¡Buenos días!
Aunque por calendario todavía debería estar con nosotros, a nuestro lado, el otoño parece que se nos esfumó quien sabe dónde, desapareció de nuestras vidas, espero que no del todo y que vuelva a nosotros en algún momento antes del próximo solsticio, pues el invierno de hecho vino a nosotros antes de tiempo, con esta madrugada rozando la helada (0ºC) por los madriles, con sol y una máxima prevista para hoy de unos 11ºC... y bajando más en sucesivos días. Y más que querer que se alejen de mí, vengo a otro de mis matutinos a que me mime, como mi mamá, a que cuide de mi mente y, por tanto, de mi cuerpo, a la par que lo hago yo con él, acariciándolo tecla a tecla, amamantándolo con mis desvaríos.
Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Die my love" (2025), de Lynne Ramsay, basada en la novela "Matate, amor" (2012) de la escritora argentina Ariana Harwicz, y con Jennifer Lawrence, Robert Pattinson, Sissy Spacek, Lakeith Stanfield, y Nick Nolte. Es la quinta película (de largometraje) de esta directora, de quien había visto sus dos anteriores más recientes, "En realidad, nunca estuviste aquí" ("You were never really here", 2017) y "Tenemos que hablar de Kevin" ("We need to talk about Kevin", 2011).
Una pareja joven, muy enamorada e ilusionada, se muda de Nueva York a una vieja y aislada casa campestre, herencia de un tío de él, recién fallecido. Al poco de llegar allí nace su bebé, al que ella mima y cuida con esmero. Pero la soledad, debida a las continuas ausencias del marido por trabajo y la angustia generada por el cuidado de la criatura, que tiene que afrontar en su mayor parte sin la colaboración de su pareja, genera tensión entre ambos, cayendo ella en una espiral de abandono y locura.
Una película un tanto matete (nota: 4), que no me dijo gran cosa, aunque hacia el final quiso convencerme algo, pero no lo terminó de lograr, generándome cierto grado de incomodidad, lo que suele ser propio del cine de su directora. Tampoco me gustó el modo de narrarme esta historia, y eso que su fotografía me pareció estupenda... no sé cómo será la novela de la que parte (parece que una catarsis de la autora tras su experiencia maternal), que no he leído, pero intuyo (basado en algunas otras críticas que he hojeado) que mejor que su traslación cinematográfica. Buena parte de lo que se nos muestra son ensoñaciones o desvaríos que suceden dentro de la mente de la protagonista, aquejada de una especie de depresión postparto que la desequilibra mentalmente sobremanera, con episodios bipolares y esquizofrénicos, de angustia y alienación que la sacaban de la realidad, como si la vida, su vida, no fuera con ella... con otros momentos de exaltación vital, todo un carrusel de emociones, tan intenso como para descolocar casi a cualquiera.
Pues ya llegan a nosotros, aquí están estas citas de sabiduría ajena, comenzando por una de la autora de la novela en que se basa la película hoy glosada:
- "Eso es un poco la maternidad: estar siempre al filo de la muerte. Es estar cuidando a alguien que sabemos que puede morir en cualquier momento. Y eso es muy estresante". (Ariana Harwicz).
- "Jamás ha habido un niño tan adorable que la madre no quiera poner a dormir". (Ralph W. Emerson).
- "¿Cuál puede ser una vida que comienza entre los gritos de las madres que la dan y los lloros del hijo que la recibe?". (Baltasar Gracián).
- "La clase de felicidad que necesito es menos hacer lo que quiero que no hacer lo que no quiero". (Jean Jacques Rousseau).
Besos y abrazos,
Don.
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