lunes, 23 de febrero de 2015

Matutino de tiros no muy largos

¡Buenos días!

Sinceramente, no me pongo muy elegante cada vez que entro en estos matutinos, lo hago con la normalidad propia de la cotidianidad. Enfilo camino hacia donde se encuentran y salgo disparado cuando llega la hora de que me reciban, que anhelo la serena cordialidad que me aportan, esperando dar en el blanco con mis ondulantes divagaciones a través de ellos. El invierno parece que también tiene puesto su punto de mira en su objetivo final del solsticio primaveral, ya a menos de un mes de distancia, hacia el que se encamina con decisión sin importarle mucho los vaivenes climáticos que se va encontrando, así que nos regala días más de primavera por venir que de crudo invierno.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "El francotirador" ("American sniper"), de Clint Eastwood, y con Bradley Cooper y Sienna Miller (un bellezón). De este veteranísimo actor, director, guionista, y músico, he visto bastantes de sus films como actor, y también como director, algunos de los cuales fueron magistrales para mí. Su anterior film, que me decepcionó, fue "Jersey boys"(2014).

Se nos narra, basado en las memorias del protagonista real, la vida del soldado de élite que dicen tiene el record de muertes como francotirador en el ejército norteamericano (cualquier día vemos en los JJ.OO. una disciplina deportiva para homenajear al susodicho), y que desarrolló su certera labor durante la guerra de Irak, llegando incluso a ser famoso entre sus enemigos, quienes pusieron precio a su cabeza, y que falleció hace poco más de un año a manos (a tiros) de otro excombatiente pirado cuando trataba de darle apoyo.

Una película que no sabría muy bien como definir, y que aun así la suspendo con suavidad (nota: 4), hecha con la maestría propia de su director, esta vez básicamente en los aspectos técnicos, con unas impecables escenas bélicas, pero que también encierra un melodrama familiar... de los de andar por casa y que no apunta muy lejos, o eso me pareció. Lo peor, con diferencia, es el aspecto ideológico de la cuestión, pues da una paradójica visión de la guerra, con escenas hiperrealistas que no dejan lugar alguno a la mitificación, pero que sin embargo retrata unas acciones militares "perfectas" sin el más leve fallo en sus objetivos por parte de los "buenos", con inocentes, víctimas colaterales, que sólo mueren a manos de unos maniqueos malos "malísimos" -y en ninguna guerra hay nadie ni bueno ni perfecto, que yo sepa-.

Historia de un peón convencido de hacer lo correcto, de cerebro lavado por una sociedad que se debe de hacer pajas de gusto con todo tipo de armamento, gente de gatillo fácil (¡miau!), peleles para mayor gloria (económica) de los que no van al frente, que perpetraron el expolio petrolífero de un país sin armas de destrucción masiva reducido a la ruina, urbanística, económica y socialmente hablando, por ávidos empresarios e inconscientes e incompetentes políticos (cuando no cómplices) incapaces de prever las consecuencias de nada (especie de efecto mariposón) y que ahora tratan de parchear malamente.

También me pareció ver a través de la hagiografía de este presunto héroe, hasta que no se demuestre lo contrario, una metáfora de todo un país con ínfulas protectoras (¿proteger a tiros?), especie de aprendiz de brujo que la caga más veces que acierta. Mitificación casi santificadora que nos relata sus padecimientos, su martirización psicológica, tanto en el frente como en la retaguardia, de los terribles efectos post-traumáticos en todo combatiente, que los ricos también lloramos. Por eso de los perniciosos efectos de la guerra sobre los combatientes me gustaron mucho más otros films sobre el tema, como la danesa "Hermanos" ("Brødre", 2004) de Susanne Bier, o incluso a pesar de algunos pesares, la también norteamericana "En tierra hostil" ("The hurt locker", 2009) de Kathryn Bigelow.

Así que por la cuestión ideológica me inclino más por los que están diciendo que es un panfleto con sobredosis de barras y estrellas. Tal vez si Clint hiciera lo mismo que hizo en su análisis de la II Guerra Mundial con su díptico "Banderas de nuestros padres" ("Flags of our fathers", 2006) y "Cartas desde Iwo Jima" ("Letters from Iwo Jima", 2006), es decir, otro film con el punto de vista del "otro", tal vez me reconciliaría con él con este film, que desde siempre he admirado al maestro cinematográfico que es el señor Eastwood, y eso a pesar de que su ideario político y el mío no son muy similares.

Ahora pongo el ojo a través de la mirilla de la sabiduría ajena para tratar de acertar en las decisiones vitales:

 - "El buen arquero no es juzgado por sus flechas, sino por su puntería".  (Thomas Fuller).

 - "Si para la defensa bastare empuñar el escudo, no debe esgrimirse la espada".  (Francisco de Vitoria).

 - "No se puede ganar una guerra, como tampoco se puede ganar un terremoto".  (Jeannette Rankin).

 - "Uno cree que muere por la patria y muere por los industriales".  (Anatole France).

 - "La guerra es una masacre entre gentes que no se conocen para provecho de gentes que sí se conocen pero que no se masacran".  (Paul Valéry).

 - "Aunque tu enemigo sea el ser más ruin, mezquino y miserable de la tierra, ¿serías tú acaso mejor por eso? Deja a tu enemigo que sea como fuere y procura mejorarte tú, pues no has venido a perfeccionar a tu enemigo, sino a ti mismo"  (Amado Nervo).

Besos y abrazos,

Don.
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