¡Buenos días!
El otoño es así, no tan voluble como la primavera, ¡ya quisiera él!, pero tiene lo suyo, también tiene sus propios vaivenes, y hoy nos toca por los madriles día de sol, agradabilísimo y dulce ambiente y 20ºC de máxima prevista. Por lo demás, y por mucho que ponga algunos filtros, me reconozco en ellos, en mis matutinos, son parte de mi esencia, y así debo aceptarlo, con sus naturales cambios a lo largo del tiempo, so pena de vivir en la irrealidad.
Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Yo no soy esa" (2024), de María Ripoll, y con Verónica Echegui, Silma López, Adam Jezierski, Daniel Grao, Olivia Molina y Ángela Molina. Undécimo largo de esta directora, de quien había visto siete de sus anteriores: "Nosotros no nos mataremos con pistolas" ("Nosaltres no ens matarem amb pistoles", 2022), "Vivir dos veces" (2019), "Ahora o nunca" (2015), "Rastros de sándalo" ("Rastres de sàndal", 2014), "Tu vida en 65'" (2006), "Utopía" (2003), y su debut, la mejor de todas para mí con diferencia, "Lluvia en los zapatos" ("The man with rain in his shoes", 1998).
A finales de los años 90, una adolescente sufre un accidente y queda en coma, despertando de él más de veinte años después, teniendo que enfrentarse a la vida y a toda la avalancha de cambios habidos desde entonces en el cuerpo de una recién cuarentona y con la mentalidad de una adolescente de entonces, teniendo que madurar a marchas forzadas y aprender a vivir en tan extraño nuevo entorno.
Buena película (nota: 6) esta entretenida comedia romántica un tanto peculiar, agradable y ligera, a veces algo tontorrona, pero que vi con gusto y simpatía, que quiere reflexionar sobre ciertos asuntos aunque tampoco va muy allá, poniendo el foco sobre ciertas cuestiones en boga hoy en día miradas con ojos del pasado con algo de guasa, tales como la galopante invasión de nuevas tecnologías y como han influido estas en el comportamiento social, saltos bastante abruptos vistos con perspectiva de principio de este siglo. También podría decirse que de choques generacionales, encarnando ambas generaciones la descolocada protagonista, a la que su mente juvenil le cuesta reconocer su repentinamente madurado cuerpo... como a mí mismo me pasa, sin haber salido de ningún coma, si acaso de los éteres de Morfeo, cuando me miro, todavía legañoso, cada mañana al espejo y me pregunto quién es ese señor tan mayor que me mira de frente y al que me cuesta un poco reconocer.
Dado que un matutino que se precie no sería el que es sin su sección de sabiduría ajena, ahí os dejo estas citas:
- "Discúlpeme, no le había reconocido: he cambiado mucho". (Óscar Wilde).
- "La experiencia es algo maravilloso, pues nos permite reconocer un error cada vez que lo volvemos a cometer". (Franklin Jones).
- "Feliz el que reconoce a tiempo que sus deseos no van de acuerdo con sus facultades". (Johann W. Goethe).
- "Quien es auténtico asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es". (Jean Paul Sartre).
Besos y abrazos,
Don.
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