martes, 17 de agosto de 2021

Las causas de las casualidades matutinas

¡Buenos días!

Seguramente, o no tanto, las habrá, pero ahora no estoy para dedicar tanto tiempo a investigar tan nimios e improbables sucesos, más o menos irrelevantes, que lo tengo que gastar en cosas más importantes por el momento, como escribir este matutino, por ejemplo, que tanto bienestar anímico me produce. Por lo demás es justo reconocer que, tras tantos días de insoportable y agobiante canícula por encima de la cuarentena térmica, el calor se hace más llevadero con los 32ºC de máxima prevista para hoy por los madriles, casi diez grados menos que los habidos en estos pasados días, durante los del fin de semana y algunos más.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Jinetes de la justicia" ("Retfærdighedens ryttere", 2020), de Anders Thomas Jensen, y con Mads Mikkelsen, Nikolaj Lie Kaas, Andrea Heick Gadeberg, Lars Brygmann, y Nicolas Bro. Es el primer largo que veo de este director y guionista danés.

Un militar, de misión en el extranjero, debe volver a su casa urgentemente junto a su hija adolescente debido a que su mujer ha fallecido en un accidente de tren, en el que iba con su hija. Pocos días después aparece por su casa, junto con sus dos excéntricos amigos, un experto matemático que también viajaba en el tren siniestrado, asegurándole que tiene la casi certeza de que no fue un accidente sino que alguien provocó deliberadamente esa colisión: sus cálculos de probabilidades apuntan a ello. Los cuatro iniciarán la búsqueda de los responsables de la catástrofe.

Una espléndida película (nota: 8) que os recomiendo, con ritmo y muy entretenida, chocante, violenta y con toques de humor negrísimo... y muy profunda e inteligente en sus postulados. Historia de unos tipos, la mar de extravagantes, más perdidos que otra cosa, y que cada uno a su modo tratan de encontrar sentido a la vida y sus desgracias, que a veces suelen conllevar la pérdida de seres queridos. Nos habla de justicieras venganzas, de duelos y asunción de la pérdida, de apoyarse los unos en los otros, de aceptar las cosas tal cual son... y de casualidades y probabilidades de ocurrencia de los sucesos raros, y de causalidades y sus más o menos arbitrarios efectos. Brillante (aunque se lo trague un oso, casualmente).

Pues sin solución de continuidad os cuento una fábula que se narra en la película, a cuenta de las casualidades y su extrema rareza, y que me encantó... Una princesa fue una tarde a cazar en sus dominios. De repente apareció un oso y se comió uno de sus dedos, justo en el que llevaba el anillo de diamantes que tanto apreciaba y que perdió para siempre. Diez años después la princesa salió de nuevo a cazar y consiguió abatir a un viejo y enorme oso, justo en el mismo lugar, día y mes que diez años antes se quedara sin dedo. Abrieron el estómago del oso y... el anillo no estaba allí...

Ahora es de justicia, y no por casualidad, sino por causalidad matutina, que siga con más sabiduría ajena, tras esta genial fábula:

 - "Existe el destino, la fatalidad y el azar; lo imprevisible y, por otro lado, lo que ya está determinado. Entonces como hay azar y como hay destino, filosofemos".  (Séneca).

 - "Atribuimos a la casualidad nuestras desgracias, jamás nuestra prosperidad".  (Charles Régismanset).

 - "El azar no es más que el efecto conocido de una causa aún por conocer".  (Voltaire).

Besos y abrazos,

Don.

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