondrá en peligro y además hará tambalearse su estrecha amistad de siempre.

Muy buena película (nota: 7), didáctica, para despertar conciencias, necesaria, auténtica, impregnada de juvenil frescor, con leves pero casi constantes sensaciones de tensión e incomodidad durante su visionado, casi siempre latentes, aunque a veces afloren. Y que acabó por emocionarme poco antes de su final (mejorable). Nos habla, con cierta pátina de militancia de femenina hermandad contra los abusos, básicamente de consentimiento, no solo del sexual, también de identidad cultural, de dobles identidades, de maduración vital, de violencia contra las mujeres (tolerancia cero).

No es coña, llegó el momento de la sabiduría ajena, con estas citas que me consienten que las difunda para mejorar nuestras entendederas:

 - "La culpa no está en el sentimiento, sino en el consentimiento".  (San Bernardo de Claraval).

 - "Nadie puede hacer que te sientas inferior sin tu consentimiento".  (Eleanor Roosevelt).

 - "Permitir una injusticia significa abrir el camino a todas las que siguen".  (Willy Brandt).

 - "No es otra cosa la amistad que un sumo consentimiento en las cosas divinas y humanas con amor y benevolencia".  (Marco Tulio Cicerón).

Besos y abrazos,

Don.

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lunes, 15 de abril de 2024

Sangrantes mentiras matutinas

¡Buenos días!

No os voy a engañar, no va a hacer frío, al menos en los más próximos días, cosa que ya apunta este confortable amanecer que seguro todos ya estaréis notando, con sol y algunas nubes, con el que comienza una jornada en la que se esperan unos 27ºC por los madriles, ya queriendo coquetear con el mismísimo verano... ¡y estamos todavía tan solo en abril!... lo que no sé si será una crueldad meteorológica, pero al menos yo me dedicaré a disfrutar, tanto como con el frescor de pasados días, a mi aire, dado que la brisa que sopla tampoco es como para tirar cohetes.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Sangre en los labios" ("Love lies bleeding", 2024), de Rose Glass, y con Kristen Stewart, Katy O'Brian, Ed Harris, Jena Malone, Anna Baryshnikov, y Dave Franco. Es el segundo largo, y primero que veo, de su directora.

Finales de los años 80. Una joven decidida a triunfar como culturista va hacia Las Vegas para participar en una competición. En su camino para por un pequeño pueblo de Nuevo México donde conoce a la solitaria gerente del cutrecillo gimnasio del lugar, cuyo padre es un traficante de armas ilegales con el que no se trata, un tipo despiadadamente violento. Ambas se enamoran, pero su relación desencadenará una ola de sangrientos crímenes en los que también se verá implicada la intrigante familia de la segunda.

Buena película (nota: 6), arriesgada y original, de muy resultona factura visual, cuya excesiva historia no me atrapó en exceso, pero me hizo pasar un rato entretenido y me evadió por el tiempo de su metraje. Con toques de humor, negro y corrosivo, y de terror, es un tanto desmesurada, gamberra, un batiburrillo de referencias, con ramalazos sin contemplaciones, de cuando en cuando, de sangre, violencia, malos tratos, sexo, drogas (anabolizantes, esteroides y psicotrópicos) y... un toque de realismo mágico al final embebido de alucinógenos. Con el trasfondo de una sórdida América profunda y desolada, este romance de amor lésbico, salvaje, entre una que huye y otra atrapada, nos habla de un modo oscuro, turbio, con sensación de peligro, de amores tóxicos, destructivos, de esos que enganchan como una mala droga, y de venganza.

Ahora, sin más, a sangre fría, ahí os dejo estas citas de sabiduría ajena, comenzando por una de la propia directora sobre uno de los varios aspectos tratados en la película:

 - "Muy a menudo el amor romántico se presenta como la máxima aspiración, lo que te transformará para mejor, pero la realidad es más complicada. [...] por las cualidades egoístas y parasitarias del amor y las formas en que puede hacerte sentir emocionado, enfermo y aterrorizado, todo al mismo tiempo".  (Rose Glass).

 - "El amor y la poesía me embriagan, inocentemente, como al tigre la sangre".  (Fernando Arrabal).

 - "Corazón independiente
Corazón que no controlo
Vives perdido entre la gente
Obstinadamente sangrando
Corazón independiente".  (Amália Rodrigues).

 - "Las lágrimas son la sangre del alma".  (San Agustín).

Besos y abrazos,

Don.

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miércoles, 10 de abril de 2024

¡Socorro, miedo me da este confortable matutino!

¡Buenos días!

Todavía no me alarmo por la escalada de temperaturas que ya estamos comenzando a tener, hasta niveles, otra vez, no tanto peligrosamente estratosféricos, aunque sí muy impropios para estas fechas recién primaverales, porque de momento la máxima prevista para hoy por los madriles en este soleado día será de unos muy cómodos y acogedores 20ºC. Por lo demás, sin el más mínimo temor, me dejo llevar en volandas por otro de mis bien amados matutinos, a sabiendas de su profesionalidad en zarandearme de aquí para allá por lo que respecta a mis emociones. Emocionantes travesías de lo más placentero que siempre hago con cada uno de ellos.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Mayday Club" ("Northern comfort", 2023), de Hafsteinn Gunnar Sigurðsson, y con Lydia Leonard, Timothy Spall, Ella Rumpf, Sverrir Gudnason, Simon Manyonda, Björn Hlynur Haraldsson, Emun Elliott, Gina Bramhill, y Rob Delaney. Es el segundo largo que veo de los de este director islandés, tras "Buenos vecinos" ("Undir trénu", 2017).

Un grupo de personas aerofóbicas asiste a un curso especial para superar su miedo a volar que se imparte en Londres. Tras las clases teóricas y unas prácticas en un simulador de vuelo, como ejercicio final, acompañados por uno de los profesores, un tanto novato, deberán viajar en un avión comercial hasta Islandia y, tras esperar en el aeropuerto nórdico un par de horas, tomar el avión de regreso. Este era el plan, pero tanto por imprevistos fenómenos meteorológicos de lo más adverso como por la avería del motor del avión de vuelta, que impide que salga su vuelo, ni cualquier otro, deberán permanecer en el gélido país más tiempo del previsto, lo que descontrolará sus ya de por sí muy alterados estados de ánimo.

Buena película (nota: 6) esta extravagante comedia que me hizo reír, incluidas carcajadas, unas cuantas veces, y eso a pesar de su frío humor nórdico que a veces me descolocaba, algo ajeno para un meridional como yo, o precisamente por eso me hizo bastante gracia. Personajes rocambolescos que acaban más desquiciados si cabe de lo que partieron, situaciones disparatadas, absurdas, que abocan a los personajes a encontrar la manera de enfrentarse a sus fobias y saltar al vacío de la vida sin temor.

Ahora llegan, en su justo momento y para nuestro auxilio, unas cuantas citas de sabiduría ajena, que tal vez nos ayuden a mejor manejar nuestros eventuales temores, absolutamente infundados la inmensa mayoría de las veces:

 - "No hace falta conocer el peligro para tener miedo; de hecho, los peligros desconocidos son los que inspiran más temor".  (Alejandro Dumas).

 - "El miedo del peligro es diez mil veces más terrorífico que el peligro mismo".  (Daniel Defoe).

 - "Lo único que cura el miedo es el peligro auténtico".  (Alain).

 - "Todo peligro pierde mucho de su amenaza cuando se han descubierto sus causas".  (Konrad Lorenz).

 - "Te dices a ti mismo: ¡mira, aquí está el mundo que aparenta ser tan peligroso! Pero no es nada más que un juego de niños. Merece la pena hacer chistes sobre esta amenaza".  (Sigmund Freud).

Besos y abrazos,

Don.

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martes, 9 de abril de 2024

Matutina palabrota

¡Buenos días!

Con este veleidoso, revoltoso y pícaro clima primaveral de estos días, con sol, nubes, chaparrones, tibias temperaturas, e insultante desparpajo, brota por doquier el colorido floral, y el verdor, exuberantemente vicioso, según mi exaltada y limpia mirada alineada con las tercera y cuarta acepciones de esta palabra en el diccionario de la RAE, o con impudicia, según la sucia mirada que otros, presuntamente recatados, puedan tener. Hoy toca sol a raudales, frescor relativo y una máxima prevista por los madriles de 16ºC. Y como en cada matutino me brotan atropelladamente las palabras a golpe de tecla, y a pesar de aporrearlo, ni un insulto le sale componer al desordenado abecedario del teclado.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Pequeñas cartas indiscretas" ("Wicked little letters", 2023), de Thea Sharrock, y con Olivia Colman, Jessie Buckley, Anjana Vasan, y Timothy Spall. Es la primera película que veo de esta directora británica, que parece estar basada en un caso real.

Primeros años 20 del pasado siglo en una localidad costera al sur de Inglaterra. Hace poco que terminó la I Guerra Mundial. Una solterona mojigata, reprimida (en lo personal y en lo social), que vive en casa de sus ancianos padres, empieza a recibir una serie de escandalosas cartas anónimas cuajadas de obscenos insultos y soeces improperios contra ella. Enseguida las sospechas recaen sobre su vecina de al lado, una joven procaz y deslenguada que vive la vida a su aire, en las antípodas de las recatadas maneras de su constreñida vecina, que llegó al lugar hace poco junto con su hija, y que está amancebada con su nuevo novio. Es detenida y encarcelada a la espera de juicio, y cuando sale bajo fianza, las cartas vuelven a aparecer, esta vez dirigidas también a los demás convecinos. La policía da por sentado que ha sido ella, en base solo a hechos circunstanciales, pero una perspicaz agente, la primera mujer policía del pueblo, ninguneada por sus compañeros masculinos, se pone a buscar por su cuenta pruebas para encontrar al verdadero culpable y demostrar la inocencia de la joven quien, de perder el juicio, perdería también la custodia de su hija.

Buena película (nota: 6) esta muy divertida farsa, de humor un tanto vodevilesco, que me hizo reír bastantes veces, incluso con carcajadas, también de investigación a lo Agatha Christie que, con cierto sarcasmo, hace crítica de la situación femenina en la sociedad, la más encorsetada de entonces y la de ahora. También destila al final eso de que decir palabrotas es un buen medio de desahogarse de lo que nos pueda enrabietar, especialmente dicho de palabra, pero con cuidado de que no se nos vaya de las manos y acabe por envenenarnos a nosotros mismos, especialmente si lo escribimos, en misivas (ya en desuso) o en redes sociales (actualmente), en sintonía con lo que reza la frase que aparece en el cartel promocional de la película, "ten cuidado con lo que escribes" (o publicas en redes).

Ahora, con la mejor de mis intenciones, con suma bondad, ahí os dejo estas citas de sabiduría que, no es indiscreción, son ajenas:

 - "Lo más ofensivo que pueda lanzarte a la cara tu peor enemigo no se compara con lo que tus amigos dicen de ti a tus espaldas".  (Alfred de Musset).

 - "Sé muy bien que el mal proviene de lo que pienso, pero mi cólera es aún peor que mis pensamientos, la ira lleva a los mortales a incurrir en los peores males".  (Eurípides).

 - "Vela por tus pensamientos cuando estés solo y por tus palabras cuando estés con los demás".  (Epicteto de Frigia).

 - "Embellece tu vida con pensamientos y con palabras. Trata tú mismo de descubrir cuales habrán de ser los pensamientos que te embellezcan la vista y que, al convertirse en palabras, ofrezcan esta belleza a otros".  (Noel Clarasó).

Besos y abrazos,

Don.

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lunes, 8 de abril de 2024

¡Menudo pájaro este matutino!

¡Buenos días!

Vuelan las nubes por el cielo, en bandadas cada vez más prietas, y las muy cucas tal vez nos empapen en las bastante probables tormentas vespertinas que hay previstas por los madriles, en los que además se espera una máxima de 19ºC para hoy. Por lo demás, otra nueva mañana en la que me lía otro matutino para que tecla a tecla le lleve por donde a él más le gustaría, por mucho que yo los conduzca, lo que hago siempre de muy buena gana, hasta que el pájaro eche a volar por su cuenta.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Pájaros" (2024), de Pau Durà, y con Luis Zahera, Javier Gutiérrez, y Teresa Saponangelo. Es el tercer largo como director de este también actor y guionista, tras "Toscana" (2022) y "Formentera Lady" (2018).

Un tipo aficionado a observar aves, tartamudo, introvertido, que padece amaxofobia, de extraño comportamiento a causa de un trauma que le afectó física y anímicamente, aparece en el garaje en el que tenía aparcado su coche y no usaba desde hace años, y le pide al empleado un tanto pícaro que allí está trabajando, por un mísero sueldo que complementa trapicheando con marihuana, si le puede llevar en su coche, pagándole un buen dinero, desde Valencia hasta un humedal de la Costa Brava para ver grullas. Una vez allí le dice que las aves variaron su ruta migratoria y que se dirigen al delta del Danubio, en Rumanía, y que necesita imperiosamente llegar hasta allí, ocultándole los verdaderos motivos de tal viaje, cosa que el otro acepta porque necesita el dinero.

Muy buena película (nota: 7) esta comedia agridulce, más de sonreír que de reír, con momentos especialmente divertidos durante su estancia en Turín, y al final también esperanzadora de que las cosas pueden mejorar si se tiene la oportunidad, sobre el viaje de dos cincuentones perdedores a los que pesa la toma de pasadas malas decisiones y que les llevará, entre otras cosas, al conocimiento del otro y al autoconocimiento (no del automóvil, sino de uno mismo). Que según destila la cita con la que se inicia la ruta fílmica, el objetivo del viaje no es llegar a destino, sino a uno mismo, el volar para liberarnos de nuestros eventuales pesares, de la cierta gravedad de la vida, o de la insoportable levedad de nuestro ser, que diría Milan Kundera. También de ver las cosas, nuestras particulares circunstancias que puedan abrumarnos, con cierta perspectiva, preferiblemente aérea, como la de los pájaros, para mejor poder reconducir nuestro devenir... si es que se puede.

Pues para terminar de poner pie a tierra a la par que este matutino, nada como estas citas de sabiduría ajena que seguro ponen a volar nuestra imaginación, deseos, o lo que mejor nos parezca:

 - "El pájaro quisiera ser nube; la nube, pájaro".  (Rabindranath Tagore)

 - "El hombre tiene ilusiones como el pájaro alas. Eso es lo que lo sostiene".  (Blaise Pascal).

 - "Un viaje es una nueva vida, con un nacimiento, un crecimiento y una muerte, que nos es ofrecida en el interior de la otra. Aprovechémoslo".  (Paul Morand).

 - "A veces el viaje más largo es la distancia entre dos personas".  (William Somerset Maugham).

Besos y abrazos,

Don.

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miércoles, 3 de abril de 2024

Natural sencillez matutina

¡Buenos días!

Esta como siempre voluble primavera fluye con simple naturalidad desde los pasados días pasados por agua, mucha agua, hasta otros más serenos de sol y algunas nubes, como el de hoy, con amanecer ya muy lejos de la helada (9ºC), algo de suave viento, y una máxima prevista para hoy por los madriles de 18ºC, y subiendo en próximos días. Así que ya metido en otro de mis bien amados matutinos, siempre libres de complicaciones para mí, no me queda otra que disfrutar de lo que este dulce clima nos trae al albur de brisa que susurra en nuestros oídos, del olor de las flores y la hierba fresca y bien regada por pasadas lluvias, de su precioso verdor que serena nuestras pupilas, de la caricia del cada vez más tibio sol... y demás otras cosas sencillas que nos alegran la existencia y dejan un regusto de lo más agradable.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Las cosas sencillas" ("Les choses simples", 2023), de Éric Besnard, y con Lambert Wilson, Grégory Gadebois, y Marie Gillain. De este director francés había visto dos de sus anteriores largos, "Delicioso" ("Délicieux", 2021) y "Pastel de pera con lavanda" ("Le goût des merveilles", 2015).

Un mediático empresario que dirige su propio conglomerado de empresas multinacionales de tecnología punta, un tipo seductor e hiperactivo, mientras conduce su clásico deportivo por una carretera alpina sufre una avería mecánica en medio de la nada. Por allí pasa con su moto un hombre que le auxilia, y que vive recluido en una aislada cabaña en lo alto de las montañas, apartado del mundanal ruido, un tipo taciturno, algo hosco, y sin embargo hospitalario, pues le acoge en su humilde hogar hasta que vengan a rescatarle. El millonario vuelve a su ajetreada vida y al poco sufre un ataque de ansiedad y, sin decir nada a nadie, buscando serenidad de ánimo en plena naturaleza, decide regresar a la cabaña y le pide al paisano si puede quedarse en su casa por unos días, cosa que acepta, aunque no de muy buena gana. Ambos hombres son como la noche y el día y en su difícil relación aprenderán el uno del otro, llegando ambos a plantearse si realmente están viviendo la vida que quieren vivir, cambiando este encuentro sus vidas.

Buena película (nota: 6), sin complicaciones, aunque con algún giro argumental que otro, bonita y agradable de ver, que de vez en cuando me hizo reír con su simpatía, esta historia de amistad fortuita e inesperada que se va consolidando, en la que se nos habla de tomarse la vida con más calma, especialmente la gente cuyas existencias llevan un ritmo demasiado frenético y competitivo, o de ser más lanzados aquellos recluidos en su caparazón y que no se atreven a dar ciertos pasos adelante; y también de entendernos y comprendernos unos a otros y de las bondades de la naturaleza para serenar ánimos alterados por el estrés urbano.

Ahora, como es natural, tocan unas citas de sabiduría ajena, que tal vez nos ayuden a desenredarnos de algunas dificultades que nos impiden seguir adelante:

 - "Tendríamos que comprender humildemente la belleza de la quietud, esforzarnos en atravesar la vida sin ruido, a fin de que el azar no se diera cuenta de nosotros; buscar el efecto de seres sencillos e ingenuos. Hablar poco, vivir ocultos en nuestro rincón; he aquí la verdadera sabiduría".  (William Somerset Maugham).

 - "Todas las buenas maneras tienen que principiar compartiendo alguna cosa con sencillez. Dos hombres tienen que compartir un paraguas; si no tienen un paraguas, tendrán por lo menos que compartir la lluvia, con todas sus ricas posibilidades de humor y de filosofía".  (Gilbert Keith Chesterton).

Besos y abrazos,

Don.

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martes, 2 de abril de 2024

Matutinos que me facultan para filosofar

¡Buenos días!

Se me vuelven a erizar los pelos, a ponerse casi como escarpias, tras haberse achantado, empapados, en esta Semana Santa pasadísima por agua, ahora que barrunto gracias a las previsiones meteorológicas, aunque todavía el cielo esté muy gris, pero sin mucho atisbo de más lluvias por los madriles, que la primavera volverá por sus fueros más amables, con los ya 16ºC de máxima prevista para hoy por estos lares, y subiendo en sucesivos días. Así que, haga el tiempo que haga, sigo filosofando en estos matutinos, que tanto me inducen a ello, espoleado por las películas que suelo ver.

Como la que vi este fin de semana en el cine, "Puan" (2023), de María Alché y Benjamín Naishtat, y con Marcelo Subiotto, Leonardo Sbaraglia, Julieta Zylberberg, Alejandra Flechner, Cristina Banegas, Andrea Frigeiro, y Mara Bestelli. Es la primera película que veo como directores de esta pareja de cineastas, aunque sí que vi una dirigida por él en solitario, "Rojo" (2018). También vi dos de ella como actriz, "Sexo fácil, películas tristes" (2014) de Alejo Flah y "La niña santa" (2004) de Lucrecia Martel.

Un cincuentón, tímido e inseguro, lleva toda su vida como profesor adjunto enseñando filosofía política en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, conocida coloquialmente como Puan, y debe complementar su escaso sueldo, pagado remolonamente por la administración, con otros trabajillos esporádicos. Cuando el catedrático con el que trabajaba, que fue su profesor, y luego mentor, fallece repentinamente, todo el mundo asume que él será elegido sustituto tras el pertinente concurso de méritos, pues tiene más que nadie, así que sus colegas le animan a que se presente ya que él no parece estar muy por la labor. Lo que no imaginaba es que un antiguo compañero de clase universitaria, un tipo seductor, un tanto pedante y petulante, y con estilo docente distinto al suyo, fuera a regresar de Alemania (con excelente currículum) para disputarle el puesto vacante.

Buena película (nota: 6), esta "comedia filosófica de proporciones existenciales", según reza su cartel promocional, que lógicamente da bastante que pensar, pero muy ingeniosa y divertida, tanto por sus disquisiciones intelectuales como por sus gags, que me hizo reír mucho, y que ensalza a la filosofía, aunque también parece reírse de ella, de ciertos aspectos suyos, como bien necesario para lograr una mejor sociedad. Y también a la educación pública como mejor medio de democratizar el conocimiento, de las artes y las ciencias, y que no llegue a ser coto de élites, como en el pasado fue. Película que ahora cobra un sentido muy especial dada la muy particular (y espinosa) situación política argentina, bastante más que de costumbre, desde lo ocurrido tras las elecciones generales habidas allí en diciembre pasado (el cataclismo Milei).

Bueno, pues llegó el momento en que estos matutinos me facultan para, en cierto modo, poder filosofar gracias estas citas de sabiduría ajena:

 - "La filosofía implica una movilidad libre en el pensamiento, es un acto creador que disuelve las ideologías".  (Martin Heidegger).

 - "Los filósofos estamos determinados a pensar nuestro tiempo, cuestionar sus insoportables banalidades y obviedades, encontrar sus grietas, poner en duda todo tipo de absolutos".  (Domingo Hernández).

 - "Solo formular determinadas preguntas puede traer consigo el derrumbe de las creencias enquistadas y nunca puestas en cuestión, que precisamente por eso, nos hacen más fácil la vida. La filosofía es incómoda por naturaleza".  (Inmaculada Murcia).

 - "Hasta que los filósofos se encarguen de gobernar o los que gobiernan se conviertan en filósofos, de modo que el gobierno y la filosofía estén unidos, no podrá ponerse fin a las miserias de los estados".  (Platón).

 - "La acción es la única facultad humana de hacer milagros".  (Hannah Arendt).

Besos y abrazos,

Don.

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lunes, 1 de abril de 2024

Infundado miedo matutino

¡Buenos días!

Hemos estado toda la Semana Santa con tiempo muy desapacible, muy invernal (sin crudezas), ventoso, nuboso y lluvioso, y al despertarme al alba hoy y seguir viendo nubes y lluvia, me entró el pánico... ¡horror, la primavera nos abandonó, no quiere nada con nosotros!... tranquilidad, no temáis, que parece que se fue de carnaval y volvió disfrazada con desabridas maneras, pero es ella, no lo dudéis, que volverá a su ser natural, no sé si a lo bestia, cuando menos lo esperemos. No creo que esto ya nos vaya a asustar.

En estos pasados días vacacionales, de típicos potajes de vigilia y torrijas, estuve en el cine viendo "The beast (La bestia)" ("La bête (The beast)", 2023), de Bertrand Bonello, basada en la novela "La bestia en la jungla" (The beast in the jungle", 1903) de Henry James, y con Léa Seydoux y George Mackay. De este director francés había visto una de sus anteriores películas, "Zombi child" (2019).

En un futuro cercano dominado por la inteligencia artificial, que ha resuelto todos los problemas de la humanidad, y en el que las emociones humanas se han convertido en una amenaza para la estabilidad social, una joven a la que le gustaría integrarse en la nueva sociedad tiene que pasar antes por purificar su ADN en una máquina que la liberará de sus más intensos sentimientos, para lo que la sumergirá en sus vidas pasadas. Entonces conoce a otro joven, por el que siente una poderosa atracción al instante, como si le hubiera conocido en otras vidas, lo que la hace dudar entre seguir con el tratamiento o mantener sus emociones intactas, además de apoderarse de ella el miedo y el presentimiento de que una bestia la acecha y una fatal muerte ocurrirá. La historia se desarrolla en tres periodos distintos: 1910, 2014 y 2044.

Película sin mucho sentido para mí (nota: 4), además de pasadísima de metraje, y algo pesada, más centrada en creación de atmósferas con estilizadísima factura visual, y por ello bastante sugerente, magnética y fascinante, como su bellísima y sensual protagonista, quien me consoló de ciertos pesares (como algo de aburrimiento) que la película me produjo. Laberíntica en su desarrollo de puzle, rebuscada, enrevesada, bastante incomprensible esta historia de amor, que nunca consigue consumarse, a lo largo del tiempo, de diversos tiempos, en una especie de multiverso en el que cada mundo, cada individuo, son a la vez distintos e iguales a los demás. Por cierto, la primera escena, que se desarrolla sobre un desnudo croma, me maravilló. Y, además, no tuvo créditos finales, sino un gigante código QR que permaneció unos largos segundos en pantalla, que imagino contendría esos títulos de crédito y tal vez escenas adicionales o vaya usted a saber qué más, que no lo activé en mi móvil, pues me tengo prohibido encender el aparatejo en salas oscuras, que es miedosillo por si viene el coco, y yo se lo respeto.

No temáis, ya está aquí la sabiduría ajena, que como siempre nunca nos falla, comenzando por una cita del autor del libro en que se basa la cinta hoy glosada, bastante en sintonía con lo que trata la película, y siguiendo por otras dos que cuadran muy bien con lo que me destilaron las escenas inicial y final, respectivamente, de la cinta:

 - "Cuantas más vueltas le doy más cosas comprendo, y cuantas más cosas comprendo más miedo me da".  (Henry James).

 - "El miedo del peligro es diez mil veces más terrorífico que el peligro mismo".  (Daniel Defoe).

 - "Sin el animal que habita dentro de nosotros somos ángeles castrados".  (Hermann Hesse).

Besos y abrazos,

Don.

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viernes, 29 de marzo de 2024

Matutino a tener en cuenta

¡Buenos días!

Casi que he perdido la cuenta de los días que llevamos en esta reciente primavera que son casi de invierno, o si acaso muy otoñales, con día tras día de muy gris nubosidad, ventarrones a cada rato, y lluvias, como el de hoy sin ir más lejos, de frío amanecer (4ºC) y una máxima prevista por los madriles de 13ºC. Pero haga el tiempo que haga, podría decirse que de perros en esta Semana Santa, siempre tengo presentes a mis bien amados matutinos, que tan bien me acogen y miman, preocupándose por mis cuitas, y viceversa.

Ayer termine de ver en Movistar+, en dos arreones, "Colin de Cuentas" ("Colin from Accounts", 2022), serie de televisión creada por Patrick Brammall y Harriet Dyer, dirigida por Matthew Moore, Trent O'Donnell, y Madeleine Dyer, e interpretada por Patrick Brammall, Harriet Dyer, Emma Harvie, Genevieve Hegney, Michael Logo, Helen Thomson, y Tai Hara. Consta de una temporada (parece que habrá una segunda) de 8 capítulos de en torno a 30 minutos de duración cada uno. Es la primera serie que veo de sus creadores y protagonistas, australianos, y pareja también en la vida real.

Un cuarentón conduce su coche y para en un paso de peatones, ve cruzar delante de él a una casi treintañera que le enseña un pezón con descaro, se distrae y al arrancar atropella a un perro callejero que no había visto por quedarse mirando a la chica. Ambos se sienten responsables y deciden llevarlo a una veterinaria, ex novia de él, que salva la vida del chucho aunque queda parapléjico y debe caminar con un carrito acoplado a sus patas traseras. Así que este par de solteros, que tratan de sobrellevar sus respectivos fracasos sentimentales anteriores, deciden cuidar conjuntamente del animal, al que llaman Colin de Cuentas, cual custodia compartida que se autoimponen, tratando de conciliar esto con sus respectivas y muy atareadas vidas. Él es dueño de una cervecería artesana donde la fabrica y vende, y ella es estudiante de medicina ya en prácticas. Además se verán obligados a convivir, pues él se siente en la obligación de acogerla en su casa puesto que el casero de ella la echa debido a que en su contrato de alquiler estaba estipulada la prohibición de tener perros.

Muy buena serie (nota: 7), esta muy divertida comedia romántica, refrescante, con su puntito de originalidad y que me hizo reír bastante, con algún que otro chiste de caca-culo-pedo-pis, aunque tampoco fue para tanto, pues ofrece una chispeante y jocosa visión de las relaciones de pareja, lejos de las moñeces de otras del género, mostrando personajes vulnerables y entrañables, con sus defectos, como el miedo al compromiso por la inercia del confortable egocentrismo de estar soltero, y el vértigo que esto puede suponer para algunos.

Pues ahora que me doy cuenta, llegó el momento de la sabiduría ajena, con estas citas, tres, si llevo bien las cuentas:

 - "Comprendí que, si sólo piensas por tu cuenta las cosas durante mucho tiempo, acabas por no considerar más que tu punto de vista".  (Haruki Murakami).

 - "Me he dado cuenta de que la mayoría de la gente está demasiado preocupada con su propia vida para dedicar a los demás el menor pensamiento".  (Douglas Coupland).

 - "No es hasta que nos damos cuenta de que significamos algo para los demás que no sentimos que hay un objetivo o propósito en nuestra existencia".  (Stefan Zweig).

Besos y abrazos,

Don.

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miércoles, 27 de marzo de 2024

Recogimiento matutino

¡Buenos días!

Hace frío, mucho viento, llueve por momentos... bastante destemplanza térmica en este amanecer a 5ºC, muy invernal dentro de la primavera, lo que parece invitar a recogerse, no tanto a enclaustrarse, en uno mismo, aunque no demasiado, al menos por este ratito matutino, gracias a que la máxima prevista para hoy por los madriles será 14ºC, más templados que los once de ayer. Así que mentiría si dijera que me recojo por más tiempo, pues aquí suelo desparramar y desparramarme sin cortapisas, al menos exteriores.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "La abadesa" (2024), de Antonio Chavarrías, y con Daniela Brown, Blanca Romero, Carlos Cuevas, Ernest Villegas, Berta Sánchez, Oriol Genís, y Joaquín Notario. De este director había visto una de sus anteriores películas, "Las vidas de Celia" (2006).

Finales del siglo IX. Una joven de 17 años, Emma de Barcelona, hija de Wilfredo el Velloso, conde de la Marca Hispánica del Imperio Carolingio, cuando este muere es nombrada abadesa de un convento fronterizo con el fin de repoblar y cristianizar territorios reconquistados a los musulmanes, donde ya residían algunos famélicos moriscos. Al llegar a la abadía deberá superar la desconfianza que despierta por ser una mujer decidida a cumplir con su misión, lo que le llevará a enfrentarse a nobles, campesinos y sus propias monjas. Pese a todo, demostrará que es posible desafiar las estructuras de poder establecidas, aunque pagará un alto precio para conseguirlo.

Película que me decepcionó (nota: 4), morosa y errática a veces, aunque a ratitos quería interesarme, y lo conseguía, pero sin alharacas, en la que lo destacable son sus aspectos técnicos, la fotografía y la ambientación histórica principalmente, muy lóbregas en general, y en otros momentos me pareció desaliñada. Historia de ficción, con trasfondo de ciertos hechos históricos, sobre mujeres apartadas del mundo, enclaustradas en contra de su voluntad en un convento, una de las cuales, la protagonista, tras aprender a dominar el poder que tiene, y tras tomar difíciles decisiones, trata de hacerse respetar en un mundo dominado por hombres, metiéndose de lleno en luchas de poder. También parece hablar de xenofobia, intransigencia religiosa y, por el contrario, de buena convivencia como mejor manera de superar ambas.

Bueno, ya va siendo hora de ir recogiendo los trastos matutinos para ir a fundar el siguiente, cuando sea menester, no sin antes dejaros por aquí esparcidas estas pocas citas de sabiduría ajena con la creencia en que algunas prendan:

 - "Aquellos que anuncian que luchan en favor de Dios son siempre los hombres menos pacíficos de la Tierra. Como creen percibir mensajes celestiales, tienen sordos los oídos para toda palabra de humanidad".  (Stefan Zweig).

 - "El individuo ha luchado siempre para no ser absorbido por la tribu. Si lo intentas, a menudo estarás solo, y a veces asustado. Pero ningún precio es demasiado alto por el privilegio de ser uno mismo".  (Friedrich Nietzsche).

 - "Las grandes almas son como las nubes: recogen para repartir".  (Kalidasa).

 - "Si se siembra la semilla con fe y se cuida con perseverancia, sólo será cuestión de tiempo recoger sus frutos".  (Thomas Carlyle).

Besos y abrazos,

Don.

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martes, 26 de marzo de 2024

Nulo alimento matutino

¡Buenos días!

Absolutamente nada parecía habernos avisado de las lluvias y tormentas de estos primeros días pascuales, y que se prolongarán allende la resurrección del homenajeado estos días. Bueno, para los avisados, para los creyentes como yo en la nada mística meteorología, pura ciencia, no ha sido así, así que tenemos otra mañana muy gris y chisposa, lluvia todavía hoy a estricta dieta por los madriles, en los que se espera una máxima de 11ºC. No sé si podré resistir la tentación de mi desayuno con cafetito, tratando de ayunar, pues aunque mi ánimo está plenamente satisfecho con estos matutinos, mi cuerpo no puede subsistir solo del aire, así que algo de soma habrá que aportarle para seguir en pie. Mens sana in corpore sano, que dice el muy sabio latinajo.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Club Zero" (2023), de Jessica Hausner, y con Mia Wasikowska, Sidse Babett Knudsen, Ksenia Devriendt, Luke Barker, Florence Baker, Samuel D Anderson, Gwen Currant, Elsa Zylberstein, Mathieu Demy, y Amir El-Masry. De esta directora austriaca había visto dos de sus anteriores largos, "Little Joe" (2019) y "Lourdes" (2009).

Una nueva profesora llega a un elitista y exclusivo colegio internacional para impartir clases de alimentación consciente, a petición de la asociación de padres de alumnos, de algunos de ellos, con el consentimiento del resto. Poco a poco, la maestra va estableciendo cada vez más estrechos vínculos con sus alumnos, dogmatizándolos con que es posible vivir sin comer absolutamente nada, sin que el resto del claustro ni los padres se estén apercibiendo de lo que realmente está sucediendo, hasta que cuando lo hagan ya sea demasiado tarde para ponerle remedio.

Muy buena película (nota: 7), fábula distópica muy del presente, imbuida de la habitual parsimonia en el hablar y actuar de los personajes, típica de la obra de su directora, que inquieta, incómoda, descoloca, y da mucho que pensar e induce múltiples reflexiones sobre esta sociedad en la que nos ha tocado vivir. Es también corrosiva, y provocativa, pues vomita parte de todo ese malestar de la presunta sociedad del bienestar que se nos vende por ahí, desde su desesperanzada mirada a ella. Nos habla con cierta socarronería de cosas muy serias, no solo de trastornos del comportamiento alimentario, especialmente entre la adolescencia, de la peligrosidad de las dietas milagro, y de la fusión y confusión con otras ideas de lo más variopinto y de cómo razonables ideas pueden ser llevadas al radicalismo, al fanatismo, reduciéndolas al absurdo, o que no trae nada bueno; sino también de padres que desatienden a sus hijos, que delegan responsabilidades en el sistema educativo, y de sus consecuencias; y de irracional fe negacionista de la ciencia, fe ciega en gurús comecocos que te hacen comulgar con ruedas de molino (que no tienen calorías, residuales si acaso molieron cereales o similar), sectas autodestructivas, como la mostrada en la película, pro ayuno total como forma de rebelarse contra los padres o la sociedad en general o contra lo que sea.

En cierto modo, aunque cada uno a su estilo, las películas de esta directora me recuerdan a las de otros dos compatriotas, Ulrich Seidl y Michael Haneke (el maestro), por la desazón que generan en su desencantada mirada a la sociedad que nos rodea, y que destila perturbadoras reflexiones. Parece como si los tres hubieran estudiado en la misma escuela (de pensamiento), ultrapesimista.

Bueno, ni siquiera hoy os dejaré sin las citas de sabiduría ajena, que las entendederas tienden a enloquecer si no se las nutre adecuadamente:

 - "La nada no existe. El cero no existe. Todo es algo. Nada es nada".  (Víctor Hugo).

 - "Las personas no pueden ser tratadas como unidades en operaciones de aritmética política porque se comportan como el cero y el infinito y dan al traste con todas las operaciones matemáticas".  (Arthur Koestler).

 - "La salud es la unidad que da valor a todos los ceros de la vida".  (Bernard B. de Fontenelle).

Besos y abrazos,

Don.

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lunes, 25 de marzo de 2024

Matutino que sucede a otros

¡Buenos días!

Tras varios días de calor impropio para estas fechas, fuera de rango, queriendo arrimarse al verano suave, hoy llega el momento de cambiar, y han pasado a enseñorearse unas nubes muy grises que dejarán agua por los madriles, en los que la máxima prevista será de 16ºC, y bajando en días sucesivos, en los que seguirá lloviendo. Torrijas pasadas por agua tendremos, pues. Por lo demás, mucho espero de este matutino, tras el alto listón que le pusieron sus ancestros... heredero que espero no se me estrese y haga las cosas paso a paso, como deben ser. Seguro que así será.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "El sucesor" ("Le successeur", 2023), de Xavier Legrand, y con Marc-André Grondin, Yves Jacques, Anne-Elisabeth Bossé, Blandine Bury, Vincent Leclerc, y Louis Champagne. Segundo largo de este director francés tras la magistral en grado sumo "Custodia compartida" ("Jusqu'à la garde", 2017), tremendo peliculón que todos deberían ver.

Un joven diseñador de moda, treintañero, acaba de ser nombrado nuevo director creativo de una famosa casa de moda parisina, sucediendo al creador de esta. Tras su exitoso primer desfile empieza a sentir fuertes dolores en el pecho como resultado de la gran ansiedad que le generan las altas expectativas puestas sobre él. En medio de esta vorágine en la que se encuentra, le llaman para comunicarle la muerte de su padre, de quien no sabía nada, ni quería saber, desde hace unos veinte años, cuando se fue de Canadá, así que sin muchas ganas por su parte tiene que viajar a Montreal para organizar el funeral y la herencia recibida, descubriendo un terrible secreto que ni quiere que salga a la luz ni es capaz de gestionar adecuadamente.

Buena película (nota: 6), que no me llegó a atrapar del todo, pero es que casi cualquier película palidecería ante la portentosa anterior de su director, siempre con suma elegancia formal al narrar, con sus fuera de campo, pero que en este caso lo narrado no me convenció del todo, aunque sus giros de guion sí que me convencieron, no tanto las inverosímiles decisiones, la mar de incomprensibles, que toma su protagonista, quizá obnubilado por su miedo a saber de qué y su agobio mental. Especie de trágica fábula, de pesadilla, que nos lleva en absurda espiral del drama familiar al terror, todo un fatal descenso al abismo, al desastre, cual Edipo que tratando de huir de sus padres, de su padre en este caso, se acaba topando con él y sus circunstancias. Me pareció que también trata de hablarnos de las terribles consecuencias de tapar secretos, cual si se barrieran bajo la alfombra, que abocan al protagonista, sin querer, a ser también una especie de verdugo como consecuencia de haber sido víctima de un pasado tóxico que no deja aflorar, y que le oprime, como su padre tal vez hizo con él... y de refilón de la cosificación femenina en el mundo de la moda (y en general).

Bueno, pues la lógica sucesión de acontecimientos matutinos nos ha abocado a las citas de sabiduría ajena:

 - "A siete años de un suceso, el suceso ya es otro".  (Camilo José Cela).

 - "Lo que ya ha sucedido es igual que un plato roto en mil pedazos. Por muy esforzadamente que lo intentes, ya no podrás devolverlo a su estado original".  (Haruki Murakami).

 - "Lo esperado no sucede, es lo inesperado lo que acontece".  (Eurípides).

Besos y abrazos,

Don.

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miércoles, 20 de marzo de 2024

Matutino, sin abusar, ¡eh!

¡Buenos días!

De buen rollo estamos con esta primavera, en esta mañana que ahora se despierta muy tibia (11ºC), sosegada, soleada y con algunas nubes, que irán a más y según las previsiones es bastante probable que caiga algún chaparrón vespertino por los madriles, donde la máxima prevista de hoy será de 23ºC. Así que me pongo a ver que saco de este matutino (a ver si se enrolla conmigo), y él de mis entendederas para que vaya tomando forma, todo muy consensuado, y sin estrechez de miras por ninguna de las partes.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "The Royal Hotel" (2023), de Kitty Green, y con Julia Garner, Jessica Henwick, Hugo Weaving, y Toby Wallace. Es el primer largo que veo de esta directora australiana.

Dos jóvenes canadienses están de viaje por Australia como mochileras. Se quedan sin dinero, y para poder seguir su aventura buscan un trabajo temporal, y lo que les ofrecen es ser camareras en un pub, "The Royal Hotel", de una remotísima localidad minera en el árido y desolado centro del país, cerca de ninguna parte, y donde apenas hay otras mujeres. El dueño y la muy rijosa clientela, alcohólicos redomados todos, las someterán a un intensivo curso de las tradiciones del lugar, de abuso y acoso, verbales y morales, inquietante aprendizaje en el que se verán atrapadas.

Buena película (nota: 6), sin alharacas, de tensión y mal rollo que van a más, poco a poco, tras el impacto inicial (el choque cultural y eso), de miedo también, podría decirse, pero no hay sorpresivos sustos, sino que viene de frente. Historia de violencia contra las mujeres, no física, sino moral, que te mantiene en vilo, incómoda de ver, de atmósfera sucia, progresivamente asfixiante, con la constante sensación de inseguridad femenina, de peligro sibilino escondido en la masculina torpeza (por ser suaves) en los intentos de seducción de unas mujeres que no pueden parar de apartar babosos moscones, siempre en el filo del peligro a poco que se dejen ir en la diversión.

Ahora unas citas de sabiduría ajena, entre las que bien podrían valer las cuatro que puse en el matutino de antes de ayer relativo al consentimiento, pero como no pretendo acosaros con demasiadas de ellas, ahí os dejo solo este par:

 - "Cuando los abusos son grandes y arraigados, el empuje para arrancarlos ha de ser fuerte".  (Jaime Balmes).

 - "Uno puede defenderse de los ataques, contra el elogio se está indefenso".  (Sigmund Freud).

Besos y abrazos,

Don.

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martes, 19 de marzo de 2024

¡Qué bien me tratan los matutinos!

¡Buenos días!

Tan bien nos está tratando la meteorología en estos dulces días de primavera, cuyo equinoccio será mañana, en menos de 24 horas, que estoy por no portarme mal dejando de escribir este matutino que hoy corresponde. Y en esto estoy. La madrugada ha sido de lo más cálida con los 12ºC que ahora hace, y la jornada se nos presenta soleada, con alguna nube, suave y tibia brisa, y una máxima prevista por los madriles de 23ºC. Así que, en justa correspondencia con el benévolo clima, trato con suavidad el teclado mientras lo acaricio sincopadamente con mis dedos, dejándome llevar por sus arrullos, que espero no se me reboten.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Tratamos demasiado bien a las mujeres" (2024), de Clara Bilbao, basada en la novela "Siempre somos demasiado buenos con las mujeres" ("On est toujours trop bon avec les femmes", 1947) de Raymond Queneau, y con Carmen Machi, Antonio de la Torre, Isak Férriz, Óscar Ladoire, Julián Villagrán, Diego Anido, Cris Iglesias, Ayax Pedrosa, y Luis Tosar, entre varios otros más. Es la primera película, de largometraje, de su directora.

Otoño de 1944. Un grupo de maquis en retirada, perseguidos, diezmados, cansados y heridos, se han perdido por los Pirineos buscando la frontera con Francia para huir allí. En su deambular se topan con un pequeño pueblo, que deciden tomar con la idea de conseguir comida e información con la que orientarse. Tras el desastroso asalto, se atrincheran en la estafeta de correos, con la mala suerte de que, en ese momento, entre otros paisanos, se encuentra una mujer del lugar recogiendo un paquete que contiene su vestido de novia recién llegado, que se pondrá en su inminente boda. Así que ella, de aspecto inofensivo, aunque mujer de armas tomar, se pondrá a defender, a su manera, encerrona tras encerrona, la patria y sus altísimos valores morales logrados en la reciente cruzada contra los rojos.

Película curiosa (nota: 5), con su puntito de originalidad en su enfoque, aunque no llegó a convencerme del todo, esta algo desangelada comedia negra, de no mucho reír, apenas nada por mi parte, de aires surrealistas, grotescos, esperpénticos, sobre lo absurdo de la vida y ciertos aspectos suyos bastante patéticos, que también puede verse como una fábula moral, a la par que farsa, que hace apología, socarronamente, como se destila de su poliédrico título, contra la violencia, siempre ciega, y contra la guerra. Por ciertos aspectos, y según he leído por ahí, tiene cierta relación con "Malditos bastardos" ("Inglorious basterds", 2009) de Quentin Tarantino, que incluso me gustó menos que la hoy glosada; pero yo le veo más conexiones, por eso de las dos Españas, con la rotunda y contundente, y muy sobresaliente "Balada triste de trompeta" (2010) de Alex de la Iglesia.

Bueno, ahí os dejo estas citas de sabiduría ajena, con las que siempre trato de que ayuden a hacernos mejores personas:

 - "Todos los males del mundo provienen de que el hombre cree que puede tratar a sus semejantes sin amor".  (León Tolstoi).

 - "Tratar a los demás como uno quisiera ser tratado es el medio más seguro de agradar que yo conozco".  (Conde de Chesterfield).

 - "Trata a un hombre tal como es, y seguirá siendo lo que es; trátalo como puede y debe ser, y se convertirá en lo que puede y debe ser".  (Johann W. Goethe).

Besos y abrazos,

Don.

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lunes, 18 de marzo de 2024

Matutino que no consiente

¡Buenos días!

No me permito no disfrutar de estos arrebatadores días de primavera total, cálidos, soleados, con alguna nube, apenas una sutil brisa que acaricia dulcemente, con suma sensualidad, cual excelentes preliminares para retozar por ahí casi sin mesura con quien se avenga de buena gana a ello. La máxima prevista para hoy por los madriles será de 23ºC. Pero antes accedo, con su consciente permiso, a este matutino con el que me daré unos buenos revolcones a poco de salir de la cama y desperezarme del buen dormir de esta noche.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "How to have sex" (2023), de Molly Manning Walker, y con Mia McKenna-Bruce, Lara Peake, Enva Lewis, Samuel Bottomley y Shaun Thomas. Primera película de esta directora británica.

Nada más acabar su último curso de instituto, tres adolescentes británicas se van a pasar unos días de vacaciones en un resort mediterráneo para celebrarlo, en el que promete ser el mejor veraneo de sus vidas, desfasando y desbarrando, bebiendo alcohol hasta la inconsciencia, yendo de fiesta casi continua para ligar con todo lo que se menea y tener sexo, especialmente una de ellas, animada a esto por sus dos amigas, pues hasta ahora no se ha estrenado, y ya va siendo hora...

Estupenda película (nota: 8) esta turbadora historia casi que hiperrealista, pues la cineasta parece conocer muy bien el percal, el de cómo funcionan hoy en día las relaciones adolescentes, las sexuales y en general, y las enfoca con peculiar sensibilidad femenina. También podría verse como una pesadilla tras un buen resacón, que hacia el final destila mucha tristeza y demasiado temprano desencanto hacia eso, el sexo, de cierta clase de descerebrados jóvenes que se lanzan al vacío y sin miramientos a por él, como por autoimpuesta obligación o presión social de no ser menos (en apariencia) que los demás. También historia de aprendizaje, de autodescubrimiento sexual, y de conocer los límites del consentimiento a base malos tragos, muy malos tragos. En cierto modo, por eso del desenfreno juvenil, me recordó a otra película que vi hace algo más de 10 años, "Spring breakers" (2012) de Harmony Korine.

Ahora espero que me permitáis que os meta de rondón estas citas de sabiduría ajena, empezando por unos versos de la socarrona canción "Yo quiero ser muy promiscuo" (1997):

 - "Yo quiero ser muy promiscuo, cual mis hermanos mayores,
tocar nalgas, tocar pechos, con todas las precauciones.
Yo quiero ser muy promiscuo, como todos mis amigos,
ya que de un tiempo a esta parte, no duermo si no me fustigo.
Ahora que dice la tele que la juventud actual,
está pasando una etapa de desenfreno sexual,
y que ni el SIDA ni el Papa han conseguido evitar
que tiernos mozos y mozas se den al goce de amar
[...]
Yo quiero ser muy promiscuo, no quiero novia ni nada,
sólo relaciones cortas con niñas desenfadadas."  (Ismael Serrano).

 - "En materia de sexo, la mayor parte de los hombres se toman por dioses. Sin embargo, en ese tema, la mayoría de las mujeres son ateas".  "Bernard J. Lherbier).

 - "La culpa no está en el sentimiento, sino en el consentimiento".  (San Bernardo de Claraval).

 - "Debemos tomar en serio el consentimiento respecto a los demás. Nuestros cuerpos son nuestros templos y por ello siempre tenemos que tener la última palabra respecto a quien accede a ellos. Porque nuestros cuerpos son la entrada a nuestra alma y eso es muy difícil de reparar".  (Max Reyes Hutinel).

Besos y abrazos,

Don.

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viernes, 15 de marzo de 2024

Matutino, no me mires que te meto

¡Buenos días!

Tengamos la fiesta en paz, dejad que siga durmiendo esa latente violencia que ronronea en todos nosotros, pues la primavera ya se siente, y es absorbida por todos los poros de nuestra piel, por lo menos de la mía, en esta neblinosa mañana que ahora despierta conmigo, en una soleada jornada con nubes en la que se esperan 19ºC de máxima por los madriles. Así, con este dulcísimo clima, no vayáis a pensar que mi cándida mirada es desafiante, que todo está en vuestra cabeza, no os dejéis llevar por la violencia gratuita, que lo acabaréis pagando.

Antes de ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Vincent debe morir" ("Vincent doit mourir", 2023), de Stéphan Castang, y con Karim Leklou y Vimala Pons. Es el primer largo de este director francés.

Vincent es un anodino trabajador en una empresa de diseño gráfico. Un día, sin motivo aparente y de modo repentino, es agredido físicamente y con virulencia por el becario que trabaja con él. La cosa no va a mayores, pero al poco otro compañero de trabajo hace lo mismo. Y también algunos de sus vecinos y otras personas totalmente desconocidas con las que se cruza por la calle o al ir a comprar. Totalmente desconcertado con tanta violencia sufrida, que va a más, tratando de entender el porqué de tanta inquina contra él, decide huir a una aislada casa de campo familiar para refugiarse del mundo.

Muy buena película (nota: 7), de muy originales planteamientos, que podría parecer de zombis pero en la que no hay zombis, al menos zombis al uso (cinematográfico), pues los humanos pueden tornarse en ellos (unos cretinos cegados y poseídos por la violencia) y estos volver a la humanidad, según les dé el aire, que me hizo reír unas cuantas veces con sus situaciones absurdas y su humor negro y macabro, sorprendente para mí, con algunas brutales escenas, muy breves ramalazos, y que también incluye hacia el final una muy peculiar historia de amor, de amor-odio más bien, dicotomía siempre moviéndose entre muy difusos límites, aunque amor en definitiva. También puede verse como una reflexión sobre estos tiempos de crispación que vivimos.

Por eso de que aquí la violencia se desata, bastante aleatoriamente, cuando dos personas cruzan sus miradas y una entra en obnubilado trance que la transforma en despiadado animal asesino (con perdón para los animales, incluidos perros de presa), me trajo a la mente la famosa canción del grupo Golpes Bajos "No mires a los ojos de la gente" (1983), leit motiv de una película española que vi hace año y pico, "No mires a los ojos" (2022) de Félix Viscarret.

Así que la primera cita de sabiduría ajena, antes de que tenga que morir este matutino entre besos y abrazos, son unos versos de esta canción, a la que junto con el resto de frases espero miréis con buenos ojos:

 - "No mires a los ojos de la gente
Me dan miedo, mienten siempre
No salgas a la calle cuando hay gente
¿Y si no vuelves? ¿Y si te pierdes?
Escóndete en el cuarto de los huéspedes
Con todo a oscuras no pueden verte
Las calles se van llenando de gente
En mi escondite puedes quererme
Puedes quererme
Quédate a mi lado
No lo pienses más [...]".  (Germán Coppini & Teo Cardalda).

 - "Quien con monstruos lucha cuide de convertirse a su vez en monstruo. Cuando miras largo tiempo a un abismo, el abismo también mira dentro de ti".  (Friedrich Nietzsche).

 - "Vive de manera que puedas mirar fijamente a los ojos de cualquiera y mandarlo al diablo".  (Henry Louis Mencken).

 - "El alma que hablar puede con los ojos, también puede besar con la mirada".  (Gustavo Adolfo Bécquer).

Besos y abrazos,

Don.

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miércoles, 13 de marzo de 2024

Estelar improvisación matutina

¡Buenos días!

El sol amarillo luce, entre tenues neblinas, en este amanecer nada helador, lo que hará subir la máxima hasta los previstos 18ºC para hoy por los madriles. La radiante jornada primaveral de hecho parece que no se saldrá de la partitura marcada por la estación. Así que otra mañana más, nada de improviso, me pongo a interpretar, solo yo, sin acompañamiento, a este matutino que irradia luz multicolor en mi ser conforme, tecla a tecla, voy desgranando sus notas según van sonando en mi cabeza. Tampoco espero exitosa ovación por ello, me basta con la propia satisfacción de haberlo conseguido al son de la noche iluminada por titilantes lucecitas, que no radiantes luceros, muy inspiradoras.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo una de anime, de animación japonesa, "Blue giant" (2023), de Yuzuru Tachikawa, basada en el manga homónimo (2013) de Shinichi Ishizuka. Es la primera película que veo de su director, cuyo título hace referencia a las gigantes azules, estrellas de enorme luminosidad.

Un joven de 18 años deja su vida en su pequeña ciudad natal y se traslada a Tokio con la ilusión de convertirse en el mejor saxofonista de jazz del mundo, para lo que lleva practicando unos pocos años. Para sorpresa de su mejor amigo de la infancia, que está allí estudiando en la universidad, se instala en el apartamento de este, dado lo muy caro de los alquileres en la capital. Ensaya y ensaya y frecuenta bares y demás locales jazzísticos, donde conoce a otro joven, pianista también aficionado al jazz. El amigo, tras escuchar a los otros dos, se aficiona a la música, y aunque no sabe nada, decide aprender a marchas forzadas a tocar la batería y forman un trío con la esperanza (y la obstinación) de triunfar lo antes posible. Cada uno interpreta la música de manera diferente, el saxofonista de modo intuitivo y emocional, el pianista buscando la perfección técnica, y el inexperto batería es todo entusiasmo y tesón. Los tres en conjunto buscarán la excelencia musical.

Muy buena película (nota: 7) que, sin embargo, durante sus dos primeros tercios de metraje no acababa de engancharme, me parecía regularcita y poco o nada interesante, tanto por la historia, como por su puesta en escena y estilo de animación, a pesar de algún que otro puntual momento de cierto interés y de la muy buena música (siempre); pero durante el último tercio me fascinó, pues se vino arriba, muy arriba, tanto por su, ahora sí, arrebatado estilo de animación como por la propia historia y unos cuantos éxtasis musicales perfectamente reflejados por la animación. Por supuesto, maravillosa banda sonora de la compositora y pianista Hiromi Uehara. Historia de superación y maduración vital, y de honda amistad, a veces, sobre todo al principio, exagerada y excesiva (al estilo nipón) en lo melodramático. Las escenas musicales, casi psicodélicas, en las que los intérpretes animados se esfuerzan sobremanera, casi que sufren agónicamente, como en estado de sudoroso trance, fueron realmente fascinantes. Por cierto, si fuerais a verla, no salgáis de la sala en cuanto empiecen los créditos finales pues os perderíais la bonita coda tras ellos.

Ahora, nada improvisadamente, ahí os dejo estas citas de sabiduría ajena, que espero refuljan en nuestras sinapsis neuronales:

 - "Las improvisaciones son mejores cuando se las prepara".  (William Shakespeare).

 - "Suelen hacer falta tres semanas para preparar un discurso improvisado".  (Mark Twain).

 - "Para tener éxito, la planificación sola es insuficiente. Uno debe improvisar también".  (Isaac Asimov).

Besos y abrazos,

Don.

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martes, 12 de marzo de 2024

Parlanchín matutino fuera de toda lógica

¡Buenos días!

Tras el repentino invierno tardío del pasado fin de semana, con lluvias, ventarrón, frío y tiempo bastante desapacible en general, hoy nos despertamos con sol radiante y mayor templanza térmica, pues se esperan para la jornada de hoy 16ºC de máxima por los madriles... volvemos a la primavera, en la que nuevamente ya estamos de hecho, también según criterios meteorológicos, pero todavía no según lo astronómico, pues queda más de una semana para el equinoccio primaveral. Yo ya dejé de tratar de entender, de que tuvieran sentido en mi cabeza, estos vaivenes del tiempo, los acepto tal cual y los disfruto y convivo con ellos como si tal cosa. Bueno, refreno este parlanchín párrafo, que me está saliendo hoy algo largo y paso sin más a hablaros de otra película más que vi.

Este fin de semana estuve en el cine viendo un documental ¡de los años 80!, pues ha sido restaurado ahora que cumple 40 años... o si lo preferís viajé al pasado para ver un apabullante concierto musical que me fascinó sobremanera. Se trató de "Stop making sense" (1984), de Jonathan Demme. De este veterano director había visto cinco de sus otras películas, estas todas de ficción: "Algo salvaje" ("Something wild", 1986), "El silencio de los corderos" ("The Silence of the Lambs", 1991), "Philadelphia" (1993), espléndidas estas tres, las más famosas de él; y ya en este siglo, "La boda de Rachel" ("Rachel getting married", 2008) y "Ricki" ("Ricki and The Flash", 2015), tirando a maluchas ambas, por lo que a mí respecta.

Simple y llanamente es la filmación de un concierto de Talking Heads (1975-1991), grupo de rock experimental que lo fusionaba con ritmos africanos y demás otros, rodado en tres noches... pero ¡qué concierto!, no necesitaba más, ni falta que le hacía, gracias a la energía y al derroche creativo de este grupo, y al animal escénico que era David Byrne, su líder, aunque el resto de componentes tampoco desmerecían apenas.

Fabulosa película (nota: 9) que me tuvo pegado a la pantalla, esencialmente debido al portentoso concierto de un grupo musical del que apenas conocía dos o tres canciones suyas que tuvieron algo de éxito en su momento y que alguna vez oí en mi juventud por la radio, sin reparar demasiado en ellos pues hacían una extraña música con la que apenas sintonizaba... ¡y que ahora me ha arrebatado como hacía mucho tiempo lo lograba un espectáculo musical! Comenzó poco a poco, con el líder cantando él solo en un escenario casi vacío, desangelado, con una guitarra y un radiocasete de acompañamiento, cual músico callejero, y ya mismo me atrapó con fuerza, y poco a poco, en los sucesivos temas que se van tocando, van entrando nuevos elementos escénicos y componentes del grupo (de uno en uno, en cada canción), dando cada vez creciente complejidad sonora a la música... y cuando llegó a su meseta, en la cuarta canción, algunos de los temas me llegaron incluso a poner el vello erizado, y los pelos como escarpias, hasta el final sin desfallecer lo más mínimo. Si os gusta la buena música, intemporal, y el cine bien hecho sin artificios (apenas, que el cine ya lo es en sí mismo), pues no os la perdáis que, según he leído, está considerada la mejor película de conciertos jamás rodada. Sensacional. No me extraña, a tenor de mis sensaciones.

Llegó el momento de la sabiduría ajena, con estas citas de otras cabezas pensantes, no tanto parlantes, que espero aporten algo de sentido a nuestras vidas, o no:

 - "Si así fue, así pudo ser; si así fuera, así podría ser; pero como no es, no es. Es cuestión de lógica".  (Lewis Carroll).

 - "La lógica te llevará desde A hasta B. La imaginación te llevará a cualquier parte".  (Albert Einstein).

 - "Probamos por medio de la lógica, pero descubrimos por medio de la intuición".  (Henri Poincaré).

Besos y abrazos,

Don.

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lunes, 11 de marzo de 2024

Razonable posibilidad de amorcitos matutinos

¡Buenos días!

Hay nula probabilidad, o casi, según las previsiones meteorológicas, de que hoy caiga alguna precipitación por los madriles, tras las muchas de este pasado fin de semana bastante desapacible, en este despertar mañanero lejos de la helada (7ºC), bastante nuboso, con algún asomo de sol que irá a más a lo largo de una jornada en la que se espera una máxima de 14ºC. Así que ante estas expectativas meteorológicas no queda otra que augurar, con mucho fundamento por mi parte, que volveré a enamorarme, no sé si hasta las trancas, pero desde luego no poco, recogido en el cariñoso regazo de este matutino, pequeños momentos tan grandes.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Los pequeños amores" (2024), de Celia Rico Clavellino, y con María Vázquez, Adriana Ozores, y Aimar Vega. Es el segundo largo de su directora tras "Viaje al cuarto de una madre" (2018).

Una mujer, 42 años, profesora de matemáticas en un instituto de Madrid, debe renunciar a sus vacaciones de verano en Estados Unidos, donde iba a pasar unos días con un amigo que allí está y con el que mantiene una relación afectiva, pues su madre, que vive sola junto con su perro en una casa de campo, ha sufrido un accidente mientras paseaba y se ha roto una pierna, y se siente en la obligación de cuidarla. Es verano, hace mucho calor, y la convivencia cotidiana durante esos días hará que sus pequeñas desavenencias por casi todo, hasta por las cosas más nimias, vayan matizándose poco a poco, y que tenga que replantearse su situación hasta ahora y como encarará lo que está por venir.

Otra espléndida película de su directora (nota: 8), que compone un díptico con la anterior, la de su debut, otra relación entre madre e hija, cuajada de íntimas confesiones, tan natural como la vida misma, especie de continuación, unos 20 años después, de la anterior historia. Deliciosa, sutil, detallista, hermosa, entrañable, simpática, que me hizo reír sin ser de reír, con esas cosas de madre tan universales y, en contrapartida, con esas cosas tan de hija, esta historia sobre cómo se nos echa el tiempo encima, algunos de nuestros pasados sueños se fueron desvaneciendo, y nuestras expectativas empiezan a tener una posibilidad poco definida.

Ahora es seguro que llega la sabiduría ajena, a la que tanto quiero, con sus citas, pequeñas perlas que encierran tanta sabiduría, terminando con una de la directora de la película hoy glosada:

 - "Razonar: sopesar probabilidades en la balanza del deseo".  (Ambrose Bierce).

 - "Probablemente no exista mayor logro humano que merecer amor al final".  (Paul Auster).

 - "Aprendemos a ser sabios, más por el fracaso que por el éxito. Con inusitada frecuencia averiguamos lo que convendrá, descubriendo lo que no conviene y, probablemente, el que nunca cometió un error jamás descubrirá nada".  (Samuel Smiles).

 - "A algunas hijas sin hijos nos asusta la idea de envejecer solas, sin nadie que nos asista si nos lesionamos una pierna o la casa arde en llamas. Tener hijos tampoco es garantía de nada; no se les trae al mundo para conseguir el salvoconducto del amor y cuidados incondicionales. Sin embargo, ahí están. Y el retintín de una antigua cantinela sigue sonando como un eco procedente del viejo mundo: si no tienes descendencia, ¿quién va a cuidar de ti cuando seas mayor?..."  (Celia Rico Clavellino).

Besos y abrazos,

Don.

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