martes, 16 de enero de 2024

Me siento requetebién con los matutinos, perfectos

¡Buenos días!

Perfecto día de otoño en lo más crudo del crudo invierno, gris y brumoso, lluvioso, con viento del suroeste, de dulcísimas temperaturas, de casi nula oscilación térmica, tan solo de un grado, con una máxima prevista por los madriles de 14ºC. En resumen, día anómalo, imperfecto, pues debería estar helando por estas fechas, pero en fin, disfrutemos de lo que nos depare la meteorología, que al menos llueve, y mucha agua necesitamos. Por lo demás, vuelvo a sentirme reconfortado disfrutando de otro de mis matutinos, perfecta rutina para mí para alcanzar algo parecido al nirvana cotidiano.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Perfect days" (2023), de Wim Wenders, y con Koji Yakusho, Tokio Emoto, Arisa Nakano, Aoi Yamada, Yumi Aso, Sayuri Ishikawa, Tomokazu Miura, y Min Tanaka. De su veterano y prestigioso director alemán, sólo había visto tres de sus muchas películas, una de ficción, la excelentísima "París, Texas" (1984), y dos documentales, "Pina" (2011) y "La sal de la tierra" ("The salt of the Earth", 2014).

Un hombre solitario, afable, muy parco en palabras, las justas, trabaja con esmero como limpiador de aseos públicos en Tokio. Su simple y rutinaria vida se ve alegrada por sus sencillas aficiones (fotografiar analógicamente las luces y sombras de las hojas de los árboles, cuidar arbolitos, leer novelas, escuchar en casete música de los años 60 y 70) y por la gente con la que se va encontrando esporádica o cotidianamente, disfrutando con sosegadamente de cada momento, por intrascendente que pueda parecer.

Estupenda película (nota: 8), de esas en las que parece que nada ocurre, de tiempo diríase que suspendido, muy hermosa, de enorme serenidad, toda una alabanza a los pequeños placeres que nos puede deparar la vida a poco que estemos atento a ello (y no embebidos en una pantalla), como hace el personaje principal, con estoica actitud ante sus avatares vitales, perfectamente a gusto con su transcurrir vital. Suenan diversas canciones, que escucha el protagonista, que mucho dicen de su estado de ánimo, y entre ellas, la que parece dar lugar al título de la película, "Perfect day" de Lou Reed, y la que acompaña el apoteósico final, de esos que enaltecen el ánimo a cualquiera y le reconfortan sobremanera, profundamente terapéutica, "Feeling good" de Nina Simone. Muy recomendable película aunque, eso sí, no apta para impacientes, que seguro se perderían además la pildorita final tras los títulos de crédito al salir pitando al poco de comenzar estos.

Bueno, pues no hay perfecto matutino que se precie sin unas citas de sabiduría ajena, que espero nos hagan sentir mejor que bien:

 - "No comprendo cómo se puede pasar delante de un árbol sin sentirse feliz. ¡Cuántas cosas bellas ocurren a cada paso!: mirad al niño, contemplad los ojos que os miran y admiran".  (Fiódor Dostoievski).

 - "Yo podría estar encerrado en una cáscara de nuez y sentirme rey de un espacio infinito".  (William Shakespeare).

 - "¡Qué agradable sorpresa es descubrir que, al fin y al cabo, estar solo no es necesariamente sentirse solo!".  (Ellen Burstyn).

 - "Te colme la felicidad o te abrume el sufrimiento, el corazón necesita un segundo corazón. La alegría compartida es doble alegría, y el dolor repartido es medio dolor".  (Christoph August Tiedge).

Besos y abrazos,

Don.

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