¡Buenos días!
Otra mañana más que entro en
este mundo matutino desde la realidad onírica de mis nocturnos sueños
legañosos, donde desconecto de la realidad cotidiana, a la que vuelvo nada más
salir de aquí. Y otra vez vuelven las lluvias, que parecían haberse ido ayer
por la tarde, pero volvieron, cosas de la veleidosa primavera, cada vez más
tibia, y que va y viene, y nos bambolea a su son, y yo que me dejo ir en sus
flujos y reflujos.
Ayer por la tarde estuve en
el cine viendo "Ida", de Pawel Pawlikowski, y
con Agata Trzebuchowska (una preciosidad), y Agata Kulesza. De este director
polaco afincado en el Reino Unido había visto uno de sus anteriores films,
"Last resort" (2000).
En la Polonia de 1962 una
joven novicia, una chica huérfana criada en un convento católico de donde jamás
salió, está a punto de tomar sus votos como monja. La madre superiora le ofrece
la oportunidad de salir del convento para conocer a su tía, su único pariente
vivo y de quien nada sabía, una implacable jueza del régimen comunista, quien
le revela que su verdadero nombre es Ida (no Anna), y que sus padres eran
judíos, asesinados durante la ocupación nazi de Polonia, así que quiere saber
donde están enterrados y visitar su tumba. Ambas se embarcarán en un viaje de
descubrimiento (o redescubrimiento) de sus raíces y afrontar lo ocurrido a su
familia, debiendo elegir la una entre su identidad natal y su nueva religión, y
la otra enfrentarse terribles decisiones tomadas antaño. De refilón, se toparán
con retazos de mezquindad social.
No me dijo gran cosa este
preciosista drama en blanco y negro, de hermosos y minuciosos encuadres
bastante extasiados y de mirada melancólica (excelente fotografía). Historia de
una casi monja católica que descubre de repente que es judía de origen, que nos
habla de dudas sobre la propia identidad, sobre la fe, y sobre si nos une más
la sangre o la pertenencia a una comunidad, sea católica o comunista, por
ejemplo; y de elegir.
Ahora algo de sabiduría
ajena, que seguro nos ayuda a afrontar los vaivenes vitales:
- "Idas y venidas suman muchas horas
perdidas". (refrán).
- "Los que están siempre de vuelta de
todo son los que no han ido nunca a ninguna parte". (Antonio Machado).
- "Te pintaré en un cantar la rueda de la
existencia: pecar, hacer penitencia y luego vuelta a empezar". (Ramón de Campoamor).
- "Hay algo que da esplendor a cuanto
existe, y es la ilusión de encontrar algo a la vuelta de la esquina". (Gilbert K. Chesterton).
Besos y abrazos,
Don.
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