lunes, 8 de mayo de 2017

Perdido en la búsqueda de los áureos matutinos

¡Buenos días!

Radiante sol de dorada refulgencia el que hoy nos ilumina en nuestra constante búsqueda matutina, y ni con su diáfana luz encuentro al matutino de hoy, tal vez porque esté ahora mismo dentro de él, escribiéndolo, y los árboles no me dejan ver el bosque, en esta selva de letras que no ceso de teclear. Calor casi tropical, aunque sin su humedad, absolutamente distraída en estas tierras de secano, con lo que los 28ºC de máxima prevista para hoy por la asfáltica jungla de los madriles serán razonablemente llevaderos.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Z. La ciudad perdida" ("The lost city of Z"), dirigida por James Gray, y con Charlie Hunnam, Sienna Miller, Robert Pattinson, y Tom Holland. Está basada en el libro homónimo de no ficción escrito por David Grann que relata las peripecias amazónicas de un militar y explorador británico de principios del siglo XX. Es el sexto largo de este director, de quien había visto sus tres anteriores más recientes: la estupenda "El sueño de Ellis" ("The immigrant", 2013), la sobresaliente "Two lovers" (2008), y "La noche es nuestra" ("We own the night", 2007).

A un oficial del ejército británico, Percy Fawcett (1867-1925), se le encomienda en 1906 la misión de dirigir una expedición de la Royal Geographical Society a la selva del Amazonas con el fin de dirimir las fronteras entre Brasil y Bolivia. Tras múltiples penalidades lo logra, queda fascinado por la jungla y al descubrir por el camino algunos vestigios arqueológicos se obsesiona con la búsqueda de los restos de una civilización perdida, el El Dorado de los conquistadores españoles, que él llama Z. Aunque ridiculizado por la comunidad científica, consigue que le financien diversas expediciones a esa zona, interrumpidas por la I Guerra Mundial (1914-18). En su última expedición, en 1925, desaparecerá junto a su hijo mayor sin dejar rastro alguno.

Una muy buena película (nota: 7), diferente en su clasicismo, de estupenda factura técnica y bellísima visualmente, pero que no llegó a entusiasmarme del todo, a medio camino entre el relato biográfico de exploración geográfica y la poética y ensoñadora introspección del viaje de conocimiento interior. Obsesiva búsqueda la de este hombre con problemas para encajar en su encorsetada sociedad victoriana y para conciliar sus deberes familiares para con su mujer e hijos con su pasión de ir allende lo desconocido. Según he leído, este explorador fue la fuente de inspiración del archifamoso personaje de ficción cinematográfica Indiana Jones.

Ahí os dejo ahora unas citas de sabiduría ajena, de las que he ido encontrando en mis matutinos derroteros en busca de quien sabe qué:

 - "Espera mil años y verás que se vuelve preciosa hasta la basura dejada atrás por una civilización extinta".  (Isaac Asimov).

 - "No dejaremos de explorar y el fin de nuestra exploración será encontrar el punto de partida y conocer el lugar por primera vez".  (T. S. Eliot).

 - "Si conoces que vas perdido, muda consejo y camino".  (Refrán).

 - "Bien perdida, no es perdida, aunque se pierda, la vida".  (Refrán).

Besos y abrazos,

Don.
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