martes, 10 de septiembre de 2019

Apática desidia matutina


¡Buenos días!

Si una doble negación es una afirmación, según la lógica matemática, entonces es que con esmero y cuidado me tratan los matutinos, como una buena madre, y viceversa, como de otro modo no podía ser. Y más o menos lo mismo le pasa al clima de hoy, pues hiperactivo se nos ha vuelto, ya que por los madriles se nos ha desmelenado el viento, con máxima prevista de tan solo 21ºC; y allende se nos ha revuelto con lluvias torrenciales debidas a la gota fría (o D.A.N.A., que dicen los meteorólogos), que como un rayo está pasando hoy por encima de la Península Ibérica.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Ray & Liz", escrito y dirigido por Richard Billingham, e interpretado por Justin Salinger, Ella Smith, y Joshua Millard Lloyd. Es el primer largo de este director y también guionista, que antes fue fotógrafo, basado en sus experiencias vitales infantiles, aunque se centra más bien en las peripecias de su hermano pequeño.

Años 70-80 en Birmingham. En un barrio del extrarradio vive una familia obrera, matrimonio y dos hijos, de padre alcohólico (Ray) y madre obesa y fumadora compulsiva (Liz), que malviven de subsidios sociales y apenas prestan atención a sus hijos, en un entorno malsano y opresivo de violencia doméstica y negligencia parental.

Buena película (nota: 6), de excelentes maneras formales, por su modo de narrar y fotografía, pero que sin embargo no acabó de llegarme del todo, tal vez porque no es especialmente agradable de ver. Crudo y despiadado drama familiar y social, bastante demoledor, no exento de algún atisbo de ternura en la mirada a su propia familia, todo un dechado de incapacidades y ruindades y muy desestructurada. La historia está constituida por tres capítulos, casi que tres mini historias independientes, la primera sobre su padre (Ray) en la actualidad, arrumbado en un cuarto y tan solo alimentado de cerveza, que se va entremezclando con las dos siguientes, la segunda cuando era niño sobre su tío cuidando a su hermano bebé, y la tercera cuando adolescente sobre las traumáticas desventuras de su hermano pequeño. En definitiva, que me pareció una especie de autoexorcismo, un puñetazo (o varios) a las pasadas miserias personales y, por extensión, sociales.

Y ahora, con sumo interés, entramos en la sección de sabiduría ajena, donde os dejo unas citas que cual rayo iluminen nuestras entendederas:

 - "La sociedad paga bien caro el abandono en que deja a sus hijos, como todos los padres que no educan a los suyos".  (Concepción Arenal).

 - "Ésta es nuestra obligación hacia el niño: darle un rayo de luz, y seguir nuestro camino".  (María Montessori).

Besos y abrazos,

Don.
_____

No hay comentarios: