¡Buenos días!
Me encuentro la mar de bien
junto a estos matutinos, cual crustáceo mecido por las olas, cuya mañanera
compañía necesito para hacerme más llevadero todo lo que esté por venir, aunque
ellos, que no se casan con nadie, ni siquiera conmigo, sé que también tienen su
corazoncito y me añoran cuando no estoy. Así que, sin regla predefinida alguna,
convivimos armoniosamente haciéndonos mutuamente mejor nuestra común
existencia. El otoño, hoy algo más fresco, con máxima prevista de 15ºC por
estos lares, más bien mares, que nos bañan con la suave placidez de las olas
apenas existentes y el suave sol que nos acaricia.
Ayer por la tarde estuve en
el cine viendo "Langosta" ("The
lobster"), de Yorgos Lanthimos, y con Colin Farrell, Rachel Weisz, Ben
Whishaw, Jessica Barden, Olivia Colman, Léa Seydoux, y John C. Reilly. Es el
quinto largo de este director y guionista griego, el primero rodado en inglés,
y tercero suyo que veo, tras "Alps" ("Alpeis", 2011), y "Canino" ("Kynodontas", 2009).
En una sociedad de muy
estrictas reglas, donde está prohibido permanecer soltero, los que así se
encuentran, por diversos motivos (ruptura sentimental, viudedad, o dificultad
para relacionarse), son enviados a una lujosa institución (especie de hotel-prisión),
donde serán re-socializados y deberán encontrar pareja en un plazo de 45 días.
Si no lo consiguen, serán convertidos en el animal de su elección, y soltados
en el bosque circundante... también habitado por renegados solteros que huyeron
de tal sociedad y que son cazados hasta su extinción.
Buena película (nota:
6) esta extraña, muy extraña alegoría sobre la condición humana al
respecto de estar emparejados o no, con el peculiar enfoque de este director,
cuyos dos anteriores films fueron un absoluto pestiño para mí, pero éste me
pareció mucho más accesible a mis entendederas y me gustó bastante más. Tuvo
muy buenos momentos, y otros con las habituales pasadas de rosca o pajas
mentales de este extravagante director.
En los dos mundos retratados,
el que sólo permite a la gente estar emparejada, y el que permite tan sólo
estar solo, se ven las bases de nuestra realidad social, pero deconstruidas y
llevadas al extremo, reducidas al absurdo... con sus arbitrarias reglas
sociales, bien sean impuestas o autoimpuestas (para casarse imperiosamente o
jamás hacerlo), que nos llevan al tedio o la locura, pasando cierta gente de
uno a otro mundo sin ton ni son. También se reflexiona sobre el miedo que unos
y otros, en mayor o menor medida, tenemos a la soledad, o a tener que vivir con
alguien, un desconocido en el fondo, por muchos años que pasen de convivencia.
Y sobre el amor (no impuesto).
Ahora algo de sabiduría
ajena, que seguro nos ayuda a mantener criterios con cierta independencia de
los demás:
- "Lo malo del amor es que muchos lo
confunden con la gastritis y, cuando se han curado de la indisposición, se
encuentran con que se han casado".
(Groucho Marx).
- "No quiso la lengua castellana que de
casado a cansado hubiese más de una letra de diferencia". (Lope de Vega).
- "Es cierto que no te quiero tanto como
cuando éramos novios, pero es que a mi nunca me han gustado las mujeres
casadas". (Proverbio americano).
- "El soltero desea una esposa pero se
alegra de no tenerla". (Henry-Louis
Mencken).
- "El hogar es la prisión de la soltera y
el hospicio de la casada". (George
Bernard Shaw).
- "Boda quiere la soltera
por gozar de libertad,
y mayor cautividad
con un marido la
espera". (Manuel Bretón de los
Herreros).
- "Cuando afirmé que moriría soltero es
que no pensaba vivir hasta que me casara".
(William Shakespeare).
Besos y abrazos,
Don.
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