Asisto
cada mañana al acto público, al que solo yo acudo, de lanzar al mundo estos
matutinos que voy engendrando, para que cada cual que lo desee, desde la
intimidad de su hogar, pueda saber de ellos y, si lo tiene a bien, adoptarlos.
El sol y el calorcito primaveral volvieron a nuestras vidas, y no precisamente
desde la probeta de un laboratorio, haciendo renacer en nosotros una entusiasta
ilusión, de orgullosos padres putativos, de ver crecer todo lo que nos rodea,
comenzando por esas flores que todo lo alegran. Para hoy tendremos por los
madriles una máxima prevista de 25ºC.
Este
puente isidril estuve viendo en Netflix "Vida privada"
("Private life", 2018), de Tamara Jenkins, y con Paul Giamatti,
Kathryn Hahn, y Kayli Carter. Tercer largo de esta directora, de quien había
visto su estupendo anterior, "La familia Savage" ("The Savages", 2007).
Un
matrimonio de cuarentones lleva tiempo intentando ser padres, tanto por
fecundación in vitro como mediante adopción, sea a través de los servicios
sociales o contactando a través de una plataforma de internet con jóvenes con
embarazos no deseados dispuestas a entregar a sus bebés, todo les vale dado lo
obsesionados que están con conseguirlo. Pero aunque van fracaso tras fracaso, y
su relación se tambalea de cuando en cuando, no desesperan. Tras su última
decepción se les abrirá una inesperada posibilidad.
Una
buena película (nota: 6) que trata con mucha sensibilidad el complejo
mundo de los tratamientos de fertilidad, de reproducción asistida, y de refilón
el de la adopción. Sin embargo, quizá porque el tema no me afecta, no me llegó,
salvo algunos momentos sueltos de emoción en que sí me atrapó. Desde luego es
un retrato auténtico, casi documental en algunos pasajes, de ese largo proceso
de años, de sus sinsabores, y de los dilemas personales a los que se enfrentan
sus protagonistas, dando mucho que pensar sobre la cuestión. Al parecer, la
directora y guionista sabe muy bien de lo que habla.
Ahora,
para común conocimiento, os reproduzco más abajo unas cuantas citas de
sabiduría ajena:
- "Los espejos, antes de darnos la imagen
que reproducen, deberían reflexionar un poco". (Jean Cocteau).
- "Pocas cosas pueden sorprender tanto al
hombre de buena fe como el terrible hecho de que los dos instintos que le
mantienen sobre la tierra, el de conservación y el de reproducción, sean
precisamente la fuente de casi todos los males". (Gregorio Marañón).
- "La vida privada de un ciudadano debe
ser recinto amurallado". (Maurice
de Talleyrand-Périgord)
- "Toda felicidad se compone de dos
sensaciones tristes: el recuerdo de la privación en el pasado y el temor de
perderla en el porvenir". (Alphonse
Karr).
Besos
y abrazos,
Don.
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