Siempre
al borde de fluir en cualquier dirección, y no necesariamente a la mar, que es
el morir, parafraseando al poeta Jorge Manrique, me encauzo hacia los matutinos
otra mañanita más dibujando meandros, y no porque esté borracho, sino para
rebuscar bien entre sus recodos todo lo bueno que hay en ellos. ¿Y el verano?,
pues aquí sigue aposentado, parece que sin querer llegar a su ya cercana desembocadura
equinoccial, con otro caluroso día de 33ºC de máxima prevista por los madriles.
Ayer
por la tarde estuve en el cine viendo "El hotel a orillas del río"
("Gangbyeon Hotel"), de Hong Sang-soo, y con Gi Ju-bong, Kim Min-hee,
Kwon Hae-hyo, Song Seon-mi, y Yu Jun-sang. De este muy prolífico director y
guionista coreano había visto cinco de sus anteriores films: "La cámara de Claire" ("Keul-le-eo-ui
Ka-me-la", 2017), "En la playa sola de noche" ("Bamui haebyunaeseo
honja", 2017), "Lo tuyo y tú" ("Dangsinjasingwa dangsinui
geot", 2016), "Ahora sí, antes no" ("Ji-geum-eun-mat-go-geu-ddae-neun-teul-li-da",
2015), y "En otro país" ("Da-reun na-ra-e-suh", 2012).
En
el hotel del título se aloja un veterano y afamado escritor, un poeta, que
convoca a sus dos hijos, a los que no ve desde hace años, y les comunica que
tiene la impresión de que va a morir en cualquier momento. En otra habitación
del hotel se encuentra una joven que acaba de sufrir una dolorosa ruptura
sentimental, engañada por su pareja, y que recibe la visita de su mejor amiga,
que viene a consolarla.
Bastante
plomazo y soporífera me pareció esta película (nota: 2), en la
línea de sus dos últimas (las tres primeras suyas vistas por mí sí que me
gustaron). Otra historia ombliguil, casi que paja mental, no sé si a causa del
delirium tremens provocado por tanto beber soju (tradicional destilado alcohólico
típico de Corea). Ni me gustaron las formas, ni el fondo, que nada me dijo, de
estas dos historias paralelas (y para lelos de presunta reflexividad) que se
rozan tangencialmente, rodadas en blanco y negro y de manera muy contemplativa
y parsimoniosa, y a ratos casi que toscamente.
Ahora,
en los límites de la sabiduría ajena, ahí os dejo unas citas que he pescado por
entre sus aguas:
- "Quien a la orilla del río mora, unas
veces canta y otras llora".
(Refrán).
- "Es raro, muy raro, que nadie caiga en
el abismo del desengaño sin haberse acercado voluntariamente a la
orilla". (Concepción Arenal).
Besos
y abrazos,
Don.
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