jueves, 10 de diciembre de 2015

Matutino que no se casa con nadie

¡Buenos días!

Me encuentro la mar de bien junto a estos matutinos, cual crustáceo mecido por las olas, cuya mañanera compañía necesito para hacerme más llevadero todo lo que esté por venir, aunque ellos, que no se casan con nadie, ni siquiera conmigo, sé que también tienen su corazoncito y me añoran cuando no estoy. Así que, sin regla predefinida alguna, convivimos armoniosamente haciéndonos mutuamente mejor nuestra común existencia. El otoño, hoy algo más fresco, con máxima prevista de 15ºC por estos lares, más bien mares, que nos bañan con la suave placidez de las olas apenas existentes y el suave sol que nos acaricia.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Langosta" ("The lobster"), de Yorgos Lanthimos, y con Colin Farrell, Rachel Weisz, Ben Whishaw, Jessica Barden, Olivia Colman, Léa Seydoux, y John C. Reilly. Es el quinto largo de este director y guionista griego, el primero rodado en inglés, y tercero suyo que veo, tras "Alps" ("Alpeis", 2011), y "Canino" ("Kynodontas", 2009).

En una sociedad de muy estrictas reglas, donde está prohibido permanecer soltero, los que así se encuentran, por diversos motivos (ruptura sentimental, viudedad, o dificultad para relacionarse), son enviados a una lujosa institución (especie de hotel-prisión), donde serán re-socializados y deberán encontrar pareja en un plazo de 45 días. Si no lo consiguen, serán convertidos en el animal de su elección, y soltados en el bosque circundante... también habitado por renegados solteros que huyeron de tal sociedad y que son cazados hasta su extinción.

Buena película (nota: 6) esta extraña, muy extraña alegoría sobre la condición humana al respecto de estar emparejados o no, con el peculiar enfoque de este director, cuyos dos anteriores films fueron un absoluto pestiño para mí, pero éste me pareció mucho más accesible a mis entendederas y me gustó bastante más. Tuvo muy buenos momentos, y otros con las habituales pasadas de rosca o pajas mentales de este extravagante director.

En los dos mundos retratados, el que sólo permite a la gente estar emparejada, y el que permite tan sólo estar solo, se ven las bases de nuestra realidad social, pero deconstruidas y llevadas al extremo, reducidas al absurdo... con sus arbitrarias reglas sociales, bien sean impuestas o autoimpuestas (para casarse imperiosamente o jamás hacerlo), que nos llevan al tedio o la locura, pasando cierta gente de uno a otro mundo sin ton ni son. También se reflexiona sobre el miedo que unos y otros, en mayor o menor medida, tenemos a la soledad, o a tener que vivir con alguien, un desconocido en el fondo, por muchos años que pasen de convivencia. Y sobre el amor (no impuesto).

Ahora algo de sabiduría ajena, que seguro nos ayuda a mantener criterios con cierta independencia de los demás:

 - "Lo malo del amor es que muchos lo confunden con la gastritis y, cuando se han curado de la indisposición, se encuentran con que se han casado".  (Groucho Marx).

 - "No quiso la lengua castellana que de casado a cansado hubiese más de una letra de diferencia".  (Lope de Vega).

 - "Es cierto que no te quiero tanto como cuando éramos novios, pero es que a mi nunca me han gustado las mujeres casadas".  (Proverbio americano).

 - "El soltero desea una esposa pero se alegra de no tenerla".  (Henry-Louis Mencken).

 - "El hogar es la prisión de la soltera y el hospicio de la casada".  (George Bernard Shaw).

 - "Boda quiere la soltera
por gozar de libertad,
y mayor cautividad
con un marido la espera".  (Manuel Bretón de los Herreros).

 - "Cuando afirmé que moriría soltero es que no pensaba vivir hasta que me casara".  (William Shakespeare).

Besos y abrazos,

Don.
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