lunes, 28 de marzo de 2022

Bellos avatares matutinos

¡Buenos días!

Belleza por doquier, tanto la que veo cuando me miro, y miro por ahí, a otros, a sus y a mis vicisitudes, de las que siempre hay algo bueno que sacar para seguir mejorando, sin necesidad de maquillarnos con falsas apariencias, simplemente hay que saber mirar, mirar bien, tal y como perfectamente se explica en esta cita:

 - "La mitad de la belleza depende del paisaje y la otra mitad del hombre que la mira".  (Lin Yutang).

En cuanto a la meteorología, da igual que llueva y el cielo esté ensombrecido de gris oscuro, como que haga un sol radiante, pues en el primer caso tendremos colorido preciosamente difuminado, y en el segundo lo tendremos preciosamente contrastado. Hoy, a mitad de camino de ambos extremos, con sol y nubes alternas, pues lo mismo, hermosura para el que sepa mirar, con independencia de sus avatares (en ambos sentidos). La máxima prevista para hoy por los madriles será de 17ºC.

Este fin de semana estuve en el cine viendo una de animación. Se trató de "Belle" ("Ryū to sobakasu no hime", 2021), de Mamoru Hosoda. De este director japonés había visto dos de sus anteriores, los más recientes, "Mirai, mi hermana pequeña" ("Mirai no mirai", 2018) y  "El niño y la bestia" ("Bakemono no ko", 2015).

Una adolescente de 17 años que vive con su padre en una pequeña ciudad japonesa de provincias, aficionada a la música, pecosa, tímida y acomplejada por ello, que se siente invisible ante sus compañeros de instituto, y apesadumbrada desde que su madre falleció cuando era niña, es invitada por su mejor amiga a entrar en una aplicación que usa todo el mundo, un mundo virtual en el que ser otra persona. Se inscribe como Belle, crea su avatar, y enseguida se hace mundialmente famosa, con miles de millones de seguidores gracias a las hermosas canciones que compone e interpreta y en las que expresa como se siente verdaderamente al amparo de su máscara virtual.

Estupenda película (nota: 8), de sencilla animación 2D (los personajes) sobre fastuosos fondos de animación digital, embriagadores por momentos con sus orgiásticos colores y formas, que me fue gustando más conforme avanzaba, hasta llegar a embelesarme. Hermosísima por casi todo, visualmente, por sus pegadizas canciones de limpísima voz (de la cantante), y por lo que destila, pues sales de la sala queriendo ser mejor persona. El culmen de todo esto sucede precisamente cuando la protagonista interpreta las canciones virtualmente.

Esta versión revisada del cuento de "La bella y la bestia" (esto sucede en el mundo virtual, pues en el mundo real se trata de titubeantes amores adolescentes) nos habla de muchas cosas, y muy bien, como de nuestras inseguridades y vulnerabilidades, de lo que somos (en lo que respecta tanto a nuestro físico como a nuestra personalidad) y la imagen que proyectamos y queremos proyectar, no siempre coincidentes, de traumas físicos y emocionales y como superarlos, de embozarse para ocultar nuestro verdadero yo, a veces, y no pocas, muchísimo mejor que idílicas apariencias, de malsana obsesión por las redes sociales, que además muchas veces amplifican acosos y exclusiones, ya de por sí nocivos en la vida real. En definitiva, que se trata de ser bello por dentro, no tanto por fuera.

Ahora, además de la puesta más arriba, os dejo con esta otra cita de sabiduría ajena, encarnación en negro sobre blanco del pensamiento de otros, especie de intelectuales avatares suyos:

 - "La belleza artística no consiste en representar una cosa bella, sino en la bella representación de una cosa".  (Immanuel Kant).

Besos y abrazos,

Don.

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