lunes, 11 de abril de 2016

De pronto, este matutino rompe su silencio...

¡Buenos días!

... y se encamina a su nuevo destino, que es el que siempre había llevado, el del natural devenir de las cosas, y del suyo propio, consecuencia de lo ya hecho. Como ya sabéis, cual veronés Romeo, mis particulares Julietas, mis hadas y ninfas, me tienen sorbido el corazón, las mimo y cuido, como ellas hacen conmigo, jamás dejándome solo, ni yo a ellas. Y en este nuevo día de primavera, volvió a romper a llover, llenando del tintineante sonido de las gotas al caer el ya de por sí bullicioso pulular primaveral, incluso en los más soleados y serenos de sus días, que volverán naturalmente a ser.

Este pasado fin de semana estuve en el cine viendo "Julieta", de Pedro Almodóvar, y con Emma Suárez y Adriana Ugarte (guapísimas y estupendas actrices las dos). Vigésimo film de este director, del que salvo cuatro de los rodados en los años 80, he visto casi todos, en concreto, todos los de este siglo, a saber: "Los amantes pasajeros" (2013), "La piel que habito" (2011), "Los abrazos rotos" (2009), "Volver" (2006), "La mala educación" (2004), y "Hable con ella" (2002). Precisamente esta última es para mí la mejor de este muy reconocido cineasta del que, salvo unas pocas excepciones más, no me suelen gustar en exceso sus obras (lo hacen en momentos sueltos de cada una de ellas), cuando no me desagradan.

Julieta se encuentra por casualidad con una antigua amiga de su hija, quien le comenta que coincidió hace poco con ella en el extranjero. No ve a su hija desde hace 10 años. Esto la empuja a rememorar su vida anterior, desde cuando treinta años atrás conoció al que sería el padre de su hija en un extraño viaje en tren.

Este drama (nota: 5), basado en tres novelas de Alice Munro, sobre una abatida mujer, sola, desolada, carcomida por un sordo dolor de pérdida (del marido por muerte y, fundamentalmente, de la hija por fuga), de su auto-culpabilidad y de la herencia sentimental que deja, me gustó por la muy cuidada composición de sus planos y encuadres, muy estéticos, muy detallistas, cuidando al milímetro poses, combinaciones de colores y objetos, etc., marca de la casa, tanto que muchas veces se olvida de la historia que cuenta y de como la cuenta, cosa que no me gustó, salvo momentos sueltos. Las presuntamente hondas tribulaciones de sus protagonistas no me llegaron y apenas nada me dijeron. Sin embargo, me pareció la mejor película de Almodóvar desde hace diez años.

Bueno, pues antes de despedirme, irme y callar hasta el próximo matutino, pronto espero, ahí os dejo unas citas de sabiduría ajena:

 - "Luchar contra nuestro destino sería un combate como el del manojo de espigas que quisiera resistirse a la hoz".  (Lord Byron).

 - "El silencio es el ruido más fuerte, quizás el más fuerte de los ruidos".  (Miles Davis).

 - "Las buenas noticias siempre llegan tarde; las malas, demasiado pronto".  (Friedrich M. Von Bodenstedt).

 - "El hombre sólo es libre en el momento de su decisión. Tan pronto como la decisión ha sobrevenido, se siente ligado por ella".  (Hermann Keyserling).

 - "Dueños de sus destinos son los hombres. La culpa, querido Bruto, no está en las estrellas, sino en nuestros vicios".  (William Shakespeare).

 - "Nada puede hacerme daño excepto yo mismo; el mal que me agobia lo llevo conmigo y jamás sufro realmente sino por mi culpa".  (San Bernardo).

Besos y abrazos,

Don.
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