¡Buenos días!
En estos matutinos no hay
ultimátum que valga, ni jamás se echan atrás ante nada, siempre mirando de
frente, a lo que esté por venir, encarándolo con alegre ilusión, sorteando uno
tras otro los eventuales problemas que pudieran presentárseles. Por lo demás,
este verano sigue viniéndose arriba, se nos está creciendo cada vez más (la
máxima prevista para hoy es de 35ºC), y llegaremos a rozar los 40ºC del domingo
en adelante.
Ayer por la tarde estuve en
el cine viendo "Ahora o nunca", de María Ripoll,
y con Dani Rovira, María Valverde, Jordi Sánchez, Joaquín Núñez, Clara Lago,
Gracia Olayo, Yolanda Ramos, y Melody Ruiz, entre muchos otros más, que es
bastante coral. Sexto largo de esta directora, de quien había visto cuatro de
sus anteriores, menos el segundo, el de 2001: "Rastros de sándalo" ("Rastres de sàndal",
2014), "Tu vida en 65'" (2006), "Utopía" (2003), "Tortilla soup" (2001), y la
mejor de todas para mí, "Lluvia en los zapatos" ("The man with rain in his shoes", 1998).
Una joven pareja está a
punto de casarse ese mismo fin de semana en una villa inglesa en la que se
conocieron unos pocos años atrás haciendo un curso de verano para perfeccionar
su inglés. Ultiman los preparativos del bodorrio, ella y sus mejores amigas y
suegra ya allí, y él y la gran mayoría de los invitados en España. Estos se
disponen a coger un avión para ir al lugar de la celebración, pero una huelga
total de controladores aéreos empieza a ponérselo muy difícil, y cuando creen
haber sorteado el inconveniente, toda una avalancha de imprevistos harán casi
imposible su reencuentro en la boda.
Esta comedia romántica (nota:
5), toda una gymkhana para sus dos protagonistas, pues todo lo que
les podía salir mal les salía (cosas de la ley de Murphy), comenzó bastante
bien, aunque sin alharacas, intermitentemente, con algunas escenas sin gracia y
otras que me hicieron reír mucho, eso sí, sin transcendencia, de humor de gag
blanco, aunque quisiera apuntar a humor gamberrete, pero hacia el último tercio
se instaló definitivamente en lo romanticón, tontorrón, ñoño, llegando a ser
bastante melosa y subidita de azúcar, lo que mi diabetes cinéfila tolera
bastante mal.
Así que como normalmente me
sucede en estos casos, me dejé seducir por alguien del film, en este caso por
la deliciosa María Valverde, ¡un encanto de mujer!, de quien me enamoré desde
que la vi por primera vez en una película, en la de su debut, cuando era una
adolescente, la muy excelente "La flaqueza del bolchevique" (2003) de Manuel Martín
Cuenca.
Ahora algo de sabiduría
ajena, que seguro nos ayuda a tomar acertadas decisiones en su justo momento:
- "Si llego a mi destino ahora mismo, lo
aceptaré con alegría, y si no llego hasta que transcurran diez millones de
años, esperaré alegremente también".
(Walt Whitman).
- "El hombre que pretende ver todo con
claridad antes de decidir, nunca decide".
(H. F. Amiel).
- "Atribuimos a la casualidad nuestras
desgracias, jamás nuestra prosperidad".
(Charles Régismanset).
- "Es necesario esperar, aunque la
esperanza tenga que verse siempre frustrada, pues la esperanza misma
constituye, por lo general, una dicha, y sus fracasos, por frecuentes que sean,
son menos horribles que su extinción".
(Samuel Johnson).
Besos y abrazos,
Don.
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