¡Buenos días!
Estos matutinos siempre
andan en la disyuntiva de si son de mañana o de noche, que se van pariendo con
nocturnidad, tras haber visto un film, pero salen a la luz casi junto con la
que les aporta el sol que asoma por el horizonte. ¡Qué más da de donde sean!,
que de todas formas tienen prisa por conseguir su propósito, llegar a contactar
con la mayor cantidad de almas y corazones que por doquier pululan. El que
también anda dudando es este dulce otoño, que todavía sigue remedando suave
primavera, días atrás incluso muy caluroso veranillo, cosas de la solidaridad
estacional, pero que tenderá a sus más canónicas maneras, aunque todavía no se
le barrunten para cuando. De momento, hoy, seguimos de sol, y con máximas que
llegarán a los 22ºC.
Este fin de semana estuve en
el cine viendo "Dos días, una noche" ("Deux
jours, une nuit"), de Jean Pierre y Luc Dardenne, y con Marion Cotillard
(espléndida actriz) y Fabrizio Rongione. De este par de hermanos belgas había
visto hasta ahora dos de sus anteriores films: "El niño de la bicicleta"
("Le gamin au vélo", 2011),
y "El niño" ("L'enfant", 2005).
Tras una baja laboral por
depresión, al regresar un viernes a su puesto de trabajo en una pequeña
empresa, una mujer, casada y con dos niños, se entera de que su jefe ha dado a
elegir al resto de trabajadores entre una prima salarial de mil euros para cada
uno (por la sobrecarga de trabajo derivada de su ausencia) o que ella se
mantenga en el puesto. La votación salió a favor de la gratificación. Sin
embargo, tras alguna irregularidad detectada, le da la oportunidad de que al
lunes siguiente se repita. Ella, con la ayuda de su marido, dispondrá de un fin
de semana para tratar de convencer a sus compañeros de que renuncien a su prima
y pueda conservar su empleo, que necesita imperiosamente, pues todavía están
pagando su nueva casa.
Una espléndida película,
como todas las de los Dardenne, de estilo sobrio, seco, crudo, y muy lúcido.
Cine social comprometido, en el que vemos, en el marco de esta crisis
socioeconómica, como esta mujer excluida porque se la considera débil recobra
su dignidad y autoestima gracias a la lucha a contrarreloj por tratar de
recuperar su trabajo. Elogio también de la solidaridad, cuya carencia se
critica, y que parece desfallecer en los momentos más duros, cuando nos vemos
obligados a competir unos contra otros. Vamos viendo cómo van reaccionando uno
tras otro de los compañeros ante la propuesta, sin juzgar a nadie, que cada uno
tiene sus razones, de mayor o menor catadura moral, que todos necesitan el
dinero pues pasan mayores o menores dificultades económicas. Por tanto, os
recomiendo este muy necesario film.
Bueno, sin prisas, ahora
algo de sabiduría ajena, que seguro nos ayuda en nuestros problemas:
- "Es falso decir que lo que nos
determina son las circunstancias. Al contrario, las circunstancias son el
dilema ante el cual tenemos que decidirnos. Pero el que decide es nuestro
carácter". (José Ortega y Gasset).
- "La mayoría de los que triunfan gracias
a la suerte se consideran dignos de su buena suerte". (Jean de la Bruyère).
- "No sabrás todo lo que valgo hasta que
no pueda ser junto a ti todo lo que soy".
(Gregorio Marañón).
- "La caridad es humillante porque se
ejerce verticalmente y desde arriba; la solidaridad es horizontal e implica
respetuo mutuo". (Eduardo Galeano).
- "Llevadera es la labor cuando muchos
comparten la fatiga". (Homero).
- "Cuando la tripulación y el capitán
están cordialmente compenetrados, es preciso un temporal y más que un temporal
para lanzar la nave a tierra".
(Rudyard Kipling).
Besos y abrazos,
Don.
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