¡Buenos
días!
Bueno,
si acaso a mí, que me roban cada mañana, toda la atención que por ellos pueda
prestar, así que no ha lugar a perdón alguno, ni pena, ni penas, que lo hago de
mil amores, cual Robin Hood que lo toma de aquí y allá para dárselo a los que
más lo necesitan. La ya inminente primavera tampoco le roba el protagonismo a
este dulce invierno, que en estos sus últimos días antes de perder todos sus
caudales cuando pague el peaje equinoccial, nos regala unos días de
destemplanza, aunque hoy muy soleada, con máxima prevista de 9ºC, y subiendo
conforme nos acerquemos al equinoccio.
Ayer
por la tarde estuve en el cine viendo "Cien años de perdón",
de Daniel Calparsoro, y con Luis Tosar, Rodrigo De la Serna, Patricia Vico,
Joaquín Furriel, Luciano Cáceres, Raúl Arévalo, José Coronado, Marian Álvarez,
y Luis Callejo. Novena película de este director, de quien había visto tres de
sus anteriores: "Invasor" (2012), "Ausentes" (2005), y "Guerreros" (2002).
Llueve
torrencialmente. A primera hora de la mañana seis hombres enmascarados y
armados asaltan la sede central de un banco en Valencia. El perfectamente
pautado plan se va al traste por la imprevista lluvia. Esto empezará a generar
desconfianza entre los miembros de la banda y se enfrentarán los dos líderes al
descubrir algo inesperado en una de las cajas de seguridad del banco.
Una
muy buena película (nota: 7) con la que pasé un rato muy entretenido, este
thriller de atracos, con vueltas y revueltas de tuerca, con el trasfondo de
esta España nuestra en la que vivimos, llena de corruptelas y grandes
corrupciones político-económicas, de ladrones de guante blanco (bancos
incluidos) robados por los de la mano armada, con pequeño toque Robin Hood (la
ética y el compañerismo del buen ladrón) y pizcas de humor a base de las
torpezas de unos y otros, con un gag incluido al estilo Mortadelo y Filemón (el
de hacer comer el disco duro borrado por ineptitud). Por eso de ladrones que en
su atraco perfecto (o casi) encuentran algo más importante que el dinero que
buscaban, lo que también conlleva dinero, me recordó a "Plan oculto" ("Inside man", 2006) de Spike
Lee con pequeñas incrustaciones de la estupidez intrínseca de los divertidos
villanos de algunas de las películas de los hermanos Coen.
Ahora
algo de sabiduría ajena que tomo prestada de aquí y allí para regalárosla en
una adecuada y más equitativa redistribución de las riquezas universales,
comenzando por el refrán que cede gratuitamente parte de sí al título del film:
- "Quien roba a un ladrón, tiene cien
años de perdón". (Refrán).
- "Cuando un ladrón ya no encuentra
ocasión de robar, se cree un hombre honrado". (Talmud).
- "Lo que al caballero le hace ser
caballero es ser medido en el hablar, largo en el dar, sobrio en el comer,
honesto en el vivir, tierno en el perdonar y animoso en el pelear". (Fray Antonio de Guevara).
Besos
y abrazos,
Don.
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