martes, 1 de noviembre de 2011

Pedaleando con afán hacia los matutinos

¡Buenos días!

Como casi cada mañana, con infantil entusiasmo, tomo impulso y me dirijo con anhelante empeño hacia este gratificante y cálido mundo de los matutinos, poblado por mis siempre solícitas hadas y ninfas, que tanto y desinteresado bien me procuran, como bien sabéis. El otoño, poco a poco, pedalea fácil, cuesta abajo, hacia su ser natural, tras unos pocos días de tregua, con temperaturas máximas pasando otra vez de los 20ºC. Hoy está muy gris, con máximas de 18ºC, y se barrunta lluvia, que no nos abandonará, dicen los meteorólogos, hasta el fin de semana, en el que las máximas rondarán los 13ºC.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo una sobresaliente película, que desde ya os recomiendo encarecidamente que vayáis a ver. Se trató de "El niño de la bicicleta", de Jean Pierre y Luc Dardenne, y con Thomas Doret, Cécile de France, y Jérémie Renier. De estos dos hermanos belgas tan solo había visto hasta ahora una de sus anteriores películas, la también espléndida "El niño" ("L'enfant", 2005).

Un problemático e inquieto preadolescente que acaba de ser abandonado por su padre en un hogar de acogida infantil, tiene la obsesión de volver con él y conseguir recuperar la bicicleta que le regaló, para lo que se escapa constantemente. En una de estas fugas, tratando de encontrarle, conoce accidentalmente a una mujer, que regenta una peluquería, y que aceptará acogerlo durante los fines de semana. Ahíto de rabia, se resistirá al amor incondicional que tratará ella de darle, y que necesita, aunque él no quiera reconocerlo.

Una historia, como siempre en los films de estos hermanos, áspera, seca e incomoda emocionalmente de ver, aunque esta vez acabe en luminosa esperanza de un futuro mejor. Sin el más leve atisbo de juicio moral, nos muestra como una mujer, con su cariño sin condiciones, ayuda a un resuelto y perseverante niño, que necesita sentirse amado para poder amar la vida, a soltar la rabia que le atenaza y amenaza con descarriarle, no sin grandes dificultades y hasta que él decide por sí mismo que así sea. Un film imprescindible.

Pues, pedaleando, pedaleando, sin solución de continuidad, llegamos a la sección de sabiduría ajena, que seguro nos hace avanzar a mejores estados de ánimo:

 - "Educar no es dar carrera para vivir, sino templar el alma para las dificultades de la vida".  (Pitágoras).

 - "Educar a un niño no es hacerle aprender algo que no sabía, sino hacer de él alguien que no existía".  (John Ruskin).

 - "El amor es como mercurio en la mano. Deja la mano abierta y él permanecerá; agárralo firmemente y escapará".  (Dorothy Parker).

 - "Si pierdes un amor, ¡no te pierdas! ... Si lo encuentras, ¡asegúralo! Rodéate de rosas, ama, bebe y calla. Lo demás es nada".  (Fernando Pessoa).

 - "Si me quieres, quiéreme entera,
no por zonas de luz o sombra [...]
Si me quieres, no me recortes:
¡Quiéreme toda ... o no me quieras!".  (Dulce María Loinaz).

 - "A los niños, para hacerse querer por ellos, no les importa demasiado que seamos feos, ni que seamos inteligentes, ni tan siquiera bondadosos. Para querernos basta con que se les quiera: no son tan exigentes como los mayores".  (Jacinto Benavente).

Besos y abrazos,

Don.
_____

No hay comentarios: