martes, 11 de noviembre de 2025

Siempre destellan los matutinos

¡Buenos días!

Estos días de otoño cada vez refulgen más en mi retina con su creciente caleidoscopio de usual colorido, como siempre que llega esta estación a mi vida, con regular recurrencia, da igual lo gris que pueda llegar a ponerse el cielo, lo que de hecho casi que lo embellece todo todavía más, por el contraste perfectamente armónico. Como hoy, que amanecemos con gris nubosidad, aunque no parece que vaya a llover, según las previsiones, que también anticipan que la máxima por los madriles será de unos 16ºC. Y como un fogonazo, como un relámpago, llega otro de mis matutinos a mi regazo, más para consolarme él a mí de mis eventuales pesares que a la inversa, que también. Y con ello, vamos ambos sintiendo nuestro mutuo calorcito que nos reconforta sobremanera.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Siempre es invierno" (2025), de David Trueba, basada en una de sus propias novelas, "Blitz" (2014), y con David Verdaguer, Isabelle Renauld, Amaia Salamanca, Jon Arias, Vito Sanz, y Carla Nieto. De este director había visto, salvo dos, el resto de sus anteriores películas (largos de ficción), a saber, "Saben aquell" (2023), "Casi 40" (2018), "Vivir es fácil con los ojos cerrados" (2013), "Madrid, 1987" (2011), "Bienvenido a casa" (2006), "Soldados de Salamina" (2002), "Obra maestra" (2000), y su ópera prima "La buena vida" (1996).

Un joven arquitecto, especializado en paisajismo urbano, viaja a una ciudad de Bélgica por tres días para asistir a un congreso del gremio, para presentar su proyecto en un concurso, que si gana le permitirá comenzar su carrera profesional. Lo hace junto a su novia, con la que lleva cinco años de relación, pero allí mismo ella rompe con él, quien decide quedarse allí, solo y melancólico, por unos días más para tratar de recomponerse anímicamente, mientras ella regresa a Madrid. Muy desolado, conoce a una de las trabajadoras del congreso, una mujer madura, un destello que tal vez le evite su completo naufragio sentimental (y vital).

Buena película en general (nota: 6) que empezó por no decirme gran cosa pero que poco a poco fue remontando, como el mismo protagonista hace, hasta terminar por gustarme bastante, aunque sin alharacas. Tragicomedia romántica, serena y pausada, introspectiva y melancólica, donde el trasfondo paisajístico y ambiental, frío, relentoso, gris, triste, refuerza el sentimiento del protagonista, sumido de repente en su propio invierno emocional, como el que todos hemos podido pasar o podríamos pasar de cuando en cuando, con mayor o menor recurrencia e intensidad. También de asumir una pérdida amorosa, de no acomodarse en la tristeza, de romances intergeneracionales, de que la vida se nos escurre entre los dedos como la arena, como la de un reloj de esa clase, de que podemos darle la vuelta a la situación y recomenzar desde cero, que todo son ciclos.

Bueno, antes de que se apague el efímero fulgor de este matutino y que pueda dejar bonito rastro en nuestra memoria, ahí resplandecen, o eso espero, estas citas de sabiduría ajena:

 - "En el corazón de todos los inviernos vive una primavera palpitante, y detrás de cada noche viene una aurora sonriente".  (Khalil Gibran).

 - "Quienes no han conocido un invierno en las regiones árticas no comprenderán ni apreciarán ni sentirán jamás las delicias de una primavera en ellas. El contraste es uno de sus más peculiares elementos; aseguraríamos que el elemento que imprime un sabor particular a todos los demás".  (Jack London).

 - "El amor consuela como el resplandor del sol después de la lluvia".  (William Shakespeare).

 - "Porque en la vida no hay más realidades que éstas: un destello de sol, un aroma de rosa, el son de una voz; y aun así de vanas y efímeras son lo mejor del mundo, lo mejor del mundo para mí".  (Luis Cernuda).

Besos y abrazos,

Don.

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