jueves, 22 de marzo de 2012

Tenemos que hablar de los matutinos

¡Buenos días!

Esta primavera descarriada, que ayer de madrugada nos regaló una buena nevada seguida de necesarias lluvias, tras semanas y semanas de cielos enjugados, parece que quiere volver al redil y dejar de hacernos sufrir con tiriteras, básicamente debidas a las ventoleras que nos dejaban enjutos de calor. Veremos si esta charla matutina sobre la primavera la encarrila, pero como pasa con los niños revoltosos, tras unos días de sereno sol que nos pronostican los meteorólogos, seguro que volverá a su natural ser zascandil. ¡Ah!, y de los matutinos ni hablamos, que ya hablan ellos bastante.

Este fin de semana estuve en el cine viendo una estupenda película, que os recomiendo si no os importa ver historias algo incómodas, pero necesarias. Se trató de "Tenemos que hablar de Kevin" ("We need to talk about Kevin"), de Lynne Ramsay, basada en la novela homónima de Lionel Shriver, y con Tilda Swinton, John C. Reilly, y Ezra Miller. Es el tercer largo de esta directora, y primero suyo que veo.

Una escritora de guías de viaje, varios años casada, tiene que dejar de lado, con cierto disgusto, su carrera profesional para dar a luz a Kevin. Desde el mismo principio la relación entre la desprendida madre y su no muy deseado hijo es muy difícil. Cuando faltan pocos días para que cumpla los 16 Kevin hace algo irracional e imperdonable. La madre se plantea si llegó a amar realmente a su hijo, sus maternales aptitudes, y en que medida su actitud hacia el niño pudiera haber sido la causa de su intrínseca maldad.

Una película que nos muestra algo que parece que nos negamos a querer ver, que no todas las familias se llevan bien, ni siempre hay buenas relaciones entre padres e hijos, y que su crianza es dificilísima a pesar de las mejores intenciones. Una peculiar mirada a la maternidad en la que se nos plantean preguntas incómodas, como la de que si debemos querer a nuestros hijos ... de respuesta no necesariamente obvia si miramos alrededor nuestro, aunque la respuesta siempre tendría que ser "sí" (la paternidad responsable).

Se nos muestra a una madre que trata de llevar con cierta dignidad su culpa, la de haber criado (o malcriado), junto con la imprescindible colaboración de su buenrollista esposo, a tal monstruo; autoestima casi constantemente aplastada por el desánimo, la desesperación, la desolación y el temor. Se exponen hechos, con seca frialdad teñida de rojo, no se especula sobre si la madre educó mal a su hijo o no ... eso queda a criterio del espectador.

Por esa desoladora visión del lado feo de la sociedad, ese al que no gusta mirar, me recordó a las películas de Todd Solondz, muy incómodas de ver, tres de las cuales he visto: "La vida en tiempos de guerra" ("Life during wartime", 2009); "Palíndromos" ("Palindromes", 2004); y "Happiness" (1998), otra espléndida película, que también os recomiendo, con la misma advertencia que para la glosada hoy.

Ahora algo de sabiduría ajena, que seguro nos ayuda a encarrilar nuestras circunstancias, y a nosotros mismos:

 - "Negar un hecho es lo más fácil del mundo. Mucha gente lo hace, pero el hecho sigue siendo un hecho".  (Isaac Asimov).

 - "Algunos creen que para ser amigos basta con querer, como si para estar sano bastara con desear salud".  (Aristóteles).

 - "Podrían engendrarse hijos educados si lo estuvieran los padres".  (Goethe).

 - "Dos excesos deben evitarse en la educación de la juventud; demasiada severidad, y demasiada dulzura".  (Platón).

 - "Educad a los niños y no será necesario castigar a los hombres".  (Pitágoras).

 - "Los hombres son siempre niños, aun cuando a veces asombren por su crueldad. Siempre necesitan educación, tutela y amor".  (Máximo Gorki).

 - "No son las malas hierbas las que ahogan la buena semilla, sino la negligencia del campesino".  (Confucio).

 - "No hay ni malas hierbas ni hombres malos. No hay más que malos cultivadores".  (Víctor Hugo).

 - "Tan solo debes sembrar lo que puedas abonar".  (refrán).

Besos y abrazos,

Don.
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