Tanto
tiempo de vida en común llevamos que creo que jamás olvidaré estos matutinos,
pues más que en el cerebro los debo tener incrustados en el mismo tuétano, así
que en el caso de que se me agujereen las neuronas tengo un reservorio a buen
recaudo en el interior de la osamenta. Por tanto, en el eventual caso de
perderlos, siempre podré revivirlos. Pero de momento, con la mente despejada,
nos ha amanecido un día ídem, y con 25ºC de máxima prevista, salvo alguna nube
desorientada, que irán a más, nublándose totalmente enseguida y empezando a
dejar caer lluvia, tanto hoy como el resto del fin de semana, que será
totalmente pasado por agua, especialmente el sábado, con fuertes tormentas.
Ayer
por la tarde estuve en el cine viendo "Vivir dos veces",
de María Ripoll, y con Óscar Martínez, Inma Cuesta, Mafalda Carbonell, y Nacho
López. Octavo largo de esta directora, de quien había visto cinco de sus siete
anteriores, menos los de 2001 y 2016: "No culpes al karma de lo que te
pasa por gilipollas" (2016), "Ahora o nunca" (2015), "Rastros de sándalo" ("Rastres de sàndal",
2014), "Tu vida en 65'" (2006), "Utopía" (2003), "Tortilla soup" (2001), y su
debut, la mejor de todas para mí con diferencia, "Lluvia en los zapatos" ("The man with rain in his
shoes", 1998).
Un
catedrático universitario de matemáticas, viudo y ya jubilado, huraño y
bastante cascarrabias, está empezando a manifestar los primeros síntomas de
Alzheimer, unas leves pérdidas de memoria y desorientaciones. De repente le
viene al recuerdo su primer amor en la preadolescencia, chica a la que desde
entonces jamás volvió a ver, así que ahora decide buscarla, sin saber de su
paradero, para volver a verla antes de que su memoria se apague
definitivamente. En esta peripecia se embarcará junto a su hija, con la que no
tiene buena relación y no ve con buenos ojos esa aventura, su deslenguada
nieta, que le ayudará en la tarea buscando en las redes sociales, y su yerno.
Película
bastante regularcilla (nota: 4), con sus más y sus menos, momentos que me
gustaron y otros que me parecieron tontorrones y algo pasados de miel. Una
melodramedia, también road movie parcialmente, en la que los personajes
reconsideran sus vidas anteriores durante el trayecto, planteándose que podrían
vivir de otra manera. Amén del alzheimer y su evolución nos habla de gente
mayor y sus cuitas, que van regresando a la infancia conforme cumplen años, y
también de memoria y olvido, de recordar antes de olvidar, y de que no es
posible regresar al pasado... salvo con nuestras mentes, por deterioradas que
estén. De refilón, también de nuevas tecnologías, que nos pueden anular
socialmente o ayudarnos, depende, y aunque lo parezca no son omnipotentes, aunque
sí bastante omnipresentes hoy día.
Pues
antes de que se me olvide, ahí os dejo unas citas de sabiduría ajena:
- "La ventaja de tener mala memoria
consiste en que se goza muchas veces con las mismas cosas". (Friedrich Nietzsche).
- "Cuando recordar no pueda,
¿dónde
mi recuerdo irá?
Una
cosa es el recuerdo
y
otra cosa es recordar". (Antonio
Machado).
Besos
y abrazos,
Don.
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