martes, 23 de octubre de 2018

Matutino que está que arde

¡Buenos días!

Bueno, tampoco es que estemos de ardoroso verano, por mucho que algunos ilusos se empeñen en visionarlo, pero las temperaturas están siendo la mar de agradables en estos días de otoño luminoso, con sol que no quema, y las copas de los árboles apenas empezando a encenderse de candente otoñada. Máxima prevista para hoy de 20ºC, que cuando se acerque el fin de semana caerán hasta la mitad, casi fundiéndose con las del invierno por venir, cuyos gélidos rigores sin embargo todavía quedan lejos, muy lejos.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Burning" ("Beoning"), de Lee Chang Dong, basado en el relato corto "Quemar graneros" de Haruki Murakami, y con Yoo Ah-in, Steven Yeun, y Jeon Jong-seo. Sexto largo de este director coreano, de quien había visto sus dos más recientes anteriores: "Poesía" ("Shi" 2010) y "Secret sunshine" ("Milyang", 2007).

Un joven repartidor que quiere ser novelista, mientras hace una entrega por las calles de Seúl, se encuentra por casualidad con una bella joven con mucho desparpajo que fue vecina y compañera de clase en su infancia y adolescencia en la aldea en que ambos vivían, y por la que se siente muy atraído. Ella le impele a tener ambos una cita, tras la que le pide que cuide de su gato, mientras hace un viaje por África. A su vuelta él va a recogerla al aeropuerto, pero aparece con un rico guaperas que conoció allí y con el que se ha enrollado, quedando frustrado. En una noche de confidencias entre los tres, el misterioso nuevo novio revela una peculiar afición al joven.

Una muy buena película (nota: 7), de espléndidas maneras formales, a la que le faltó un qué sé yo para tocarme el alma (que el intelecto sí que lo hizo), emocionarme y llegar a la excelencia para mí. De todas formas, en sus dos horas y media de metraje me envolvió y atrapó con la característica parsimonia y sutileza orientales, haciendo que se me pasaran volando. Es muchas cosas, melodrama romántico con triángulo, thriller, existencial; y de ambiguas lecturas, de tono que va oscureciéndose conforme avanza y se retuerce cadenciosamente la trama, a la par que la intriga crece, y el misterio jamás se soluciona.

Extraña historia, que genera cierta inquietud, desconcertante a ratos y que se va enturbiando en su avance, de la que nos faltan elementos que tenemos que conjeturar. Entre muchas otras cosas, va sobre las difusas fronteras entre realidad e imaginación, de imaginar como real lo que no vemos a partir de circunstanciales suposiciones, sobre encontrarle un sentido a nuestras vidas; y también de cierta crítica social: a la precariedad laboral juvenil, a la cada vez mayor distancia entre clases sociales y el clasismo elitista, o del estatus femenino en una sociedad machista.

Ahora unas citas de sabiduría ajena, que espero sean yesca y pedernal para alumbrar nuestras entendederas:

 - "El que pueda decir cómo arde, sufre un fuego muy pequeño".  (Francesco Petrarca).

 - "Llegar, ¡quién piensa! Caminar importa sin que se extinga la divina llama del arte largo en nuestra vida corta".  (Manuel Machado).

Besos y abrazos,

Don.
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