jueves, 25 de octubre de 2018

Matutino al cuello

¡Buenos días!

No me siento cogido por el cuello por estos matutinos, que tanto ellos como yo tratamos de ir a nuestro albedrío sin excesivas ataduras, aunque siempre tratando de mantener el afectivo vínculo. Tampoco parecen apretar mucho el gaznate del luminoso sol de hoy las dispersas nubes que empiezan a aparecer por el cielo, con lo que la máxima se irá hasta los 22ºC. Otro gallo cantará el fin de semana, con el desplome térmico hasta ir por debajo de los dos dígitos, y con las lluvias, que a algunos atarán a los hogareños ventanales, a cubierto, mirando afuera a través de los barrotes de acuosos chorretones sobre el cristal. O eso, o a empaparse de otoño con fruición revoloteando por ahí, allende sus límites. Que cada cual elija lo que más le plazca, y asuma sus consecuencias.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Animales sin collar", de Jota Linares, libre adaptación de la obra teatral "Casa de muñecas" de Henrik Ibsen, y con Natalia de Molina (espléndida actriz), Daniel Grao, Ignacio Mateos, Natalia Mateo, y Borja Luna. Es el debut en el largo de este director.

Un político comprometido en la lucha por los más desfavorecidos, que hace bandera de la honestidad, y que ha prometido erradicar los corruptos de las instituciones públicas, acaba de arrasar en las elecciones para presidente de una comunidad autónoma, barriendo con su partido emergente la hegemonía bipartidista dominante hasta entonces. Está felizmente casado con una solícita mujer que se desvive por el bienestar de su esposo, siempre a su sombra. Todo esto puede derrumbarse en un instante, arruinando su felicidad y la carrera política de su marido, si sale a la luz un oscuro y turbio secreto que ella guarda celosamente, de cuando ambos y otros amigos desparramaban cuando más jóvenes en alocados saraos henchidos de alcohol y drogas. Uno de estos, caído en desgracia pues será destituido por el marido en cuanto tome posesión del cargo, y sabedor del secreto junto con ella, le hará chantaje.

Una muy buena película (nota: 7) que me fue enganchando y gustando cada vez más conforme avanzaba, ganando en intensidad, con enigmas desvelados poco a poco, tensa y desasosegante a ratos. A través de la peripecia a contrarreloj (todo sucede en un fin de semana) de esta mujer, sumisa, casi que domesticada, que va tomando conciencia de que no es feliz y opta al final por tomar las riendas de su propio destino, empoderándose, que ahora se dice, nos habla de lo que se cuece entre bambalinas en la política actual, del papel de la mujer en la sociedad, de segundas oportunidades, y de la transcendencia de las decisiones que tomamos en todo momento y que condicionan nuestro futuro, pues tal y como reza el leitmotiv que figura en el cartel de la película, somos presa de nuestro pasado.

Ahora unas citas de sabiduría ajena, que tal vez nos libren de ataduras y demás tejemanejes:

 - "No se graban tanto mil palabras como un solo hecho".  (Henrik Ibsen).

 - "Los hombres, en general, no son sino marionetas maltratadas por un titiritero".  (Giovanni Papini).

 - "Me apoderaré del destino agarrándolo por el cuello. No me dominará".  (Ludwig van Beethoven).

 - "Nadie puede poner una cadena en el tobillo de su prójimo sin tener el otro extremo alrededor de su cuello".  (Frederick Douglass).

Besos y abrazos,

Don.
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