¡Buenos días!
Otra mañana más en la que os
cuento un cuento matutino, sin el más leve atisbo de cuentitis, que estos días
de dulce placidez otoñal a la vera del Mediterráneo, con sol y máximas de 18ºC,
nos invitan a salir sin miedo por ahí a disfrutar de lo que la vida quiera
ofrecernos, sin anhelar nada pues todo nos es dado generosamente, tanto que parece
de cuento, aunque no lo sea.
Ayer estuve en el cine
viendo "El cuento de los cuentos" ("Tale of
tales" o "Il racconto dei racconti"), de Mateo Garrone, y con
Salma Hayek, Vincent Cassel, Toby Jones, Bebe Cave, y John C. Reilly. De los
siete anteriores largos de este director italiano sólo había visto sus dos últimos,
"Reality" (2012), y "Gomorra" (2008). Está inspirado en una recopilación de
cuentos populares de Giambattista Basile (s.XVII), y en los que se inspiraron
para los suyos tanto los hermanos Grimm como Hans Christian Andersen, y demás
cuentistas posteriores.
Tres reinos de fantásticas
criaturas y sortilegios, regidos por sus peculiares monarcas: una reina que
daría lo que fuese por ser madre, incluso la vida de su marido; un libidinoso
rey que anhela el cuerpo femenino de una voz desconocida que canta
prodigiosamente cerca de su palacio, que vive junto a su hermana, deseando
ambas belleza y juventud. Y otro monarca tan obsesionado con su pulga gigante
amaestrada que no atiende los imperiosos deseos que su joven hija tiene de
casarse cuanto antes con un guapo pretendiente, que aún no conoce.
Una película mejorable (nota:
5), original, de buena factura visual pero cuyas historias no me
llegaron, salvo a breves ratos, independientes pero ligadas muy al final con
calzador. Cuentos para adultos, de toque gótico-barroco, oscuros y sangrientos.
Sólo pude destilar de ellos que todo tiene un precio, que cuidado con nuestros
deseos y sus consecuencias, no vaya a ser que se cumplan, anhelos extremados,
que hablan de temas muy actuales y de siempre, como el culto desmedido a la
belleza y juventud, la maternidad obsesiva, el casarse a toda costa, sea
dictado por los padres y sus no siempre objetivas razones, o guiados por
románticos ideales, o por lascivia desbocada, motivos todos la mar de
ilusorios.
Y ahora os cuento unas citas
de sabiduría ajena (van a ser cuatro), que quizá nos sirvan para que no nos
cuenten milongas:
- "La vida es un cuento narrado por un
idiota, lleno de sonido y furia que nada significa". (William Shakespeare).
- "El destino puede seguir dos caminos
para causar nuestra ruina: rehusarnos el cumplimiento de nuestros deseos y
cumplirlos plenamente". (Henry F.
Amiel).
- "El deseo hace hermoso lo
feo". (Refrán).
- "La vida de la aldea, désela Dios a
quien la desea". (Refrán).
- "Si no tienes ganas de ser frustrado
jamás en tus deseos, no desees sino aquello que depende de ti". (Epicteto de Frigia).
Besos y abrazos,
Don.
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