lunes, 22 de enero de 2024

Matutino de interés

¡Buenos días!

Me intereso por si las nubes con las que ahora nos despertamos fueran a soltar algo de agua a lo largo de esta jornada, en la que se esperan 12ºC de máxima por los madriles, pero en cuanto miro las previsiones, que anuncian que de eso nada de nada, vuelvo a abstraerme en esta zona matutina, en la que jugueteo con este que ahora toca, y del que, como de cualquier otro de ellos, saco tanto provecho, especialmente en lo que respecta a mi particular bienestar anímico, con independencia de las inclemencias que por ahí fuera pudieran desatarse, y de las que en este preciso momento nada quiero saber. Si acaso ya veremos más adelante.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "La zona de interés" ("The zone of interest", 2023), de Jonathan Glazer, basada en la novela homónima (2014) de Martin Amis, y con Christian Friedel y Sandra Hüller. Es la cuarta película de este director británico, de quien había visto su anterior más reciente, "Under the skin" (2013).

El comandante que dirige el campo de concentración de Auschwitz y su mujer se esfuerzan por tener una plácida y paradisiaca vida junto a su numerosa prole, plenos de privilegios, a costa de los bienes y servicios que obtienen de los presos, en una bucólica casita de campo adosada al muro del presidio, más allá del cual, en fuera de campo de casi continuo rumor de fondo, sucede el holocausto.

Buena película (nota: 6), que me mantuvo atento a la pantalla, interesado en lo que ocurría ante mis ojos, y en lo que se intuía de entre el runrún sonoro que no cesaba apenas y de los casi inapreciables detalles de la cotidianidad familiar. Sin embargo, a pesar también de su poderío visual, marca de la casa de su cineasta, me dejó algo frío e insensible, no sé si tanto como sus anodinos personajes eran, indiferentes totales al horror intramuros, al inmenso dolor de los otros que allí dentro se vivía. En cierto modo nos muestra la banalidad del mal, en el sentido en que lo definía la creadora de este concepto, la filósofa judía Hannah Arendt:

 - "El mal no es nunca radical, solo es extremo, y carece de toda profundidad y de cualquier dimensión demoníaca. Puede crecer desmesuradamente y reducir todo el mundo a escombros precisamente porque se extiende como un hongo por la superficie. Es un desafío al pensamiento, como dije, porque el pensamiento trata de alcanzar una cierta profundidad, ir a las raíces y, en el momento mismo en que se ocupa del mal, se siente decepcionado porque no encuentra nada. Eso es la banalidad. Sólo el bien tiene profundidad y puede ser radical".

Bueno, pues parece que hemos atravesado sin solución de continuidad la difusa frontera de la zona de la sabiduría ajena, así que no queda otra que seguir con más citas, que espero os interesen tanto como a mí:

 - "En política, querido mío, y vos lo sabéis tan bien como yo, no hay hombres, sino ideas; no sentimientos, sino intereses; en política no se mata a un hombre, sino se allana un obstáculo".  (Alejandro Dumas).

 - "Bajo la tiranía es más fácil actuar que pensar".  (Hannah Arendt).

 - "¿No es vergonzoso que los fanáticos muestren mucho interés y los sensatos ninguno?".  (Voltaire).

 - "El individuo que no se interesa por sus semejantes es el que tiene las mayores dificultades en la vida y causa las mayores heridas a los demás. De esos individuos surgen todos los fracasos humanos".  (Alfred Adler).

Besos y abrazos,

Don.

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